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El mango peruano y su producción (página 2)


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Características del mango peruano

Cultivo de Mango

Los cultivares de mango pueden agruparse en 3 grupos principales según el lugar de selección: Cultivares Indios, Cultivares Indio Chinos y Filipinos y Cultivares de Florida. En nuestro país el cultivar q se produce es el Cultivar de Florida.

Cultivares de Florida: dominan la mayoría de las plantaciones de mango en casi todo el mundo, aunque en algunas áreas de cultivo predomine la selección local. En general tienen excelentes características, pero la mayoría son sensibles a la descomposición interna. El Haden se desarrolló en Florida como planta de semilla del cultivar indio Mulgoba en 1910.Las siguientes características lo han hecho muy popular en el comercio internacional: color rojo atractivo de la piel, alta resistencia de la piel, muy importante para el transporte a larga distancia y contenido en ácidos relativamente alto.

Desde 1940 se han desarrollado en Florida un grupo de cultivares con similares características. Algunos ejemplos son Tommy Atkins, Zill, Torbet, Kensington, Irwi, Haden Glenn, Lippens, Van Dyke, Sensation, Osteen, Keitt. El orden de maduración es aproximadamente el mismo en diferentes zonas de cultivo. Dentro de una zona, el período de maduración para la totalidad de los cultivares de mango se estiende aproximadamente tres meses.

Actualmente se continúa investigando para el desarrollo de nuevas variedades de mango como Nomi, Tango, Shelly, etc., cultivares mejor adaptados a las condiciones de cada área productiva donde se han desarrollado.

Floración Y Fructificación

Sólo se producen una docena de frutos por inflorescencia. Aparte de que muchas flores son unisexuales masculinas también muchas flores femeninas hermafroditas quedan sin fecundar.

En el momento de la floración, el mango prefiere en general un período seco, y con respecto a su época de floración se distinguen tres tipos de variedades: * Los de floración tardía (marzo – abril), en los países templados están libres de heladas. * Los de floración precoz (enero – febrero), que si bien sus flores son atacadas por las heladas tardías y por la humedad del invierno, al florecer por segunda vez pueden conseguir fruto. * Los de floración precoz, que ya no vuelven a florecer; desgraciadamente la mayor parte de las buenas variedades son de este tipo, por lo que tienen rendimientos muy irregulares a causa de que ocasionalmente zonas templadas tiene inviernos frescos.

Para corregir el estado de la floración o para provocar una segunda floración se han realizado ensayos, sin encontrar de momento ninguna solución al respecto, ya que depende de diversos factores, como la acción de las hormonas, de las resinas del árbol o de la temperatura mínima para conseguir la apertura de los capullos.  Para resolver estos problemas, se han intentado ensayos para ver el efecto de las temperaturas y el manejo del riego en la inducción floral de este cultivo. Dichos ensayos muestran como temperaturas por debajo de 20ºC son necesarias para la floración y no pueden ser reemplazadas por los efectos del estrés hídrico sobre la misma.

Las épocas nubosas, las lluvias, los rocíos excesivos en el momento de la floración siempre son nefastos; las flores caen en gran número y los frutos no llegan a madurar. La maduración siempre se efectúa mejor en época de sequedad ambiental. Un exceso de fertilizantes es contrario a una buena floración.

Particularidades Del Cultivo

Plantación. Se recomienda antes de efectuar la plantación realizar un laboreo de un metro de profundidad, efectuado en tiempo seco, para asegurar la uniformidad del crecimiento. Esta operación será imprescindible en terrenos previamente cultivados.

La plantación se lleva a cabo cuando las plantas tienen de 1 a 2 años; si se les cultiva en recipientes, se les puede sacar en cualquier época del año; si están en los surcos del vivero, generalmente lo mejor es a principio o al final de la primavera. En cualquier caso se les trasplanta lo más cuidadosamente posible en cepas previamente preparadas y espaciadas de 10 a 12 m de distancia. Ciertas variedades que crecen débilmente se pueden trasplantar más cerca (6×6 m) y los tipos vigorosos que se extienden, se colocan a una distancia de 14 a 16 m. Los árboles deben regarse tras la plantación y luego varias veces por semana durante los primeros quince días. El área en torno al árbol (aproximadamente un metro) debe mantenerse libre de malas hierbas, recomendándose la colocación de un mulching, sobre todo en la estación seca; puesto que generalmente se proporciona algo de sombra al vivero de propagación, los árboles se deben acostumbrar gradualmente en un área menos sombreada por un período de unas cuantas semanas, para permitirles resistir su exposición a la luz solar plena y al viento. No se les debe permitir que fructifiquen sino hasta que tengan más o menos 4 años de edad, eliminando las paniculas de flor a medida que se forman En zonas ventosas se recomienda el empleo de cortavientos, ya sean naturales o artificiales. Independientemente de la protección mecánica ofrecida por el cortaviento, el mango se beneficia por una mejora de la actividad de los insectos durante la polinización y por la disminución de algunas enfermedades como la mancha negra bacteriana en climas subtropicales, como consecuencia indirecta de una menor rotura de ramas y una más lenta dispersión de inóculo.

