- Introducción
- Tratamiento con humedad (humidificadores)
- Terapia inhalada (Oxigenoterapia)
- Temperatura corporal
- Conclusión
Introducción
El tratamiento respiratorio trata los órganos del aparato respiratorio. Es indicada en la prevención, tratamiento y estabilización de las disfunciones o alteraciones respiratorias con patologías de diferente índole.
La terapia de humedad consiste en utilizar humidificadores, que son dispositivos que evaporan agua. Hay tres tipos de humidificadores, los humidificadores caseros que son aparatos que sirven para dar una mayor humedad a la estancia de la casa; los humidificadores simples o de contacto y los humidificadores de burbuja que son utilizados en clínicas y hospitales. Éste último se utiliza en la terapia con oxigeno medicinal (oxigenoterapia).
La oxigenoterapia (terapia de inhalación) consiste en la administración de oxígeno a concentraciones mayores que las que se encuentran en aire del ambiente. El oxígeno proporcionado por los diferentes métodos es seco, de manera que es conveniente agregar vapor de agua antes de que se ponga en contacto con las vías aéreas, para evitar la desecación de éstas y de las secreciones.
Hay dos métodos de administración (sistema de bajo flujo y sistema de alto flujo) según el estado patológico que motiva su empleo. Para la administración del oxigeno medicinal se utilizan las mascarillas, la cánula nasal y la sonda nasal, dependiendo del sistema que se le deba aplicar al paciente.
Todas las células del cuerpo necesitan oxigeno y algunas son más sensibles a su carencia que otras, como por ejemplo, las células nerviosas son particularmente vulnerables, unos pocos minutos privados de oxigeno pueden causar daño irreversible a las células cerebrales. Por lo tanto se puede decir que: "el oxigeno es esencial para la vida", así como lo es también mantener el cuerpo a una temperatura ideal, ya que, una temperatura por encima (fiebre) o por debajo de lo normal (hipotermia) puede llevar a consecuencias graves, como daños cerebrales o hasta la muerte. En el organismo humano la temperatura corporal oscila entre 35 ºC y 37ºC.
La temperatura corporal se regula por medio de la transpiración o sudoración, por vasoconstricción cutánea, estimulación de la contracción muscular y escalofríos. Pero muchas veces el cuerpo no puede regular la temperatura por sí mismo, por lo que se deben realizar procedimientos para hacer que la temperatura se normalice.
Tratamiento con humedad (humidificadores)
Es un dispositivo que produce agua en su forma gaseosa (vapor) a través de un proceso de evaporación.
El principal objetivo de los humidificadores es proporcionar más agua tópica a las vías respiratorias superiores evitando así la lesión que puede provocar la mucosa cuando se respira aire seco. A su vez, los humidificadores buscan prevenir la pérdida del agua y fluidificar las secreciones del sistema respiratorio como también humidificar los ambientes secos.
Tipos de humidificadores:
Existen distintos dispositivos que pueden utilizar, dependiendo del caso específico del paciente y de la forma en la que funcionan, de esta manera se pueden mencionar tres diferentes dispositivos:
Humidificadores caseros:
Generalmente en todas las culturas populares se ha transmitido durante generaciones el empleo del eucalipto u otras hierbas aromáticas como tratamiento útil para las diferentes enfermedades respiratorias. La apropiación de la industria por estas costumbres es lo que ha puesto a la venta en el mercado los humidificadores.
Ayudan a mejorar el ambiente mediante el aumento de la humedad, lo que también se traduce en un menor riesgo de que proliferen los microorganismos causantes de infecciones respiratorias tales como reacciones asmáticas y alérgicas. Además, de conseguir que el aire no sea tan seco, lo que evita que el aire produzca irritaciones en la garganta y la piel. Por último, el paso de los resfriados se hace más llevadero si la humedad está entre el 40 y el 60%.
Los humidificadores caseros deben ser complementados junto con un sistema de medición para la humedad ya que este aparto sólo debe utilizarse cuando es necesario.
