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Contaminación

Enviado por siempreazul50


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    Indice1. Introducción 2. Contaminación 3. Conclusión 4. Anexos 5. Bibliografía

    1. Introducción

    La contaminación es un fenómeno que existe desde que se originó la Tierra. Desde hace ya tanto tiempo, las sustancias contaminantes se dispersan y transportan sobre y dentro de los recursos naturales modificando sus características originales. Pero, a medida que el hombre fue evolucionando y se transformó en sedentario, consumidor despiadado y derrochador de recursos, este problema ha crecido notablemente.

    El presente trabajo enfoca el problema de la contaminación desde un punto de vista racional y real; es decir, no podemos pensar que la contaminación puede eliminarse, ni que de ahora en adelante no se generará más. Esto sería una utopía, ya que es un fenómeno muy antiguo y que carece de difusión suficiente como para que todo el mundo tenga conocimiento y, por ende, tome conciencia.

    Es la contaminación un tema muy amplio, donde la variedad de recursos sobre los cuales puede actuar, el tipo de sustancia considerada contaminante y los efectos que cada una de éstas producen sobre los primeros, hacen de ella un proceso multivariado, dependiente de numerosos factores.

    A pesar de ello, es fundamental que se comiencen a tomar decisiones sobre de qué modo tratarlo y quiénes deberán hacerlo. La especialización de los profesionales en la materia y la educación de la población en general son pasos que deben adoptarse sin demora. Una población conciente y conocedora de los riesgos provocados por la contaminación actuará en forma moderada y racional, mermando así el resultado negativo.

    Es imperioso, así mismo, profundizar en el tema y tratarlo en forma específica para cada caso en particular. De manera tal que se recopile información y datos sobre distintos tipos y procesos de contaminación y se tenga una herramienta útil capaz de ser empleada en caso que sea necesario.

    Este trabajo es sólo el punto de partida de un largo camino de investigación y adecuación de las situaciones ya vividas por otras provincias o países a las condiciones típicas y características de la Provincia de Salta.

    Recordemos que cuanto antes comencemos esta tarea más pronto obtendremos los resultados deseados y, en este caso, del resultado depende la calidad de vida de la población.

    2. Contaminación

    Se llama contaminación a la transmisión y difusión de humos o gases tóxicos a medios como la atmósfera y el agua, como también a la presencia de polvos, líquidos, gérmenes microbianos u otras sustancias extrañas, en suelo o el agua, provenientes de lal naturaleza o de los desechos de la actividad del ser humano.

    Cuando se producen incidentes con productos contaminantes se deben tomar medidas y cuidados específicos para controlar diferentes situaciones, lo que exige la intervención de personas debidamente capacitadas y equipadas.

    Por lo tanto, cualquier sustancia que añadida a la atmósfera, al suelo o al agua, produzca un efecto negativo apreciable sobre las personas o el medio puede ser clasificado de contaminante; así pues las partículas en suspensión o las especies radiactivas producidas en los ensayos nucleares están también incluidas. Podemos decir, por lo tanto, que la contaminación puede afectar a todos los recursos naturales pero que recae directa y esencialmente sobre tres:

    la atmósfera (aire)

    las aguas (mares, ríos, lagos y demás cuerpos de agua) el suelo

    Contaminación atmosférica Se entiende por contaminación atmosférica, la presencia en el aire de sustancias o formas de energía que impliquen riesgo, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza. Cuando estas materias o fuentes de energía ponen, o es probable que pongan en peligro la salud del hombre, su bienestar o recursos directa o indirectamente, se convierten en contaminantes.

    En las grandes ciudades, la contaminación del aire se debe a los escapes de gases de los motores de explosión, a los aparatos domésticos de la calefacción y a las industrias (principalmente la de generación de electricidad) las que liberan en la atmósfera gases, vapores o partículas sólidas capaces de mantenerse en suspensión, con valores superiores a los normales (Tabla 1), perjudicando la vida y la salud, tanto del ser humano como de animales y plantas. También hay otras sustancias tóxicas que contaminan la atmósfera como el plomo y el mercurio. Es importante que los habitantes de las grandes ciudades tomemos conciencia de que el ambiente es una necesidad primaria, indispensable para mantener una buena calidad de vida. Se debería, entonces, legislar sobre las sustancias que pueden ir a la atmósfera y la concentración que no debe superarse para así mantener un control y poder planificar con mayor exactitud y precisión.

