- Introducción
- ¿Qué es una monografía?
- ¿Qué pasos hay que dar?
- ¿Cómo limitar el tema?
- Estructura de la monografía
- Escribir la monografía
Frecuentemente se da la situación en la que un profesor solicita a sus alumnos la redacción de una monografía, dando por sentado que ellos ya saben cómo hacer el trabajo. Sin embargo, en general, en el nivel de estudios secundarios y a veces terciarios, no se proveen de las herramientas básicas para la tarea. Los estudios teológicos tampoco escapan a esta realidad. Es por ello que, con el fin de solucionar el problema, a continuación ofrecemos las nociones básicas para que el alumno sepa COMO HACER UNA MONOGRAFIA.
¿Qué es una monografía?
Se puede definir como la redacción de un tema específico de una ciencia o campo del conocimiento. En el ámbito de los estudios teológicos puede ser sobre: Biblia, teología sistemática, evangelización, misión, pastoral, etc.
2.1. Elegir el tema.
Este es el primer paso. Es muy importante porque de él depende en gran medida el éxito y valor del trabajo a realizar. Si la monografía no es solicitada específicamente por el profesor, entonces es el alumno quien debe elegir el tema. En tal caso, ¿cómo proceder?
Sugerimos varios caminos a seguir.
2.1.1 Examinar experiencias personales. Por ejemplo si la monografía es sobre pastoral, nos puede interesar saber cómo aconsejar a matrimonios con problemas. Si fuera en el campo de la misión, nos interesaría averiguar por qué cierta iglesia cristiana define la misión de la Iglesia de determinada manera. 2.1.2 Averiguar qué temas se han investigado recientemente sobre el campo asignado. Para ello podemos recurrir a revistas especializadas sobre la misión o sobre el trabajo pastoral.
2.1.3 Pensar sobre las necesidades de la Iglesia. ¿Cuáles son los problemas actuales que la afectan? ¿En qué temas se observa un déficit marcado en cuanto al conocimiento?
2.1.4 Dialogar con profesores o especialistas en el campo a investigar: Biblia, pastoral, misión, etc.
Para elegir el tema hay que tener en cuenta varios factores: el interés personal y general sobre el mismo, la utilidad del trabajo a realizar y las fuentes de información que estén a nuestra mano. No es aconsejable que nos embarquemos en una investigación para la cual no dispongamos de las fuentes de información o para la que no encontremos bibliografía suficiente.
Tan importante como la elección del tema es su limitación. Si no ajustamos bien el tema no sabremos adónde apuntamos ni tampoco sabremos cuándo terminaremos. De mayor a menor se trata de:
Tema general
Sub-tema
Monografia
Ejemplo: Tema general: el Espiritu Santo
Sub-tema: el Espíritu Santo en el Evangelio de Juan
Monografía: obra del Espiritu Santo segun el discurso de Jesús en Juan 16.
Ejemplo: Tema general: el divorcio
Sub-tema: el divorcio en la Biblia
Monografia: en divorcio en la enseñanza de Mateo 19.1-12
Ejemplo: Tema general: familia
Sub-tema: crisis familiar
Monografia: la crisis familiar en los barrios periféricos del gran Buenos Aires
4. HACER UN BOSQUEJO TENTATIVO
Escribir una monografía, elaborar un trabajo de investigación o escribir una tesis es como edificar una casa. Lo primero que tenemos que hacer es contar con el terreno y luego tener una idea aproximada del espacio que queremos construir: 2 o 3 dormitorios, cocina, living, etc. El bosquejo tentativo sería una especie de plano de construcción que nos da el marco general del trabajo a realizar. Luego, vamos levantando las paredes, que serían los contenidos propios de cada parte. En realidad, el producto final (la casa terminada) no sabemos realmente como va a quedar. En la última parte de la construcción se nos puede ocurrir cambiar la fachada del edificio y ponerle piedra en lugar de ladrillo visto. Así sucede con la monografía, lo primero que necesitamos, después de elegir el tema y delimitarlo es hacer un bosquejo o esqueleto básico.
En ese bosquejo tenemos que poner divisiones mayores del tema y divisiones menores. Estas últimas, sólo en el caso de que se nos ocurriera, ya que a esta altura del trabajo es difícil que tengamos tantos datos como para hacer esas divisiones menores.
