Descargar

Hipótesis sobre Dios


  1. Carl Edward Sagan
  2. Teología natural
  3. Distintos dioses
  4. Creencias religiosas
  5. Conversiones religiosas
  6. Pruebas de la existencia de Dios
  7. Carencia de pruebas absolutamente claras sobre los dioses
  8. Fuente

Carl Edward Sagan

Carl Edward Sagan (1934 – 1996), elegante e ingenioso escritor estadunidense. Profesor en Harvard y Cornell, muy popular en cine, televisión y libros de ficción. Tuvo en común con Bertrand Russel la capacidad de enlazar las supersticiones antiguas con las modernas. Demostró que las religiones se alimentan de temores primitivos y que contribuyen a reforzarlos. Estableció una relación entre la fe en dioses y los engaños posmodernos, como los ovnis. Sagan se consideraba agnóstico. También era un conocido escéptico con fuerte posicionamiento en contra de las pseudociencias y las religiones en general.

Teología natural

Por teología natural se entiende el conocimiento teológico que se puede adquirir mediante la razón, la experiencia y la experimentación. No a través de revelaciones ni experiencias místicas. Esta es una visión relativamente nueva en la larga historia de la especie humana.

Hasta principios del siglo 16 la mayor parte del conocimiento derivó de la autoridad. Para entonces Leonardo da Vinci decía: quien en una discusión aduce autoridad no utiliza el intelecto sino más bien la memoria. Lo demostraba con ejemplos, como la explicación del hallazgo de restos fosilizados de moluscos, que normalmente viven en el fondo del mar, y encontrados en la cima de una montaña de los Apeninos. Según los teólogos convencionales la Biblia decía que el diluvio universal había inundado hasta la cima de las montañas. Por consiguiente se debía suponer que las aguas habían arrastrado hasta allí almejas y ostras.

Leonardo da Vinci, recordó que la Biblia también decía que el diluvio universal duró 40 días, tiempo según cálculos, no suficiente para que el agua hubiera cubierto las cimas de las montañas y los moluscos se hubieran desplazado desde el fondo de los océanos hasta la cima de estas montañas.

Propuso entonces una explicación bastante osada en aquellos tiempos, pero definitivamente demostrada en nuestra época: que en el transcurso de un largo tiempo geológico las cimas de las montañas habían ascendido desde el fondo de los océanos.

Distintos dioses

Para hablar de dios con argumentos racionales es útil saber a que nos referimos con la palabra dios. No es tarea fácil porque cada religión ha tenido o tiene un tipo de dios diferente, peculiar:

El dios de Aristóteles, que se desentiende totalmente de la existencia de los seres humanos.

Los dioses de los romanos. Los romanos creían en los dioses del Olimpo y divinizaban y glorificaban a los emperadores. Llamaban ateos a quienes creían en un dios diferente, como el dios de los cristianos, que para ellos no era un dios real. Esa tendencia de considerar ateos a quienes no creían en su mismo dios, prevalece aun en nuestro tiempo.

El dios de judíos, cristianos, e islamitas. Las diferencias fundamentales entre el judaísmo, el cristianismo y el islam son triviales comparadas con sus similitudes. Hay una multitud de características similares respecto a dios en la tradición de estas tres religiones. Se piensa en un ser omnipotente que creó el universo, omnisciente en el conocimiento de todas las cosas reales e ideales, compasivo, que interviene en todos los asuntos humanos y responde a sus plegarias.

El dios omnipotente, pero indiferente a las plegarias humanas.

El dios omnisciente, pero no omnipotente.

El dios de Paul Tillich, teólogo destacado, quién negó que dios fuera un ser sobrenatural.

El dios occidental. La ingenua visión de dios en los cuadros de los pintores occidentales famosos es la de un hombre inmenso, de piel clara, con barba blanca larga, sentado en un gran trono y que controla hasta la muerte de cada gorrión.

El dios de Albert Einstein, es la suma total de las leyes físicas, las leyes de la naturaleza aplicables en cualquier parte del universo. Una serie de principios físicos, extraordinariamente poderosos, que hacen explicable el universo. Un poder mayor a cualquier otro y que supone una inesperada regularidad en el universo. Según este dios, no hay posibilidad de que alguien sea ateo. Porque quien profese el ateísmo debe dar entonces un argumento consistente de que las leyes naturales son inaplicables en algún sitio. Así pues según esta definición de dios todos tenemos que creer en él.