    La concentración de los contaminantes se reduce al dispersarse estos en la atmósfera, proceso que depende de factores climatológicos como la temperatura, la velocidad del viento, el movimiento de sistemas de altas y bajas presiones y la interacción de éstos con la topografía local; por ejemplo las montañas y valles. La temperatura suele decrecer con la altitud, pero cuando una capa de aire frío se asienta bajo una capa de aire caliente, produciendo una inversión térmica, la mezcla atmosférica se retarda y los contaminantes se acumulan cerca del suelo. El problema que esto crea es impedir la dispersión vertical de los humos y de otros contaminantes enviados a la atmósfera por las industrias, calefacciones, motores de explosión, actividades urbanas etc.

    Fuente: www.fortunecity.es/expertos/profesor/171/atmosfera.htm

    Figura 1:Relación altitud-temperatura en el proceso normal (A) y el de Inversión Térmica (B) Fuente: www.fortunecity.es/expertos/profesor/171/atmosfera.htm

    Figura 2: Inversión térmica. Caso A situación normal y Caso B situación con inversión térmica. En éstas condiciones, los contaminantes vertidos a la atmósfera, no pueden dispersarse por quedar atrapados en la capa inferior en la que no circula verticalmente el aire, y se van acumulando. Las situaciones de inversión más persistentes se producen con cielos despejados y, por tanto, con abundante luz solar. Esta luz solar, favorece las reacciones entre los contaminantes atrapados, produciéndose el Smog fotoquímico. Las inversiones de temperatura son frecuentes en épocas de otoño-invierno. Pueden permanecer durante días, hasta que las condiciones atmosféricas cambien y la capa de inversión se destruya. Las causas que determinan la aparición de una inversión térmica son diversas, pero normalmente son causadas por uno de los siguientes procesos: Superposición de masas de aire que se encuentran a diferentes temperaturas. Un ejemplo característico es el paso de un frente frío o cálido Alteración de una masa de aire que originalmente era homogénea, modificándose la estructura vertical de los niveles bajos de la atmósfera. Este caso es debido principalmente al enfriamiento de la superficie de la tierra durante la noche.

    Tabla 1: Concentraciones normales y anormales de los principales gases contaminantes de la atmósfera. Fuente: www.fortunecity.es/expertos/profesor/171/atmosfera.htm

    Las inversiones pueden ser duraderas bajo un sistema estacionario de altas presiones unido a una baja velocidad del viento. Un periodo de tan sólo tres días de escasa mezcla atmosférica puede llevar a concentraciones elevadas de productos peligrosos en áreas de alta contaminación y, en casos extremos, producir enfermedades e incluso la muerte. Los efectos de la exposición a largo plazo a bajas concentraciones de contaminantes no están bien definidos; no obstante, los grupos de riesgo son los muy jóvenes, los ancianos, los fumadores, los trabajadores expuestos al contacto con materiales tóxicos y quienes padecen enfermedades pulmonares o cardíacas. Otros efectos adversos de la contaminación atmosférica son los daños que pueden sufrir el ganado y las cosechas.

    Una de las complicaciones más importantes de la inversión térmica se produce en casos de derrames de sustancias tóxicas volátiles, cuando un accidente químico sucede. Es por ello fundamental tener siempre presente el estado atmosférico cuando se deba responder a un evento que involucre sustancias nocivas capaces de dispersarse por la atmósfera; no sólo cuando se trate de sustancias químicas sino también para las sustancias biológicas.

    En la Tabla 2 se citan sustancias contaminantes y las fuentes de las mismas. Tabla 2: Sustancias contaminantes y fuentes de las mismas. Fuente: www.fortunecity.es/expertos/profesor/171/atmosfera.htm

    En el caso de producirse un evento donde se liberen sustancias nocivas a la atmósfera se debe prestar atención a las características de la nube tóxica o de contaminación (Figura 3); ésta se desplazará en el ambiente dependiendo de múltiples factores meteorológicos y topográficos del lugar. En la Tabla 3 se especifican los factores meteorológicos que condicionan la forma y el desplazamiento de la nube tóxica y el la Tabla 4, los topográficos.

