- Apertura
- Introduccion
- Tolerancia, cultura y democracia
- Por una cultura de la tolerancia
- El reconocimiento de la diferencia
- Conclusiones
- Bibliografia
- El conocimiento y la felicidad
- Epistemologia, ciencias sociales y nacion
- Pensamiento religioso, secularizacion y modernidad
- Arqueologia e historia en Michel Foucault
- Benthan y la etica utilitarista
- Bioetica: etica vs ciencia
- Democracia y Thymos
- El pensamiento complejo en Edgar Morin
- Una filosofia latinoamericana
- El pensamiento filosofico en America Latina
- Existe una filosofia de las culturas prehispanicas?
- La filosofia politica como fundamento ideologico en el proceso de la conquista y la colonizacion
- La filosofia de la independencia
- Filosofia, secularizacion y modernidad
- La utilización politica del lenguaje
- Los nuevos paradigmas
- Las logias masonicas
- La filosofia radical en santander
- Sobre la naturaleza egoísta del hombre
- Una cultura poetizada
- Derechos humanos y derecho internacional humanitario
- DH y DIH en colombia
Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltairé.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
Jorge Luis Borges. Los Justos.
APERTURA
(a manera de Prólogo)
Por Ramiro Lagos
University of North Carolina
Greensboro (EE. UU)
Nunca, desde el Repertorio Colombiano, vocero de ideas, dirigido hace más de un siglo por la ilustre pluma santandereana de Carlos Martínez Silva, el ensayo primigenio, había registrado su trascendencia nacional fuera de nuestros riscos comarcales. Trascurrieron largos ciclos de periodismo ensayístico, después del hito precursor, adviniendo luego en la primera mitad del siglo XX el discurso hablado y escrito en la época dorada de un Barrera Parra, un Serrano Blanco, un Camacho Carreño, un Tomas Vargas Osorio y un maestro de la critica como Fulgencio Gutiérrez. Santander entonces se dio el lujo de contar con una galería de exponentes del humanismo y de nuestra cultura racial en apogeo. Algunos de ellos y otros mas de reconocido brillo como Jaime Duarte French y Jorge Sánchez Camacho, están en las bibliotecas en espera de que la Universidad los estudie o las entidades culturales los antologue en un despertar de la santandereanidad orgullosa de sus hombres de letras.
Así se podrían apreciar ante la crítica universitaria las características de nuestra idiosincrasia pensante con su libertad expresiva, su lenguaje de roca y cascada, su claridad contundente, su temple temperamental y su impacto verbal traducido a la escritura diserta. Un estudio a fondo del ensayo santandereano marca la diferencia que hay entre lo clásico y lo barroco, entre la ruptura y la cerrazón, entre lo santandereano y lo no santandereano. Han de admirarse así los relieves de nuestra entidad cultural remarcados en el ensayo y en la tribuna, proveniente luego del campus universitario, su trascendencia se nos presenta basada en fuentes eruditas. Este es el perfil del nuevo ensayismo del siglo XXI, representado entre otros escritores docentes por el profesor, escritor y poeta Antonio Acevedo Linares. Quede claro que el ensayo erudito procedente de la academia universitaria, tuvo en el siglo XX dos paradigmas santandereanos de fama internacional. Me refiero a Carlos García Prada y a Gustavo Correa, ex-catedráticos el uno de la Universidad del Estado de Washington y el otro de la prestigiosa Universidad de Yale en los Estados Unidos. Ambos se destacaron en lo que podría llamarse el "ensayo-scholar", especializado en la crítica analítica y en la investigación. Sus ensayos de simposios nacionales e internacionales tuvieron su acogida unánime en revistas de la categoría de Hispania y en otras importantes páginas del mundo hispánico. Es entonces digno de celebrarse que este modelo de ensayo erudito brille ahora en las plumas surgentes de la Universidad santandereana, como la del escritor Acevedo Linares. Profesor universitario y por lo tanto académico de la erudición sociológica, no nos sorprende que sus lecturas e investigaciones hayan logrado culminar en este epitome de pensamientos suyos y prohijados de los pensadores, que el ensayista ha titulado "Tolerancia, Cultura y Democracia."
Al glosar su obra a vuela pluma, para este proemio, que llamo "Apertura", valga resaltar que su obra es un reto al debate y una avenida de luz difusiva que permite recorrer con el inquieto escritor la historia de la humanidad y del humanismo desde la época clásica hasta la época moderna. Su recorrido parte desde la época griega y romana pasando luego por el Renacimiento, la Ilustración, el Enciclopedismo y posteriores tendencias liberales y socializantes. Llama la atención que el ensayista, como pórtico poético de sus ensayos transcribiera unos versos de Jorge Luis Borges, para iniciar sus ensayos con el tema de la tolerancia. Y no se explica como este gran escritor, Borges, tan genial pero tan intolerante y tan enceguecido de pasión política en favor de las monstruosas dictaduras de Chile y Argentina, pueda ser tomado como referente para abrir el primer debate de esta obra. Obviamente todo se explica porque Acevedo Linares además de persona tolerante es un poeta, y es el discurso de la tolerancia y el diálogo sin acaloramientos vehementes lo que predican sus escritos ampliamente fundamentados en fuentes sapienciales.
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