Descargar

Liderando desde la sabiduría y el afecto (página 2)

Enviado por Peregrino Selser


Partes: 1, 2, 3

Definición de Líder

El que está o venía, al frente de una situación, la conozca o no y que debe conducir a un grupo de personas por una crisis, llevándolas al cumplimiento de un conjunto de objetivos generales y particulares, ajustados a la noción de bien, de cuyo logro participan todos, de manera interdependiente, de manera tal que, solucionada que fuera la crisis, se obtendrá cómo resultados cambios efectivos en la realidad del entorno, en el conjunto liderado y en el líder.

Digo el que está o venía ya porque el sujeto en cuestión es el responsable y sufre el advenimiento de una crisis o es convocado a una situación determinada a fin de lograr su control.

Respecto de conocer la situación de crisis puede ser conducida por un sujeto que ha pasado ya alguna similar (experto de pocos casos) o simplemente ser un sujeto que enfrenta su primer desafío cuando la situación innovadora le sucede.

Conducir representa la paternidad de todas las variables que se encuentran en la situación presente. Es una responsabilidad de 360 grados en donde quien ocupa esa posición pondrá en juego las decisiones necesarias, apelando para ello a una mirada totalizadora de todos los elementos que se juegan en cada momento y son la mínima expresión de la acción que dará respuesta a la totalidad.

Crisis: evento que acontece de manera ostensible o no, en un tiempo determinado, en un lugar determinado, de duración indeterminada, que se presenta con un bajo nivel de estructuración, de manera polimorfa y de intensidad heterogénea. Tiene más de una dimensión y presenta múltiples emergentes determinantes o in característicos. Puede resolverse de más de una manera y dichas soluciones pueden serlo de manera parcial o definitiva.

Los objetivos generales y particulares quedan definidos como los elementos que ponen a la situación planteada como crisis, en un nuevo equilibrio. Por ello los generales atienden las necesidades del entorno y los particulares los de las personas afectadas. Son metas que se establecen como supuestos de respuestas para las nuevas necesidades planteadas. Son construidos como imágenes que pueden sufrir modificaciones en la medida que se acercan. La mirada prospectiva los necesita con el objeto de orientar las acciones.

El ajuste a la noción de bien en los términos planteados por la filosofía, se trata de una orientación que no puede omitirse ni saltarse. Es el elemento determinante de la acción del Líder. Es de tal magnitud la importancia de la presencia del ajuste al bien, que podríamos inferir que sin el bien, la acción del líder determina una resultante que simplemente, NO es liderar.

Los cambios efectivos en la realidad son las concreciones de modificación de la situación inicial, que perdió el equilibrio y plantea la crisis. Dichos cambios entrañan la prueba concreta de un efecto generado por las acciones. Así la realidad modificada pone de manifiesto lo humano del líder y su relación con los otros y su medio.

El conjunto liderado tiene dos dimensiones visibles en primera instancia: los que participaron de la crisis liderada (relación inmediata y de contacto con el líder) y los últimos destinatarios del objetivo buscado (relación mediata). Surge de esta mirada, que quienes se encuentran próximos al líder, reciben de éste la mirada desafiante de la realidad circundante y la necesidad de poner en juego todos los caminos para resolverla. Esto propende de manera innegable a la instalación en conjunto, de un nuevo paradigma que se ve enriquecido por la acción sumada de todos: el líder aporta orientación: la perfección del modelo le queda al conjunto. Desde el punto de los actores mediatos hay para ellos un nuevo bienestar, logrado a partir del cambio, alcanzado por las acciones de los responsables inmediatos, de dar respuesta a la crisis.

Desde el punto de vista del líder aceptando el compromiso con el ajuste a la noción de bien, y con la base más perfecta del desarrollo personal y particular, toda vez que ha logrado el bien de los otros por los otros mismos, (objetivo buscado por su propio peso), con prescindencia de pertenencia de lo obtenido, estará más cerca de la sabiduría. Así se cumple el principio de autarquía, de autosatisfacción, ya que cada vez necesita menos bienes exteriores.

