El desarrollo económico en América Latina y algunos de sus principales problemas (página 2)
Enviado por Elías Alvarado Lagunas
La heterogeneidad estructural alude a una primera característica de las economías periféricas: la existencia de actividades o ramas de la producción en las cuales la productividad media del trabajo es "normal", en tanto relativamente próxima a la que permiten las técnicas disponibles; o si se quiere, elevada, en tanto relativamente similar a la que prevalece en los grandes centros industriales. Y la presencia simultánea de actividades tecnológicamente rezagadas, en las cuales los niveles de productividad son muy reducidos, sustancialmente inferiores a los de aquellas otras actividades "modernas".
De esos dos tipos de actividades, las mencionadas en primer término generan el empleo, y las segundas albergan el subempleo. Esa coexistencia de empleo y subempleo4 (de fuerza de trabajo de alta y baja productividad) constituye una expresión directamente visible de la
heterogeneidad estructural.
La especialización productiva
En sus orígenes, la especialización de la estructura productiva de la periferia se liga al largo período en que su crecimiento dependió de la exportación de alimentos y materias primas. Posteriormente, cuando la industria pasa a ser espontáneamente la fuente principal de dinamismo, la especialización primario-exportadora inicial condiciona el nuevo patrón de desarrollo. Esa especialización en el punto de partida conduce a que la industrialización proceda de lo simple a lo complejo.
Rodríguez (2001) señala que dada la especialización en bienes primarios del sector exportador de la cual se parte y la necesidad de ir de lo simple a lo complejo que caracteriza a dicho patrón, los grados de complementariedad intersectorial y de integración vertical de la producción que va alcanzando la periferia resultan incipientes. Dado el anterior argumento, hay que considerar los supuestos de Prebisch sobre el progreso técnico, él cual percibe como variable exógena a la operatoria de la economía. Además, admite que es más rápido en la industria que en la producción primaria. Este suceso implica que la industrialización de la periferia ha de proceder reiteradamente de lo simple a lo complejo, dado que se ve obligada a emprender actividades en ramas donde el progreso técnico resulta más reducido. En otras palabras, la especialización periférica tendrá un proceso que perdurara, en tanto las posibilidades de lograr una mayor complementariedad intersectorial e integración vertical de la producción se ven reiteradamente limitadas.5
El desarrollo desigual
El desarrollo desigual tiene relación en primer lugar según Prebisch con lo descrito en la heterogeneidad estructural y especialización productiva. Tales características se perciben y definen con las de los grandes centros industriales, éstos van sufriendo modificaciones cada vez más complejas, pero mantienen su grado de homogeneidad y diversificación relativamente altos. Mientras que la periferia se destaca por estructuras que son heterogéneas y especializadas. Por tal motivo, el desarrollo del sistema centro-periferia resulta desigual también en la distribución de los ingresos medios, es decir, la base de esta diferenciación se encuentra en la disparidad de los ritmos de aumento de la productividad del trabajo debido a que es mayor en los centros ya que el progreso técnico es más acelerado.6
Capítulo II. Enfoque de la teoría económica estructuralista
Sin duda alguna, el análisis Cepalino tiene como uno de sus instrumentos básicos la didáctica del contraste entre el modo en que el crecimiento, el progreso técnico y el comercio internacional se dan en las estructuras económicas y sociales de los países periféricos y el modo en que se dan en los países céntricos. En el caso del análisis del comercio internacional, el contraste se presta para destacar las interdependencias entre el comportamiento del centro y el de la periferia, y los problemas que generan para esta última. A continuación se esbozara de manera breve cada una de las etapas que conformaron este proceso de transición en América Latina.
Enfoque histórico-estructuralista, basado en la idea de la relación centro-periferia: Inserción internacional.
Raúl Prebisch (1949) señala en sus manifiestos latinoamericanos la vinculación a los ciclos y a la forma como la estructura subdesarrollada de producción y empleo impedía que la periferia retuviera los frutos de su progreso técnico, a diferencia de lo que ocurría en el centro. En este último, los sindicatos organizados y una estructura productiva concentrada lograban impedir la caída nominal de precios de los bienes industriales durante la "baja cíclica" compensando así con creces las ganancias que la periferia obtenía, en el auge cíclico, con los bienes primarios.7
En la CEPAL, el argumento anterior cobró demasiada importancia, porque se acompañó de la tesis de la tendencia al deterioro de los términos de intercambio y comercio internacional, que se oponía a sus postulados, los cuales decían que el progreso técnico se distribuye de manera equitativa entre las naciones del mundo. Sin embargo, Prebisch, analiza el comportamiento histórico de las relaciones comerciales de América Latina junto con Inglaterra y Estados Unidos (E.U.A.), y llega a una conclusión opuesta (el fruto del progreso técnico no se distribuye equitativamente).
