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Panorama TICs en la Educación Superior


  1. La universidad digital
  2. Posibilidades que las tics aportan a la enseñanza y a la investigación
  3. Retos de la universidad ante la sociedad de la información y la comunicación
  4. Fuentes

La universidad digital

En la actualidad, las nuevas tecnologías son elementos que influyen en todos los aspectos de nuestra sociedad, denominada "La Sociedad de la información".

En los últimos años, las tics han mostrado progreso acelerado, lo que conlleva a asumir nuevas reglas, tomando en cuenta las nuevas realidades a las que nos enfrentamos, condicionadas por las nuevas tecnologías. De manera que se plantean nuevos retos para la buena utilidad de estos nuevos recursos que muestran una gama de ventajas para todos los contextos educativos.

La Universidad es una de las organizaciones más antiguas y con mayor capacidad de adaptación al cambio. (Dr. Francisco José García Peñalvo). En el marco de una sociedad cambiante y conflictiva, con la ayuda de nuevas herramientas, la formación del profesorado, la dotación de medios, los cambios estructurales, etc. solo son medios para conseguir dichos fines, y eso solo es posible si se dispone de medios y de la autonomía necesaria para que la universidad esté al servicio de las personas y la sociedad.

Es de suma importancia, para la integración de estas tecnologías, no solo en las universidades, sino en cualquier contexto; la criticidad. Es decir, es necesario, a parte de ver todas las ventajas y oportunidades que nos ofrecen las tics, tomar en cuenta sus limitaciones, y no pretender implantarlas como la panacea. Sino como recursos que pueden favorecer al desarrollo académico e institucional.

Esto, debido a que frecuentemente observamos que por el mismo ritmo acelerado de las tecnologías de la información, las entidades educativas tienden a realizar proyectos y planes de integración de las tics y se hacen grandes inversiones, sin embargo, resulta que al final, no se obtienen buenos resultados, sino que produce discrepancias entre los actores que interactúan en los centros y, la forma en que se aplican las tecnologías terminan haciendo de esta un obstáculo para el desarrollo de los procesos de enseñanza. Y en mi opinión, esto se debe a la ausencia de criterios y conocimientos bien establecidos a la hora de la integración de recursos tecnológicos.

Por otra parte:

El crecimiento de la sociedad del conocimiento depende de la producción de nuevos conocimientos, su transmisión a través de la educación y la formación y su divulgación a través de las tecnologías de la información y la comunicación" (Declaración de la Comisión Europea: El papel de las Universidades en la Europa del conocimiento 2002)

Por lo tanto, las universidades, a parte de tener la mayor capacidad de adaptación, también reposa en ella la responsabilidad de acoger todas estas nuevas realidades que surgen con la introducción de las nuevas tecnologías en la sociedad. De modo, que debe proponerse producir cambios en todos los ejes estratégicos de la educación superior:

Las nuevas demandas sociales y por el vínculo que se establece entre la universidad y la integración de  la tecnología, los profesores promueven innovaciones educativas universitarias como búsqueda planificada, intencional y sistemática de cambios que provoquen una mejora de la calidad educativa. La incorporación de las tecnologías de la información y el conocimiento ha producido el gran cambio en la docencia universitaria ofreciendo múltiples posibilidades para la creación de nuevos productos educativos, para la promoción de la comunicación bidireccional y, como trasfondo, genera una transformación educativa general.

La idea de la enseñanza virtual presentada en la obra parte de la introducción de las tecnologías en el aula y defiende en "el concepto de virtual puede tener distinto grado, en función de la proporción del proceso de comunicación, enseñanza y aprendizaje presencial que se realice a través de Internet. De esta forma podemos encontrarnos con cursos semipresenciales o totalmente virtuales a través de Internet" (Cebrian, M 2003), mientras que en la mayoría de las ocasiones, cuando se habla de cursos virtuales o enseñanza virtual se da por sentado que la mayor parte del proceso formativo tendrá lugar en un ámbito no presencial y a distancia. Esto marcará un hito para los docentes a los que va dirigido este texto ya que se amplia a profesionales dedicados a la educación, ya sean de modalidad a distancia o presencial.