Dimensiones del Liderazgo

Dice C. G. Jung en su prólogo del I Ching:

"…a fin de entender este libro, se deben dejar de lado ciertos prejuicios de la mente occidental. Es notable que un pueblo tan bien dotado e inteligente como el chino no haya desarrollado nunca lo que nosotros llamamos ciencia. Pero sucede que nuestra ciencia se basa sobre el principio de causalidad, y se considera que la causalidad es una verdad axiomática….

Los axiomas de la causalidad se están conmoviendo hasta sus cimientos: sabemos ahora que lo que llamamos leyes naturales son verdades meramente estadísticas, que deben por lo tanto, necesariamente dejar margen a las excepciones.

La forma real empero, parece interesar mas al sabio chino que la forma ideal. La abigarrada trama de leyes naturales que constituyen la verdad empírica posee para él mayor significación que una explicación causal de los hechos, los que por otra parte deben ser usualmente separados unos de otros a fin de traerlos en forma adecuada.

La cuestión que interesa parece ser la configuración formada por los hechos casuales en el momento de la observación y de ningún modo las razones hipotéticas, que aparentemente justifican la coincidencia. En tanto que, cuidadosamente, la mente occidental tamiza, pesa, selecciona, clasifica, separa, la representación china del momento lo abarca todo, hasta el más minúsculo y absurdo detalle, porque todos los ingredientes componen el momento observado…"

I Ching El libro de las mutaciones -Prologo de C. G. Jung – EDHASA

Un líder surge en una época determinada: Los líderes responden frente a un suceso que conmueve la época en la que vive, pero nada hace pensar que un liderazgo del pasado se pueda transpolar a la actualidad. Hoy la prédica de alguno de los líderes más conspicuos, quedaría por lo menos desactualizada. Sin embargo cuando actúan, lo hacen en un aquí y ahora únicos.

También los líderes funcionan en un espacio determinado y esto corresponde a una zona geográfica determinada. Poco podría hacer por nosotros Enrique V.

Necesariamente atienden una circunstancia determinada. Marthín Luther King, pregonaba una igualdad de derechos civiles y ese era su desafío.

En general los líderes lo son conforme una situación del entorno, que condiciona la necesidad de que algo cambie.

Aglutinan una motivación, que puede o no ser propia, pero que les queda encarnada, como si fueran ellos los iniciadores.

En general representan la expresión de los liderados quienes la consideran como cierta. Concreta o abstracta la idea que el líder propone tiene una alta adhesión entre sus seguidores.

Quién es el ser?

"…Examine después atentamente lo que yo era, y viendo que podía imaginar que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en que estuviese, pero que no por eso podía imaginar que no existía, sino que, por el contrario, del hecho de tener ocupado el pensamiento en dudar de la verdad de las demás cosas se seguía muy evidente y muy ciertamente que yo existía; mientras que, si yo hubiese cesado de pensar , aunque el resto de lo que había imaginado hubiese sido verdadero, no hubiera tenido ninguna razón para creer en mi existencia, conocí por ello que yo era una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno, ni depende de cosa alguna material; de modo que este yo, es decir, el alma por la que soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo y hasta más fácil de conocer que el, y, aunque él no existiese, ella no dejaría de ser todo lo que es"…..

Descartes. Discurso del método. Cuarta parte. Octava ediciónBiblioteca de iniciación Filosófica-

Todo lo que sea el líder esta en él como una huella indeleble. Era antes y será después. Construido como un cimiento invisible, es allí donde aparece el rasgo más interesante. La dimensión más humana. No hay una crisis que sea a la medida de un hombre dado. Ni siquiera hay una definición para quien es un experto para un dilema no estructurado.