Creencias religiosas

En las religiones hay una inmensa variedad de cosas en las que la gente cree. Hay muchas alternativas y combinaciones de creencias religiosas. En la historia del mundo ha habido muchas decenas, quizá centenas de miles de religiones, aunque la diferencia entre ellas probablemente no hayan sido grandes. Especialmente entre nuestros antepasados recolectores y cazadores, cuando cada comunidad humana no sobrepasaba las cien personas.

Pero tenemos poco conocimiento de lo que han creído realmente nuestros antepasados durante la mayor parte de su existencia en el planeta, porque la tradición oral no es fiable y la escritura no se había inventado.

Se creía y se cree en mundos con dioses o sin dioses. Dioses eternos que nunca mueren y siempre existirán. Dioses creados por dioses preexistentes. Dioses que no mueren, que mueren una vez, o más de una vez.

Se cree en diferentes grados de intervención divina en los asuntos humanos. Se cree en la existencia de profetas, de salvadores, de resurrecciones, de sacramentos, de mutilaciones religiosas, de escarificaciones, de órdenes monásticas. En expectativas ascéticas, vidas después de la muerte, justicia en este mundo o en uno próximo, reencarnaciones, sacrificios humanos, prostitución en los templos, yihads, prohibición de alimentos y bebidas, etc.

Conversiones religiosas

Es asombroso que alguien tenga alguna conversión religiosa. Sin embargo, casi siempre es a otra religión que existe en el entorno. En la India hay un dios azul con cabeza de elefante que tiene muchos devotos. Es muy raro que en el occidente alguien tenga una experiencia de conversión a una religión con una deidad tan rara. Es difícil de explicar que una religión con una deidad azul y cabeza de elefante esté limitada solo a hindúes de la India, así como apariciones de la virgen ocurran sólo en el occidente. Lo cierto es que en el oriente no hay tradición cristiana ni en el occidente tradición hindú.

Parece difícil aceptar que las religiones crucen barreras culturales y que las creencias estén totalmente determinadas por culturas locales. Que las personas estén tan poderosamente influidas por la cultura religiosa de donde viven. Que los niños estén tan expuestos a una serie de doctrinas, música, arte y rituales, tan naturales para ellos como el aire que respiran, y con los cuales las religiones hacen todos los esfuerzos posibles para atraerlos. Que la burocracia religiosa viva de sus fieles y no ahorre esfuerzos para aumentarlos.

Surgimiento de nuevos profetas

Cuando surge un nuevo profeta que declara haber recibido una revelación divina que contradice las revelaciones previas de las religiones, las personas cuentan con una única manera fiable para decidir si la nueva revelación es válida o no, se trata de la teología natural. Que la persona que dice haber tenido la nueva experiencia de revelación es muy carismática, no basta. Hay muchas personas carismáticas que afirman haber tenido experiencias de revelaciones. Pero estas afirmaciones pueden ser no ciertas. Algunas, muchas, incluso todas pueden ser falsas.

Pruebas de la existencia de Dios

Las pruebas de la existencia de dios deben satisfacer la teología natural. No basta con lo que dice nuestra religión, porque hay muchas religiones bastante diferentes que contradicen la nuestra. No todos podemos tener razón, ni todos podemos estar equivocados. Las diferentes religiones se contradicen escandalosamente, por ejemplo en la edad del mundo: En el siglo 17 el arzobispo James Ussher, según cálculos de datos bíblicos llegó a la conclusión de que dios creó el mundo el 25 de octubre del año 4004 antes de Cristo.

Pruebas hindúes de la existencia de dios

En muchos aspectos algunas pruebas hindúes son bastantes sofisticadas, pero desde luego más antiguas que las cristianas. Udayana, un lógico hindú del siglo 11 presentó las siguientes pruebas de la existencia de dios. El dios de Udayana, no es el mismo dios de los judíos, cristianos e islamitas. Su dios es omnisciente, lo sabe todo, es eterno, imperecedero, pero no es omnipotente, ni compasivo.

Primera prueba. Todas las cosas, como este mundo, deben tener una causa. Algo o alguien tiene que haberlas creado. Este argumento es muy similar al planteado por Aristóteles en occidente.

