Una mira retrospectiva a la beatificación de Oscar Arnulfo Romero y Galdámez

Una noticia que sorprendió al mundo y en especial a América Latina. La Sala de presenta de la Santa Sede informó de esta manera:

El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia al cardenal Angelo Amato S.D.B, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y ha autorizado a ese dicasterio a promulgar los decretos relativos a:

-Siervo de Dios Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, (El Salvador, 1917-1980) arzobispo de San Salvador (El Salvador) asesinado por odio a la fe el 24 de marzo de 1980.

-Siervos de Dios Michal Tomaszek (Polonia, 1960) y Zbigniew Strazalkowski, (Polonia, 1958) sacerdotes profesos de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, así como de Alessandro Dordi (Italia 1931) sacerdote diocesano, asesinados por odio a la fe el 9 y el 25 de agosto de 1991 en Pariacoto y Rinconada (Perú).[1]

Como podemos ver resaltar el fondo de la aprobación no fue por el manejo político de los años en que Mons. Romero lucho por las reivindicaciones del pueblo salvadoreño, sino por "odio a la fe". Igualmente a los otros sacerdotes dos franciscanos conventuales polacos y un misionero italiano diocesano.

Un ambos martirios una facción política armada quisieron eliminar a quienes consideraban sus enemigos.

Marco de referencia sociopolítico de El Salvador

1-. Es una nación pequeña con una alta densidad de población, donde la mayoría de los habitantes son campesinos con una inequitativa distribución de las tierras y atraso social significativo.

El sector social de clase alta dominó el control de la economía, sobre todo la agricultura (principalmente el café) y la vida la política con el respaldo histórico de la casta militar.

En 1931 se quisieron dar algunas reformas sociales por el Presidente Arturo Araujo pero por causa de la caída de los precios del café por la crisis económica mundial por la «Depresión de 1929» se vieron frustradas.

El Presidente Araujo fue depuesto por el General Maximiliano Hernández, reprimiendo cualquier intento de cambios sociales en pro de los campesinos y los obreros.

"La organización sindical en El Salvador había avanzado más que en otras partes de la región en el decenio de 1920 y ya había obligado a los gobiernos liberales a desplegar cierta actividad populista para adelantarse a él, pero Araujo llevó esta tendencia a su límite en unas circunstancias económicas que excluían la posibilidad tanto de satisfacer las expectativas populares como de salvaguardar los interés de los terratenientes"[2].

Las transformaciones sociales han sido muy difíciles en el Salvador, ya que el "miedo al comunismo" predicado por la extrema derecha ha sido el "coco" para salir del letargo social, sanitario y político.

En la Década de los 60 se proponen trasformaciones socio-económicas: el Proyecto de Alianza para el Progreso y el Tratado de Integración Económica con el llamado "Mercado Común Centroamericano".

2-. Luego El Salvador y Honduras viven un acontecimiento bélico en 1969 la "guerra del futbol" o "las cien horas" que el fondo era la situación de los migrantes salvadoreños en Honduras y la medida de expulsión de 300.000 salvadoreños y el viejo problema de los límites entre ambas naciones desde 1861[3]

La guerra de 1968 desvió la atención a los verdaderos problemas sociales, de la población desventaja y excluida de lo riqueza económica[4]

Les cuento una historia. Don Chico Montero fue un periodista radiofónico muy importante en Costa Rica. Estando don Chico del lado hondureño, desde una colina de observación donde estaban los periodistas de medios y agencias de noticias. Le indicaron al Coronel al mando que estaban matando soldados de Honduras los salvadoreños inútilmente, el Coronel respondió "hombres menos, tortillas más". La guerra fue una farsa para justificar la presencia de los militares en el poder en ambas naciones. La salida de Honduras del MERCOMUN por presión de grupos capitalistas.

Los invito a leer la obra sobre la guerra de estos países: de Janes Rowles, El Conflicto Honduras-El Salvador (1969). Educa, San José. 1980. Tesis doctoral.

3-. Los graves problemas sociales se fueron agudizando en después del segundo lustro de los 70 con los movimiento sociales más reivindicativos ante los fraudes electorales de candidatos alternativos.

La Iglesia Católica participaba poco y responde tímidamente en escuchar las voces los líderes sociales y alternativos sobre los graves problemas sociales. La acción pastoral era la vivencia sacramental y espiritual desde las parroquias, un acompañamiento muy débil en la asistencia social y fortalecimiento de las tradiciones religiosidad popular (Acción Católica, carismáticos y cursillistas).

