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Linchamientos en Venezuela – ¿Reacción social ó pérdida de valores? – Visión criminológica

Enviado por Carla Santaella


  1. Control Social
  2. Reacción Social
  3. Linchamiento
  4. Valores
  5. Linchamientos en Venezuela – ¿Reacción social ó pérdida de valores?
  6. Bibliografía

En un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, tal como se propugna en el art. 2 de la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela, no es fácil aceptar el hecho de que un grupo de personas, en un momento dado y bajo ciertas circunstancias, decidan tomarse la justicia en sus manos y acabar literalmente con la vida de otro ciudadano; ignorando por completo los principios de justicia, igualdad, solidaridad, respeto al debido proceso, al principio de legalidad, y al mayor y principal bien de que dispone el ser humano, como lo es la vida.

La toma de justicia por propia mano en Venezuela, es un hecho alarmante tanto desde el punto de vista social, como desde el punto de vista criminológico.

Con preocupación, vemos con más frecuencia como los distintos medios de comunicación reseñan, los linchamientos que en ciertos sectores de la ciudad, se han llevado a cabo por parte de miembros de esas comunidades. Cuando vemos los videos de los hechos ocurridos, podemos apreciar con asombro como participan abiertamente de ese hecho delictivo adultos (hombres y mujeres) y jóvenes, incluso niños.

El control social de la delincuencia se ha trasladado en éstos casos del Estado, quien es el principal garante de la seguridad ciudadana y por ende de la prevención y control del delito, a la población civil, que reacciona ante los hechos delictivos al sentirse expuesta y desprotegida.

Es importante conceptualizar en primer lugar que entenderemos por: control social; reacción social; linchamiento y que por "valores", para poder ponderar lo que significa la pérdida de los mismos en una sociedad.

Control Social

Cuando hablamos de control social, nos referimos al complejo sistema de instituciones socio-culturales que regula la vida cotidiana y que induce a los miembros de una sociedad a comportarse de acuerdo a normas, valores, principios y pautas culturalmente predominantes. El control social forma parte de la socialización como proceso formador del individuo desde el momento mismo de su nacimiento.

El control social opera previniendo o castigando el buen cumplimiento de las normas impuestas a través de un sistema de sanciones positivas (halagos, aplausos, reconocimientos) o negativas (rechazos, castigos).

Es importante distinguir entre control social formal y control social informal. El control social formal, coercitivo o represivo, emana del derecho y sus instituciones y se cumple por medio de la fuerza o la amenaza. Anita Aniyar de Castro (1987 a:31), citada por Gabaldón[1]"habla de sistemas normativos (como denominador común), de procesos selectivos de estereotipia y criminalización (que tendrían que ver con el control social formal), y de estrategias de socialización, primaria o secundaria (que tendría que ver con el control informal), procesos y estrategias encaminados a garantizar fidelidad o, en su defecto, sometimiento de las masas a los valores del sistema de dominación". De manera pues que el control social informal actúa a través de instrumentos que inducen al individuo a proceder al arreglo con las normas, tiene que ver con los imperativos del grupo social, con los deseos, con la sugestión, con la imitación, con el elogio de las conductas desempeñadas en esa sociedad. Este control se ejerce por medios menos definidos y tangibles, como son los usos, las costumbres y la opinión pública, así como los juicios de valor que del individuo hacen sus semejantes.[2] Ejerce aquí una influencia importante el etiquetamiento que en un momento dado se haga de un individuo, por parte de ese grupo social, bien para darle aprobación y halagos, bien para rechazarle y estigmatizarlo.

Gabaldón[3]expresa que "el control informal precedería al formal y sería, de alguna manera, el control primario, fallando el cual entraría a operar el control informal". Este control informal opera a través de la familia, la escuela, los grupos, la iglesia, la opinión pública, etc. no existiendo para su ejercicio instituciones "formales" o institucionales que coaccionen al individuo al mantenimiento de una conducta específica.

