1. Introducción 2. Hipótesis 3. Investigación 5. La fuente testimonial 6. Opinión diferente 7. Aspectos a favor y en contra de la hipótesis 8. ADN 9. Los contrarios a la versión 10. Conclusión 11. Apartados 12. Bibliografía
Este informe fue elaborado con la intención de puntualizar las diferentes opiniones dadas recientemente sobre los verdaderos progenitores del General José de San Martín. En estos días, la filiación de San Martín ha sido un tema muy tratado por los medios, como si se hablara de un escándalo de la farándula. Esto es debido a una revoltosa información detallada en el libro ¨ Don José, la vida de San Martín ¨ de José Ignacio García Hamilton, recientemente publicado. Este escritor de 56 años de edad, que ha logrado que su obra encabece la lista de ventas, no ha recibido, desde que su libro salió a la venta, más que críticas ofensivas de parte de diferentes historiadores que no están de acuerdo con la versión presentada y se empeñan en desvalorizar el documento usado por el escritor mencionado y buscar otras fuentes para desmentir el dato. Elegí este tema porque me resulta interesante lo escandaloso que puede resultar el simple cuestionamiento sobre los padres de un distinguido prócer, héroe para los argentinos, y que muchos crean que ésto pueda desvalorizarlo como la ilustre persona que fue. El trabajo consta, según lo requerido en el reglamento, de un índice, introducción, hipótesis, desarrollo del tema, conclusión, apartados y bibliografía consultada. La investigación se divide en diferentes subtítulos que indican los distintos aspectos del tema abordado.
¿Fue el Gral. José de San Martín hijo natural de Diego de Alvear y Ponce de León, habido en una indígena correntina?
3. Investigación: "Los padres de San Martín"
Nació el 25 de Febrero de 1778 en Yapeyú. Sus padres fueron Juan de San Martín y Gregoria Matorras. De chiquito se fue a España a emprender su carrera militar. Volvió a Buenos Aires. Se casó con Remedios de Escalada y tuvo con ella una hija, su Merceditas. Cruzó los Andes. Liberó Argentina, Chile y Perú. Murió en Boulogne-Sur-Mer el 17 de Agosto de 1850. Hasta acá, todo lo que aprendemos desde chiquitos en el colegio. La vida de un héroe, un prócer intachable, un ilustre general y un ejemplar ser humano de altísima moral. Una vida sencilla pero llena de grandes honores. La vida de San Martín, el Padre de la Patria. Ciento cincuenta años había pasado de su muerte, y la historia seguía siendo la misma. Pero con motivo de dicha conmemoración, escritores e historiadores de todo el país realizaron investigaciones especiales sobre la vida de nuestro prócer, y escandalosos cuestionamientos saltaron a la luz: ¿fue hijo de una aborigen y de un Alvear? ¿Peleó en Maipú borracho? ¿Tuvo amantes e hijos extramatrimoniales? ¿San Martín involucrado en un caso de corrupción? La imagen del perfecto San Martín que siempre habíamos conocido se desvanecía poco a poco. Y lo peor fue que muchos creyeron que eso lo hacía menos héroe, cuando en realidad se estaba demostrando todo lo contrario.
La polémica se desató luego de una reciente biografía de San Martín que intenta desacartonar la historia de los próceres que se enseña en la escuela, las que parecen más la vida de un robot que la de un hombre: nunca una pasión desmedida, nunca una borrachera, ni siquiera un enojo o un pequeño grito. "Decidí investigar sobre la vida privada de San Martín porque desde chico me di cuenta que me habían mentido –explica José Ignacio García Hamilton (56) autor de la polémica biografía "Don José"- , no podía ser que haya sido tan perfecto, mi libro es un intento para despojarlo del mito." "Secretos detrás del bronce", Noticias, N° 1185, año 2000.
Pero ese "intento de despojarlo del mito" se transformó primero en tema de conversación y crítica entre los grandes historiadores, luego en nota de los medios comunicativos, y más tarde en escándalo. Hamilton asegura que el manuscrito del cual obtuvo la información es confiable y suficiente para asegurar su hipótesis como verídica, y que la afirmación se complementa con diferentes datos que cita en su libro:
"(…) Primero nació Justo Rufino y después, el 25 de febrero de 1778, llegó otro varoncito, que fue bautizado como Francisco José, quinto y último hijo del matrimonio.
