La escuela colonial gibareña, apuntes para una historia (Cuba) (página 2)
Enviado por Juan Michel Soberat
Gibara obtuvo el título de Villa en 1871 y el derecho a crear un ayuntamiento en 1873, lo que se materializó en 1874. Aunque resulte paradójico, la vida social de la población se incrementó durante la contienda. En esta etapa fue frecuente la llegada de buques de guerra al puerto, los que traían en muchas ocasiones bandas de música. Estas y también las bandas de los regimientos dislocados en la población y sus alrededores, tocaron frecuentemente en retretas y bailes, a los que asistía la alta oficialidad del ejército y la marina española, así como miembros de las familias pudientes afines a España que fijaron su residencia en la Villa. Se realizaron además en esta etapa representaciones teatrales, tertulias familiares y otras actividades de la vida cultural. También, en plena guerra, el 1 de enero de 1870 se estableció el servicio telegráfico con Holguín y otros pueblos de la Isla.
El censo de 1877 nos deja ver el extraordinario aumento poblacional de la Villa y su jurisdicción en relación con el padrón de 1868. Durante la guerra la población de la villa de Gibara se triplicó, llegando a ser de más de 7 500 habitantes
El flujo migratorio canario, asturiano, santanderino, así como la concentración voluntaria o forzada por las circunstancias de gran parte de la población campesina en los poblados de su demarcación determinó que Auras, Bocas, Yabazón Arriba, Yabazón Abajo, Fray Benito y otros lugares crecieran notablemente.
La presencia de destacamentos permanentes del ejército español condujo a la modificación de las normas de convivencia en los lugares donde se dislocaron, pues estas fueron establecidas por los uniformados.
El Guajiro de entonces acostumbrado al aseo en el río, a vestir de forma sencilla, a actuar de manera informal debió plegarse a los parámetros de los uniformados que estaban al frente de cada poblado actuando como catalizador del ajiaco criollo que resulta la identidad cubana tan reiterada por Don Fernando Ortiz y tuvo en la Jurisdicción gibareña como principal aliño el componente hispánico.
En la Villa de Gibara resultó obligatorio, como norma establecida por el ayuntamiento, que cada casa tuviere la altura prevista y estado constructivo adecuado
El hispano a diferencia del criollo confiere un papel más protagónico a la educación. Asumiendo la concepción del investigador José Abreu Cardet de que el hispano enclavado en el Hinterland del puerto de Gibara produce para el mercado mundial precisa de una formación básica: leer escribir y calcular que le brindará a sus hijos pues estos continuarán la empresa familiar. A partir de ello florecerá un sistema de escuelas en la zona rural, muy aparejado al de la villa pues en todos los asentamientos, ya sea costeada por los vecinos o el ayuntamiento a se creará al menos una. Entre las más representativas aparecen:
Escuelas Urbanas:
Escuela Municipal de Entrada para niñas blancas. Gibara, (fundada en 1868), Escuela Municipal Incompleta para niñas de color. Gibara. (1886) Escuela Municipal Incompleta para niños de color. Gibara. (1884), así como 1 escuela privada en 1887 y dos en la segunda mitad de la década del 90
Escuelas Rurales:
Escuela Municipal de Entrada para niños blancos. Auras .(1873)y 1 escuela privada en 1896. Escuela Municipal Incompleta para niños. Bocas (1881), Escuela Municipal de Entrada para niños (solo asistían niños blancos). Fray Benito.(1883) , Colegio Particular para varones blancos. En el central Santa Lucía.( 1886). Colegio Particular para varones, La Jandinga (1877) y un plantel para hembras en el mismo año. Además de las ya fundadas en Gibara (1857) y Yabazón (1866)
Si bien no existen estadísticas específicas en cuanto a asistencia y promoción para el año de 1881 la matrícula total de estudiantes ascendía a 667 educandos, de ellos en escuelas rurales 228 y en escuelas urbanas 449 con una distribución por sexos totalmente desigual. Si bien en las zonas rurales el número de niñas, 36, estaba muy por debajo con respecto al de varones, 192; en la Villa la relación era inversa, 256 a 193.