5. RECOPILAR INFORMACIÓN
En esta etapa de la tarea nos dedicamos a reunir información sobre el tema a tratar. Para ello recurrimos a:
5.1. Archivos de bibliotecas
5.2. Bibliografías sobre el tema a estudiar
5.3. Hojear revistas que traten el tema
5.4. Observar artículos en diccionarios y enciclopedias
5.5. Consultar a profesores o especialistas en la materia
5.6. Hacer un listado de personas a las cuales podríamos entrevistar para recabar información, en el caso de que la modalidad de la monografía lo permita. Por ejemplo si se trata de un estudio histórico de una denominación, debemos pensar en personas que tuvieron relación directa con los fundadores de la misma.
OBSERVACIÓN: Siempre que es posible, hay que recurrir a fuentes primarias. Por ejemplo en Historia de la Iglesia, si vamos a citar a Eusebio de Cesarea, es preferible citar directamente de su obra Historia eclesiástica, y no de citas indirectas que Justo González u otro historiador hagan de esa obra original. Lo mismo sucede con autores como Agustín de Hipona (ej. La ciudad de Dios), etc.
6. PREPARAR FICHAS O APUNTES
Este paso consiste en leer las fuentes disponibles, haciéndolo con criterio, es decir, siguiendo ciertas pautas básicas:
6.1. Extractando el contenido que deseamos utilizar.
6.2. Resumiendo el contenido en nuestras propias palabras.
6.3. Escribiendo críticas breves que no queremos olvidar a la hora de redactar la monografía.
OBSERVACION: Cuando las citas que extraemos del contenido son directas, hay que copiarlas entre comillas y con exactitud, sin agregar ni quitar nada. Si deseamos omitir alguna oración de la cita que extraemos tenemos que colocar el siguiente signo entre corchetes: […] y luego continuar la cita.
7. ORGANIZAR LOS DATOS RECOGIDOS
Ahora corresponde organizar los contenidos extraídos. Para ello, tenemos que revisar y ampliar el bosquejo tentativo y colocar claves de las citas que queremos hacer en cada una de las subdivisiones del bosquejo.
Ej. La obra del Espíritu Santo en Juan 16.
1.1 Convence de pecado. Cit. Hendriksen, Comentario a Juan, pp. 76-78; Nuevo Comentario Bíblico, p. 679; sig. de "convencer" o "redargüir", Diccionario del N.T, p. 459.
1.2 Guía a la verdad. Ver José Martínez, La obra del Espíritu en la Iglesia, p. 213.
Toda monografía tiene una estructura que consiste en:
8.1. Portada: donde va el título, el autor, a quien es presentada, la materia a la que corresponde, la facultad o seminario, la ciudad y la fecha (ver ejemplos en apéndices).
8.2. Introducción: donde se indica el tema, el propósito, circunstancias que llevaron a elegirlo, lo que se quiere demostrar y otros elementos que tienen que ver con aspectos introductorios del tema.
8.3. Indice: títulos y subtítulos con las páginas donde comienzan.
8.4. Cuerpo: donde se desarrolla el tema.
8.5. Conclusión: la página o las páginas donde se remata el trabajo y donde se resume la investigación sin agregar nuevos datos.
8.6. Notas: Si las notas con citas de las obras, comentarios, etc. no son ubicadas al pie de página, son escritas después de la conclusión bajo el titulo NOTAS. Cada nota lleva un número correlativo.
IMPORTANTE: Todo contenido o pensamiento que no sea nuestro, debe ser consignado como cita directa del autor que hemos consultado. De otro modo estamos plagiando contenidos los que hacemos pasar como propios. Cuando la cita que consignamos es breve (hasta tres renglones) van en el mismo texto de la monografía, entre comillas. Si la cita tiene más de tres renglones, va aparte, con sangría de 4 espacios y a un renglón, mientras el texto de la monografía se escribe en páginas de tamaño carta y a DOBLE ESPACIO.
8.7. Apéndices: Para el caso cuando ciertos aspectos de la monografía no los hemos ubicado dentro del texto porque nos parecía que no correspondía en ese lugar. Ejemplo: "El divorcio según los padres de la Iglesia", podría ser un apéndice para el tema: "El divorcio en las enseñanzas de Jesús en Mateo 19."
