- ¿Qué son los Virus Informáticos?
- ¿Como actúa un Virus Informático?
- Formas de Infección
- Técnica de Ocultación
- Prevención, Detección y Eliminación
- Virus de Macros
- Virus en Internet
- ¿Qué debemos buscar en un Antivirus?
- ¿Cómo reaccionar ante una Infección?
- Inseguridad Informática
¿Qué son los Virus Informáticos?
Un virus es un programa diseñado para dañar sistemas informáticos, alterando su forma de trabajar o dañando información almacenada en el disco duro. Por supuesto, sin el conocimiento o permiso del afectado.
En términos más técnicos, un virus se define como una porción de código de programación cuyo objetivo es implementarse a si mismo en un archivo ejecutable y multiplicarse sistemáticamente de un archivo a otro. Además de esta función primaria de "invasión" o "reproducción", los virus están diseñados para realizar una acción concreta en los sistemas informáticos. Esta acción puede ir desde la simple aparición de un mensaje en la pantalla, hasta la destrucción de toda la información contenida en el sistema.
¿Como actúa un Virus Informático?
El ciclo de los virus informático es muy similar al de los biológicos (de ahí su nombre).
- Infección: Al ejecutar un archivo infectado (el código del virus se ha implantado en el archivo anteriormente) comienza la fase de infección, duplicándose e implantándose en otros archivos ejecutables. Comienza la "invasión" del sistema informático. La víctima, aún no es consciente de la existencia del virus ya que este permanece oculto y sin causar daños apreciables.
- Expansión: El virus pasará a otros ordenadores, a través de redes informáticas, disquetes y CDs que contengan archivos infectados, software en Internet, archivos adjuntos a mensaje electrónicos, etc.
- Explosión: Si el virus no ha sido detectado y destruido por algún programa antivirus, en un momento determinado o bajo determinadas circunstancias, tomará el control del ordenador infectado, ejecutando la acción para la que fue programado. En este momento, debido a los trágicos efectos que pueden llegar a ocasionar, se hará evidente su existencia, acabando con información vital contenida en el sistema informático.
Síntomas apreciables antes de la Explosión del Virus
Los síntomas más usuales son:
- Los programas tardan más tiempo en cargarse y se produce una disminución considerable y global de la velocidad de procesamiento del sistema.
- Reducción del espacio libre de memoria y aumento en el tamaño de los archivos ejecutables.
- Aparición de continuos e inusuales mensajes de error.
- Programas que misteriosamente dejan de funcionar.
- Caídas frecuentes del sistema.
El buen programador de virus intentará minimizar estos cinco "efectos colaterales", de manera que el virus, en la fase de Infección, consuma muy pocos recursos del sistema, interfiriendo muy poco y de forma mínima en su funcionamiento normal.
Antes que nada, hay que recordar que un virus no puede ejecutarse por si solo, necesita un programa portador para poder cargarse en memoria e infectar; asimismo, para poder unirse a un programa portador necesita modificar la estructura de este, para que durante su ejecución pueda realizar una llamada al código del virus.
Las partes del sistema más susceptibles de ser infectadas son el sector de arranque de los disquetes, la tabla de partición y el sector de arranque del disco duro, y los ficheros ejecutables (*.EXE y *.COM). Para cada una de estas partes tenemos un tipo de virus, aunque muchos son capaces de infectar por sí solos estos tres componentes del sistema.
En los disquetes, el sector de arranque es una zona situada al principio del disco, que contiene datos relativos a la estructura del mismo y un pequeño programa, que se ejecuta cada vez que arrancamos desde disquete.
En este caso, al arrancar con un disco contaminado, el virus se queda residente en memoria RAM, y a partir de ahí, infectará el sector de arranque de todos los disquetes a los que se accedan, ya sea al formatear o al hacer un DIR en el disco, dependiendo de cómo esté programado el virus.
El proceso de infección consiste en sustituir el código de arranque original del disco por una versión propia del virus, guardando el original en otra parte del disco; a menudo el virus marca los sectores donde guarda el boot original como en mal estado, protegiéndolos así de posibles accesos, esto suele hacerse por dos motivos: primero, muchos virus no crean una rutina propia de arranque, por lo que una vez residentes en memoria, efectúan una llamada al código de arranque original, para iniciar el sistema y así aparentar que se ha iniciado el sistema como siempre, con normalidad. Segundo, este procedimiento puede ser usado como técnica de ocultamiento.