Hacia la década del 70 el ayuntamiento comienza a premiar alumnos que "por su aplicación se hagan acreedores de ello". Asignando un presupuesto anual de $ 50 oro, el mismo era otorgado a niños pobres fundamentalmente. Anualmente eran premiados de dos a tres niños, este acto se mantuvo en vigencia hasta la intervención norteamericana de forma sistemática.
Con la llegada de la contienda Bélica de 1895 el ya débil sistema de escuelas públicas cubanas recibe el golpe final, Lo que coadyuva al colapso general. A decir de Louis A Pérez Jr:
"Las instalaciones educacionales habían dejado de funcionar casi por completo, los pocos edificios se hallaban en un estado de deterioro total, sin mobiliario ni medios de enseñanza, los contados maestros que se habían quedado en cuba durante la guerra se vieron desamparados, sin apoyo ni esperanza de recibir los salarios retrasados."
Esta visión de la Educación palpable también en la Región Nororiental de Cuba no coincide con el de la Jurisdicción gibareña de entonces por las condiciones de protección antes referida. En su favor constan los documentos del legajo 3 del Ayuntamiento de la Villa referentes a la Junta de Educación y presupuesto de la localidad así como asentamientos y pagos de materiales que a continuación se detallan:
Salarios de maestros:
El año de 1887 – 1889, 7 eran los maestros públicos, 4 de escuelas completas y 3 de las incompletas que devengaban un salario de $ 50 y $ 25 respectivamente, para entonces el médico local devengaba honorarios de $ 63 Solo superado por el Presidente de la Cámara y el Secretario.
Solo 7 años después el salario del maestro ascendía, los de centros completos a $ 60 y los de centros incompletos a $ 30, en correspondencia se dedican $ 300 más para la apertura de la Escuela Incompleta de Sao Arriba, de igual forma se incluirá el salario del maestro en el presupuesto del año, si para los escépticos estos datos solo quedaron en documentos, valga la explicación de que en el museo municipal de esta localidad se conservan los recibos de pagos de cada uno de los docentes hasta el año de 1899.
Estado constructivo
Al informarse a la junta de educación por los inspectores escolares los presupuestos de materiales y mobiliarios, así como reparaciones, se demuestra el buen estado constructivo de los locales, que preciso de un incremento del presupuesto del ramo para estos menesteres como a continuación se detalla:
Resumen de presupuestos para el ramo de Instrucción Pública.
Curso | No Escuelas | Escuelas Completas | Escuelas Incompletas | Presupuesto | Desglose | |||||
1881 – 1882 | 7 | 4 | 3 | $ 800 | Escuela de Sao Arriba Incluye textos | |||||
1889 – 1890 | 8 | 4 | 4 | $ 300 | Solo mobiliario : reparaciones y reposiciones | |||||
1894 – 1895 | 8 | 4 | 4 | $ 900 | $ 150 para cada escuela completa y $ 75 para escuelas incompletas | |||||
1896 – 1897 | 8 | 4 | 4 | $ 975 | $ 600 para las escuelas completas y $ 375 para las incompletas | |||||
1898 – 1899 | 8 | 4 | 4 | $ 900 | $ 450 para las escuelas de la Villa $ 450 para las escuelas rurales |
Fuente: Archivo Municipal de Gibara. Legajo 3
De igual forma consignan los pagos de alquiler de los locales y los docentes sin retrasos desde 1894, los últimos fueron saldados por concepto de débitos en abril de este año.
El ayuntamiento sufragaba los gastos a partir de partes significativas de los recargos de la riqueza urbana ( tan solo en 1884 ascendía $1185) de la riqueza rústica ( para este mismo período en 100 %) y de lo considerado con fallido ) en 1894 refería $ 1187)
Durante la etapa colonial el maestro constituyó una fuerte arma ideológica en el territorio gibareño, en consonancia con la primera ley pedagógica o ley de la escuela en la vida, que establece el origen de la escuela encaminado hacia la satisfacción de una necesidad social: preparar a las nuevas generaciones. Desde su clase el docente representa y transmite la cultura hispana que mantenía el estatus político antiindependentista. La edad mínima para ingresar a la escuela era de seis años, ya la familia había incidido en la formación de sentimientos morales de ahí que al llegar a la escuela estarían predispuestos positivamente a aceptar los valores que se le proponen y a adoptarlos como propios.