Humidificadores simples o de contacto
El gas entra al reservorio donde se encuentra el agua. Luego realiza contacto con la superficie del agua que se encuentra en el reservorio desprendiendo partículas de vapor de agua que son transportadas en el gas manteniéndolo húmedo.
La temperatura significa movimiento de partículas o moléculas de una materia, por esto al aumentar la temperatura del agua que se encuentra en el reservorio, el movimiento de las partículas aumenta haciendo que la cantidad de partículas de vapor de agua que se desprenden de la superficie del agua que sea mayor.
Humidificadores de burbuja:
En estos sistemas, la humidificación se logra pasando el gas a través de agua. Al formarse de esta manera múltiples burbujas, aumenta exponencialmente la interface aire-líquido y, por lo tanto, la evaporación. Su función principal es la aplicación de humidificación al oxigeno.
La temperatura del agua del reservorio producirá que se desprendan partículas más fácilmente de la superficie del agua que se encuentra contenida en el reservorio. Además estos dispositivos cuentan con una válvula de sobrepresión por aquello de que se presente una obstrucción en la salida del reservorio. Esto para que este no llegase a explotar por una presión excesiva.
Terapia inhalada (Oxigenoterapia)
La Oxigenoterapia es la administración de oxígeno con fines terapéuticos, a concentraciones mayores que las que se encuentran en el aire del ambiente.
El aire está compuesto por un 21% de oxigeno con una presión de 101 mmHg y 79% de nitrógeno con una presión de 572 mmHg, por lo que se necesita una concentración mayor al 21% para lograr combatir la hipoxia.
En condiciones normales, los pulmones son los encargados de la ventilación, y por lo tanto del aporte adecuado de oxígeno. Cuando existen alteraciones orgánicas que dificultan la respiración, se administra el oxígeno para tratar o prevenir los síntomas y manifestaciones de la hipoxia, aumentando el contenido de O2 en la sangre arterial.
La finalidad de la oxigenoterapia es aumentar el aporte de oxígeno a los tejidos utilizando al máximo la capacidad de transporte de la hemoglobina. Para ello, la cantidad de oxígeno en el gas inspirado, debe ser tal que su presión parcial en el alvéolo alcance niveles suficientes para saturar completamente la hemoglobina.
Hipoxia: se presenta cuando a los tejidos no llega suficiente oxigeno para cumplir con sus demandas metabólicas. Hay diferentes tipos de hipoxia a saber:
Hipoxémica: es la reducción del contenido de oxigeno en la sangre.
Tisular: consiste en una inadecuada oxigenación a los tejidos, debido a que las demandas metabólicas de estos son mayores que la capacidad pulmonar circulatoria, o a que, sencillamente, los tejidos son incapaces de utilizar el oxigeno.
Histotonica: los tejidos no están en la capacidad de aprovechar el oxigeno que les llega y se bloquean para utilizarlo.
Signos clínicos de la hipoxia:
Hipertensión: Es la primera respuesta junto a la taquicardia.
Hipotensión: Se encuentra únicamente cuando la hipoxia es prolongada. Incluso se la hipotensión es por otras causas (hemorragia, fallo cardíaco, entre otros), existirá hipoxia tisular y debe aplicarse oxigenoterapia.
Taquipnea: Aumento de la frecuencia respiratoria. Puede estar asociada con hiper o hipoventilación pulmonar. Suele acompañarse de disnea.
Cianosis: Coloración azulada de la piel y mucosas. Es un signo tardío de hipoxia.
Indicaciones de la oxigenoterapia:
La oxigenoterapia debe ser aplicada cuando existe disminución de la cantidad de oxígeno en la sangre, ya sea por insuficiencia respiratoria, insuficiencia circulatoria, anemia, atmósfera enrarecida con humos o gases, etc., pudiendo llevar a varias situaciones de hipoxia.
Hipoxemia arterial: Se presenta en casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, atelectasia, neumonía, mal de altura, neumonitis intersticial, fístulas arteriovenosas, trombo embolismo pulmonar, etc.