Otros sectores pastorales eran más insistentes en un compromiso de mayor separación de la Iglesia con el Estado, el uso más persistente de los propios medio de comunicación en la constante represión de los militares hacia los grupos populares y el progresivo terrorismo de Estado: por medio de los escuadrones de la muerte. Se inicia la etapa del terror por medio de organismos paramilitares[5]

Las directrices de Concilio Vaticano II y las conclusiones II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano – Medellín, poco a poco van llegando a las bases eclesiales y los agentes de pastoral. La renovación eclesial no fue nada fácil ni en la arquidiócesis ni en las diócesis sufragáneas.

"El sistema ideológico dominante canonizó el derecho de unos pocos a decidir sobre la vida y la muerte de los demás y ese poder se proyectaba sobre la divinidad. La necrofilia sustancial del sistema de explotación invirtió su lógica de muerte en apariencia de vida"[6]

Un sector medio eclesiástico inició el fomento de los "medios" como alternativa en el proceso de concientización social: Proyecto de Escuelas Radiofónicas, Emisora Católica YSAX, el Seminario Orientación y el Secretariado Social Arquidiocesano, Acción Católica Universitaria Salvadoreña, Justicia y Paz. Muchas de estas obras salían adelante con el compromiso de laicos profesionales. Se buscaba romper con el "modelo de cristiandad".

Era claro que no existió una unificación pastoral en todas las diócesis como respuesta a Vaticano II y Medellín. Muchos prelados estaban distanciados de una acción conjunta. La carencia de agentes de pastoral (sacerdotes, religiosos y religiosas) fue evidente para poder lograr una acción pastoral conjunta.

La voz de un profeta

1-. Después de un largo Episcopado, llega al final Mons. Luis Chávez y González, Arzobispo de San Salvador (1939-1977). Le tocó vivir una serie de transformaciones eclesiales de la Iglesia tanto a nivel universal (Vaticano II) y como latinoamericano (Medellin).

En 1974 Mons. Oscar Arnulfo Romero y Galdámez pasó de Auxiliar de San Salvador a Obispo de Santiago de María (1974-1977). Ante la renuncia de Mons. Chávez el Papa Pablo VI lo nombra a Mons. Romero, Arzobispo de San Salvador.

La llegada de Mons. Romero a la Arquidiócesis de San Salvador, puso expectativas en sectores eclesiales y los grupos oligárquicos. Parecía que a Don Oscar lo podrían manejar los bandos en pugna. El Gobierno Salvadoreño vio muy bien la elección de Oscar Romero como Arzobispo.

Es constatable que algún sector del clero arquidiocesano no aceptaba al nuevo Arzobispo. El ambiente de incertidumbre que constatable por ser considerando un pastor tradicional. Pero ya en Santiago de María, Mons. Romero había iniciado un proceso de renovación eclesial, escuchando y haciendo participe a todos los agentes de pastoral. Romero no era conocido a nivel internacional.

Una de las tareas urgentes de Mons. Romero en la Arquidiócesis "…había recibido del nuncio el consejo de unir al clero a su alrededor lo más pronto posible y por todos los medios necesarios convenientes"[7].

2-. El Pueblo de Dios caminante en El Salvador tendría la –voz de un profeta–. Que habría de surgir en medio del dolor, la pena y la muerte no solo de sus sacerdotes, también de agentes de pastoral, mayormente laicos.

"Monseñor Romero tuvo una profunda fe en Dios, una fe vivida original y plenamente. Su fe quedó manifiesta en la unción que se sentía oyendo sus homilías, en su oración solitaria y en sus rezos sencillos y populares. Su comunicación don Dios fue algo sencillo y normal como la vida misma"[8]

El primer momento decisivo en la vida arzobispal fue el 12 de marzo de 1977, que cambiaría el rumbo de su vida, fue la asesinato del P. Rutilio Grande, S.J. su amigo, junto a dos campesinos.

"…causó estupor incluso en el nuncio y en todos los obispos, no solamente porque se trataba de la persona de un sacerdote de prestigio, sino también porque nadie, ni el nuncio ni los obispos, esperaban que llegara a extremos tales de asesinar un sacerdote"[9].

Algunas medidas que tomaría el Arzobispo Romero cuando constató que fueron agentes ligados al Gobierno del Presidente Molina quienes perpetraron el asesinato. Mons. Romero exigió al gobierno que se aclarará el crimen. El Gobierno de Molina nunca esperó esa actitud del prelado.