Normalmente un virus completo no cabe en los 512 bytes que ocupa el sector de arranque, por lo que en éste suele copiar una pequeña parte de si mismo, y el resto lo guarda en otros sectores del disco, normalmente los últimos, marcándolos como defectuosos. Sin embargo, puede ocurrir que alguno de los virus no marquen estas zonas, por lo que al llenar el disco estos sectores pueden ser sobrescritos y así dejar de funcionar el virus.
La tabla de partición esta situada en el primer sector del disco duro, y contiene una serie de bytes de información de cómo se divide el disco y un pequeño programa de arranque del sistema. Al igual que ocurre con el boot de los disquetes, un virus de partición suplanta el código de arranque original por el suyo propio; así, al arrancar desde disco duro, el virus se instala en memoria para efectuar sus acciones. También en este caso el virus guarda la tabla de partición original en otra parte del disco, aunque algunos la marcan como defectuosa y otros no. Muchos virus guardan la tabla de partición y a ellos mismos en los últimos sectores de disco, y para proteger esta zona, modifican el contenido de la tabla para reducir el tamaño lógico del disco. De esta forma el DOS no tiene acceso a estos datos, puesto que ni siquiera sabe que esta zona existe.
Casi todos los virus que afectan la partición también son capaces de hacerlo en el boot de los disquetes y en los ficheros ejecutables; un virus que actuara sobre particiones de disco duro tendría un campo de trabajo limitado, por lo que suelen combinar sus habilidades.
Con todo, el tipo de virus que más abunda es el de fichero; en este caso usan como vehículo de expansión los archivos de programa o ejecutables, sobre todo .EXE y .COM, aunque también a veces .OVL, .BIN y .OVR. AL ejecutarse un programa infectado, el virus se instala residente en memoria, y a partir de ahí permanece al acecho; al ejecutar otros programas, comprueba si ya se encuentran infectados. Si no es así, se adhiere al archivo ejecutable, añadiendo su código al principio y al final de éste, y modificando su estructura de forma que al ejecutarse dicho programa primero llame al código del virus devolviendo después el control al programa portador y permitiendo su ejecución normal.
Este efecto de adherirse al fichero original se conoce vulgarmente como "engordar" el archivo, ya que éste aumenta de tamaño al tener que albergar en su interior al virus, siendo esta circunstancia muy útil para su detección. De ahí que la inmensa mayoría de los virus sean programados en lenguaje ensamblador, por ser el que genera el código más compacto, veloz y de menor consumo de memoria; un virus no seria efectivo si fuera fácilmente detectable por su excesiva ocupación en memoria, su lentitud de trabajo o por un aumento exagerado en el tamaño de los archivos infectados. No todos los virus de fichero quedan residentes en memoria, si no que al ejecutarse se portador, éstos infectan a otro archivo, elegido de forma aleatoria de ese directorio o de otros.
Los efectos perniciosos que causan los virus son variados; entre éstos se encuentran el formateo completo del disco duro, eliminación de la tabla de partición, eliminación de archivos, ralentización del sistema hasta limites exagerados, enlaces de archivos destruidos, archivos de datos y de programas corruptos, mensajes o efectos extraños en la pantalla, emisión de música o sonidos.
Un virus puede considerarse efectivo si, además de extenderse lo más ampliamente posible, es capaz de permanecer oculto al usuario el mayor tiempo posible; para ello se han desarrollado varias técnicas de ocultamiento o sigilo. Para que estas técnicas sean efectivas, el virus debe estar residente en memoria, puesto que debe monitorizar el funcionamiento del sistema operativo. La base principal del funcionamiento de los virus y de las técnicas de ocultamiento, además de la condición de programas residentes, la intercepción de interrupciones. El DOS y los programas de aplicación se comunican entre sí mediante el servicio de interrupciones, que son como subrutinas del sistema operativo que proporcionan una gran variedad de funciones a los programas. Las interrupciones se utilizan, por ejemplo, para leer o escribir sectores en el disco, abrir ficheros, fijar la hora del sistema, etc. Y es aquí donde el virus entra en acción, ya que puede sustituir alguna interrupción del DOS por una suya propia y así, cuando un programa solicite un servicio de esa interrupción, recibirá el resultado que el virus determine.
