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El fenómeno social de la microempresa, desde la perspectiva teórica de Pierre Bourdieu

Enviado por erebomo


    1. Caracterización socioeconómica de los microempresarios de la zona sur de la Región Metropolitana
    2. Neoliberalismo y microempresas
    3. Capital, habitus y campo de las microempresas
    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    INTRODUCCION

    Vivimos un proceso de cambios importante en nuestro país, especialmente en el campo laboral, producto de las transformaciones tecnológicas y económicas y de las crisis del sistema, que ha producido importantes aumentos de las tasas de desempleo. Este proceso ha impulsado a muchos trabajadores a optar por una alternativa laboral diferente basada en el trabajo independiente: las microempresas, cuyas características, en algunos casos, no permite clasificarlas como empresas propiamente tal, ya que, muchas de ellas, son emprendimientos informales.

    Los gobiernos de la concertación, han venido desarrollando diversos proyectos de apoyo a los microempresarios, mediante el financiamiento de instituciones como FOSIS, SERCOTEC, CORFO, etc., especialmente en gestión microempresarial y otros talleres en temas técnicos específicos, como una forma de entregarles algunas herramientas para levantar sus iniciativas emprendedoras y hacerlas más competitivas en un mundo de por sí, extremadamente competitivo.

    Mi intención es entregar algunos lineamientos generales, desde mi experiencia personal en capacitación en gestión empresarial, para microempresarios del territorio Sur – Urbano de la Región Metropolitana, cuyas características más relevantes son: niveles importantes de pobreza, empleos precarios y/o informales y niveles educacionales básicos o que escasamente llegan a completar la enseñanza media y que constituyen factores que les impiden acceder adecuadamente a un mercado laboral cada vez más competitivo y exigente. En este contexto, el planteamiento y desarrollo del presente trabajo, tiene relación con aproximarse a la realidad social de este sector de trabajadores, denominados microempresarios, para comprender de que manera la modernidad les ha afectado en sus relaciones sociales de producción. Este tránsito desde su situación de trabajadores asalariados a trabajadores independientes –microempresarios- en un mundo extremadamente competitivo, donde los acelerados avances tecnológicos, les han impuesto unas exigencias de actualización y adecuación, a las cuales muchas veces no son capaces de enfrentar, por incapacidades ya sean, económicas, financieras o por no tener los niveles adecuados de capacitación técnica en sus rubros específicos.

    ¿Cuál es la capacidad competitiva de los microempresarios?, ¿pueden ellos sustentarse en el tiempo e incluso crecer? ¿existen posibilidades reales de acceso tecnológico y financiero para estos microempresarios, que les permita ir consolidándose en el tiempo? Estas y otras interrogantes, son bastante difíciles de responder, especialmente porque los microempresarios constituyen un grupo de trabajadores muy heterogéneo, muchos consiguen mantener sus pequeñas empresas e incluso crecer e ir consolidándose en el mediano o largo plazo. Sin embargo, otros que no son pocos, apenas subsisten sin lograr crecer, ya que, van poco a poco mermando sus capitales de trabajo, hasta muchas veces terminar con sus pequeños negocios. Esto nos demuestra la importancia que tiene, en este contexto, ser portador de una mentalidad adscrita al sistema, que le permita al empresario mantener la competitividad y el nivel de ventas requerido, en definitiva, hay que tener ganas y "gusto" por los negocios, pero también, el acceso a las posibilidades en todo ámbito, que por ser también escasas no llegan a todos, así como también, la astucia para ir involucrándose con entidades gubernamentales y no gubernamentales que les permiten ir consolidándose como tales.

    A partir de la postura y los planteamientos teóricos de Pierre Bourdieu, he querido desarrollar una explicación sociológica al fenómeno social de la microempresa, como una instancia inscrita en una modernidad (¿o post-modernidad?) y un sistema económico neoliberal, donde la competitividad y el riesgo son factores predominantes, así como la astucia y el "gusto" por los negocios, van a hacer la diferencia entre aquellos microempresarios exitosos y aquellos que escasamente subsisten. Así también, surge la inquietud por analizar cuales son los diversos capitales de los microempresarios, la estructura de su habitus y campo de acción, especialmente el campo económico y financiero, donde los microempresarios libran diariamente, verdaderas luchas frente a la competencia de medianas y grandes empresas.