Un ejemplo contundente lo resulta la autora del canevá en poder de la familia González Hernández de la localidad de Iberia. Su autora, al ser inminente la retirada de las tropas españolas de Gibara bordó una escena que representa las tres naves de Cristóbal Colón con un letrero que dice ADIOS A MI QUERIDA PATRIA. El trabajo está fechado el 28 de septiembre de 1898, y aunque la niña había nacido en Cuba de padres canarios, evidentemente estaba considerando su patria a España y no a Cuba.
En estas edades los niños responden a los mismos métodos con que se le educa: si le gritan gritará, el ejemplo se convierte en la primera forma de educación. Él intentará imitar tanto lo adecuado como lo inadecuado, en correspondencia con su escala de valores. En la escuela de antaño prevalecieron los criterios de subordinación que incluían el factor político como modo de garantizar la estabilidad necesaria a la actividad económica de la región.
En el año de 1898 Gibara, que constituyó baluarte del integrismo y centro cultural colonial, constituía ahora la imagen de la derrota. Tómense en consideración las palabras de Alfredo Betancourt refiriéndose a esta etapa:
"Así, en Holguín… Se respira amor inextinguible por Cuba y sus hijos todos, eran partidarios de la independencia y de su soberanía… Gibara, en cambio era tan amiga de los déspotas que se llamó "España chiquita"… Gibara era refugio de todos los que estaban en contra de las aplicaciones y libertades del pueblo de Cuba y si sus habitantes no eran enemigos de la revolución, por lo menos eran simpatizantes de los que en vano intentaban sofocarla… Colaboradores o adictos a las causas españolas. Que prosperaban con las limosnas de los conquistadores"
Si estas palabras no resultaran convincentes analícese los fragmentos de la prensa local durante la estancia del General en Jefe del Ejército Libertador máximo Gómez Báez en el puerto de esta Villa:
" El General dijo que no bajaba a tierra porque se sentía indispuesto pero era comidilla en la población el que no lo hacía porque recordaba el recibimiento que se le había hecho a Weyler."
Si bien no todos los gibareños apoyaron a los españoles, Gibara fue española por convicción, recibió una educación española, una religión española hasta tal punto que hizo desaparecer de la vista pública al espiritismo científico tan solo en los primeros meses de su introducción en 1878. Por cultura a Gibara la distinguen los elementos más representativos de España, matizados por un contacto internacional característico de la llamada Cuba occidental.
Número de escuelas funcionando por años durante la segunda mitad del siglo XIX
Tabla de elaboración Propia.
Año | Centros públicos | Centros privados | ||
Urbanos | Rurales | Urbanos | Rurales | |
1857 | 1 | 1 | 2 | 1 |
1866 | 1 | 1 | 3 | 1 |
1868 | 2 | 1 | 1 | 1 |
1873 | 2 | 2 | 1 | 2 |
1877 | 2 | 2 | 2 | 3 |
1881 | 4 | 3 | 2 | 2 |
1883 | 4 | 3 | 1 | 3 |
1884 | 4 | 3 | 1 | 2 |
1886 | 4 | 3 | 4 | 3 |
1889 | 4 | 4 | 5 | 4 |
1896 | 4 | 4 | 7 | 5 |
1899 | 4 | 4 | 6 | 5 |
Fuentes: Fondo Ayuntamiento. Legajo 3 Archivo Municipal de la Villa. Documentos sin clasificar.
Los valores humanos que caracterizaron al gibareño del siglo XIX se afianzaron en la medida que el desarrollo psicológico y la madurez de cada individuo nativo o residente, desde edades muy tempranas, convivieron en el suelo gibareño.