    Figura 3. Esquema de difusión de una nube contaminante. (Tomado de Garrido, 2.000) Tabla 3. Factores meteorológicos que condicionan la forma y el desplazamiento de la nube tóxica. (Wark y Warner, 1983; en Vismara, 1996.)

    Factores

    Efectos

    Velocidad del viento

    Determina la dilución inicial

    Dirección del viento

    Determina la geometría de la pluma

    Clase de estabilidad atmosférica

    Determina la longitud de la pluma

    Espesor del estrato de mezcla (o espesor de capa de inversión)

    Determina el límite de desarrollo vertical de la pluma. Es importante para distancias superiores a un Km a sotavento.

    Humedad

    Disminución de la visibilidad debida a la formación de niebla por emisión de vapores. Formación de microgotas tóxicas.

    Temperatura superficial del suelo

    Posibilidad de formación de hielo o niebla por emisiones húmedas (vapores).

    Precipitación

    Lavado del contaminante cerca de la fuente. Arrastre por la red de escorrentía.

     

    Por lo tanto, lo primer que hay que hacer cuando un evento de estas características ocurra es conseguir toda la información posible sobre las características meteorológicas del momento en el lugar del hecho. Esta información se obtiene del parte meteorológico emanado por el Servicio Meteorológico que se obtiene diariamente. Además deberán analizarse y tenerse en cuenta algunas características meteorológicas visibles en la zona en el momento de la emisión y que no se reflejan en el parte meteorológico; por ejemplo: lluvias, ventarrones, masas de aire frío o caliente, etc. Simultáneamente se deberán analizar las características topográficas del lugar las que, junto con las características meteorológicas, determinan las características de la nube tóxica y su desplazamiento.

    La determinación de la forma, tamaño y desplazamiento de la nube tóxica juega un papel fundamental en lo que evacuación se refiere. La nube se desplaza siempre a sotavento (es arrastrada por la dirección predominante del viento) y esto indica que si las concentraciones de contaminantes transportados son dañinas para el ser humano, las poblaciones que se encuentran en las zonas hacia donde la nube se dirige, deberán ser evacuadas. La evacuación o no es una decisión muy difícil de tomar y dependerá de múltiples factores. La pluma de contaminación tendrá una concentración menor contaminantes a medida que se disipa en el ambiente; por lo tanto, a medida ésta se desplace por la acción del viento, parte de sus componentes comenzarán a depositarse o bien diluirse en la atmósfera circundante (Figura 4). Este decaimiento de las partículas tóxicas determinará el tamaño de la zona a evacuarse

    Tabla 4. Efectos de las características topográficas del terreno sobre la dispersión de la pluma. (Modificado de Mahoney, 1974.) El proceso de evacuación debe estar perfectamente planificado de antemano para actuar rápida y efectivamente cuando sea necesario. Es fundamental prever los medios de transporte, el nuevo destino de los evacuados y los recursos que cubrirán sus necesidades básicas durante el tiempo que estos se encuentren fuera de su hogar. Todas estas acciones deben ser elaborados en forma conjunta por todos

    Características topográficas

    Efectos

    Zonas de alta cota.

    Aumento de la velocidad del viento (y de la ventilación) sobre las cimas de los cerros. Impacto ocasional de plumas a nivel del suelo.

    Valles profundos

    Canalización del flujo del viento a lo largo del eje del valle y consecuente aumento de las concentraciones medias a lo largo del fondo.

    Zonas onduladas

    Aumento de la turbulencia atmosférica en la cercanía del suelo en condiciones de viento moderado o fuerte. Consecuente caída de la concentración de contaminantes en proximidades de las fuentes relativas. Acumulación de contaminantes en estratos atmosféricos inferiores durante la noche, en condiciones de calma, por ejemplo, en presencia de vientos débiles constantes.