Entre las técnicas más usuales cabe destacar el ocultamiento o stealth, que esconde los posibles signos de infección del sistema. Los síntomas más claros del ataque de un virus los encontramos en el cambio de tamaño de los ficheros, de la fecha en que se crearon y de sus atributos, y en la disminución de la memoria disponible.
Estos problemas son indicadores de la posible presencia de un virus, pero mediante la técnica stealth es muy fácil (siempre que se encuentre residente el virus) devolver al sistema la información solicitada como si realmente los ficheros no estuvieran infectados. Por este motivo es fundamental que cuando vayamos a realizar un chequeo del disco duro arranquemos el ordenador con un disco de sistema totalmente limpio.
La autoencriptación o self-encryption es una de las técnicas víricas más extendidas. En la actualidad casi todos los nuevos ingenios destructivos son capaces de encriptarse cada vez que infectan un fichero, ocultando de esta forma cualquier posible indicio que pueda facilitar su búsqueda. No obstante, todo virus encriptado posee una rutina de desencriptación, rutina que es aprovechada por los antivirus para encontrar el origen de la infección.
El mayor avance en técnicas de encriptación viene dado por el polimorfismo. Gracias a él un virus no sólo es capaz de encriptarse sino que además varía la rutina empleada cada vez que infecta un fichero. De esta forma resulta imposible encontrar coincidencias entre distintos ejemplares del mismo virus, y ante esta técnica el tradicional método de búsqueda de cadenas características se muestra inútil.
Otra técnica básica de ocultamiento es la intercepción de mensajes de error del sistema. Supongamos que un virus va a infectar un archivo de un disco protegido contra escritura; al intentar escribir en el obtendríamos el mensaje: "Error de protección contra escritura leyendo unidad A Anular, Reintentar, Fallo?", por lo que descubriríamos el anormal funcionamiento de nuestro equipo. Por eso, al virus le basta con redireccionar la interrupción a una rutina propia que evita la salida de estos mensajes, consiguiendo así pasar desapercibido.
Prevención, Detección y Eliminación
Una buena política de prevención y detección nos puede ahorrar sustos y desgracias. Las medidas de prevención pasan por el control, en todo momento, del software ya introducido o que se va a introducir en nuestro ordenador, comprobando la fiabilidad de su fuente. Esto implica el escaneo, con un buen programa antivirus, de todo el software que nos llega, y ante la más mínima duda lo mejor es deshacerse inmediatamente de este.
Por supuesto, el sistema operativo, que a fin de cuentas es el elemento software más importante del ordenador, debe ser totalmente fiable; si éste se encuentra infectado, cualquier programa que ejecutemos resultara también contaminado. Por eso, es imprescindible contar con una copia en disquetes del sistema operativo, protegidos éstos contra escritura; esto ultimo es muy importante, no solo con el S.O. sino con el resto de disquetes que poseamos. Es muy aconsejable mantenerlos siempre protegidos, ya que un virus no puede escribir en un disco protegido de esta forma. Por último es también imprescindible poseer un buen software antivirus, que detecte y elimine cualquier tipo de intrusión en el sistema.
Virus para Windows 95/98
La existencia de estos sistemas operativos con bastantes diferencias técnicas respecto a desarrollos anteriores merece un estudio especial para comprobar cómo reaccionan ante virus conocidos y el tipo de protección que ofrecen.
Ante la infección del sector de arranque (boot sector) Windows 95 reacciona sorprendentemente bien, o al menos mucho mejor que sus antecesores. De hecho, frente a cualquier modificación del sector de arranque el sistema presenta un mensaje durante la inicialización. Nos anuncia que algo se ha cambiado y que la causa de tal hecho puede ser un virus de boot, aunque no necesariamente.
