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Caso Fycsa: un éxito malogrado, con enseñanzas universales

Enviado por jenebral1


Partes: 1, 2

    1. Fycsa tras el Management Buy Out
    2. Desenlace
    3. El sector del e-learning en estos años
    4. Análisis del caso: preguntas y respuestas
    5. Mensaje final: cuatro elementos cardinales

    Esperando que resultara ilustrativo, relaté hace unos años un caso de Management Buy Out (MBO), el de Alcatel-Gestlink-Fycsa, dejando el desenlace para cuando se produjera: todavía puede verse entre las primeras referencias de las más de 700.000 sobre "management buy out" que ofrece Google.

    Ahora, en 2006, desaparecida la marca Fycsa tras cumplir sus 20 años, podemos analizar mejor la trayectoria de esta empresa de formación que, basada en la esperada difusión del e-learning, anunciaba en 2001 un futuro próximo y exitoso que no se produjo: preparada para cuadruplicar sus ventas en dos años y exhibiendo su convicción, vio, muy al contrario, inmediatamente reducido su volumen de negocio, y cabe preguntase siempre la causa de un éxito malogrado. Sin duda, el caso ofrece valiosas enseñanzas.

    El lector tiene a continuación un rápido resumen del caso, y, si ya conoce los detalles o prefiere saltárselos, puede ir directamente al análisis y enseñanzas del mismo ("Preguntas y respuestas") en la parte final del texto. Aquí, entonces, el resumen inicial:

    • En 2000, Fycsa, una mediana empresa de formación presencial y on line perteneciente a Alcatel España, llevaba unos diez años facturando alrededor de los 10 ó 12 millones de euros, siempre con beneficios.
    • Ese mismo año, protagonizó un Management Buy Out por menos de 3 millones de euros a pagar en cuatro años, y comprometiendo Alcatel importantes pedidos (o indemnizaciones compensatorias).
    • En seguida mostró gran convicción en el despegue del sector del e-learning corporativo, apostó por ello, y en pocos meses casi dobló su plantilla.
    • Todo apuntaba al éxito: el crecimiento del sector, la experiencia de Fycsa en sistemas interactivos de formación, el apoyo de Alcatel, la presencia de Gestlink, de Javier Vega de Seoane, de Miguel Canalejo…
    • En junio de 2001 (año en que apenas facturó 7,5 millones de euros), emitió notas de prensa sosteniendo que alcanzaría los 30 millones de euros en 2003, casi todo en e-learning: cuadriplicaría las ventas en dos años.
    • Sin embargo en 2002, aunque exhibía prosperidad, vendió menos que en 2001, cosechó cuantiosas pérdidas (1.600.000 euros) y hubo de reducir la plantilla.
    • En un libro que patrocinó, el consejero delegado de Fycsa, José Ignacio Díez, rechazaba la atención sobre la calidad de los contenidos, arguyendo que uno puede aprender con contenidos precarios.
    • En 2003, Fycsa facturó la quinta parte de lo esperado: 6 millones de euros. Dos años después desaparecía la marca y la empresa era absorbida por Élogos Conocimiento.
    • En estos años el sector del e-learning creció, sin embargo, sensiblemente, según las asociaciones de proveedores APeL y Aefol.
    • Diríase que los directivos de Fycsa, tras aprender a nadar, convinieron en tirarse a la piscina de cabeza, y que había poca agua; pero en realidad no se trató de un MBO típico.
    • El caso resulta interesante porque permite separar decisiones estratégicas racionalmente aceptables de otras más cuestionables, y analizar éstas en busca de explicación.
    • El lector extraerá valiosas enseñanzas universales que pueden coincidir, en mayor o menor medida, con las que este articulista formulará.

    Antecedentes

    Fycsa se creó en 1985, por iniciativa de Miguel Ángel Canalejo, a partir del departamento de formación de Standard Eléctrica, todavía vinculada a ITT. Pronto Standard Eléctrica fue adquirida por Alcatel, pero M. A. Canalejo continuó como primer ejecutivo de la organización, y Fycsa se consolidó como empresa de formación y consultoría que daba servicio a empleados y clientes de Alcatel Standard Eléctrica (luego Alcatel España), y que enseguida hizo nuevos clientes en el sector público y en el privado. En su primer ejercicio (1986) facturó unos 600 millones de pesetas, y llegó a facturar cerca de 2.500 millones de pesetas a principios de los 90, mientras dedicaba un importante esfuerzo a la investigación de nuevas tecnologías para el aprendizaje.

