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Las Diez Plagas

Enviado por Samuel G. Pertíñez


Partes: 1, 2

  1. Prólogo
  2. Introducción
  3. Comentario a las Diez Plagas
  4. Los Dioses de Egipto
  5. Bibliografía

Prólogo

Si en el anterior trabajo vimos como los días de la creación es un relato peculiar por cuanto a la singularidad del mismo, la narrativa de las diez plagas no es menos. En términos generales, podríamos decir que el énfasis de las plagas es demostrar que Jehová es el único Dios. También podríamos decir que ese es el énfasis de todo el Antiguo Testamento. Así pues ¿cómo es que este relato es singular?

En primer lugar yo diría que es especial porque Dios en vez de liberar a su pueblo sin mas, tiene la intención de "competir" (si es que alguien puede competir con Dios) con los dioses de Egipto. Cada plaga va a ser una demostración de que sus dioses no tienen ningún tipo de poder y que el que tiene potestad sobre toda las las cosas es Jehová Dios. Es cierto que Dios vuelve a hacer este tipo de manifestaciones en otras ocasiones (como con Elias y los profetas de Baal) pero no fueron tantas manifestaciones seguidas en contra de los ídolos.

Otro punto interesante que hace singular este relato es el endurecimiento del corazón de Faraón. Endurecer el corazón de Faraón era un símbolo de injusticia, y según las creencias egipcias, ya que Orus no le dejaría entrar en la otra vida según sus creencias.

Sea como fuere, Faraón era un dios en la tierra. Era rey, pero no de forma tirana, sino que era el responsable de la fertilidad y abundancia de recursos en Egipto. Si las estaciones y demás eran buenas, era gracias a Faraón, si no lo eran, pues era culpa de Faraón y por ese motivo se podía cambiar de Faraón si era necesario. Las diez plagas claramente hacen que Faraón sea el peor Faraón de todos los tiempos, ya que probablemente jamás en Egipto hubo tanta necesidad. Faraón contó con once oportunidades por lo menos de arrepentirse; una por plaga y cuando Aarón le tira la vara en su cara, y esta se convierte en serpiente[1]Sin embargo, endureció su corazón y no escuchó.

En el presente trabajo voy a empezar con una breve introducción para contextualizar un poco, y acto seguido intentar describir cada plaga y desarrollar a que dios o dioses egipcios van dirigidos, y profundizar un poco en cuales eran esos dioses y que valor tenían para los egipcios.

Introducción

0.1. Bosquejo del Contenido (Éxodo 7:8–12:51)

Prólogo a las plagas; La vara de Aarón se convierte en culebra (7:8–13). Primera plaga; La plaga del agua en sangre (7:14–25). Segunda plaga; La plaga de las ranas (8:1–15). Tercera plaga; La plaga de los piojos (8:16–19). Cuarta plaga; La plaga de las moscas (8:20–32). Quinta plaga; La plaga en el ganado (9:1–7). Sexta plaga; La plaga de las úlceras (9:8–12). Séptima plaga; La plaga de granizo (9:13–35). Octava plaga; La plaga de langostas (10:1–20). Novena plaga; La plaga de tinieblas (10:21–29). Anuncio de la decima plaga (11:1–10). La Pascua (12:1–28) La décima plaga; La plaga de la muerte de los primogénitos (12:29–36) Epilogo a las plagas; Los israelitas salen de Egipto (12:37–51).

0.2. El Autor

El Autor del libro del Exodo fue Moisés. Entre los creyentes no suele haber mucho debate al respecto, así que no seré yo quien lo ponga en tela de juicio. Moisés en este libro sin duda es el personaje principal (después de Jehová). Y el libro nos narra la historia de como Dios escogió a Moises, para liberar al pueblo de Israel de la mano de Faraón y renovar o establecer su pacto y su ley con ellos. Así pues, es muy verosímil que el autor fuera el propio Moises.

0.3. Los Destinatarios

Moises al escribir la historia del Éxodo, probablemente tiene en mente a los descendientes de los hebreos, para que las futuras generaciones se acuerden de las grandes cosas que hizo Dios por su pueblo.[2] El contar el significado de la pascua (por ejemplo) a los pequeños, aun hoy es costumbre dentro de la comunidad judía.