La identidad social tiene en las edades tempranas una elaboración concreta: la casa, la bandera, el escudo, el paisaje, lo heroico, lo audaz, lo valiente. (Lo valiente para el gibareño resultó el pelotón de Voluntarios, lo heroico la captura por los voluntarios de los expedicionarios de Goicuría, las victorias españolas) las fiestas reales, la llegada de un barco a puerto, las fiestas patronales, las celebraciones, el día de la Virgen del Rosario, el día de San Fulgencio, la misa, el bautizo, el cultivo del tabaco, EL ORDEN SOCIAL NECESARIO PARA GARANTIZAR EL ORDEN COMERCIAL.
Las guerras por la independencia interferían en la actividad comercial, en la producción del tabaco, en la seguridad de los campos por lo que estas y todos aquellos que les seguían no resultaban bien mirados por entonces en el territorio.
La colonia constituyó no solo el período de oro de la Jurisdicción gibareña en su esfera económica sino el despertar de una tradición pedagógica que perdura hasta la actualidad. Para entonces la actividad patriótica estuvo signada por el carácter hispano de la región, eminentemente católica, evidenciado en el recibimiento en acto masivo al ya depuesto General Valeriano Weyler. Hacia los años de esclavitud vida del negro no había sido tan dura como en el resto de la isla. Las contiendas bélicas habían permitido que el puerto se habilitara a pesar de su bajo calado manteniendo activa la vida de sus moradores y la de sus alrededores.
La educación recibida por sus moradores había sido hispana lo que limitó la concientización de los hijos de esta tierra para su incorporación a la lucha armada. Y estuvo caracterizada a partir de la apertura del ayuntamiento por una atención esmerada al ramo con un crecimiento significativo del número de escuelas a lo largo de la jurisdicción como a continuación se destaca.
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Documentos de Archivo:
Archivo Nacional de Cuba.:
Fondos Intendencia General de Haciendas.
Fondos Gobierno Superior Civil
Fondos Real Consulado
Fondos Donativos y revisiones.
Fondos Correspondencia de las Capitanías Generales
Archivo Provincial de Santiago De Cuba.:
Fondos Gobierno Provincial No 120
Fondos Gobierno Provincial No 871
Fondos Gobierno Provincial No 877
Fondos Gobierno Provincial No 879
Fondos Gobierno Provincial No 898
Fondos Gobierno Provincial No 899
Fondos Gobierno Provincial No 906
Fondos Gobierno Provincial No 953
Fondos Gobierno Provincial No 2598
Fondos Gobierno Provincial No 2595
Fondos Gobierno Provincial No 2620
Fondos Gobierno Provincial No 2188
Fondos Gobierno Provincial No 3412
Fondos Gobierno Provincial No 6790
Fondos Gobierno Provincial No 6801
Archivo Provincial de Holguín.:
Fondos Tenencia de Gobierno. Carpetas de las Capitanías Pedáneas
Archivo Provincial de Holguín.:
Fondos ayuntamiento No 1024
Fondos ayuntamiento No 1671
Fondos ayuntamiento No 1749
Fondos ayuntamiento No 1792
Fondos ayuntamiento No 1837
Fondos ayuntamiento No 1838
Fondos ayuntamiento No 1871
Fondos ayuntamiento No 1898
Fondos ayuntamiento No 1912
Fondos ayuntamiento No 1956
Fondos ayuntamiento No 1966
Fondos ayuntamiento No 1974
Fondos ayuntamiento No 1976
Fondos ayuntamiento No 3129
Fondo Protocolos Notariales sin Procesar. :
Carlos José Aguileras. 1841 – 1865
Carlos de Aguilera y Cose. 1865 – 1898
Biblioteca Nacional José Martí.
Hemeroteca: Publicaciones seriadas de la prensa periódica Gibareña 1867 – 1899
Sala Cubana. Literatura del siglo XIX
Autor:
Juan Michel Soberat Blanchard.
Máster en Bioética y en Ciencias de la Educación, Defectólogo del Servicio de rehabilitación del Policlínico Docente José Martí de Gibara
Dalgis Fonceca Castro.
Licenciada en Filosofía Marxista Leninista: Directora de Programas de Radio:
Hanoy González Cruz.
Lic. En Educación Especial. MCs. Jefe Dpto del Servicio de rehabilitación del Policlínico Docente José Martí de Gibara
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