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El futuro del libro, el impacto de las nuevas tecnologías (página 4)


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[1] De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el libro es una “obra científica, artística, literaria o de cualquier otra índole que constituye una publicación unitaria en uno o varios volúmenes y que puede aparecer impresa o en cualquier otro soporte susceptible de lectura. Toda publicación unitaria, no periódica, de carácter literario, artístico, científico, técnico, educativo, informativo, o recreativo, impresa en cualquier soporte, cuya edición se haga en su totalidad de una sola vez en un volumen o a intervalos en varios volúmenes o fascículos”.

[2] Bolter (1998, p. 259).

[3] Por ejemplo, en 1970 el autor hizo un estudio de cuánto tiempo le tomaba producir una página de un trabajo de investigación académica usando una máquina de escribir eléctrica Smith Corona. Considerando un promedio de entre cuatro y seis borradores antes de completar un informe, se requería un promedio de seis horas para producir cada página de texto en su versión final. Cuando se repitió el estudio en 1985 usando una computadora Apple IIc con procesador de textos, el promedio por página en su versión final se redujo a una hora y media. Aun considerando la experiencia adquirida en los quince años entre uno y otro estudio, el aumento de productividad fue muy significativo.

[4] Lyman, Peter, Hal Varian et al. (2003).

[5] Como referencia, la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos contenía en el 2003 aproximadamente 136 terabytes de información. Cinco exabytes equivalen en tamaño a la información contenida en 37 mil nuevas librerías del tamaño de la biblioteca del Congreso norteamericano.

[6] Gantz et al. (2007).

[7] “En la historia de la escritura, algunas técnicas y tecnologías se han quedado completamente obsoletas. El códice prácticamente sustituyó al rollo en la antigüedad tardía. El pergamino sustituyó al papiro en la Edad Media europea. […] una nueva tecnología se apropia de una determinada función y deja otras funciones a una tecnología ya existente. La imprenta sustituyó a la escritura a mano para la distribución de la mayoría de los textos, pero no convirtió la escritura a mano en algo obsoleto” (Bolter 1998, p. 259).

[8] Por ejemplo, los veteranos en el uso de las computadoras recordamos los problemas de compatibilidad entre las hojas de cálculo VisiCalc, Lotus, AppleWorks y Excel, entre otros.

[9] Si bien el formato pdf ha logrado superar los problemas de portabilidad de documentos entre una diversidad de dispositivos electrónicos, nada asegura que mantendrá su vigencia indefinidamente.

[10] Uribe et al. (2006, p. 31).

[11] Por ejemplo, la Biblioteca Pública de las Ciencias (Public Library of Science, PLOS) ofrece en forma gratuita varias revistas académicas electrónicas editadas siguiendo los procedimientos convencionales de las revistas académicas impresas, tales como la evaluación y revisión por pares. Véase http://www.plos.org/.

[12] Snow (2001).

[13] Se estima que hacia marzo del 2007 existían alrededor de setenta millones de blogs en Internet, y que cada día se creaban aproximadamente 120 mil blogs adicionales con lo que el total se duplicaba cada ocho meses.

[14] Hacia fines del 2007 Skype tenía alrededor de 250 millones de usuarios registrados.

[15] Por ejemplo, sería necesario lograr algo similar a lo que Apple hizo con la introducción del iPod y el iPhone.

[16] Sobre este tema véase Crestani, Landoni y Melucci (2005) y Fenton (2007).

[17] Véase proyecto Dante (1999).

[18] Véase E Ink Corporation (2008).

[19] SoftBook ha empezado un proyecto piloto en Texas: los alumnos se bajan directamente de la línea telefónica programas, deberes y lecturas (su sistema no exige una PC). Por otro lado, el nuevo libro electrónico francés Cytale aspira a llegar a una parte de los 1.8 millones de franceses que viven en el extranjero (Cytale 2002).

[20] Crestani, Landoni y Melucci (2005).

[21] En forma adicional, se tiene a los programas que reconocen la voz de los usuarios y transforman el dictado en textos: IBM ViaVoice y Dragon NaturallySpeaking, entre otros. Estos programas han mejorado significativamente durante el último decenio, y varios de ellos permiten ingresar textos y hacer correcciones en línea con un grado relativamente alto de precisión.