Abonado.- El abonado y el riego, deben programarse de acuerdo con el ciclo fenológico para alcanzar un rendimiento óptimo. La potasa es el elemento al que mejor ha respondido el árbol, siendo, por tanto, el que en mayor proporción debe entrar en la fórmula de abonado. Un árbol en plena producción responde muy bien a la siguiente aplicación de abono: 2500 gramos de sulfato de potasio y 1500 gramos de superfosfato de cal, añadidos al terreno en una sola aplicación, preferible en el mes de noviembre. Debe procurarse distribuirlo bajo la copa del árbol, removiéndolo y mezclándolo bien con la tierra.

El abonado nitrogenado se puede dar con el riego en la época anterior a la apertura de los capullos, añadiendo un kilogramo de sulfato amónico y, posteriormente, la misma cantidad cuando el árbol esté en plena floración, esto ayuda a promover el amarre de la fruta.

El suelo con árboles jóvenes se debe arropar para ayudar a retener la humedad y contrarrestar las hierbas. Pueden resultar útiles las aplicaciones de piedra caliza dolomítica, si la reacción del suelo está debajo de un pH 5.5.

Las aspersiones nutritivas conteniendo cobre, cinc, manganeso y boro son beneficiosos en todos los suelos. Estas se deben aplicar más o menos 3 veces al año (una vez en el caso del boro) durante los primeros años.

Poda.- El mango florece y fructifica de manera muy semejante al aguacate, es decir, en grandes panículas muy ramificadas que aparecen en las extremidades de ramas del año que poseen suficiente madurez.

Para que la inducción floral pueda presentarse en forma normal se requiere que le árbol pase un período de bajas temperaturas, es decir, de un cierto invierno benigno que haga detener sensiblemente el crecimiento vegetativo, se acumulen almidones en los brotes, y se propicie la diferenciación. En su defecto, a falta de bajas temperaturas, se pueden obtener los mismos resultados cuando se presenta una época de sequía.

En regiones de temperaturas constantes durante todo el año, y sin marcada época de sequía, el mango tiende a adquirir un aspecto frondoso, un gran crecimiento vegetativo, pero su diferenciación floral es muy escasa, como reducida su consecuente fructificación.

No se ha pensado seriamente en practicar en esta especie poda de fructificación, y que su floración, exclusivamente en panículas terminales, representa un serio obstáculo para ello, no encontrándose una finalidad práctica, todavía, que determinara las ventajas de dicha poda. Sin embargo, posiblemente, una poda que se tradujera en menor alargamiento de las ramas y en la formación de mayor cantidad de brotes anuales, en cuyas extremidades se presenta posteriormente la fructificación fuera de desear.

Respecto a la formación del árbol si es necesario intervenir con la poda, muy particularmente en la selección de las ramas principales que iniciarán la copa. Si bien es cierto que los árboles de esta especie pueden formar su estructura normal sin ninguna ayuda de la poda, también es verdad que el mango, en gran número de variedades, tiende con frecuencia a emitir cuando joven brotes muy verticales, con ángulos de inserción muy cerrados.

Estos primeros brotes, que no se arquearán debido al peso de la fruta, puesto que ésta no existe, engrosarán y formarán las ramas principales del armazón del árbol, con el inconveniente de su escasa resistencia mecánica. Como el ramaje del árbol llega a ser muy pesado, al igual que la cosecha, la deficiente inserción de las ramas llega a constituir un gran peligro de desgajado de ellas. Así, es frecuente observar en los huertos de mango árboles con ramas mal colocadas, demasiado verticales, con ángulos cerrados, llenas de apoyos o soportes de producción para evitar roturas.

Si en los primeros años de vida del árbol se hubiera atendido su formación y se hubiera hecho una selección de ramas primarias de acuerdo con sus posiciones y sus ángulos de inserción ese problema no se presentaría después. De esta manera puede afirmarse que el mango, como cualquier especie, debe ser atendido en su formación y hay en él necesidad de eliminar ciertas ramas iniciales de estructura, que pudieran a la larga ser perjudiciales. Ello, independientemente de que se pudiera con la poda retrasar el desarrollo del árbol e incluso tender a enanizarlo.

Recolección. La producción de un árbol de mango es muy elevada. Como término general, para un ejemplar de tamaño medio puede calcularse un rendimiento de 200 kilos, llegando normalmente algunos árboles a cargar más de 1000 kilogramos de fruta. Esto supone unos 30.000 – 40.000 kg/ha.

El criterio para determinar la época de recolección varía según el cultivar y la zona de producción, por tanto las recomendaciones dadas anteriormente sólo pueden tener utilidad en lugares con condiciones climáticas idénticas y donde tenga lugar una flor homogénea.

La recolección del mango es manual, se debe procurar siempre cortar el fruto con un poco de pedúnculo, ya que haciéndose a ras se derramaría savia, lo que más tarde contribuiría a que la fruta se arrugara y depreciara.