En otras palabras, la versión de la teoría del comercio internacional establecía que todo aumento en la productividad implicaba un decrecimiento de los precios de los productos. Es decir, las relaciones comerciales que se realizaban en países con diferentes niveles de productividad, los que tenían los niveles más bajos serían favorecidos por la disminución de los precios de los países que hubieran logrado mayores crecimientos de ella. No obstante, Prebisch, demostró que sucede lo contrario, en los países donde el incremento de la productividad como Inglaterra y E.U.A., los precios han aumentado y en los países donde su productividad es menor los precios disminuyen.
Ese fue el argumento para la construcción de una teoría de economía internacional basada en el centro y periferia, ligadas en una estrecha relación macroeconómica: el deterioro de los términos de intercambio. Es por ello que con la formulación de su tesis sobre el deterioro de los términos de intercambio, Prebisch y la CEPAL rompieron con los planteamientos de la teoría clásica sobre el comercio internacional y sus posibles efectos en materia de desarrollo. Se dice fácil, pero ello implicó caminar en sentido contrario a las visiones prevalecientes en la academia y en los organismos internacionales. El deterioro en los términos de intercambio fue la fórmula central para mostrar la transferencia de recursos de la periferia al centro y significó volver a estudiar, ahora desde corrientes teóricas no marxistas, el problema de que las historias del desarrollo y del subdesarrollo son una sola, la del capitalismo como sistema mundial.8
Por tanto, la condición periférica viene siendo el resultado de un rezago estructural del aparato productivo que hace posible que los excedentes e ingresos se contraigan con una tendencia por abajo del nivel de crecimiento de su propia productividad bajo el ritmo o aceleración que impone el polo opuesto (la condición céntrica) en relación del intercambio comercial.
Análisis de los condicionantes estructurales internos del crecimiento y del progreso técnico, así como, de las relaciones entre ellos, el empleo y la distribución del ingreso: Industrialización sustitutiva de importaciones.
Se ha sostenido que el proceso de sustitución de importaciones impulsado por la crisis del sector externo es parte del modelo de crecimiento hacia fuera. Este modelo tuvo en América Latina dos etapas bien diferentes: una de expansión y auge exportador, y la otra de crisis externa e industrialización sustitutiva. Con todo, continúa siendo esencialmente un modelo de economía exportadora dependiente, aún cuando el papel del sector externo haya cambiado y la economía experimentado transformaciones de considerable importancia. La expansión del sector industrial y el papel decisivo que adquirió el sector público, quizá podrían llegar a constituir la base que permita superar dicho modelo; por ello se toma necesario el examen del proceso sustitutivo desde el punto de vista de su capacidad para diversificar y transformar la estructura socioeconómica.9
En otras palabras, lo que la CEPAL proponía era sustituir el modelo de crecimiento hacia fuera, basado en la economía agroexportadora centrado en la producción de materias primas destinadas a la exportación, por otro modelo de crecimiento hacia adentro teniendo como fuerza central la industrialización basada en la sustitución de importaciones y estimulada por una política proteccionista que favorecería al mercado interno. Dado lo anterior, Prebisch sostenía el logro de los siguientes efectos: i) mediante el proteccionismo se contrarrestaría la tendencia hacia el deterioro de las condiciones del intercambio, ii) se mediaría la tendencia hacia una restricción externa del desarrollo, ocasionada por la baja elasticidad-ingreso de la demanda de importaciones de insumos primarios por parte del polo del centro, mientras por el otro lado había una alta elasticidad-ingreso de la demanda de productos manufactureros del polo de la periferia, y iii) la industrialización y el incremento de la productividad en el sector agroexportador son fenómenos complementarios que estaban correlacionados.
Por consiguiente, el modelo de industrialización basado en la sustitución de importaciones es la fórmula a seguir de superación en el polo periférico. Sin embargo, se trataba de una estrategia de largo plazo. Mientras, en el corto plazo, las economías latinoamericanas tienden al desequilibrio de la balanza de pagos a través de dos aspectos: el deterioro de términos de intercambio de los productos del sector primario y el peso originado por la inversión de bienes fijos o capital importado que las economías periféricas necesitarían para su crecimiento de industrialización.
Análisis de las posibilidades de acción estatal.
Si el mercado mostró limitaciones para enfrentar los retos del subdesarrollo, la CEPAL pasará al extremo opuesto, dando por sentado que el Estado será una pieza fundamental para poner en marcha el nuevo proyecto sustentado en la industrialización. Pero en esta exigencia había un aspecto clave: no hay interrogantes ni cuestionamientos sobre los intereses sociales presentes en el Estado, por lo cual se le concibe como una instancia que establecerá una racionalidad que beneficiará forzosamente a toda la nación o a toda la sociedad. La realidad terminó por mostrar que el programa no era simplemente de mayor injerencia estatal, sino de los contenidos sociales de sus políticas. A largo plazo, serán sectores sociales reducidos los que terminarán beneficiándose de la supuesta racionalidad estatal neutra.
