Los cambios y las transformaciones en las universidades se perfilan básicamente en beneficio del sistema capitalista, el cual exige la formación de recursos humanos que sean eficientes y obedientes, buscando la formación de capital humano vista como la adquisición de competencias y conocimientos, el manejo de la nueva tecnología y la capacidad de adaptación y comunicación en los cambios generados por el sistema económico. Por tanto los sistemas educacionales les corresponde "formar o reconstruir" la fuerza laboral o el stok de capacidades de acuerdo a las demandas de la progresiva globalización de los mercados.
Como concluye La Mobil Corporation, la globalización es el boleto para el fututo y la educación es vista como el acceso universal a los códigos de modernidad, desde que el aprendizaje ocurre en el marco de una economía amplia, entretejida por las llamadas sociedades del conocimiento en donde la "información no sólo fluye" sino que debe ser codificada, decodificada, transmitida, entendida", las capacidades intelectuales más importantes a desarrollarse son aquellas herramientas intelectuales que permitan al individuo ser competente en los lenguajes y la lógica de la producción y la tecnología. Por consecuente los sistemas educativos privilegian en la actualidad como base o área comunes de conocimiento el desarrollo de las operaciones matemáticas básicas, la lecto-escritura, la recepción e interpretación de mensajes en los medios de comunicación organizada en las disciplinas de las matemáticas, la computación, los idiomas y las ciencias básicas (Dieterich, H. pp. 39. 2009).
De tal forma que no existe interés en el desarrollo de inviduos con una educación integral, y menos con un pensamiento crítico. Por el contrario propicia individuos menos críticos; mejor producto al mercado laboral y como consecuencia conlleva a una sociedad de mucha inequidad e injusticia.
Esto quiere decir como lo señala Argueta Hernández que las habilidades y lenguajes aprendidos en los sistemas educativos son coextensivos con el poder de formar materia indiferente de acuerdo con los requerimientos definidos por los sistemas productivos, incluyendo en esta lógica a los propios estudiantes como materia hacer formada y las escuelas y universidades como entidades que deben responder a la lógica de las transnacionales. De hecho esto explica como los servicios educativos universitarios se han convertido en una mercancía de exportación y como oferta se comercializan destrezas y conocimientos requeridos en el mundo global.
De tal manera que las universidades se reforman para ser cada vez más eficientes, para controlar y producir bienes materiales y humanos. A tal grado que los programas educativos son diseñados de manera equivalente a las formas de producción y de comportamiento válido y a las consecuencias temporales apropiadas y coextensivas a los discursos productivos.
Por tanto la globalización exige que la pedagogía deba articularse para hacer de todos los individuos, sin exclusión a distintos grupos étnicos, parte de ella. De tal forma que el siglo XXI recibe "Una sociedad global basada en la pobreza de muchos y la prosperidad de unos pocos, caracterizada por islas de riqueza en un mar de pobreza; expresaba el presidente Sudafricano Thabo Mbeki al inaugurar la cumbre sobre Desarrollo Humano Sostenible en Johannesburgo, el 26 de agosto de del 2002; al tiempo que se mostraba confiado en la capacidad existente para erradicar la pobreza y el subdesarrollo.
Reformas curriculares universitarias en América latina
En América Latina las licenciaturas oscilan entre 4 años y 6 años máximos sin embargo lo que por un lado, se sigue bajo la perspectiva antigua de ofrecer todo lo que se puede, sin priorizar cuales son las estructuras fundamentales de las carreras. O lo que es aún peor, el énfasis en lo técnico sobre la formación integral a nivel pre-grado.
Recientemente, el criterio es más en relación a la promoción de calidad. Para lo cual se establecen procedimientos de evaluación de carreras y formas básicas de cambios o mejoramiento curricular. En este aspecto las empresas exigen calidad pero personas que no sean críticas para una mayor producción.
Por lo que para el establecimiento de las carreras sus objetivos y perfiles se necesitan una evaluación del contexto, demandando una consulta seria con los empleadores. Por este motivo la currícula en el campo educativo depende de las grandes empresas. Esto como reconocimiento y calidad de los programas de nivel superior que están amarrados a los tratados de libre comercio (Argueta, B. pp.76. 2009).
Por ello, el modelo educativo de la nueva universidad se sustentará en la articulación y en la multiplicación de medios ambientes de aprendizaje y en la formación académica y laboral de alto nivel en el método de la investigación, de la creación intelectual y de la actividad de una ciudadanía responsable. Se fundamentará en una base integradora de saberes, métodos, lenguajes y tecnología que vincularán de manera permanente a cada de una de las trayectorias universitarias con la realidad social, económica, cultural e investigativa del entorno que rodea a la universidad y a la sociedad global. (Didriksson, A. 2010. pp. 25).
El logro de estos objetivos requerirá del diseño de propuestas de organización curricular, estructurada bajo la reforma de un sistema articulado por niveles, áreas, núcleos y competencias académicas, como se muestra a continuación.
Las reformas curriculares como herramienta de la globalización
De esta manera los cambios curriculares, los planes y programas siempre van a estar enfocados a la globalización. Debido que todo sistema social se basa en cuatro formas de poder; el económico, el político, el militar y el cultural. Entre estos poderes dos son decisivos: el económico y el militar. El primero, porque determina el nivel de producción física de la población y con eso, su lealtad frente a las élites en el poder, el segundo, porque es la última ratio de la cohesión de una sociedad de clase, tanto hacia el interior como frente a otros estados. (Dieterich, H. pp. 38. 2009)
Sin embargo en nuestras manos como educadores esta el poder contribuir en el desarrollo de una sociedad más crítica, con mayor conciencia de lo que ocurre a su alrededor. Una sociedad que respete su cultura, sus raíces que se respete así misma y que respete a los demás.
Bibliografía
Arango, G. (2003). Reforma curricular: el nuevo reto del asesor académico. Universidad de La Sabana Bogotá, Colombia.
Argueta, B. (2009). Reforma y transformación curricular de la universidad contemporánea. En Antología Teoría y Diseño curricular. Compilador Dr. Ronald Larez. Ediciones Ceide. 64-87.
Dieterich, H. (2009), Globalización, educación y estado mundial. En antología Gestión de las instituciones educativas. Compilador Dr. Fernando Olaya Castro. Ediciones Ceide. 37-50.
Didriksson, A. (2010). La construcción de nuevas universidades para poder responder a la construcción de una sociedad del conocimiento. Educación superior Latinoamericana y organismos internacionales, un análisis crítico. UNESCO, Boston Collage, Universidad de San Buenaventura de Cali. Colombia.
Tunnerman C. (2003). La universidad Latinoamericana ante los retos del siglo XXI. Primera edición. Colección DUAL. Mexico. D. F.
Unión de Universidades de América Latina (UDUAL). (2010). Proyecto Magisterio "Formacion de formadores" una inversión para el futuro.
Autor:
Fortunata Galindo García
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