8.8. Bibliografía:
La bibliografía debe incluir todas las obras consultadas realmente, citadas o no citadas directamente en el trabajo. La bibliografía debe hacerse con apellido y nombre del autor, título subrayado o en cursiva, ciudad donde se editó la obra (si es una edición segunda, tercera, cuarta, etc. debe consignarse), editorial, año de edición. Para quienes usan PC, en Word: . Esto permite una mejor visualización de los apellidos, que aparecen sin sangría.
Ej.
BRIGHT, John. La historia de Israel, 5ta. ed., trad. M. Villanueva, Bilbao: Descleé de Brouwer, 1970.
NEILL, Stephen. El anglicanismo, trad. José Luis Lana, Madrid: Iglesia Española Reformada Episcopal, 1986.
SOMOZA, Ana. Aprendiendo a enseñar la Biblia, 3ra. ed., Buenos Aires, Publicaciones Alianza, 1999.
Nota: en la bibliografía final no se consignan páginas de libros completos (solo las páginas de artículos de revistas o secciones de un libro de varios autores o con un compilador).
En el caso de las citas textuales, introducidas en el cuerpo de la monografía, debe procederse así:
Si la cita es menor a tres líneas, debe hacerse entre comillas, y hacer la llamada a nota al pie (o al final) al terminar las comillas.
Si la cita es mayor a tres líneas, debe hacerse así: dejar un espacio libre luego de la última palabra del autor de la monografía. Escribir la cita textual dejando un espacio de sangría desde el margen izquierdo. Al terminar la cita, hacer la llamada a la nota al pie (o al final) y dejar un espacio libre (una línea en blanco) para continuar con la redacción propia del autor de la monografía (Ud.).
En ambos casos, en la nota, consignar, en este orden: Nombre y Apellido del autor, título de la obra en cursivas o subrayado, ciudad, año de edición que se está citando, página de la que se extrae la cita textual.
Nota: observe que en el caso de la Bibliografía Final, el autor se escribe en orden "Apellido, Nombres". No así en el caso de las notas al pie, donde se escribe "Nombre y Apellido". Los datos bibliográficos deben citarse en el orden dado.
Por ejemplo:
Por su parte Bruno Secondin comenta:
Para muchos la palabra "espiritual" sigue evocando algo inmaterial, vitalista o, a lo sumo, experiencial – hecho de imaginación, simbología, metáforas y silencios, y sobre todo, de "rarezas" e histerismos-, que escapa a las exigencias de una racionalidad moderna. [1]
En el caso de una obra escrita por varios autores se puede utilizar la abreviatura AA.VV. (=autores varios). En el caso de obras compiladas por un autor, pero que incluyen artículos o capítulos de otros autores, se consigna, por ejemplo (en la nota al pie):
John Yoder (compilador), Textos escogidos de la reforma radical, Buenos Aires, La Aurora, 1976.
Si se citan artículos publicados en un libro compilado por otro autor, debe citarse así (en la nota al pie):
Thomas Müntzer, "Sermón ante los príncipes", en John Yoder (compilador), Textos escogidos de la reforma radical, Buenos Aires, La Aurora, 1976, p. 97
Artículos publicados en revistas
Se debe citar Nombre y Apellido del autor, título del artículo entre comillas, en Título de la revista en cursiva, nro. de volumen (año entre paréntesis), página de la cita. Por ejemplo (en la nota al pie):
José Míguez Bonino, "Las iglesias protestantes y evangélicas en América Latina y el Caribe: un ensayo interpretativo", en Cuadernos de Teología XIV (1995), p. 29.
Nota: observe que no el título de la revista, el número de volumen y el año no van separados por comas.
Op. cit. A fin de evitar la sobreabundancia de datos, cuando uno va a trabajar con una sola obra de un autor, en la primer cita debe hacer la cita completa (como en el ejemplo de la nota 1). Pero luego, en las citas subsiguientes de esa única obra con la que se trabajará en la monografía, puede escribirse (siguiendo el ejemplo):
Bruno Secondin, op. cit., p. 45 .
Citas de material de Internet. El material citado de Internet se puede citar de dos maneras:
Alberto Roldán, art. "Cómo hacer una monografía", extraído de http://www.fiet.com.ar/articulo/monografia_roldan.doc (recuperado el 4 de marzo de 2008, 16.35 hs.)
O bien
Alberto Roldán, http://www.fiet.com.ar/articulo/monografia_roldan.doc (recuperado el 4 de marzo de 2008, 16.35 hs.)