Hipoxia tisular sin hipoxemia: Sucede en casos de anemia, estados hipermetabólicos, hemoglobinopatías, hipotensión marcada, etc.
Por deficiencia de hemoglobina: Infarto agudo de miocardio, fallo cardiaco, shock hipovolémico, intoxicación por monóxido de carbono, grandes hemorragias.
Histotonica: intoxicación por cianuro.
Con excepción de situaciones de urgencia, el médico prescribirá la oxigenoterapia y especificará tanto el porcentaje de oxígeno como el método de administración.
Beneficios de la oxigenoterapia:
Son un sin número de beneficios los que brinda el uso de oxigeno medicinal para quienes padecen de patologías cardiopulmonares. Es importante resaltar que el beneficio principal es la mejoría en la calidad de vida, ya que el suministro de oxigeno permite generar más energía para realizar la contracción y, por lo tanto, permite cubrir las demandas cinéticas en las actividades cotidianas, proporcionándole mayor independencia funcional al paciente.
Dentro de los principales beneficios de la oxigenoterapia descritos en la literatura encontramos, entre oros, los siguientes:
Disminuye la disnea y la cianosis, pues a través del suministro de oxigeno promueve una adecuada captación y transporte de oxigeno, lo que satisface las demandas metabólicas del organismo; a su vez mejora la perfusión capilar distal y se reduce la dificultad respiratoria, gracias al proceso de difusión.
Mejora y mantiene la frecuencia cardiaca y respiratoria, pues el oxigeno reduce la presión vascular, lo que genera menor esfuerzo de la bomba cardiaca.
Reduce la presión de las arterias pulmonares. El oxigeno es un elemento que en organismo genera un efecto de vasodilatación, lo que reduce la presión que ejerce la sangre sobre las paredes vasculares pulmonares.
Sistemas de administración del oxigeno: están clasificados como de alto flujo y de bajo flujo.
Sistemas de alto flujo: Este sistema nos permite administrar oxigeno a diferentes concentraciones. Esta concentración es bastante precisa, por lo que se considera un método de oxigenoterapia controlado, además a cada concentración le corresponde una cantidad determinada de litros por minuto (flujo volumétrico). Dentro de este sistema tenemos:
Mascarilla tipo venturi:
Permiten obtener concentraciones del O2 inspirado de una forma más exacta, independientemente del patrón ventilatorio del paciente. Están especialmente indicados en enfermos con insuficiencia respiratoria aguda grave en los que es preciso controlar la insuficiencia de forma rápida y segura. Aquí se incluyen los pacientes con hipoxemia e hipercapnia.
En su parte inferior posee un dispositivo que permite regular la concentración de oxígeno (24, 30, 35, 40 ó 50%) modificando el tamaño de la entrada de aire. Consta de diferentes partes: la máscara bucofacial, el regulador de la presión de oxígeno, la tubuladura que conecta al sistema del caudalímetro y el humidificador.
El funcionamiento de la mascarilla con efecto Venturi, sigue el principio de Bernoulli, porque provoca una presión negativa. Esta presión negativa es la responsable de que, a través de la ventana regulable del dispositivo de mascarilla se inspire aire del ambiente, consiguiéndose así la mezcla deseada.
Flujo | FiO2 |
3 L/min | 24% |
4 L/min | 30% |
6 L/min | 35% |
8 L/min | 40% |
12 L/min | 50% |
Ventajas:
-Permite el suministro de una FiO2 (fracción aspiratoria de O2 expresada en %) confiable. - Útil en pacientes en los cuales un exceso de oxígeno puede deprimirles el control respiratorio.
Desventajas:
-Poco tolerada en algunos pacientes. - Dificulta la expectoración. - Es incómoda en traumas o quemaduras faciales. - Puede producir irritación y resequedad en los ojos.