Esta visión del Estado estaba inmersa en los acontecimientos de la historia económica y social de las naciones en aquel tiempo (Años treinta). A partir de este periodo, aparecieron movimientos populistas de la sociedad tradicional conformada por el Estado oligárquico y la economía agroexportadora hacia la conformación de la sociedad moderna urbano-industrial constituida principalmente por el Estado populista y el desarrollo de la industrialización. Esta ideología populista del Estado sustentado con la responsabilidad y compromisos de clases con los empresarios y trabajadores de la clase media fue el escenario el escenario óptimo sobre el cual destacó la propuesta de la CEPAL de un Estado neutro y eficiente.
Capítulo III. Críticas a la Cepal
Conceicao Tavares (1964) señala que las economías latinoamericanas se vieron afectadas por crisis sucesivas de su comercio exterior, resultado de guerras y grandes depresiones. Por tal motivo, considera que las transformaciones de la estructura productiva prácticamente se circunscribieron al sector industrial y a las actividades conexas, sin modificar la condición del sector primario. De aquí provienen dos circunstancias, primero, la preservación de una base exportadora precaria y sin dinamismo, y segundo los nuevos modelos sectores dinámicos aparecen y se expanden en el marco restricto de los mercados nacionales, lo que determina el carácter cerrado del nuevo modelo. En otras palabras, el autor hace mención que el proceso de sustitución de importaciones puede entenderse como un proceso de desarrollo parcial y cerrado que respondiendo a las restricciones del comercio exterior, procuró repetir aceleradamente, en condiciones históricamente distintas, la experiencia de industrialización de los países desarrollados.10
En Gutiérrez E. (2003) se hace mención a uno de los intelectuales de la CEPAL (Celso
Furtado) que relaciona la misma crítica señalada anteriormente, él sostenía que el modelo tenía sus propios limitantes internos. En la medida en que el sector primario no se modernizaba y el sector secundario se concentraba en el desarrollo hacia adentro, descuidaba el mercado externo, el desequilibrio en la balanza de pagos fue creciente y para no parar su proceso sustitutivo, los países de la periferia recurrían a endeudarse de los mercados internacionales. Además, algunos otros autores como Falleto y Dos Santos argumentan que las propuestas de desarrollo de la CEPAL fracasaron debido a que este mismo problema del proceso de desarrollo sustitutivo trajo consigo grandes problemas como: la migración de las zonas rurales a las zonas urbanas dado por un fuerte debilitamiento del sector primario, y que es en medio de estas condiciones en donde surge, propiamente, los inicios de la teoría de la dependencia.
Hay un número exiguo de profesionales y académicos capaces de penetrar con criterio original en los fenómenos concretos latinoamericanos, pero lamentablemente una de las fallas más conspicuas de que adolece la teoría económica general, contemplada desde la periferia, es su falso sentido de universalidad. Las bases de esta teoría surgen con uno de los autores más representativos de la CEPAL: Raúl Prebisch. El punto principal del modelo Prebisch es que para crear condiciones de desarrollo dentro de un país es necesario:
Controlar la tasa de cambio monetario, poniendo mayor énfasis en políticas fiscales que en políticas monetarias; y para ello es necesario, promover un papel gubernamental más eficiente en términos de desarrollo nacional.
Así mismo, se debe crear una plataforma de inversiones, dando prioridad al capital nacional, porque no siempre la solución estará en crecer a expensas del comercio exterior, sino de saber extraer, de un comercio exterior cada vez más grande, los elementos propulsores del desarrollo económico. Y de ahí, hay que hacer un llamamiento a la industrialización nacional.
Permitir la entrada de capitales externos siguiendo prioridades ya establecidas en planes de desarrollo nacionales; por tal motivo, el Estado debe desarrollar estrategias nacionales que sean coherentes con el modelo sustitución de importaciones, protegiendo la producción nacional al imponer cuotas y tarifas a los mercados externos Porque ya es justo quitarnos la idea de que el papel de los países de la periferia es proveer alimentos, de que éstos no necesitan industrializarse, porque sólo «piensan los del centro»
Conciecao T. (1964). Auge y declinación del proceso de sustitución de importaciones en el Brasil.
Gutiérrez, E. (2003). Estudios del desarrollo en América Latina. Ed. Trillas.
Nohlen D. y Sturm R. (1982). La heterogeneidad estructural como concepto básico en la teoría de desarrollo. Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), No. 28.
Osorio J. (2001). La construcción de paradigmas sobre el subdesarrollo y la dependencia en fundamentos del análisis social. La realidad social y su conocimiento. Ed. Fondo de Cultura Económica, Capítulo IX.
Rodríguez O. (2001). Prebisch: Actualidad de sus ideas básicas. Revista de la CEPAL, No. 75, Diciembre.
Sunkel, O. (1970). Un ensayo de interpretación del desarrollo latinoamericano en el subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo. Ed. Siglo XXI. Cuarta edición.
Ed. Fondo de Cultura Económica-CEPAL. Vol. I.
* Prebisch, R. (1998). El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas en 50 años del pensamiento en la CEPAL. Ed. Fondo de Cultura Económica, Vol. I.
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