- A manera de introducción…
- Fases y ciclos en la transformación religiosa
- Modelos de conversión religiosa
- Distintas formas de movilidad religiosa
- ¿Conclusiones?
A manera de introducción…
En los últimos años el fenómeno de la conversión religiosa ha sido agenda en varios eventos y espacios formativos. El grupo de "Fe y Cultura" del CECIC no ha escapado a la tentación de participar proporcionando sus aportes y valoraciones.
La situación pluralista que actualmente observamos con más intensidad en las religiones, y los fenómenos de "cohabitación religiosa"[1] nos han llevado (en muchas ocasiones y desde las diversa ciencias) a replantearnos nuevos conceptos y métodos para entender dicha realidad. Se estudia actualmente cómo se puede aplicar o no, una teoría general del fenómeno a casos diferentes, los cuales permiten explorar una diversidad amplia de sujetos en el actual campo religioso latinoamericano, caribeño y cubano.
Dentro de los límites de esta ponencia trataremos de abordar dos temáticas que nos parecen fundamentales para, en un primer intento, comprender de manera sencilla la conversión religiosa y, por ende, todo lo que de ella se deriva desde la perspectiva del sujeto religioso.
Una de estas temáticas aborda el modelo general sobre la conversión religiosa: fases y ciclos de transformación religiosa, contexto, crisis y búsqueda, explicaciones unicausales o multicausales e interacción y consecuencias de la conversión. La otra temática incluye las distintas formas de movilidad religiosa: casos de sujetos con identidades religiosas múltiples y la apostasía como rechazo a la conversión previa.
Este primer intento estará enmarcado dentro de las áreas del Cristianismo, pero vale acotar que es válido para cualquier experiencia religiosa.
Fases y ciclos en la transformación religiosa
Para desarrollar un estudio detallado sobre la transformación religiosa (conversión) de los seres humanos, se hace necesario trazar algunas premisas que nos parecen indispensables para nuestra labor.
Al comparar los factores que influyen en la conversión, vemos que existen tres que con más fuerza son tratados por algunos especialistas[2]y que nos dan una idea de este análisis en varias religiones. Lo primero que apreciamos en estos indicadores es que van a ser multifactoriales, teniendo en cuenta la influencia que tienen para la conversión los momentos históricos, el influjo cultural, los predominios personales y grupales, etc.
Otro factor es que los tipos de conversiones son variables. Con esto entendemos que la conversión no es un patrimonio exclusivo de ninguna religión y, además, puede ocurrir de variadas maneras. No existe un canon ó modelo exclusivo de conversión. Y el último factor radica en las calidades de conversión. Desde aquí podemos determinar cuando una conversión es auténtica o no y, en el caso negativo, qué es lo que se mueve por detrás de la misma, ya sean mejoras económicas o ciertos "poderes" que pretende dar la religión.
Pero podemos partir de un concepto sencillo para preguntarnos: ¿qué es la conversión? Lewis Rambo propone lo siguiente: "La conversión no es más que lo que un grupo dice que es. En términos antropológicos todos somos nativos. La gente se convierte por ser la conversión un proceso multifactorial como evento único en el que se conoce a Dios, pero no como momento único. Es eminentemente social e implica un cambio, como idea de volver o cambiar de rumbo"[3]. O planteado de otra manera, es el encuentro con lo Sagrado que transforma radicalmente la vida del/a convertido/a.
La persona convencida por su situación de "pecado", pasa por una experiencia marcada por fuertes emociones y que determina el inicio de una vida distinta, formando parte del grupo religioso. Esta es la comunidad de los/as convertidos/as. Para entender este evento único y el cambio que se produce en el ser humano, debemos conocer cuáles son los modelos de conversión y como rigen en las religiones, sobre todos en el protestantismo actual.