    Caracterización socioeconómica de los microempresarios de la zona sur de la Región Metropolitana.

    A continuación se entregan los datos más relevantes del "Estudio de Caracterización Territorio Sur Urbano", que comprende las comunas de: El Bosque, La Cisterna, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda y San Bernardo, realizado en el marco de la licitación de Proyectos FOSIS, año 2002:

    SITUACION ECONONOMICA LABORAL DE LA POBLACION DEL TERRITORIO SUR-URBANO.

    1.- Fuerza de trabajo:

    El Territorio Sur – Urbano posee una fuerza de trabajo activa que representa el 57,8% del total de la mano de obra que está concentrada en el territorio. Por su parte la mano de obra inactiva llega al 42,2% respectivamente constituyendo así una fuerza laboral que asciende hasta el año 1998, a 541 mil personas, aproximadamente.

    Cuadro Nº 1: Fuerza de trabajo.

    Participación en la Fuerza Trabajo

    Territorio Sur – Urbano

    Región Metropolitana

    Total Nacional

    Fuerza de trabajo

    314.804

    2.569.609

    5.917.902

    %

    57.8

    59.7

    55.9

    Inactivo

    226.037

    1.735.805

    4.670.608

    %

    42.2

    40.3

    44.1

    Total

    540.841

    4.305.414

    10.588.510

     

    100

    100

    100

    Fuente: Mideplan Casen 1998.

    2.- Población ocupada y desocupada:

    Durante el año 1998 más del 57% de la PEA existente en el territorio, se encontraba desarrollando alguna actividad, mientras que por su parte los desocupados llegaron a 226 mil personas representando un 42% de la población activa total.

    3. – Ingresos:

    En cuanto a los ingresos en promedio podemos señalar que estos son más bajos respecto del total nacional, y mayor es la diferencia respecto de la Región Metropolitana.

    Cuadro Nº 2: Ingresos promedios.

    Territorio Sur – Urbano

    Región Metropolitana

    Total Nacional

    Ingreso promedio del trabajo de los ocupados

    ($ Nov. 1998)

     

    215.427

     

    332.703

     

    274.820

    Fuente: Mideplan Casen 1998.

    En cuanto a los recursos con los cuales cuentan las personas mensualmente en pesos del año 1998 según línea de pobreza, tenemos que el Territorio Sur – Urbano en el caso de los indigentes, poseen un ingreso autónomo que no supera los $ 35.000, mientras que a su vez para la región, estos ingresos monetarios ascienden a $ 40.411, es decir un 13,4% más que los ingreso percibidos en el territorio. Por su parte, el sector no pobre del territorio presenta un ingreso autónomo del hogar que asciende a $425.000, valor inferior a lo registrado en el promedio regional que llega a $669.000.

    4.- Pobreza:

    Como se puede observar en el siguiente cuadro, un 5% de la población del Territorio Sur – Urbano se puede catalogar como indigente, porcentaje bastante alto, respecto de la región, aunque levemente inferior al total nacional. Del mismo modo, la población pobre no indigente alcanza a un 15%, porcentaje bastante alto para la región y levemente inferior al total nacional.

    Cuadro Nº 3: Población según Línea de Pobreza.

    Población

    Territorio Sur – Urbano

    Región Metropolitana

    Total Nacional

    Indigente

    33.346

    203.248

    820.021

    %

    5

    3.5

    5.6

    Pobre no indigente

    110.151

    698.362

    2.340.055

    %

    15

    11.9

    16.1

    No pobre

    591.136

    4.946.630

    11396.721.

    %

    80

    84.6

    78.3

    Total

    734.633

    5.848.240

    14.556.797

    %

    100

    100

    100

    Fuente: Mideplan Casen 1998.

