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Conceptos, definición y tipos de semiótica (página 2)


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Definición de semiótica

SEGÚN:

Umberto Eco identifica semiótica general y filosofía del lenguaje, dudando de que puedan tratarse fenómenos de significación y/o representación como se trata a los objetos de la física o de la electrónica.

P. Guiraud (1972) que la semiótica estudia las distintas señales, signos y códigos de comunicación lingüísticos y los no lingüísticos.

  • Blanco y Bueno (1980:15) definen a la Semiótica como "la disciplina que se ocupa de la descripción científica de los signos y de los sistemas de significación, cualquiera que sea su materia significante".

  • F. de Saussure (1970: 60) la concibió como "una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social", la semiótica ha sido objeto de innumerables definiciones

  • I.I Revzin la semítica (teoría de los sistemas de signos ) ha nacido de la confluencia de las numerosas ciencias que investigan los sistemas utilizados en la sociedad humana.

  • Luis j. prieto "la semiótica es la ciencia que estudia los principios generales que rigen el funcionamiento de los sistemas de signos o códigos y que la tipología de estos "

  • María del Carmen Bobes naves .semiótica es termino ambigua y controvertido.

  • Charles Sanders Peirce. Que yo sepa, soy un pionero, o, mejor, un explorador, en la actividad de aclarar e iniciar lo que llamo semiótica, es decir, la doctrina de la naturaleza esencial y de las variedades fundamentales de cualquier clase posible de semiosis (…) Por semiosis entiendo una acción, una influencia que sea, o suponga, una cooperación de tres sujetos, como, por ejemplo, un signo, su objeto y su interpretante, influencia tri-relativa que en ningún caso puede acabar en una acción entre parejas"

  • El semiólogo A.J. Greimas define el cuadro semiótico como "la representación visual de la articulación de un conjunto de símbolos dados" (Sémiotique. Dictionnaire de la théorie du langage).

  • Georges Mounin "no confundir la semiótica con la semiología, que es la ciencia de los procedimientos o sistemas de comunicación. Si se demuestra que la pintura es uno de ellos, se podrá hablar de una semiología de la pintura ,mientras que la semántica construye el significado de los cuadros "

  • Chales Morris.- los linguisticos y lógicos limitan el nombre de semántica a una parte de todo el campo o sea ala que trata de los significados de los signos.

  • Roland Barthes "la inv4estigacion semiología se propone reconstruir el funcionamiento de los sistemas de significación distintos de la lengua de acuerdo con el proyecto propio de toda actividad estructuralista n:el proyecto de construir un simulacro de los objetos observados "

Semiótica de la comunicación

Considera en realidad significante como un proceso de comunicación entre un emisor y un receptor. Para que se ponga en marcha dicho proceso debe existir un intención comunicativa del emisor y un a utilización de los signos adecuados para explicar q ante el receptor la intención

Ejemplo si deseo conversar con alguien que está lejos, lo llamo mediante señas o gestos adecuados

La semiótica de la comunicación tiene sus seguidores como

  • E.BUYSSENS

  • L.J PRIETO

  • G.MOUNIN

Es una corriente de la semiología que reconoce en la intención de comunicar el criterio fundamental y exclusivo que delimita el campo de la semiología.

En consecuencia es la señal, en la que la intención de comunicar está claramente expresada, la que será objeto de la semiología. De hecho esta concepción, a la vez muy restrictiva en cuanto al campo y muy vaga en cuanto a sus límites (¿cómo apreciar objetivamente una intención?), merecería más bien el nombre de "signalética", más aún, puede decirse que corresponde a la parte institucionalizada de la semiótica, la de los sistemas de signos explícitos y unívocos: código de la ruta, banderas, escudos, etc. Los representantes de esta corriente son esencialmente E. Buyssens, G. Mounin y L. Prieto. Puede considerarse que, prácticamente, la misma ha desaparecido, habiendo agotado la descripción de los escasos sistemas de signos totalmente explicables (en cuanto unívocamente ligados a sus objetos) por las funciones que cumplen en la sociedad y para la que expresamente se construyen. Aunque Jeanne Martinet (1973) diga la intención de comunicar no es un criterio observable en el comportamiento de un emisor, puesto que no se trata de otra cosa que de la decisión de su voluntad tampoco es cuestión de invocar el inconsciente, los actos fallidos, los lapsus, etc. para ver hasta qué punto semejante concepción sólo puede generar inútiles y ociosas polémicas que no podrían desembocar en una acción científica. Si podemos concluir sin esfuerzos acerca de las intenciones de Pulgarcito, ¿qué puede decirse acerca de las intenciones de un esquiador desaparecido en un alud y de quien se ha encontrado su gorro

Semiótica de la narrativa

De hecho existen tipos de textos (cuentos, novelas, relatos televisivos, cinematográficos) que no pueden ser analizados sino por una Semiótica Narrativa, que es la única que puede dar cuenta de la organización temporal y dinámica de dicho tipo de textos. Pero aun los textos descriptivos o espaciales son susceptibles de ser analizados por la perspectiva diacrónica de este tipo de Semiótica.