Como si se hubiera mimetizado con ese ambiente indígena y subtropical, (…), el flamante bebé Francisco José tenía la piel y el cabello muy morenos y la naricita con rasgos aguileños." GARCÍA HAMILTON José Ignacio, Don José, la vida de San Martín, Editorial Sudamericana, Primera edición, año 2000, p19.
"(…) los camaradas lo calificaban de ¨indiano¨ y, mofándose de su tez oscura, llegaban a veces a calificarlo de ¨indio¨, lo que lo llevaba a dudar si su verdadera madre o padre no habría sido en realidad un indígena de las misiones.(…)" GARCÍA HAMILTON José Ignacio, Don José, la vida de San Martín, Editorial Sudamericana, Primera edición, año 2000, p21
"Había tenido destellos de felicidad al principio de su matrimonio con Remedios, pero no podía olvidar que los miembros de su familia política lo habían menospreciado llamándolo ¨el plebeyo¨ o ¨el soldadote¨.
Cuando partió para Tucumán para hacerse cargo del Ejército del Norte, lo hizo algo mortificado, pues debía asumir las tareas que Alvear desdeñaba. Le molestaba la actitud de superioridad de su rival, mientras en los corrillos sociales y políticos se recordaba que el padre de Carlos, don Diego de Alvear, había tenido un hijo con una india en las Misiones y se asegura que él, José de San Martín, era ese hijo natural. Se burlaban de él por su aspecto físico de mestizo y, despectivamente, lo llamaban el Indio o el Cholo de Misiones." GARCÍA HAMILTON José Ignacio, Don José, la vida de San Martín, Editorial Sudamericana, Primera edición, año 2000, pp11-12
Esta versión que desmiente el dato de que los padres de José Francisco eran Juan de San Martín y Gregoria Matorras y hace al prócer medio hermano de su enemigo Carlos de Alvear fue recogida de un documento manuscrito firmado en Rosario de Santa Fe el 22 de enero de 1877 por Joaquina de Alvear Quintanilla y Arrotea, hija del supuesto medio hermano de San Martín. Esta "Cronología de mis antepasados" que Joaquina dedicó a sus hijos y descendientes "para que sepan de dónde vengo" (según explica en el texto), fue guardado por la familia Alvear bajo siete llaves, durante 120 años. Hace 42 años pasó a manos del genealogista Diego Herrera Vegas, quien lo conserva en un lugar privilegiado de su biblioteca; García Hamilton, a su vez, tiene una copia del documento. Joaquina de Alvear manifiesta en el texto que fue "hijo natural de mi abuelo, el señor don Diego de Alvear y Ponce de León, habido en una indígena correntina, el general José de San Martín." Aunque el texto escrito que revela el secreto haya salido a la luz recién en éstos días, esta supuesta filiación se transmitió por tradición oral durante varias generaciones por diferentes ramas de la familia Alvear, y varios historiadores conocían el rumor desde hace unos años. Pero hay quienes dicen que ese testimonio no es suficiente para demostrar la relación parentesca entre San Martín y los Alvear.
La académica Patricia Pasquali fue consultada en reiteradas ocasiones por García Hamilton mientras éste escribía su obra y, según expresa Hamilton en su libro, también lo ha guiado el libro de la historiadora, que calificó como "excelente trabajo de actualización y síntesis". Sin embargo, Pasquali no ahorró críticas sobre el trabajo del polémico escritor. Según ella, todo el movimiento alrededor de San Martín fue causado por dicho libro. A su autor lo atacaron en Mendoza unos "barrabravas de la historia", golpeándolo en la cara al grito de "¡Viva Gregoria Matorras!", la madre legítima de San Martín que conocíamos hasta ahora. En este punto, Pasquali está de acuerdo en que se discuta la figura del prócer (aunque no justifica las agresiones), pero opina que "el ofuscamiento proviene de la evidencia de que se estaba utilizando la figura más respetada de la historiografía en función de un negocio editorial" "La última pasión nacional", Noticias, N° 1220, año 2000.
En un debate que mantuvieron García Hamilton y Pasquali organizado por la revista Noticias, ambos historiadores presentaron sus puntos de vista. Según dicha historiadora, el documento presentado por García Hamilton afirmando que San Martín era mestizo y adoptado, no tiene valor probatorio y se debe evaluar su grado de verosimilitud para luego juzgar si es correcto lanzar la versión o no. "Lo de la filiación de San Martín es una versión que circulaba.-comenta Pasquali-A un amigo mío, hace tres años, le habían ofrecido hacer algo sobre esto y no quiso, lo descalificó por inverosímil." "La última pasión nacional", Noticias, N° 1220, año 2000.