    Su actividad formativa era fundamentalmente tradicional, pero ya en los primeros años 90 había desarrollado productos de Enseñanza Asistida por Ordenador para Telefónica, Iberia y Alcatel, y también sistemas de vídeo interactivo para Retevisión, Alcatel y Sociedad del Quinto Centenario. Tras los primeros cinco años de andadura, se hablaba de una exitosa trayectoria, dirigida por José Manuel Carreño al principio, y José María Lancha después.

    Mediados los 90, M. Canalejo encargó a José Ignacio Díez la dirección general de la compañía. Este nuevo primer ejecutivo de Fycsa firmó numerosas alianzas estratégicas en España, en otros países europeos y también en América, y puso gran empeño en hacer aparecer Fycsa en los medios, además de editar un boletín corporativo propio, de carácter bimestral, para su difusión entre clientes. Por ejemplo, se llegó a un acuerdo con la empresa francesa Computer Channel para la traducción y comercialización en España de vídeos didácticos; se introdujo en el sector turístico y colaboró de manera continuada con la FER; cada año podía visitarse su stand en FITUR; se encargó del suplemento bimestral IH-Formación, distribuido por el semanario IH; creó el Instituto de Turismo Europeo, con DEREC e IFATUR; preparó un curso superior de gestión hotelera en colaboración con el Centro Internacional Carlos V…

    Además, Fycsa estableció un acuerdo con una consultora de Buenos Aires, como entidad franquiciada para comercializar de manera exclusiva sus productos formativos en Argentina. También firmó una alianza con PricewaterhouseCoopers en 1999, en materia de e-learning. Empero, la facturación parecía en aquellos años contenida por debajo de los 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros).

    Fycsa tras el Management Buy Out

    Ya en la primavera de 2000 y en representación de Alcatel, Miguel Ángel Canalejo vendía Fycsa a una sociedad a tal efecto creada en Madrid y llamada Cartera Fycsa, presidida por Javier Vega de Seoane y participada por la consultora Gestlink, especialista en buyouts y en crecimiento de las empresas.

    Una nueva Fycsa nacía por consiguiente en mayo de 2000 con intención de crecer muy rápidamente, libre ya de las rigideces funcionales del grupo Alcatel, bajo la tutela de Gestlink y presidida por Javier Vega de Seoane. Y con una visible ofensiva en los medios de comunicación. En junio de 2000, la empresa ya no pertenecía a Alcatel, sino a una sociedad endeudada con Alcatel España (el importe de la venta eran 445 millones de ptas. —menos de 3 millones de euros—, a pagar en cuatro años) y llamada Cartera Fycsa, que pronto absorbió a la propia Fycsa y tomó su nombre. Por su parte, Alcatel se comprometía a seguir haciendo pedidos a Fycsa durante los primeros años: 360 millones de ptas. durante los primeros doce meses, 300 millones durante los siguientes doce meses…

    José Ignacio Díez, como consejero delegado de la nueva Fycsa, era frecuente noticia en los medios del sector, y hacía pública en junio de 2001 su intención de facturar 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) en 2003; las notas de prensa añadían que el 70 % de la facturación correspondería a la actividad de e-learning. Ese mismo año 2001, el consejero delegado publicaba un interesante artículo en Dirección y Progreso, luego reproducido en el propio boletín bimestral de Fycsa; en el mismo se leía: "Un elemento esencial de la industria del e-learning son los contenidos, y de hecho en este momento es crítico por la carencia de los mismos en las cantidades y calidades necesarias". No obstante, Díez señalaba la necesidad de otros elementos en sinergia: "Excelentes contenidos colgados de potentes plataformas serán un fracaso si la concepción del proceso metodológico no ha sido adecuada". Fycsa avanzaba en los tres pilares de este business: contenidos, tecnología y servicios. Por entonces, eran frecuentes los artículos de consultores de esta empresa, en medios impresos y electrónicos.

    Las ventas de Fycsa en 2001 apenas llegaron a los 7 millones y medio de euros, pero hubo beneficios, como en toda la historia anterior de la compañía; quizá también porque Alcatel seguía siendo el principal cliente, que incluso pagaba importantes indemnizaciones (unos 500.000 euros en este año) si no hacía efectivos sus pedidos previstos. A pesar de que la facturación era todavía modesta (la mitad que al principio de los 90), se asumió públicamente el reto de multiplicar por 4 las ventas, en dos años. Aquí queremos ya subrayar este gran objetivo, sustentado en las grandes posibilidades de crecimiento del prometedor sector del e-learning en España. Con este reto se iba a encarar el ejercicio de 2002: propiciar la consecución de la facturación anunciada para 2003, que supondría una sólida posición de liderazgo en el mercado del e-learning corporativo en nuestro país.