El bajo nivel de estructura condiciona un acertijo hasta entonces desconocido. Y es la persona quien resuelve el dilema. La mirada intima, el ser en tanto pensamiento resuelve el dilema y lo hará conforme un sistema de código inscripto en el alma. Dicho código está disponible de manera natural. No hay un proceso de análisis de pregunta-respuesta. No hay estructura posible. Las metodologías explicadas, aprendidas, utilizadas no serán las respuesta frente a una decisión que requiere inminente respuesta; y liderar, más allá de la cuestión de fondo (qué se lidera), requiere de muchas respuestas, muchas actitudes y mucha espontaneidad. El hecho es que la primera respuesta, no la reflexionada, requerirá de herramientas. Tales despliegues, no se inscriben en una salida rápida y más o menos acertada, frente a una pregunta. Ese despliegue depende de las connotaciones íntimas. Requiere de la destreza de apelar a una bagaje de cosas inscriptas de manera memoria invisible, para generar en los otros la sensación de auténtico liderazgo. La mejor respuesta a una pregunta es la respuesta honesta desde el fondo de nuestro corazón. Esa respuesta, no necesariamente satisface la pregunta. Sólo cumple con contenerla. Esta es una característica fundamental de quien está al frente.

De suerte que se tejen las más interesantes respuestas frente a que tendría en su cabeza quien tomó tal o cual decisión. Cuál es la postura correcta frente a tal dilema? Un mero intento de armar el rompecabezas para atrás. Como si se pudiera seguir el ovillo de Ariadna y así comprender lo que pensaba Teseo. Si bien es cierto que el comportamiento del Líder impacta de manera efectiva en la realidad. Si bien es cierto que su conducta será innovadora, que será considerado pionero. Tales características resultarán de un análisis distinto de la situación, de tal suerte que no pudo pensar en un rompecabezas que le faltan piezas que alguien descubre… El rompecabezas está completo y disponible para todos. Lo no inscripto no es lo obvio, lo determinable. En todo caso la habilidad del líder es justamente poder en una dimensión no ofrecida o en una oportunidad no prevista o en orden diferente de las mismas piezas. Su capacidad de poli análisis, de sustracción intuitiva, su valentía, su predisposición permanente al cambio. Ahí su magia.

De manera que el intento de poder ver en la interioridad del líder es más una esperanza que una promesa y una ilusión más que la realidad. Esto es indagar en lo que hizo, saltando lo constitutivo. Es el presente de ese momento del líder, respecto de un pasado que lo constituyo, pero no por la situación a resolver en sí. Es el pasado que construyó al ser en tanto persona, con prescindencia de lo que tuviera enfrente. La ocasión del líder es a su vez la ocasión de la construcción íntima. Porque se toman bloques del pasado para actualizarlos y revitalizarlos en una decisión. Cobran vida los peldaños de los valores que están ubicados en el pasado del sujeto. De manera que cuando se construye se hace desde ese lugar. Es imposible una construcción desde el sujeto que no recurra a esos conjuntos de materiales que se acumularon en su devenir histórico, y no solo de una clase de ellos. De hecho una orientación es una construcción, no una acción y el paradigma de la construcción es la reunión de un conjunto de materiales de una manera determinada para un fin establecido. La acción más conspicua del líder es la orientación.

El Hombre un ser histórico

Antes de saber uno, si será quien lidere una situación determinada, tendrá que sortear un conjunto de imprevistos, que sin saber lo irán preparando para poder ejercer un día un rol de liderazgo.

Tales suertes, están en la vida de cualquier persona y si es cierto que la experiencia hace en definitiva que una vivencia determinada sea atravesada con cierto conocimiento intuitivo, como aquello de que "yo sentí esto, alguna vez", tales vivencias nos impregnaran de manera consciente o no, y forjarán en la actitud de las personas una manera determinada de proceder frente a una crisis.

Aprenderá uno en el curso de su vida sobre la protección, cuando evoque a sus padres, conocerá el amor y la frustración al amar y ser preterido, aprenderá desprenderse de un objeto que adora, a fin de ver feliz a otro y lo compartirá, luego comprenderá que hasta puede vivir sin el objeto y lo regalará, lisa y llanamente.