Segunda prueba. Al principio de la creación, los átomos bajo la intervención de un agente consciente, se unieron unos con otros para construir cosas mayores. Ahora sabemos que son las leyes de interacción atómica las que determinan la unión de los átomos.

Tercera prueba. La tierra no está en movimiento, está quieta, sostenida por un dios, en el centro del universo. Esta visión bastante natural, pero errónea, la tuvieron inicialmente todos los pueblos del mundo. Ahora sabemos que la tierra está en movimiento alrededor de un eje terrestre y simultáneamente en una órbita alrededor del sol.

Cuarta prueba. Alguien tuvo que enseñarnos a hacer las cosas, de lo contrario no sabríamos hacerlas. Un argumento muy cercano al de von Däniken, pero existen suficientes argumentos en contra de él.

Quinta prueba. El conocimiento que está en los libros sagrados de los Vedas no existiría, si no hubiera sido revelado por dios. Udayana no acepta que los hindúes contemporáneos a la aparición de los libros sagrados hubieran tenido la capacidad de escribirlos.

Estas pruebas nos dan idea del deseo humano dominante de dar una explicación racional a la existencia de dioses. Argumentos que con el tiempo y el avance de la ciencia van resultando erróneos.

Pruebas occidentales de la existencia de dios

Primera prueba. El argumento de la causalidad de Aristóteles. Todas las cosas fueron causadas por otra. Para no aceptar una regresión infinita de causas, hay que llegar a una primera causa. Algo que lo empezó todo y no fue causado, que siempre estuvo ahí.

Aquí surgen dos hipótesis alternativas en conflicto. Una que el universo siempre estuvo ahí, otra que dios estuvo siempre ahí y creó el universo. Si decimos que dios hizo el universo, es razonable preguntar quién hizo a dios y volvemos a la regresión infinita de causas. Aristóteles mismo infirió varias decenas de primeras causas en su teología. Esta primera causa no implica en absoluto que sea omnipotente, omnisciente, e infinitamente compasivo.

En lugar de decir que dios hizo el universo y preocuparnos por saber de dónde vino dios y quién es, es más satisfactorio decir que el universo siempre estuvo ahí. En esta segunda hipótesis los astrofísicos sugieren que hace unos 13000 o 15000 millones de años toda la materia del universo llegó a comprimirse en un volumen tan extremadamente pequeño, que ocurrió un big-bang, o sea algo así como una gran explosión. Que la expansión y condensación subsiguiente de la materia dio lugar a galaxias, estrellas, planetas, seres vivos, y todo el resto de detalles del universo que vemos a nuestro alrededor. Que estamos aproximadamente a unos 15000 millones de años del último big-bang y que se estima que en unos 80000 millones de años la expansión del universo terminara y se iniciara una nueva compresión, que reducirá toda la materia a un nuevo y extremadamente pequeño volumen, que provocará un nuevo big-bang o gran explosión. De esta manera se plantea que vivimos en un universo oscilante con un número infinito de compresiones, explosiones y expansiones.

Segunda prueba. El segundo principio de la termodinámica. Este principio dice que el universo como un todo se agota, que su orden continuamente disminuye, que el caos en el universo entero aumenta a medida que el tiempo pasa. No está claro sin embargo que este principio termodinámico sea aplicable al universo como un todo. Por ejemplo, en la tierra la cantidad de orden ha aumentado. Los seres vivos son mucho más complejos, es decir, tienen más orden que la materia prima de la que se formaron hace unos 4000 millones de años. Pero este aumento de orden en la tierra se puede explicar por desorden equivalente en el sol, que es la fuente de energía que hace funcionar la ideología terrestre.

Resulta curioso que algunos teólogos usen este principio termodinámico como universal para probar la existencia de dios, sin tener en cuenta que si lo aceptan como universal, la vida de dios también sería finita.

En este contexto es conveniente recordar, que el segundo principio de la termodinámica se dedujo de la transformación de la energía calórica en trabajo. Se observa que durante esta transformación, sistema y alrededores se calientan desordenándose y originando pérdida de energía calórica que podría ser también transformada en trabajo.

El tercer principio de la termodinámica, parece contrariar al segundo, cuando afirma que las sustancias cristalinas se ordenan a medida que se enfrían y se desordenan a medida que se calienta.