También debemos precisar que si hay un error al comprobar la tabla de particiones, el sistema nos da el mismo aviso que en el caso anterior, lo que sin duda puede ser motivo de confusión. En general siempre que en Windows 95 o 98 se dé cuenta de un fallo en el sistema de ficheros que le impida trabajar con la VFAT a pleno rendimiento, se inicia con el «Sistema de archivos en modo compatibilidad MS-DOS», sugiriendo como posible causa el ataque de un virus.
Que Microsoft achaque estos fallos a la acción de un virus es una solución un tanto drástica, ya que una falsa alarma puede ser tan peligrosa como la presencia real de un ingenio vírico.
A W98 no se conocen aún una gran cantidad de virus, sin embargo, la lista crece cada día y nadie que use este sistema operativo está a salvo.
Problemas con Windows 95
Este sistema operativo de Microsoft ha creado más de un problema a las empresas de seguridad, y no sólo por el trabajo adicional de reprogramar sus desarrollos para adecuarse a las características del entorno, sino también por algunos fallos de diseño propios de W95.
En MS-DOS (también en Windows 3.1) se podían solicitar informes al sistema de todas las actividades realizadas, y todo ello en tiempo real. Es decir, a través de un residente era factible conseguir información sobre acciones como abrir, leer y escribir en ficheros, cambio de atributos, etc. Cuando hablamos de tiempo real nos referimos al hecho de recibir la información solicitada en el mismo momento en que se realiza la acción.
Desgraciadamente en W95 la cosa varía, ya que a pesar de tratarse de un sistema operativo multitarea no se envían informes en tiempo real, sino cada determinados intervalos de tiempo o cuando el procesador está menos ocupado. Por este motivo la programación de un controlador capaz de monitorizar el sistema con seguridad es muy difícil, ya que el antivirus recibe la información de que se va a producir una infección cuando el fichero ya está infectado.
A pesar de ello, gran parte de los antivirus para Windows 95 incluyen drivers virtuales o controladores VxD capaces de mantener bajo su atenta mirada el sistema en todo momento. De todas formas, la realización de un driver de este tipo para W95 no es una tarea sencilla y acarrea bastantes problemas. Además, es importante que la protección se ofrezca en todo momento, es decir, que se controle la interfaz gráfica, la versión previa del sistema operativo, las sesiones DOS y el modo MS-DOS 7.0 (arrancando sin la interfaz o al apagar el sistema). Desde luego todas estas acciones no son controlables por un driver VxD exclusivamente.
Esta entre las novedades surgidas últimamente en el mundo de los virus, aunque no son totalmente nuevos, parece que han esperado hasta 1995 para convertirse en una peligrosa realidad. Por desgracia, ya existe un número importante de virus de este tipo catalogados, que han sido escritos en WordBasic, el potente lenguaje incluido en Microsoft Word.
Estos virus sólo afectan a los usuarios de Word para Windows y consisten en un conjunto de macros de este procesador de textos. Aunque el peligro del virus se restringe a los usuarios de Word, tiene una importante propagación ya que puede infectar cualquier texto, independientemente de la plataforma bajo la que éste se ejecute: Mac, Windows 3.x, Windows NT, W95 y OS/2. Este es el motivo de su peligrosidad, ya que el intercambio de documentos en disquete o por red es mucho más común que el de ejecutables.
El primer virus de este tipo que salió a la luz se llamaba «WordMacro/DMV» y era inofensivo, ya que sólo anunciaba su presencia y guardaba un informe de sus acciones. Escrito por Joel McNamara para el estudio de los virus de macros, fue desarrollado en 1994 pero su autor guardó el resultado hasta que observó la aparición del virus conocido por «WordMacro/Concept». Tras ello, McNamara decidió hacer público su desarrollo esperando que la experiencia adquirida sirviera de enseñanza para todos los usuarios. Y aunque probablemente tenga un efecto negativo, McNamara ha publicado también las pautas para crear virus que afecten a los ficheros de Excel.
«WinMacro/Concept», también conocido como «WW6Infector», «WBMV-Word Basic Macro Virus» o «WWW6 Macro», no es demasiado molesto, ya que al activarse infecta el fichero «normal.dot» y sólo muestra en pantalla un cuadro de diálogo con el texto «1». Microsoft tiene disponible un antivirus llamado «prank.exe» que distribuye gratuitamente entre sus usuarios registrados, pero que también puede encontrarse en numerosas BBS, Internet o Compuserve.