Conservación.- La conservación de la fruta después de la recogida en el árbol es aceptable. Si se coge madura mantiene sus buenas condiciones durante cinco días a temperatura ambiente (20 ºC-25ºC); cogida en las mismas circunstancias, aguanta diez días sin estropearse a temperaturas de 8ºC. Pero si se recoge en el momento oportuno, que es cuando aún está verde, pero tienen ya el tamaño adecuado, con un peso aproximado de 175 a 250 gramos, se mantienen las buenas cualidades de la fruta hasta veintisiete días, si se somete a temperaturas de 8 °C.

La conservación se mejora si los frutos son sometidos a un pre-tratamiento por calor, a 38ºC, antes de su almacenamiento a bajas temperaturas (5ºC). En caso contrario desarrollan daños por bajas temperaturas mucho más rápidamente. Las técnicas actuales sobre conservación post cosecha de los frutos de mango tienden al control conjunto de la humedad (>95%), aire caliente (Tª entre 47-49º C) y tratamientos fungicidas en momentos puntuales para minimizar los daños causados por plagas y enfermedades (Coates et al, 1993). Algunos ensayos para controlar los ataques de insectos sobre mangos almacenados indican que la utilización de insecticidas en atmósferas con bajos niveles de oxígeno controlan muy bien estas plagas sin modificar las características organolépticas de los frutos y la aplicación de sustancias orgánicas sobre los mismos.

Valor nutricional

Los frutos del mango constituyen un valioso suplemento dietético, pues es muy rico en vitaminas A y C, minerales, fibras y anti oxidantes; siendo bajos en calorías, grasas y sodio. Su valor calórico es de 62-64 calorías/100 g de pulpa. En la siguiente tabla se muestra el valor nutritivo del mango en 100 g de parte comestible.

COMPONENTES

VALOR MEDIO DE LA MATERIA FRESCA

Agua (g)

81.8

Carbohidratos (g)

16.4

Fibra (g)

0.7

Vitamina A (U.I.)

1100

Proteínas (g)

0.5

Ácido ascórbico (mg)

80

Fósforo (mg)

14

Calcio (mg)

10

Hierro (mg)

0.4

Grasa (mg)

0.1

Niacina (mg)

0.04

Tiamina (mg)

0.04

Riboflavina (mg)

0.07

PRODUCCIÓN DEL MANGO

En Perú la producción se inició aproximadamente hace 40 años, cuando se introdujeron las variedades rojas de exportación Haden, Kent y Tommy Atkins.

La producción de mango se concentra en los valles costeros de la zona norte, siendo Piura la principal zona productora, concentrando alrededor del 68% del total nacional, cultivándose en los valles de San Lorenzo, Chulucanas, tambo Grande, y Sullana. La producción del valle de san Lorenzo, se orienta principalmente a la exportación destacándose las variedades de Kent y Haden.

La superficie dedicada a variedades de exportación alcanza las 14,2 mil hectáreas, de las cuales 7,5 mil hectáreas se encuentran en producción y 6,7 mil hectáreas en crecimiento, Piura concentra el 83% distribuido en San Lorenzo ( 53%).Chira(20%) y el Alto Piura (8%); Lambayeque el 14% con Motupe (11%) y Olmos (3%); y Ancash con Casma (5%).

En la cuenca de Motupe, un importante proceso de desarrollo es el incremento de la producción frutícola ( jugos de fruta) para la exportación, principalmente del mango, proceso que cuenta con soportes ambientales (calidad de los suelos y clima), institucionales (organizaciones de pequeños y medianos productores) económicos (mercados y precio del mango), logrando desarrollar en los pequeños productores capacidades técnicas, empresariales y organizativas permitiendo incrementar su producción y el volumen exportable de la misma y también su participación en el proceso de comercialización.

El mango se constituye en la principal fruta de exportación. Según revelan las cifras de la Oficina de Información Agraria del Ministerio de Agricultura, el volumen anual de ventas asciende a más de 8 millones de dólares. Sin embargo, de acuerdo con estudios hechos por la Universidad de Piura y estimados de los propios exportadores, la capacidad exportadora del Norte peruano es mucho mayor.

Perú, al igual que México, tiene a Estados Unidos como su principal mercado exportador y ahora el Tratado de Libre Comercio (TLC) con este último ofrece mejores condiciones para la producción nacional. Los principales competidores del mango peruano en el mercado internacional son. Sud. Africa. Brasil y ecuador; sin embargo, el mango peruano es el mejor de todos debido a que se produce en un trópico seco, donde no hay lluvias y el cultivo se maneja con mayor facilidad, la fruta presenta mejor color, más sólidos totales, más dulzura y menos trementina en la cáscara, lo cual lo hace más agradable para el gusto.

Los principales departamentos productores de mango en Perú en el 2006 fueron Piura (70.4 por ciento), Lambayeque (10.5 por ciento), Lima (4.1 por ciento), Cajamarca (2.7 por ciento), La Libertad (2.5 por ciento), Ica (2.3 por ciento), Ancash (2%), San Martín (1.7 por ciento), Ucayali (1.3 por ciento) y otros (2.5 por ciento).