    El cuadro anterior nos indica que la población en situación de riesgo social, dado su nivel de ingresos, se sitúa en torno al 5% del total de la población existente en el Territorio. Mientras que para la región esta cifra no supera el 4%, es decir, mientras la región presenta niveles de indigencia del 3,5%, el territorio se sitúa sobre éste, llegando al 5%. En efecto, en la medida que esta relación de indigencia entre el territorio – región aumente, se está evidenciando la insuficiente existencia de oportunidades de desarrollo comunales, donde, entre otros aspectos, se hace necesaria la creación de planes especiales de empleo. Situación similar presenta la población ubicada en el segmento de pobres no indigentes, cuyo porcentaje para el territorio asciende al 15%, mientras que la región, para el año 1998, no supera el 12%.

    5.- Capacidad productiva:

    En términos del incremento de las capacidades productivas y comerciales de los actuales y potenciales emprendimientos del territorio sur de la Región Metropolitana, nos encontramos con pequeñas unidades productivas de manufacturas simples y de servicios. Son demandantes intensivos de mano de obra y su relación capital-fuerza de trabajo es baja.

    6.- Niveles de escolaridad:

    Otra característica que se encuentra entre los microempresarios(as) del territorio, es su bajo nivel de escolaridad, donde aproximadamente sólo el 25% posee enseñanza media completa o técnico profesional. Lo cual da cuenta de la necesidad de intervenir con conocimientos técnicos de gestión con metodologías ad-hoc, así como también del acceso a la posibilidad de completar estudios básicos y medios.

    7.- Edad de los microempresarios:

    Las edades de los microempresarios(as) tienden a concentrarse en los tramos de vida laboral más madura, una vez vivido un primer ciclo de incorporación al trabajo dependiente, siendo relevantes los tramos comprendidos entre los 35 y los 54 años de edad.

    8.- Situación de género:

    Los datos recopilados establecen la existencia de una mayoría relativa de mujeres: 52,11 % principalmente en el rubro confección y comercio. Dato relevante, pues mostraría que la incidencia de la mujer en el sector es mayor que su participación en la fuerza laboral ocupada.

    9.- Permanencia de las microempresas en el tiempo:

    Cabe resaltar el tiempo de actividad que presentan las microempresas, en que el grueso de ellas se sitúa por sobre los 3 años en la actividad, indicando que hay un importante sector de microempresarios(as) que no son resultado directo de la inestabilidad laboral provocada por la contracción de la actividad económica vivida por el país.

    10.- Ingresos por ventas:

    Otro dato a considerar es el alto porcentaje de los microempresarios(as) que poseen, producto de su actividad, ingresos por ventas inferiores a las 600 UF anuales, de lo que se desprende que sus ingresos por concepto de empleo están bajo el sueldo mínimo.

    11.- Capacidad de empleabilidad:

    En relación a la empleabilidad que presentan, tenemos que casi un 50% de ellas no son generadoras de empleo, en su mayoría estas operan con 3 personas, en su mayoría familiares que no perciben un sueldo como tal.

    12.- Grado de formalización:

    Respecto a la formalización es conveniente aclarar que ésta, es vivida como un proceso que tiene varias etapas. Así la clasificación entre formales e informales no da cuenta de la diversidad de situaciones que se viven en el sector. Como muestran los datos, solo operan con los permisos mínimos exigidos para el desarrollo de su actividad, básicamente en lo que es comercio y servicio. El rubro producción en su mayoría no posee permisos, ya que no opera con el mercado formal, que podría generarles la necesidad de formalizarse. Cabe destacar que la tendencia a la formalización, objetivo presente en las políticas municipales, es resultado de un análisis de costo racional de los microempresarios(as). Ellos están dispuestos a la formalización (completa) cuando comienzan a tener pérdidas económicas, en su condición de informalidad.

    13.- Participación y Asociatividad:

    La participación y asociatividad es extremadamente baja en el territorio, lo que indica que en su cultura de microproductores no está presente el beneficio que la asociatividad y la acción de otros estímulos socio-culturales puede representar para su mejor desempeño y gestión. Este hecho, sumado al aislamiento en el cual trabaja el microempresario (a), imposibilita en muchos casos, el acceso a la información respecto a la existencia de estas organizaciones.

