El proceso de enseñanza–aprendizaje se caracteriza entre otras cosas por la relación dialéctica entre sus componentes (objetivo, método, contenido, medios, entre otros) Estos componentes forman un sistema en su conjunto y cada uno en sí mismo constituye un solo sistema (sistema de objetivos, sistemas de métodos, sistemas de contenidos, sistemas de medios, entre otros).
En forma de actividad ocurre la interacción sujeto–objeto gracias a lo cual se origina el reflejo psíquico que media esta interacción, en la vida real el hombre se encuentra siempre inmerso en la realización de actividades específicas.
La actividad como función específica humana para trasformar la realidad, el medio ambiente, se ha considerado y se considera un problema vital de la psicología y la pedagogía.
El problema de la actividad fue planteado por la psicología soviética en la década del 20. Sin embargo, la actividad comenzó a adquirir un lugar relevante cuando la interpretación conductista fue superada, en la década del 30 y en un periodo posterior, relacionado con la elaboración del enfoque histórico para estudiar el principio psíquico de la unidad de la conciencia y de la actividad, y con la fundamentación de este principio (L.S. Vigotsky, S,L Rubinstein, A.N. Leontiev), entre otros.
En las confecciones de Vigotsky y Rubinstein fueron por primera vez formulados los principios iniciales del análisis de la actividad humana en las ciencias sicológicas y trazados los elementos de su macro estructura psicológica: objetivo–motivo–medios. La integridad de esta actividad se manifiesta como la unidad de los objetivos hacia los que está orientada, y de los motivos que se derivan de la actividad.
Es su objeto el que le confiere a la actividad de la personalidad su dirección, su orientación y sentido para el sujeto.
Por ello el objeto de la actividad es lo que constituye su motivo, que puede ser tanto material como ideal. Esto es así debido a que el objeto de la actividad responde siempre a la necesidad del sujeto.
La actividad ocurre a través de diferentes procesos que el hombre realiza guiado por una representación anticuada de lo que espera alcanzar con dicho proceso. Esta representación constituye objetivos que son conscientes y ese proceso es el que denominamos acción, que constituyen procesos subordinados a objetivos o fines conscientes. Por tanto la actividad existe necesariamente a través de acciones que son sus componentes fundamentales.
El pedagogo es evidentemente un profesional de la comunicación. La actividad que realiza es el resultado de una comunicación con el grupo; y el maestro, a partir de una orientación que se forma en la interacción con los demás, controla su marcha y el resultado en el intercambio y confrontación grupal.
El grupo ejerce una gran influencia en cada uno de sus miembros a través de la comunicación, elaboración y realización de tareas conjuntas, posibilitando el desarrollo de las tareas grupales y la obtención de sus metas.
La remodelación del proceso de enseñanza-aprendizaje precisa un cambio esencial en la concepción y formulación de la tarea, porque es en la tarea donde se concretan las acciones y operaciones a realizar por el alumno, entendida la tarea como aquellas actitudes que se conciben para realizar por el alumno en la clase y fuera de esta, vinculada a la búsqueda y adquisición de conocimientos y al desarrollo de habilidades.
La formulación de la tarea plantea determinadas exigencias al alumno, estos repercuten tanto en la adquisición de conocimientos como en el desarrollo de su intelecto.
Las órdenes de qué hacer en la tarea docente adquieren un importante significado en la concepción y dirección del proceso, indicarán al alumno un conjunto de observaciones a realizar con el conocimiento, desde su búsqueda hasta la suficiente ejercitación. En este sentido deben producirse tareas que propicien la búsqueda y suficiente utilización del conocimiento, y que logren la estimulación deseada en el desarrollo del pensamiento.
Las tareas docentes han de ser utilizadas en cualquiera de los momentos de la clase, juegan un papel insustituible en la instrucción, educación y desarrollo del estudiante.
Las tareas docentes contribuyen a incrementar la efectividad del proceso de enseñanza aprendizaje al facilitar el desarrollo de capacidades, hábitos y habilidades, lo cual representa una exigencia de los programas de Química en la Facultad Obrera y Campesina y permite la caracterización del estado actual del proceso de enseñanza – aprendizaje en los alumnos y las vías, técnicas y preparación que tenían los profesores para efectuar este reto.
El autor de esta investigación asumirá la definición de tarea docente dada por (Álvarez de Zayas. C 1992,p:71) "…la tarea docente constituye la célula fundamental del proceso de enseñanza–aprendizaje y es la acción del profesor y los estudiantes dentro del proceso, que se realiza en ciertas circunstancias pedagógicas, con el fin de alcanzar un objetivo de carácter elemental, de resolver el problema planteado a estudiar por el profesor".
Queda expresado cómo la tarea docente se realiza dentro del proceso de enseñanza aprendizaje y la importancia de esta para resolver problemas.
En la tarea docente, condicionado por el nivel de los estudiantes, ya sea de forma colectiva o individual, está presente un objetivo, un conocimiento, una habilidad a desarrollar o perfeccionar, un valor a fortalecer, el método de la tarea, el modo en que cada estudiante lleva a cabo la acción para apropiarse del contenido.
Durante el desarrollo de la tarea docente el proceso de enseñanza-aprendizaje se personifica, el sujeto fundamental es cada estudiante en correspondencia con sus necesidades y motivaciones.
La ejecución de una tarea docente no garantiza el dominio por el estudiante de una nueva habilidad, el sistema de tareas docentes sí, el cumplimiento de este último garantiza que se cumple el objetivo. En la tarea docente está presente la contradicción fundamental del proceso, entre el objetivo y el método.
