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Síndrome de maltrato infantil: presentación de un caso


Partes: 1, 2

    1. Objetivo general
    2. Material y Método
    3. Desarrollo
    4. Conclusiones
    5. Recomendaciones
    6. Bibliografía
    7. Anexos

    A las madres, que en el de cursar de la vida diaria contribuyen, de manera consciente o inconsciente, a desarrollar algunas de las formas de maltrato infantil.

    INTRODUCCIÓN:

    El maltrato infantil es tan viejo como la humanidad misma. La Biblia recoge muchos ejemplos, y tal vez el más conocido sea la Matanza de los Incocentes, ordenada por Herodes, temiendo el nacimiento de Jesús, Rey de los Judíos.

    El termino maltrato infantil es un fenómeno complejo de la sociedad que se conoce desde la antigüedad, engloba a cualquier grupo socioeconómico, resultando mas vulnerable la población en edades extremas.

    El infanticidio es uno de los actos más violentos practicados sobre los niños y aceptado en tiempos remotos por motivos religiosos o disciplinarios. Las tribus tamalas de Madagascar, sacrificaban al hijo nacido en día nefasto para proteger a la familia; los egipcios ofrendaban una niña al río Nilo para que fertilizara mejor la cosecha anual; en Grecia y Roma los niños enfermos y malformados eran eliminados; mientras que en China, arrojar el cuarto hijo a las fieras constituía un método de control de la natalidad.

    Con el cristianismo hay un cambio conceptual al concebirse los hijos como enviados de Dios, invirtiéndose los principios morales de la familia, y la paternidad pasó a otorgar más deberes que derechos, hasta que San Agustín, con su imagen distorsionada del niño como un ser imperfecto y malévolo, influye notablemente en la educación del siglo xvii, pasando el castigo corporal a ser indispensable en el trato del niño. No es hasta el siglo xviii que nuevamente se revaloriza al niño como persona a partir de su importancia económica como fuerza de trabajo en la Revolución Industrial, obviando el aspecto humanitario de la cuestión.

    Es en la segunda mitad del siglo XIX cuando aparecen por vez primera publicaciones en relación con este tema. En 1860, Ambrosio Tardieu, médico francés, publicó un artículo describiendo lesiones particulares halladas en los niños, pero no es hasta casi un siglo después, en 1946, cuando el radiólogo John Caffev enuncia los primeros conceptos formales al respecto, al publicar hallazgos de fracturas múltiples y hematomas subdurales en niños cuyos padres no ofrecen una explicación coherente. Años después, en 1966, Kempe y Silverman, agregan a este enunciado la internacionalidad del adulto en la lesión.

    En la actualidad se mantiene vigente el problema. Millones de niños viven sometidos a trabajos forzados, prostitución, hambre, frío, mendicidad, careciendo de educación y atención médica por irresponsabilidad social y familiar, y se agrava constantemente la situación por el empeoramiento de las condiciones de vida, incremento de la pobreza, drogadicción, alcoholismo y delincuencia, sometiéndosele cada vez más a violentas formas de castigo corporal físico, o a las más sutiles torturas sicológicas, negligencias y negación de sus más elementales derechos.

    En relación con el niño pueden darse situaciones diversas pues suele ser un hijo no deseado, con peculiaridades que no satisfacen las expectativas de los padres: sexo no deseado, irritable, desobediente, con presencia de discapacidades, difícil de educar, demandante, enfermizo, con alto nivel de actividad motora e hiperquinesia. Con mayor frecuencia son varones y menores de 5 años los más susceptibles al maltrato físico, mientras que son las hembras en edad escolar las que más sufren el abuso sexual.

    El síndrome del maltrato infantil (SMI) es un importante problema de salud de carácter universal, que resulta de una compleja interacción de los factores de riesgo del individuo, la familia y la sociedad. Su identificación es un verdadero reto para el médico, pues la historia clínica recogida es muchas veces inexacta, engañosa, los hallazgos al examen físico son en muchas ocasiones inespecíficos y los médicos, la mayoría, no lo incluyen en su diagnóstico diferencial. Por todo lo señalado los médicos deben afrontar la disyuntiva de diferenciar entre lesiones intencionales y no intencionales (también llamado por algunos "accidentes") y tomar una decisión operativa en beneficio de la salud del niño.

    Jordán J. R. en numerosos análisis realizados en Cuba sobre accidentes en el niño, consideró el concepto de accidente como un vocablo impreciso. Señaló a los accidentes como un problema de salud que depende de la conciencia que se haga del problema. Dijo: "Los accidentes ni son tan inevitables, ni son tan accidentales."

    Por la gran cantidad de definiciones del SMI que dificultan notablemente establecer comparaciones entre diversos estados o países, la OMS en su reunión de consulta sobre la prevención del maltrato infantil redacto la siguiente definición en el año 1999.

    "El maltrato o vejación de menores abarca todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia, explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder."

    Una primera clasificación del SMI es la que se basa en la intencionalidad del daño clasificándolo en:

    • Maltrato intencional
    • Maltrato no intencional (negligencia-"accidente")
    • Maltrato indeterminado. (cuando no es posible determinar intencionalidad)

    El SMI también puede ser clasificado en 6 categorías:

    1. Abuso físico.
    2. Abuso sexual
    3. Abuso psicológico
    4. Negligencias
    5. Abuso prenatal

      Como hemos visto es posible separar las múltiples formas de síndrome de maltrato o abuso infantil, de acuerdo con la diversidad de criterios elaborados en ese sentido y la atención que deben recibir las famillas desposeídos en las distintas regiones. Permite tener una visión más exacta de las dimensiones del síndrome en sus distintas facetas y el comportamiento en las diferentes regiones; así como el nivel de prioridad en la solución de los problemas. También es una vía para conocer y evaluar mejor la detección y alcanzar una prevención adecuada que evite abusos y maltratos. De esta forma podemos reconocer dos grandes grupos de maltrato infantil:

      • Maltrato general
      • Maltrato particular
    6. Síndrome de Munchausen por poder.
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