CAPÍTULO 1

Comentario a las Diez Plagas

1.1. El Prólogo a las Plagas (Éxodo 7:8–13)

Cuando Jehová comisionó a Moises y a Aarón a ir a hablar con Faraón, les dio instrucciones de lo que debían de hacer delante de Faraón. Dios les mandó que si Faraón quería ver pruebas del poder de Dios, que tiraran la vara (que era símbolo de autoridad) y esta se convertiría en culebra (v.8s). Cómo ya hemos mencionado en el prólogo de este trabajo, el acto de tirar la vara en la cara de Faraón fue un desafío en toda regla. La serpiente en posición de ataque era un símbolo en la corona de Faraón. De una parte simbolizaba sabiduría, y por la posición ofensiva de la serpiente simbolizaba defensa a su vez. No obstante, esa fue la primera oportunidad de arrepentirse que tubo Faraón. Así lo hicieron tal y como Jehová había dicho (v.10). Los hechiceros de Faraón también imitaron el milagro de convertir sus varas en serpientes (v.11). Pero la serpiente de Aarón se tragó a las otras dos. El verbo que se utiliza es «???» (Tragar, devorar)[3] mismo verbo que usa Moisés en el cántico que escribe después del evento del mar rojo, cuando dice que el agua se tragó al ejercito de Faraón[4](v.12). El como lo hicieron los hechiceros de Faraón es un misterio. Algunos comentaristas apuntan a habilidades de ilusionistas (como los magos de hay en día). Otros cómo Ernesto Trenchard y Antonio Ruiz, se decantan mas por pensar que fue un acto de ocultismo y de poder satánico.[5] Faraón endureció su corazón y no quiso oír a Moisés y Aarón (v.13). El endurecimiento del corazón de Faraón tenia que ver con una cuestión de justicia en la mitología egipcia. Según sus creencias, para pasar al otro mundo, Orus iba a pesar su corazón en una balanza, y solo si había sido justo esté iba a poder entrar en la próxima vida. El hecho de que una cosa se endurezca nos lleva a la idea de que pesa mas, y al ponerlo en una balanza como ellos creían, está se desequilibra. A pesar de eso, vemos como el corazón de Faraón a lo largo de las plagas pasa por varios estados, pero siempre termina por endurecerse.

1.2. La Plaga de Sangre (Éxodo 7:14–25)

Las plagas fueron los juicios que Dios envió a los egipcios con el fin de mostrar su poder y glorificarse en medio de toda su "teogonía". Todas las plagas se relacionan con la vida habitual de Egipto, ya que las plagas son ataques perfectos tanto a su ecosistema como a sus creencias paganas. Cómo Faraón no quiso oír a Moisés y a Aarón la primera vez a causa del endurecimiento de su corazón, Dios les manda que vayan por la mañana al río, al encuentro de Faraón (v.14s). Jehová les manda que le digan a Faraón que deje ir al pueblo a adorarle al desierto (v.16). Como la princesa del segundo capítulo del Éxodo, Faraón tenia por costumbre pasear por la ribera de alguna zona agradable del Nilo (probablemente uno de los ramales del delta), y es posible que también se bañara. Conociendo las costumbres del monarca no fue difícil forzar el encuentro. El escenario era el idóneo para empezar con la secuencia de plagas.[6] Moisés anunciará las palabras de Jehová, haciendo énfasis en el propósito del evento que venia a continuación, que era para que supieran que el era Dios (v.17). Los peces del río van a morir y el Nilo va a apestar (v.18). Dios hablo a Moisés pero mandó realizar el milagro a Aarón tomando la vara y extendiendo su mano sobre las aguas del Nilo y sobre los estanques de agua y sobre las reservas de agua, para que se convirtieran en sangre (v.19). Moisés y Aarón así lo hicieron, y Aarón golpeó las aguas en presencia de Faraón y el agua del Nilo se convirtió en sangre (v.20). Los peces murieron, Egipto se infestó de sangre y no podían beber (v.21). Algunos comentaristas apuntan a que el agua no se convirtió en la sustancia química que riega nuestros cuerpos y los cuerpos de los animales, sino en la presencia en el agua del Nilo de microorganismos dañinos que daban color sangriento al agua. Este fenómeno se produce dos veces al año en el Nilo. Uno es cuando suben las aguas (junio y julio) trayendo partículas de barro procedentes de Etiopía. En este caso el agua no es dañina para los peces. Otra época en la que se produce un fenómenos de estas características es cuando descienden las aguas del Nilo en los meses de febrero a marzo. En este caso el agua estancada se queda de nuevo colorada y con mucho mas peligro de proliferación de microbios dañinos que también producen ese olor de corrupción que daba asco a los egipcios. Hay que apuntar en pos a esta postura, que haciendo pozos encontraron agua no contaminada[7](v.24). Llama la atención que los hechiceros de Faraón, también pueden reproducir esta plaga , y por este motivo Faraón endureció su corazón y no escuchó el mensaje que Jehová le estaba diciendo, que era que dejara ir a su pueblo (v.22). Faraón se volvió para su casa sin prestar atención a la plaga (v.23). Los egipcios hicieron pozos al rededor del río para poder beber (v.24). Pasaron siete días desde esta plaga hasta la siguiente (v.25). Cómo hemos dicho en el prólogo del presente trabajo, cada plaga va dirigida a uno o a varios dioses de la cultura egipcia. En el segundo capítulo del presente trabajo entraremos en detalle de que función cumplía cada dios para los egipcios, por lo pronto decir que esta plaga va dirigida a Khnum (dios de los recursos del Nilo) y a Hapi (dios del Nilo).[8]

Las consecuencias de está plaga son evidentemente nefastas para el ecosistema. Los peces murieron. No sabemos con exactitud y certeza en que época del año aconteció esto, pero sea como fuere el regadío de la ribera del Nilo, también se vio afectado. Por no hablar del agua potable. Así pues, podemos decir que sin lugar a dudas la primera plaga fue ciertamente molesta.