La mayoría de las plantaciones comerciales de mango están establecidas sobre patrones poliembriónicos que aseguran la deseable homogeneidad de los mismos. Teniendo de hecho, cada zona productora, un patrón poliembriónico típico. A continuación se citan las características deseables para un patrón de mango:

  • Compatibilidad con los diferentes cultivares.
  • Poliembrionía.
  • Enanizante.
  • Inductor de elevado rendimiento.
  • Inductor de producción de fruta de alta calidad.

Con el fin de obtener árboles de buena calidad con garantía varietal y con homogeneidad es necesario acudir al injerto sobre patrón poliembriónico tanto en cultivares monoembriónicos como poliembriónicos, ya que se reduce la fase juvenil facilitando una precoz entrada en producción. La propagación por injerto es el único sistema utilizado a nivel comercial por los viveristas de todo el mundo. Para ello es conveniente disponer de plantitas a las que podamos llevar las yemas o púas de la variedad que se haya seleccionado para la plantación. Como patrón dan buen resultado los árboles de frutos fibrosos de las zonas climáticas donde se desarrolla el mango. Para plantar la semilla debe quitársele la vaina. La mejor forma de hacer esto es cortar los bordes de la cápsula con una tijera de podar. Una vez libre la almendra, se procede a plantarla en bolsas de plástico que midan unos 20 ó 25 cm de profundidad y 18 ó 20 cm de diámetro; es preferible que el color del plástico sea negro, ya que la duración de la bolsa será mayor y absorbe más cantidad de calor, con lo que se favorecerá la germinación de la semilla. La tierra debe ser ligera y hay que procurar mezclarla con turba. La semilla se enterrará de 2,5 a 3,5 cm de profundidad.

A continuación debe colocarse bajo un cobertizo al que entre poco sol y en que se mantenga un ambiente húmedo. Dentro de los veinte primeros días las plantas estarán fuera; como estas semillas dan más de un retoño, deben quitarse los que sobran y dejar el que presente mejor conformación. Debe tenerse muy en cuenta que el poder germinativo de las semillas del mango se pierde muy pronto, por lo que es conveniente plantarlo lo más rápidamente posible, preferiblemente al días siguiente después de haber sido liberada de la pulpa. El árbol es un poco difícil de injertar; los mejores resultados los han dado los injertos de aproximación o de escudete. Las semillas plantadas en junio y julio pueden ser injertadas en noviembre, diciembre y enero, y estar listas para colocar en el campo desde julio y agosto del año siguiente. El momento más propicio para el injerto de yema es desde mediados de primavera y verano, cuando las plantas están en crecimiento activo. Cuando los árboles de semillas han alcanzado el diámetro de un lápiz pueden ser injertados, si bien es conveniente dejarlos crecer un poco más. El momento apropiado para colocar los injertos es cuando las plantas comienzan a brotar, o sea, cuando echan nuevos brotes de color vinoso; en este estado, la corteza se separará fácilmente de la madera. Después que el nuevo brote se ha desarrollado y está empezando a perder su color rojizo, la corteza no se separa tan fácilmente y el injerto tiene menos éxito. Las yemas para injertar deben ser tomadas de las puntas de las ramas jóvenes, pero no de las del último crecimiento. Es importante que el gajo para injertar y el patrón sean iguales o similares en tamaño y madurez de la madera. Si es posible, deben escogerse ramitas de las cuales hayan caído las hojas. En todo caso, la madera de injerto debe estar bien madura y la punta de la ramita de la cual es tomada no debe estar en crecimiento activo. La incisión en el patrón debe ser hecha en forma de T o T invertida; la yema debe ser grande, de 3,5 a 4 cm. Después de insertada se amarra con rafia, cinta plástica o ristras de platanera humedecidas. Después de tres o cuatro semanas se examina la yema, y si está verde o parece haber formado unió, se corta el tope del patrón varios centímetros por encima para forzar la yema a crecer. Unas pocas semanas más tarde el tope puede ser cortado más abajo, hasta cerca de la yema, cuando ésta haya crecido unos 20 cm. Otro sistema de injertar por este mismo procedimiento es tomar la yema o la chapa y colocarla en un ramo del árbol que se ha arqueado previamente y haciendo la ventana o la T justamente en la parte más alta. Este tipo de injerto da resultado en árboles de dos a tres años de edad. Entre los injertos de aproximación da resultado el de cuña sin decapitar el patrón o también decapitándolo. Se hace en el patrón con la navaja un corte profundizando bastante en la madera, y en el injerto otro, también bastante profundo; se unen y se atan muy bien con cinta de plástico, procurando que la unión no esté en contacto con el aire. Si el patrón no se decapita previamente, debe hacerse una incisión unos centímetros por encima del injerto. Los árboles procedentes de semilla hasta una edad de 1 a 2 años, se pueden aproximar con comparativa facilidad siempre y cuando se aplique en la herida una solución diluida de una sustancia promotora del crecimiento, tal como ácido indol – 3 – acético al 1 % o ácido indol – 3 – butírico al 1 %, antes de que se envuelva ésta.