    14.- Interés por la Capacitación:

    Respecto al interés por capacitarse, esta no es vista como prioridad y solo acceden a ella, cuando es un trampolín que les reportara un apoyo financiero. En parte la responsabilidad recae en la forma en que se les ha entregado la capacitación: en forma técnica alejada de su realidad, sin considerar su condición de adultos.

    Los microempresarios y trabajadores por cuenta propia existentes en el territorio, presentan características muy similares entre ellos, con pequeñas diferencias que guardan relación con aspectos específicos de cada comuna como son, sus ejes de desarrollo, la participación de los municipios, la presencia de organismos relacionados con el fomento productivo y el desarrollo local, las vías de comunicación y conexión con sectores que posean un mayor poder adquisitivo. Guardan relación además, con algo muy importante como es el grado de asociatividad y de pertenencia a organizaciones sociales, que les permita conectarse con su entorno y les abra nuevos espacios y oportunidades.

    Cabe destacar que, en el Territorio Sur están ocurriendo una serie de eventos que permiten visualizar un terreno fértil para el desarrollo de la actividad productiva, de servicios y comercial, que potenciarán las oportunidades para las unidades productivas y microempresas. Esto les permitiría posicionarse en el umbral que les amplíe el horizonte de posibles negocios, y por esta vía superar las condiciones de pobreza y marginación que las tiene sumidas en una actividad de sobrevivencia. El posibilitar nuevos espacios e instancias de comunicación son un primer peldaño a escalar en pos de crecer y proyectarse.

    Neoliberalismo y microempresas.

    Si bien es cierto, el sistema económico imperante en nuestro país es neoliberal, tenemos un Estado benefactor que a través de diversos organismos, otorgan apoyo a los microempresarios. Sin embargo, este sector económico, está bastante lejos todavía de alcanzar niveles financieros y económicos que les permita consolidar sus instancias emprendedoras y lograr una calidad de vida fuera de la condición de pobreza. Esta situación tiene que ver con factores diversos como: su escaso nivel de escolaridad, su falta de recursos financieros, su escaso acceso a tecnología de punta, etc., que los ha llevado a una marginación de los procesos de modernización, impidiéndoles surgir. El Estado los ha subsidiado con diversos apoyos, tanto financiero como en capacitación en gestión, con fondos de diversa índole, sin embargo, parte importante de este sector, aún no logra dejar su estado de pobreza. ¿Cuál es la condición, tanto del sistema como de su propio capital -en el sentido que da Bourdieu al capital – que le impide a este sector de la economía traspasar la línea de pobreza?

    Podríamos señalar por una parte, que muchos de ellos han sido "impulsados" a entrar en esta categoría de microempresarios (como única alternativa de subsistencia), dada su condición de desempleados, desesperanzados en sus constantes búsquedas de empleo; pero además por estar fuera de los cánones establecidos por el sistema para ser contratados: la mayoría de ellos tiene edades cercanas a los cuarenta años o más, no han logrado completar su enseñanza básica o media, no poseen conocimientos competentes en sus oficios específicos, etc. Otros sin embargo, han logrado elevarse por sobre esta condición y levantar sus pequeñas empresas, alcanzando niveles de ventas y retorno de sus capitales, nada despreciables. Sin embargo, son los menos, pero los más astutos y con mejor olfato para los negocios.

    Las condiciones del sistema económico neoliberal, han provocado un cambio en el mercado laboral, ya que, éste cada vez se liberaliza más, se producen más empleos temporales, con contratos a plazo fijo o simplemente a honorarios, los despidos al igual que las contrataciones están libradas a la "lógica del mercado puro", como señala Bourdieu a propósito del análisis que efectúa del mercado en el actual sistema neoliberal: "La fundación definitiva de todo este orden económico colocado bajo el signo de la libertad, es en efecto la violencia estructural del desempleo, de la inseguridad de la estabilidad laboral y la amenaza de despido que ella implica". Esta situación ha ido creando un contingente de cesantes que Bourdieu llama "ejército de reserva", los cuales, al estar desempleados por períodos intolerantes, comienzan a desmedrar sus vidas, entrando en la categoría de pobreza que ya señaláramos antes.