Otro dato que lanza Pasquali y que desmiente la hipótesis de García Hamilton es que, de ser cierto, Carlos de Alvear lo hubiera sabido y de seguro hubiera usado la información como arma política contra San Martín. La enemistad que existía entre ellos había llevado a Alvear a escribir y difundir en forma anónima una biografía que detallaba brutalidades sobre la vida pública y privada de San Martín y a encontrar una diversión en la confección de caricaturas del General. Pasquali no se explica que Alvear haya desechado tal oportunidad para vencer a San Martín en una sociedad que tenía inculcados los prejuicios de la sangre. García Hamilton se defiende diciendo que, aunque no es una prueba concluyente, el pueblo argentino tiene derecho a conocer la tradición oral de la familia Alvear y que, además, la versión está apoyada por otros datos: Benjamín Vicuña Mackena (escritor chileno) dice que tenía sangre mestiza; su suegra le decía "el soldadote" y él mismo (esto está totalmente probado) le dice a los indios tehuelches: "Yo soy indio como ustedes".
Pasquali confiesa no haber leído íntegramente el documento que desató la investigación, simplemente le resta verosimilitud. Ella siempre diferencia en sus libros las fuentes documentales de las testimoniales, y éstas últimas no tienen el mismo valor probatorio que las documentales.
7. Aspectos a favor y en contra de la hipótesis
Ramón Santamarina, tataranieto del General Carlos de Alvear, comenta en una carta de lectores enviada a La Nación diferentes datos conocidos por él debido a que la circunstancia siempre ha sido comentada en su seno familiar, pero nunca hacia fuera por razones de decoro, evitando así el escándalo que produciría. Pero ahora que se da a conocer este posible suceso en la vida de San Martín, el susodicho descendiente de Alvear presenta datos que afirman la hipótesis, como que la partida de nacimiento del prócer nunca se encontró, aunque esto es debido al asalto que realizaron los portugueses el 12 de febrero de 1817 a Yapeyú, cuando fueron incendiadas las casas y la parroquia con sus libros de bautismos y defunciones, perdiéndose para siempre las actas de nacimiento de Justo Rufino (hermano de José) y Francisco José (su nombre de bautismo había sido alterado por el uso familiar). Además, Santamarina pone de manifiesto el hecho de que el prócer "fue criado en la familia de los San Martín, pero siempre bajo el cuidado de una india, Juana Cristaldo, tomada como niñera (¿a instancias de Diego de Alvear?)" siendo que otra hipótesis sostenida por el historiador Hugo Chumbita (59) y suscripta por García Hamilton afirma que Diego de Alvear habría tenido un amorío con una indígena de la casa de Juan de San Martín llamada Rosa Guarú (y no Juana Cristaldo) y de allí habría nacido un niño que la mujer amamantó y crió hasta 1781, año en que la familia San Martín decide establecerse en Europa, según la hipótesis de Chumbita. Y, a su vez, ésta última encuentra una nueva contradicción: según el libro de García Hamilton, la familia San Martín se muda a Buenos Aires cuando José Francisco tenía tres años (es decir, en 1781) y recién se va a España dos años después (1783).
Asimismo, Santamarina presenta otros datos que avalarían la hipótesis de la "nueva" filiación del Libertador: San Martín había asistido como oyente (ya que no era noble) al Real Seminario de Nobles de Madrid y los costos fueron pagados por Diego de Alvear; en sus casamiento con Remedios de Escalada, Diego de Alvear fue el padrino junto con su mujer, Carmen Quintanilla.
El historiador Hugo Chumbita parece haberse interesado bastante en todo este asunto de los verdaderos padres de San Martín. Él junto con el genealogista Diego Herrera Vegas y el descendiente de Alvear Ramón Santamarina se presentaron el martes 8 de agosto ante el senador Carlos De la Rosa, titular de la Comisión de Cultura del Senado de la Nación, para informarle sobre el interés en la filiación de San Martín. Plantearon la necesidad de profundizar la investigación y que el Senado los respalde. También propusieron la realización del ADN para quitar del todo las dudas. Dice Chumbita a la Revista NOTICIAS: "Ésto obliga a revisar todo. Hay que encontrar la madre, revisar la historia personal de San Martín en Europa. Tiene un significado en la reconstrucción de la historia de la Independencia, cuál era el sentido del proyecto que se iba a realizar, si era o no agente inglés. Hay nuevos elementos para pensar esa cuestión. Tenemos una visión parcial, como un héroe de bronce que vino a hacer lo que tenía que hacer y se fue." Según él, al poner en duda la identidad del Libertador, se pone en duda la identidad de la Patria.
De la Rosa se comprometió a analizar el tema en la comisión, ya que los solicitantes afirman que el Senado debe facilitar las condiciones para un argumento intensivo. Aunque para acceder a las pruebas de ADN es necesario el consentimiento de la familia, el Senado puede disponer por ley su realización debido a que San Martín no dejó descendencia directa.
Chumbita también está buscando en Yapeyú los restos óseos de Rosa Guarú, la supuesta madre indígena de San Martín, para determinar si su información genética coincide con la del Libertador. De no hallarla, todavía queda la prueba negativa, es decir, comparar el ADN de San Martín con el de Gregoria Matorras para verificar que no tienen relación.
9. Los contrarios a la versión
Así como se han presentado diferentes datos aprobatorios de la cuestión y un par de profesionales a favor, muchos historiadores han puesto todo de sí para desmentir la hipótesis recientemente presentada. Según Mario "Pacho" O´Donell, el gran enemigo de San Martín Carlos de Alvear, se divertía desparramando la calumnia de que Don José era hijo ilegítimo de su padre, Don Diego, en una aventura con una indígena misionera; pero esto contradice la versión de Pasquali sobre el silencio de Alvear en lo que a ese tema respecta.
Cuando San Martín llegó a Argentina en marzo de 1812, inmediatamente formó, junto a otros hombres que habían viajado con él, la Logia Lautaro, cuyo objetivo era acumular poder para afianzar la independencia del antiguo virreinato. El general Zapiola (ya anciano) revela a Bartolomé Mitre el compromiso secreto exigido por la logia: los hermanos elegidos para alguna función debían hacerse asesorar por el Consejo Supremo en las resoluciones de gravedad y antes de realizar alguna designación o ascenso debían contar con la anuencia de los venerables de último grado. Era la ley primera "ayudarse mutuamente, sostener la logia aún a riesgo de la vida, dar cuenta a los venerables de todo lo importante, y acatar sumisamente las órdenes impartidas". En caso contrario, la persecución y el desprecio seguirían al desobediente en los menores actos de toda su vida. San Martín había desobedecido las órdenes de la Logia en reiteradas ocasiones, pero "quizá la más imperdonable fue cuando, estando ya en Chile, se le ordena regresar con su ejército, para defender a Buenos Aires del acoso de los caudillos Ramírez y López. Esto hubiera significado renunciar a la campaña libertadora. De acuerdo con sus oficiales y soldados, en lo que dio en llamarse el Pacto de Rancagua, y con la complicidad de Manuel Belgrano, que se inmola reemplazándolo con su Ejército del Norte, San Martín desoye las órdenes y continúa con su campaña." "Un San Martín poco conocido", Diario La Nación, año 2000.
La Logia nunca se lo perdonará, y es posible que, a modo de venganza, hayan sido ellos quienes hicieron correr el rumor de que San Martín era mestizo y muchos otros rumores más, como que era opiómano, corrupto, loco, esposo infiel y desamorado.
En lo que parece que muchos no concuerdan es en el conocimiento del rumor por la sociedad en esa época. O´Donell asegura que el rumor fue lanzado en aquellos tiempos por la Logia o por Alvear, al tiempo en que la historiadora Patricia Pasquali se sorprende al pensar que Alvear jamás hizo público el dato de la filiación de San Martín que, de ser cierto, debería conocer. Juan José Castro, director del Museo Histórico Nacional y presidente de la Academia Argentina de la Historia, parece estar de acuerdo con Pasquali al señalar que "por pequeña que fuera la sociedad de entonces, la importancia en la filiación de San Martín no podría haberse silenciado para guardar apariencias, como si fuera una confabulación de tanta gente y por tanto tiempo". "De la historia a la comidilla", Diario La Nación, año 2000.
Doña Gregoria Matorras del Ser, hasta ahora conocida como la legítima madre del Libertador, era una sencilla mujer, aldeana del Obispado de Palencia, de pocas letras y católica según sus mayores. Sin razones para mentir o engañar a nadie, el 10 de julio de 1803, a los 65 años, hace testamento, en el que dice: "(…) Declaro que del referido mi matrimonio me quedaron cinco hijos (CINCO HIJOS) que lo son Dn. Manuel Tadeo, Dn. Juan Fermín, Dn. Justo Rufino, Dn. JoseL Francisco y Da. María Elena de San Martín, con los quales dhos. (dichos) varones, tanto en tpo. (tiempo) de su difunto Padre (…) pero puedo asegurar que el que menor costo me ha tenido ha sido el Dn. Josef Fran.co (y) (…) dejo, instituyo mis únicos y unibersales (sic) herederos a los significados Dn. Manuel Tadeo, Dn. Juan Fermín, Dn. Justo Rufino, Dn. Josef Francisco y Da. María Elena de San Martín y Matorras, mis cinco hijos legítimos y del enunciado Dn. Juan de Sn. Martín, mi difunto marido, para que lo que así se verifique, lo hayan, lleben (sic), gocen y hereden con la vendición (sic) de Dios (…)" (Documento M.M. N° 28. D ASM, T.I, pp.23-27 y Museo Histórico Nacional, T.1, pp.83 y ss) Como dice Juan José Castro en su artículo, Doña Gregoria Matorras no tenía necesidad de guardar semejante secreto durante toda la vida, cuando las circunstancias cambiaron. ¿Podría incluso callarlo cuando se dicta un testamento, al borde de la infinita muerte, siendo una aldeana anciana, simple y profundamente católica? ¿Tendría motivos para mentir sobre los orígenes de su hijo en una situación especialmente única? Juan José Castro considera que este documento es más definitivo que la memoria –"sin duda de buena fe", asegura- de doña Joaquina de Alvear, basada en una apreciación subjetiva.
Con esta presentación de documento doy por finalizado el informe de comprobación de hipótesis "Padres naturales de San Martín", en relación a la temática "San Martín y el contexto americano (1778-1850)".
Luego de buscar, leer, investigar, analizar y seleccionar información sobre el Gral. José de San Martín, realizar el informe sobre el tema abordado y separar los hechos que verificaban y los que negaban la hipótesis planteada, llegué a la conclusión de que no es realmente la filiación de San Martín lo que debería interesar a la gente. Cuando toda esta información saltó a la luz, el público sintió que se desmoronaba una de las más importantes figuras nacionales (quizá la más importante) y que nadie tenía derecho a cambiar la historia y la memoria del Padre de la Patria. Algunos dijeron (y con mucha razón) que todos estos datos que ahora se empezaban a conocer no desvalorizaban la figura del prócer, sino que la resaltaban ya que, habiendo sido un hombre común y corriente con los defectos de cualquier otro, había también sido capaz de realizar obras valerosas y magníficas. Además, como dice Mario O´Donell, ¿qué importancia tiene la filiación de San Martín salvo para los racistas? Es por eso que no creo necesarias pruebas de ADN, documentos probatorios u opiniones subjetivas para asegurar que Don José de San Martín fue, es y será siempre el Padre de los argentinos, el Padre de nuestra Patria, y para mí, esa identidad es suficiente.
Juan San Martín y Gregoria Matorras habrían adoptado a San Martín.
Manuscrito de la hija de Carlos de Alvear, Joaquina Alvear Quintanilla de Arrotea, que revela que San Martín y su enemigo compartieron padre.
Portada del revoltoso libro de José Ignacio García Hamilton.
Los dos libros de la historiadora Patricia Pasquali: "San Martín confidencial, correspondencia personal del Libertador con su amigo Tomás Guido (1816-1849)" y "San Martín, la fuerza de la misión y la soledad de la gloria".
- Bazán, Osvaldo; "La última pasión nacional"; Revista Noticias; año 2000.
- Cresto, Juan José; "De la historia a la comidilla"; Diario La Nación; año 2000.
- García Hamilton, José Ignacio; "Don José, la vida de San Martín"; Editorial Sudamericana; Buenos Aires; junio 2000.
- Hierro, Gustavo; "Eslabón perdido"; Revista Noticias; año 2000.
- O´Donell, Mario; "Un San Martín poco conocido"; Diario La Nación; año 2000.
- O´Donell, Mario; "San Martín, políticamente incorrecto"; Revista Noticias; año 2000.
- Santamarina, Ramón; Cartas de lectores La Nación; año 2000.
- Wiñazki, Nicolás; "Secretos detrás del bronce"; Revista Noticias; año 2000.
- "Piden un ADN de los restos del Libertador"; noticia del Diario La Nación.
Autor:
María Pía Giraudo
Colegio Corazón Eucarístico de Jesús Mariano J. Haedo, 2000