El autor dentro de esta obra presenta la enseñanza virtual no como parte de la educación a distancia, sino como una herramienta imprescindible en toda modalidad de educación, así se observa en la página 41 cuando indica que "la enseñanza mediada o apoyada en tecnologías representa una moneda de dos caras para la enseñanza presencial. Por un lado aporta nuevas posibilidades y por otro abre nuevas incógnitas y retos. Este doble efecto también se aprecia en la clásica enseñanza a distancia, solo que en ésta ya está asumida la no presencialidad".

Desde este punto de inflexión, se aborda el tema de la enseñanza virtual y la influencia de las tecnologías en la educación, como elementos innovadores en la educación universitaria. La influencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación superior son motivo de una reflexión profunda sobre la calidad de la enseñanza virtual planteándose cuestiones que hacen que el lector se pregunte sobre cómo las Tecnologías de la Información y la Comunicación ayudan a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, qué exigencias plantean para el profesorado la enseñanza por redes, y cuál es la eficacia que ofrecen las tecnologías en la educación.

Como guía básica para instituciones y profesionales de la educación virtual se indican los apartados o módulos imprescindibles de un curso virtual y el diseño de un curso en red como apoyo a la docencia. Estos apartados (administración, guía, contenidos, ayuda, comunicación, tutoría virtual, seguridad, evaluación del aprendizaje y evaluación del curso) servirán para conocer qué debemos tener en cuenta a la hora de trabajar con enseñanza virtual, qué conocimientos son necesarios, las características y organización de los contenidos, la infraestructura y el enfoque requerido. Como búsqueda permanente de la calidad en la enseñanza virtual universitaria, dedica un apartado para poner en práctica los módulos propuestos con los usos y herramientas que utilizan los profesores de diferentes áreas y asignaturas de la Universidad de Málaga para mostrar ejemplos y posibilidades que ofrece Internet según sea utilizado.

Los procesos globales de la enseñanza a los particulares se entrelazan en este tipo de formación, se describen las dimensiones de la calidad de la educación virtual, los modelos empleados en la docencia a través de Internet, la evaluación de aprendizajes cuando se emplean redes, el diseño de los materiales didácticos para Internet y las herramientas como las plataformas que existen para la docencia virtual. Todo esto se traduce en los cambios, en los modos de producir y adquirir el aprendizaje, cambios en el papel del profesorado, cambios en las concepciones del tiempo y del espacio organizativo, y cambios en la relación de la teoría y la práctica. La capacidad de las universidades y de los profesores para enfrentarse a los cambios supone un nuevo reto, debe hacer realidad los nuevos conceptos emergentes en la formación y asumir los cambios de rol del profesor mediante las actuaciones necesarias.

Panorama de la universidad digital en la unión europea

El Libro Blanco de la Universidad digital 2010

El Libro blanco de la Universidad digital 2010 sugiere que el modelo de la universidad del futuro ha de pasar necesariamente por el buen gobierno y uso de las TIC, lo que le permitirá actualizar el conocimiento más rápidamente, mejorar su capacidad de innovación y de adaptación al nuevo entorno y contribuir a la plena implantación de la Sociedad del Conocimiento.

Este informe, publicado en la Colección Fundación Telefónica / Ariel y coordinado por OCU (Oficina de Cooperación Universitaria), afirma que la evolución de las universidades no debe ser ajena a las tendencias del desarrollo social, cultural y económico de las regiones, por lo que su futuro está condicionado por tendencias como la globalización e internacionalización, creciente competencia entre universidades, surgimiento de nuevas necesidades por parte de los ciudadanos y de la sociedad o nuevos requerimientos legales.

Según apunta el Libro, los aspectos tecnológicos que posibilitan la implantación de la Universidad Digital 2010 abarcan un amplio abanico de servicios que van desde las infraestructura de redes y comunicaciones a los servicios web, que permiten integrar aplicaciones de una forma más transparente.

Las Tecnologías de la Información y Comunicación ayudarán a las universidades en el proceso de transformación hacia la universidad digital porque ayudarán a mejorar los procesos de relación, facilitarán la integración de los espacios comunes de educación superior, facilitando la movilidad, la seguridad y la disponibilidad de todo tipo de información académica y administrativa.