Modelos de conversión religiosa
El primer modelo es la conversión normativa. Implica las normas que da la religión para definir que es una conversión. En el protestantismo es la aceptación de Jesús como Señor de nuestras vidas y luego el bautismo que nos hace partícipes de la comunidad de creyentes, así como una serie de normas que deben regir la vida religiosa. Pero este modelo entra en crisis en la actualidad por los Cristianismos existentes que se han llegado a convertir en "cristianismos sectarios". Paulo Barrera nos comenta: "Hasta una institución religiosa bien desarrollada puede mantener posturas bastantes sectarias, lo que acontece con mucho de los pentecostalismos contemporáneos. El producto pentecostal es supuestamente mejor y más eficaz que el de las otras tendencias religiosas".[4] Vale acotar que en los movimientos pentecostales se hace énfasis en el bautismo por el Espíritu Santo y la Glosolalia como elementos para la conversión.
El segundo modelo es la conversión descriptiva, que es simplemente lo que las personas hacen para sentirse conversas. Una de las evidencias de conversión en el protestantismo es la nueva conducta del/a creyente. El o ella sienten la necesidad de testimoniar delante del grupo u otros/as inconversos/as su experiencia de transformación; cambia su apariencia externa y su lenguaje. Aquí la antropología cultural se interesa por estudiar los símbolos, ritos de conversión y el cambio cultural producido en el ser converso.
Esto nos lleva a preguntar cuáles son los motivos que inducen al ser humano a la conversión religiosa y, sobre todo, al cambio que implica en su vida esta nueva experiencia. Para dar respuesta nos apoyaremos en dos modelos usados para estudiar estos motivos.
El primero de ellos es el modelo de Lofland[5]donde el autor esboza varios ejes para comprender los impulsos que mueven a la conversión. Los ubicaremos en forma de resumen:
Conversión intelectual: Se realiza basándose en un convencimiento con la persona a la que se quiere convertir (este es el Dios verdadero) Ej: Testigos de Jehová.
Conversión mística: Experiencia extraordinaria donde se conoce a Dios.
Conversión experiencial: Son experiencias religiosas sin llegar al misticismo (sanidad divina, milagros, etc.)
Conversión afectiva: relaciones humanas (aquí es importante la influencia que puede producir un familiar, vecino, amigo/a sobre la persona inconversa)
Conversión evangelística: Ambiente colectivo creado en campañas de evangelización (factor importante dentro de los grupos carismáticos)
Conversión coercitiva: Es impuesta a la fuerza (Recordemos la famosa "evangelización" realizada en las Américas)
Y el otro modelo conocido es el de fases de Lewis Rambo del cual también damos un resumen de los elementos que influyen en la conversión:
Contexto: Aquí influye el tipo de sociedad, momento histórico, ámbito social en el que se da la conversión.
Crisis: ¿Tiene que haber una crisis para la conversión? Esta es una pregunta que más bien se plantea la psicología, pero de la que se vale también el análisis antropológico.
Búsqueda: ¿Hay una búsqueda (espiritual, verdad) en la conversión?
Encuentro: Relación converso / misionero. Aquí es importante el papel que juega el misionero y la preparación del mismo para luego acompañar a la persona recién convertida. Vale recordar que la introducción de una nueva religión trae problemas a las culturas creando divisiones. ¿Hasta dónde estas divisiones son causadas por os misioneros? ¿Hasta dónde el misionero es un agente colonialista?
Interacción: Converso-misionero-grupo. Lo mismo que en el caso anterior, sólo que ahora el elemento "grupo" juega un papel protagónico en la acogida del converso.
Compromiso: A través de los ritos de conversión (bautizo, glosolalia, eucaristía, etc.) la persona convertida va adquiriendo un compromiso mayor con la religión.
Consecuencias: Cambio de vida (amigos v/s hermanos) Cambio de identidad. Rubem Alves explica la conversión como "colapso de los esquemas de significados expresado en el abandono de un discurso para adoptar otro; desestructuración de esquemas de significados y reestructuración de otro distinto del primero"[6]. Es la parte donde el/la converso/a ya asegura su estancia religiosa. Programa su vida de manera ordenada para que sirva de ejemplo testimonial. Crea historias de vida con un principio, clímax y final (historia de conversión) Formar parte de estos grupos es poder dar un testimonio.
Cohabitación: Filiación a dos o más religiones.