1.3. La Plaga de Ranas (Éxodo 8:1–15)

En el principio del octavo capítulo del Éxodo, vemos como Dios vuelve a encomendar a Moisés y a Aarón a ir a la presencia de Faraón, con el mismo mensaje; «Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.» (v.1). Jehová advierte de las consecuencias a causa de no dejarles ir; enviará una plaga de ranas que lo infestarán todo (v.2–4). También les dijo que si no quería oír, Aarón extendiera la mano sobre el río, los arroyos y los estanques de agua para que de ahí surgieran ranas. Y así fue, Aarón extendió su mano y Jehová hizo subir del Nilo una gran plaga de ranas que lo cubrían todo (v.5s). Los hechiceros de Faraón también hicieron lo mismo, he hicieron salir ranas. Lo cual no tiene demasiado sentido, ya que lo que deberían haber hecho los hechiceros es desalojar las ranas, no traer mas (v.6s). Faraón rogó a Moisés y a Aarón que orara a Jehová para que cesara la plaga, con el condicionan-te de que les dejaría ir al desierto 3 días a adorar a Jehová (v.8). En el siguiente verso Moisés le dice que le diga que día quiere que ore por él, para mostrarle que es Jehová el Dios de los hebreos el que pelea por ellos (v.9). Acuerdan que seria mañana y Dios iba hacer cesar la plaga (v.10s). Salieron de la presencia de Faraón y al día siguiente Moises oró a Jehová y Dios mató las ranas pero dejó las ranas del río (v.12s). Y había tal cantidad de ranas muertas que las agruparon en montones y apestaba la tierra de Egipto a causa de las ranas en descomposición (v.14). Pero Faraón al ver que la plaga ya había cesado, volvió a endurecer su corazón y no escuchó a Moisés y a Aarón tal y como lo había anunciado Dios (v.15).

Esta plaga va dirigida a Heqet[9]dios con cabeza de rana el cual es el dios egipcio de la fertilidad, pero Jehová tiene poder sobre los falsos dioses y lo vuelve a manifestar de nuevo con esta plaga.

1.4. La Plaga de Piojos (Éxodo 8:16–19)

Cómo Faraón no quiso oír, Dios mandó a Moisés que le dijera a Aarón que golpeara con la vara el polvo de la tierra para que se volviera piojos y así lo hizo. Aquí también vemos la idea de que Dios del polvo crea vida, en comparación con Génesis; La creación del hombre (v.16s). Es curioso notar que en está ocasión los hechiceros de Faraón no pudieron reproducir la plaga (v. 18) e incluso llegan a decirle; «Dedo de Dios es éste», pero Faraón una vez mas endureció su corazón (v.19).

Esta plaga va dirigida a Kheper[10]dios con forma de bicho (escarabajo pelotero) es el dios que controla el ciclo solar.

1.5. La Plaga de las Moscas (Éxodo 8:20–32)

Nuevamente Jehová manda a Moisés y a Aarón al encuentro con faraón al río Nilo. El mensaje sigue siendo el mismo que hasta el momento; «Deja ir a mi pueblo, para que me sirva» (v.20). Está vez Dios va a enviar una plaga de moscas de varios tipos (v. 21). Por primera vez vemos como Dios hace distinción entre el pueblo de Egipto y el pueblo de Israel al guardarles de la plaga, con el propósito de que Faraón sepa quien es Jehová (v. 22). Es interesante notar que Jehová habla de la redención de Israel (v.23). Faraón nuevamente mando llamar a Moises y a Aarón, y les dijo que ofrecieran sacrificio a su Dios (v.25). Moisés le dice a Faraón que no conviene que hagan sacrificios a Jehová delante de los egipcios, puesto que estos están padeciendo y sería una provocación, así que Moisés le dice que le deje ir tres días de camino por el desierto para ofrecer sacrificios (v. 26s). Faraón da su palabra de que les dejará ir por el desierto tres días a ofrecer sacrificios y además les pide que oren por el (v.28). Moisés accede a orar a Jehová para que cese la plaga de moscas, con el condicionan-te de que Faraón no falte mas a su palabra (v.29). Entonces Moisés oró y Jehová quito la plaga (v.30s). Pero Faraón endureció su corazón una vez mas y faltó a su palabra no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios (v.32).

Esta plaga nuevamente va dirigida a Kheper.

Las consecuencias de está plaga son realmente molestas. Las moscas se meten en todos lados y es muy difícil que te dejen comer, o que te dejen dormir etc.