«Monseñor Romero se inspiró en otro mártir, el padre Rutilio

Después de la firma de Papa Francisco para beatificar a monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte, este miércoles 04 de febrero, monseñor Vincenzo Paglia, promotor de la causa del arzobispo salvadoreño, ha anunciado que desde "hace tres meses ha sido abierta en San Salvador el proceso de beatificación de padre Rutilio Grande García (1928 – 1977)"»[10].

3-. El martirio de sacerdotes, religiosos y laicos durante el episcopado de Mons. Romero (1977-1980) fue en aumento, pero también se dieron abusos de templos, sacrilegios de las formas consagradas y la destrucción de lugares y signos religiosos.

Fue claro que la actitud del Señor Arzobispo fue un signo de encuentro entre el clero arquidiocesano, los religiosos y religiosas y el pueblo de Dios. Esto tomó una actitud de distancia de algunos obispos, de las clases oligárquicas y la extrema derecha salvadoreña.

«Algunos estudios en el campo realizados por el Secretariado Episcopal de América Central y varias encuestas de la Universidad Católica de San Salvador confirman que la mayoría de los fieles aprobaron la opción preferencial de la Iglesia por los pobres. Y tampoco la preocupación por una Iglesia involucrada en el terreno político habría sido el factor decisivo para el éxodo de los católicos salvadoreños hacia las comunidades evangélicas. Los mismos teólogos que han reconocido el "carácter martirial" del asesinato de Romero observan que la Iglesia salvadoreña de aquellos años fue objeto de una persecución devastadora. Dieciocho sacerdotes fueron asesinados entre 1972 y 1989, seis de los cuales precisamente en los tres años que Romero fue arzobispo; otros fueron expulsados del país o amenazados para que no volvieran. Romero perdió cincuenta sacerdotes, entre muertos, exiliados y los que salieron por razones de seguridad, casi una cuarta parte del clero de la diócesis. "También las religiosas han sido objeto de persecución", se quejó Romero aún antes de la violación y asesinato de cuatro religiosas estadounidenses en diciembre de 1980. "La emisora del Arzobispado, instituciones educativas católicas y de inspiración cristiana han sido constantemente atacadas, amenazadas e intimidadas con bombas", denunció el arzobispo en sus homilías en la catedral»[11].

4-. Un aspecto triste que ha surgido de la información después del anuncio de la Santa Sede por el Decreto del Papa Francisco, es que gentes al interior de la Iglesia Católica hicieron todo lo posible para que el proceso se estancará y la mala información a Juan Pablo II y a Benedicto XVI sobre Mons. Oscar Arnulfo Romero y Galdámez no culminara con su beatificación.

«Preguntado por los periodistas, Paglia explicó que durante años creció "una montaña" de cartas contra Romero que pesaron después en el proceso y que, "por desgracia no existía la contra información o mejor dicho la información verdadera" sobre su labor Vicenzo Paglia, el postulador de la causa para la beatificación del arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, relató hoy las dificultades y los "fuertes prejuicios" que se presentaron durante el proceso»[12].

Lo más sorprendente fue el nombre de la persona que se opuso al proceso de beatificación de Mons. Romero:

«Ahora se sabe, y así trascendió en el Vaticano, que quien bloqueó la beatificación de Monseñor Romero fue el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo».

Ese planteamiento lo hizo Jesús Delgado en el Vaticano, ante la sorpresa de los periodistas que se reunieron a su alrededor.

El salvadoreño Delgado contó a los periodistas que durante una Conferencia Episcopal que se realizó, en el 2007, en Brasil, él habló con el actual Papa Francisco sobre el tema de Romero.

"Cuando llegué donde Bergoglio -dijo Delgado- él me dijo en el 2007: "si yo hubiese llegado a Papa, habría mandado a López Trujillo a San Salvador a beatificar a Monseñor Romero""»[13].

La alegría de llegar a un puerto de vida feliz

«"La Iglesia ha examinado cada palabra de Romero y cada acción de Romero y ha concluido que lo que este hombre hizo fue lo que haría Jesús, el Buen Pastor, que termina dando su vida por su pueblo. Eso una cosa maravillosa, porque fue unánime la opinión que dieron los teólogos y que ahora el Papa firma con mucho gozo este decreto que calla tantas bocas de quienes calumniaron a Romero, que mintieron, que engañaron porque seguramente estuvieron engañados. Lo cierto es que ahora nadie podrá negar de quién es el obispo mártir de El Salvador, Óscar Arnulfo Romero", dijo monseñor Rosa Chávez».