Si tiene suerte podrá ser escuchado, más luego escuchará. Aprenderá cómo los otros son mejores, iguales o peores, comparará al principio y al tiempo estará dispuesto incluso a silenciar sus propios miedos, sus propias dudas, a favor de no acrecentar las de los otros.

Cuando llega a ese momento, entonces será cauto. Prudente en el pensamiento, solitario en el dolor.

Sin embargo frente a la crisis quien decida una opción determinada deberá:

  • En primer lugar estar
  • En segundo lugar diagnosticar
  • En tercer lugar saber con que recursos cuenta
  • Establecer con quienes cuenta
  • Establecer las opciones
  • ¿Quiénes las llevan a cabo?
  • ¿Cómo se va a comunicar?
  • ¿Quién lo va a comunicar?
  • ¿Cómo se va a monitorear?

No creo que se puedan establecer o predecir conductas de manera definitiva. Sin embargo, hay en una misma situación dos que lideran, y uno que a los liderados, tiene más para ofrecer que otros. Dicho de otra manera: por qué hay gente más preparada para atravesar crisis que otra? La crisis por definición es la ruptura de la lógica convencional de una situación. Si tal situación ya fue atravesada antes, entonces quien la lidera lo hace en calidad de experto y no de líder.

Es decir, liderar una crisis entraña entonces, la necesidad fundamental de que la situación a atravesar sea distinta que las habituales y que quien la lidere también sea nuevo en la materia (crisis) a la que se está por yugular. Es decir que no hay crisis vieja y no hay líder con experiencia.

El líder por definición, soporta sobre sus hombros, la mirada volcada al futuro. Ve el Bien, lo ve antes y lleva a los liderados en ese derrotero.

Por definición la situación es nueva y el líder no la conoce, entonces, cómo es que hay personas con una predisposición permanente a "buscar crisis" y cuando no las encuentran: las generan, rompiendo los paradigmas habituales. La respuesta aparece entonces bajo algunas consideraciones: la predisposición de ciertas personas a empujar cambios, es inherente a: o no soportar las cosas como se dan o no pueden esperar por el futuro y van por el. El futuro es una incertidumbre de lo que vendrá. Si el hombre es un viajero y explorador del pasado, con pocos elementos o ninguno ¿por qué, entonces, no se puede viajar al futuro y traerlo?

Para ser líder no basta con un conjunto de conocimientos técnicos profesionales, experiencia, etc.

Se requiere la pulsión permanente por empujar todo al futuro. Adelantarlo, no esperarlo. Ir a buscar lo que vendrá mañana, pero para tenerlo hoy. Es como hacer un viaje cósmico por el tiempo y traer del mañana, lo que aún no existe y hacerlo presente y si eso no es posible, intentar que los demás lo acompañen a uno, en aquel viaje cósmico. Es una manera insoportable de ver el presente.

Es estar aquí y sentir que se ha perdido el tiempo de lo que no ha llegado. Es la oportunidad de programar un cambio. Es el bien que está por venir. Necesariamente estas personas sufrirán. El Presente es una mortificación inaceptable y el futuro una exploración desafiante.

  • Para cada Crisis un Líder,
  • Para cada Líder una Crisis
  • Nueva Crisis -Mismo Líder –resultado parecido-.
  • Igual Vieja Crisis: Experto
  • Nueva Crisis: Nuevo Líder

El problema de lo por venir, es un problema al cual no se puede enfrentar desde las posibilidades clásicas.

Será lo mejor de las personas lo que haga que el líder se encuentre bien equipado. Lo mejor se encuentra cuando el líder se acerca a lo pre-simbólico, lo intuitivo, lo desconocido de sí mismo ¿Basta acaso una buena idea? ¿No lo es, acaso, la propuesta de los derechos internacionales del niño? ¿Qué implicancias tienen las declamaciones que como una cachetada nos golpea la cara, mostrando el efecto de las palabras huecas?