No hay que olvidar tampoco que el primer principio de la termodinámica se usó para afirmar la eternidad de la materia, porque postula que la materia o energía no se destruye sino que se transforma.

Tercera prueba. La teoría del diseño. Se basa en un argumento de analogía con los humanos: así como los humanos hacen cosas, las cosas más complejas deben haber sido hechas por seres inteligentes más dotados que ellos.

Millones de mundos habitados y civilizados están siendo destruidos o formados con la explosión de núcleos galácticos cada cierto tiempo. Si existiera algún dios encargado de crear y controlar estos procesos estaría permanentemente siendo superado por los acontecimientos. Al observar tanto orden, tanto caos y tantos procesos gigantescos en el universo nos parece que no es ningún dios sino el propio universo quién los está generando.

Cuarta prueba. Argumento moral de Emmanuel Kant: Si somos morales es porque Dios existe. El comportamiento humano parece depender más de la selección natural que de algún dios. El altruismo, los tabúes del incesto, la compasión hacia los más pequeños, se encuentran en todas las especies animales. Son un código de conducta de ellos. La protección de las crías, el hecho de que no se las coman, por lo general, ni en tiempos de hambruna, en cierto modo se trata de un comportamiento ético que responde al código de conservación de la especie. Una vez que los humanos adquieren conciencia de su entorno, pueden entender las cosas y ver lo que es bueno para su supervivencia personal o como especie, comunidad o nación. De acuerdo a ello toman las medidas necesarias para garantizarla. No se ve necesario por lo tanto la existencia de un dios que imponga unas normas de comportamiento moral y ético a la sociedad humana.

Quinta prueba. La teoría ontológica de san Anselmo: Como Dios es perfecto Dios existe. No se puede ser perfecto si no se existe. El lógico Ernest Nagel, dijo que en esta teoría se confundió la gramática con la lógica. Esta teoría es un juego de palabras. El argumento ontológico no es convincente. La perfección no es un atributo esencial de la existencia. En las mitologías se describen algunos dioses imperfectos. En el budismo existe una afirmación que es el contrapeso perfecto al argumento ontológico: Dios es tan grande que no necesita existir.

Sexta prueba. El argumento de la conciencia: Si tengo conciencia es porque Dios existe.

Como para la supervivencia de los microorganismos es necesaria la luz, especialmente los que fotosintetizan, ellos saben dónde encontrarla. Los insectos y gusanos saben dónde encontrar la comida. Microorganismos e insectos tienen una percepción interna, una conciencia incipiente, de dónde están la luz o la comida y saben cómo llegar a ellas. Tienen esta información codificada en su material hereditario, en sus genes o cromosomas, desarrollada y colocada allí por selección natural. No es un argumento convincente de que dios haya participado en estos procesos.

La opinión de muchos neurobiólogos es que la conciencia es una función que depende del número y la complejidad de las conexiones neuronales del cerebro. Que la conciencia humana aparece cuando se cuenta con algo así como 1011 neuronas y 1014 sinapsis.

Parece que la conciencia, presente en diversos niveles de los reinos vegetal y animal no es argumento que demuestre la existencia de dios. Nuestro conocimiento de la evolución de la conciencia es aún escaso. De ello se ocupa la ciencia neurológica, que presenta una explicación alternativa aclarada por el estudio de la inteligencia artificial.

Séptima prueba. La teoría de la experiencia religiosa. Experiencias religiosas tienen varias personas en todo el planeta. Estas experiencias son emocionalmente convincentes. Algunas conducen a reformar la vida, a realizar buenas obras. Otros por el contrario a empeorarla, a cometer delitos. Entre las experiencias religiosas se encuentran las percepciones extrasensoriales, las visiones de espíritus o fantasmas. Se pueden comparar con las visiones de ovnis, que hasta ahora no se han concretado en visitas reales de naves especiales a la tierra. Un gran número de personas pueden tener estas experiencias profundas y conmovedoras, pero que no se corresponden en nada con la realidad. Todas las culturas cuentan con cosas de este tipo, pero ello no significa que en verdad sean reales.

Surge entonces las preguntas ¿Pueden estas experiencias anecdóticas, no reales considerarse pruebas de la existencia de dioses?. Adicionalmente no hay que olvidar que muchas experiencias religiosas son provocadas por el alcohol o sustancias alucinógenas.