Ultima homilía de Mons. Romero – 23/03/1980

Algunas publicaciones sobre la beatificación de Mons. Oscar Arnulfo Romero y Galdámez

Tipo: 1. Articulo; 2. Comentario; 3-. Editorial: 4-. Documento

©OGLO – 11/02/15

Para saber más sobre el tema…

Aldea, Quintín y Cárdenas, Eduardo. Manual de Historia de la Iglesia – X. La Iglesia del Siglo XX en España, Portugal y América Latina. Herder, Barcelona – 1987

Bethel, Leslie – ed. Historia de América Latina: 14. América Central desde 1930. Cambridge University Press, editorial Crítica, Barcelona – 2002

Delgado Acevedo, Jesús. Oscar A. Romero – Biografía (Testigos). Ediciones Paulinas, Madrid – 1986

Dussel, Enrique – ed. Historia General de la Iglesia en América Latina – VI: América Central. Sígueme, Salamanca – 1985

Dussel, Enrique – ed. Resistencia y Esperanza. Historia del Pueblo cristiano en América Latina y el Caribe. DEI – CEHILA, San José – 1995

Erdosaín, Placido. Monseñor Romero: Mártir de la Iglesia Popular. DEI – EDUCA, San José – 1980

Lobo Oconitrillo, Oscar. Índice temático: personas, instituciones y lugares del Diario de Mons. Oscar Arnulfo Romero. San José – 1993

Meléndez, Guillermo y Richard, Pablo. La Iglesia de los pobres en América Central. DEI, San José – 1982

Romero y Galdámez, Oscar. Selección de material: homilías, cartas, discursos y mensajes. Arnoldo Mora Rodríguez, editor. EDUCA, San José – 1981

Romero y Galdámez, Oscar. Su diario: del 31 de marzo de 1978 al 20 de marzo de 1980. Presentación de Mons. Rafael Urrutia, Canciller. San Salvador– 1989

Rowles, James. El conflicto Honduras-El Salvador (1969). EDUCA, San José – 1980

Autor:

Prof. Oscar Lobo Oconitrillo

[1] Recuperado: Ciudad del Vaticano, 3 de febrero 2015 (VIS).- Reconocido el martirio del arzobispo Oscar Romero, de los frailes Michal Tomaszek, Zbigniew Strazalkowski y del sacerdote Alessandro Dordi

[2] Historia de América Latina – 14 – América Central desde 1930, Cap.3: El Salvador desde 1930. Editorial Crítica, Madrid, 2001. Pág. 91

[3] El asuntos de los límites en fue resuelto el 11/09/1992 por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, pero los campesinos no quedaron satisfechos. Información de La Nación: 16/09/1992 «Salvadoreños defienden nacionalidad» fuente ACAN EFE, Tegucigalpa.

[4] Richard Pablo y Meléndez (+2014). La Iglesia de los pobres de América Central. DEI, San José. 1979. Págs. 45-52

[5] Ídem. p. 85

[6] Historia General de la Iglesia en América Latina – VI – América Central. Enrique Dussel (Ed). Ed. Sígueme, Salamanca, 1985. R. Cardenal. El Salvador. Págs. 475

[7] Molina, Jesús. Oscar A. Romero – Biografía: Serie Testigos. Ediciones Paulinas, Madrid. 1986. Pág. 73

[8] Historia General de la Iglesia en América Latina – VI – América Central. Enrique Dussel (Ed). Ed. Sígueme, Salamanca, 1985. R. Cardenal. El Salvador. Págs. 487

[9] Molina, Jesús. Oscar A. Romero – Biografía: Serie Testigos. Ediciones Paulinas, Madrid. 1986. Pág. 75

[10] Monseñor Romero se inspiró en otro mártir, el padre Rutilio. Ary Waldir Ramos Díaz En: Aleteia digital- RELIGIÓN 07.02.2015

[11] Más católicos en la Iglesia de Romero. Mientras crecían los evangélicos en toda América Latina, en la diócesis del próximo beato aumentaban las conversiones y las vocaciones. Por Alver Metalli, Buenos Aires En: Vatican Insider digital – 07/02/2015.

[12] Postulador desveló las dificultades y prejuicios en beatificación de Romero. En: La Prensa Gráfica digital / El Salvador – 6 de febrero de 2015 – EFE 04/02/2015

[13] Delatan a Cardenal que frenaba beatificación de Romero. En: Diario1.com / El Salvador – 06/02/2015