Sin embargo, la evolución de este tipo de virus siguió su camino y pronto se detectaron dos nuevas creaciones llamadas «WordMacro/Nuclear» y «WordMacro/Colors». El primero de ellos puede llegar a introducir un virus tradicional en el sistema o modificar la salida impresa o por fax en determinados momentos. El «WordMacro/Colors», también conocido por Rainbow o arco iris, cambia (cada 300 ejecuciones de la macro) la configuración de colores de Windows.
De momento la macros conocidas para Word no son capaces de infectar las versiones nacionales del programa, los usuarios españoles pueden estar tranquilos ya que los comandos del lenguaje de macros han sido traducidos al castellano y las macros creadas con versiones en inglés no funcionan. No obstante, siempre es posible que alguien traduzca el virus o cree uno nuevo. Por último, aclarar que aunque otros procesadores de texto como WordPerfect o AmiPro son capaces de leer documentos escritos con Word, en estos casos el virus no entra en acción por lo que no se corre ningún peligro.
En ocasiones se propagan rumores que dan por cierto noticias de dudosa procedencia. Más o menos esto es lo que ha sucedido de un tiempo a esta parte con el virus por correo electrónico de Internet conocido por Good Times. Lógicamente las primeras noticias de esta maligna creación aparecieron en la «red de redes», en un mensaje alarmante que decía que si algún usuario recibía un mensaje con el tema «Good Times» no debía abrirlo o grabarlo si no quería perder todos los datos de su disco duro. Posteriormente el mensaje recomendaba que se informara a todo el mundo y se copiara el aviso en otros lugares. En esta ocasión el rumor es totalmente falso, aunque todavía sigue existiendo gente que se lo cree y no es raro encontrar en algún medio de comunicación electrónica nuevo reenvíos del mensaje original. De hecho, es totalmente inviable la posibilidad de una infección vía correo electrónico.
El riesgo de contraer un virus en la Internet es menor que de cualquier otra manera, tanto los mensajes de correo, como las página WEB transfieren datos. Sólo si te traes un software por la red o viene como archivo adjunto en un e-mail y lo instalas en tu ordenador puedes contraer un virus. Mucho cuidado con los ficheros Word o Excel adjuntos a un e-mail, podrían contener virus de macro.
¿Qué debemos buscar en un Antivirus?
A la hora de decidirnos por un antivirus, no debemos dejarnos seducir por la propaganda con mensajes como "detecta y elimina 56.432 virus". Realmente existen miles de virus, pero en muchísimos casos son mutaciones y familias de otros virus; esto está bien, pero hay que tener en cuenta que una inmensa mayoría de virus no han llegado ni llegaran a nuestro país.
Por lo que de poco nos sirve un antivirus que detecte y elimine virus muy extendidos en América y que desconozca los más difundidos en España. Por tanto, estaremos mejor protegidos por un software que, de alguna forma, esté más "especializado" en virus que puedan detectarse en nuestro país. Por otro lado, hemos de buscar un software que se actualice el mayor numero posible de veces al año; puesto que aparecen nuevos virus y mutaciones de otros ya conocidos con mucha frecuencia, el estar al día es absolutamente vital.
¿Cómo reaccionar ante una Infección?
La prevención y la instalación de un buen antivirus son las mejores armas con las que cuenta el usuario ante el ataque de los virus. Sin embargo, siempre cabe la posibilidad de que en un descuido se introduzca un inquilino no deseado en el PC. Ante esta situación lo primero que debemos hacer es arrancar el ordenador con un disco de sistema totalmente libre de virus. Posteriormente deberemos pasar un antivirus lo más actualizado posible, ya que si es antiguo corremos el riesgo de que no remotoice mutaciones recientes o nuevos virus.
En el disco de sistema limpio incluiremos utilidades como «mem.exe», «chkdsk.exe», «sys.com», «fdisk.exe» y todos los controladores para que el teclado funcione correctamente. Si disponemos de dos o más antivirus es muy recomendable pasarlos todos para tener mayor seguridad a la hora de inmunizar el PC.
Si la infección se ha producido en el sector de arranque podemos limpiar el virus con la orden «sys c:», siempre y cuando hayamos arrancado con el disquete antes mencionado. Para recuperar la tabla de particiones podemos ejecutar «fdisk /mbr».