    Zonas arboladas o de bosque

    Aumento de la turbulencia a nivel del suelo en presencia de vientos moderados o fuertes que dan lugar a caídas de la concentración de los contaminantes cerca de las fuentes. En las zonas enteramente cubiertas de vegetación se verifica un efecto de barrera y, por lo tanto, una caída de concentración en los estratos atmosféricos inferiores.

    Cuerpos

    hídricos

    Aumento local de la humedad atmosférica que favorece la formación de nieblas en los estratos inferiores, que influye sobre la tasa de remoción de contaminantes, especialmente a pH bajo o higroscópicos.

    En presencia de cuerpos hídricos se crea una circulación local (brisas lacustres y marinas) que pueden provocar la acumulación de humos o nubes tóxicas sobre los ambientes terrestres circundantes, en días de sol.

     

    los organismos interventores en situaciones de emergencia (policía, bomberos, emergencias médicas, secretaría de medio ambiente, etc), siendo idealmente dirigidos y coordinados por Defensa Civil.

    En la Figura 4 se muestra esquemáticamente el área donde se encuentra una dosis letal de vapores, con un elevado riesgo en el área de dispersión dentro del círculo de diámetro D, un recorrido de la nube transportada por el viento de dirección A y de dispersión lateral de la pluma de ancho B. (Tomado de Garrido, 2000). La mayor concentración de sustancias nocivas se encuentra, evidentemente, en el diámetro D y desde allí su concentración y, por tanto, su nocividad disminuyen a medida que la nube se aleja del centro de emisión. En la Tabla 5 se muestran estipulan áreas de evacuación para algunas de las sustancias químicas más peligrosas.

    Figura 4. Definición esquemática del área en la que se encuentra una dosis letal de vapores luego de un derrame de sustancias tóxicas. Tabla 5. Area inicial de evacuación inmediata en caso de grandes derrames de sustancias altamente peligrosas (área del foco de dispersión = 74 m2 ; velocidad del viento = 10-20 Kmh.).

    SUBSTANCIA

    D(m)

    A(Km)

    B(Km)

    Area total (Km2)

    Acido cianhídrico

    118,9

    1,1

    0,6

    0,4

    Acido clorhídrico

    237,7

    2,3

    1,4

    1,9

    Acido fluohídrico

    297,2

    2,9

    1,8

    3,0

    Acido sulfhídrico

    146,3

    1,3

    0,8

    0,6

    Acrilonitrilo

    27,4

    0,3

    0,2

    0,034

    Acroleína

    655,0

    7,6

    4,5

    19,8

    Amoníaco

    82,3

    0,6

    0,5

    0,175

    Disulfuro de carbono

    41,1

    0,3

    0,2

    0,036

    Cloro

    310,9

    3,1

    1,9

    3,5

    Etilenamina

    347,5

    3,4

    2,1

    4,1

    Fluor

    201,2

    1,8

    1,1

    1,2

    Fuente: United States Departament of

    Las concentraciones de los contaminantes en la pluma pueden ser calculados a través del Modelo de Gauss, el cual excede los alcances de este trabajo pero que puede ser consultado en www.fortunecity.es/expertos/profesor/171/atmosfera.html#

    Contaminación del agua Los ríos, lagos y mares recogen, desde tiempos inmemoriales, las basuras y deshechos producidas por la actividad humana. El ciclo natural del agua tiene una gran capacidad de purificación, pero esta misma facilidad de regeneración, y su aparente abundancia, hace que sea el vertedero habitual en el que arrojamos los residuos producidos por nuestras actividades. Pesticidas, desechos químicos, metales pesados, residuos radiactivos, etc., se encuentran, en cantidades mayores o menores, al analizar las aguas de los más remotos lugares del mundo. Muchas aguas están contaminadas hasta el punto de hacerlas peligrosas para la salud humana y dañinas para la vida. La contaminación de las aguas puede, en definitiva, proceder de fuentes naturales o de actividades humanas. En la actualidad la más importante, sin duda, es la provocada por el hombre. El desarrollo y la industrialización suponen un mayor uso de agua, una gran generación de residuos (muchos de los cuales van a parar al agua) y el uso de medios de transporte fluviales y marítimos que, en muchas ocasiones, son causa de contaminación de las mismas.

