PRESENTACIÓN
Según la literatura económica moderna, en lo que respecta al comercio internacional, los países que más han crecido en el mundo son aquellos que han tenido mayor apertura comercial, buscando y logrando incrementar sus exportaciones e importaciones, que a su vez estimularon crecimientos fuertes de sus economías. Es decir, la apertura comercial es presentada como un instrumento que acelera el crecimiento económico de los países. Obviamente, no es la única variable que incide positivamente en el crecimiento económico, pero es un instrumento importante junto con otras reformas económicas y la estabilidad macroeconómica y política, etc.
Dentro de este contexto, el economista Heber Jaime Barreto ha escrito el libro titulado: Impacto de la apertura comercial sobre el desempeño de la economía peruana: Proteccionismo versus Libre comercio, con el objetivo principal de evaluar empíricamente el impacto que la estrategia de apertura comercial ha tenido sobre el desempeño de la economía peruana en el periodo comprendido entre 1990-2010, comparándola con la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones que prevaleció en el país, desde mediados de la década de los años sesenta hasta finales de la década de los ochenta.
Tal como señala el autor de esta interesante obra, la estrategia de apertura comercial iniciada a principios de la década de los noventa ha producido un cambio espectacular en nuestro comercio exterior, propiciando un incremento significativo no solo en las exportaciones tradicionales sino también el auge espectacular de las exportaciones no tradicionales y manufacturadas, impactando positivamente en el crecimiento económico, dado un mayor grado de apertura comercial. Obviamente, los resultados son inmensamente superiores a los registrados en el periodo de vigencia de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones.
Asimismo, de la lectura de este libro se puede advertir que la estrategia de apertura comercial, luego de dos décadas de su implementación, ha propiciado un cambio paulatino de un patrón de especialización comercial primario exportador a uno secundario exportador. En consecuencia, señala el autor, "a diferencia de los detractores de la estrategia de apertura comercial de que el crecimiento económico solo ha estado basado en el patrón de especialización primario exportador, tenemos ahora un crecimiento económico basado tanto en el patrón de especialización primario exportador y secundario exportador, aunque este último es muy incipiente todavía".
Sin embargo, el autor también reconoce que el sector exportador de la economía peruana, todavía muestra un perfil correspondiente a un país con un escaso grado de desarrollo industrial. "Lo avanzado a lo largo de estos años no ha sido suficiente para generar una oferta exportable competitiva, con capacidad creciente a los mercados internacionales y posicionamiento sostenido en los mismos, pero qué duda cabe, los resultados obtenidos, tanto de las exportaciones estrictamente manufactureras y de las exportaciones no tradicionales (manufacturas basadas en materias primas y recursos naturales) nos indican que estamos yendo por buen camino".
Para maximizar los beneficios que brinda la estrategia de apertura comercial a los países que lo implementan, el autor enfatiza en la necesidad de una nueva estrategia de inserción en la economía mundial. "Estrategia que debe estar basada en una combinación inteligente y creativa de la composición de su comercio exterior, con productos exportables con ventajas comparativas, basadas en recursos naturales y con productos exportables resultantes de ventajas competitivas, basados en factores tecnológicos, habilidades, innovaciones y comportamientos estratégicos de las empresas", señala el autor del presente libro.
Sin duda alguna, esta obra constituye un importante documento de análisis de los resultados obtenidos luego de más de dos décadas de haberse iniciado en el Perú el proceso de apertura comercial, con el objetivo principal de lograr una mayor inserción de la economía peruana en la economía mundial.
Por ello, me honro en presentarlo a los estudiosos y analistas de nuestra economía, a políticos, comunidades académicas y público en general, el valioso aporte de nuestro profesor Heber Jaime Barreto, contenido en los cinco capítulos que se divide este libro.