Requerimientos Edafoclimáticos

Suelo.- Puede vivir bien en diferentes clases de terreno, siempre que sean profundos y con un buen drenaje, factor este último de gran importancia. En terrenos en los que se efectúa un abonado racional la profundidad no es tan necesaria; sin embargo, no deben plantarse en suelos con menos de 80 a 100

cm de profundidad. Se recomiendan en general los suelos ligeros, donde las grandes raíces puedan penetrar y fijarse al terreno. El pH estará en torno a 5.5-5.7; teniendo el suelo una textura limo-arenosa o arcillo-arenosa. Un análisis de un suelo donde los mangos prosperan muy bien dio el siguiente resultado: cal (CaO) 1,2 %, magnesio (MgO) 1,18 %, potasa (K2O) 2,73 %, anhídrido fosfórico (P2O5) 0,15 %, nitrógeno 0,105 %.

Necesidades Hídricas. Los requerimientos hídricos dependen del tipo de clima del área donde estén situadas las plantaciones. Si se encuentran en zonas con alternancia de estaciones húmeda y seca, son óptimas para el cultivo del mango.

Cuando más agua necesita los árboles es en sus primeros días de vida, llegando aproximadamente de 16 a 20 litros semanales por árbol. Esto sucede durante los dos primeros años y siempre que el árbol esté en el terreno; no es lo mismo en el vivero, donde sus exigencias son menores. Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la sequía; prospera con la cuarta parte del agua que necesita la platanera y puede tolerar, según clases de tierra, hasta 400 miligramos de sal por litro de agua. Para obtener el máximo rendimiento del árbol, los riegos deben ser periódicos (400m 3/ha y mes).

Los riegos más copiosos deben darse cuando los capullos van a abrir, y hasta varias semanas después de la fructificación. Mientras la fruta aumenta de tamaño debe regarse una vez cada quince días y puede dejarse de regar al acercarse la madurez. El mango se adapta muy bien a condiciones de precipitación variables; además tolera la sequía, aunque fisiológicamente esta tolerancia ha sido atribuida a la posesión de laticíferos que permiten a las hojas mantener su turgencia a través de un ajuste osmótico que evite el déficit de agua internos.

En suelos calcáreos un periodo de inundaciones continuas no excesivamente largo puede ser beneficioso para el mango, ya que permite aumentar la disponibilidad en el suelo de algunos micros elementos tales como el hierro y el manganeso. Los periodos de déficit hídrico benefician el ciclo fenológico del mango.

En áreas tropicales el estrés hídrico es el principal factor ambiental responsable de la inducción floral. Al contrario ocurre con el cuajado y el crecimiento del fruto, pues una sequía es muy perjudicial, ya que disminuye el tamaño del fruto. Se considera más importante una buena distribución de las precipitaciones anuales que la cantidad de agua, siendo la precipitación mínima anual de 700 mm bien distribuidas. 

Temperaturas. El mango prospera muy bien en un clima donde las temperaturas sean las siguientes:

  • Invierno ligeramente frío (temperatura mínima de 10ºC).
  • Primavera ligeramente cálida (temperatura mínima superior a 15ºC).
  • Verano y otoño cálidos.
  • Ligeras variaciones entre el día y la noche.

Un árbol de buen desarrollo puede soportar temperaturas de dos grados bajo cero, siempre que éstas no se prolonguen mucho tiempo. Un árbol joven, de dos a cinco años, puede perecer a temperaturas de cero y un grado centígrado.

Parámetros De Calidad Del Fruto

Calidad de la pulpa.- El contenido en fibras es muy variable, incluso dentro del mismo grupo de cultivares de los dos más populares de Florida, Tommy Atkins es muy fibroso siéndolo Keitt mucho menos. Se trata de una característica comercial importante, pues el consumidor europeo no gusta de la fibra en los frutos del mango.

En general se está de acuerdo en que los cultivares con contenido medio en fibras, como Tommy Atkins, son aceptables. Las tendencias modernas hacia alimentos fibrosos mantendrán probablemente esta situación, aunque los cultivares con mucho menos contenido en fibras como Peach, no son considerados aceptables en el comercio internacional.

El contenido en azúcar es muy importante, pues existe una cierta relación con la "valoración de la calidad de la pulpa". Sin embargo, no es determinante de una preferencia por parte del consumidor, pues hay otros aspectos en la pulpa asimismo de gran importancia como su consistencia, la intensidad del sabor terpénico, carácter sub. ácido en el sabor de fondo de la pulpa; así hay cultivares que sin estar entre los más azucarados son muy apreciados y valorados por el consumidor

Algunas características de la piel como la textura, presencia de lenticelas o de pruína, no parecen relevantes para la elección del consumidor. Ya que los consumidores muestran su preferencia tanto por frutos de piel rugosa como de piel mayormente lisa.