Reacción Social

Por reacción social deberemos entender las respuestas formales o informales de la población hacia las conductas delictivas o consideradas inaceptables en un territorio y en un momento determinado.[4] Estas respuestas comprenden tanto las acciones de los organismos oficiales, como las respuestas de los particulares, (legales o ilegales, pacíficas o violentas, individuales o colectivas), manifiestas frente a la individualización y detección de infracciones legales o conductas desviadas. Cuando ante una "supuesta violación" una población enardecida intenta linchar al "violador" para castigar esa conducta desviada; esa conducta de la población es obviamente una reacción social colectiva, violenta e ilegal. De manera pues que el grupo social, al intentar impedir, castigar o prevenir una conducta desviada, puede en algunas ocasiones generar a su vez una conducta desviada o delictiva.

Linchamiento

El linchamiento es la aplicación de un "castigo ejemplarizante" por parte de una multitud – ante la supuesta comisión de un delito – con diferentes niveles de participación: las mujeres incitan a la acción y participan en su "planificación", mientras que los hombres la ejecutan.[5] En los linchamientos, no se concede al linchado ninguna oportunidad para aclarar su situación o para defenderse, tampoco se espera la actuación policial, en muchos casos ni siquiera se llama a los cuerpos policiales, si se avisa a los mismos generalmente es, una vez ejecutada la acción.

Generalmente los linchamientos en Venezuela ocurren en los barrios o zonas marginales, por la combinación de factores como: bajo nivel de ingresos económicos, alta densidad poblacional, empobrecimiento y pérdida de valores socio culturales y un sentimiento generalizado de que están al margen del sistema judicial, que al sistema de justicia no le interesa lo que suceda en los barrios.

Valores

Axiológicamente podríamos definir los valores como la escala ética y moral por la cual se mide el individuo a la hora de actuar. Desde el punto de vista socio-educativo, los valores se refieren a las pautas o referentes que dirigen al ser humano hacia la consolidación de metas y a su realización como persona. "En sentido humanista, se entiende por valor a lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería su humanidad o parte de ella". [6]

Los valores tienen una estrecha relación con la educación, recibida en la escuela y el hogar desde pequeños y la cual se va ampliando a la par que la persona crece y su círculo de acción se expande a la iglesia, los grupos y los medios de comunicación.

Esta escala éticamoral es la que ayuda a discernir entre lo bueno y lo malo y la que fijará límites de acción al individuo. Indicará si tomar algo que no es propio es correcto o es un delito, si matar a un semejante es bueno o malo. Los valores obviamente tienen mucho que ver con la interioridad del individuo, con aquello que llamamos conciencia.

Cabe aquí preguntarnos en referencia a los linchamientos ¿en Venezuela son valores: el respeto por la vida, la justicia, la libertad?

Linchamientos en Venezuela – ¿Reacción social ó pérdida de valores?

El incremento real de la violencia urbana, la desconfianza en la policía y en el sistema de administración de justicia, la percepción subjetiva de la inseguridad ciudadana proveniente de la propia experiencia personal y el temor individual, magnificado ha generado reacciones sociales alarmantes (los linchamientos), que afectan a toda la sociedad.

Los linchamientos son una forma maligna de control social informal. Los miembros de una comunidad, que se ve sucesivamente desprotegida por una policía ineficaz, un sistema de justicia lento y disfuncional, decide hacerse justicia por su propia mano, sin embargo; ésta concepción de justicia se aleja totalmente de los ideales de justicia: equidad, proporcionalidad, imparcialidad, respeto al debido proceso y respeto a la dignidad humana y deviene en hechos verdaderamente terribles, llegando incluso a ejecutarse a personas inocentes.

Los linchamientos son actos impulsados por la ira y el deseo de venganza, no son actos de justicia. En estos actos hay un desconocimiento total, tanto del sistema normativo (al cual pareciera estar retándose y hasta desconociéndose), como del sistema de valores ético-sociales que rigen esa comunidad.

La víctima del linchamiento es generalmente llamada, "azote de barrio", etiqueta bajo la cual los victimarios se "cobijan" para justificar su acción

Plantea Gabaldón[7]tres criterios a través de los cuales explicar estos actos colectivos de control social informal: a) indeseabilidad de la conducta, porque desde el punto de vista del interés agredido, es percibida como negativa o contraria a las reglas de convivencia; b)reducción de la violencia, entendida como comportamiento impetuoso que se impone como producto exclusivo de una desproporción de poder entre quien la aplica y quien la padece, independientemente de que lo que se pretenda lograr con ella sea deseable o aborrecible; c) incremento de la seguridad, entendida como previsibilidad razonable en el ajuste cotidiano que hay que realizar frente al medio en el cual se vive y dentro del cual se interactúa con otros.