Op. cit. quiere decir "obra citada", en abreviatura latina. En el caso que se trabajen dos (o más) obras del mismo autor, luego de la primer cita (donde se consignan todos los datos bibliográficos) puede citarse de manera abreviada: Bruno Secondin, Espiritualidad en diálogo, p. 9
Nota: nunca debe usarse op. cit. para un autor del que vamos citar más de una obra en la monografía, porque el lector no sabrá de cuál de las obras se trata.
Ibíd. Otro modo de evitar la abundancia de datos es la utilización de la expresión Ibídem (abreviada generalmente por Ibíd o Ibid.). Se utiliza esta expresión cuando uno va a citar otro párrafo de la misma obra en una nota inmediatamente posterior. Entonces, quiere decir que se está trabajando la misma obra de la última cita, pero en una página distinta (si es en la misma página que la cita anterior, solo puede ponerse Ibíd., y en tal caso se entiende que es otro párrafo de la misma página citada previamente).
Nota: en la utilización de Ibíd. Hay que tener cuidado de no intercalar entre dos citas previamente hechas una tercer cita nueva de otra obra, puesto que se corta la cadena de referencia del Ibíd.
Negritas o cursivas originales. Si la cita que uno hace textualmente tiene negritas, subrayado o cursivas, debe consignarse, luego de la indicación de página, "negritas originales", "cursivas originales", o "énfasis original". También existe la posibilidad de que uno (como autor de la monografía) quiera dar énfasis a ciertas palabras de la cita. En tal caso, debe consignarse "énfasis nuestro", "cursivas añadidas", o palabras similares.
Nota: evitar la expresión "negritas del autor" o "cursivas del autor", puesto que genera dudas; ¿qué autor, el del libro o el de la monografía?
Con los datos recogidos y el bosquejo más o menos completo con sus divisiones y sub-divisiones, ahora hay que redactar el trabajo.
Algunos aspectos prácticos que hacen a la redacción son los siguientes:
9.1.1 Utilizar los términos exactos. Si hay dudas, consultar al diccionario.
9.1.2 Escribir en tercera persona es aconsejable, sobre todo cuando se escribe una tesis. Por ej.: En lugar de decir: "como resultado de la investigación que he realizado…" debiera decirse: "como resultado de la investigación que el autor ha realizado…"
9.1.3 Gramática y puntuación. Procurar que las oraciones sean completas, con sujeto y predicado y no frases aisladas. Procurar oraciones cortas. Evitar repeticiones innecesarias. Coordinar bien los tiempos verbales. Por ejemplo si estamos usando el pasado, no cambiar a tiempo presente en el mismo párrafo y viceversa. En cuanto a puntuación, colocar donde corresponden los puntos que dividen las oraciones. Si se cambia de párrafo se coloca punto y aparte. Las comas (,) se utilizan para separar una serie de cosas: ej. "El problema de esas iglesias radicaba en: conflictos, liderazgo y administración." La conjunción se coloca antes del último término de la lista.
9.1.4 Evitar en la medida de lo posible la adjetivación. En monografías o tesis, el autor tiene que procurar ser objetivo y no tendencioso. Por lo tanto, debe evitar el uso indiscriminado de adjetivos. 8.1.5 Evitar el lenguaje ampuloso y afectado. Con esto se hace referencia a aquella tendencia de algunos escritores que abusan del pleonasmo y lenguaje muy rebuscado que lo torna ininteligible.
"No es propia de un trabajo científico o literario una prosa abigarrada, barroca o pomposa, salvo que se pretenda ocultar carencia de ideas o presentarse con pretensiones de genio. La redacción científica ha de guardar en su estilo un cierto ascetismo literario: debe ser llana, directa y precisa. Una monografía escrita en buen estilo reunirá las características de unidad, precisión, fluidez y concisión." (Como redactar una monografía, Buenos Aires: Ed. Didacta, 1977, p. 47).
Para lograr todo esto sólo se requiere una cosa: práctica.
Autor:
Prof. Dr. Alberto F. Roldán
Ramos Mejía, abril de 1994
(revisado y aumentado por David A. Roldán en 2003 y 2008)
Enviado por:
Fry
[1] Bruno Secondin, Espiritualidad en di?logo, trad. Juan Padilla Moreno, Madrid: San Pablo, 1999, p. 24.