Estado de madurez en el momento de la recogida.- A causa de las largas distancias en el transporte marítimo, los mangos son recogidos generalmente en el etapa maduro verdosa. Su definición es difícil porque implica un cambio en el color de la piel, desde verde oscuro a verde claro. Si una fruta es recogida demasiado pronto, su sabor es afectado de forma negativa. Es por lo tanto esencial definir un estado de madurez mínimo.

Varios países utilizan un sistema de media de densidad simplificado, ya que ésta se incrementa con la madurez. Las frutas maduras se hunden en agua mientras las inmaduras flotan sobre la superficie.

Color.- El consumidor europeo prefiere frutos con un cierto color rojo o rojizo al menos parcialmente coloreados, y que los frutos totalmente verdes, de algunas variedades indias por ejemplo, son menos apreciados en el mercado. Los cultivares filipinos, indochinos y casi todos los indios, muestran, en su maduración una epidermis verde o amarilla. Casi todos los cultivares de Florida (los cuales produce el mercado peruano), tienen bastante color rojo, aunque hay excepciones.

Temperaturas frescas en campo durante el período de pre – maduración incrementan el porcentaje de piel roja. El porcentaje de piel roja puede también ser incrementado por tratamiento de antitranspirantes.

Peso.- El peso de la fruta depende del cultivar, de las condiciones de crecimiento y de la cosecha. Casi todos los mercados prefieren la fruta en la gama de 300 a 500 gramos. Para obtener estos tamaños será necesario técnicas de cultivo especiales en algunos cultivares.

Los frutos de tamaño demasiado pequeños presentan el inconveniente de que un fruto de semilla tan voluminosa como el mango da la sensación que con el fruto pequeño se adquiere menos pulpa, aunque realmente no es así, pues la relación volumétrica pulpa/fruto es función lineal del tamaño. En caso de frutos demasiado grandes, pueden llegar a ser muy caros adquirirlos por piezas y contener demasiada pulpa para una ración.

Duración del almacenaje y condiciones del mismo.- Los mangos, como muchas otras frutas tropicales y subtropicales, se dañan por las bajas temperaturas durante el almacenaje.

La temperatura de tránsito recomendada varía según las áreas de producción entre 10 y 13º C del nivel bajo, el riesgo de daño por frío aumenta. A 13º C el proceso de maduración no se para completamente y el período de almacenaje se reduce. Como con casi todas las frutas, la atmósfera controlada, la eliminación de etileno o el sellado de frutas individuales en bolsas de plástico de permeabilidad controlada, alargan el período de almacenaje bajo condiciones de laboratorio.

Largos almacenajes, especialmente a bajas temperaturas disminuyen el contenido de azúcar y ácido de las frutas. Los problemas de calidad son evidentes tras el transporte de la fruta por barco, cuando el tiempo transcurrido entre la recogida y el consumo alcanza los 35 días. Mangos recién recogidos, almacenados a 18-22º C alcanzan el estado blando comestible en 8 – 10 días.

Enfermedades y Plagas Del Cultivo

Plagas

Coccidios: los insectos de esta familia que atacan al mango son numerosos, como la cochinilla blanca, la cochinilla de la tizne, el piojo rojo, etc. Sus daños se producen tanto en el tronco como en hojas y frutos; además originan una melaza sobre las partes afectadas que favorece el ataque de diversos hongos. Los frutos pueden sufrir decoloraciones que impiden su exportación. El momento más oportuno para combatirlos empleando el control químico es en invierno, a base de insecticidas emulsionados con aceites amarillos. De ser el árbol invadido por la tizne o fumagina, será mejor sustituir los aceites por insecticidas sistémicos; para combatir esta plaga se puede emplear polisulfuro de potasio aplicado en fuertes dosis en invierno.

Mosca de la fruta: son grandes enemigos del mango, como la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), extendida en las plantaciones de todo el mundo, y varias especies del género Anastrepha en Centroamérica, pues casi todos los países productores de mango son atacados por una o más especies de moscas de la fruta. Las hembras depositan los huevos en la pulpa del fruto dando lugar la maduración prematura del fruto originando su pudrición. Para su control resulta efectivo el empleo de trampas para la captura de adultos utilizando como atrayente feromonas sintéticas.

Polillas de las flores: se trata de dos pequeños lepidópteros, el Prays citri, de la familia Tineoideos, y el Cryptoblabes gnidiella, de la familia Pyraloideos; la primera muy específica de los agrios, y la segunda sumamente polífaga, ya que además de atacar los agrios lo hace también a la vid, al almendro, al melocotonero y a otras plantas cultivadas o silvestres, entre ellas el mango. La Prays, en su fase adulta, es una mariposa de 12 mm de longitud, de color gris ceniza con manchas oscuras diseminadas en las alas anteriores. Sus orugas tienen una longitud de 7 mm, de color terroso, cabeza y pronoto negros, con varios pelos rígidos en cada segmento.