1.6. La Plaga en el Ganado (Éxodo 9:1–7)

Una vez mas vemos la insistencia de Jehová al enviar a Moisés y a Aarón a la presencia de Faraón con la misma frase; «Deja ir a mi pueblo, para que me sirva» (v.1). De nuevo vemos que Jehová advierte a Faraón sobre las consecuencias de no obedecerle, con la distinción de que por primera vez en las plagas vamos a ver muerte (v.2s). Volvemos a ver el elemento de separación entre ambos pueblos. El ganado de los egipcios se va a ver afectado, pero el de los israelitas no (v.4). Jehová fijó el plazo de la plaga al día siguiente, y así lo hizo, de manera que murió el ganado de los egipcios pero no el de los israelitas (v5s). Faraón manda comprobar como estaba el ganado de Israel y comprueba que no había muerto ni un animal, y vuelve a endurecer su corazón y no deja ir a los israelitas (v.7). Esta plaga va dirigida a tres dioses; Hator, Apis y Ptah.[11]

Las consecuencias de esta plaga son mas que evidentes. Por un lado hambre, ya que no tenían carne para comer, ya que estaba en mal estado. Y por otro lado peste. Tanto animal muerto en descomposición tiene que apestar toda la región necesariamente.

1.7. La Plaga de Úlceras (Éxodo 9:8–12)

Puesto el nuevo endurecimiento de corazón de Faraón, Jehová manda a Moisés a que esparza cenizas de un horno hacia el cielo en frente de Faraón y ese polvo va a traer un salpullido de úlceras por todo Egipto (v.8s). Y Moises así lo hizo, y así fue como tanto hombres como bestias tuvieron úlceras (v.10). Los hechiceros de Faraón en esta ocasión no pudieron estar delante de Moises y Aarón, a causa de los dolores por el salpullido (v.11). Y aquí de nuevo vemos como es interesante que Jehová es el que endurece el corazón de Faraón (v.12). Esta plaga apela a dos dioses; Sekhmet (diosa de la medicina) e Imhotep[12](guardián de las medicinas).

Las consecuencias de esta plaga son nefastas para los egipcios. Las úlceras son llagas internas que causan un gran dolor. Es la primera vez que una plaga va dirigida directamente al hombre. Es interesante que aunque no se mencione, el hecho de que se nos diga que en esta ocasión no pudieron estar los hechiceros de Faraón en presencia de Moisés y Aarón, nos induce a pensar que habían continuado intentando imitar plagas con anterioridad.

1.8. La Plaga de Granizo (Éxodo 9:13–35)

Una vez mas Dios insiste en enviar a Moisés a la presencia de Faraón con la misma frase; «Deja ir a mi pueblo, para que me sirva» (v.13). Vemos un aumento en la dureza y severidad de las plagas por el vocabulario que usa Dios. Apela al corazón de los egipcios, y es que en esta plaga, el que no tenga temor de Jehová y se refugie en su casa, morirá a causa del granizo (v.14s). Y esto vuelve a ser con el propósito de que Faraón y todo Egipto sepa quien es Jehová y su nombre sea anunciado sobre toda la tierra[13](v.16). La pregunta retórica; «¿Todavía te ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlos ir?» indica la terquedad de Faraón y la falta de temor y temblor frente a Jehová que debería tener (v.17). Moisés le dijo a Faraón que en 24 horas «mañana a estas horas» Jehová iba a enviar un granizo como nunca antes se había visto (v.18). Moisés le da a Faraón una advertencia de parte de Dios, que es que recoja el ganado y que se refugien las personas, porque si no lo hacen van a morir a causa de la plaga (v.19). Es interesante notar la distinción entre los siervos de Faraón que fueron temerosos de la palabra de Dios y guardaron su ganado e hizo huir a sus criados, y los que no lo hicieron[14]v.20s). Jehová mandó a Moisés extender su mano hacia el cielo para que viniera el granizo a arrasar con las bestias, los hombres y los cultivos de toda la región, y así lo hizo (v.22s). Aquí el texto nos revela que no era un granizo cualquiera, sino que junto al granizo también caía fuego del cielo. Este evento de descender fuego del cielo también lo vemos en la destrucción de Sodoma y Gomorra[15]y vuelve a aparecer en el Apocalipsis[16](v.24). Ese granizo destruyo la tierra de Egipto; hombres, bestias, cultivos, árboles etc. (v.25). Solo se salvó la región de Gosén donde habitaban los israelitas (v.26). Asombrosamente Faraón hace la siguiente afirmación ante la desolación de la plaga; «He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos» (v.27). Faraón vuelve a rogar a Moisés y a Aarón que oren a Jehová para que cese la plaga, con el condicionan de dejarles ir a adorar a Jehová (v.28). Una vez mas Moisés le dice que orará para que la plaga cese. Dice que lo hará cuando salga de la ciudad, y esto también servirá a Faraón para que sepa que «de Jehová es la tierra» (v.29). Moises le profetiza a Faraón que sabe que aun ni él ni sus siervos temerán realmente a Jehová. Lo cual me da a pensar que posiblemente Jehová se lo fuera revelado ya a Moisés (v.30). Aquí la narrativa hace un paréntesis y nos explica que el lino y la cebada se perdieron porque ya había la cebada ya había espigado y el lino estaba en caña, pero el trigo y el centeno no se perdieron porque eran tardíos. Este dato nos puede dar una referencia de en que época se produce esta plaga (v.31s). Volviendo a los acontecimientos, Moisés salió de la presencia de Faraón, salió de la ciudad y alzando las manos oró a Jehová y cesó el granizo (v.33). Pero una vez mas, viendo Faraón que la plaga cesaba «se obstinó en pecar» y endureció de nuevo su corazón y no dejó ir al pueblo de Israel desobedeciendo una vez mas a Dios (v.34s). Esta plaga atenta contra Nut (dios del cielo y de la noche) y contra Isis y Seth[17](dioses de la tormenta).