Además, en el Libro se incluye un conjunto de buenas prácticas para el gobierno y desarrollo de las TSI (Tecnologías de la Información y Sistemas de Información). Una de las claves para la evolución de las universidades será la evolución de la gestión universitaria, trasladando la gestión universitaria tradicional, hacia los procesos de calidad, para posteriormente llevar a cabo una gestión de la información y llegar a una verdadera gestión del conocimiento.

Como se señala en el libro, "las TIC se han convertido en la herramienta crucial para el futuro de las universidades, ya que no se pueden desarrollar ninguna de las dos misiones de la universidad –docencia e investigación— sin contar con unas tecnologías y sistemas de información adecuados".

Los retos de la universidad (En torno al libro blanco de la universidad digital).

Asimismo, según pone de manifiesto el documento, la Universidad Digital ha de pasar por la internacionalización e integración en los espacios comunes de educación superior, la mayor conexión con el tejido productivo y mejora de los canales de transferencia de conocimiento, la búsqueda de la excelencia académica y de investigación, la plena transparencia y la optimización de la gestión de los fondos públicos y privados o el establecimiento de métodos educativos innovadores.

En el ámbito de la convergencia universitaria destacan el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) para la calidad, movilidad, cooperación y empleo universitarios. Entre sus objetivos para 2010 destaca la adopción de un sistema de titulaciones transparente, comprensible y comparable mediante el Suplemento Europeo al Título, así como la adopción de un sistema basado en dos niveles: Grado y Posgrado.Otros retos son el establecimiento de un sistema de créditos único, la promoción de la movilidad de los estudiantes, profesores y personal de administración, el reconocimiento de los períodos de investigación, enseñanza y formación, la adaptación de procesos para garantizar el cumplimiento de normativa en el ámbito de la e-administración y de la normativa del proceso de Bolonia en general.

   Todas las universidades se enfrentan a cambios en el tipo de alumnado, en los modelos de aprendizaje, en los nuevos modelos de trabajo cooperativo y colaborativo y a un incremento de la competencia con universidades españolas, corporativas, escuelas de negocios.

Posibilidades que las tics aportan a la enseñanza y a la investigación

Se podrían resumir las potencialidades que las TIC aportan a la enseñanza universitaria en:

1. Flexibilidad; las TIC aportan un elevado grado de personalización a los procesos de enseñanza universitaria. Se diluyen los itinerarios prefijados y cerrados y aparece la posibilidad de adaptarse a las necesidades y características de los alumnos.

2. Facilitan la comunicación entre profesores y alumnos, dada la eliminación de las barreras espacio-temporales.

3. Generan nuevos canales de comunicación entre los alumnos.

4. Posibilitan el acceso a una gran cantidad de información, con gran rapidez y con un reducido coste.

5. A nivel organizativo y de oferta educativa se facilita la especialización, aumenta la oferta educativa, se potencia la formación permanente y a lo largo de toda la vida…

Como señala Torres (2002): "Las TIC posibilitan el diseño y creación de redes educativas telemáticas que generan nuevos escenarios educativos, así como la elaboración de específicos instrumentos electrónicos educativos". Se puede afirmar que las NTIC pueden facilitar la interacción entre profesores y alumnos, de modo que dan lugar a una posibilidad de mayor personalización en la relación de aprendizaje lo cual lleva a una nueva arquitectura pedagógica.

Estos nuevos escenarios educativos gracias a las NTIC presentan como características fundamentales:

– El acceso sin limitaciones de espacio o de tiempo por parte de los alumnos a una educación universitaria de calidad.

– La información que antes sólo se podía obtener del profesor ahora se puede conseguir cuando se necesite a través del ordenador e Internet

– Las posibilidades de los materiales de aprendizaje multimedia bien diseñados son muy elevadas: mayor interacción, mayor control de los materiales, características formales de diseño, ilustraciones, animaciones, etc.

