Electroquímica orgánica. Conocimientos elementales. Relación con la industria y el medio ambiente
Enviado por mirifi
- Ventajas de los métodos electroquímicos y campos de aplicación de la electroquímica
- Factores condicionantes: condiciones de reacción
- Mecanismos de reacción
- Electroquímica de grupos funcionales orgánicos
- Electroquímica orgánica industrial
- Bibliografía
1.1 Un poco de historia: los comienzos de la electroquímica orgánica
La electroquímica de los compuestos orgánicos actual se construyó sobre la base del trabajo realizado durante el siglo XIX. El invento de la batería, la "Pila de Volta", en 1800 [1] fue esencial para el desarrollo de la "electrólisis" dado que las experiencias electrolíticas requieren un pasaje de corriente durante un período de tiempo extendido. Sin embargo, la primera síntesis electroorgánica fue realizada 30 años después por Faraday [2] quien electrolizó una solución de acetato y obtuvo un producto gaseoso, el etano. Esta síntesis de hidrocarburos vía la oxidación anódica de sales de ácidos grasos con pérdida de CO2 fue posteriormente desarrollada por Kolbe [3], quien la convirtió en la primera síntesis orgánica de uso práctico. En la actualidad, las investigaciones sobre esta reacción continúan activamente. La primera reducción electroquímica de un compuesto orgánico parece haber sido la dehalogenación reductiva de ácido triclorometanosulfónico sobre un electrodo de zinc, para originar ácido metanosulfónico [4].
Durante la segunda mitad del siglo XIX (1850 – 1900) se despertó el interés sobre la nueva técnica aplicada a la química orgánica preparativa ya que parecía tener muchas aplicaciones tanto a nivel laboratorio como industrial. En este período clásico se realizaron varias oxidaciones y sustituciones oxidativas, y reducciones de nitrocompuestos, compuestos carbonílicos y reacciones de dehalogenación. Sin embargo, los resultados parecían no muy prometedores ya que en la mayoría de los casos resultaron mezclas de compuestos. Finalizando el siglo XIX, Haber [5] publicó el trabajo, que luego sería un clásico, sobre la reducción en etapas de nitrocompuestos. En este trabajo Haber observó que aplicando una densidad de corriente constante el potencial de reducción efectivo se hacía cada vez más y más negativo y que para lograr selectividad en el proceso era necesario mantener el potencial del electrodo en un valor constante. Haber debió mantener el potencial fijo manualmente (aun no se conocía el potenciostato), esta labor no fue simple pues no es fácil encontrar el potencial óptimo para una reacción dada.
Durante mucho tiempo, no se ponderaron las valiosas propiedades del electrón, que adecuadamente aprovechadas lo convierten en un "reactivo" con múltiples y variadas aplicaciones. Afortunadamente, al fin quedaron de manifiesto las posibilidades de aplicación de la electroquímica a la química orgánica, siendo la primera aplicación a nivel industrial (1940–1960) la fluoración electroquímica de sustratos orgánicos, que aun continua siendo un proceso importante.
A partir de 1960 la electroquímica orgánica sufrió un rápido desarrollo. La característica de esta etapa fue la aparición de nuevas técnicas analíticas electroquímicas que permitieron investigar el mecanismo de las reacciones de electrodo de manera más eficiente. Otros avances fueron la introducción de la "electrólisis indirecta" usando mediadores orgánicos y organometálicos y el creciente interés en la electroquímica de sistemas bioorgánicos. También en este período aparecieron nuevas aplicaciones industriales.
Las nuevas técnicas analíticas permitieron obtener un conocimiento más detallado de las diferentes etapas de las reacciones electroquímicas. Se desarrollaron tanto la teoría para diferentes tipos de reacciones, como la instrumentación y la introducción de la simulación de las varias clases de señales analíticas fue un gran paso adelante. Existen disponibles en el mercado programas de simulación [6]. Se publicó una monografía sobre la teoría de las técnicas analíticas [7] y recientemente han aparecido discusiones de los métodos para estudios de reacciones [8]. Una de las técnicas analíticas más ampliamente utilizadas es la voltamperometría cíclica.
1.2 La Electroquímica y la Química Verde
En los últimos años han tomado popularidad los términos Química Verde ó Química Sustentable: "la química de los productos y procesos químicos no contaminantes del medio ambiente, que producen un beneficio para la humanidad y que son económicamente redituables para el mercado". Los métodos electroquímicos son particularmente "verdes", el reactivo es el electrón y la ausencia de subproductos convierte a las preparaciones electroquímicas de compuestos orgánicos (Electrosíntesis Orgánica) en métodos atractivos para la síntesis de productos farmacéuticos, agroquímicos, productos naturales complejos, una amplia variedad de interesantes intermediarios de reacción, precursores tales como drogas intermediarias quirales y otros productos de la química fina.
Los procesos electroquímicos industriales están entre las tecnologías químicas más interesantes e innovadoras, particularmente en los casos en que se busquen síntesis de bajo costo de productos de pequeña escala, alta pureza y alto valor agregado (productos de la química fina). Las características singulares de los procesos electroquímicos son que el electrodo actúa como un catalizador fácilmente reciclable a través del reactivo químico más económico, el electrón, que actúa en condiciones normales de temperatura y presión y puede ser fácilmente controlado.
Existe un gran número de reacciones electrosintéticas de moléculas orgánicas. El costo de estos procesos es similar al de los procesos térmicos usados comúnmente, mientras que, en general, causan menor daño ambiental. El punto de vista que prevalece internacionalmente es que "the industrial electrochemical production of organic substances has many specific applications," y que: "who, in evaluating the possible processes of interest, does not consider electrosynthesis as a possibility may very well loose a good commercial opportunity" [9].
1.3 ¿Qué sucede entre los químicos orgánicos sintéticos y los electroquímicos?
Aun frente a las interesantes propuestas de la electroquímica orgánica, los químicos orgánicos interesados en los métodos electroquímicos han notado que existe un agudo contraste entre las ricas potencialidades sintéticas en el campo de la electroquímica orgánica y la "relativamente" poca aceptación que han ganado las técnicas electroquímicas en el área de la síntesis orgánica. Sin duda uno de los principales motivos de esta desafortunada disparidad es la relativamente poca información publicada en relación con los tratamientos de los principios electroquímicos y su relación con la química orgánica. Más aún, aunque resulte molesto decirlo, es de notar que las técnicas electroquímicas son ignoradas en la química orgánica sintética, tanto en los libros de texto como en los reviews dedicados a síntesis orgánica.
Esta falta de relación entre los químicos orgánicos y los electroquímicos dentro de las comunidades académicas, no es una característica Argentina, sino mundial, y es mencionada como una razón para la estructura de un exitoso libro, Organic Electrochemistry, de Baizer and Lund (3rd. Edition, 1991, Marcel Dekker, Inc.), que tiene, como una indicación de su intención de contribuir a la solución de este problema, el subtítulo: "An Introduction and a Guide."
No es este, además, un problema superado. La falta de interacción persiste: el número especial de Chemical Reviews [96 (1), (1996)] dedicado a la síntesis orgánica no contiene una sola mención de métodos electrosintéticos. Sin embargo, la importancia práctica de los mismos ha sido confirmada regularmente en números especiales de revistas científicas consagrados a ese tema (Kagaku to Kogyo 43 No. 12, 1990, Soviet Electrochemistry 28, (4) (1992), Russian J. of Electrochem. 32 (1), (1996), Electrochim. Acta 42 (13,14), (1997)), y por artículos de revisión como el de Henning Lund (J. Electrochem. Soc., 149, S21-S33, 2002).
Los químicos que trabajan actualmente en las industrias relacionadas con la química orgánica han sido educados en el ambiente arriba descrito y son los consejeros naturales en el proceso de adopción de nuevos métodos. Esto hace que la desconexión mencionada tenga importancia práctica.
1.4 La electroquímica orgánica en la Argentina
El documento diagnóstico de la SECyT (http://www.secyt.gov.ar/diagnostico/2.6Quimica.htm) identifica en su punto 2.6.4.3, áreas de vacancia relativa (áreas de importancia que poseen pocos grupos de investigadores consolidados en Argentina) entre las que, en química orgánica, lista la Ciencias de los Materiales Orgánicos, la Síntesis Combinatoria y la Electroquímica Orgánica.