Las consecuencias de esta plaga son devastadoras. Cada vez quedan menos recursos en Egipto y está plaga a arrasado contra el ganado y contra los cultivos. Además de destruir a las personas que no se refugiaron.

1.9. La Plaga de Langostas (Éxodo 10:1–20)

Una vez mas, Jehová comisiona a Moisés y a su hermano Aarón a que vayan a la presencia de Faraón, y Dios les da varias premisas. Jehová había endurecido sus corazones (de Faraón y de sus siervos). Para mostrar entre los egipcios sus señales y para que los israelitas las cuenten de generación en generación. Una vez mas con el mismo fin; «para que sepáis que yo soy Jehová» (v.1s). Entonces así hicieron Moisés y Aarón, fueron a la presencia de Faraón con palabra de parte de Dios. Vemos que Dios de forma retórica le pregunta a Faraón que hasta cuando va a resistirse a humillarse, y de nuevo vuelve a insistir con el mismo imperativo; «Deja ir a mi pueblo, para que me sirva» (v.3). Hay que notar que Dios va a profetizar la octava plaga (la langosta), pero incluso llegados a este punto va a hacer uso de un condicionan-te; «si aún rehusas dejarlo ir». Aquí se vuelve a poner de manifiesto que Faraón sigue teniendo la oportunidad de arrepentirse, a pesar de los juicios que está sufriendo Egipto (v.4). Jehová hace énfasis en recalcar la magnitud de la plaga, esta cubrirá la faz de la tierra de Egipto y se comerá lo que escapó a las otras plagas. Probablemente se refiera al trigo y al centeno que no pereció en la anterior plaga (v.5). La plaga también iba a invadir las casas de los egipcios. Moises una vez acabó de decir esto, salió de la presencia de Faraón (v.6). Entonces los siervos de Faraón le preguntaron que hasta cuando este hombre iba a ser un "lazo" para ellos refiriendo a Moisés. Ese termino "lazo" en hebreo es «???????» que significa trampa.[18] Y le intentaron persuadir para que dejase ir a los hebreos a adorar a su Dios, a causa de la destrucción de Egipto (v.7). Entonces Faraón volvió a llamar a Moises y Aarón (antes de que Jehová enviara la plaga) y les quiere dejar ir a adorar en el desierto a Jehová, pero con condiciones, así que les pregunta que cuantos han de marchar (v.8). Moises le contesta que ha de partir todo el pueblo, incluidos los ancianos, los niños y el ganado para ofrecer holocaustos (v.9). Faraón haciendo uso de una frase irónica; «¡Así sea Jehová con vosotros!» viene a decir que los niños no podrían sobrevivir en los peligros del desierto. Claro está que de irse solo los varones adultos y jóvenes como Faraón sugiere, los niños, ancianos y mujeres quedarían como rehenes bajo la soberanía de Faraón. Luego mandó que se retiraran (v.10s). Entonces Jehová mandó a Moisés a que extendiera su mano sobre la tierra, y Jehová iba a enviar una plaga que arrasaría con todo lo que dejó el granizo (que sería poco probablemente) (v.12). Hay que notar que al extender su mano Moisés, Jehová envió un "viento oriental". Este viento se nos vuelve a mencionar en el evento del Mar Rojo (Éx 14:21) y en la venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hch 2:2). Al venir la mañana este viento trajo la langosta (v.13). Moisés hace énfasis en la magnitud de esta plaga, que ni siquiera se veía la tierra de la cantidad de langostas que había. Y la langosta lo arrasó todo lo que no había arrasado el granizo y no quedó nada verde en Egipto (v.14s). Faraón vuelve a las andadas, y vuelve a decir que a pecado contra Jehová[19]y contra ellos (v.16). Una vez mas pide que intercedan en oración para librarles de la plaga (v.17). Moisés oró a Jehová, y este envió un viento de occidente que se llevó a la langosta y la tiró al Mar Rojo. (v.18s). Pero Dios volvió a endurecer el corazón de Faraón, y este no dejó partir a los hebreos (v.20).