El pensamiento

Imaginemos una persona que se encuentra frente a un montón de papeles con un conflicto del que no se tiene claro como termina e imaginemos además que se espera de él una respuesta adecuada, conociendo todos que lo adecuado está por venir, ya que el conflicto nunca se había planteado hasta el momento.

Esta persona está en silencio y escruta una y otra vez los papeles. En un papel en blanco, hace algunas anotaciones. Luego mantiene una actitud de quietud y silencio. Mira algún punto irrelevante del entorno.

La acción da nacimiento al actor. Es la consecuencia de una idea. La idea es el producto de la actividad de pensar. La idea nace como respuesta al desafío, en el ejemplo planteado el conflicto. Las resoluciones que se otorgan a la situación podríamos definirlas, en principio, como de dos tipos: las que recurren a los enseres del pensamiento habitual y por tanto conocido ya que son elementos nombrados y por tanto identificados previamente por el "yo" consciente. O las respuestas que dejan ver el acto creativo por apelar a otros recursos que se encuentran disponibles, pero fuera del "yo" consciente por no haber sido identificadas y nombradas. Allí aparece el concepto de experiencia, memoria, pasado, presente y futuro.

Veamos: El hombre vive en presente. Sin embargo este presente se plantea como el devenir producto de lo vivido previamente para llegar a otro punto futuro que lo conmina a llegar de una determinada manera. De esta forma la acciones sólo responden desde lo conocido –por identificado y nombrado – a lo cotidiano. Así las ideas se transforman en consecuencias de lo que el ser necesita para poder tolerar un nivel de interdependencia con lo externo, que por lo menos haga sentir al "yo" consciente menos amenazado. Así las acciones son cristalizaciones de una idea o su proceso –el pensamiento- que nos encierra sobre el pasado. El hecho es relevante cuando nos encontramos frente a un problema que es genuinamente nuevo.

Si el pensamiento activamente se pone al servicio del "yo" y se apela a el para conseguir resoluciones innovadoras, entonces se quita espacio para la creatividad, para poder reunirse con lo que realmente es. Es irrefutable que lo más ostensible de lo conocido, como lo material o la memoria, es la parte más insignificante de lo que no conocemos. El alimento, el agua, la biología, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, sólo nos dejan al borde de la profunda ignorancia que tenemos respecto de lo inefable, lo magnífico, lo que realmente "es". Lo que "es" esta fuera del alcance del "yo" ya que el "yo" implica el conjunto de las identificaciones históricas, y por tanto insignificante, desde el punto de vista del universo. No hay esoterismos ni metafísica que pueda explicar lo que "es". Y no se encuentra en manos de sabios o magos. Es simplemente una pregunta realizada de manera incorrecta. La satisfacción buscada lo es desde el "yo" consciente y el problema está más allá de él. Por eso sus respuestas son inconsistentes.

Volvamos entonces al sujeto del ejemplo e imaginemos ahora que en vez de estar pensando, tal cual su actitud, estuviera aquietando, dejando que las ideas del "yo" consciente fluyan hasta que se aquieten en su propio curso y su pensamiento encuentre en la mirada fija un lugar donde pueda dar espacio a aquello que se encuentra en estado pre-simbólico. Las intuiciones silentes. Imaginemos por un segundo que se contacta con lo que "es". Allí se implica necesariamente el acto creativo. Allí la respuesta es innovadora. Creando una acción que no tenga el empuje de la idea. Estas son las acciones del amor. Es el amor el que puede dar lugar a este tipo particular de respuesta no estructurada. La acción que se desprende del actor. La acción que no responde a un desafío del yo mismo.

Así el pensar, la idea hecha acción, pone en juego lo complejo del cambio. Queda expuesto la poca libertad con la que la mayoría de las veces, el ser interactúa con la realidad.

Qué es el bien?