– La interacción con los profesores se puede estructurar y gestionar mediante comunicaciones on-line para ofrecer mayor acceso y flexibilidad tanto a los estudiantes como a los profesores

– La comunicación a través del ordenador puede facilitar la enseñanza en grupo, el uso de profesores invitados de otras instituciones, y las clases multiculturales e internacionales.

Estas posibilidades han dado lugar a nuevas realidades educativas y a cambios estructurales en la dirección y organización de la enseñanza que han tenido su reflejo semántico en nuevas formas de denominar este proceso de enseñanza-aprendizaje: aprendizaje distribuido en EEUU y Canadá, aprendizaje en red en el Reino Unido, aprendizaje flexible en Australia, aprendizaje abierto, on-line, e-learning… en Europa.

Retos de la universidad ante la sociedad de la información y la comunicación

Hoy en día encontramos que en esta institución se debe responder a un triple reto formativo: por una parte debe capacitar a futuros profesionales, por otra, a potenciales investigadores y, en tercer lugar debe formar para el ejercicio de la ciudadanía en la sociedad que está vigente en cada momento histórico. Sin querer establecer un orden de importancia entre los tres ámbitos citados hemos de reconocer que una minoría de estudiantes universitarios serán los que acaben dedicándose a tareas de investigación, muchos (aunque no todos) se dedicarán, al menos parte de su vida laboral, al ejercicio de la profesión para la que se han preparado, y todos van a ejercer de ciudadanos más o menos responsables en el seno de la sociedad en que vivan.

La formación en estas tres dimensiones se encuentra presente en todos los niveles de la universidad; así, por ejemplo, cuando se enseñan conceptos y habilidades útiles para el ejercicio profesional se alude a investigaciones en las que se apoyan y se valoran tales aportaciones, entre otras cosas, en función de adecuación de las investigaciones de las que se derivan. Por otra parte, la forma en que se imparta la docencia puede provocar actitudes pasivas o críticas en el alumnado, de modo que el currículum oculto universitario crea en los estudiantes actitudes que repercutirán en la formación integral de la persona y, por tanto, en cómo ejercite sus responsabilidades sociales y políticas como ciudadano.

No obstante lo anterior y siguiendo el esquema clásico al que aludíamos más arriba, la capacitación para el ejercicio profesional tendría un papel predominante en los estudios de diplomatura, licenciatura y cierta formación de posgrado (títulos de experto y master); la formación para la investigación es específica de los programas de doctorado y otras actividades que voluntariamente los estudiantes de primer y segundo ciclo puedan realizar (p.e. colaboración en investigaciones como alumnos internos); y la formación para el ejercicio de la ciudadanía, aunque teóricamente presente en los planes de estudio de cualquier carrera, aparece de forma reducida en actividades de extensión universitaria, programas de intercambio, la optatividad y los créditos y actividades de libre configuración de las nuevas titulaciones.

No hemos de olvidar, por otra parte, que la universidad y la formación que en ella se imparte se sitúan en un contexto social cuyas características, a las puertas del siglo XXI, se resumen en la expresión "globalización" o "sociedad de la información". Así, desde el punto de vista económico, la realidad del desempleo y la movilidad profesional hacen que se prevea que los estudiantes actuales cambien de trabajo con más frecuencia que la generación anterior; además, se requieren nuevas capacidades (p.e. dominio de la informática al menos a nivel de usuario) y otras menos nuevas se revalorizan y se hacen más necesarias (p.e. aprendizaje de idiomas); por otra parte, poseer un título universitario facilita el acceso al mundo laboral, pero no garantiza que el puesto de trabajo se corresponda con la titulación adquirida y estos hechos tienen sus consecuencias para la universidad: por una parte cada vez se le exige una formación más polivalente (la formación para el desempeño profesional es impartida cada vez más por las empresas) y por otra compromete cada vez menos a los alumnos con los valores y contenidos propios de sus estudios (conocedores de la necesidad de la titulación superior para encontrar un puesto de trabajo y de las escasas posibilidades de encontrar uno que se corresponda con los estudios realizados, sus intereses cada vez están más centrados en el logro del primero y no tanto en adquirir los conocimientos, habilidades y competencias que le capaciten para ejercerlo).