Al utilizar estos modelos para la experiencia en nuestra labor, sería útil recordar que la predicación protestante en A. Latina, Caribe y Cuba tenía –y tiene- el objetivo de ganar adeptos, por lo que la conversión fue rápidamente confundida con "pueblo de Dios". Por tanto, el sermón era –y es- dirigido al oyente, fuese este de cualquier religión. No importa si este oyente es realmente un ser religioso, si ha asimilado bien su religión o simplemente se camuflajea en otro tipo de experiencia religiosa. Lo que importa es que él no es protestante y en ese sentido es "pagano" y excluido del "pueblo de Dios".
Cristina Díaz de la Serna presenta la Teoría de la crisis[7]como un último elemento a analizar en esta primera parte de nuestra ponencia. Ella plantea que la persona que se convierte está en crisis, pero ¿qué crisis? Puede ser religiosa, política, cultural, psicológica. Varios factores influyen en esta teoría como son: la situación de tensión ante el grupo social en que se vive; situación de enfermedad o de total desconcertación; a través de una crisis la persona entra en contacto con la divinidad conocida como la "conversión paulista" (Hch.9); a través de experiencias extraordinarias (milagros, sanidades, etc.) hay una crisis individual y la respuesta es la conversión.
También la autora propone la crisis en lo exitoso, donde algunos sujetos llegan a lo máximo en la vida y se preguntan ¿y es todo? No saben que hacer con el éxito[8]o también la llamada situación de patología ¿Son normales o anormales las personas que vieron, hablaron o sintieron a Dios? ¿Conlleva esto al fanatismo y fundamentalismo?[9] Con todo creemos que esas interrogantes son aplicables al campo de la psicología. Lo que nos interesa en esta parte son las movilidades religiosas contemporáneas.
Distintas formas de movilidad religiosa
Es muy común en nuestros días la ida y venida de una religión a otra sin que esto cause ningún problema en el individuo. Aunque varios factores influyen en este tránsito religioso (secularización, post-modernidad, la era de la globalización, etc.) Paulo Barrera nos explica que… "la itinerancia religiosa está vinculada a la de las creencias, dato que la institución religiosa generalmente omite. La religión tradicional lo hacía por fidelidad a sus fundamentos de origen. Sin embargo, otros movimientos –como los nuevos pentecostalismos- lo hacen por la pretendida exclusividad. Lo que para la institución es una opción exclusiva, para el sujeto puede ser solamente la escogida que dará continuidad a escogidas previas, seguidas de nuevas opciones. La lógica exclusivista funciona para la institución. En las familias, la pluralidad religiosa de sus miembros es perfectamente legítima…"[10]
Pero ¿qué conlleva y motiva a una persona en esta búsqueda hacía lo que podríamos llamar, una conversión legítima? ¿El/la converso/a va en una búsqueda espiritual y a un encuentro con la divinidad?
La etapa de búsqueda puede hacerse manifiesta a través de varias conversiones puesto que hay una decisión emocional presta al cambio. Carlos Garma nos propone tres motivaciones[11]que se dan con mucha frecuencia dentro del Cristianismo, y son:
Materiales: mejor forma de vida.
Poder: forma de obtener algún tipo de poder y reconocimiento.
Trascender: deseos de alcanzar una realidad última.
Con el surgimiento en 1970 de los Nuevos Movimientos Religiosos (NMR) el concepto de conversión varía hacia una conversión activa. En A. Latina, Caribe y Cuba las personas pasan por varias religiones para luego quedar en una, o se da el fenómeno de la cohabitación creándose así las llamadas rutas de conversión.
El concepto de movilidad religiosa introducido por Carlos Garma permite hablar de conversos, buscadores y apóstatas. Ejemplo:
Evangélicos: "Conversión paulista". Necesidad de pasar por un momento doloroso o cierto sufrimiento, sea físico o psicológico. Aquí aparecen en sujetos que ayudan o estorban.
Buscadores: Buscan un contacto con la divinidad y salen al encuentro de esas experiencias. Buscan la verdad divina, pero se dan cuenta de que la divinidad tiene muchas caras. Son llamados conversos continuos.
Apóstatas: Son los que han estado en todas las religiones y llegan a la conclusión de que todas son falsas. Hay varias categorías para entender la apostasía. Apóstata- hermano caído- hermano separado.