Sistemas de bajo flujo: Estos no nos permiten establecer una concentración exacta de oxígeno que administra, solo se regula mediante la cantidad de litros por minuto (flujo volumétrico). Dentro de este sistema se encuentran:
Cánula nasal:
Elaborada en material plástico flexible de poco peso, consiste en una extensión con dos puntas que siguen la curvatura de las fosas nasales. Es ideal para terapia de oxigeno a largo plazo, en pacientes que requieran bajos rangos de FiO2, tales como niños con displasia broncopulmonar, pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y con falla cardiaca, entre otros.
Flujo | FiO2 |
1 L/min | 24% |
2 L/min | 28% |
3 L/min | 32% |
4 L/min | 36% |
5 L/min | 40% |
Ventajas:
– Es cómoda y bien tolerada por el paciente. - El paciente puede comer, beber y hablar sin necesidad de quitarse el dispositivo. - Puede usarse en pacientes con EPOC.
Desventajas:
– Puede producir presión sobre la nariz y/o pabellón de la oreja. - Puede producir resequedad e irritación de la mucosa nasal.
Mascarilla simple:
La mascarilla simple es un dispositivo de plástico suave y transparente que se conecta directamente a la fuente de oxígeno. Tiene forma de cono, cubriendo la boca, nariz y mentón de la persona. Se mantiene posicionada mediante una goma elástica que rodea la cabeza.
Flujo | FiO2 |
5-6 L/min | 40% |
6-7 L/min | 50% |
7-8 L/min | 60% |
Ventajas:
– Es sencilla y ligera. - Puede proporcionar FiO2 de 60%.
Desventajas:
– Puede producir claustrofobia en algunos pacientes. - Dificulta la expectoración. - Difícil aplicación junto con sonda nasogástrica u orogástrica. - Es incómoda en traumas o quemaduras faciales. - Puede producir irritación y resequedad en los ojos.
Mascara con bolsa de reservorio:
Es una máscara simple con una bolsa de plástico resistente conectada en su porción inferior donde se halla el conector de la tubuladura desde la fuente de O2. La bolsa de reserva tiene una capacidad de 700ml, este reservorio está conectado a la mascarilla por una válvula unidireccional que impide en la bolsa del gas inspirado. Sin mezclar el O2 ambiente (sistema Cerrado). Es muy útil en el paciente que hayan sufrido una crisis convulsiva o en un politraumatizado con alteración ventilatoria o disnea leve a modera.
Flujo | FiO2 |
6 L/min | 60% |
7 L/min | 70% |
8 L/min | 80% |
9 L/min | 90% |
10 L/min | 95% |
Ventajas:
– Útil en hipoxemia moderada a severa.
– Ligera y fácil de instalar.
– Se presenta en tamaños para adulto y pediátrico.
Desventaja:
– Es poco tolerado en algunos pacientes. - Difícil aplicación con sondas nasogástrica u orogástrica. - Dificulta la expectoración. - Es incómoda en traumas o quemaduras faciales. - Puede producir irritación y resequedad en los ojos.
Sonda nasal:
Es un tubo de material plástico más o menos flexible. La utilidad de esta sonda puede ser, para un lavado gástrico, es decir, vaciar el estómago del paciente, o bien darle alimentos si el por sí solo no puede.
Precaución en la administración de oxigeno:
La administración inadecuada del oxígeno, tanto en la modalidad como en la dosis (concentración y tiempo) puede ser contraproducente en ciertas enfermedades, en las que puede incluso empeorar su situación, como puede ocurrir en ciertos enfermos respiratorios crónicos en los que una inhalación excesiva de oxígeno, podría determinar una elevación de la concentración del gas en sangre que es capaz de inhibir el estímulo que procede de los receptores sensibles. Esto deprime el ritmo respiratorio incluso en presencia de una concentración elevada de CO2. A esta situación se le conoce como evento paradójico, en el que un pequeño aumento en la concentración de oxígeno en sangre puede conducir a una parada de la función respiratoria.