Todo arte y toda investigación e, igualmente toda acción y libre elección parecen tender a algún bien., por esto se ha manifestado con razón, que el bien es aquello a lo que todas las cosas tienden.

…Así el vulgo y los más groseros lo identifican con el placer;…. los principales modos de vida son tres: la que acabamos de describir, la política (buscan los honores), la contemplativa.

… pero el bien se dice en la sustancia, en la cualidad y en la relación (que parece una ramificación y accidente del ente)…

Además puesto que la palabra "bien" se emplea en tantos sentidos como la palabra ser (pues se dice en la categoría de sustancia como Dios y el intelecto; en la cualidad las virtudes; en la cantidad la justa medida; en la relación lo útil; en la de tiempo la oportunidad en la de lugar el hábitat y así sucesivamente) los bienes pueden decirse de dos maneras: unos por sí mismos y los otros por estos.

La felicidad es el bien que, cuando lo poseemos, nos hace independientes y el hombre es independiente cuando posee todo lo necesario para su felicidad.

…Si entonces la función propia del hombre es una actividad del alma según la razón, o que implica la razón, y si, por otra parte, decimos que esta función es específicamente del hombre y del hombre bueno, como el tocar la cítara es propio del citarista, y de un buen citarista, y así en todo añadiéndose, a la obra la excelencia queda la virtud (pues es propio de un citarista tocar la citara y del buen citarista tocarla bien), siendo esto así decimos que la función del hombre es cierta vida , y ésta es una actividad del alma y unas acciones razonables, y la del hombre bueno, estas mismas cosas bien y hermosamente, y cada uno se realiza según su propia virtud; y si esto es así resulta que el bien del hombre es una actividad del alma de acuerdo con cierta virtud, y si las virtudes son varias de acuerdo con la mejor y, mas perfecta y además en una vida entera. Porque una golondrina no hace verano, ni un solo día, y así tampoco ni un solo día ni un instante (bastan) para hacer venturoso y feliz.

Divididos los bienes en tres clases, los llamados exteriores, los del alma y los del cuerpo

….Pero quizá hay no pequeña diferencia en poner el bien supremo en una posesión, o en un uso, en un modo de ser o en una actividad.

La vida humana es, preferentemente, acción, y son nuestras acciones las que nos hacen felices o desgraciados

… Existen, pues, dos clases de virtud, la día noética y la ética. La día noética se origina y crece por la enseñanza y por ello requiere experiencia y tiempo. La ética procede de la costumbre (carácter) de este hecho resulta claro que ninguna de las virtudes éticas se produce en nosotros por naturaleza, puesto que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica por costumbre.

La costumbre es primordial en la adquisición de una virtud, pero la naturaleza desempeña también su papel en la capacidad natural para adquirir y perfeccionar las virtudes y los vicios.

Los hombres sólo son buenos de una manera, malos de muchas

Es, por tanto, la virtud un modo de ser selectivo, siendo un término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que decidiría un hombre prudente. Es un medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto, y también por no alcanzar, en un caso, y sobrepasar en el otro, lo necesario en las pasiones y acciones, mientras que la virtud encuentra y elige el término medio. Por eso, de acuerdo con su entidad y con la definición que establece su esencia, la virtud es un término medio, pero con respecto a lo mejor y al bien, es un extremo.

Aristóteles –Etica Nicomáquea-Editorial Básica Gredos.