Las teorías y argumentos que se usan como pruebas de la existencia de dioses, parecen buscar una justificación racional a algo que muchos esperan sea cierto. No son convincentes. Van a remolque de las emociones con la esperanza de alcanzarlas.

Dudas sobre la existencia de dios

Existencia del mal. Hay una contradicción fundamental en el núcleo del pensamiento teológico occidental relacionado con el problema del mal. Si dios es omnipotente, omnisciente e infinitamente benevolente y compasivo con los seres humanos, ¿por qué se acepta que en el mundo exista el mal y que haya acciones injustas que no son castigadas? un dios omnipotente, omnisciente e infinitamente benevolente, compasivo y justo que interviene en todas las acciones humanas no permitiría que haya mal ni dolor. Esto como lo afirma un importante teólogo contemporáneo seria un síntoma de indiferencia e insensibilidad hacia el sufrimiento humano, un insulto gratuito a la humanidad. El argumento de que el dolor es insignificante comparado con el bien no convence. Si dios necesita del mal entonces no es infinitamente benevolente, ni compasivo. Si dios usa el mal para alcanzar buenos propósitos entonces no es infinitamente justo. Si dios tiene que gobernar unos 1011 mundos que hay en cada galaxia, y si son más de 1011 galaxias, algo se le puede salir de control, pero entonces no es omnipotente, ni omnisciente.

Intervención en las pequeñas cosas. ¿Por qué en todas las religiones es necesaria la intervención de los dioses en todos los asuntos humanos?. ¿Por qué los dioses tienen que estar diciendo a los humanos no haga esto, haz aquello, no olvides tal cosa, no reces de esa manera, venérame solo a mí, mutila a tus hijos de la siguiente manera? Hay una lista muy larga de las cosas que los dioses ordenan a las personas que las hagan. Un dios antes de poner en marcha algo, prevee todo lo que debe suceder, las consecuencias futuras de sus acciones. Cuando persiguen un objetivo dejan listo todo desde el comienzo. La intervención de los dioses en los asuntos humanos habla de incompetencia, no de omnipotencia. Nos dice que estos dioses tienen limitaciones.

Carencia de pruebas absolutamente claras sobre los dioses

Verdad religiosa. La mayoría de los grandes teólogos sostiene que hay verdad religiosa cuando existe convergencia entre la revelación y el conocimiento científico. Esta convergencia es demasiado oscura y escasa, cuando se trata de dioses, y debería ser la más clara y sólida. Este problema fue planteado por Protágoras desde el siglo V a. C.; cuando dijo: sobre los dioses no tengo medios de saber si existen o no existen, ni que aspecto tienen. Muchas cosas me impiden saberlo. Entre otras, el hecho de que nunca nadie los haya visto.

Faltan pruebas absolutamente claras sobre la existencia de los dioses, dejadas por ellos mismos. Veamos algunos ejemplos.

Frases enigmáticas. En los libros sagrados de todas las religiones, habrían podido los dioses dictar a los profetas frases enigmáticas no comprendidas en aquellos tiempos, para ser entendidas por futuras generaciones, por ejemplo: Que el sol es una estrella. Que la estrella roja tiene volcanes y ríos. Que los planetas se mueven sin que nadie los empuje. Que no se debe viajar a la velocidad de la luz. Con estas frases los patriarcas habrían quedado perplejos, pero como era dios quien ordenaba escribirlas, lo habrían hecho.

Ecuaciones como jeroglíficos. Haber ordenado a algunos pintores y escultores primitivos grabar o esculpir ecuaciones de leyes naturales como jeroglíficos.

Construcciones gigantescas. Una acción prioritaria de los dioses debería ser proporcionar pruebas incuestionables de su existencia y de su omnipotencia. Por ejemplo el dios de los judíos habría podido grabar los 10 mandamientos en las rocas usando unos 10 kilómetros de extensión para cada mandamiento. El dios de los cristianos, de igual manera, habría podido esculpir un crucifijo de unos 100 kilómetros de envergadura. Para los hacedores del universo estas obras hubieran sido cosas muy sencillas y unas muestras directas e incuestionables de su existencia.

Fuente

Carl Sagan, Las hipótesis de dios, del libro Dios no existe de Christopher Hitchens.

 

 

Autor:

Rafael Bolívar Grimaldos