[22] Por ejemplo, Xerox ofrece máquinas que pueden imprimir de 900 a 1,300 páginas por minuto, lo cual permitiría tener un libro de doscientas páginas encuadernado cada cinco segundos. Por otra parte, IBM calculó que si todas las casas editoriales usaran máquinas de impresión digital en México, sería posible cubrir la totalidad de la demanda en un año utilizando sólo setenta de estas máquinas. Véase http://jamillan.com/spaso.htm.

[23] Véase Snow (2001).

[24] Lightning Source ofrece a las casas editoras la posibilidad de poner sus libros en su catálogo, en el formato que el editor decida. Una vez en la base de datos de Lightning Source, el libro puede ser pedido y procesado el mismo día. Los libros impresos se fabrican y envían por mensajero o correo, y los libros en formato electrónico se entregan a través de Internet en forma inmediata. Las casas editoras reciben el precio al mayorista menos el costo de impresión. Un esquema similar con ligeras variantes se sigue en el caso de que los clientes sean librerías y bibliotecas.

[25] Sobre los desafíos que enfrentan las editoriales independientes, véase Celaya (2006a).

[26] Un ejemplo interesante del uso de estos nuevos esquemas es la iniciativa de HarperCollins de ofrecer extractos de sus libros en el navegador Safari del iPhone de Apple. Por su parte, el blog “Mashable” resume iniciativas de otros editores, como Penguin, para sacar partido de Internet móvil y las redes sociales. Ver http://mashable.com/2007/08/15/harpercollins-iphone/

[27] Los blogs son el segmento de crecimiento más rápido en Internet (Pescovitz, Tester y Love 2007; Technorati.com). Ver pie de página 14.

[28] Este estudio, realizado por la consultora Cibermedios, analizó las estrategias de comunicación online y offline de 56 editoriales españolas. Llegó a la conclusión de que los libros digitales son ya una realidad en España, aunque muchas editoriales siguen ignorándolos en sus estrategias de comunicación. Existen en España 1,274 publicaciones digitales, de las cuales el 40% contiene información especializada, y entre ellas predominan las que se dedican a la cultura (23.4%). A pesar de esta significativa presencia de medios culturales en la Red, muy pocas editoriales españolas tienen en cuenta estos nuevos canales de comunicación al promocionar sus libros. Por ejemplo, si bien el 86% de las editoriales analizadas cuenta con presencia en Internet, sólo un 39% tiene una sala de prensa virtual, y sólo el 17% posee un archivo de las notas de prensa y las noticias publicadas para facilitar la labor de los medios de comunicación. Véase Salaverría (2005).

[29] Online Originals (2007).

[30] Los twitters son una secuencia de caracteres (usualmente menos de doscientos caracteres) que automáticamente se insertan en una página web. Muchos jóvenes los utilizan actualmente para contar en tiempo real lo que están pensando o haciendo.

[31] Una encuesta en línea a 1,432 trabajadores en el Reino Unido, realizada por el TUC for Quick Reads and World Book Day 2006, encontró que el 55.2% de los encuestados escucha libros en audios (audiobooks) camino al trabajo y prefiere los títulos de ficción (32.6%) o los periódicos (22%). Además, el 55.3% lee en su descanso a la hora de almuerzo y el 62.1% no tiene tiempo para seguir leyendo. Asimismo, la encuesta realizada a mil personas en el Reino Unido por Bedtime Reading Week (2002) encontró que el lugar más usado para leer era la cama (65% de la muestra), seguido de la tina (25%) y el baño (10%). Cerca de la mitad dijo preferir leer en vacaciones y un tercio declaró preferir hacerlo mientras se dirige al trabajo. Por último, un tercio manifestó que le gustaría tener más tiempo para leer. Véase estadísticas sobre hábitos de lectura en el Reino Unido en National Literacy Trust (2008).

[32] Véase Lamb (2003).

[33] Véase Chi, Hong, Gumbrecht y Card (2005).

[34] Véase www.BuddyBuzz.org.

[35] Por ejemplo, el Bartleby de Melville tomaría 18 correos electrónicos en escribirse; Moby Dick tomaría 252 correos; y la Guerra y la paz de Tolstoi, más de seiscientos.

[36] Véase http://www.poynter.org/content/content_view.asp?id=120458

[37] Schmelzer y Bloomberg (2004).

[38] Véase Library of US Congress (http://www.loc.gov/index.html) y University Library of Illinois at Urbana-Champaing (http://www.library.uiuc.edu), entre otros ejemplos.

[39] Véase Sagasti (2000, 2004).

