En los individuos de mayor edad con enuresis se debe establecer una distinción entre la enuresis primaria y la secundaria; esta última se define como la enuresis en pacientes que han sido completamente continentes durante 6 a 12 meses. A diferencia de la eneuresis nocturna primaria, en la secundaria casi siempre la causa es psicológica.[ ]Entre las causas más importantes de enuresis secundaria hay que citar los trastornos emocionales, las infecciones del aparato urinario, las lesiones de la cauda equina, la epilepsia, la apnea del sueño y las malformaciones del aparato urinario. En los pacientes con enuresis secundaria, se debe descartar la presencia de alguna causa subyacente.
CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE ENURESIS
A. Emisión repetida de orina en la cama o en los vestidos (sea voluntaria o intencionada).
B. El comportamiento en cuestión es clínicamente significativa, manifestándose por una frecuencia de 2 episodios semanales durante por lo menos 3 meses consecutivos o por la presencia de malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico (laboral) o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
C. La edad cronológica es de por lo menos 5 años (o el nivel de desarrollo equivalente).
D. El comportamiento no se debe exclusivamente al efecto fisiológico directo de una sustancia (p. ej., un diurético) ni a una enfermedad médica (p. ej., diabetes, espina bífida, trastorno convulsivo).
TRATAMIENTO
No hacer nada o castigar al niño son respuestas comunes a la enuresis, pero ninguna de ellas ayuda. Lo recomendable es darle seguridad al niño de que la enuresis es común y que se puede aliviar.
Lo primero es asegurarse de que el niño vaya al baño en los momentos normales durante el día y la noche y que no retenga la orina durante períodos de tiempo prolongados. Asimismo, asegurarse de que el niño vaya al baño antes de irse a dormir. Se puede reducir la cantidad de líquido que el niño toma varias horas antes de ir a dormir, pero esto solo no es un tratamiento para la enuresis. Los líquidos no se deben restringir de manera excesiva.
Algunas familias utilizan una tabla de diario que el niño puede marcar cada mañana. Aunque esto no resuelva el problema por completo, puede ayudar y se debe intentar antes de utilizar medicamentos. Es más útil en niños más pequeños, aproximadamente de 5 a 8 años.
Las alarmas para enuresis son otro método que se puede utilizar junto con el sistema de recompensas. Las alarmas son pequeñas y están fácilmente disponibles sin receta en muchas tiendas.
La alarma despierta al niño o padre cuando la vejiga está llena y el niño puede levantarse y usar el baño. El entrenamiento para usar la alarma puede tomar varios meses para que funcione apropiadamente y es posible que se necesite entrenar al niño más de una vez. Las alarmas para la enuresis tienen una tasa de efectividad alta si se utilizan de forma constante. Una vez que el niño no se orina en la cama durante 3 semanas, se continúa usando la alarma durante otras 2 semanas y luego se suspende.
Los medicamentos de receta como DDAVP (desmopresina) están disponibles para tratar la enuresis, al disminuir la cantidad de orina producida en la noche. Estos medicamentos son fáciles de usar, se obtienen resultados rápidamente y se pueden utilizar por poco tiempo en caso de pasar la noche en otra parte. También se puede recetar para su uso prolongado durante meses. El médico puede recomendar la suspensión del medicamento en diferentes momentos para ver si la enuresis ha desaparecido.
Algunas fuentes encuentran que las alarmas para enuresis combinadas con medicamentos producen el mayor número de curaciones.
No olvidemos que las edades son orientativas, pues todo depende de la maduración de cada niño.
El tratamiento de la enuresis primaria se debe reservar a los pacientes con una edad adecuada (mayor de 5 ó 6 años), y consiste en la realización de ejercicios de entrenamiento vesical y en una serie de medidas terapéuticas de tipo conductivo. Las alteraciones urológicas son más comunes en la enuresis primaria y su valoración requiere un examen urológico.