    Entre otras apariciones en los medios, se publicó también un extenso reportaje en la revista Ranking, sobre la vida y aficiones artísticas y deportivas de José Ignacio Díez, incluyendo una foto suya de adolescente, y también una foto "de familia" del equipo directivo de la compañía. Fue asimismo este año cuando Miguel Ángel Canalejo, ya expresidente de Alcatel España, se incorporó al Consejo de Administración de Fycsa (que poco después presidiría). Y también este año, los 6 socios directores se dotaban de coches de lujo a cargo de la compañía, en beneficio de la imagen que correspondía a la nueva Fycsa.

    El año 2002 no avanzaba como se esperaba. Este era un año crucial, pero las cosas no iban bien: algunos de los consultores que se habían incorporado para casi duplicar la plantilla, tuvieron que salir de la organización ya en abril. La presidencia pasó de Javier Vega de Seoane a Miguel Ángel Canalejo, que presidía ahora la empresa que él mismo había vendido. El capital social, inicialmente de 10 millones de ptas., pasó a ser de 600.000 euros. Para propiciar el deseado crecimiento, se dio forma al "grupo Fycsa", formado por tres empresas (unas 80 personas en plantilla total): la propia Fycsa como empresa "madre", una división segregada (Internet Training Center) para la formación relacionada con redes de telecomunicación, y una consultora catalana, ECG, con la que se llegó a un acuerdo de fusión. Para conducirlas a la consecución de objetivos, se contaba con tres directores generales: Ramón Casadesús por ECG (en Barcelona), Mariano Sanz, ingeniero de telecomunicación, por ITC (en Madrid), y Raúl González, economista y gran experto en contabilidad, por Fycsa (en Madrid). Dentro de los objetivos de marketing, y aunque las cifras seguían por debajo de previsiones, se hizo, el día 27 de junio y con visible solemnidad, un acto de presentación del grupo en el Salón de los Espejos del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, con intervención del Cuarteto de Cuerdas del Conservatorio y conferencia de Eduard Punset.

    Parece que la idea de crecimiento rápido apuntaba ya a la fusión de empresas consultoras, aunque no parece que ECG (alrededor de una docena de personas), fundada en Barcelona en 1985, tuviera experiencia en e-learning. En suma, el grupo Fycsa parecía dispuesto a incorporar nuevas empresas en diferentes lugares de España y Latinoamérica, y Barcelona había sido un primer paso, aparentemente firme.

    Las cifras no mejoraban y, aunque la plantilla había crecido muy sensiblemente en Fycsa-Madrid desde el MBO (de unas 40 a más de 70 personas), sólo cuatro meses después del solemne acto del Liceo y tras una nueva reorganización comercial, se introdujeron nuevos recortes en los recursos humanos. El previsto crecimiento rápido y exitoso de la compañía parecía retrasarse, y la plantilla se sabía scapegoat.

    Aunque nada parecía augurarlo, el año 2002 acabó con 1.600.000 euros de pérdidas declaradas en el grupo Fycsa (repartidas entre las tres empresas: Fycsa, ITC y ECG), sobre una facturación total de 6,1 millones de euros: han leído bien. Un bajón en las ventas y declaración de cuantiosas, inimaginables, pérdidas. Algo impensable tras la trayectoria anterior de la compañía, que siempre había mostrado una gran solidez dentro del grupo Alcatel; como muestra de ello, José Ignacio Díez, el líder, había sido distinguido con el prestigioso Honorary Degree de ESERP, en 1998. ¿Qué había fallado? ¿Cómo pueden empresas de sólida trayectoria alcanzar tan elevadas pérdidas inmediatamente después de asociarse, y de celebrarlo en el Liceo de Barcelona? ¿Había habido suficiente acierto y sinergia en el nuevo equipo directivo? ¿Modificó estrategias u objetivos el nuevo propietario y presidente, Miguel Canalejo?

    En 2003, Fycsa patrocinó un libro editado por Aedipe-Pearson: "e-Learning. Las mejores prácticas en España". En él, José Ignacio Díez hacía declaraciones sorprendentes, relativizando la contribución de los contenidos al éxito de la formación on line, y aconsejando expresamente a las empresas que dosificaran bien su inversión en los mismos. "Los contenidos —decía— han sido magnificados durante estos tres o cuatro años pasados, sin que se entienda muy bien la razón". Y añadía: "Quien más y quien menos se ha visto obligado a adquirir conocimientos complejos con medios precarios. Recordemos la universidad, con los libros de texto disponibles o las fotocopias de los apuntes del más estudioso de la clase: contenidos más precarios, imposible". Se diría que José Ignacio Díez relativizaba ahora los contenidos, tanto en la formación on line como en la presencial: una posición bien distinta a la hecha pública un par de años antes.

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