Pareciera que estamos frente a una crisis institucional generalizada, por una parte la familia (núcleo fundamental de la sociedad), cada día hay más familias desestructuradas en las cuales se intenta suplir la falta de uno de los padres, generalmente con cosas materiales, pero hay déficit en la transferencia de valores y de atención de los hijos , por "falta de tiempo"; por otra parte la crisis religiosa, ya no se cree a fe ciega en las iglesias (en el caso de la iglesia católica, motivado mayormente por los múltiples casos de corrupción de los jerarcas de la misma) y al dejar de creer, por ejemplo en "no matarás" ó "no robaras", el individuo debería creer en la ley, pero si tampoco cree en el sistema de justicia, observamos a un individuo desvalorizado, desocializado y propenso a delinquir; la escuela por su parte es otra de las instituciones que están para ayudar a que se arraiguen los valores, sin embargo existe un alto índice de deserción escolar.

Pretender encuadrar el fenómeno de los linchamientos en alguna de las teorías que tratan de explicar el comportamiento desviado es sumamente difícil puesto que no responde a una sola variable, sino a una multiplicidad de factores tanto externos, como internos al individuo que participa de éste hecho. Sin embargo siguiendo a Sykes y Matza, es posible que quienes participan en un linchamiento, se justifiquen a través de las denominadas técnicas de neutralización, estas son: a)negación de la responsabilidad, b)negación del delito, c)negación ó descalificación de la víctima, d)condenación o rechazo de quienes condenen su acción, e)defensa de la necesidad de la conducta, f)negación de la justicia o de la necesidad de la ley, y g)además, argumentar "tenemos derecho a hacerlo". Estos mecanismos de neutralización son frecuentemente usados para dar consistencia a una conducta determinada.

Factores externos que impulsan a una comunidad a hacerse justicia por propia mano: a) Crisis de legitimidad, que se expresa en percepción de ineficiencia, corrupción y falta de control de la violencia por parte de las instancias formales; b) Incremento de la inseguridad.

Dentro de los factores internos podemos señalar: a) el miedo creciente por el alto nivel de inseguridad (sentimiento de indefensión y vulnerabilidad); b) la percepción de que al delincuente lo soltaran al día siguiente y volverá a tomar represalia; c) la creencia que no hacen nada malo al hacer "pagar" al delincuente por lo que hizo; d) la frustración pues sienten que carecen de oportunidades y medios para alcanzar las metas (metas=educación, vivienda digna, seguridad, empleo digno).

Una sociedad no equitativa, donde todos pueden observar los objetivos, pero no todos tienen el acceso a los medios para lograr dichos objetivos, acentuará las diferencias entre sus miembros. Una sociedad donde la educación no es la prioridad y en la cual los valores se banalizan, propenderá a facilitar conductas desviadas.

Podríamos concluir que, "las incapacidades manifiestas del sistema de justicia penal, hacen pensar a la gente que puede o debe tomar la justicia por mano propia, o, en el mejor de los casos, corresponsabilizarse de medidas de seguridad que le conciernen".[8]

A pesar de que los linchamientos se llevan a cabo en las zonas con un mayor índice de pobreza se debe destacar, que la causa directa de los mismos, no es la pobreza en sí misma, sino que, están asociados al estado de injusticia e impunidad y a la desfragmentación social, que cada día más se muestra en nuestra sociedad.

Es indudablemente el sentimiento de inseguridad, el principal factor que impulsa a los linchamientos, el miedo (a veces irracional) y el "contagio" de ese miedo a los vecinos acerca de un suceso ocurrido y el peligro cierto, la mayoría de las veces de que éste suceso se repita. El no ver la solución al problema a corto plazo, es lo que conlleva a una reacción social de tal magnitud, en la cual las personas se desocializan y desvalorizan de manera absoluta por un breve espacio de tiempo, llegando a los linchamientos, sin racionalizar que con ese "castigo" o penalización están a su vez cometiendo un hecho delictivo.