    Algunas fuentes de contaminación del agua son naturales. Por ejemplo, el mercurio que se encuentra naturalmente en la corteza de la Tierra y en los océanos contamina la biosfera mucho más que el procedente de la actividad humana. Algo similar pasa con los hidrocarburos y con muchos otros productos.  Normalmente las fuentes de contaminación natural son muy dispersas y no provocan concentraciones altas de polución, excepto en algunos lugares muy concretos. La contaminación de origen humano, en cambio, se concentra en zonas concretas y, para la mayor parte de los contaminantes, es mucho más peligrosa que la natural. Hay cuatro focos principales de contaminación antropogénica o de origen humano. 1. Industria. Según el tipo de industria se producen distintos tipos de residuos. Normalmente en los países desarrollados muchas industrias poseen eficaces sistemas de depuración de las aguas, sobre todo las que producen contaminantes más peligrosos, como metales tóxicos. En algunos países en vías de desarrollo la contaminación del agua por residuos industriales es muy importante. Actualmente en nuestro país la contaminación por vertido de deshechos en ella alcanza niveles muy altos incluso llegando a poner en riesgo a los ecosistemas que dependen de ella, dentro de los cuales se incluye al ser humano. Pasan a cobrar gran importancia en este proceso de contaminación los deshechos de curtiembres, mataderos, fábricas e industrias agrícola-ganaderas. En la Tabla 6 se muestran ejemplos sobre sectores industriales determinados y las sustancias contaminantes del agua que producen. 2. Vertidos urbanos. La actividad doméstica produce principalmente residuos orgánicos, pero el alcantarillado arrastra además todo tipo de sustancias: emisiones de los automóviles (hidrocarburos, plomo, otros metales, etc.), sales, ácidos, etc. En cuanto a las emisiones de automóviles uno de los grandes problemas en nuestra provincia es la carencia de un sistema de depuración de los deshechos de aceites gastados. La mayoría de los locales que prestan este servicio arrojan los deshechos directamente a las alcantarillas, contaminando el sistema hídrico al cual van a parar. Los deshechos urbanos orgánicos favorecen la proliferación de bacterias, virus y otros organismos que disminuyen el contenido de oxígenos de las aguas, llegando a niveles tan bajos que la vida acuática habitual no puede soportarlo. 3. Navegación. Produce diferentes tipos de contaminación, especialmente con hidrocarburos. Los vertidos de petróleo, accidentales o no, provocan importantes daños ecológicos. A pesar de ellos, los impactos ambientales por la navegación no son una causa importante de contaminación en el NOA, ya que sus ríos son escasamente empleados para el transporte, o si lo son se emplean naves pequeñas. 4. Agricultura y ganadería. Los trabajos agrícolas producen vertidos de pesticidas, fertilizantes y restos orgánicos de animales y plantas que contaminan de una forma difusa pero muy notable las aguas.  La contaminación con estas sustancias es característica en los sectores donde la producción agrícola-ganadera se desarrolla intensamente y con escaso o sin control alguno. Las regiones poroteras y sojeras del norte, la región tabacalera del Valle de Lerma y las regiones productoras de hortalizas y frutales son algunos de los lugares donde las aguas deben ser evaluadas para determinar si el "cóctel" de sustancias químicas empleadas para aumentar la producción no ha incrementado la concentración de sustancias nocivas para la salud presentes en el agua.

    Tabla 6. Sectores industriales y sustancias contaminantes principales.

    Sector industrial

    Substancias contaminantes principales

    Construcción

    Sólidos en suspensión, metales, pH.

    Minería

    Sólidos en suspensión, metales pesados, materia orgánica, pH, cianuros.

    Energía

    Calor, hidrocarburos y productos químicos.

    Textil y piel

    Cromo, taninos, tensoactivos, sulfuros, colorantes, grasas, disolventes orgánicos, ácidos acético y fórmico, sólidos en suspensión.

    Automoción

    Aceites lubricantes, pinturas y aguas residuales.

    Navales

    Petróleo, productos químicos, disolventes y pigmentos.

    Siderurgia

    Cascarillas, aceites, metales disueltos, emulsiones, sosas y ácidos.