Además de complicaciones mencionadas anteriormente, existen peligros inherentes a la administración de oxigeno, ya que, sin ser explosivo, está sujeto a combustión. Esto quiere decir ante una alta concentración de oxigeno puede recurrir una rápida combustión; por lo tanto, es esencial que se tomen medidas preventivas importantes con el objetivo de evitar accidentes en el lugar donde se utiliza oxigeno. A continuación, se enumeran alguna de ellas:
Colocar un anuncio visible de NO FUMAR en la puerta del cuarto del paciente.
Inspeccionar todo el equipo eléctrico que se encuentre en las cercanías del paciente con el objeto de detectar tomas de corriente defectuosa.
Evitar el uso de cobertores de lana, ya que son fuentes de electricidad estática.
Principios relativos en la administración de oxigeno:
Los principios relativos a la administración del oxigeno se basan en que es un gas incoloro, inodoro e insípido, esencial para la vida. Como no puede verse, probarse ni olerse hay que confiar en los dispositivos que indican que se está administrando.
Intervención de la enfermería
El papel de las enfermeras en la administración de oxigeno suele incluir:
Explicar a la persona sobre el procedimiento y tener el equipo listo.
Colocar señales de prohibido fumar, oxigeno en uso yverificar la orden medica.
Lavarse las manos antes y después del procedimiento.
Verificar el funcionamiento del oxigeno.
Llenar el frasco humidificador con agua destilada estéril hasta donde se indica, conectar el humidificador con el medidor de flujo.
Conectar el medidor de flujo con una fuente de oxigeno y verificar el funcionamiento del medidor del flujo y del humificador. Seleccione el flujo de oxigeno prescrito.
Colocar al paciente en posición semifowler, salvo contraindicación.
Colocar el dispositivo indicado, cuidando de no lesionar al paciente.
Conectar la tubuladura del dispositivo de oxigeno indicado con el humificador y el medidor de flujo.
Abrir la llave de oxigeno.
Cada dispositivo de oxigeno requiere un cuidado distinto, por lo tanto en caso de utilizar:
Mascarilla tipo venturi:
– Es recomendable colocar al paciente en posición semifowler, si es posible. - Verificar que las conexiones sean herméticas y que no hayan acodamientos. - Comprobar siempre que las entradas de aire no estén bloqueadas.
– Los pacientes con padecimiento pulmonar crónico deberán ser monitoreados frecuentemente.
Cánula nasal:
– Asegurarse de la permeabilidad de las vías respiratorias de la persona, además de que el oxígeno fluya correctamente.
– Coloque los salientes de la cánula en la nariz, pasando el tubo por encima de las orejas, evitando la presión excesiva a fin de evitar lesiones.
– Controle regularmente la posición y el ajuste de la cánula nasal, ya que puede soltarse fácilmente.
– Compruebe que las fosas nasales del paciente están libres de secreciones. Si no fuese así, retire las gafas y realice limpieza e higiene de la zona.
– Vigile las zonas superiores de los pabellones auriculares y la mucosa nasal (lubrique los orificios nasales si es necesario).
Mascarilla simple:
– Controlar regularmente que la mascarilla está en la posición correcta y comprobar que la cinta no irrita el cuero cabelludo ni las orejas.
– Vigilar que no haya fuga de oxígeno por fuera de la mascarilla, especialmente hacia los ojos.
– Valorar la mucosa nasal y labial, lubricar si es necesario.
Mascara con bolsa de reservorio:
Explicar al paciente que la mascarilla debe fijarse bien a la cara para administrar la cantidad necesaria de oxígeno. Con cada inspiración, la bolsa debe deshincharse ligeramente.
Sonda nasal:
El papel de las enfermeras en la administración de alimentaciones por sonda suele incluir la inserción de la misma si se trata de una sonda temporal, mantenimiento, administración de las alimentaciones, prevención de complicaciones asociadas con esta forma de terapia y participación en la valoración de las respuestas de los pacientes a la alimentación por sonda.