Los estudios científicos y psicológicos indican que la enuresis puede tener un tratamiento activo como pasivo. Cuando la enuresis puede continuar de fuente importante de tensión emocional, puede estar indicada la farmacoterapia sintomática, prestando la atención adecuada a las posibles causas subyacentes.
Tratamiento activo
El tratamiento activo consiste brevemente en medicación apropiada (imipramina, arginina, anticolinérgicos, etc.) para modificar el ánimo del niño, así como la dilatación de la vejiga que está íntimamente relacionada con la capacidad de contención y vaciamiento de la misma. Tambíén existen una serie de prácticas, orientadas a desarrollar el control del esfínter vesical (ejercicios de control de la micción), así como ciertas conductas que previenen la enuresis nocturna (como, por ejemplo, dejar de ingerir líquidos varias horas antes de acostarse). El tratamiento sintomático se suele realizar con cloruro de oxibutinina o con imipramina. En algunos pacientes, se ha utilizado las desmopresina por vía intranasal.[]
Otra manera práctica es la utilización de pequeños dispositivos eléctricos que al detectar humedad en sus sensores activan una alarma, que haría despertar al niño o a sus padres para usar el inodoro.[] Algunos estudios indican que si esta terapia conductual ha dado buenos resultados, en cuanto a que los niños se les enseña a reaccionar frente a un estímulo (el fisiólogo ruso Iván Pávlov ya da cuenta de que un estímulo 'a', en este caso la micción incontrolada, condiciona una respuesta 'b', en este caso la contracción del esfínter vesical, que al ser aprendida puede prevalecer en el tiempo como un acto reflejo).
Tratamiento pasivo
El tratamiento pasivo, según algunos profesionales que lo defienden, es esperar lo suficiente, hasta que esta irregularidad se normalice en forma natural antes de la adolescenciaEs importante resaltar que el entorno familiar del niño es importante. Las atenciones, afecto y comprensión por parte de sus cuidadores aseguran que el niño aprenda realmente prácticas que pueden ser útiles en el tratamiento de la enuresis, y además favorecen ostensiblemente su recuperación.
ENCOPRESIS
Definiciones:
Es el paso voluntario o involuntario de heces en un niño de más de cuatro años, lo cual causa el manchado o suciedad de sus ropas.
La Encopresis consiste en que el niño hace sus deposiciones, repetida e involuntariamente, en lugares que no son adecuados para ello, a una edad en la que se espera que haya control al respecto.
La encopresis es un problema que los niños pueden desarrollar a causa de una constipación crónica (prolongada). Con la constipación, los niños tienen menos evacuaciones intestinales que lo normal, y las evacuaciones que efectúan pueden ser duras, secas y difíciles. Una vez que el niño se vuelve constipado, se puede desarrollar un ciclo vicioso. Es posible que el niño evite usar el baño para no sentir molestias. Las heces pueden quedar impaccionadas (retenidas en el recto y el intestino grueso) sin poder avanzar.
NOMBRES ALTERNATIVOS: Incontinencia fecal; Ensuciarse en la ropa
La Encopresis puede ser:
– primaria: si nunca se ha logrado el control.
– secundaria: si se produce después de un período de control.
¿Qué niños desarrollan encopresis?
Cualquier niño con constipación crónica puede desarrollar encopresis. Algunas de las situaciones que pueden llevar a la constipación incluyen las siguientes:
- ingerir una dieta de comidas "basura", elevada en grasas y azúcar
- beber principalmente refrescos y bebidas azucaradas y no beber suficiente cantidad de agua y jugos de frutas
- falta de ejercicio
- resistencia a utilizar los baños públicos
- estrés en la familia, con los amigos o en la escuela
- estar demasiado ocupado jugando como para dedicar tiempo a ir al baño
- cambio en la rutina para ir al baño, por ejemplo cuando un niño empieza un nuevo año escolar y las pausas para ir al baño son menos frecuentes que durante el verano.