Dr. Oscar Eduardo Pongo Águila
Decano de la Facultad de Economía
Universidad Nacional Federico Villarreal
INTRODUCCIÓN
En los primeros años de la década de los noventa, el Perú, al igual que la mayoría de los países de América Latina, abandonó la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones que se venía implementando desde mediados de la década de los sesenta, con la excepción de algunos periodos cortos, influenciado por los planteamientos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)1, para adoptar la estrategia de apertura comercial en el marco de un severo programa de estabilización económica y de un con- junto de reformas estructurales, cuyos lineamientos principales estaban con- tenidos en el denominado Consenso de Washington2.
Desde entonces, la economía peruana ha experimentado un rápido pro- ceso de apertura comercial que se vio reflejada, entre otras cosas, en la elimi- nación o significativa reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias a las importaciones (licencias previas de importación, las cuotas, los monopolios en la comercialización de insumos, etc.), en la promoción de las exportaciones mediante la disminución de impuestos y otras medidas tendientes a fomentar un régimen comercial más favorable a las ventas en el comercio exterior y, en la intensificación de acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales, es decir, los llamados tratados de libre comercio y acuerdos de complementación eco- nómica.
El tránsito de una estrategia de industrialización por sustitución de importaciones a una estrategia de apertura comercial puso de manifiesto, en los primeros años de la transición, la escasa competitividad de la economía peruana, evidenciada en un perfil exportador especializado en la exportación de productos primarios, en crecientes déficits externos y en fuertes caídas de la producción, que condujeron a un notable retroceso del producto bruto interno per cápita. Sin embargo, fruto de la estrategia de apertura comercial, la economía peruana ha experimentado grandes cambios, sobre todo en los últimos años de la primera década del presente siglo, tanto en términos de comercio exterior y crecimiento económico, así como en su inserción en la economía mundial.
El objetivo principal de este trabajo es evaluar empíricamente, con un estilo directo y un lenguaje sencillo, el impacto que la estrategia de apertura comercial ha tenido sobre el desempeño de la economía peruana en el periodo comprendido entre los años 1990 – 2010, comparándola con la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones que prevaleció en el país, desde mediados de la década de los sesenta hasta finales de la década de los ochenta. De manera que nos permita establecer cuál de las dos estrategias implementadas en el Perú, para direccionar su política comercial, a lo largo de las últimas cuatro décadas ha logrado mejor su cometido.
En ese sentido, la evaluación se realizará a través del análisis conjunto de la evolución de cuatro indicadores claves en el desempeño de la economía.
Ellos son, las exportaciones e importaciones, indicadores asociados a la estrategia de apertura comercial (centrando la atención en el patrón de especialización comercial de la economía3) y, el producto bruto interno total y el producto bruto interno per cápita, indicadores asociados al crecimiento económico, variable que explica, entre otras cosas, el progreso que la economía peruana ha experimentado en las dos últimas décadas, sobre todo en la primera década del presente siglo. Para tal efecto, esta modesta obra se divide en cinco capítulos, los cuales se van a resumir a continuación.
El primero de ellos es un capitulo teórico donde se presentan algunos aspectos básicos que nos permitan entender con mayor facilidad la estrategia de apertura comercial implementada en el Perú desde principios de la década de los noventa, comprende la definición y objetivos de la estrategia de apertura comercial, las causas que originaron su implementación en la economía peruana, la forma en que se implementó para poner fin a la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones, así como, el debate originado en torno a la estrategia de apertura comercial y el motivo por el que se hace este trabajo.
En el segundo capítulo se presenta los principales resultados de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones implementada en el Perú en el periodo comprendido entre los años 1970 – 1989, de manera que nos permita tener una visión más amplia de las circunstancias en la que se puso en marcha la estrategia de apertura comercial a principios de los años noventa y, por ende, de la magnitud de su impacto sobre la economía peruana a lo largo de las últimas dos décadas.