Temperatura corporal
Es la magnitud física que puede ser determinada por un termómetro y que caracteriza, de manera objetiva, el grado corporal.
La temperatura corporal normal del ser humano oscila entre los 35ºC y 37ºC, independientemente de las condiciones ambientales que rodean al individuo. La temperatura corporal presenta variaciones entre el día y la noche, las cuales no van más allá de 0,25º C. Ello es debido a un exquisito control llevado a cabo en el centro termorregulador del Hipotálamo (estructura anatómica del Sistema Nervioso Central), donde se reciben dos tipos de señales: unas que provienen de receptores de frío y calor de la superficie cutánea y otras aportadas por neuronas termosensibles del Hipotálamo a la temperatura de la sangre que las baña.
Estas señales son analizadas por el Hipotálamo, de donde parten las órdenes que a través de diferentes sistemas efectores (vasomotor, respiratorio, cardiaco, muscular, hormonal…) van a equilibrar los mecanismos de producción y pérdida de calor y mantener la temperatura dentro de límites estrechos.
El termómetro:
Del griego termo el cual significa "caliente" y metro, "medir" es un instrumento de medición de temperatura. Desde su invención ha evolucionado mucho, principalmente a partir del desarrollo de los termómetros electrónicos digitales.
En el mercado se pueden encontrar distintos tipos de termómetros:
Termómetro de vidrio:
Son los más económicos, pueden medir la temperatura de forma precisa y de fácil medición, pero requieren mayor tiempo para hacer las mediciones (oral y rectal 3 minutos, axilar 8 a 10 minutos). Al ser de vidrio pueden romperse con facilidad, por lo que no son aconsejados debido a que el vidrio roto y su contenido de mercurio (tóxico) son dañinos para la salud, en España se prohibió la fabricación de termómetros de mercurio en julio de 2007, por su efecto contaminante. Tienen la punta sólida y son de difícil lectura porque se debe buscar el ángulo en cual se puede visualizar la banda de mercurio.
Termómetro digital:
Sirven para medir la temperatura de forma precisa, rápida, segura y fácil de leer y fácil medición. Precisa porque utilizan sensores de temperatura; rápida porque bastan un minuto para obtener la medida; segura porque cuentan con una punta flexible, donde se ubica el sensor, lo que les da menor probabilidad a romperse y no contienen mercurio; y fáciles de leer porque cuentan con una pantalla digital que muestra la temperatura obtenida de la medición.
Termómetro de oído:
Son los más costosos, estos termómetros miden el calor emitido en el tímpano y el tejido circundante en el interior del conducto auditivo por medio de un infrarrojo, se obtiene una medición precisa siempre y cuando se haya colocado correctamente dentro del canal auditivo, de lo contrario, el infrarrojo no podrá medir la temperatura o arrojará un dato erróneo. El tiempo de la medición es el más rápido, y son fáciles de leer al contar con una pantalla digital.
Termómetro de tira plástica:
Medición de la temperatura corporal:
Medición oral:
Utilizan un termómetro digital, de chupón o de vidrio que tiene una punta delgada y larga. La medición es precisa y el proceso sencillo, basta con introducir la punta del termómetro dentro de la boca y debajo de la lengua. Ideal para niños mayores que cooperan manteniendo el termómetro bajo la lengua con la boca cerrada y no morderlo. No es recomendado cuando se tiene congestión nasal o una tos insistente porque los obliga a abrir la boca para respirar y variaría la medición.
Medición rectal:
Se utiliza un termómetro digital o de vidrio que tiene una punta gruesa y corta.La medición es la más precisa puesto que casi no hay factores que hagan variar la temperatura y el proceso sencillo, se debe introducir la punta del termómetro por el ano. Ideal para recién nacidos y no tiene límite de edad, el límite lo pondrá la personalidad de las personas, hay quienes les desagradan este tipo de medición.