Veamos: este aquí que la búsqueda de la felicidad está en la virtud. La virtud, se encuentra del otro lado de los bienes exteriores. Así mientras mas cerca estemos de lo exterior, más lejos nos encontraremos de la felicidad. Es cierto que si la felicidad dependiera de la capacidad de acumular bienes exteriores, nos encontraríamos siempre limitados, ya que las posesiones son divididas entre muchos habitantes en la tierra. Más aún existes infinitas posesiones en el universo y la plena satisfacción estaría en poseerlas todas de manera que tal incapacidad frustraría nuestro deseo. Pero además el universo es un pensamiento de Dios. Es un instante y toda la humanidad completa no alcanzaría para ese hálito modesto en el que todo lo que existe fue creado. Sin embargo así como fue hecho. Así instantáneo, así de estático, es un pensamiento aislado único. Es una vaga impresión en el devenir del pensamiento de Dios. Carece de vida de manera aislada. Es una maqueta. Un molde que sólo tiene vida a partir del hombre. En el camino a Dios los objetos son necesariamente una pesada carga. Son los el elemento que nos hacen perder el todo, por quedarnos con la parte. En vez de progresar a lugares donde nos desprendamos de la tierra y lleguemos a una esencia que nos conecte con el pensamiento vivo y dinámico de Dios, nuestra propia naturaleza y convicción, es alejarnos irremediablemente. Lo vital, lo genuino, lo que es, no es accesible a través de los objetos. De hecho, ni siquiera pueden ser atravesados. La materialización representa el fracaso del hombre. Necesita desesperadamente que Dios entre en él y lo hace de afuera adentro. Es una absurda paradoja: buscamos a Dios por los sentidos; sin saber que se encuentra dentro nuestro. Se trata de atreverse a mirar, el detalle, es que hay que cerrar los ojos, evitar la invitación de los sentidos. Resulta por lo menos desafiante plantear una vida a través de los sentidos. Los sentidos son pueriles, banales, perecederos, como lo es la carne del cuerpo humano. Los sentidos, son órganos de conexión con lo externo. El hombre se pierde intentando sostener, aunque sea por un instante, que lo bueno vendrá de afuera. La Idea del pensamiento de Dios y de su actividad se parece más a una actividad de la razón. Sin embargo el hombre se obstina en la concreción en la realidad externa y se pierde el viaje interior que lo pondría siempre más cerca de una existencia esencial.

La esencia del hombre está en el pensamiento, si la felicidad, por oposición a los placeres, que son del cuerpo, se encuentra en una actividad del pensamiento, y de esta actividad la mejor es la contemplación, por cuanto nos acerca a Dios, entonces, ningún objeto tiene realizar el camino inverso. Este es el intento del hombre. El dominio de la naturaleza, el poder devenido, no lo es para llegar más lejos, en cuanto virtud. Es dominación, es sometimiento, es aferrarse y de ese modo, alejarse de los preceptos de las virtudes. Es perder del firmamento las estrellas. Así, seguros, con los pies sobre la tierra, el hombre se queda sin cielo. Transita ciego en la oscuridad de su construcción terrena. Es el hombre moderno, el de objetos, de cosmética. Es el hombre vacío que perdió la tensión por llegar a Dios.

Si para definir los bienes sobran los exteriores, los del cuerpo y los del alma. Si partimos que los duraderos, los que nutren y mejoran al hombre en tanto esencia, se encuentran en el alma, por cuanto son inmanentes, entonces el bien es función de actividad de la cual, mediante las virtudes, se transforma la realidad, de manera que sin perder de vista ni un instante nuestra condición de hombre, y por tanto imperfectos, mortales finitos, propendemos a la actualización permanente de las virtudes, de manera que siempre su marca indeleble, gobierne las acciones. Ningún gesto del hombre, ningún efecto quedará librado de su luminoso signo. De esta manera, la tensión permanente en el alma y las acciones del líder, puebla el cielo de nuevas estrellas. Por cada acción que el hombre acomete, sin ajuste al bien, así se pierde una estrella en el firmamento, por cada vez que el hombre y por tanto el líder retoma la virtud, el bien y lo revitaliza, entonces una nueva estrella nace en el firmamento.

Liderar implica un compromiso con el cielo. Es la responsabilidad de la estrella. Es ampliar el universo, llevando la cúpula hasta el infinito. Implica la responsabilidad irrenunciable de quien conduce, de encender todas las teclas de la humanidad. Es el desafío para los que vendrán de un cielo iluminado. Es que, si acontece la noche, y no hay luna, entonces, si no tenemos estrellas, estamos perdidos. La única posibilidad, es que cuando la mayor oscuridad se presente, cuando no quede por dónde ir, entonces desde la tierra, alguien pueda mirar el cielo y una estrella le indique el curso.