En el tercer capítulo se presentan los principales resultados del impacto de la estrategia de apertura comercial sobre el comercio exterior peruano, es decir, sobre las exportaciones (tradicionales, no tradicionales y estrictamente manufacturadas) e importaciones a lo largo de las dos últimas décadas; así como, el impacto sobre el tamaño del comercio exterior (exportaciones más importaciones) y sobre la balanza comercial (exportaciones menos importaciones).
En el cuarto capítulo se presenta el impacto de la estrategia de apertura comercial sobre el crecimiento económico a través del análisis del índice de apertura comercial y a través de la participación de las exportaciones (tradicionales, no tradicionales y estrictamente manufacturadas) e importaciones sobre el producto bruto interno (PBI), que nos permita determinar en cuánto ha contribuido el comercio exterior al crecimiento económico del país a lo largo de las dos últimas décadas, concluyendo este capítulo con una síntesis e interpretación de los resultados.
En el quinto capítulo, que cierra el presente trabajo, se presentan las principales conclusiones que emergen del análisis realizado y algunas recomendaciones que pueden ser útiles para profundizar y consolidar el proceso de inserción de la economía peruana en la economía mundial, pero sobre todo, para que este proceso contribuya a mejorar el bienestar de todos los peruanos.
Finalmente, quiero aclarar que esta modesta obra no es un trabajo con pretensiones académicas. De ninguna manera, es una obra dirigida de manera especial al mundo no académico y, específicamente, a todas las personas interesadas en los temas económicos del país y sobre todo a los peruanos que todavía siguen esperando los beneficios de la estrategia de apertura comercial.
No está por demás señalar que los errores cometidos en la elaboración de este trabajo son de mi entera responsabilidad.
Heber Jaime Barreto
capítulo I
LA APERTURA COMERCIAL EN EL PERÚ
1.1 ¿Qué entendemos por apertura comercial?
Literalmente la palabra "apertura" implica abolir "encadenamientos", que limitan el horizonte de acción de la sociedad y de sus individuos. Entonces, la sociedad se abre, amplía su ámbito de acción y deja de lado los cerrojos y limitaciones4. Pero, ¿qué significa apertura comercial en sí? Pues bien, básicamente la apertura hace referencia a la desgravación del comercio internacional, que permite el libre flujo de mercancías entre países. Apertura comercial implica pasar de una economía cerrada a una economía abierta a los intercambios comerciales.
Dicho de otra manera, el término "apertura comercial" está referido a las facilidades que tiene un país para realizar transacciones con otros países, con la menor interferencia posible. Es decir, se presupone la existencia de un mercado de doble vía, donde los productos externos pueden entrar en el mercado interno y los nacionales a mercados internacionales. Apertura es convertir el mercado en el eje de la competencia por medio de la libre oferta y la demanda. Pues, se fundamenta en la iniciativa individual, privada y de libre competencia en el mercado.
Algunos autores utilizan el término "liberalización" para referirse a la "apertura" y otros hacen una diferencia entre ambos términos5. El término apertura se aplica a un conjunto de medidas diseñado para orientar a una economía hacia los mercados externos, es un proceso liderado por las exportaciones. Por su parte, el término liberalización se refiere solamente al desmantelamiento de las barreras proteccionistas, es un proceso liderado por las importaciones. Sin embargo, para nuestros fines, la liberalización es un componente de la estrategia de apertura comercial.
Por otro lado, es importante hacer una distinción entre "apertura comercial" y "apertura económica", que a veces se usan indistintamente para referirse a lo mismo. La apertura comercial está más asociada a la facilidad del comercio internacional, mientras que la apertura económica involucra otros conceptos que van más allá de lo netamente comercial e implica permitir que las fuerzas de la competencia actúen en los mercados. Es decir, la apertura económica es mucho más amplia que la apertura comercial6.