Variantes muy relacionadas con los Virus
En ocasiones de habla de estas variantes como si de virus se tratara, cuando en realidad son conceptualmente diferentes. Algunos antivirus pueden detectarlos.
Troyanos: ¿Todos recordamos el famoso caballo de Troya? Los troyanos construyeron un caballo gigantesco de madera y lo regalaron a sus enemigos como señal de reconciliación. Pero dentro del enorme regalo iban soldados, que de esta manera se metieron dentro de la ciudad para destrozar todo lo que encontraron a su paso. Así pues, un programa de ordenador trojan o troyano es algo similar. La víctima utiliza este programa para realizar una serie de funciones (editar textos, fotos, crakear un programa, etc.), pero al mismo tiempo, y sin su conocimiento, el programa realiza una serie de funciones ocultas (desde instalar un programa de acceso remoto con Back Orifice, hasta enviar por correo electrónico datos personales, instalar un virus, etc.). Este tipo de programas también puede realizar algo que resulte desastroso para el sistema (formatear el disco duro, borrar la BIOS del sistema, etc.).
Worms: Son programas que se reproducen transmitiéndose de un sistema a otro, copiándose a si mismos, y usando las redes informáticas para extenderse. Hoy en día con la difusión de Internet, el correo electrónico es su principal vía de transmisión. Generalmente no causan graves daños a los sistemas, pero pueden colapsar las redes.
El 5 de noviembre de 1988 quedó señalado para siempre en la historia de la "inseguridad" informática. El personal que estaba trabajando en los ordenadores de la Universidad de Cornell vio sorprendido y asustado como sus computadoras, uno a uno e irremediablemente, quedaban bloqueados. Estos eran los primeros síntomas de una terrible epidemia "bloqueante" que atacó seguida y rápidamente a las Universidades de Stanford, California, Princeton, al propio MIT, a la Rand Corporation, a la NASA, hasta un total aproximado de 6.000 ordenadores, ¡6.000!, que permanecieron inactivos durante dos o tres días, con un coste estimado de 96 millones de dólares (más de 10.000 millones de pesetas). Causa: un simple y único gusano "worm", activado sólo una vez, resultado de un sencillo trabajo de autoprácticas de Robert T. Morris, "bienintencionado e inofensivo" estudiante de la Universidad de Cornell. Eficiencia demostrada. Un solo Worm, 6.000 ordenadores inactivos, 96.000.000 de dólares de pérdidas.
La epidemia vírica ha alcanzado en pocos años una magnitud escalofriante. Según el experto virólogo Vesselin V. Bontchev, nacen cada día 2 o 3 virus.
Las amenazas a la informática no terminan con los virus. Los "crackers y programadores de virus" constituyen una potente fuerza de ataque a la seguridad informática. Personas dotadas de probados conocimientos, utilizando tecnologías de alto nivel, agrupados en clubes, celebrando Congresos Internacionales, con seminarios y clases: su nivel de peligrosidad alcanza altísimos valores.
Fraudes, sabotajes, espionaje comercial e industrial, vandalismo, terrorismo, desastres naturales como el fuego y el agua, amenazan constantemente a nuestros sistemas de proceso de datos, convirtiendo a la Seguridad Informática en un importantísimo objetivo a alcanzar en la empresa, toda vez que está en peligro su más preciado tesoro: la información.
Por otra parte, las empresas han cambiado su estilo de trabajo, apoyándose y dependiendo fuertemente del sistema informático y de las telecomunicaciones. La ofimática, las Bases de Datos corporativas o distribuidas, el EDI, el SWIFT, el homebaking, la necesidad de sistemas y comunicaciones "trusted", los sistemas distribuidos, etc., colocan a la Seguridad Informática en la cúspide de los objetivos a alcanzar en la empresa.
Si no existe seguridad no hay calidad en la Información, si ésta no es segura, exacta, precisa y rabiosamente actual, es decir, si no es de calidad, las operaciones y decisiones serán equivocadas y si éstas son erróneas la empresa muere.
EDSEL ENRIQUE URUEÑA LEÓN
ING. ELECTRÓNICO