La segunda es una mariposa algo mayor que la anterior, con alas anteriores de color gris, cruzadas por dos franjas negras transversales, y las posteriores de color blancuzco uniformes; sus orugas, de unos 8 mm, son de color verdoso con unas líneas longitudinales oscuras a ambos lados de una franja más clara. La cabeza y pronoto es de color castaño. Ambas polillas tienen unas tres generaciones anuales; sus orugas atacan a las flores, devorando pétalos y estambres, y roen los ovarios con la consiguiente destrucción de los frutos.

Enfermedades

Antracnosis: se trata de una de las enfermedades más difundida y destructiva del follaje del mango, aunque también puede causar graves daños de post cosecha. Es producida por el hongo Colletotrichum gloeosporioides, que aparece en forma de manchas oscuras en las flores y sus pedúnculos, destruyendo a gran número de flores; en las hojas también aparecen puntos negros, que se convierten en agujeros por destrucción de tejidos. Los frutos jóvenes también pueden ser atacados, quedando destruidos antes de llegar a la madurez. Si les ocurre esto cuando ya están maduros, presentarán manchas negras que les darán mal aspecto y dificultarán su conservación. Tiene especial importancia en las zonas húmedas, sin embargo no tiene incidencia en climas secos.

Cercospora del mango: se presenta en las hojas por la pérdida de clorofila y por una exudación un tanto azucarada.

Oidio del mango: es una de las enfermedades de mayor difusión a nivel mundial. Las flores quedan cubiertas de un polvillo blanquecino grisáceo con olor a moho, éstas no se abren y la inflorescencia cae. Las hojas acaban resecándose, según los cultivares los síntomas se manifiestan en el envés, en el haz o en ambas caras de la hoja. Puede producirse el cuarteado de la piel de los frutos, y la caída de los más pequeños.

Seca del mango: se trata de una enfermedad destructiva que puede causar la muerte del árbol, siendo el agente causal un hongo (Ceratocystis fimbriata), que normalmente se asocia a su vector que es un insecto (Hypocryphalus mangiferae). Este hongo puede acceder también a través de las raíces, por tanto en este caso no necesita este vector. Los síntomas se manifiestan en la parte aérea con un amarillamiento, marchites y muerte de las hojas. Si realizamos un corte a la rama se observa los tejidos internos totalmente dañados.

Malformación: es una de las enfermedades más graves del mango en el mundo, estando causada por el hongo Fusarium subglutinans. La malformación vegetativa afecta a las plantas de vivero y la malformación floral sólo tiene lugar en las plantaciones adultas. Los síntomas vegetativos se manifiestan con entrenudos cortos y hojas enanas, la malformación floral se inicia con la reducción de la inflorescencia dando lugar al incremento de flores estériles.

Mancha negra: Es una enfermedad de post cosecha, aunque a veces puede causar problemas al follaje, flores y frutos causados por el hongo Alternaria alternata. Tiene mayor incidencia en las áreas más secas del hemisferio oriental. Los síntomas se manifiestan en el envés de las hojas, apareciendo manchas negras redondas.

Los síntomas en los frutos se desarrollan tras la cosecha, al comienzo de la maduración, con la aparición de pequeñas manchas circulares. A continuación estas manchas se agrandan y dan lugar a una mancha única que llega a cubrir la mitad del fruto. La enfermedad avanza y las manchas penetran en la pulpa que se oscurece y ablanda.

Botryodiplodia theobromae: es uno de los mayores patógenos post cosecha del mango. Los frutos infectados con el patógeno no logran el máximo climatérico.

Mancha Negra Bacteriana: se encuentra localizada en numerosos países cultivadores de mango, esta enfermedad afecta a todos los órganos aéreos.

Está causada por la bacteria Xanthomonas campestris. El síntoma típico de esta enfermedad se manifiesta en el tronco del mango por la aparición de chancros negros longitudinales con exudados de resina, aunque también aparecen síntomas en hojas viejas y frutos.

Control de enfermedades

Mosca de la fruta: algunos países como Japón, Chile, E.E.U.U. y Nueva Zelanda exigen la aplicación de un tratamiento hidrotérmico para el control de la mosca de la fruta como requisito indispensable para permitir la entrada de mangos en estos países. Este consiste en el tratamiento con agua a 46 ºC durante 90 minutos. Aunque también son admitidas otras alternativas como el tratamiento por vapor caliente y la irradiación.

Antracnosis: las lesiones que se producen durante la recolección del fruto, continúan su desarrollo durante el almacenaje y maduración. Se controla de manera eficaz con el tratamiento de inmersión en agua caliente.

Pudriciones de la base del fruto: se controlan de manera eficaz con el tratamiento de inmersión en agua caliente añadiéndole a esta Benomilo a dosis de 500 -1000 ppm a una temperatura de 50ºC, aunque sólo será válido en aquellos países donde se permita la aplicación de este fungicida.

Mancha negra (Alternaria): la aplicación de un fungicida como Pro cloras aplicado como lavado durante 15 segundos después de la inmersión en agua caliente ha tenido grandes resultados.