Por lo tanto, resulta de apreciada la formación de personal especializado en el tema.
2. VENTAJAS DE LOS MÉTODOS ELECTROQUÍMICOS Y CAMPOS DE APLICACIÓN DE LA ELECTROQUÍMICA
Existe la posibilidad de llevar a cabo una amplia gama de conversiones electroquímicas que presentan marcadas ventajas:
- Empleo de equipos simples y poco costosos (el precio de la electricidad aumenta menos rápidamente que el de las drogas químicas).
- Los métodos electroquímicos son rápidos, de fácil control automático y resultan en buenos rendimientos.
- Simplicidad de trabajo: no se forman subproductos que luego deban ser eliminados al aislar y purificar la droga deseada, evitándose operaciones de extracción lo que disminuye el costo de fabricación.
- Mayor eficiencia que con reactivos químicos oxidantes o reductores convencionales
- los métodos electroquímicos son particularmente "verdes" (el reactivos es/son el/los electrón/es y el electrón es un reactivo no contaminante) (esquema 1).
Esquema 1: Comparación de las reacciones de oxidación usando a) un oxidante químico con producción de residuo, b) cantidades catalíticas de un oxidante que se regenera electroquímicamente y c) oxidación electroquímica directa sin formación de residuo
- Se puede trabajar a temperatura ambiente, favoreciéndose ciertas reacciones difíciles variando su velocidad de reacción por modificación del potencial aplicado al electrodo de trabajo (Eapl).
- Los procesos son más selectivos (el uso del potenciostato permite mantener el Eapl en un valor fijo previamente seleccionado).
- Hay muchas reacciones que sólo pueden llevarse a cabo electroquímicamente, por ejemplo (esquema 2):
Los grupos funcionales potencialmente reducibles son: ArBr; >C=O y RCl. Electroquímicamente se reduce el halogenuro de arilo sin necesidad de proteger el grupo carbonilo por cetalización antes de realizar la reacción electroquímica.
9- Como la electroquímica permite la introducción y remoción selectiva de electrones de las moléculas orgánicas, es una herramienta ideal para invertir la polaridad de grupos funcionales conocidos. Por ejemplo: pueden agregarse electrones a grupos funcionales pobres en electrones (electrófilos) para convertirlos en grupos nucleofílicos o sacar electrones de grupos funcionales ricos en electrones (nucleófilos) para convertirlos en electrófilos (esquema 3). Los reactivos iones-radicales (radical-anión y radical-catión) intermediarios formados, luego pueden ser atrapados para completar reacciones que involucren el acoplamiento neto de dos electrófilos o dos nucleófilos, reacciones que de otro modo serían imposibles. Tales reacciones resultan interesantes porque su existencia crea la posibilidad de desarrollo de nuevas estrategias sintéticas para la preparación de moléculas complejas.
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En el esquema 4 se observa una recopilación incompleta de desarrollos recientes que señalan el camino a seguir en el futuro, usando electrosíntesis en la cual interviene un proceso inicial de reducción catódica del grupo funcional carbonilo. La polarización intrínseca del grupo carbonilo hace que éste sea susceptible de ser atacado por reactivos nucleofílicos. Como se indicó más arriba, la reducción (ganancia de electrones) invierte la polaridad tal que el C-carbonílico se transforma en un centro nucleofílico.
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"GEA" grupo electrón atrayente
El desarrollo de las reacciones electródicas de compuestos orgánicos depende ampliamente de las condiciones en las cuales se llevan a cabo, y sólo es posible interpretar el curso de las mismas conociendo exactamente y examinando rigurosamente estas condiciones. Entonces, el mero hecho que electroquímicamente pueda llevarse a cabo una química interesante no es suficiente. Para que la electroquímica resulte en un uso real para los no-especialistas, debe ser posible un análisis racional de los procesos orgánicos de electrodo, al menos de una manera suficiente, tal que se pueda predecir con confianza razonable el curso de una reacción electroquímica nueva en determinadas condiciones experimentales (de modo similar a las reacciones químicas homogéneas).
La transferencia electrónica en un electrodo debe considerarse como un caso particular de activación de una molécula a fin de aumentar su reactividad química. Por lo tanto, la cinética de electrodo debe ser entendida (como en el caso de otras formas de activación) a fin de controlar y eventualmente dirigir el proceso global en el camino deseado.
Aún una vez dilucidadas las características mecanísticas esenciales de un proceso dado, resulta necesario conocer las respuestas del sistema en estudio frente a cambios en las variables experimentales (factores condicionantes): potencial de trabajo, solvente, pH del medio, electrolito soporte, naturaleza del electrodo, presencia de atrapadores.
Con la ayuda de estos últimos conocimientos, el químico será capaz de dirigir una reacción hacia un nuevo rumbo, maximizar el rendimiento de un producto dado en una reacción que origina varios productos, etc. Los factores condicionantes ofrecen muchas posibilidades en el diseño sintético creativo.
Una vez realizadas las experiencias (usando técnicas electroquímicas analíticas: voltamperometría cíclica, polarografía, coulombimetría, etc.) que permitan conocer el mecanismo del proceso y obtenida la información deducida de las mismas, es posible proceder al aspecto más importante para la química preparativa: la síntesis de una cantidad suficientemente grande del producto de la reacción de electrodo como para posibilitar su aislamiento, purificación e identificación por los métodos químicos y espectroscópicos de la química orgánica, como preludio a una síntesis en gran escala.
Sin embargo, debe quedar claro que la importancia de la electroquímica orgánica va más allá de la puramente sintética, siendo los campos de aplicación:
- análisis y síntesis de compuestos orgánicos
- determinación y confirmación de estructuras
- estudios de intermediarios de vida media corta
- naturaleza del proceso de transferencia electrónica
- relaciones entre estructura y electroactividad
- iniciación de polimerización, síntesis de catalizadores
- degradación de materiales orgánicos
- estudios de sistemas redox biológicos
- investigaciones sobre la naturaleza de la actividad catalítica
- etc.
El dominio de los fenómenos conectados con la interacción de la electricidad con los compuestos orgánicos se ha extendido mucho en los últimos 30 años ya sea tanto en las áreas clásicas: electroquímica orgánica y sus aplicaciones a la fisicoquímica, electrosíntesis y sus mecanismos de reacción, como en nuevos campos relacionados con las aplicaciones prácticas de la electroquímica orgánica: celda de combustibles, baterías de alta energía, inhibidores de la corrosión, electrodeposición de metales, semiconductores orgánicos, materiales orgánicos fotoeléctricos y membranas biológicas. En relación con estas aplicaciones es de importancia fundamental la investigación en las áreas: fisicoquímica y química del estado sólido, transferencia electrónica homogénea y heterogénea relacionadas con las moléculas orgánicas, estructura de la interfase eléctrica, adsorción y electrocatálisis. La naturaleza interdisciplinaria de esta investigación ha permitido avances simultáneos en diferentes áreas y los investigadores han adquirido experiencia en diferentes campos.
3. FACTORES CONDICIONANTES: CONDICIONES DE REACCIÓN
Las reacciones electródicas de los compuestos orgánicos dependen marcadamente de las condiciones de reacción en las cuales se llevan a cabo. Las condiciones experimentales que pueden determinar el curso del proceso son la estructura de la molécula orgánica considerada, el solvente, el electrolito soporte, el pH del medio de reacción o su capacidad donora de protones, el material y estado superficial del electrodo, el potencial del electrodo y la temperatura.
3.1 Solvente – electrolito soporte
La baja solubilidad de los compuestos orgánicos en agua, el solvente más económico y menos contaminante, exige el uso de otros solventes, para cuya selección hay que recurrir a las propiedades conductoras de la electricidad y al intervalo de potencial útil, la reactividad y adsorción, así como la pureza, toxicidad y fácil manipulación.