    Química inorgánica

    Hg, P, fluoruros, cianuros, amoniaco, nitritos, ácido sulfhídrico, F, Mn, Mo, Pb, Ag, Se, Zn, etc. y los compuestos de todos ellos. 

    Química orgánica

    Organohalogenados, organosilícicos, compuestos cancerígenos y otros que afectan al balance de oxígeno.

    Fertilizantes

    Nitratos y fosfatos.

    Pasta y papel

    Sólidos en suspensión y otros que afectan al balance de oxígeno.

    Plaguicidas

    Organohalogenados, organofosforados, compuestos cancerígenos, biocidas, etc.

    Fibras químicas

    Aceites minerales y otros que afectan al balance de oxígeno.

    Pinturas, barnices y tintas

    Compuestos organoestámicos, compuestos de Zn, Cr, Se, Mo, Ti, Sn, Ba, Co, etc.

    Fuente: www.1ceit.es/Asignaturas/Ecologia

    Existe un quinto foco de contaminación de origen antrópico: los accidentes de transportes de sustancias químico-biológicas o cualquier otra sustancia capaz de provocar daños al ambiente. En el caso particular de este informe, la causa que nos concierne (en cuanto a contaminación del agua) es el derrame de sustancias nocivas en forma accidental o intencional. Es este el motivo principal de este trabajo ya que la Policía de la Provincia, a través de la División de Medio Ambiente, es quien debe actuar en estos casos identificando a los infractores y aplicando las primeras acciones de control de la contaminación.

    Salta es visitada diariamente por una gran cantidad de camiones cisternas y otros capaces de transportar sustancias; algunos de éstos incluso llegan a circunvalar el casco céntrico poniendo en peligro no sólo a las personas que en éste y sus alrededores se encuentran, sino también a las fuentes de suministro de las que la ciudad se vale.

    Es fundamental llevar un registro no sólo de la cantidad de vehículos de este tipo que por la provincia circulan, son también es indispensable y prioritario elaborar un archivo en el que conste el tipos de sustancia que cada uno de ellos transporta, la cantidad, las características de ésta (toxicidad, inflamabilidad, etc), las sustancias que neutralizan su peligrosidad y toda aquella otra información útil en el caso de que un accidente le ocurriese al transporte. Esta información, una vez recopilada, debe ser distribuida a todos los sectores que intervienen en una situación de este tipo como ser la División de Medio Ambiente de la Policía de la Provincia, la Secretaría de Medio Ambiente, Bomberos, SAMEC, Defensa Civil, etc. A su vez, estos sectores deben contar con una planificación de respuesta de emergencia para este tipo de eventos. En el Anexo I se presenta el Sistema estandarizado para la identificación de riesgo de materiales peligrosos, un sistema de identificación del tipo de sustancia transportada. El conocimiento de este sistema es fundamental para todos aquellos que deban enfrentar los riesgos inherentes en el proceso de transporte de sustancias químicas. En el Anexo II se presenta una guía básica sobre riesgos químicos.

    Adicionalmente a la información mencionada anteriormente, las autoridades pertinentes deben llevar un inventario de todas aquellas instalaciones donde se almacenan sustancias peligrosas, tales como industrias, fábricas, etc. Tener un conocimiento preciso sobre las sustancias almacenadas y su cantidad le dará al personal de respuesta de emergencia la posibilidad de actuar más eficientemente tomando las medidas adecuadas de protección propia y del resto de la población.

    No se puede ignorar la posibilidad de la ocurrencia de accidentes ambientales provocados por productos químicos. Sin embargo, es necesario tratar de reducir al máximo la probabilidad de ocurrencia de estos episodios mediante el desarrollo de medidas preventivas adecuadas.

    También es necesario desarrollar medidas correctivas eficaces para la reducción de los impactos causados al ambiente durante la ocurrencia de los accidentes.