CAUSAS:
Será pues lo más importante identificar la causa que la produce:
- unos malos hábitos de aprendizaje: presiones excesivas o rigidez al exigir que el niño controle a una edad aún temprana para hacerlo.
- al estreñimiento crónico, que provoca una distensión del colon y la consiguiente pérdida del tono muscular, con lo cual se producen esas pérdidas.
- puede ser síntoma de depresión infantil u otro trastorno.
- Falta de entrenamiento para utilizar el inodoro
- Entrenamiento para usar el inodoro a edad muy temprana
- Alteración emocional como el trastorno de oposición desafiante
- Trastorno de conducta
Cualquiera que sea la causa, el niño puede llegar a desarrollar un sentimiento de vergüenza, culpabilidad o pérdida de autoestima conexos y puede tratar de ocultar el descubrimiento del problema.
SÍNTOMAS
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la encopresis. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
- deposiciones sueltas, acuosas
- evacuación intestinal involuntaria o necesidad de evacuar con poca o sin advertencia, lo que puede manchar la ropa interior cuando el niño no logra llegar al baño a tiempo
- rascar o frotar la zona del ano debido a la irritación que causan las heces acuosas
- retraimiento respecto de los amigos, la escuela y, o la familia
- ocultan su ropa interior
- Incapacidad para retener las heces (incontinencia intestinal)
- Defecación en lugares inapropiados (por lo general, en la ropa del niño)
- Comportamiento reservado asociado con las defecaciones
- Estreñimiento y heces duras
- Evacuación ocasional de heces muy grandes que casi obstruyen el inodoro Complicaciones
- El niño puede desarrollar una baja autoestima y sentir la desaprobación de sus compañeros debido a este problema. Si no se desarrollan hábitos rutinarios de defecación, el niño puede sufrir de estreñimiento crónico.
Exámenes
- El examen digital del área rectal puede mostrar retención fecal radiografía abdominal - examen de diagnóstico destinado a evaluar la cantidad de heces en el intestino grueso.
- enema opaco - examen que verifica si hay obstrucciones (bloqueo), estenosis (zonas estrechadas) y otras anomalías en el intestino. Mediante un enema, se administra un líquido denominado bario que se visualiza bien en las radiografías y, posteriormente, se examina el intestino por radiografía.
CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE ENCOPRESIS
A. Evacuación repetida de heces en lugares inadecuados (por ejemplo vestidos o suelos), sea involuntaria o intencionada.
B. Por lo menos un episodio al mes durante un mínimo de 3 meses.
C. La edad cronológica es por lo menos de 4 años (o un nivel de desarrollo equivalente).
D. El comportamiento no se debe exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., laxantes) ni a una enfermedad médica, excepto a través de un mecanismo que implique estreñimiento.
TRATAMIENTO
El tratamiento también dependerá de si es algo ocasional o más recurrente. Lo primero será ser visitado por el pediatra, quien determinará cómo proceder y si es necesaria o no la visita a un especialista.
Según la personalidad del niño, se optará por quitar importancia al tema o por insistir al niño en que sea más cuidadoso. Eso sí, jamás se le ridiculizará ni castigará por ello.
El objetivo del tratamiento es prevenir el estreñimiento y estimular los buenos hábitos de defecación.
Para eliminar la retención fecal, se utilizan laxantes y algunas veces enemas. Usualmente, se prescribe un ablandador de heces.
Los gastroenterólogos pediátricos a menudo educan a los padres y al niño y utilizan la bioautorregulación en el niño para tratar los casos más difíciles.
De igual manera, la psicoterapia puede ayudar al niño a hacer frente a los sentimientos conexos de vergüenza, culpabilidad o pérdida de autoestima. Cuando existe una encopresis sin presencia de estreñimiento, la evaluación psiquiátrica puede ayudar a determinar la causa subyacente.
El tratamiento específico de la encopresis será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:
- la gravedad del trastorno
- la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
- la opinión de los médicos a cargo de la atención del niño
- su opinión o preferencia
El tratamiento de la encopresis puede incluir:
- extraer las heces impactadas.