Otra circunstancia que plantea nuevos retos a la formación universitaria procede del hecho de que, en la actualidad (y cada vez más) el entorno social y el mercado laboral es tan volátil que, al menos en las titulaciones relacionadas con las ciencias sociales, los retos a los que estos futuros profesionales habrán de enfrentarse son absolutamente imprevisibles. No estamos contemplando ya la perspectiva citada anteriormente de que los universitarios lleguen a trabajar en campos absolutamente ajenos a aquellos para los que se formaron, sino simplemente la constatación de que, incluso dentro de campos amplios como la educación, la intervención social o la economía, las demandas cambian cada día. Pero, además, no son sólo los ámbitos de actuación los que se modifican. Las mismas reglas del juego, las tecnologías y las bases conceptuales sobre las que se asientan varían a tal velocidad que muchos de los conocimientos adquiridos se encuentran obsoletos antes de haberse extendido realmente su uso y conocimiento.

Otra cuestión que no queremos obviar es cuáles son las demandas sociales a las que han de responder los profesionales que salen de universidad. Demasiado frecuentemente las miradas no van más allá de los cercanos horizontes de nuestras sociedades desarrolladas y esto nos lleva a concepciones falsas como afirmar "que hay más maestros que puestos de trabajo", que "para los médicos el mercado laboral está saturado" y cosas por el estilo que sólo son ciertas en los estrechos márgenes de nuestras sociedades opulentas, cuando el mundo es mucho más amplio y las necesidades sociales siguen siendo enormes en muchos lugares del planeta. La universidad tiene un compromiso político y técnico con estas realidades y en su seno deben plantearse respuestas adecuadas y posibles. Y ello en un plano de intercambio de experiencias, pues no sólo el Norte tiene posibilidades de responder a demandas de los países empobrecidos, sino que también formas culturales, modos de vida y valores de estos últimos son respuesta a necesidades y deficiencias del modo de vida y a problemas (sociales, ecológicos, medioambientales, de resolución de conflictos, etc.) de los países enriquecidos.

Viendo el papel que los más empobrecidos tienen en los currículos universitarios, incluso viendo el individualismo creciente entre los mismos compañeros de clase, podemos percibir la irracionalidad de muchas actuaciones. Muchas veces me he preguntado por qué las delegaciones de estudiantes de las facultades no organizan grupos de apoyo mutuo para el estudio donde compañeros con más facilidad para determinadas materias ayuden a otros con más dificultades que pagan cantidades importantes a academias especializadas. Una vez más podemos afirmar que "lo insolidario es irracional" y que pensando desde los últimos se piensa en todos, hecho del que tenemos experiencia los que nos dedicamos a la atención a las necesidades especiales. Por citar un ejemplo que nos permita visualizar este hecho, pensemos en las barreras arquitectónicas: una rampa al lado de una escalera se construye pensando en las personas que se desplazan en sillas de ruedas, pero acaban utilizándola también la persona que empuja el cochecito del niño, la que viene con el carro de la compra, incluso personas sin especiales dificultades a las que le resulta más cómodo. Cosas parecidas podríamos decir de otros artilugios como las señales sonoras de los semáforos, periféricos para ordenadores incluso tecnologías didácticas que pensadas para los escolares con dificultades benefician también a los que no las tienen.

En esta línea de reflexión, el objetivo del presente artículo es reflexionar sobre los retos que la era de la globalización y la sociedad de la información plantean a la formación que se imparte en la universidad. Lo haremos tomando como eje central de nuestras reflexiones la formación para el ejercicio de la profesión, pero teniendo presentes los otros dos aspectos citados, aunque sea implícitamente.

Fuentes

  • Cebrián de la Serna, M. (2003) Enseñanza Virtual para la Innovación Universitaria. Edit. Narcea.

  • Declaración de la Comisión Europea: El papel de las Universidades en la Europa del conocimiento 2002

  • Libro Blanco de la UD2010

  • Torres (2002) globalization education and citizenship. Understanding Teacher Education in an Era of GlobalizationJournal of Teacher Education March/April 2011 62: 115-120,

 

 

Autor:

Gerson Virgilio De Paula de los Santos