La semiótica narrativa, desarrollada por A.J. Greimas, aborda el estudio de la narratividad a partir del análisis de lo que denomina, con rigor, la estructura narrativa del texto. Es precisamente su procedencia teórica la que garantiza la solidez de la construcción de los objetos que manipula. El parentesco de estos objetos teóricos con los elementos que se consideran propios del análisis narrativo (personajes, acciones, etc.) y que son comúnmente considerados en los manuales de guiones, se hará patente posteriormente. Por ahora será necesario dedicar una mínima discusión a los conceptos centrales de la teoría y, en particular, al denominado recorrido generativo, cuya armazón, fundadora de toda la aproximación de Greimas, pasamos a reseñar:

El recorrido generativo es una construcción teórica que intenta modelar el modo cómo se genera y se articula el sentido en un texto. No se trata de una simulación del modo cómo se produce el tránsito entre una "idea" y un film, sino de una estructura que puede construirse mediante el análisis y que permite comprender el funcionamiento semiótico de este tipo de texto en particular. Un esquema general permite comprender la dinámica global del modelo.

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Tal como lo señala el esquema, el recorrido generativo consta de dos grandes niveles: el nivel de las estructuras discursivas y el nivel de las estructuras semio-narrativas. El nivel de las estructuras discursivas es el nivel de la manifestación textual, es decir, aquel con el que nos enfrentamos al "leer" el texto. En nuestro caso, corresponde (salvo que consideremos el guión en sí mismo) a un nivel analítico que sólo puede derivarse de la película filmada. El nivel de las estructuras semio-narrativas es un nivel más abstracto cuyos constituyentes no se manifiestan directamente en el film, sino que son reconstruidos a través del análisis. El nivel de las estructuras semio-narrativas se encuentra, subdividido en dos subniveles: un subnivel profundo y en un subnivel de superficie.

El nivel profundo de las estructuras semio-narrativas es el nivel más abstracto, Es el nivel en donde, para la teoría, tienen lugar las primeras articulaciones del sentido[1]1], es decir, donde aparecen los términos menos elaborados y más elementales de la significación:

/bueno/, /malo/, /masculino/, /femenino/, /vida/, /muerte/, etc.

Estas unidades se presentan en sencillas oposiciones binarias, que en su conjunto dan lugar a un entramado puramente lógico cuya estructura podría recordarnos el nivel semántico primario del lenguaje con el que opera una computadora (una red lógica cuya base está conformada solamente por sólo dos "significados elementales": 0 y 1).

Semiótca de la significación

Es el proceso de las predicción sociales del sentido en los diferentes textos que circulan en la sociedad .el uso social de los signos produce determinados efectos de sentido, que se organizan en distintos sistemas de significación: el sistema significativo de la arquitectura de una ciudad, el de un poema, el de un partido de futbol, el de una película cualquiera

La realidad significante es un proceso se significación al margen de toda intención comunicativa. Lo importante es que el hecho semiótico significante trascienda.

Ejemplo

El rubor de una persona en un momento cualquiera. Esto comunica algo Aunque quien lo ha sufrido no haya querido comunicar algo. En cambio el color de las chapas que se aplican las mujeres, si intentan comunicar algo; seria esta ultima un caso de semiótica comunicativa

Otro ejemplo de hecho semiótico sería el de los diferentes distritos o barrios de una ciudad como Lima. Cada una de ellos significa las condiciones sociales de sus vecinos. El distrito de Villa María del significa la condición marginal de sus pobladores, mientras que el de San Borja significa la condición próspera de sus habitantes.

La semiótica de la significación tiene seguidores como

  • R.BARHES

  • A.J.GREIMAS

  • Y.TODOROW

  • J.KRISTEVA

Desde que nos alejamos del campo de la señal, estamos en el campo de la significación que, según nuestro entender, constituye el campo propiamente semiótico.