- mantener evacuaciones intestinales blandas para que las heces pasen fácilmente.
- reentrenar el intestino y el recto para lograr el control de las evacuaciones intestinales.
- El médico de su hijo puede prescribir un enema para ayudar a extraer las heces impactadas. El enema es un líquido que se coloca en el recto del niño y que ayuda a aflojar las heces duras y secas. (NO administre un enema a su hijo sin contar con la aprobación de un médico o un profesional de la salud.)El médico con frecuencia recetará medicamentos que ayuden a mantener blandas las evacuaciones intestinales de su hijo durante varios meses. Esto ayudará a evitar que se repita la impacción. No administre al niño ablandador de heces sin la aprobación de un médico.
- Cambios en la dieta a menudo, el realizar cambios en la dieta de su hijo ayudará a eliminar la constipación.
- Aumente la cantidad de fibra en la dieta de su hijo incluyendo frutas, verduras, productos de granos integrales y cantidades adecuadas de líquidos, favorece el paso de las heces más blandas y minimiza la molestia causada por las deposiciones.
- Otra forma de tratar este problema es suministrarle al niño vaselina líquida saborizada en una cantidad suficiente para que el aceite salga del recto. éste es un excelente tratamiento a corto plazo, pero se debe evitar su uso prolongado debido a la interferencia con la absorción del calcio y la vitamina D.
- Planee servirle las comidas a su hijo en un horario regular. A menudo, comer una comida estimulará la evacuación intestinal en un plazo de 30 minutos a una hora. Sirva el desayuno temprano de forma que su hijo no tenga que correr a la escuela y pierda la oportunidad de evacuar sus intestinos
- Aumente el ejercicio: aumentar la cantidad de ejercicio que su hijo hace también puede ayudar con la constipación. El ejercicio facilita la digestión ayudando a los movimientos normales de los intestinos para impulsar los alimentos hacia adelante a medida que se digieren. Las personas que no son muy activas se constipan a menudo. Anime a su hijo a salir a jugar en lugar de mirar la televisión o participar en otras actividades bajo techo.
- Hábitos correctos para la evacuación intestinal: Siente a su hijo en el retrete al menos dos veces al día durante 10 minutos, de preferencia poco después de una comida. Haga que éste sea un momento agradable; no regañe ni critique al niño si no es capaz de evacuar sus intestinos. El darle calcomanías u otras recompensas pequeñas, y hacer pósters que representen el progreso de su hijo, puede ayudar a motivarle y animarle.
- Si estos métodos no ayudan, o si su médico observa otros problemas, puede recomendar laxantes, ablandadores de heces o un enema.
LA ONICOFAGIA
Definiciones:
Se trata de un hábito patológico, que influye negativamente en la estética de las manos, la boca y los dientes. Este hábito patológico es considerado por la psicología, como un auto agresión causada por la ansiedad y capaz de aparecer desde muy corta edad. No se trata de una simple maña como muchos creen, sino de algo más profundo: una manifestación de ansiedad cuyo fin último es una agresión.
Hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. El borde libre desaparece y la uña se sumerge en el lecho ungueal. Su reiteración en el tiempo provoca lesiones varias, como la inflamación y elevación de los bordes laterales o incluso formaciones verrugosas secundarias a la hiperplasia cuticular.
La Onicofagia o en términos mas simples el mal habito de comerse, mordisquearse, o roerse las uñas. Además de ser algo poco estético, trae consigo secuelas graves, sobre todo si además de morderse las uñas también se ingieren.
INCIDENCIA
Aunque en muchos casos perdura hasta la edad adulta, la mayor incidencia de este mal hábito se da en la pubertad. Es más común en el sexo masculino que en el femenino, y ocurre con la siguiente frecuencia:
- 44% de adolescentes
- 28% al 33% de niños entre 7 y 10 años
- 19% al 29% de adultos jóvenes
- 5% de adultos mayores.