El objetivo de todo proceso de apertura comercial es la eliminación de las barreras al intercambio de bienes y servicios que imponen (y muchas veces, se autoimponen) los países. Estas barreras incluyen tanto las impuestas por la estructura arancelaria de los países como las denominadas barreras no arancelarias, que son todo tipo de obstáculos, que van desde los más conocidos (tales como sobretasas, salvaguardias, prohibiciones, cuotas, procedimientos administrativos) hasta los más sutiles (que incluyen las reglas de origen, las medidas fitosanitarias, procedimientos administrativos, entre otros); así como, la promoción de las exportaciones no tradicionales7.
1.2 El porqué de la apertura comercial
A mediados de la década de los sesenta el Perú implementó la estrategia de sustitución de importaciones con el fin de promover el desarrollo de una industria local orientada hacia el mercado interno y reducir la dependencia del exterior. Esta estrategia se basaba en teorías que sostenían que los países en desarrollo, al ser exportadores de productos primarios e importadores de bienes industriales, experimentarían un deterioro continuo en sus términos de intercambio y tasas de crecimiento económico inferiores a las de las economías industrializadas8. Para revertir esta situación se recomendaba a los países en desarrollo promover la industrialización de sus economías implementando la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones.
Esta estrategia, sustentada básicamente en el proteccionismo comercial y el intervencionismo estatal, se profundizó durante los últimos años de la década de los sesenta, llegando a su punto máximo a comienzos de la década de los setenta, con la introducción del llamado Registro Nacional de Importaciones, que prohibía las importaciones de productos similares a los que se producían en el país. Es decir, se buscaba la sustitución de importaciones de manufacturas por producción nacional a través del control estatal de las decisiones de inversión y la protección del mercado nacional frente a la competencia internacional.
Durante la aplicación de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones se establecieron fuertes niveles de protección arancelaria a la producción industrial domestica, así como medidas no arancelarias como el Registro Nacional de Manufacturas para las industrias nacientes9. La mayor protección era otorgada a los productos de consumo duradero y no duradero y, en menor medida, a los insumos, bienes intermedios y de capital. La lógica de esta estrategia era encarecer las importaciones de productos finales y abaratar las importaciones de productos intermedios e insumos, de manera que la industria nacional hiciera productos finales con insumos importados baratos.
A mediados de la década de los setenta, la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones mostraba síntomas de agotamiento, o al menos algunos de los instrumentos o políticas empleados en su implementación.
En efecto, la economía peruana enfrentaba severos déficits fiscales y comerciales, fuga de capitales, altos niveles de endeudamiento, inflación, devaluación de la moneda y bajos niveles de crecimiento económico, etc. Es decir, comenzaba a manifestarse como una estrategia ineficiente en el logro del crecimiento económico sostenido, generando además importantes desequilibrios macroeconómicos y estructurales.
Motivo por el cual, a fines de la década de los setenta y principios de la década de los ochenta, en un contexto de desequilibrio externo, se intentó desmantelar el aparato proteccionista que se había incrementado desproporcionalmente en los años previos. Para tal efecto, se introdujeron algunas medidas referidas a la promoción de exportaciones no tradicionales y la liberalización de las importaciones10. Sin embargo, a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta se produjo una vuelta atrás, lo que supuso el freno al tímido intento de liberalización comercial, profundizando de esta manera la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones.
A fines de la década de los ochenta, la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones había alcanzado su límite y creó una severa crisis económica en el país. En efecto, la ineficacia de esta estrategia condujo a acelerar la inflación y a agravar el déficit fiscal y la balanza de pagos, a desistimular a los sectores exportadores, a alentar la formación de monopolios y oligopolios internos, a perjudicar la brecha tecnológica y productiva, provocando de esta manera el fracaso de la industrialización del país. Es decir, la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones no generó la industrialización del país, sino más bien creó una industria débil, artificial, e incapaz de competir internacionalmente.