Los dioses egipcios a los cuales va dirigida está plaga son a Osiris y Shenehem[20]Las consecuencias de esta plaga son las que terminaron de dejar el paisaje de Egipto de forma totalmente desoladora. Los pocos brotes verdes que significaban la esperanza de salvar algo de la cosecha, se esfumaron en poco tiempo.

1.10. La Plaga de Tinieblas (Éxodo 10:21–29)

Una vez mas Dios encomienda a Moisés para que extienda su mano hacia el cielo, esta vez para traer tinieblas. En la narrativa vemos el énfasis en decir que cualquiera las pueda "palpar". El término en hebreo es; «??????.»[21] mismo verbo que usa Jacob cuando teme que su padre Isaac le palpe y reconozca que no es él.[22] Está idea sugiere que esta plaga va a ser tangible para los egipcios, de tal modo que va a haber una gran oscuridad. (v.21). Así pues, Moisés extendió su mano al cielo y hubieron tinieblas por tres días (v.22). Volvemos a ver una distinción entre los dos pueblos, mientas que los egipcios no veían nada, los hebreos gozaban de luz en sus habitaciones (v.23). Entonces Faraón hizo llamar a Moises y le dijo que fuera a adorar al desierto a su Dios, con los niños, las mujeres y los viejos, pero que dejara el ganado en Egipto (v.25). Moisés se negó a irse sin el ganado, puesto que este servía para hacer holocaustos a Jehová. Además dice que se lo han de llevar todo, porque no saben cuanto habrán de sacrificar hasta estar allí y recibir instrucción por parte de Dios (v.26). Una vez mas, Jehová es quien endurece el corazón de Faraón y no les deja partir (v.27). Faraón se enojó y le dijo a Moisés que se retirara de su presencia porque si lo volvía a ver, esté lo iba a matar. Vemos como el endurecimiento de corazón de Faraón es grande (v.28). Y Moisés en cierto sentido "se lava las manos" sabiendo que esa actitud de Faraón va a traer consecuencias, y le dice; «Bien has dicho; no veré más tu rostro» (v.29).

Esta plaga va dirigida a directamente a la figura y a la persona de Faraón. Faraón era la personificación de Ra en la tierra (el dios sol).[23] Las consecuencias de esta plaga son terroríficas. Jehová tiene poder sobre la luz del sol, que es la que da vida en este planeta, y de este modo la novena plaga prefigura a la décima en este sentido.

1.11. El Anuncio de la Decima Plaga (Éxodo 11:1–10)

Jehová le revela a Moisés que va a traer una plaga que va a hacer que Faraón les deje partir de una vez por todas (v.1). Dios le dice a Moises que los israelitas pidan objetos de valor a los egipcios. Estos ya miraban con otros ojos a los esclavos, que eran hijos predilectos de las divinidades o de su Dios. Puede que nos resulte extraño pero formó parte de la comisión original a Moises en el desierto.[24] Y este acto también corresponde al cumplimiento de la promesa que le hizo Dios a Abram cuando le dijo; «Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza».[25] Vemos como la promesa de Jehová se está cumpliendo hasta en el detalle de la riqueza. También hay que mencionar que de esos zarcillos el pueblo hace el becerro de fundición en el desierto[26](v.2s). Moises anuncia a los egipcios en presencia de Faraón (aun no había salido de su presencia después que este lo echara) la décima plaga, la muerte de todos los primogénitos, tanto de humanos como de bestias, y hace énfasis al destacar que jamas ha habido ni habrá (v.5s). Pero, vuelve a hacer una distinción entre los pueblos, para que los egipcios sepan que es Jehová quien hace esta distinción. Lo que nos muestra que los hebreos son ciertamente un pueblo escogido por Dios (v.7). Y por ultimo Moisés le profetiza a Faraón que sus siervos vendrán a él a pedirle que se marche con todo su pueblo al desierto. Después de esto, Moises por fin salió de la presencia de Faraón (v.8). Dios le revela a Moises una vez fuera de la presencia de Faraón, que este no iba a oír, con el propósito divino de que se multiplicasen todas las maravillas que Jehová iba a hacer en Egipto. Volvemos a notar como el énfasis de los juicios de Egipto es "para que sepan que yo soy Jehová", y vemos como Dios tiene un interés en revelarse de esta manera. Así que Moisés y su hermano Aaron hicieron todos esos milagros, a causa de que Faraón no los dejó ir por culpa del endurecimiento de su corazón (v.9s).