Para encender una estrella se requiere el acuerdo de Dios, este sólo admite el bien como catalizador. De esa manera se garantiza Dios que ni un solo indigno, se atreva a tentar iluminar los cielos. El cielo no le pertenece a nadie. El cielo es de la humanidad. El cielo no tiene ni principio ni final, ni tiempo, por tanto, es más allá de cualquier hombre. De manera tal que, a todos nos debiera importar que, el cielo tenga estrellas. Pero son los líderes los custodios de las estrellas. Ellos son la esperanza de una nueva luz. Son los gestantes de la naturaleza humana devenida en guía. Esa es la renuncia y el premio: Quien gesta una estrella no tiene descanso, ni claudica, ni teme, ni renuncia. Con humildad, con laboriosa pasión, construye su derrotero. Son la garantía, la reserva de lo intemporal. No miran la tierra. Sus ojos cerrados se dirigen a Dios. Sus ojos abiertos miran al cielo. En el cielo, hay un lugar esperando su estrella. Ya saben. No necesitan nada más.

Si el líder lo comprende, entonces ya desprendido de todo, rescata a sus liderados, para que lo acompañen en ese viaje. Pierde todos sus aspectos terrenos para estar ligero de equipaje, cuanto menos tenga, a más podrá sumar, estimular, incentivar. Ese es el líder de la nueva era. Es un líder con ojos para el hombre, para iluminar con él, para la luz de todos. Es el líder que confía en cada ser, que apuesta a un cielo de infinitas estrellas. Es la prepotencia de que todos lo seremos, la convicción indeclinable y sin duda de lo posible. La máxima expresión del optimismo. Si el compromiso pierde las propiedades individuales y pasa a ser el compromiso de todos, entonces el compromiso es mucho más sencillo de sobrellevar. Allí es mucho más fácil. Revitalizar virtudes, es un compromiso y millones los comprometidos. No hay compromiso que llevado por millones sea pesado. No hay compromiso que ligeros de equipaje, nos pueda aterrizar. Es que sólo la alegría puede devenir del compromiso con la estrella. Allí seremos menos mortales. Mejores seres. Seres de la luz en la noche negra. Pequeños gestos que inspirarán a otros. Sueño de los que vendrán. Orgullo de los que nos acompañan.

Es la honra en el derrotero y la plenitud de no sentirnos solos. Es el complicado viaje, donde voy con mi hermano y cuando temo, cuando dudo, cuando lloro, en el me solazo. Soy pequeño, pero no estoy sólo. Acaso débiles, pero somos muchos. Tengo el temor, pero no pierdo la convicción, de que es posible. Me duelo, siento los golpes, pero en el compañero, encontraré consuelo.

Así. Ese es el camino de la estrella. Ese es el derrotero del líder. Es el bien el mejor amparo y esperanza. Es ese ajuste lo que rescata la humanidad.

Quisiera retomar ahora la cuestión de acuerdo al bien del verdadero acto de liderar. Esto implica la necesaria conexión entre un valor incuestionable y la acción del líder

Pero además por la irrenunciable convicción de lo mejor, en acuerdo al bien y el bien en términos de los valores fundacionales de la humanidad. Estos valores que han caído en desuso, que se encuentran devaluados y banalizados, son sin duda la única puerta que la humanidad tiene para volver al hombre justo. El hombre justo no utiliza la justicia para poder obtener beneficios: el hombre justo simplemente se somete y deja que la justicia no se cuestione. El paradigma a romper es la iniquidad, la inmoralidad. No funda una nueva moral tolerante. Rescata la virtud y se adapta a ella. No relativiza valores los defiende. No tolera la abdicación. Muere por un ideal. Un líder es joven y por tal, terminante, infinito, sus gestas inmanentes.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente