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Fundamentos de la educación inicial (página 2)

Enviado por Mónica martinez


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El niño es un ser fundamentalmente social desde el mismo momento de su nacimiento. Su conducta está modulada por la interrelación con los otros y su conocimiento sobre sí mismo lo va a adquirir mediante la imagen que va a recibir a través de los demás.

En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden a un proyecto común de educación.

En el proceso de socialización en el niño va creando su personalidad y su autoestima desde que nace, con su relación con la figura de apego, con las relaciones con los adultos y sus iguales. El desarrollo social influye en el desarrollo cognitivo y viceversa.

Es el proceso mediante el cual los niños aprenden a diferenciar lo que aceptable (positivo) de lo inaceptable (negativo) en su comportamiento se llama socialización. La socialización en el individuo adopta los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a su personalidad para adaptarse a la sociedad. El proceso socializador en el niño es donde el aprende a diferenciar lo aceptable de lo inaceptable en su comportamiento. Socializar es un proceso muy importante que debe fomentarse en los niños y niñas desde muy corta edad. Se espera que los niños aprendan, por ejemplo, que las agresiones físicas, el robo y el engaño son negativos, y que la cooperación, la honestidad y el compartir son positivos. Algunas teorías sugieren que la socialización sólo se aprende a través de la imitación o a través de un proceso de premios y castigos. Sin embargo, las teorías más recientes destacan el papel de las variables cognitivas y perceptivas, del pensamiento y el conocimiento, y sostienen que la madurez social exige la comprensión clara o implícita de las reglas del comportamiento social aplicadas en las diferentes situaciones.

Motivar a los niños a relacionar y socializar, causará el beneficio de una sana personalidad. Ya que esto permitirá a los niños aprender a evitar conflictos y a manejarlos cuando inevitablemente ocurren. Los padres excesivamente estrictos o permisivos limitan las posibilidades de los niños al evitar o controlar esos conflictos.

Familia y Comunidad

¿QUÉ ES LA FAMILIA?

La familia es la comunidad formada por padres y los hijos, quienes conviven en intima y unitaria relación; la familia constituye socialmente la más pequeña institución formada con fines de mutua protección; La familia constituye el núcleo de la sociedad, representa el tipo de comunidad perfecta, pues es en el ambiente familiar donde nace y se va desarrollando, aprenden y ensayan formas de comportamiento que más adelante llevan la practica fuera del hogar ¿ cómo es posible esto? Es dentro de la familia donde se promueven valores, creencias donde se esfuerzan conductas y se impulsan actitudes y hábitos en los niños y jóvenes.

¿Porque que se dice que son los padres los primeros educadores de los hijos, que es la familia la primera escuela? Porque la educación que recibe en el hogar, aun cuando no tenga el mismo carácter que la escolar, es de gran valor en el proceso de formación, consolidación de sentimientos, principios morales y de la orientación social de la personalidad de los niños u niñas que en ella se forman. La familia es y seguirá siendo un factor insustituible en la formación de los sentimientos más elevado del hombre y la transmisión de la experiencia social.

Influencia en la pedagogía:

La influencia que tiene la familia en la pedagogía es el estudio de los factores familiares que inciden en los procesos de educación familiar con la escuela y con agentes sociales como los medios de comunicación. La familia interviene por derecho propio en la educación de sus hijos y tiene el derecho y la obligación de orientarlos según sus principios y valores

La familia es ante todo una institución social que influye con valores y moral, donde los padres y hermanos enseñan normas reforzadas para ayudar en la conducta de los hijos, en ningún otro campo influyen como en éste la religión, las buenas costumbres y la moral. La importancia de dichos valores morales no solo es para como los niños responden ante cada situación concreta que se les pregunta, sino que los envuelve, influye, detiene o estimula. Entran en contacto con valores familiares no solo del ambiente que los rodea y del núcleo donde se desenvuelven social y educativamente.

Comunidad

El conocimiento de la comunidad le ofrece al niño entendimiento sobre lo que lo rodea, los recursos, limitaciones y los factores que lo involucran a su comunidad.

La familia y la comunidad son agentes educativos importantes en la educación de los niños inmigrantes y de la diversidad cultural, agentes que sabiamente conducida por el centro en educación infantil o el colegio pueden apoyar grandemente la introducción de estos educandos en la nueva cultura.

La familia y la comunidad tienen gran influencia en el aprendizaje de los niños. La familia son los recursos valiosos en una reforma educativa, y los niños se benefician cuando las escuelas reconocen y estimulan el papel de los padres en la reforma. La investigación ha demostrado que una red interactiva fuerte, de padres de familia, miembros de la comunidad compañeros y educadores promueve el aprendizaje y desarrollo de los niños.

La familia como agente socializador

Se dice que la familia es el primer y más importante agente de socialización. Es allí donde se aprenden las primeras normas de convivencia, se eligen los temas de conversación, la forma de responder a los requerimientos. También se aprende a construir los vínculos entre sus miembros y se adquieren expectativas en el ejercicio de los roles.la familia por lo tanto juega un papel crucial en el desarrollo del niño.