En la tabla 1 se presentan las posibilidades de aplicación de varios solventes habitualmente empleados en electroquímica orgánica. Estos disolventes presentan una mayor resistencia eléctrica, pero amplían el intervalo de potencial en el cual es posible trabajar. Sin embargo, los límites de este intervalo dependen de la naturaleza del electrolito soporte presente, además de la electroactividad del propio solvente. La elección de un electrolito soporte también está condicionada a su intervalo útil de potencial, cuyo límite catódico depende del catión y el anódico del anión. Los electrolitos soporte con cationes como Li+, permiten alcanzar potenciales bastantes negativos y con aniones como ClO4- bastante positivos. En solventes orgánicos son recomendables las sales de tetraalquilamonio (R4N+), como cloruro de tetrametilamonio (Me4N+ Cl-) o perclorato de tetraetilamonio (Et4N+ ClO4-).
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Tabla 1: Intervalo de potencial útil de algunos solventes conteniendo a) LiClO4 102 mM; b) Et4N+ClO4 102 mM; c) HClO4 103 mM; y d) NaOH 103 mM, como electrolito soporte, en electrodos de diferente naturaleza.
Resistencia creciente de aniones hacia la oxidación:
I- < Br – < Cl- < NO3- < ClO4- < CF3COO- < F4B-
Resistencia creciente de cationes hacia la reducción:
Na+ < K+ < R4N+ < Li+
En los solventes próticos el límite catódico está dado por la reducción del H+, puede mejorarse usando un electrodo de Hg y como electrolito soporte sales de tetraalquilamonio: el Hg posee un alto sobrepotencial para la reducción del H+ (desprendimiento de H2).
En los solventes acuosos el límite anódico está dado por el desprendimiento de oxígeno.
Eligiendo adecuadamente el metal del electrodo se puede modificar el límite del intervalo útil de potencial, por ejemplo, la reacción de desprendimiento de hidrógeno permitiendo así la reducción de sustratos de otro modo imposibles de reducir.
metal | h -H / V | h -O / V |
Pd | 0.00 | 0.43 |
Ag | 0.15 | 0.41 |
El sistema solvente – electrolito soporte: acetonitrilo (ACN) – Et4N+ CF3SO3–, cuyo límite anódico es 3,2 V (Pt) y el límite catódico -2,6 V (Hg) presenta un comportamiento casi ideal, dado el amplio intervalo de potenciales entre los cuales es posible trabajar
- Especie electroactiva
La facilidad de reducción catódica y de oxidación anódica es la esperable en base a consideraciones puramente electrostáticas.
El sustrato puede experimentar modificaciones químicas previas a la transferencia electrónica, las que pueden afectar su comportamiento electroquímico. Por lo tanto, la especie electroactiva debe estar claramente identificada. Además de las transformaciones puramente químicas se han observado las siguientes modificaciones de sustratos.
- Complejación-p con un donor
Los ‘complejos de transferencia de carga’ se mantienen unidos por fuerzas de interacción muy débiles, no es de esperar que tales fuerzas influyan apreciablemente sobre el comportamiento electroquímico. Por ejemplo, el complejo de transferencia de carga entre el tetracianoetileno (TCE) y hexametilbenceno tiene un E1/2 (red) desplazado 39 mV hacia potenciales más negativos que el TCE, es decir ligeramente más difícil de reducir que el sustrato sin complejar.
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ii- Complejación con un ión metálico
Un ejemplo de esta clase de interacción es la oxidación anódica del propeno, la que por agregado de iones Hg+ ocurre por un camino de reacción diferente (esquema 5).
Esquema 5
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iii- Reacciones ácido-base
Las reacciones ácido-base que preceden a una transferencia electrónica en solventes acuosos y orgánicos-acuosos tienen efecto sobre el curso de una reacción orgánica de electrodo.
- Los cambios de pH pueden modificar la respuesta voltamétrica, ya sea cambiando el potencial al cual el sustrato es electroactivo y/o modificando la intensidad de corriente y/o la ‘forma’ de la respuesta. Si no se observan estos cambios, la especie electroactiva es el sustrato.
- Si el sustrato, SH, no es electroactivo o es muy difícil de reducir en el cátodo, puede transformarse en una especie reducible por protonación (SH2+). A medida que disminuye el pH, el equilibrio SH + H+ ⇄ SH2+ se desplaza hacia la forma protonada y el potencial de reducción se desplazará hacia valores menos negativos y alcanzará un valor constante e independiente del pH cuando todo el sustrato se encuentre como SH2+. La facilidad de reducción catódica sigue el orden: S- < SH < SH2+.
- Inversamente, un sustrato imposible o muy difícil de sufrir oxidación anódica, por deprotonación puede transformarse en una especie más fácil de oxidar. La facilidad de oxidación anódica sigue el orden: SH2+ < SH < S-.
3.3 Naturaleza del electrodo
La naturaleza del electrodo puede influir el curso de las reacciones electroquímicas, llegando incluso a formarse productos de constitución o composición distintas según el material del mismo. Además, la naturaleza del electrodo condiciona la sobretensión de hidrógeno y si es muy baja, queda limitado el intervalo de potencial disponible para estudiar procesos catódicos.
El material del electrodo desempeña un papel importante pero poco entendido en electrosíntesis orgánica y, el estado de la superficie del electrodo también es un factor decisivo para la reacción (especialmente en las oxidaciones anódicas).
Las reacciones anódicas sobre Pt, parecen depender del estado de la superficie del metal. El caso más conocido es la reacción de Kolbe. Para que la reacción tenga lugar es necesario un cambio en la composición de la superficie del electrodo.
A potenciales bajos (< 0,8V) sobre Pt puro, el ion acetato en solución acuosa se oxida completamente a CO2 y agua.
Al aumentar el potencial, la superficie del electrodo de Pt comienza a cubrirse con PtO y O2 adsorbido (en solución acuosa / Pt ocurre desprendimiento de O2 entre 1,2 y 1,8V).
Un posterior aumento del potencial trae aparejado un cambio en la composición del óxido (se forma un óxido superior) y las sales de ácido grasos se oxidan para dar los dímeros (hidrocarburos) buscados. O sea, la formación de óxido superior es el pre-requisito para que ocurra la reacción de Kolbe.
En la tabla 2 se presentan los cambios en la composición superficial del Pt en solución acuosa a diferentes potenciales.
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Tabla 2: Composición porcentual de la superficie del ánodo de Pt en solución acuosa a diferentes
potenciales.
E / V | Pt | (PtO)ads | PtO | PtO2 |
+ 0,7 | 56 | 39 | 5 | 0 |
+ 1,2 | 39 | 37 | 24 | 0 |
+ 2,2 | 34 | 24 | 22 | 20 |
Estos estudios de los cambios de la composición superficial del Pt, se llevaron a cabo en medio acuoso. ¿En medio no acuoso ocurrirá lo mismo? En solventes no acuosos, a menos que se extremen las condiciones, la [H2O] es ca mM y ésta es condición favorable para la formación de óxidos en la superficie. A menos que se extremen las precauciones, las condiciones son siempre favorables para la generación de una capa de óxido superficial.
Continuando con el mismo ejemplo, se ha demostrado que los ánodos de carbono favorecen el camino hacia la formación de iones carbonio. El fenómeno se atribuyó a la presencia de centros paramagnéticos en el carbono, los cuales atraerían a los radicales inicialmente formados (R.), impidiendo su desorción y favoreciendo una segunda transferencia electrónica y formando un carbocatión (R+).
La naturaleza del material carbono determina el rendimiento de productos formados vía radicales libres vs. vía carbocationes, por ejemplo, en la tabla 3 se presentan los rendimientos obtenidos del hidrocarburo saturado de C12 sobre diferentes materiales anódicos y en distintos solventes.
Tabla 3: Rendimiento porcentual de dodecano en la electrólisis de heptanoato en diferentes ánodos y solventes.