    Por otra parte, desde el punto de vista del análisis de las clases, se produce un proceso de disminución de la "clase trabajadora", tanto por el debilitamiento de los sindicatos y organizaciones afines, que se ha ido produciendo paulatinamente producto de las transformaciones del sistema económico, del ámbito laboral y del mercado del trabajo, como por el surgimiento masificado de las microempresas, que en nuestro país emplean al 80 % de la fuerza laboral. Sin embargo, estas pequeñas empresas facturaron sólo un 17% del total de ventas en el último período, en comparación con el 83% del total de ventas facturado por las medianas y grandes empresas. Estos datos permiten visualizar las enormes diferencias en la distribución del ingreso, que hace que muchos trabajadores (microempresarios) vivan en condiciones de pobreza o bajo ella.

    La situación antes descrita permite también deducir un cambio radical en las relaciones sociales de producción, ya que, de capitalista empresario–trabajador, se ha convertido en microempresario–consumidor, puesto que el trabajador asalariado se ha transformado en un trabajador independiente, con todo lo que implica el riesgo de un emprendimiento individual. La propiedad de sus escasos medios de producción, así como de sus reducidos capitales, le han permitido entrar, desde el punto de vista "económico puro", en la categoría de capitalista empresario, compitiendo con las medianas y grandes empresas, que producen y ofrecen productos y/o servicios similares, pero en condiciones extremadamente ventajosas con relación a aquellos. Asimismo, se produce un vuelco desde las agrupaciones sindicales de trabajadores, hacia las asociaciones gremiales de microempresarios, los cuales discuten ahora otras problemáticas, ligadas a los mercados, la competencia, la fijación de precios, etc.

    Estas nuevas relaciones sociales, van sumiendo a los trabajadores, ahora microempresarios en un complejo mundo de alta individuación y de extrema competitividad, en que la astucia y el olfato en los negocios va a ser crucial para luchar en este campo.

    capital, HABITUS Y CAMPO de las microempresas.

    En nuestra sociedad moderna, el capital económico va a predominar por sobre el capital simbólico y en este sentido, los microempresarios en su condición de tales, poseen un capital económico bastante escaso, que en definitiva los determina y va demarcando su campo de acción. Sus capacidades competitivas, así como, el ámbito de sus competencias están bastante restringidas al sector donde habitan, ya que, tienen escasa capacidad de movilidad, circunscrita al espacio físico de la población o comuna donde viven.

    Sin embargo y a pesar de las desventajas financieras, existen algunos casos de microempresarios bastante exitosos, que logran expandir sus redes de relaciones más allá de la estrechez de la población, arriesgando a llevar sus negocios a otras localidades e incluso a otras ciudades. En este sentido, han sido capaces de ampliar sus capitales sociales, movilizando otros recursos, como información, contactos con familiares en otras ciudades o en el campo y que van a actuar como intermediarios, etc. En este sentido, podríamos preguntarnos que hace el éxito o fracaso de una pequeña empresa ( ya sea, comercial, intelectual, financiera, etc.) Cabe aludir al típico caso del vendedor de manzanas en la esquina de una calle cualquiera y que un día llega a poseer un supermercado, o quien comenzó vendiendo su bicicleta en un mercado persa y hoy (diez años después), posee una empresa cuyas ventas ascienden a un millón de dólares anuales y que ya exporta sus productos al extranjero.

    En este sentido, "la fuerza asociada a un agente depende de sus diferentes cartas de triunfo, a veces llamadas (…) factores diferenciales de éxito (o fracaso) que pueden asegurarle una ventaja en la competencia …" Los agentes adquieren diversas posiciones estratégicas, de manera que va a ser determinante la forma como usan los recursos que poseen. Esta lucha se produce entre los mismos microempresarios, incluso mucho más fuerte que en la competencia que establecen con otros sectores. En este sentido, resulta determinante la posición estratégica que posee en sus específicos rubros productivos o de servicios y que toman al interior del campo económico determinado. Al respecto Bourdieu nos señala: "Si bien no se trata de negar la eficacia económica de las "redes" (o, mejor, del capital social) en el funcionamiento del campo económico, lo cierto es que las prácticas económicas de los agentes, y el poderío mismo de sus "redes" del que toma nota una noción rigurosamente definida de capital social, dependen ante todo de la posición que esos agentes ocupan en los microcosmos estructurados que son los campos económicos".