Para sobrevivir, los seres humanos necesitan de la ayuda de los adultos durante un período de tiempo relativamente largo. Este hecho ha llevado a todas las sociedades a organizarse en torno a grupos de personas que generalmente conocemos bajo el nombre de familia. Dada la ingente cantidad de modalidades que los diferentes grupos humanos han inventado para organizar su convivencia, definir con absoluta concreción y validez qué es la familia resulta una tarea imposible.

En la fase infantil el ser humano comienza su integración social. Y es con su familia donde, por un lado, aprende determinados comportamientos relativos a las formas de comer, dormir, buscar abrigo, sentir, amar, comunicarse, sentarse, saludar, divertirse, reír, gesticular, lavarse, jugar, vestirse, educar a los niños, . y, por otro, interioriza creencias, valores, normas y técnicas de conducta, una estructura social determinada, un código moral, al aprender lo que está bien y lo que está mal hecho, qué prácticas reciben premios y signos de aprobación, y cuáles castigos y reproches, y lo que ellos implican.

La comunidad también desempeña un papel importante, debido a que tiene una misión protectora y solidaria, especialmente respecto de las poblaciones más vulnerables. Cuando ésta se desentiende, el problema se agrava.Los adultos, profesionales o no, podemos detectar estas situaciones teniendo presentes las diferentes formas de violencia. Comprometerse con esta problemática significa la posibilidad de neutralizar a los agentes mal tratantes (victimarios), sean éstos intra familiares o extra familiares.

La relación Familia-Escuela

La relación que se emprende entre familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco de la confianza, que debe Establecer los padres con la escuela una particular relación de confianza, mediante la cual delegan autoridad, funciones, objetivos familiares, etc., en la institución a la que confían sus hijos.

Familia y escuela son los dos sistemas humanos de referencia del niño, donde establece relaciones interpersonales significativas que contribuyen a plasmar su identidad personal y cultural, así como la adquisición de destrezas y valores sociales para su posterior inserción como miembro activo y productivo del país.

Por lo tanto, familia y escuela son sistemas interrelacionados, cuya influencia en el niño y en su desarrollo no pueden separarse del contexto histórico y socio-cultural. La familia y la escuela pueden considerarse también como subsistemas de la sociedad global, los cuales tienen un miembro en común: el niño.

En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden a un proyecto común de educación.

Las reuniones con los representantes son importantes ya que cumplen la función de transmitir comunicaciones generalmente relacionadas con asuntos administrativos, o para solicitar la colaboración de las familias para realizar algún evento o también para la información que la escuela transmite a la familia acerca del niño en su desenvolvimiento en el aula, así como de las expectativas que los docentes tienen en cuanto a la conducta del escolar, y la forma en que los representantes pueden colaborar con ellos para resolver los problemas de conducta y de rendimiento escolar.

Por lo general, cuando el representante es citado para entrevistarse con los maestros del niño, se discuten las dificultades de adaptación y de aprendizaje, responsabilizando a la familia para corregirlas. A su vez, los padres culpan a los maestros de ser demasiado rígidos o poco preocupados por entender el comportamiento del hijo. Por otra parte, no pocas veces los padres ven a la escuela como una autoridad sustitutiva que debe corregir y disciplinar lo que la familia (o el representante) del niño no está en capacidad de hacer.

En estos casos, la escuela es sinónimo de punición y represión por parte de los representantes. Consistentemente, se originan patrones interactivos conflictivos que no aportan en realidad nada para resolver los problemas de ajuste del escolar. Por otra parte, cuando coexisten estas situaciones junto a valores y actitudes distintas entre el hogar y la escuela, es el niño quien sufre las consecuencias de tales problemas, los cuales afectan su motivación, su autoestima, la capacidad de atención y concentración y, en general, su conducta interpersonal y su desarrollo socio-afectivo es por ello que debe existir una relación de confianza entre Padres y Maestros para que sucedan tales problemas.

Desarrollo social y emocional del niño

El humano es un ser social y emocional, necesita de los demás para su desarrollo y realización como persona. Su Cotidianidad tiene una carga afectiva y valorativa que da sentido y significado a sus acciones. Uno de los aspectos más importantes en el humano es la relación que el niño establece consigo mismo y con los demás dentro del ambiente que le rodea. Esta interacción se establece en dos dimensiones. Una intima que tiene que ver con las emociones del propio sujeto y otra externa vinculada con las relaciones sociales que establece con otros. El desarrollo social y emocional del niño constituye la base del desarrollo integral del niño.

Es tan importante el contacto entre los seres humanos que investigaciones afirman que los primeros contactos resultan críticos para el establecimiento del vinculo entre padres e hijos, y que para que se produzca el desarrollo social y emocional el niño necesita el contacto humano.

Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a través de los juegos, especialmente dentro de lo que se conoce como su grupo de pares (niños de la misma edad y aproximadamente la misma posición social, con los que comparten tiempo, espacio físico y actividades comunes). Además, el niño aprende a comportarse de forma cooperativa, a conseguir objetivos colectivos y a resolver conflictos entre individuos.

Se cabe destacar que el desarrollo del niño social y emocional del niño requiere como eje primordial la interacción social. El término social puede incluir todo cuanto supone un intercambio entre individuo y los demás miembros de su especie, tal intercambio debe favorecer adecuadamente al desarrollo de los procesos básicos de:

Autonomía: es la capacidad del ser humano para gobernarse a sí mismo. Es el proceso mediante el cual el niño pasa de ser dependiente a ser capaz de pensar por sí mismo con sentido crítico teniendo en cuenta el punto de vista de los demás.

Identidad: cosiste en la imagen o representación que el niño tiene de sí mismo, de sus características personales y de la valoración tanto de sus capacidades y virtudes como de sus debilidades y aspectos a mejorar.

Autoestima (sentimiento de confianza en sí mismo), se origina a través de las experiencias que permiten al niño tener una visión positiva, optimista de sus posibilidades y capacidades. Cuando ello acurre, el niño desarrollara una autoestima elevada o positiva.

Expresión de sentimientos: proceso mediante el cual el niño manifiesta sus sentimientos y emociones (alegría, tristeza, rabia, temor ansiedad, etc.) Que forman parten del repertorio normal de las reacciones afectivas del ser humano. Es importante que el niño aprenda a reconocerlas, a aceptarlas y a responder adecuadamente a ellas.

Integración social: proceso de socialización que el niño comienza a adquirir desde el momento de nacimiento.

Relaciones interpersonales: procesos de socialización que comprende las relaciones afectivas y satisfactorias con otros niños y adultas que lo rodean, así como también de desarrollo de los estilos de interacción que las mismas produce.

Que debe recibir el niño es su entorno social

De acuerdo con los planteamientos hasta ahora expuestos, podemos determinar que en el desarrollo social y emocional las experiencias que tenga el niño en su ambiente constituyen un aspecto primordial las experiencias que tenga el niño es su ambiente constituyen un aspecto primordial. Al respecto, la perspectiva ecológica del desarrollo humano, descrita por Bronferbrenner (1987) destaca la influencia directa que tiene el entrono social sobre el individuo en desarrollo, y específicamente resalta la interacción entre ambos (individuo- contexto social), como un proceso generador de cambios. Bajo este enfoque, el niño se concibe como un sistema abierto que está constantemente expuesto a las influencias de las situaciones que ocurran las que acurren en su realidad social, no solo en su entorno inmediato ( núcleo familiar), sino también las que acurren en otros contextos que puedan o no estar en relación directa con el niño.

Por consiguiente, es evidente que los niños deben recibir de su entrono social:

  • Atención continua que le permita satisfacer sus necesidades de contacto físico, autoestima, autonomía, apoyo moral y expresión de sentimientos.

  • Oportunidades para establecer interacciones sociales tanto en el núcleo familiar como fuera de este, que le permitan modelar si conducta y adquirir seguridad en sí mismo y en lo demás.

  • Posibilidades de independencia, que promueva la exploración del medio físico, pero con límites claros que el niño entienda y aprenda a respetar.

  • Respeto y comunicación constante y cálida que favorezca en el necesidad de comunicar sus necesidades e intereses.

  • Oportunidades en las pueda evaluar y valorar sus actividad, acciones e ideas, características físicas y cualidades personales, sintiéndome valorado y aceptado, y asimismo capaz de aceptar y valorar el otro.

Conclusión

La aplicación de los principios sociológicos en la educación le permite en el desarrollo del niño comprensión más clara de la sociedad en que vive, el grupo social es indispensable para el desarrollo de la personalidad.

También provee conocimiento mas preciso de las instituciones sociales, ayuda al niño a conocerse así mismo.

La influencia de la familia sobre los niños durante los años escolares se deja notar diferentes las dimensiones evolutivas (agresividad, logro escolar, motivación de logro, socialización de los valores sexuales, etc.). De forma similar a como sucedía  en años preescolares. En general, la familia y la comunidad son los estilos educativos y democráticos, por su juiciosa combinación de control, afecto, comunicación y exigencias de madurez, los que propician un mejor desarrollo en el niño.

Los años escolares se caracterizan por la importancia creciente que cobran los contextos socializadores externos a la familia, sobre todo la escuela y el grupo de iguales; los mismos son contextos interconectados. Aun existiendo en cada uno de ellos características que les son propias y que hacen que la familia, las escuela y los iguales sean contextos diferentes, la experiencia en uno de ellos puede servir como facilitador u obstáculo para la adaptación en los otros.

 

 

 

 

Autor:

Mónica Martínez

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior

edu.redUniversidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez´´

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