Solvente | Material del ánodo | C-Grafito | C-vítreo | Pt |
MeOH | 1 | 24-33 | 52 | |
Agua | 2 | 45-53 | 45 | |
DMF | 0 | 1-3,5 | 66 | |
Ácido puro | 1 | 33 | – |
Estos resultados se discutieron en términos de la ‘rugosidad’ superficial de los diferentes materiales. Se sugirió que la densidad de corriente real en la superficie anódica porosa, tal como la del C-grafito, debe ser mucho menor que aquella en C-vítreo: Agrafito>Avítreo y Jgrafito, real< Jvítreo,,real. Esta diferencia puede ser la responsable de la distribución observada de productos, debida solamente a distintos gradientes de concentración cerca del electrodo.
En relación con el material y la superficie del electrodo también deben tenerse en cuenta los ‘efectos de adsorción’. La teoría de la estructura de la doble capa eléctrica en solución acuosa se encuentra bastante bien desarrollada. Pero la naturaleza de los fenómenos de superficie, es decir los efectos debidos a la adsorción y a la estructura de la doble capa, se encuentra aún en estado bastante primitivo cuando se trata de solutos y solventes orgánicos y no es fácil manejarlos de modo que sirvan para predecir un dado fenómeno. Pero esta situación no significa que tales fenómenos deban ser ignorados, en especial si se considera que la transferencia electrónica es un proceso heterogéneo que ocurre en la interfase electrodo – solución altamente estructurada. Hay descritas muchas maneras en que los efectos de adsorción y de la doble capa han afectado las reacciones de electrodo.
El control estérico de una reacción electroquímica causado por la superficie del electrodo tiene su origen en la interacción sustrato – electrodo (enlaces p de compuestos aromáticos – superficie del electrodo). Así, el "complejo sustrato – electrodo" está impedido estéricamente para la aproximación de un reactivo químico desde el lado del electrodo. En el ejemplo siguiente (esquema 6) se observa el efecto de la orientación del sustrato producido por la superficie del electrodo. Una molécula plana especialmente diseñada para que presente diferentes requisitos estéricos sobre cada una de sus "caras", se retendrá sobre el electrodo a través de su ‘cara’ menos impedida. Este concepto se ilustra con la a -acetoxilación de un 2-alquilindano
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Esquema 6:
En la tabla 4 se presentan los resultados de la a -acetoxilación de dos 2-alquilindanos en diferentes condiciones (con fines comparativos se han incluido reacciones homogéneas análogas)
Tabla 4: Relación cis / trans en la a -acetoxilación de 2-alquilindanos
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Para el 2-ter-butilindano se observa un débil efecto en aquella oxidación anódica sobre Pt (metal fuertemente adsorbente) al compararlo con otros materiales de electrodo como C y PbO2 (menos adsorbentes). Al comparar con la producción del catión 2-ter-butil-1-indanilo generado por solvólisis, se observa que para el caso del Pt la relación cis / trans es ca. 10 veces mayor con este metal adsorbente. Con C y PbO2 las reacciones electroquímicas y químicas dan resultados similares. Para el sustituyente más pequeño, metilo, no se observa efecto.
Dentro de los fenómenos de superficie (causados ya sea por la naturaleza del material de electrodo y/o por el estado superficial del mismo) también pueden ocurrir otros fenómenos, como por ejemplo inhibición de las reacciones de electrodo. Se pueden observar diferentes casos:
- inhibición de todos los procesos de electrodo: adsorción de hidrocarburos de cadena larga sobre el electrodo formando una película no conductora que impide la transferencia electrónica.
- la especie adsorbida no causa interferencia: adsorción "plana" de compuestos aromáticos sobre la superficie del electrodo, donde la transferencia electrónica puede aparentemente ocurrir a través del sistema electrónico p .
- inhibición de uno de dos posibles procesos de electrodo: es la situación de mayor interés sintético potencial, pero es el fenómeno menos comprendido.
Al menos, alguno de estos casos parece tener su origen no por interferencia directa de alguna etapa electroquímica, sino por inhibición de las reacciones químicas que siguen a la transferencia electrónica. Por ejemplo, la dimerización, protonación ó deprotonación de un intermediario pueden resultar impedidas por una disminución de la velocidad de difusión del intermediario causada por la ‘película’ adsorbida. Un ejemplo útil de inhibición se observa en la reducción electroquímica del éster 3-(p-clorofenil)propiolato de metilo (nombre sistemático: 3-(p-clorofenil)propinoato de metilo)
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El comportamiento polarográfico del éster depende del tamaño de resto hidrocarbonado (R) del cation del electrolito soporte ver esquema 7.
Con R = Me, se observan dos ondas de 2 electrones cada una.:
I + 2e = II; II + 2e = III
A medida que aumenta el tamaño de R la primera onda disminuye y la segunda crece. Cuando R = n-Bu o mayor se observa una única onda de 4 electrones.
I + 4e = III
Las dos ondas de 2 electrones cada una corresponden a la reducción en etapas del triple enlace Cº C a C=C y de C=C a C-C. Cuando R es suficientemente grande el proceso es la reducción directa de 4 electrones del Cº C a C-C. Se sabe que los iones tetraalquilamonio (R4N+) se adsorben fuertemente sobre Hg, particularmente cuando R = butilo o mayor. El comportamiento electroquímico pareciera deberse a un efecto de adsorción, aunque también se sugirió que está originado en un efecto de campo eléctrico sobre la orientación del reactivo sobre la superficie del electrodo. Sea cual fuere el origen del efecto, la aplicación sintética es que se puede reducir el reactivo triplemente insaturado al doblemente insaturado o lograr la saturación total de los enlaces C-C eligiendo adecuadamente el electrolito soporte. Posiblemente otros compuestos estructuralemnte relacionados presenten el mismo comportamiento.
Esquema 7:
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3.4 Potencial de trabajo
En el ejemplo anterior se observa que los procesos orgánicos de electrodo pueden ocurrir en varias etapas separadas con formación de intermediarios estables, cada uno de los cuales se origina a un valor de potencial determinado. Por ejemplo, la reducción electroquímica de nitrobenceno a bajos potenciales origina fenilhidroxilamina, pero a potenciales más negativos (más reductores) se obtiene anilina como producto final (esquema 8).
Esquema 8
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Por lo tanto, si la reacción se efectúa a un potencial controlado (EPC: electrólisis a potencial controlado), se puede obtener con un alto grado de selectividad el producto de interés.
3.5 Efecto de la temperatura
La influencia de la temperatura en las reacciones electroquímicas no suele ser importante, pero puede cambiar el resultado final, por modificación de la velocidad de las reacciones químicas acopladas al proceso de transferencia electrónica o por complicar la retención y detección de compuestos volátiles que intervienen en el mismo.
3.6 Efecto protónico
Otro aspecto importante a tener en cuenta en las reacciones electroorgánicas es el efecto del ión hidrógeno (H+) sobre las mismas, generalmente a través de la capacidad donora de protones del solvente.
Una misma sustancia puede reaccionar electroquímicamente en forma diferente, mediante mecanismos distintos si el proceso tiene lugar en un solvente prótico o aprótico. Por este motivo es conveniente utilizar solventes apróticos y agregar cantidades controladas de protones a fin de observar los cambios originados en la reacción electródica.
El efecto de la concentración de protones aparece en numerosos procesos e inevitablemente en aquellos en los cuales la especie electroactiva es un ácido o una base, donde el pH de la solución tiene una importancia fundamental.
medios próticos: agua; etanol; mezclas dioxano-agua
medios apróticos: N, N-dimetilformamida (DMF); acetonitrilo (ACN); dimetilsulfóxido (DMSO)
donores de protones: fenol; ácido benzoico; agua
El fenol es electroinactivo frente a la reducción electroquímica y se encuentra poco disociado en DMF. El ácido benzoico es un buen donor de protones en DMF, y al potencial adecuado el protón se reduce liberando hidrógeno. El agua en DMF y DMSO es un donor de protones pobre, debido al elevado grado de estructuración de las mezclas agua-DMF y agua-DMSO.
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Por ejemplo en la reducción de p-benzoquinona (esquema 10) en medio neutro se observan dos ondas polarográficas (esquema 9 b), mientras que en medio ácido una única señal (esquemas 9 a).