Medición axilar:
Se utiliza un termómetro digital o de vidrio que tiene una punta gruesa y corta.La medición es la más precisa puesto que casi no hay factores que hagan variar la temperatura y el proceso sencillo, se coloca la punta del bulbo en el centro de la cavidad axilar y se le ordena al paciente que apriete el brazo contra el costado
Medición de oído:
Se necesita un termómetro de oído con infrarrojo. La medición sólo será precisa si el termómetro es bien colocado. Ideal para tomar la temperatura mientras el niño duerme. No es recomendada para bebés menores de 3 meses porque su canal auditivo es muy pequeño.
Factores que afectan la temperatura corporal:
Ejercicio: la actividad física eleva la temperatura corporal ya que el músculo activo libera más calor, por ello, el temblor (o tiritón) es una forma particular de actividad física que pone en movimiento ciertos músculos para estimular el metabolismo y de ese modo calentar el cuerpo.
Incremento de la temperatura exterior: un incremento de la temperatura estimulara el metabolismo corporal y la producción de calor. Por el contrario, si la temperatura exterior es fría, la temperatura corporal descenderá.
Alteración de la producción de tiroxina por las glándulas tiroideas: la función de la tiroxina es la estimulación del metabolismo general, activando el consumo de oxigeno, el crecimiento y la maduración.
Acción dinámica especifica de los alimentos: los alimentos también afectan la temperatura corporal.
Las emociones intensas: las emociones intensas, como el enojo, también la elevan por estimulación del sistema nervioso simpático.
Mecanismos de regulación de la temperatura corporal:
La termorregulación se compone de una serie de elementos que conectan el sistema nervioso central y periférico. El sistema regulador central se encuentra en el hipotálamo en el que hay dos regiones, posterior y anterior, que asumen las funciones de producción y pérdida de calor, respectivamente.
Vasoconstricción y vasodilatación cutánea.
Supresión de la sudoración por estímulo adrenérgico.
Estimulación de la contracción muscular y escalofríos.
Aumento del metabolismo basal mediado por hormonas tiroideas y catecolaminas.
El Hipotálamo funciona, por tanto, como un termostato que armoniza la producción y eliminación del calor por el organismo mediante un sistema de retroalimentación negativa: la elevación de la temperatura corporal determina un aumento de la eliminación del calor (vasodilatación cutánea, sudoración) al tiempo que su descenso se sigue de disminución de la eliminación y aumento de la producción endógena de calor (vasoconstricción cutánea, escalofríos…).
La hipertermia:
La fiebre es una elevación de la temperatura por encima de la variación diurna normal cuyo mecanismo consiste en un reajuste al alza del centro termorregulador Hipotalámico, es decir, una modificación del termostato. El término fiebre se reserva para temperatura mayor de 38º C. Con el término febrícula definimos la temperatura entre 37 º C Y 38 ºC. Las sustancias capaces de producir fiebre se denominan pirógenos.
La fiebre va acompañada de una serie de síntomas que, con frecuencia, es difícil distinguir si son debidos a ella misma, a su causa o a los mediadores liberados durante la reacción febril.
Sensación de frío (escalofríos) en la fase inicial y de acaloramiento posterior.
Cara enrojecida, mirada brillante.
Lengua sucia.
Pérdida de apetito.
Taquicardia (aceleración del pulso).
Orina escasa, muy concentrada y coloreada.
Dolor de cabeza.
La fiebre es una respuesta inespecífica del organismo y por tanto no siempre indica una etiología infecciosa.
Las causas de fiebre son múltiples y pueden agruparse en:
Infecciones: bacterianas, víricas, fúngicas.
Inflamaciones no infecciosas: como las desencadenadas por agentes físicos o por reacciones inmunológicas.
Tumores: en especial cursan con fiebre los hepáticos y los del sistema linfoide.
Necrosis celulares: como por ejemplo en los infartos de órganos y en las hemólisis.
Alteraciones metabólicas: como las deshidrataciones graves.
Alteraciones hormonales: como las enfermedades del tiroides.
Fármacos.
Otras: tromboembolismo pulmonar, mixoma auricular.