Cadena Productiva del mango consumido en el mercado local

En la comercialización dentro del mercado local participan múltiples intermediarios, antes de llegar al mercado mayorista. La intermediación se acorta en los casos en que participan las grandes cadenas de supermercados.

Cadena productiva del mango de Exportación

Los exportadores adquieren el mango a través de acopiadores o directamente de los agricultores, para luego colocarlo en el exterior a través del importador, quien recibe la fruta a consignación, pagando al exportador 30 ó 60 después de realizada la venta.

Costo de producción de mango

El costo de mantenimiento de una hectárea de mango equivale a $1691, de los cuales el $54,4% corresponde al gasto en fertilizantes y agroquímicos y el 28,1% a gastos en jornales para el manejo del cultivo y pagos de sueldos por asistencia técnica.

Unos de los principales problemas que afrontan los agricultores es la escasez de financiamiento para capital de trabajo y la deficiente infraestructura de los caminos rurales, los cuales requieren un constante mantenimiento.

Estructura de Costos para el mantenimiento de una hectárea de mango en Piura

Rubros COSTOS PART.

Totales Soles Dólares %

A. Fertilizantes 5917, 3 1690, 5 100,00

B. Agroquímicos 1936, 0 366, 6 21, 7

C. Agua 264, 0 75, 4 4, 5

D. Labores culturales

y cosechas 1472, 0 420, 0 24, 9

E. Horquetas 500, 0 142, 9 8, 5

F. Mecanización 160, 0 45, 7 2,7

G. Asistencia Técnica 188, 0 53, 7 3, 2

H. Envases Cosecheros 100,0 28,5 1,7

I. Fletes 14, 0 4, 0 0,2

Tecnología media, riego por gravedad rendimiento esperado = 20 TM / ha

Fuente: Agencia Agraria de San Lorenzo

Crecimiento de la producción de mango

La producción del mango tubo un crecimiento anual de del 9,5% en el periodo 1990 – 2002, al aumentar las plantaciones orientadas al mercado externo y elevarse el rendimiento a una tasa promedio anual de 2,9%.

Sin embargo, la producción de mango esta sujeta a cierta volatilidad debido al problema de la alternancia, que consiste en un patrón productivo por el cual el rendimiento cae después de campañas con gran producción por la falta de uso de fertilizantes para recuperar el suelo después de una buena cosecha.

En el 2002 El mango participó con el 0,46% del PBI agropecuario, siendo el sustento de unos 6 mil agricultores. La producción de mango se caracteriza por una alta predominancia de pequeños agricultores (80%) sobre los medianos (15%) y grandes (5%).

Según MINAG (ministerio de agricultura) la producción de mango en el país, correspondiente a la campaña octubre 2007 – marzo 2008 lograría el record de 305, 061 toneladas, superior en 42% respecto al similar periodo de la campaña 2006 – 2007; obteniendo un rendimiento de 215 mil toneladas.

Esta campaña favorecida por el fenómeno de la niña, ya que produce mayor floración e incremento en la producción de las plantas en la costa norte, principalmente en las zonas de Piura y Sullana.

En el año 2006 en el mes de octubre se exportaron 504 toneladas, en Noviembre 7,212 toneladas y en diciembre 28, 335; valor que según el MINAG será superado en un 48,2% este año y a su vez será mayor en un 7% a la campaña 2004 – 2005 el cual obtuvo una cantidad de 284 mil toneladas de producción de mango.

Piura principal departamento productor de mango

Piura abarca el 68% de producción de mango a nivel nacional.

A continuación un grafico estadístico del porcentaje de los cuatro principales productores de mango en el Perú.

CONCLUSIÓN

De acuerdo a lo investigado y analizando las bondades y beneficios que otorga el mango, podemos llegar a la conclusión de que no solo es beneficiario a la sociedad en el consumo (debido al nivel nutricional que tiene), sino también vemos que su producción ha logrado colocarlo en uno de los mejores puestos en cuanto a inversiones tanto a nivel nacional como internacional, ya que por su gran demanda actualmente (como ya lo hemos visto) genera grandes ingresos al sector agrario como al sector industrial, a si mismo a las compañías exportadoras causando a si mayores ingresos al país.

Por esos es necesario seguir difundiendo su consumo ya que aun hay sectores en los cuales desconocen la existencia de esta fruta, y por lo tanto no practican su consumo. No hay duda que el Perú es un país bendecido y por ende los peruanos también los somos, ya que contamos con un país rico no solo en paisajes, sino también en suelos que nos regalan frutos tan exquisitos y beneficiosos como "El Mango".

DIRECCIÓN URL

  1. http//es.wikipedia.org
  2. www.andina.com.pe
  3. www.mincetur.gob.pe
  4. www.infoagro.com

 

AUTOR

Rosita Solange Cedrón Castillo

Rosita Solange Cedron Castillo, oriunda de Lima – Perú, curso actualmente los estudios de Administración de Negocios Internacionales, en la facultad de Administración y Recursos Humanos en la Universidad de San Martín de Porres.

Fecha de elaboración: 20 de marzo, del 2008

Partes: 1, 2
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