    En el caso de que una fuente de agua se vea contaminada por una sustancia desconocida, los recaudos iniciales a tomar serán similares a aquellos mencionados para casos de contaminación del aire; es decir que se debe priorizar el bienestar y la salud de las personas afectadas y determinar si la contaminación puede afectar a otros sectores ya sea de manera directa o indirecta. Simultáneamente deberán tomarse muestras que serán enviadas al laboratorio para detectara el tipo de sustancia y la concentración en la que se encuentra, para poder así iniciar el plan de respuesta. Es conveniente no sólo tomar muestras de la zona afectada sino también otras de los alrededores para poder realizar comparaciones válidas (de nada sirve determinar que en un punto determinado de un río las aguas están cargadas de arsénico si no se tienen un parámetro para comparar e incluso para determinar si el arsénico es una sustancia cuya presencia es natural en ese lugar).

    Si la sustancia derramada toma contacto con un lecho de agua debe considerarse que la ésta será transportada aguas abajo y, por lo tanto, advertir a las poblaciones afectadas de la presencia del contaminante y de cómo deberán proceder.

    Es fundamental que en todo procedimiento, donde el personal policial u otro deba ponerse en contacto con sustancias nocivas, lo haga portando elementos de protección adecuados para cada caso (guantes, botas, máscaras, etc). Recordemos que un efectivo intoxicado es una persona menos para colaborar en el lugar y una persona más para derivar a los hospitales.

    Existe un gran número de contaminantes del agua que se pueden clasificar de muy diferentes maneras. Una posibilidad bastante usada es agruparlos en los siguientes ocho grupos: 1. Microorganismos patógenos. Son los de bacterias, virus, protozoos y otros organismos que transmiten enfermedades como el cólera, tifus, gastroenteritis diversas, hepatitis, etc. En los países en vías de desarrollo las enfermedades producidas por estos patógenos son uno de los motivos más importantes de muerte prematura, sobre todo de niños.  Normalmente estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que producen las personas infectadas. Por esto, un buen índice para medir la salubridad de las aguas, en lo que se refiere a estos microorganismos, es el número de bacterias coliformes presentes en el agua. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que en el agua para beber haya 0 colonias de coliformes por 100 ml de agua.  2. Desechos orgánicos. Son el conjunto de residuos orgánicos producidos por los seres humanos, ganado, etc. Incluyen heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por bacterias aeróbicas, es decir en procesos con consumo de oxígeno. Cuando este tipo de desechos se encuentran en exceso, la proliferación de bacterias agota el oxígeno, y ya no pueden vivir en estas aguas peces y otros seres vivos que necesitan oxígeno. Buenos índices para medir la contaminación por desechos orgánicos son la cantidad de oxígeno disuelto (OD) en agua, la demanda biológica de oxígeno (DBO). 3. Sustancias químicas inorgánicas. En este grupo están incluidos ácidos, sales y metales tóxicos como el mercurio y el plomo. Si están en cantidades altas pueden causar graves daños a los seres vivos, disminuir los rendimientos agrícolas y corroer los equipos que se usan para trabajar con el agua. 4. Nutrientes vegetales inorgánicos. Nitratos y fosfatos son sustancias solubles en agua que las plantas necesitan para su desarrollo, pero si se encuentran en cantidad excesiva inducen el crecimiento desmesurado de algas y otros organismos provocando la eutrofización de las aguas. Cuando estas algas y otros vegetales mueren, al ser descompuestos por los microorganismos, se agota el oxígeno y se hace imposible la vida de otros seres vivos. El resultado es un agua maloliente e inutilizable. 5. Compuestos orgánicos. Muchas moléculas orgánicas como petróleo, gasolina, plásticos, plaguicidas, disolventes, detergentes, etc. acaban en el agua y permanecen, en algunos casos, largos períodos de tiempo, porque, al ser productos fabricados por el hombre, tienen estructuras moleculares complejas difíciles de degradar por los microorganismos. 6. Sedimentos y materiales suspendidos. Muchas partículas arrancadas del suelo y arrastradas a las aguas, junto con otros materiales que hay en suspensión en las aguas, son, en términos de masa total, la mayor fuente de contaminación del agua. La turbidez que provocan en el agua dificulta la vida de algunos organismos, y los sedimentos que se van acumulando destruyen sitios de alimentación o desove de los peces, rellenan lagos o pantanos y obstruyen canales, rías y puertos. 7. Sustancias radiactivas. Isótopos radiactivos solubles pueden estar presentes en el agua y, a veces, se pueden ir acumulando a los largo de las cadenas tróficas, alcanzando concentraciones considerablemente más altas en algunos tejidos vivos que las que tenían en el agua. 8. Contaminación térmica. El agua caliente liberada por centrales de energía o procesos industriales eleva, en ocasiones, la temperatura de ríos o embalses con lo que disminuye su capacidad de contener oxígeno y afecta a la vida de los organismos. 