    El capital social que cada microempresario posee, va a hacer en gran medida la diferencia con relación al poder económico que cada uno tenga en su campo específico. En este sentido Bourdieu, establece una "… oposición a la visión interaccionista, que no conoce otra forma de eficacia social que la "influencia" directamente ejercida por una empresa (o una persona encargada de representarla) sobre otra a través de un tipo cualquiera de "interacción"…". Sin embargo, también la persona, como individuo, posee un capital simbólico, que tiene que ver con la forma como éste se posiciona frente al mundo y como lo enfrenta; cuales son sus herramientas – intelectuales, de personalidad, de conocimientos, etc.- con las cuales, aborda la problemática de entrar, conocer, mantenerse y crecer en el campo de un determinado negocio. Todo lo cual, también va a estar relacionado, no sólo con las posibilidades que tiene dentro de este campo, sino también con la entrega interna (en el sentido de poner su subjetividad) al servicio de la empresa que se ha propuesto. Es en este sentido, específicamente, que planteaba anteriormente, la importancia de tener "ganas" y "gusto" por los negocios, porque en definitiva, al creer concientemente en los que se hace, el individuo se pone en ello y esta postura le permite un enorme poder de convencimiento, el cual, en el ámbito económico y empresarial, resulta de una importancia crucial.

    Esta postura puede parecer extremadamente racional, es por esto la importancia de tener al menos una afinidad con el sistema económico capitalista, el cual, en sí mismo es de una racionalidad tal, que quién no está preparado interna y externamente para enfrentarlo y desafiarlo, va a quedar rezagado. Es lo que ocurre con muchos microempresarios, que por no tener un capital social competente, como conjunto de recursos a movilizar, comienzan a decaer en sus ventas, o en el mejor de los casos a mantenerse, sin lograr un crecimiento económico y financiero mayor, que les permitiría elevarse por sobre el nivel de pobreza.

    El riesgo en los negocios resulta un fantasma que en el ámbito de los negocios va a estar constantemente presente, ya que, por una parte va a jugar un importante papel la astucia del agente para actuar en este campo, pero también, hay otros factores que son determinantes, como los vaivenes del sistema económico, que especialmente en el caso del neoliberalismo, resultan ser extremadamente fuertes. Se suma a esto, el proceso de globalización que ha mundializado la economía de tal manera, que lo que ocurra en otras partes del mundo especialmente en los países desarrollados (guerras, crisis en las bolsas, cambios significativos en los precios de ciertos productos básicos como el petróleo, etc.) va a afectar igualmente el pequeño negocio del microempresario, por lo tanto, los riesgos se agudizan aún más. Muchos pequeños empresarios, van a sentir una angustia al no lograr sus expectativas, por que hay un sistema de dominación que no lo permite, por tanto, en muchos casos se produce un fracaso y la pequeña empresa quiebra, dejando al microempresario completamente fuera de competencia en el campo económico.

    Podemos señalar que la relación entre agente y estructura y agente y relaciones sociales, le va a permitir al microempresario, ir internalizando normas del campo económico, que le facilitarán una mayor pertenencia a este espacio social. Los microempresarios se verán "…obligados a someter sus decisiones a la lógica de la maximización de las ganancias, so pena de quedar eliminados…", así como, de conocer acerca del proceso de fijación de precios, el ahorro, la inversión, etc. En este sentido, los microempresarios que utilizan mayormente su astucia para conocer e internalizar estos procesos van a lograr también un mayor éxito en el campo económico. Desde esta perspectiva, el análisis del habitus va a evitar el subjetivismo, es decir, hacer víctima a los microempresarios de su propio destino. Así también, el campo económico al cual se adscriben, se constituye como una estructura estructurante, que va a ir determinando el modo de vida tanto personal como familiar del microempresario, ya que, en su mayoría estas pequeñas instancias emprendedoras son de carácter familiar.