- Los niños suelen ser muy proclives a comerse las uñas. Este problema puede ser adquirido desde el vientre (cuando el embarazo de la madre atraviesa muchos inconvenientes emocionales) o por imitación, al seguir el ejemplo de algún familiar o amigo.
- Algunas veces ese hábito que comienza en la infancia prosigue hasta la edad adulta, como manifestación de otros diversos factores, por ejemplo insomnio, depresión, dificultad en las relaciones sexuales, aislamiento, trastornos de alimentación, etc.
CAUSAS:
Causas psicológicas:
Estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como forma de calmar momentos de nervios, ansiedad, angustia etc. Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética un impulso de comerse sociales, Laboral o escolar (exámenes)
Son causas frecuentes y la mayoría son de origen psicológico, algunas de ellas son la ansiedad, el nerviosismo, la depresión, situaciones extremas o violentas pueden ocasionar que una persona se muerda las uñas, y como algunos pararán de hacerlo por si solos después de acabado el periodo de ansiedad o nerviosismo, para otros en un problema más bien crónico que se prolonga por toda la vida, y que es a veces tan difícil de detener como dejar de fumar, o hacer una dieta. Cuando nos demos cuenta que nuestros hijos o nosotros mismos estamos comenzando a morder nuestras uñas debemos tomar medidas de inmediato para que esto no se convierta en una costumbre o mejor dicho mala costumbre.
También puede ser un síntoma de algún desorden mental o emocional, según su frecuencia. Su nombre clínico es onicofagia crónica. las uñas. El estrés, dificultades para resolver problemas cotidianos que sean
Causas psicosomáticas:
Es difícil agrupar en un mismo patrón a la cantidad de personas que sufren este mal hábito por causas psicosomáticas. Pero en los casos muy severos en formas más conscientes de lesiones autoinfligidas, podemos enumerar algunos de los rasgos distintivos que pueden favorecer actitudes negativas y influir emocionalmente en el comportamiento del sujeto durante la niñez, adolescencia y hasta la edad adulta. Por ejemplos: Cambios dramáticos en la unidad familiar, no asumir la pérdida de un ser querido, violencias y disputas domesticas reiteradas ante el sujeto, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a los padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la familia a nuevos hermanos y hermanas, malos tratos y humillaciones, presión por los estudios en el ambiente familiar o escolar, y un sin fin de otras causas. Pero en la mayoría de estas causas las frustraciones acumuladas, la timidez y la baja autoestima son los rasgos más significativos que llevan al sujeto a morderse las uñas. Desaparecerá esta manía cuando se adquiere confianza y seguridad en el área familial, escolar o laboral. Una vez establecido en sujetos ansiosos puede ser desencadenado por el hambre, aburrimiento e inactividad .
CONSECUENCIAS:
- hemorragias subungueales y pérdida de tiras ungueales, que pueden dejar espolones ungueales residuales o conllevar la pérdida de toda la uña.
- Los desperfectos a nivel de los pliegues ungueales, como son las cutículas y padastros, pueden manifestarse en forma de "paroniquia crónica" (inflamación aguda del tejido celular de los dedos) con exacerbaciones infecciosas agudas.
- En los casos severos se produce un deterioro de la placa ungueal y la formación de cicatrices locales con distrofia de toda la unidad ungueal y anomalías de la matriz.
· Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden impactarse en la faringe y producir reacciones inflamatorias.
· También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial favoreciendo sobre infecciones o diversas complicaciones en el tejido pulmonar.
· Pero lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben mezclándose con las heces al final del trayecto dada la imposibilidad de digerir el resto ungueal.
· Morderse las uñas puede resultar en el transporte de gérmenes que se ocultan bajo las uñas a la boca o viceversa, llevando a la hinchazón del dedo y en casos extremos pus.
· El mordedor compulsivo de uñas puede estar tentado a comer no sólo ésta sino también la cutícula y la piel de alrededor, provocándose heridas por donde sufrir infecciones oportunistas micróbicas y virales.