Luego de este examen queremos, para concluir, hacer énfasis en la llamada apostasía, término con el que se denominan a las personas que abandonan un tipo de credo para afiliarse a otro, o que son expulsados de sus comunidades por no cumplir con las normas que rigen las mismas.
Según Bowen[12]el 40% de la segunda generación de los hijos e hijas de líderes religiosos se convierten en apóstatas o ateos. Existen dos visiones que explican esta situación y ofrecemos en forma de resumen:
Conocer la otra parte sensual y mundanal de la vida. Ellos/as crecen en supuestas condiciones sin pecado y sienten interés por conocer la otra vida.
El cumplimiento de la norma ideal. Descubren que en la vida privada de los líderes religiosos no existe a veces el cumplimiento de las normas que rigen la religión.
El cambio generacional será siempre un problema para nuestra investigación, porque si para los padres la conversión representa la entrada al mundo religioso (en este caso cristiano) para la segunda generación no es el ingreso, sino la confirmación de algo que ya se posee. Se hace presente entonces el problema de la relativización de la conversión. Su sentido se limita a un subsidio emocional de una identidad religiosa.
Para la tercera generación el problema es mayor y distinto. Barrera nos comenta: "Los padres (segunda generación) no consiguen reproducir fielmente para sus hijos/as la práctica religiosa que identificaba al/a cristiano/a. Los/as abuelos/as (primera generación) eran militantes marcados por la conversión. Esta era, por lo menos inicialmente, una experiencia decisiva y absoluta para ellos. La experiencia religiosa de los padres comienza con el nacimiento, no con la conversión. Para la tercera generación, ser cristiano/a es una herencia de familia y sus miembros se sienten cristianos/as sin pasar por la conversión"[13]. Este análisis se refiere a los/as hijos/as que crecieron recibiendo la instrucción religiosa y no a los disidentes que pueden pasar por una nueva experiencia religiosa diferente a la de sus padres, o en otros casos, a ninguna filiación.
¿Conclusiones?
No todo esta dicho en este primer intento, pero creemos que será válido para una investigación profunda en nuestra realidad religiosa de Cuba. Sí podemos decir que la conversión marca un antes y un después en la vida del ser humano, y que a través de esta experiencia se pasa a vivir una cierta armonía con uno/a mismo/a, con los/as otros/as, con la creación y la Divinidad.
Que sea precisamente el MILAGRO quien nos sorprenda y nos ayude cada día a CONVERTIRNOS al prójimo y a la creación, para que crezca en cada lugar la semilla preciosa de Dios.
Autor:
Luis Carlos Marrero[14]
[1] Entendemos con este término la doble o triple pertenencia de una persona en varias religiones, fenómeno muy actual en América Latina y el Caribe.
[2] Bastide (1971), Garma (1987), Rambo (1996)
[3] Rambo, L. “Psicología de la conversión religiosa” 1996, pp.45
[4] Barrera, P. “Tradição, transmissão e emoção religiosa” 2001, pp.165
[5] Sociólogo y antropólogo norteamericano.
[6] Alves, R. “Protestantismo y represión” 1979, pp.57
[7] Díaz de la Serna, C. “El movimiento de renovación carismática como un proceso de socialización adulta” 1985, pp.12
[8] Ejemplo de ello los múltiples artistas famosos que se han convertido al cristianismo, como los cantantes Nelson Ned, Juan Luis Guerra, Yuri y actores como Mel Gibson.
[9] Recordar la frase de Freud: “La religión es neurótica”
[10] Barrera, P. “Tradição, transmissão e emoção religiosa” 2001, pp.201
[11] Garma, C. “Conversos, buscadores y apóstatas. Un estudio sobre la movilidad religiosa. 1987, pp.8
[12] Antropólogo norteamericano citado por Carlos Garma en “Protestantismo en una comunidad totonaca” 1987, pp.38
[13] Barrera, P. “Tradição, transmissão e emoção religiosa” 2001, pp.170
[14] Pastor y teólogo bautista (FIBAC). Miembro del grupo de Fe y Cultura del CECIC