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Generación de los 90 o generación plaqueta en Lambayeque


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

  1. Prólogo
  2. Literatura lambayecana de los 90: Nicolás Hidrogo Asedia
  3. Una generación ya histórica
  4. 9 asedios a la Generación literaria juvenil lambayecana de los 90
  5. Entrevista-círculos literarios de los 90
  6. Entrevista a Ruben Mesias Cornejo
  7. Entrevista Fredy Cabanillas Terán, Luis y Deysi Yomona Yomona
  8. Entrevista a Joaquín Huamán Rinza
  9. Entrevista a Luis Hinojosa Valdera
  10. Nicolás Hidrogo y la Generación Literaria de los 90 en Lambayeque
  11. Fichas Literarias y Entrevistas Literarias
  12. Muestras literarias de autores de la generación de los 90 en Lambayeque
  13. Epílogo

Poesía y narrativa lambayecana contemporánea

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Prólogo

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NÉSTOR TENORIO REQUEJO EN LA NOCHE DE NICOLÁS-INC-Chiclayo

Jueves 24.01.02- 7.30 p.m.

MIS PRIMERAS PALABRAS para hacer extensivo mi reconocimiento emocionado a los directivos de la Asociación de Creadores Literarios Lambayecanos (ACRELILA) por cederme la oportunidad magnífica de participar ante tan selecto auditorio como comentarista en esta ceremonia de presentación de un trabajo literario; especialmente para quien es el presidente de esta jóven institución, coincidentemente autor de este producto creativo, profesor NICOLÁS HIDROGO NAVARRO, mi apreciado y distinguido alumno en las aulas de la FACHSE, de la UNPRG, allá por los años 93 – 94. Debo confesar que me siento plenamente satisfecho y complacido de haber coadyuvado en forma modesta a inculcar, contagiar, junto con otros docentes, gérmenes del fuego literario en el espíritu diletante de los jóvenes de valía como Nicolás; es refrescante y estimulante constatar que nuestros esfuerzos docentes no fueron estériles, que por el contrario empiezan a mostrar ascendentes resultados. Y eso en verdad y en buen romance es altamente gratificante y muy acogedor.

Siempre es refrescante y estimulante dialogar, confrontar con los jóvenes. Y en esta noche, inmensa fiesta de la palabra, desde el inicio mismo de esta sencilla como cordial ceremonia, se siente el espíritu juvenil, eternamente bullente, inquieto, creativo, prospectivo. Y no es para menos, "Generación de los 90 o generación plaqueta en Lambayeque" resuma eso. Es la voz coral, plural, multánime de los jóvenes siempre dispuestos a tomar por asalto ya sea el infierno, el cielo, el amor, la muerte y desde allí, irreverentes, contestatarios, iconoclastas lanzar sus sueños como dardos en su irreversible e inagotable proceso de reconstruir la vida.

NICOLÁS, ha levantado este genuino "testimonio de parte" para dar cauce a la presencia siempre importante de los jóvenes, tratando de que su voz y sus trazos simbólicos dejen de habitar los páramos; Nicolás nos ofrece lo que él llama su "rompecabeza para armar" para que sus compañeros de ruta, sus sosías de afanes y obsesiones no se sientan ninguneados por una sociedad irreductible con quienes osan escupir sobre el inhumano y canallesco status quo. Yo creo que la primera gran virtud del libro del joven HIDROGO está justamente en el hecho de presentar un torrente caudaloso de voces, una especie de permanente río subyacente, cuya corriente implícita tiene la fuerza incontenible de arrastrar todo en su paso cristalino, un poco a la manera del río de Javier Heraud, a veces tierno y bondadoso, pero más de las veces, bravo y fuerte, inundando los corazones y los cuerpos, hasta que finalmente, de tanto viajar, desemboca en los océanos, mezclando sus aguas límpidas con las turbias, que se condensan en aguas apagadas. Pienso que Nicolás es consciente de que su libro tiene ese rumor del río de Heraud: presenta las aguas desde adentro que es como desnudar el deslizamiento, el curso de las corrientes, él mismo es parte de ese líquido. Por eso este libro es también incitante en tanto nos jala a los lectores al remolino, nos induce, nos instiga a penetrar en las aguas. El ímpetu fluvial de Nicolás imanta a sus otros congeneres de la creación verbal y los compromete a navegar, a bogar en las aguas absorventes. Libros provocadores como el de Hidrogo son urgentes para alentar miradas cruzadas, fuego graneado que abra debate, encienda polémicas, siembre ideas en torno a la manifestación literaria en Lambayeque. En ese sentido este libro de Nicolás está en buen camino: azuzar la modorra, sacudir el marasmo, remover la llaga del letargo espiritual. Peor es el silencio, la nada.

No creo equivocarme en señalar que el objetivo nuclear de Hidrogo en este trabajo es fraguar una gran muestra de voces y decir aquí están, estos son los hechiceros de la palabra que desde este cálido rincón norteño se afanan por mantener siempre encendida la lámpara votiva de la creación literaria en Lambayeque, aún en las condiciones más adversas y precarias,como muy bien lo sabemos, en un medio en donde no se alienta este tipo de actividades, más bien, con mecanismos sutiles, inadvertidos, se disuade, se aliena, se asesina vocaciones, se entierra talentos. Y en ese derrotero siente que esa multiplicidad de expresiones tienen el perfíl adecuado para afirmar que estamos ante una GENERACIÓN. Y este tema es amplio, por lo tanta, discutible como también lo es el concepto Literatura lambayecana.

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