· Dañarse la piel o uñas puede llevar a la ansiedad por la apariencia de las manos.
· El hábito crónico de morderse las uñas es perjudicial a largo plazo para la sustancia adamantínea frontal de los dientes, aumentando la caries en las zonas afectadas.
TRATAMIENTO
1. Medicamentos
Se suelen utilizar antidepresivos, medicamentos para la tricotilomanía y el trastorno obsesivo-compulsivo, incluyendo clomipramina, fluoxetina, sertralina, paroxetina, fuvoxamina, citalopram, nefazodona, escitalopram y venlafaxina.
También pequeñas dosis de antipsicóticos usados para tratar la esquizofrenia, tales como risperidona, olazopina, quetiapina, ziprasidona y aripiprazol. Es importante señalar que el que la persona esté tomando antidepresivos o antipsicóticos para tratar la onicofagia no quiere decir que el paciente sufra de psicosis.
Otra opción es tomar vitamina B (inositol), que reduce las ganas de morderse las uñas por medio del aumento de la serotonina en el cerebro. La serotonina está indicada en el tratamiento de desórdenes compulsivos y similares.
2. Terapia de conducta
Muchos pacientes han encontrado en la terapia de conducta beneficios, tanto por sí solas o como complemento de los fármacos. La primera parte del tratamiento consiste en el cambio de hábitos. éste es un proceso de cuatro partes que consiste en buscar la forma de «desaprender» el hábito y reemplazarlo por otro saludable. Además se aplica una terapia de control de estímulos para identificar y eliminar lo que estimula a cada persona a comerse las uñas
CONCLUSIONES
Es importante resaltar que el entorno familiar del niño es importante para que este pueda resolver la problemática que esta sufriendo.
Las atenciones, afecto y comprensión por parte de sus cuidadores, padres aseguran que el niño aprenda realmente prácticas que pueden ser útiles para que el pueda controlar sus esfínteres, además lo más importante es que querer dejar de realizar y tener fuerza de voluntad para evitar momentos de tentación para no comerse, morderse las uñas.
En cuanto al tratamiento se podría decir que son efectivos siempre y cuando se a el adecuado ya que se debe conocer a fondo lo que esta sucediendo con la persona que sobrelleva este trastorno. El primer paso será determinar la causa del problema o el factor que lo ha podido desencadenar.
RECOMENDACIONES
- Los padres deben brindar apoyo y abstenerse de criticar y desanimar a los niños.
- El hecho de dormir bien e ir al baño a horas regulares durante el día y la noche puede ayudar a prevenir algunos aspectos de la enuresis.
- Controlar que los niños se alimenten adecuadamente, con una dieta ideal para sus metabolismo
- Controlar si el niño va al evacuar orinar o defecar para ver si es normal la frecuencia en que lo hace.
- Crear en el niño hábitos de cómo utilizar el servicio sanitario desde pequeños.
- Evitar situaciones que generen ansiedad, nerviosismo, como en la escuela, entrevistas de trabajo, exámenes, etc.
- Se debe poner atención en las situaciones en las que se tiene la necesidad de comer tus uñas, a veces este hábito esta ligado a como se siente en diferentes ambientes o situaciones por lo que es importante saber cuando y donde radica el problema.
- Mantenerte activo y relajado ayuda de mucho sabemos que en los momentos en los que nos sentimos incómodos o estresados tendemos a comernos las uñas.
- En caso de no poder resistir la tentación sirve de mucho aplicar algún liquido con un sabor amargo, o frotar ajos a nuestras uñas así al llevarlas a la boca tendremos una sensación desagradable que nos hará evitar llevarnos las uñas a la boca.
- Si eres mujer, lima tus uñas diariamente y aplica algún tratamiento endurecedor para tus uñas, comienza a pintarlas, así las verás mas lindas y no sentirás ganas de morderlas.
Barrientos Miranda Ana Patricia
Bernal Chicas
Yanci Elena
LUNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2008
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