    La contaminación de las aguas subterráneas es también un problema que debe considerarse cuidadosamente cuando ocurre el derrame de una sustancia tóxica. Este tema será tratado con mayor profundidad junto con el tema de contaminación del suelo ya que ambos están íntimamente ligados.

    Contaminación del suelo y las aguas subterráneas: El suelo se contamina en forma localizada cuando una sustancia tóxica entra en él. Primero, la sustancia extraña será contrarrestada por la capacidad del suelo de regular su pH (efecto buffer o tampón) y gracias a algunos compuestos, que absorbiéndolos o adsorbiéndose a ésta pueden neutralizarla. Una vez que esta capacidad de auto-depuración se vea sobrepasada, el suelo comenzará a acumular las toxinas. Una vez contaminado, volverlo a su estado inicial es un proceso sumamente costoso y, en la mayoría de los casos, imposible.

    Si la textura y demás condiciones físicas del suelo lo permiten, la sustancia nociva podrá descender a través del perfil edafológico hasta alcanzar la napa freática y contaminar las aguas subterráneas. La contaminación del suelo puede producirse instantáneamente, justo cuando la sustancia contaminante se vuelca en forma accidental o intencional sobre él; o bien puede causarse progresivamente debido a la continúa e ininterrumpida adición de materiales y sustancias tóxicas. Una de las fuentes más notorias de este último tipo de contaminación es la que provocan los agroquímicos. Las técnicas actuales de incremento de la producción, las que incluyen la adición de elevadas cantidades de fertilizantes y plaguicidas, ponen en peligro las condiciones físico-químicas del suelo y lo dejan en un estado de escasez total de nutrientes o exceso de compuestos perjudiciales.

    Los casos de contaminación dispersa se pueden producir cuando se aplican cantidades importantes de plaguicidas a zonas donde el nivel freático está poco profundo, en suelos muy porosos o cerca de fracturas o diaclasas que conectan los acuíferos con la superficie. La contaminación del agua de la freática es un problema adicional que deberá tratarse ya que, en algún momento de su recorrido, las éstas afloran o bien son aprovechadas como fuente de abastecimiento poblacional.

    3. Conclusión

    La contaminación es un problema del que nadie quiere responsabilizarse y que, hasta en algunos casos, no se percibe hasta cuando es ya demasiado tarde. Debemos, como ciudadanos de una provincia y un país que quiere crecer y mejorar su calidad de vida, comenzar a tomar conciencia sobre éste problema y todas las dificultades que encamina para el ambiente y, por ende, para la salud y bienestar humano. La educación de la población es una herramienta básica y fundamental en cuanto a medio ambiente se refiere. Este medio es el único lugar del que cuenta el hombre para desarrollarse. En él realiza todas sus actividades – vitales o no-; en él, precisamente, vive.

    Una población conocedora de los problemas ambientales generales, y de aquellos que presentes en su territorio, será una población con capacidades potenciales de resolución de tales conflictos. Una sociedad conocedora y consciente es, entonces, la primera etapa para la recuperación ambiental y la posterior administración eficiente de los recursos naturales disponibles.

    La educación poblacional, en todos los niveles, debe ser precedida y acompañada por la constitución de organismos de protección del medio ambiente y los recursos naturales y la profesionalización y especialización de su personal y del ya existente en las instituciones destinadas a tal fin. Queda, por lo tanto, en manos del gobierno y de cada uno de los habitantes de la nación, la responsabilidad de encarar estos temas cada vez poniendo mayor énfasis y medios. Recordemos que este mundo es la estructura donde se alberga el ser humano y que su ambiente es único e irrecuperable. Cuidémoslo entonces, comencemos hoy mismo que, sistemática y progresivamente, los resultados estarán a la vista.

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