Se hace imperativo que tanto los organismos estatales, como los privados propendan a estimular cada vez más el culto al estudio, a la lectura, al afianzamiento de valores básicos como el respeto a la vida, respeto a la familia, respeto a la propiedad, valores éstos fundamentales para que cualquier sociedad pueda funcionar, y sus miembros puedan desarrollarse de manera íntegra y digna dentro de la misma. De nada sirve el desarrollo material de una sociedad si a nivel ético-moral no existen valores, ni cultura, ni un nivel de conciencia capaz de frenar aquellos impulsos irracionales que pueden llevar a un individuo a delinquir.

Parafraseando a Gabaldón[9]es necesario trabajar más con la legalidad del sistema judicial a fin de readquirir los espacios que están siendo copados por la informalidad maligna, que se asuma una posición más firme respecto a la cultura de la muerte y a la apología que de ella se hace a diario, lo que propicia una desvalorización de un valor tan fundamental como lo es el derecho a la vida de todos y cada uno de los ciudadanos.

Bibliografía

Aniyar de Castro, Lolita: Capítulo Criminológico, Vol. 27, Nº 2, La participación ciudadana en la prevención del delito. Antecedentes, debates y experiencias, Maracaibo, 1999, Pp. 3-29

Arellan, Z. Pedro: Introducción a la sociología jurídica, Caracas, 2008, Pp. 71-72

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Gabaldón, Luis Gerardo: Control Social Informal y Prevención del delito, Criminologia en America Latina, Instituto Interregional de Naciones Unidas para investigaciones sobre el delito y la Justicia, Roma, mayo 1990, pag. 92

Gabaldón, Luis Gerardo: Criminalidad, reacción social y política criminal: una visión en el contexto de la reforma policial venezolana, Caracas, 2008, pag. 77

Garrido, Vicente, Stangeland Per y Redondo Santiago: Principios de Criminología, Tirant lo Blanch, Valencia 1999, Pp209 -379

MOLINA A., Carlos M.: Introducción a la criminología, Grupo editorial Leyer, tercera edición, Medellín, 1999, Pp. 190-239

Romero S. Alexis y Rujano R. Raima: Impunidad, anomia y cultura de la muerte: Los linchamientos en Venezuela, Instituto de Criminología Universidad del Zulia, Maracaibo, Espiral estudios sobre Estado y Sociedad, Vol. XIII, Nº 39, Mayo – Agosto, 2007

TAYLOR, Ian, Walton Paul y Young Jock: La nueva Criminología, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1977 Pp107 – 204

http://juliancfg.spaces.live.com/blog/cns!269BCFDAF99A2A63!1116.trak

 

 

Autor:

Carla Santaella

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

CÁTEDRA: CRIMINOLOGÍA

PROFESOR: MIGUEL ANGEL SANDOVAL

[1] Gabaldón, Luis Gerardo: Control Social Informal y Prevención del delito, Criminologia en America Latina, Instituto Interregional de Naciones Unidas para investigaciones sobre el delito y la Justicia, Roma, mayo 1990, pag. 92

[2] Arellan, Z. Pedro: Introducción a la sociología jurídica, Caracas, 2008, Pp. 71-72

[3] Gabaldón, Luis Gerardo:Op. Cit. Pág. 92

[4] Gabaldón, Luis Gerardo: Criminalidad, reacción social y política criminal: una visión en el contexto de la reforma policial venezolana, Caracas, 2008, pag. 68

[5] Romero S. Alexis y Rujano R. Raima: Impunidad, anomia y cultura de la muerte: Los linchamientos en Venezuela, Instituto de Criminología Universidad del Zulia, Maracaibo, Espiral estudios sobre Estado y Sociedad, Vol. XIII, Nº 39, Mayo – Agosto, 2007

[6] http://juliancfg.spaces.live.com/blog/cns!269BCFDAF99A2A63!1116.trak

[7] Gabaldón, Luis Gerardo:Op. Cit. Pág. 99

[8] Aniyar de Castro, Lolita: La participación ciudadana en la prevención del delito. Antecedentes, debates y experiencias, Maracaibo, 1999, pág. 6

[9] Gabaldón, Luis Gerardo: Criminalidad, reacción social y política criminal: una visión en el contexto de la reforma policial venezolana, Caracas, 2008, pag. 77