    El concepto de habitus nos lleva entonces, a la idea de posicionamiento social, que en el caso de los microempresarios, especialmente los que habitan en sectores de escasos recursos, se ven en desventaja, ya que, su campo de acción es limitado al espacio de la población o la comuna, salvo como ya señaláramos anteriormente, aquellos, que en realidad son los menos, quienes logran incursionar en otros lugares geográficos. En este sentido, Bourdieu alude a la existencia de otros campos, relacionados con instituciones ligadas a las empresas. En los últimos años los microempresarios han comenzado a ser apoyados, en la entrega de financiamiento, información y capacitación, a través de una serie de instituciones del Estado, como FOSIS, SERCOTEC, CORFO, etc., las que conforman una red de ayuda. Sin embargo, esta ayuda tiene una contrapartida, pues el Estado a su vez va a exigir de ellas una serie de reglamentaciones. Muchas de estas microempresas están en situación de informalidad, con relación a la normativa vigente. Entrar en el sistema normativo de formalización como empresas propiamente tales, por una parte les permite acceder a una serie de beneficios, pero por otra, les impone unas exigencias que antes no tenían, como el pago de impuestos, por ejemplo, o la regulación sanitaria para el caso de aquellas productoras de alimentos. Se establecen entonces, relaciones de fuerzas entre los diferentes agentes que participan en el campo económico. El Estado exige de las empresas el cumplimiento de ciertas normas, pero por otra parte, las microempresas al entrar en el sistema, pueden también "…utilizar su capital social para ejercer presiones sobre el Estado y obtener de él la modificación del juego en su beneficio…". En este sentido, es posible el logro de una gran fuerza mediante la unión entre las diversas microempresas de un sector determinado, a través de la creación de Asociaciones de Microempresarios, las cuales, al afiliarse con agrupaciones similares de otros sectores geográficos, van a conformar Confederaciones y estas podrán ejercer un poder mucho mayor frente al aparato de Estado, para ir obteniendo normativas que les beneficien y les protejan de los embates de la economía.

    Bourdieu establece una dura crítica a los análisis económicos que se desligan absolutamente del componente sociológico. "La economía pura" como él la denomina, especialmente en el sistema neoliberal, deja fuera aquellos campos más desprotegidos y con mayores desventajas al interior de un sistema económico de por sí discriminador, cuya lógica está basada en la concentración progresiva de capitales, así como, de qué manera, la política se ha puesto al servicio incondicional de éste.

    En este sentido, alude a lo que sería un perfecto laissez-faire: "El movimiento hacia la utopía neoliberal de un mercado puro y perfecto es posible mediante la política de desregulación financiera. Y se logra mediante la acción transformadora y, debo decirlo, destructiva de todas las medidas políticas (…) que apuntan a cuestionar cualquiera y todas las estructuras que podrían servir de obstáculo a la lógica del mercado puro. El neoliberalismo tiende como un todo a favorecer la separación de la economía de las realidades sociales y por tanto a la construcción, en la realidad, de un sistema económico que se conforma a su descripción en teoría pura, que es una suerte de máquina lógica que se presenta como una cadena de restricciones que regulan a los agentes económicos".

    La política como sistema que debiera regular y acotar el sistema económico, a la inversa, se pone al servicio del poder que emana de los grandes industriales y dueños de los poderosos consorcios donde se concentran los capitales que manejan el sistema económico y financiero, dejando expuesta a los vaivenes de un caprichoso sistema neoliberal a una gran mayoría de pequeños empresarios, que no sobrevivirán a menos que el Estado les otorgue ayuda.

    Conclusiones.