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Esquema 9
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Esquema 10
Otro ejemplo en el cual se observa el efecto de la disponibilidad es el del comportamiento electroquímico de antraceno (ArH) en solución de DMF conteniendo cantidades variables y controladas de fenol como donor de protones (esquema 11).
Esquema 11
Solución 5 mM de antraceno (ArH) en solución de DMF | ||
Curva | [fenol] / mM | Observaciones |
1 | 0 | Solvente aprótico (DMF). 2 ondas: reducción en dos etapas: ArH + e ⇄ ArH.- + e ⇄ ArH2- |
2 | 1 | Concentraciones crecientes del donor de protones. La primera onda aumenta a expensas de la segunda y finalmente, la primera se duplica y desaparece la segunda. La altura total de la onda se mantiene siempre constante. La única onda (curva 4) corresponde a una reducción de 2e: ArH + 2e ⇄ ArH2- |
3 | 8 | |
4 | 12 |
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En el esquema 12 se presentan los diferentes caminos de reacción posibles, según las condiciones experimentales.
Esquema 12
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En solventes de baja disponibilidad protónica, el radical anión inicialmente formado (ArH.-) al potencial E1, no se protonará en la escala de tiempo de la experiencia y difundirá al seno de la solución, observándose una segunda onda monoelectrónica al potencial E3.
En solventes donores de protones, el radical anión inicialmente formado (ArH.-) al potencial E1, se protonará rápidamente aún en la escala de tiempo polarográfico, originando un radical anión neutro (ArH2.), más fácil de reducir que ArH (E2 anódico a E1).
Los cambios en la respuesta polarográfica de antraceno en solución de solvente aprótico al modificar la concentración del donor de protones corresponden a la importancia creciente del camino de reacción I vs. el II.
Para sustratos muy básicos, k1 será grande y el camino de reacción I puede prevalecer aún para concentraciones bajas de donor de protones, por ejemplo:
En un medio suficientemente ácido existe la posibilidad de otro componente mecanístico, el material de partida protonado (SH+) y entonces la especie electroactiva es el ácido conjugado.
Debido a la carga positiva de SH+, E4 será anódico a E1 y E2 y por lo tanto únicamente se verán dos ondas de 1 electrón cada una, tal como en medio aprótico, pero correspondientes a dos etapas. Los hidrocarburos aromáticos no son lo suficientemente básicos como para formar el ácido conjugado. Si lo son, por ejemplo las cetonas aromáticas y las bases de Schiff (>C=N-).
Dependencia de los productos de reacción con las condiciones experimentales en la reducción de antraceno.
Sustrato | Producto deseado | Condiciones experimentales a utilizar |
antraceno | ArH.- | Potencial de 1ra. onda (E1); medio aprótico |
| 9,10 dihidroantraceno (ArH3) | Potencial de 2da. onda (E3); medio prótico-neutro ó medio aprótico en presencia de un débil donor de protones |
4.1Secuencia de reacciones
El comportamiento electródico de las sustancias orgánicas indica que, en general la reacción en el electrodo está determinada por la transferencia de un electrón por molécula, originándose la fisión de un enlace y la correspondiente reorganización de la molécula. Si bien hay compuestos que reaccionan en el electrodo con el concurso de un número mayor de electrones, este hecho se explica como resultado de etapas sucesivas que se producen a potenciales muy próximos o difíciles de discernir, o bien por tener lugar la formación de especies que son inmediatamente transformadas por ser electroactivas a partir de un potencial inferior al del proceso que las originó.
Antes de averiguar cual es la secuencia de etapas elementales que conducen al/los producto/s estable/s debe ser identificada la especie electroactiva (ver 3.2).
Un importante postulado de la electroquímica es: los electrones se transfieren de a uno, por lo tanto, el primer intermediario proveniente de una transferencia electrónica directa es un anión-radical, RH.-, (reducción) ó un catión-radical, RH.+, (oxidación).
Los iones radicales pueden continuar reaccionando electroquímica y/o químicamente:
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Reacciones de iones-radicales vs. iones doblemente cargados
El ión-radical formado en la primera transferencia electrónica puede sufrir una segunda transferencia con formación de una especie di-cargada (dicatión: RH2+ ó dianión: RH2-).
En un medio de suficientemente baja nucleofilicidad (electrofilicidad) estas dos transferencias electrónicas originarán dos señales voltamétricas sucesivas, cada una de ellas correspondiente a la transferencia de un electrón. Así, en un proceso electroquímico existe la posibilidad que la distribución de productos dependa del potencial, debido a las diferentes rutas de reacción del catión-radical (anión-radical) y del dicatión (dianión).
A modo de ilustración (esquema 13):
Esquema 13: Reacciones de iones-radicales vs. iones doblemente cargados.
M: sustrato con propiedades nucleofílicas; E+: electrófilo agregado.
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Aunque el esquema 13 tenga apariencia compleja, no se debe olvidar que manipulando convenientemente las variables experimentales se puede obtener un rendimiento casi cuantitativo de cualquiera de los dos productos posibles EME ó EMME.
Acoplamiento: ¿vía iones-radicales?, ¿radicales neutros? ó entre ¿ion-radical y sustrato?
El problema más importante que se plantea en las reacciones de acoplamiento es: ¿ocurre vía iones-radicales?, ¿radicales neutros? ó entre ¿ion-radical y sustrato?
A continuación (esquema 14) se ejemplifica con la reacción de electrohidrodimerización (reacción de acoplamiento reductivo) de olefinas activadas. Las reacciones de hidrodimerización, muy frecuentes en electroquímica orgánica, pueden seguir un mecanismo a través de una etapa ión-radical – radical ó a través de una etapa ion-radical – especie inicial. La situación para el mecanismo se resume para el acrilonitrilo. La reacción del acrilonitrilo para formar el adiponitrilo, utilizada a escala industrial, ilustra la competición de mecanismos mediante la secuencia de reacciones presentadas en el esquema 14. Muchas investigaciones sobre el mecanismo de esta reacción fueron inspiradas en el descubrimiento de Baizer quien observó que por electrólisis bajo ciertas condiciones, el acrilonitrilo, una olefina activada por un grupo atractor de electrones (EWG) podía dimerizar a adiponitrilo que puede ser transformado en ácido adípico y hexametilendiamina, ambas drogas usadas para la síntesis de Nylon 66.
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Esquema 14
Estudios realizados con otros compuestos similares sugieren la formación de una especie nucleofílica, es decir que el proceso seguiría un mecanismo anión-radical especie inicial.
En las macro-síntesis es frecuente y necesario utilizar concentraciones de sustrato mayores que 1M, favoreciéndose la formación del hidrodimerización vía la reacción entre el anión-radical y el sustrato. En experiencias analíticas se trabaja con bajas concentraciones de sustrato (mM), favoreciéndose la ruta radical – radical.
La distribución de productos en las electrodimerizaciones mixtas, en las cuales dos monómeros M1 y M2 se electrolizan juntos dando cantidades variables de HM1M1H, HM1M2H y HM2M2H puede manejarse modificando las condiciones experimentales.
Si M1 y M2 se electrorreducen a diferentes potenciales y son electrolizados a un potencial para el cual uno sólo es electrorreducible, por ejemplo M1, se pierde el hidrodímero simétrico de M2, pero se forma el hidrodímero mixto HM1M2H además de HM1M1H.
Si ambos monómeros se electrorreducen a potenciales similares se formarán los tres hidrodímeros posibles: HM1M1H, HM1M2H y HM2M2H.
5. ELECTROQUÍMICA DE GRUPOS FUNCIONALES ORGÁNICOS
5.1 Reducción catódica
La reducción de los compuestos orgánicos frecuentemente da lugar a la transformación de un grupo funcional en otro. Para un determinado grupo el proceso está influido por la presencia de los sustituyentes y por factores estereoquímicos ya que la facilidad de introducción de un electrón en una posición dada depende de la densidad electrónica y por lo tanto de la constitución y configuración de la molécula completa. Es casi imposible, establecer un esquema general que comprenda todas las conversiones de los diferentes grupos funcionales.
En la figura 1 se presentan los límites de potencial aproximados para la reducción de diversos grupos de compuestos orgánicos.