1.11. La Pascua (Éxodo 12:1–28)

Dios se volvió a revelar a Moisés y a Aarón anunciándoles que este iba a ser para ellos el primer mes del año. Dios escoge que el principio del calendario religioso sea el mes de "Abib"[27], en el Nuevo Testamento lo conocemos como el mes de "Nisán", hoy en día corresponde a nuestros meses marzo/abril en nuestro calendario. Este comienzo de año simbolizaba la fundación de Israel como nación libre y tenia que servir como recuerdo de generación a generación (v.1s). Jehová le encomendó a Moisés que comunicara al pueblo las condiciones en las cuales se debía celebrar la pascua. A saber; el 10 de este mes (Abib) tomar un cordero por familia (v.3). En caso de ser una familia pequeña tenia que juntarse con su vecino inmediato y costear el cordero entre ambas familias (v.4). El animal tenia que ser "sin defecto" de un año. Tenia que ser de oveja o de cabra (v.5). Se debía guardar asta el día 14 y degollarlo entre toda la familia (v.6). Habían de tomar la sangre del animal sacrificado y con ella pintar los postes y el dintel (los marcos de la puerta) en la casa donde habían de comer el animal (v.7). El animal lo habían de comer esa misma noche asado al fuego. No podía estar crudo ni hervido en agua (v.8s). No podían sobrar restos del animal, lo que sobrara debía de ser quemado al fuego (v.10). También hay indicaciones en cuanto a la vestimenta para comer la pascua; «Ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano». También está el énfasis de comer apresuradamente. Y el indicativo «es la Pascua de Jehová» (v.11). Jehová anuncia que el vendrá a matar en esa noche a todos los primogénitos tanto de hombres como de animales. Y también hace el énfasis en haber ejecutado con esta plaga, todos los juicios en contra de los dioses de Egipto. Termina la oración diciendo; «Yo Jehová» sugiere la idea de que Dios va a glorificarse en los dioses de los egipcios, mostrando que solo él es quien tiene la soberanía (v.12). Vemos como la sangre es la que los iba a librar de la muerte del juicio de Dios. Esa sangre la podemos comparar con la sangre de Cristo, que nos librara de los juicios que Dios traerá a este mundo (v.13). Jehová instituye este día como fiesta perpetua para recordar la liberación que él les dio a pueblo escogido (v.14). También indicó que debían estar siete días comiendo panes sin levadura y apartar toda levadura o comida leudada de sus casas, porque si alguno comía debía morir (ser cortado del pueblo) (v.15). El primer día harían Santa convocatoria, a la vez que el séptimo. No debían trabajar este día, mas que para preparar la comida (v.16). Dios instituye de forma perpetua la fiesta de los panes sin levadura (v.17). Aclara que esta fiesta se ha de celebrar del día 14 de abib por la tarde al 21 de abib también por la tarde (v.18). Vuelve a hacer énfasis en no comer nada que haya leudado en estos días, esta vez aclarando que ni siquiera los extranjeros podían comer en medio de ellos (v.19s). Cuando Jehová terminó de decir estas cosas, Moisés reunió a los ancianos de Israel y les mandó como había dicho Jehová, que tomaran un cordero por familia y lo sacrificaran para la pascua (v.21). Y les mandó que tomaran un manojo de hisopo[28]y tomaran la sangre del animal y pintaran los postes y el dintel de las casas, y no salieran hasta el día siguiente. La sangre del cordero estaría en un "lebrillo". Este término en hebreo es «???»[29], se puede traducir como vasija, como taza o como copa. El hecho de que sea una copa recuerda a la copa de bendición que ofreció el Señor Jesús en la Santa Cena, símbolo de su sangre derramada (v.22). Una vez mas Jehová va a hacer distinción entre ambos pueblos frente a las plagas, pero esta vez está el factor condicionan-te de obediencia por parte del pueblo de los hebreos (v.23). Moisés declara que este festejo debía ser un estatuto perpetuo, aun cuando estén en la tierra prometida (v.24s). Cuando en las futuras generaciones los hijos pregunten que es ese cordero, hay que explicarles que simboliza la víctima de la pascua de Jehová, que pasó e hirió a los egipcios, pero salvó a los hebreos. Entonces el pueblo adoró a Jehová su Dios (v.26s). Y los israelitas así lo hicieron (v.28).

1.13. La Plaga de la Muerte de los Primogénitos (Éxodo 12:29–36)

A media noche el Ángel Destructor mató a todo primogénito de Egipto[30]Tanto de hombres como de animales (v.29). Aquella noche, tanto Faraón como sus siervos como cualquier egipcio se despertó y hubo un gran llanto en cada casa de Egipto, porque en cada casa había un muerto (v.30). Y aquella misma noche Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo que salieran de Egipto con sus animales, y cuando estuvieran en el desierto les pidió que le bendijeran a él también (v.31s). Y los egipcios les metían prisa a los israelitas para que se marcharan, a causa del dolor que había en sus corazones (v.33). Y tomaron los hebreos la masa del pan aun sin fermentar envuelta en sábanas. Esto puede arrojar luz al mandamiento de los panes sin levadura, como símbolo de que en su salida de Egipto, no dio tiempo a que este leudara (v.34). Entonces los israelitas pidieron a los Egipcios los utensilios de valor; pendientes, objetos de oro y de plata, vestidos etc. (v.35). Así Jehová bendijo a los hijos de Israel y estos despojaron a los Egipcios de sus vienes[31](v.36).

