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El juramento martiano de defender la patria

Enviado por Félix Vega Alba


    El juramento martiano de defender la patria – Monografias.com

    El juramento martiano de defender la patria

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    Es parte de la labor política cotidiana y de la praxis familiar de estos autores una frase del líder de La Revolución Cubana Fidel Castro Ruz: "Nuestra patria cuenta con el privilegio de poder disponer de uno de los más ricos tesoros políticos, una de las más valiosas fuentes de educación y de conocimientos políticos, en el pensamiento, en los escritos, en los libros, en los discursos y en toda la extraordinaria obra de José Martí.

    Y a los revolucionarios cubanos más que a nadie, nos hace falta, tanto como sea posible, ahondar en esas ideas, ahondar en ese manantial inagotable de sabiduría política, revolucionaria y humana" (1)

    De esta concepción de Fidel emanan tres ideas básicas:

    1.- El pensamiento de Martí es un rico tesoro político.

    2.- Una de las más valiosas fuentes de educación y de conocimientos políticos.

    3.- A los revolucionarios cubanos les hace falta ahondar en ese manantial inagotable de sabiduría política, revolucionaria y humana.

    Este anuncio profético de Fidel fue uno de los motivos esenciales por lo que se decidió hacer una nueva lectura del libro "Ismaelillo", publicado por José Julián Martí Pérez en Nueva York, en 1882; como tierna ofrenda familiar a su hijo José Francisco Zayas Bazán. Pocas veces se ha visto algo similar, donde le expresa como padre, todo el amor que siente, a la vez que le confesa la preferencia que esté muerto antes que viva impuro. Así como una nueva lectura de los discursos de Martí en conmemoración del Diez de octubre. Estos discursos fueron pronunciados en Masonic Temple, Nueva York y Hardman Hall, Nueva York. No tuvo Martí la suerte de hacerlo en la tierra por la que fue capaz de morir.

    Es preciso leer a Martí con una pluma en la mano. Cada obra leída da evidencias de la evolución del pensamiento martiano durante algo más de 25 años, esenciales años de lucha en el plano individual e imprescindibles para el pueblo de Cuba.

    Este trabajo tiene como finalidad llamar la atención hacia el proceso de maduración, en el pensamiento martiano, de un eterno juramento por la Patria, por Cuba. Los autores comparten la opinión que, en el libro dedicado a su hijo, tan pronto como en 1882, José Julián está entregado a una sola causa, está convencido de ella y tiene fe, tanto en el mejoramiento humano, como en la vida futura y en la utilidad de la virtud.

    Se propone hacer un breve recorrido por los primeros poemas del Ismaelillo y se verá con claridad las afirmaciones anteriores. En su primer obra "Príncipe enano", hace significativas declaraciones, al asegurar que el pequeñuelo hijo es para él espuela y no por gusto seguramente incluye palabras que tienen que ver directamente con la lucha que había declarado en el poema Diez de octubre, donde le agradece a Dios que Cuba sacuda el dogal que la oprimía. Algunas de esas palabras son:

    1.- espuela.

    2.- senda.

    3.- estrella.

    4.- sol.

    5.- pelea.

    6.- batalla y otras.

    7.- armas.

    Leer es pensar, opinan los autores del trabajo que hoy se pone a disposición de otros lectores. Han pasado ya más de diez años del reinicio de la lucha por la independencia cubana y aun permanecen nubes negras. Dudas no hay en creer que estas nubes negras constituyen la expresión de las más oprobiosa explotación que sufre Cuba desde la llegada misma de los colonizadores españoles, pero hay un sol en el pensamiento martiano que ilustra reales posibilidades del cambio. Pensamiento de un hombre que a la vez es padre, que se declara bañado por humanos aires, entre rosas y mariposas inquietas.

    No se pretende ser absolutos con afirmaciones que quizás no todo el mundo comparta, pero lo que sí se desea es profundizar en la evolución de un pensamiento que crecía mucho más rápido que un cuerpo y humano y sus carnes físicas. ¿Por qué estaban inquietas las mariposas en Brazos fragrantes? ¿Por qué batían sus alas en un país donde ya no se podía vivir en quietud ni conformismos? ¿Es pura casualidad el uso de esta bella imagen o la exhortación a un cambio que se vio fraguado por un gran levantamiento y que duró diez años, o por un segundo y valioso intento que por su poca duración se les llama Guerra chiquita? Parece mucho pedir que los universitarios de hoy se acerquen a este tipo de realidades a las que Martí acostumbró a reflejar en sus escritos, pero los tiempos exigen el viaje por la historia, el descubrimiento de lo que, por falta de libertad de expresión de la época o simplemente por la edad de los destinatarios de los textos como en el caso que se presenta en este trabajo, no se podía o no se debía manifestar en toda la plenitud de sus necesidades.

    Una breve lectura por los primeros poemas del Ismaelillo acercan al lector al modelo de hijo que Martí quiso tener. En la dedicatoria del libro le llama hijo, para que no hubiese duda de la patente familiar del librillo, pero aquel hijo fue transformándose en caballero, jinetuelo, en diablillo: un día se vería que el diablillo no era tan diablillo y que el cojo simbólico de su padre no era tan cojo. A este diablillo le pregunta ¿no saben los hombres qué encargo traen? (2), crea una pausa notable en el texto para la reflexión y a continuación le indica la respuesta:

    Rasgarse el pecho el bravo pecho,

    Vaciar su sangre,

    Y andar, andar heridos

    Muy largo valle,

    Roto el cuerpo en harapos,

    Los pies en carne,

    Hasta dar sonriendo

    __ ¡No en tierra! __ exánimes!… (3)

    Para no extender la explicación y abrir una convocatoria a todos los lectores de este artículo a la profundización de la idea que se ofrece en el, se quiere cerrar esta primera parte con una llamada de atención hacia el juramento que hace en el año 1882, el que ya vislumbraba ser uno de los más grandes patriotas y pensadores cubanos, ante su pequeño y caballero hijo. José Julián le jura lealtad a José Francisco en el poema "Mi reyecillo". Una lealtad que cumplió hasta la tumba y que hoy mantiene firme ante los desafíos del siglo XXI y que lleva como esencia la sed de pureza, incólume seno y un rechazo sin igual al ansia de riqueza y a la vida acomodada.

    Y como lo que se pretende es mostrar ejemplos de cómo fueron enriqueciéndose algunos de sus conceptos por los que juró lealtad desde muy temprana edad, se mostrará también de forma breve cómo se dan estos en sus discursos conmemorativos del Diez de octubre.

    Martí pronunció cinco discursos en conmemoración del Diez de octubre:

    1.- Discurso en conmemoración del Diez de octubre de 1868.

    Lugar: Masonic Temple, Nueva York. (10 de octubre de 1887).

    2.- Discurso en conmemoración del Diez de octubre de 1868.

    Lugar: Masonic Temple, Nueva York. (10 de octubre de 1888).

    3.- Discurso en conmemoración del Diez de octubre de 1868.

    Lugar: Hardman Hall, Nueva York. (10 de octubre de 1889).

    4.- Discurso en conmemoración del Diez de octubre de 1868.

    Lugar: Hardman Hall, Nueva York. (10 de octubre de 1890).

    5.- Discurso en conmemoración del Diez de octubre de 1868.

    Lugar: Hardman Hall, Nueva York. (10 de octubre de 1891).

    En ellos expuso un sistema de ideas o puntos de vista sobre el amor a la patria, el concepto "Patria", el porvenir, el sentimiento, la América nuestra, la comunicación, la ciencia y otros temas esenciales. Es fundamental comprender que en estos discursos ratifica su único juramento ante los deberes de la Patria: defenderla.

    Recuérdese que como resultado de una experiencia personal cuando tenía nueve años, escribió poco tiempo después:

    Rojo, como en el desierto,

    Salió el sol al horizonte:

    Y alumbró a un esclavo muerto,

    Colgado a un seibo del monte.

    Un niño lo vio: tembló

    De pasión por los que gimen:

    Y, al pie del muerto, juró

    Lavar con su vida el crimen! (4)

    Ese mismo juramento lo ratificaría sucesivamente.

    Harto tiempo la patria con menguado

    Llanto y gemidos importuna al cielo: _

    ¡Desnude al fin la espada vengadora!

    ¡Encienda ya la fulminante tea!

    Cuando hay un brazo que al combate guíe

    Es pueblo infame el que cautivo llora.

    ¡A luchar! ¡a luchar! Que allá en el monte

    El dios de la esperanza nos sonríe! (5)

    (1871)

    ¡Despierta, oh pueblo mísero, cobarde!

    ¡La frente altiva que el polvo hundiste

    Lauros arranque a la memoria triste!

    ¡Para morir luchando nunca es tarde!… (6)

    (Madrid, 1872)

    Lloré, lloré de espanto y de amargura:

    Cuando el amor o el entusiasmo llora

    Se siente a Dios, y se idolatra, y se ora;

    ¡Cuando se llora como yo, se jura! (7)

    (Madrid, 1872)

    La vida es necesaria

    Para poder morir: hay noche y día:

    Morir es luz, más luz que cada humano

    Con fuego enciende de su propia vida. (8)

    (México, 1875)

    Y si más mártir que cobarde, lloro

    Tanta amargura, de aquel sol lejano,

    Mártir, más que cobarde, aquí lo adoro;

    Atada está, no tímida, mi mano! (9)

    (México, 1875)

    Por qué os secáis, violetas generosas,

    Que me dio en hora amarga mano pía?

    Pues patria al alma dáis, flores medrosas,

    ¡No os secaréis en la memoria mía! (10)

    En el discurso conmemorativo del diez de octubre (1888), expresa Martí, como síntesis de su fiel juramento, que es ya espuela, látigo, realidad, vigía, consuelo, reserva de la patria; por la está dispuesto a entregar la vida. Así lo confirma:

    "Nosotros somos espuelas, látigo, realidad, vigía, consuelo. Nosotros unimos lo que otros dividen. Nosotros no morimos. ¡Nosotros somos las reservas de la patria!" (11)

    En 1869, no ha cumplido Martí 16 años y se ha formado quizás, su primer concepto de qué significa para un cubano la patria y qué es el amor a ella.

    Lo expresa del modo siguiente:

    El amor, madre a la patria

    No es el amor ridículo a la tierra,

    Ni a la yerba que pisan nuestras plantas;

    Es el odio invencible a quien la oprime,

    Es el rencor eterno a quien la ataca… (12)

    (Cuba, 1869)

    En su primer discurso conmemorativo del Diez de octubre, dieciocho años después de Abdala, considera que lo que importa no es el triunfo personal, sino que la patria sea feliz. Ha prescindido ya de su vida y de su bienestar para entregarlos a la patria, y el amor a la patria, para él se ha convertido en "… inquebrantable juramento y melancólica constancia" (13)

    Así consideraría el patriotismo como un deber santo, cuando se lucha por poner la patria en condición de que vivan en ella más felices los hombres; que patria es humanidad; que es ara y no pedestal; que es dicha de todos, y dolor de todos.

    Útil es para todo cubano/a, albañil, ama de casa, profesor, oficial del MININT; la realización de una nueva lectura de estos discursos de Martí en conmemoración del Diez de octubre, donde pueda comprender cómo se fortalece el amor a Cuba, cómo la palabra cae en descrédito cuando los débiles; los vanos y los ambiciosos, abusan de ella; cómo los tiempos se han cumplido con la sangre de muchos; en qué radica la política científica de una nación; cómo el sentimiento es también un elemento de la ciencia y el hombre se deshonra cuando deshonra a los demás y el hombre puede elevarse a la justicia por la cultura; cuáles fueron las causas reales de la derrota de la Revolución en el pasado; y sepa cada cubano para qué somos hombre__ para mirar cara a cara la verdad.

    Referencias bibliográficas.

    1.- Cantón Navarro, José. José Martí y los trabajadores. Centro de Estudios Martianos, 2005, p. 13.

    2.- Martí Pérez, J.L. José Martí. Poesía Completa. Ed. Letras Cubanas, La Habana, 2008, P. 24.

    3.- Idem.

    4.- Martí, José. Obras Escogidas en tres tomos, t. 2, Centro de Estudios Martianos, 1992, p. 538.

    5.- Martí, José. Poesía Completa. Edición Crítica. Ed. Letras Cubanas, 2008, t2, p. 27.

    6.- Martí, José. Poesía Completa. Edición Crítica. Ed. Letras Cubanas, 2008, t2, p. 28.

    7.- Martí, José. Poesía Completa. Edición Crítica. Ed. Letras Cubanas, 2008, t2, p. 48.

    8.- Martí, José. Poesía Completa. Edición Crítica. Ed. Letras Cubanas, 2008, t2, p. 110.

    9.- Martí, José. Poesía Completa. Edición Crítica. Ed. Letras Cubanas, 2008, t2, p. 126.

    10.- Martí, José. Poesía Completa. Edición Crítica. Ed. Letras Cubanas, 2008, t2, p. 306.

    11.-Martí, José. Discursos del 10 de octubre, Ed. Ciencias sociales, 1978, p. 27.

    12.- Martí, José. Obras Escogidas en tres tomos, t. 1, Centro de Estudios Martianos, 1992, p. 20.

    13.- Martí, José. Discursos del 10 de octubre, Ed. Ciencias sociales, 1978, p. 9.

     

     

    Autor:

    MSc. Profesor auxiliar Félix Vega Alba.

    Subdirector de Investigaciones y Postgrados Filial Pedagógica Buey Arriba, Granma.

    Licenciado en Policiología, Capitán Yusdisnier Vega Santos.

    Oficial de Lacra, Bayamo, Granma.