Reacciones en el cuerpo humano a las diferentes temperaturas corporales:
37 °C (febrícula): temperatura superior a 37 °C pero inferior a 38 °C durante 24 horas.
39 °C (pirexia): existe abundante sudor acompañado de rubor, con taquicardias y disnea. Puede surgir agotamiento. Los epilépticos y los niños pueden sufrir convulsiones llegados a este punto.
40 °C: mareos, vértigos, deshidratación, debilidad, náuseas, vómitos, cefalea y sudor profundo.
41 °C (urgencia): todo lo anterior más acentuado, también puede existir confusión, alucinaciones, delirios y somnolencia.
42 °C: además de lo anterior, el sujeto puede tener palidez o rubor. Puede llegar al coma, con hipertensión o hipotensión y una gran taquicardia.
43 °C: normalmente aquí se sucede la muerte o deja como secuelas diversos daños cerebrales, se acompaña de convulsiones continuas y shock. Puede existir la parada cardiorrespiratoria.
44 °C: en la mayoría de los casos la muerte se sucede a los 43 °C de temperatura, no obstante, hay algunos casos de gente que ha alcanzado los 44 °C de temperatura.
Procedimiento en caso de fiebre:
Informar al paciente.
Procurar intimidad.
Lavar manos y poner guantes desechables.
Adecuar la temperatura ambiental.
Destapar. Tenga en cuenta que un exceso de abrigo, tales como colocación de mantas o prender calefacción, puede hacer que se aumente aun mas la fiebre.
Aplicar ventilador.
Aplicar compresas húmedas y frías en la frente, pecho y axilas y si es preciso bolsas de hielo protegidas por un paño.
Bañar al paciente en agua templada en caso de fiebre muy alta y persistente.
Aconsejar reposo.
Registrar en gráfica de constantes la medición de la temperatura y en la hoja de comentarios de enfermería las observaciones necesarias.
Hipotermia:
Hipotermia es el descenso de la temperatura corporal central por debajo de 35º C; se trata de una patología relativamente frecuente, fundamentalmente en países de clima frío y en estaciones invernales Hablamos de hipotermia accidental, para diferenciarla de la hipotermia terapéutica, o enfriamiento corporal utilizado en algunos procedimientos quirúrgicos. La hipotermia constituye siempre una grave urgencia médica.
La presentación clínica varía con la temperatura que debe ser medida con termómetros especiales, puesto que los de uso clínico habitual solo miden temperaturas superiores a 34ºC. En caso necesario se recomienda obtener la temperatura de vejiga, recto, tímpano, esófago o grandes vasos.
Aunque puede ocurrir en cualquier circunstancia o temperatura ambiental y en pacientes de todas las edades, se trata de un proceso más frecuente en el anciano. En éste, probablemente es infradiagnosticado y, dado que no se trata de una manera adecuada, puede alcanzar cifras de mortalidad inadecuadas.
Existen multitud de causas de hipotermia que se exponen a continuación:
La causa fundamental es la exposición accidental a temperaturas extremadamente frías, lo que ocurre durante la estación invernal, en los accidentes en la montaña, y en las inmersiones en agua fría.
Edad: Predomina la aparición de hipotermia en edades avanzadas, debido al deterioro de las funciones termorreguladoras.
Drogas: Los depresores del sistema nervioso central son causantes del cuadro de hipotermia no necesariamente asociados a la exposición al frío. De entre ellos, los más frecuentes son: el alcohol, los hipnóticos, los sedantes y los relajantes musculares. Los hipnóticos y sedantes, sobre todo barbitúrico y fenotiazinas, causan hipotermia por inhibición del escalofrío y por descenso en la respuesta voluntaria del control de la temperatura, igualmente pueden provocar depresión hipotalámica.
Enfermedades: desnutrición, hipotiroidismo, insuficiencia suprarrenal, hipoglucemia, ACV, tumores, anorexia nerviosa, daño medular, psoriasis, enfermedad de hodgkin, etc.
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