Esta última plaga va en contra de todos los dioses de Egipto, ya que prueba que solo Jehová es el que tiene potestad sobre la vida y la muerte. Las consecuencias de esta plaga son miles de entierros en casi todas las familias de Egipto. El endurecimiento de corazón de Faraón llevo a Jehová a gloriarse en medio de ellos.

CAPÍTULO 2

Los Dioses de Egipto

Introducción

En esta segunda sección del trabajo, voy a exponer quienes eran los dioses de Egipto y que función desempeñaban en la mitología egipcia. Con el fin de poder entender mejor los "ataques" que Jehová envió contra estos ídolos, para mostrarles a los hombres que no hay mas Dios que Yahveh.

2.1. Khnum

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Era considerado el creador del huevo primordial de donde surgió la luz solar, al inicio de los tiempos, que dio vida al mundo. Dios alfarero que modelaba con lodo del Nilo las personas, creando su ka en el momento de nacer. Dios de la fertilidad. También era guardián de las aguas del inframundo (Duat) y custodio de las fuentes del Nilo en Elefantina. Según una tradición khnum creaba a los hombres con su torno de alfarero, pero rompió su rueda cansado de hacerla girar y colocó, en cada mujer, una parte de ella. Desde entonces pudieron reproducirse sin su intervención.

2.2. Hapi

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Hapi es el nombre del dios asociado al Nilo (pero no es el río en sí), el gran río de Egipto que tenía a la vez realidad física y mitológica. La importancia simbólica del Nilo viene de su capacidad para generar riqueza cuando inunda y deja limo fértil en sus márgenes. El nombre Hapi proviene del periodo predinástico de Egipto. Asociado a la región de Gebel el-Silsila. Creían que residía en una cueva de Bigeh, cerca de las cataratas, con su harén de diosas rana, de donde emergía anualmente para generar la inundación.

2.3. Heqet

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Heket es una de las deidades benéficas del Antiguo Egipto, cuyo culto se data, por lo menos, en las primeras dinastías. Es mencionada en los Textos de las Pirámides. Cada mañana asistía al nacimiento del Sol, por lo que fue considerada una de las diosas de las embarazadas, llamada "La que hace respirar", pues daba el soplo de vida al recién nacido, colocándole el anj ante la nariz. Por ayudar en la resurrección de Osiris, también se la consideraba ayudante de los difuntos en su renacimiento. Fue considera hija de Ra y la esposa de Shu engendrando a Nut y Geb. También era la compañera de Jnum en Antinoópolis, aunque en la región de Kom Ombo es la mujer de Sobek-Ra.

2.4. Kheper

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Kheper se creaba a sí mismo cada mañana, renaciendo como nuevo Sol, por eso fue vinculado con Atum. Como símbolo de la vida eterna, era el Sol de la mañana, una manifestación del dios Ra. Según los Textos de las Pirámides la Tierra era un escupitajo del dios Jepri. Es el dios del amanecer, Ra el de la tarde y Jnum el de la noche, de los cuales era considerado hermano. Simboliza el principio de las transformaciones que experimentan los seres vivos, desde que nacen hasta que fallecen, incluso de su renacimiento si superaban las pruebas en la Duat (el Más Allá).

2.5. Athor

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Hathor es comúnmente representada como una diosa vaca con cuernos que sujetan un disco solar con uraeus. En otras representaciones es simplemente una mujer con orejas de vaca o una vaca (a veces con manchas en su pelaje). En períodos posteriores, a veces porta plumas gemelas y un collar menat. Hathor en su representación más primitiva podría ser la diosa vaca de la Paleta de Narmer y de una urna de piedra que datan de la dinastía I, que sugieren un papel de diosa celeste y su relación con Horus, quien, como dios sol, es "alojado" en ella. Su atributo era el sistro, un tallo de papiro y es de las pocas diosas que puede portar el cetro uas.

2.6 Apis

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Hijo de Isis, como vaca, fecundada por un rayo del Sol.

El toro Apis era sagrado en el antiguo Egipto. Desde el Imperio Nuevo se le consideraba el heraldo de Ptah, su Ka, luego de Osiris, y más tarde de Sokar. Por esto último, llegó a considerarse una de los integrantes del panteón de dioses egipcios asociados con la muerte. Fue venerado en Menfis, desde épocas de las primeras dinastías, como dios relacionado con la fertilidad de los rebaños, con el Sol y el dios del Nilo. Su culto pasó a Alejandría en la época ptolemaica, siendo muy popular entre griegos y romanos. A diferencia de los cultos de la mayoría de las otras deidades de Egipto, la veneración al toro Apis fue adoptada por los griegos, después, por los romanos, perdurando hasta casi el siglo IV.

2.7 Ptah

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Partes: 1, 2
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