[40] Véase Sagasti (1989, 1999, 2004).

[41] “Hacia el fin del segundo milenio de la era cristiana varios acontecimientos de significación histórica han transformado el panorama social de la vida humana. Una revolución tecnológica, centrada alrededor de las tecnologías de la información, está reestructurando la base material de la sociedad. Las economías a través del mundo han quedado globalmente interdependientes, introduciendo una nueva forma de relaciones entre la economía, el estado y la sociedad, en un sistema de geometría variable […] Ha habido una acentuación del desarrollo desigual, esta vez no sólo entre Norte y Sur sino entre los sectores y territorios dinámicos de las sociedades en todas partes del mundo y aquellos otros que corren el riesgo de convertirse en irrelevantes forman la perspectiva de la lógica del sistema. De hecho, observamos el desatar paralelo de las fuerzas productivas formidables de la revolución de la información y la consolidación de los pozos sin fin de la miseria humana dentro de la economía global” (Castells 1996, pp. 1-2).

[42] Véanse, entre muchos otros, los trabajos de Drucker (1968, 1993), Machlup (1962, 1980), Castells (1996, 2001) y Sagasti (1981, 2004).

[43] Cepal (2007a, anexo estadístico).

[44] Cepal (2004, p. 88).

[45] PNUD (2007, anexo estadístico).

[46] Malkin et al. (2006).

[47] PNUD (2007, anexo estadístico).

[48] Véase Unión Internacional de Telecomunicaciones (2007).

[49] Véase Miniwatts Marketing Group, disponible en http://www.internetworldstats.com/stats10.htm

[50] Véase Ciberamerica.org.

[51] Cepal (2008, pp. 30-31).

[52] Apoyo Opinión y Mercado (2003).

[53] Ciberamérica.org (s.f.).

[54] Ibíd.

[55] Martínez (2008) y Baquiast (2008).

[56] Véase www.plasticlogic.com

[57] Por ejemplo, Apple ha lanzado la computadora ultraportátil MacBook Air, tiene el iPhone y el iPod Touch, y es muy probable que entre al mercado de libros electrónicos con una versión actualizada de su tableta Newton. Además, existen proyectos de investigación para desarrollar baterías de larga duración, como el proyecto de la batería betavoltálica (Cemik 2007).

[58] Sobre este tema véase Sheridan (2008).

[59] Véase Kelly (2006). De acuerdo a Aguirre Romero (1997, pp. 5-6): “El libro es el soporte que mejor ha contribuido a cumplir las funciones de comunicación y archivo a lo largo de la historia. Combinado con una tecnología como la de la imprenta, se ha adaptado a las diferentes situaciones culturales y ha generado las suyas propias, dando lugar a una cultura que lo tiene como eje transmisor. Ha sido capaz de salir de situaciones sociales en las que era un elemento de acceso restringido, sujeto a sistemas de exclusiones y prohibiciones, cuya circulación podía ser controlada, hasta pasar a convertirse en un elemento de circulación general. Como soporte, tenía las cualidades necesarias para satisfacer ambas situaciones. El libro es objeto de lujo o edición rústica, objeto de regalo o de trabajo, causa de placer y motivo de estudio, es venerado o quemado en la hoguera. Depósito material de la palabra, el libro es capaz de contener todo tipo de información. La variedad del libro es la variedad del pensamiento. La variedad de sus formas, la variedad de las situaciones en las que se le requiere”.

[60] García Laiz (2002).

[61] Anderson (2004).

[62] La empresa On Demand Books ha producido varios prototipos de una máquina de impresión y encuadernación sobre demanda (Expresso Book Machine) a un costo por debajo de US$ 100 mil, aproximadamente un tercio del costo de las máquinas comerciales existentes. Es muy probable que este costo se reduzca aún más durante los próximos cinco a diez años, poniendo estas máquinas al alcance de muchas empresas en América Latina. Véase Epstein (2005, 2006) y www.OnDemandBooks.com.

[63] A título ilustrativo se puede citar el artículo de la revista The Economist, el cual señala que de acuerdo a la información recabada en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara celebrada en diciembre del 2007, las ventas de libros en castellano aumentaron en un 7.5% en el 2005, particularmente en América Latina, aunque de manera muy desigual entre países. Véase The Economist (2008).

[64] Véase Sagasti (2004, p. 43).

[65] Anexo elaborado por Mario Bazán con la colaboración de Néstor Aquiño.

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