A modo de ejemplo, un estudiante al realizar una tarea docente, se percata de que la seleccionada es muy compleja y selecciona otra más sencilla, cuya solución le posibilita regresar y resolver la inicial, con una mayor preparación ahora. Lo anterior permite exponer que en las tareas el objetivo se personifica, válido cuando el estudiante selecciona por sí mismo las tareas a realizar.
Cuando es el profesor quien orienta las tareas docentes, debe tener en cuenta algunas exigencias como los que propone M. Silvestre, (1999)
Exigencias para revelar y actuar con conocimiento.
Exigencias que estimulen al desarrollo intelectual.
Exigencias que estimulen la valoración del conocimiento revelado y de la propia actualidad.
Exigencias que den respuesta a las necesidades educativas de los alumnos, todo lo anterior se pondrá de manifiesto en la formulación y control. M. Silvestre, M (1999: 33).
Para lograr que las tareas docentes propicien la búsqueda y utilización del conocimiento, así como la activación deseada en el desarrollo del pensamiento (Rico, Pilar y Silvestre, Margarita., 2003 p.79.), proponen las siguientes interrogantes:
¿Qué elementos del conocimiento necesito revelar y qué indicaciones y procedimientos pueden conducir al alumno a una búsqueda activa y reflexiva?
¿Qué operaciones del pensamiento necesito estimular y cómo conjugo la variedad de tareas de forma que a la vez faciliten la búsqueda y utilización de conocimiento que estimulen el desarrollo del intelecto?
¿Cómo promover mediante las tareas docentes el incremento de las exigencias cognoscitivas, intelectuales y formativas del alumno?
¿Cómo organizar las tareas docentes de forma que tanto sus objetivos particulares como su integración y sistematización conduzcan al resultado esperado en cada alumno de acuerdo al grado?
¿He concebido las tareas docentes necesarias y suficientes que favorezcan la adquisición de los conocimientos objeto de enseñanza- aprendizaje, teniendo en cuenta la atención diferenciada de los alumnos?
Las interrogantes anteriores permitirán al docente dar atención particular, tanto al desarrollo de habilidades como a la formación de conceptos.
El autor comparte lo expresado en la Tesis de Maestría de Zaldívar, I (1999; 20) sobre las funciones que debe cumplir la tarea docente para el logro de los objetivos, estas son:
Informativa / comunicativa: cada tarea ha de concebirse para brindar información y propiciar la comunicación, tanto de la asignatura en cuestión, como de aquellos aspectos que contribuyen a la concepción científica del mundo, el incremento del nivel cultural, estético, político, ideológico, para la cual resulta indispensable el cumplimiento del principio de accesibilidad.
Formativa / desarrolladora: cada tarea docente en la misma medida que instruye, ha de formar y desarrollar en las nuevas generaciones consecuencias ideológicas, culturales, medio ambientales, entre otras; que generan un modo de actuación productivo, de búsqueda heurística y creativa (investigación) por lo cual se hace más sustancial el aprendizaje escolar, y se prepara así al estudiante para su incorporación social.
Consolidadora: ya que las tareas docentes han de garantizar y asegurar la asimilación sólida, constante y duradera de los conocimientos, el desarrollo de hábitos y habilidades, así como la formación de convicciones. En tal sentido la consolidación puede dividirse atendiendo a la forma que adopte en:
Sistematizadora: ya que resulta una premisa y condición indispensable de sistematización de conocimientos adquiridos para un aprendizaje efectivo no solo de la asignatura sino de aquello que el alumno ha aprendido con otras asignaturas escolares o en su práctica social, aspecto de notable importancia, ya que a la vez se garantiza la obtención de los conocimientos básicos de las ciencias, se ofrece al estudiante una visión integral del mundo.
Ejercitadora: es la forma de consolidación que consiste en la ejecución repetida, intensiva y regular de actividades en forma y contexto variado con el objetivo de desarrollar capacidades, habilidades y hábitos hasta alcanzar el grado de perfección en la ejecución.
Profundizadora: es la forma de consolidación que se realiza mediante el planteamiento de cuestionamientos o situaciones cognoscitivas esenciales, teorías, conceptos, leyes, etcétera, con el objetivo de adquirir conocimientos más profundos con situaciones análogas al utilizarse por esta función la contraposición de estos conocimientos de partida con otras definiciones existentes.
Aplicadora: es la forma de consolidación que permite la utilización de los conocimientos, habilidades y hábitos eficientemente en la esfera práctica y en situaciones nuevas o desconocidas por el sujeto.
Interdisciplinaria: las tareas docentes han de propiciar la vinculación entre las diferentes asignaturas al aceptarse que no existe disciplina aislada, las separamos por razones académicas, pero es antiacadémico omitir los nexos que las ligan y armonizan, Vitier, V. (1996: 50); por tal razón y al atender al aspecto con el que se establece la relación puede ser subdividida en: interna (interdisciplinaria) o externa (extradisciplinaria o transdisciplinaria).
Las tareas docentes se elaboran partiendo de los resultados del diagnóstico, el contexto donde se van a utilizar, a partir de los objetivos, así como teniendo presente los distintos niveles de desempeño cognitivo en que deben basarse.
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Autor:
(1) Martha Duane Caballero
(2) Luis Estrada Cimadevila
(1) Instructora. Licenciado en Educación, Especialidad Español y Literatura.
(2) Prof. Asistente. Licenciado en Educación, Especialidad Química.
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