    El sistema económico neoliberal es discriminador de por sí, por tanto, realiza su selección mediante la lógica del más fuerte. Aquellos microempresarios que logren acumular un capital social que les permita mantenerse dentro del campo económico y sobretodo crecer, estarán en mejores condiciones de competir con las medianas y grandes empresas. Los que no lo consigan, van irremediablemente a sucumbir. Lamentablemente, este hecho está directamente relacionado con el problema de superar la pobreza en el país.

    ¿Es posible que ellos subsistan dentro de un sistema neoliberal, cuya lógica de concentración de capitales financieros, económicos y sociales, cada día se agudiza más? Es una interrogante que sólo es posible responder en el tiempo. Sin embargo, es tarea del Estado y su gobierno, proteger la economía de un sector tan importante del país, que como veíamos da trabajo al 80% de la PEA.

    Por otra parte, resulta fundamental para el análisis sociológico y económico en conjunto, que podamos tener una comprensión de la economía no como un ente desligado del individuo, ya que en definitiva, somos los mismos individuos quienes creamos y damos vida a los sistemas, ¿no es acaso el individuo quién está en el centro del orden social establecido?¿no es acaso el individuo un ente económico? Todos necesitamos de otros para desarrollar nuestras vidas, pues, como señalara Marx, en el contexto de las relaciones sociales de producción vamos produciendo también nuestras vidas. De manera que, nuestro desarrollo como individuos económicos y sociales, va a depender en gran medida de la relación que establezcamos con otros.

    Sin embargo, el mundo está ahí con sus miserias, no sólo materiales, sino también humanas, pues en definitiva, el poder egoísta de unos pocos que dominan el mundo, va a determinar la pobreza de muchos. Es importante reflexionar acerca de la lógica del sistema económico, pues, en la medida que tomemos conciencia de éste, podremos cambiarlo, de lo contrario, nos cambiará a nosotros, sometiéndonos. Al respecto, la política juega un importante papel como ente regulador, sin embargo, también vemos como los egoísmos y el empoderamiento de algunos quienes ostentan cargos públicos de importancia, hacen que la política se ponga al servicio del poder económico.

    Los microempresarios han comenzado a agruparse en Confederaciones, lo cual les permite ir acumulando un capital social que les dejará en mejor pié para entrar a competir en el campo económico con mejores armas, así como también ir logrando mejores beneficios. Ya no son los sindicatos a través de los cuales irán consiguiendo nuevas reivindicaciones, sino las Confederaciones de microempresarios. En definitiva, lo importante es estar unidos y organizados, en un mundo donde el individuo está más libre, pero también más solo, donde debe hacerse a sí mismo, lo que conlleva un riesgo permanente. Podemos decir, desde la perspectiva marxista, que estamos en un proceso de extrema expansión de las fuerzas productivas. Para mejor o peor, estamos frente a un mundo donde todo es posible, como el comercio virtual, por ejemplo, donde no vemos al otro. ¿Podrán los microempresarios llegar a un nivel de modernización de tal naturaleza?

    Bibliografía.

    1.- Bourdieu, Pierre: "La esencia del neoliberalismo", en http://www.analítica.com, del 23 de Agosto de 2002. Extractado de la Publicación en Le Monde de Diciembre de 1998.

    2.- Bourdieu, Pierre: "Las estructuras sociales de la economía", Ediciones Manantial SRL, Buenos Aires, 2001.

    3.- Boutdieu, Pierre: "La miseria del mundo", Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1999.

    4.- SERCOTEC: "Distribución del empleo según tamaño de las Empresas" (Empleo total = 5.209.927 personas, año 1996) sobre la base de información de SII y CORFO. "TAMAÑO EMPRESAS EMPLEO 1996".

    5.- http://www.dfw.com/mld/laestrella/news/world/americas/3762299.htm: "Desempleo en Chile alcanza al 9,5 por ciento", 30 de Julio de 2002.

    6.- CIASI – FOSIS: "Estudio de Caracterización Territorio Sur Urbano", Enero 2002. Documento interno de CIASI, sin editar.

     

    Edith Rebolledo Moller

    UNIVERSIDAD DE CHILE

    Facultad de Ciencias Sociales. Escuela de Postgrado

    Departamento de Sociología