Figura 1: Intervalos de potencial para la reducción de compuestos orgánicos.
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5.1.1 Grupos funcionales conteniendo oxígeno
La reducción catódica del grupo carbonilo de los compuestos carbonílicos, puede dar lugar a diversos productos según las condiciones experimentales (esquema 15).
Esquema 15
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Los ácidos carboxílicos alifáticos (RCOOH) no se reducen en el cátodo, pero los ácidos aromáticos (Ar COOH) pueden pasar a alcoholes (esquema 16).
Esquema 16
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Los fenoles no son catódicamente reducibles, mientras que las quinonas se reducen a través de la formación de aniones radicales con formación de hidroquinonas.
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5.1.2 Grupos conteniendo nitrógeno
Los nitrocompuestos alifáticos en medio ácido, presentan una onda de reducción de 4 electrones y forman alquilhidroxilaminas y en medio básico aparece una segunda onda de 2 electrones correspondiente a la reducción a amina.
Los nitrocompuestos aromáticos en solución ácida, también se reducen a arilhidroxilaminas, probablemente a través de nitrosocompuestos, dando finalmente aminas aromáticas a potenciales más negativos o incluso a p-aminofenoles, en medio ácido sulfúrico concentrado. La reducción en medio básico conduce a la formación de azoxi, azo e hidrazocompuestos aromáticos (esquema 17). En efecto, por reacción de nitrosobenceno con la fenilhidroxilamina formados se obtiene azoxibenceno, que a través de una reducción de 2electrones pasa a azobenceno, el que por posterior reducción da hidrazobenceno.
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Esquema 17
Los nitrilos se reducen catódicamente a aminas, en cátodos de baja sobretensión de hidrógeno, como Pt, con formación de un polímero de bajo peso molecular.
5.1.3 Derivados halogenados
Los compuestos halogenados pueden reaccionar en el cátodo originando la ruptura del enlace C-halógeno, a potenciales que dependen de la naturaleza del halógeno presente. En general la facilidad de reducción aumenta en el orden: F, Cl, Br, I.
Tanto en medio prótico como aprótico, los monohalogenuros alifáticos se reducen a través de un proceso de 2 electrones dando un hidrocarburo.
O, a través de una transferencia monoelectrónica para dar un dímero.
En determinadas circunstancias el radical intermediario puede reaccionar con el metal del electrodo, formando un compuesto organometálico.
Los halogenuros aromáticos suelen reducirse a hidrocarburos.
5.1.4 Hidrocarburos
Los alquinos pueden reducirse a olefinas o parafines y las olefinas a parafinas. La reducción de las olefinas lleva a la formación de distintos productos en función de los otros grupos funcionales presentes en la molécula de sustrato. Así, el ácido acrílico se reduce a ácido propiónico y el acrilonitrilo a adiponitrilo.
La reducción del triple enlace Cº C, es más difícil que la del doble enlace. El proceso se puede representar esquemáticamente, pero su desarrollo depende ampliamente de las condiciones experimentales.
Los hidrocarburos aromáticos se reducen en cátodos de baja sobretensión de hidrógeno dando diversos productos (esquema 18).
Esquema 18
5.2 OXIDACIÓN ANÓDICA
Las reacciones de oxidación han sido menos estudiadas que las reducciones, a pesar que algunos procesos forman parte de la electroquímica preparativa tradicional.
En la figura 2 se presentan los límites de potencial aproximados para la oxidación de diversos grupos de compuestos orgánicos.
Figura 2: Intervalos de potencial para la oxidación de compuestos orgánicos.
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5.2.1 Grupos funcionales conteniendo oxígeno
Los ácidos carboxílicos pueden oxidarse en un proceso mono o bielectrónico, según la naturaleza del material del electrodo, de acuerdo con las características del solvente y con la estructura de la molécula de partida. El ejemplo clásico es la reacción de Kolbe, que ocurre con sales de ácidos de hasta 30C y donde la ramificación de la cadena, excepto en posición a – no afecta.
La formación de alcoholes, por oxidación anódica de sales de ácidos carboxílicos, denominada reacción den Hofer-Moest, tiene lugar en disoluciones muy alcalinas y produce un alcohol con un átomo de C menos que el ácido original.
La oxidación de alcoholes primarios y aldehidos, suele conducir a la formación de los correspondientes ácidos carboxílicos, mientras que la oxidación de cetonas es un proceso más difícil.
La oxidación de fenoles, difiere de la de los alcoholes alifáticos, puede transcurrir a través de procesos mono ó bielectrónicos en función de las condiciones experimentales, dando una variedad de productos.
5.2.2 Grupos funcionales conteniendo nitrógeno
Las aminas alifáticas no se oxidan en solución acuosa, pero sí en un medio anhidro y ánodo de Pt. En cambio, las aminas aromáticas son fácilmente oxidadas con formación de varios y diferentes productos (esquema 19).
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Esquema 19
5.2.3 Derivados halogenados
Entre los halogenuros, sólo se oxidan en el electrodo los de iodo, pues los compuestos de halógenos más electronegativos forman moléculas cuya oxidación es difícil en las zonas de potenciales accesibles.
Los ioduros de alquilo producen inicialmente iones carbonio, que luego reaccionan con el solvente; y los ioduros de arilo originan compuestos de acoplamiento, debido a la dificultad de formar iones carbonio.
En efecto, la oxidación de un iodocompuesto alifático en el solvente aprótico acetonitrilo, produce acetamida N-sustituída por posterior hidrólisis.
5.2.4 Hidrocarburos
Los hidrocarburos alifáticos son bastante difíciles de oxidar, pero en determinadas condiciones experimentan el proceso de oxidación anódica.
La oxidación de hidrocarburos simples, metano, etano, propano, etc. tiene importancia por su aplicación en las celdas de combustible.
El proceso de electrodo primario en la oxidación de hidrocarburos en solventes apróticos, es la formación del catión-radical. Debido a la elevada reactividad química de los cationes- radicales reaccionan rápidamente con especies nucleofílicas y básicas presentes en el electrolito, resultando ya sea en la formación de un producto de adición entre el catión-radical y un nucleófilo o un producto de eliminación por pérdida de un protón del catión-radical extraído por la base.
En cada caso el radical formado (H-R.-Nu y R. ) puede tener un potencial de oxidación menor que el sustrato original, siendo posible la transferencia de un segundo electrón.
Finalmente, los cationes formados se convierten en productos neutros por una segunda reacción química con un nucleófilo y/o una base presente en el electrolito. (mecanismo ECE). Hay otros posibles mecanismos de reacción alternativos ECC y EEC.
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Los hidrocarburos aromáticos se oxidan más fácilmente que los alifáticos, con formación de productos que dependen de la naturaleza del material de electrodo, del medio y de la naturaleza del sustrato. Por ejemplo, la oxidación de benceno da lugar a fenol, que luego se oxida a quinona, en medio ácido sulfúrico y con un ánodo de Pb/PbO2, pero en disolución de nitrato de sodio y con un ánodo de grafito forma nitrobenceno (esquema 20).
Esquema 20
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6. ELECTROQUÍMICA ORGÁNICA INDUSTRIAL
6.1 Introducción
Aunque podría considerarse que la historia de la electroquímica industrial comenzó a partir del 1800, han sido comercializados pocos compuestos químicos orgánicos de producción electrolítica, tanto en pequeña como en gran escala. Dado que no es posible atribuir este hecho a que las moléculas orgánicas no puedan ser sintetizadas sobre un electrodo, varios autores han listado un número de factores, pero parecería que ninguno de ellos es el predominante.
Educación: En la formación de muy pocos químicos orgánicos se ha introducido la idea del uso de un electrodo en los métodos sintéticos y tampoco se les han dado conocimientos de electroquímica orgánica (ver 1.3: ¿Qué sucede entre los químicos orgánicos sintéticos y los electroquímicos?)
Disponibilidad de equipamiento: Hasta mediados de 1960, los químicos debían construir sus propios potenciostatos y fabricar sus celdas de laboratorio sobre la base de la propia intuición y equipos disponibles.
Materiales: Antes de 1950 no existían plásticos químicamente resistentes, livianos y aislantes para la fabricación de celdas para uso comercial, a lo que se le sumaba el lento desarrollo de materiales para separar anolito de catolito.
Ingeniería: La ingeniería electroquímica, que es una parte de la ingeniería química, se ha desarrollado lentamente, pero actualmente está bien establecida.
Con muchos de los inconvenientes subsanados, es de esperar avances trascendentales en el campo de la electrosíntesis orgánica para uso comercial. Posiblemente se estén llevando a cabo adelantos importantes, pero nada puede asegurarse dada la privacidad de las actividades comerciales. Uno de los problemas fundamentales, no mencionado hasta ahora, es que si bien el electrón es uno de los reactivos más baratos, frecuentemente, en la electrosíntesis orgánica debe competir con reducciones y oxidaciones usando hidrógeno y oxígeno, respectivamente y además, siempre hay una segunda reacción en el contraelectrodo, la que es inevitable, y se adiciona al costo energético a menos que se realice una "síntesis pareada" (ver 6.2.3: Electrosíntesis pareada y celda – 200%).
Entonces, ¿donde están las oportunidades comerciales de la electrosíntesis orgánica? Después de interesantes discusiones en este tema, se llegó a la conclusión que un proceso de electrodo no es la respuesta a la mayoría de las rutas sintéticas de compuestos orgánicos a pesar de la amplia variedad de reacciones que pueden llevarse a cabo. Se podría decir que para que una reacción orgánica de electrodo sea de importancia comercial al compararla con una reacción química tradicional, deberían cumplirse uno o más de los siguientes criterios:
- Alta selectividad y fácil procesamiento de la mezcla de reacción hasta obtener el producto deseado.
- Uso de materia prima barata.
- Eliminación de una o más etapas del proceso químico convencional, probablemente llevando a cabo electroquímicamente una reacción química difícil.
- Evitar residuos y/o permitir un reciclado efectivo del reactivo.
- Obtener productos deseados tanto en el ánodo como en el cátodo: síntesis pareada (difícil de lograr!!)
Muchos de los anteriores criterios son comunes a los procesos químicos tradicionales.
Aunque la investigación en electroquímica orgánica considera muchas variables, tales como material de electrodo, densidad de corriente, potencial aplicado, composición del electrolito, pH y temperatura, para desarrollar un proceso de celda viable, se necesita además otro tipo de información y es aquí donde la disciplina ingeniería electroquímica comienza a desempeñar su papel. La ingeniería electroquímica reúne de la electroquímica la cinética de electrodo y la termodinánica de celda, de la física la teoría de potencial y la teoría de transporte de la de la ingeniería química. Esto resulta en dos ramas de la ingeniería electroquímica, los procesos de transporte y la ingeniería de reacciones. La consideración de estos fenómenos no solo importa para producir una celda para trabajo comercial, sino también es la llave para lograr una buena síntesis en escala de laboratorio. Una pobre distribución de corriente, ineficaz transferencia de masa o mezclado en una celda de laboratorio puede resultar en un rendimiento elevado de productos secundarios no deseados.
En este artículo no se hará referencia al diseño de celda [10], sólo se verán algunos ejemplos de procesos practicados de síntesis electroorgánica, o procesos desarrollados desde el punto de vista de comercialización.
6.2 Procesos electroorgánicos industriales
Los procesos electroquímicos de importancia comercial para la preparación de precursores de ciertos productos farmacéuticos y perfumes se conocen desde hace ya varios años, pero la producción de productos químicos en varios cientos de toneladas/año es bastante reciente. Una de las primeras plantas grandes fue construida en 1937 para la manufactura de sorbitol y manitol por reducción catódica de glucosa, pero en pocos años este proceso fue reemplazado por el de hidrogenación catalítica a elevada presión. Recién en 1964 una real preparación en gran escala fue puesta en funcionamiento en Nalco-tetraalquilplomo y al año siguiente Monsanto comenzó el suceso más grande de la historia de los procesos electroorgánicos industriales, la producción electrolítica de adiponitrilo. En plantas piloto o en escala semicomercial han sido investigados varios procesos electroorgánicos que cubren una amplia gama de tipos de reacciones: reducción de ácidos ftáticos a los correspondientes ácidos dihidroftálicos [11]; benceno a 1,4-ciclohexadieno [12], naftaleno a dihidronaftaleno [13] y el acoplamiento reductivo de acetona a 2,3-dimetil-2,3-butanodiol (pinacolona) [14]. Los procesos anódicos examinados al menos en plantas pilotos cubren entre otros: la oxidación de propileno a óxido de propileno [15], la síntesis de Kolbe de sebacato de dimetilo a partir de adipato de monometilo [16] y la oxidación de 1,4-butinodiol a ácido acetileno dicarboxílico [17]. 3M Company en Haastings, Minnesota ha practicado la fluoración electroquímica de compuestos orgánicos desde 1951. Más de 40 procesos electroquímicos han sido desarrollados por el Central Electrochemical Research Intitute (CECRI) en la India y muchos de ellos han sido comercializados en escala relativamente pequeña. Algunos de estos productos son: ácido p-aminobenzoico, p-aminofenol, ácido p- nitrobenzoico, ácido succínico, alcohol bencílico, benzaldehido, aldehido salicílico, bencidina y sacarina.
6.2.1 Activación electroquímica en reemplazo de la activación por cloro
Muy frecuentemente los compuestos orgánicos se activan por cloración para ser usados como intermediarios. Este procedimiento conduce a la formación de productos secundarios policlorados que son difíciles de destruir. Además, el ácido clorhídrico que se genera en la sustitución por cloro no es suficientemente limpio para la regeneración electroquímica del cloro. Una activación similar de los compuestos orgánicos puede lograrse por oxidación electroquímica. Los cationes-radicales o cationes de ellos derivados pueden originar los mismos productos que los intermediarios clorados. Un ejemplo típico es la fabricación de benzaldehidos sustituidos a partir de los correspondientes derivados del tolueno (esquema 21).
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Esquema 21: Generación convencional (a) y electroquímica (b) de benzaldehidos, ejemplificada para p-metoxibenzaldehido:
En un proceso convencional, en una primera etapa se forman los cloruros de benzal sustituidos y HCl, este paso está seguido de una hidrólisis que origina el producto buscado junto con subproductos y HCl diluido y contaminado. Por lo tanto la regeneración electroquímica de cloro no es posible y el ácido queda como residuo que debe ser posteriormente tratado para su eliminación. A diferencia del proceso químico, el electroquímico se lleva a cabo usando metanol como solvente y como reactivo, formándose el dimetilacetal del benzaldehido, que luego se hidroliza dando el producto deseado y metanol que se recicla al proceso.
El proceso electroquímico tiene ventajas ecológicas decisivas sobre la alternativa clásica. Es técnicamente realizado en BAFS AG. Ludwigshafen para varios aldehidos aromáticos en una escala de varios cientos de toneladas por año [18].
6.2.2 Reciclado electroquímico de productos secundarios
Los procesos electroquímicos se usan frecuentemente para la detoxificación de residuos peligrosos (curative envirommental protection) [19]. Este proceso se optimiza cuando los productos secundarios se reciclan electroquímicamente al reactivo inicial o aun mejor, se convierten en el producto final buscado. Un ejemplo muy lindo para el segundo caso ha sido desarrollado por Hoechst AG (ahora Clariant) en la producción de ácido monocloro acético por cloración de ácido acético [20]. En esta fabricación es imposible evitar la sobre cloración, que origina ácidos di- y tri-halogenados. Después de recuperar el producto deseado por recristalización-fusión, los licores madres que contienen los productos policlorados no deseados quedan como residuo peligroso. Sin embargo, si esos licores se someten a un proceso electroquímico reductivo, ocurre dehalogenación y los compuestos policlorados se transforman en el ácido monohalogenado (esquema 22). El proceso se lleva a cabo en una celda dividida usando una membrana Nafion de intercambio catiónico y con electrodos de grafito, en presencia de muy pequeñas cantidades (10 – 100 ppm) de acetato de plomo como catalizador redox.
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Esquema 22:Formación de ácido monocloroacético por reciclado electroquímico de los productos secundarios polihalogenados.
6.2.3 Electrosíntesis pareada y celda – 200%
El consumo puede economizarse generando productos de alto valor agregado tanto en el ánodo como en el cátodo ("electrosíntesis pareada", "paired electrosynthesis"). Aunque en la literatura hay informados algunos ejemplos, estos procesos han sido aplicados a escala industrial muy recientemente [21]. Esta síntesis puede ser realizada de cuatro maneras diferentes:
- Dos sustratos diferentes originan productos diferentes en el ánodo y en el cátodo.
- Dos sustratos diferentes conducen al mismo producto en el ánodo y en el cátodo.
- Un único sustrato origina dos productos diferentes, uno en el ánodo y otro en el cátodo.
- Un único sustrato conduce al mismo producto en el ánodo y en el cátodo.
La primera síntesis fue introducida por Basf AG en 1999, y constituye un ejemplo del caso 1) mencionado arriba (dos sustratos originan dos productos de interés): El ftalato de dimetilo se reduce catódicamente dando phtalida, mientras que en el ánodo, 4-ter-butiltolueno se oxida originando el dimetilacetal de 4-ter-butilbenzaldehido. La reacción ocurre en una celda de un compartimiento usando metanol como solvente (esquema 23).
Esquema 23: Síntesis pareada aplicada industrialmente por BASF AG en la obtención de ftalida en el cátodo y dimetilacetal del benzaldehido en el ánodo.
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Un ejemplo típico del caso 2) (dos sustratos diferentes originan el mismo producto) es la formación del ácido glioxílico por reducción catódica de ácido oxálico y por oxidación anódica de glioxal [22].
Según el caso 4) en ambos electrodos se puede formar el mismo producto (celda – Rto. 200%!). Este caso queda ejemplificado con el proceso multimediado que se presenta a continuación (esquema 24).
La formación de peróxido de hidrógeno está catalizada ya sea por una cobalto porfirina acuosoluble o una fenantroliniodiona N-metilada (FLQ) que se reduce en el cátodo a la hidroquinona (HFLQ). La hidroquinona genera peróxido de hidrógeno por reacción con el oxígeno del aire. Luego, el peróxido de hidrógeno se usa para oxidar el ion bromuro a bromo. En el ánodo el ion bromuro se oxida electroquímicamente a bromo. Así, en ambos electrodos se genera bromo como agente oxidante. El bromo se utiliza para la obtención química de 2,5-dimetoxi-2,5-dihidrofurano, regenerándose el ion bromuro. El proceso resulta de un rendimiento formal de 200%: dos electrones generan dos moléculas de un producto de oxidación de 2 electrones por molécula. Prácticamente se han alcanzado rendimientos de corriente cercanos a 190%.
Esquema 24: Electrosíntesis pareada que origina el mismo producto en ambos electrodos (proceso electrolito con rendimiento 200%) aplicado a la obtención industrial de 2,5-dimetoxi-2,5-dihidrofurano
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6.2.4 Conclusiones
La metodología electroquímica es una técnica "amiga del medio ambiente" y es excepcionalmente adecuada para la "protección ambiental preventiva". No sólo pueden evitarse residuos tóxicos sino que también puede economizarse el uso de los recursos. Se esperan grandes avances en el desarrollo de los sistemas electroorgánicos y en la sustentabilidad de los mismos dado el gran potencial de estos procesos en favor de la protección ambiental. La incorporación de esta tecnología en las líneas de producción de la industria química, permite nuevas oportunidades de enfrentarse a los desafíos tecnológicos que el mundo industrial impone en busca de sistemas de optimizada producción [23].
[1] A. G. A. Volta, J. Nat. Phil. Chem. Arts, 4, 179 (1800)
[2] M. Faraday, Ann. Phys. (Lieipzing), 47, 438 (1834)
[3] J. Kolbe, J. Prakt. Chem.,41, 138 (1847)
[4] Ch. F. Schoenbein, Liebigs Ann. Chem., 54, 164, 176, (1845)
[5] F. Haber, Z. Elektrochem. Angew. Phys. Chem., 5, 235 (1898)
[6] S. W. Feldberg in Electroanalytical Chemistry, Vol. 3, A. J. Bard Editor, p. 199 (1969); M. Rudolph,
D. P. Reddy, and S. W. Feldberg, Anal. Chem., 66, A589 (1994)
[7] A. J. Bard and L. R. Faulkner, Electroanalytical Methods, John Wiley & Sons, New York (1999)
[8] C. P. Andrieux and J. M. Saveant, in Investigations of Rates and Mechanism of Reaction, Editor, p. 305, John Wiley & Son, New York (1986); S. U. Pedersen and K. Daasbjerg, Electrochemical Techniques in Electron Transfer in Chemistry, vol. 1, Z. B.Balzani, Editor, John Wiley & Son, New York (2001); O. Hammrich, Organic Electrochemistry, 4th ed., H. Lund and O. Hammerich, Editors, Marcel Dekker, New York (2001)
[9] Chemical Reviews, 96 (1), (1996)
[10] Para este tema consultar "Organic Electrochemistry" an introduction and a guide. Edited by Henning Lund and Manuel M. Baizer. 3ra. Edición, 1991, cap. 31 y referencias allí citadas
[11] H. Nohe, Chem. – Ing. – Tech., 46, 594 (1974)
[12] T.Hatayama, Y. Hamano, and T. Yamamoto (to Asahi Kasei), U.S. Patent 3,700,572 (Oct. 24, 1972); A. Minono and T. Osa (to Mitsubishi Chemical Industries Ltd.), U.S. Patent 3,485,726 (Dec. 23, 1969); J. P. Coleman and J. H. Wagenknecht, J. Electrochem. Soc., 128, 322 (1081)
[13] J. F. Connolly (to Standard Oil Co.), U.S. Patent 4,022,673 (May. 10, 1977)
[14] T. T. Sugano, et al. (to Diamond Shamrock Corp.), U.S. Patent 3,992,269 (Nov. 16, 1976)
[15] J. A. M. Le Duc (to Pulllman, Inc.), U.S. Patent 3,342,717 (Set. 19, 1967)
[16] F. Beck et al, (to BASF AG, U.S. Patent 3,652,430 (Mar. 28, 1972); T. Isoya et al. (to Asahi Kasei), U.S. Patent 3,896,011 (July. 22, 1975); E. P. Kovsman, Sov. Chem. Ind. 1, 13 (Jan. 1973)
[17] D. Degner, Techniques of Electroorganic Synthesis, Part III, (N. L. Weinberg and B. V. Tilak, eds.), John Wiley & Sons, New York, 1982, p. 251.
[18] BASF, Ludwigshafen. 1997. Geschaftsbericht 1997, publicado 26.3.1998. p. 26.; H. Putter, 2000 "Industrial Electroorganic Chemistry" in H. Lund and O. Hammerich Editors. Organic Electrochemistry, An Introduction and a Guide, fourth ed. Marcel Dekker, New York, Cap. 32.
[19] J. D. Genders and N. L. Weinebrg (Eds.).1992. Electrochemistry for a Clear Enviromment. The Electrosynthesis Co. East Amherst. New York.
[20] S. Dapperheld and H. Millauer. 1990. The Scales Up of Two Organic Electrosyntheses. In: J. D. Genders and D. Pletcher (Eds.). The Electrosynthesis Co., East Amherst. P. 115-129.
[21] Eberhard Steckhan et al., Chemosphere, 43, 63-73 (2001)
[22] Y. Hou et al.. 1992. Paired electrochemical synthesis of glyoxylic acid in a membrane cell. Huaxue Shijie 33, 37-40; Chem. Abstr. 116, 264340u, 1992.
[23] http://www.idegis.org/Electrosintesis_1.htm
María Virginia Mirífico
Dra. en Química
Profesora Titular
Facultad de Ingeniería – Universidad Nacional de La Plata – Argentina
Investigador del CONICET
Lugar de trabajo:
Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA). La Plata. Argentina
Edición 2005