En este contexto, en que la economía peruana presentaba importantes desequilibrios macroeconómicos y del sector externo, ocasionados fundamentalmente por el agotamiento de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones y por la falta de capacidad estratégica y/o la falta de voluntad política para gerenciarla adecuadamente, a principios de la década de los noventa se dio inicio a la implementación de la estrategia de apertura comercial. Dicho de otra manera, la estrategia de apertura comercial fue una respuesta al fracaso de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones.
1.3 ¿Cómo se llevó a cabo la apertura comercial?
En términos generales, la estrategia de apertura comercial implementada en el Perú desde principios de la década de los noventa (inicialmente unilateral, posteriormente bilateral), se articuló fundamentalmente en cuatro ejes, el desmantelamiento del proteccionismo comercial o liberalización comercial, la promoción de las exportaciones, la abolición de los controles cambiarios y en la conquista de mercados internacionales. Con estas medidas se puso fin a la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones que se venía aplicando en el país desde mediados de la década de los sesenta.
1.3.1 Desmantelamiento del proteccionismo
El principal causante de las distorsiones en el sistema de precios de la economía y, por tanto, del ineficiente funcionamiento del mercado era el acentuado proteccionismo que había caracterizado a las relaciones comerciales del país a lo largo de la implementación de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones. Entonces, de lo que se trataba era del desmantelamiento del sistema proteccionista peruano. Para ello, se reformó el sistema arancelario, y se eliminaron las barreras no arancelarias.
a) El desarme arancelario
El primer paso en el proceso de desmantelamiento del proteccionismo comercial, consistió en una profunda racionalización de la estructura arancelaria, sobre todo entre 1990 – 1993. En efecto, el arancel promedio pasó de 66% (incluyendo la sobre tasa de 19%) en los primeros meses de 1990 a 17% en 1993; estableciéndose dos niveles arancelarios, uno de 15% y otro de 25%11.
Posteriormente en el año 1997 se profundizó la liberalización comercial reduciéndose los dos niveles arancelarios, establecidos en la primera etapa del reordenamiento arancelario, de 15% a 12% y de 25% a 20%, respectivamente, salvo algunos productos agrícolas a los que se les colocó una sobretasa de 5%. Con esta nueva modificación, el promedio arancelario aplicado a las importaciones peruanas se redujo de 17% a 13.5%, tasa que se mantuvo vigente hasta el año 2000.
Asimismo, a lo largo de la primera década del 2000, se continúo profundizando la liberalización del comercio exterior, llegando al año 2010 con una estructura arancelaria compuesta por tres niveles (0%, 13% y 16%), y con un arancel promedio anual de 5%. En consecuencia, desde principios de la década de los noventa, en que se dio inició a la implantación de la estrategia de apertura comercial, la protección otorgada a la producción nacional se redujo en 61 puntos porcentuales, al pasar de 66% a solo 5%.
b) La eliminación de las barreras no arancelarias
El desmantelamiento del proteccionismo comercial emprendido a principios de la década de los noventa comprendió también la eliminación de las restricciones paraarancelarias a las importaciones. Dentro de las restricciones formales más utilizadas tradicionalmente en el Perú, que se eliminaron, están la prohibición de importación y la restricción a la importación, esta última expresada en la licencia previa de importación12.
Por otro lado, también se eliminaron otras barreras paraarancelarias que existían y que restringían significativamente los flujos comerciales.
Entre ellas se encontraban las regulaciones de fitosanitarias, zoosanitarias y el registro de salud, las normas técnicas, la certificación de calidad, el dictamen de no competencia, los precios de referencia, los monopolios estatales y trámites burocráticos diversos con registros especiales.
Por último, la reducción de las barreras arancelarias y paraarancelarias orientadas a desmantelar el proteccionismo comercial, a fin de abrir los mercados al mundo y crear oportunidades de acceso a nuevos mercados para nuestros productos, estuvieron orientadas fundamentalmente a eliminar el sesgo antiexportador que había caracterizado a la política comercial implementada a lo largo de la década de los setenta y ochenta, y a promover la asignación de recursos de acuerdo con las ventajas comparativas.
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