En términos fenomenológicos, nos preocuparemos, sobre todo, de lo que se produce en la mente de un intérprete cualquiera cuando percibe algo, siendo otra cosa aquello que tiene presente en su mente respecto de ese algo. Encontramos aquí la problemática del objeto de la semiótica.. Esta pregunta exige una toma de posición unívoca sobre las acepciones en las que se toman términos como sentido y "significación" y también sobre el hecho de emplearlas en singular o en plural. En efecto, ¿debe hablarse de semiología de la significación o de semiología de las significaciones? En el primer caso se postula la existencia de una significación única y normativa que se trataría de reencontrar en cada acto singular de interpretación y que permitiría invalidar todas las interpretaciones "desviantes". En el segundo caso, las significaciones se constatan, constituyen el producto de actores sociales particulares y no se remiten a una significación única sino en la relación de lo individual a lo colectivo, de lo psicológico a lo social. Esta significación toma entonces valor de institución social, es decir de un estado precario, contingente e históricamente datado. Las significaciones particulares observadas son los momentos, en el sentido filosófico, de una dinámica social. Ya no se trata de un desvío, que es una categoría complementaria de la norma, sino de una articulación a captar. A nuestro entender, el peligro está entonces en hacer de la semiología una ciencia normativa que prescribe las significaciones en lugar de describirlas.

Semiótica discursiva

Es aquella que estudia a los mensajes y discursos como realidades significantes que están constituidas por una serie de niveles y planos organizativos sucesivos y solidarios y que van de lo superficial a lo latente.

La semiótica discursiva gana en claridad si se empieza por el examen del acto, considerado por Greimas (1976: 67) como «el lugar del surgimiento de las modalidades». Al respecto, Greimas y Courtès afirman:

En la tradición filosófica que remonta a la escolástica, se entiende por acto «lo que hace ser»: el actuar es entonces identificado con el «hacer-ser» y corresponde al paso de la potencialidad a la existencia (Greimas y Courtès, 1979: 5).

Para la semiótica discursiva el concepto de competencia no es restrictivamente lingüístico; es decir, concierne no sólo a la lengua, sino también a la totalidad de los sistemas significantes no lingüísticos existentes en una cultura dada y, por tanto, al campo de la acción humana, verbal y no verbal:

la competencia lingüística no es una cosa en sí, sino un caso particular de un fenómeno mucho más amplio que, bajo la denominación genérica de competencia, hace parte de la problemática de la acción humana y constituye al sujeto como actante (cualquiera sea el dominio en el que se ejerza). […] Por consiguiente, si trasponemos el problema de la competencia del dominio (vasto, pero sin embargo limitado) lingüístico al del de la semiótica, podemos decir que todo comportamiento sensato o toda serie de comportamientos presupone, de una parte, un programa narrativo virtual y, de otra, una competencia particular que hace posible su ejecución (Greimas y Courtès, 1979: 53).

Esta ampliación del concepto de competencia a la totalidad de los sistemas significantes conlleva una ampliación del concepto de discurso, que no designa ya, restrictivamente, el proceso lingüístico, oral, escrito u otro, sino que incluye todo proceso semiótico (verbal y no verbal) realizado por los seres humanos. Así, el cine mudo y el sonoro, el teatro, el mimo, la ópera, la pintura, las historietas, los rituales sociales, para citar sólo algunos, son considerados como procesos discursivos susceptibles de ser analizados semióticamente, lo que no implica que no puedan ser estudiados, además, desde otras perspectivas teóricas: económicas, sociológicas, políticas, antropológicas y demás.

Grosso modo, los componentes del recorrido generativo son las estructuras semio-narrativas, las estructuras discursivas y las estructuras textuales, objeto del saber implícito del sujeto de la enunciación (enunciador/enunciatario). Se trata nuevamente, pues, del saber proposicional del sujeto, que versa esta vez sobre las «reglas» que rigen la generación/interpretación de la significación. En consecuencia, saber enunciar (= saber narrativizar, discursivizar y textualizar) debe leerse también en dos niveles: saber qué enunciar y saber cómo enunciarlo.

Al final de este recorrido, tenemos, pues, bases para conjeturar razonablemente que la competencia semántica es una competencia cognitiva proposicional. Conjuntamente con la competencia cognitiva modal constituye la competencia cognitiva del sujeto, la cual, al articularse a la competencia potestiva, constituye la competencia del sujeto. Visualicemos esta estructura en el siguiente esquema:

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La relación entre semiótica y comunicación

Todo acto de comunicación puede describirse como un par constituido por un signo producido por un emisor, interpretado luego por un receptor. Su estudio combinará producción e interpretación de un mismo signo. Tomando el modelo peirceano podríamos representar los procesos de producción e interpretación con un gráfico como el siguiente, en el que O representa el objeto, S representa el signo, I representa el interpretante y las flechas muestran las relaciones de dependencia:

  La mayor parte de los autores se han interesado casi exclusivamente en el problema de la interpretación de los signos, partiendo de la opinión, ampliamente extendida, de que la producción y la interpretación son procesos absolutamente reversibles. De esto se desprendería que describir la interpretación es describir también, como en un espejo, la producción.

Contra esta afirmación se puede observar que, si el productor es dueño del objeto que elige para comunicar su mensaje (elección de palabras, de grafismos, de gestos, de configuraciones múltiples de unos y de otros), el intérprete está obligado a efectuar un trabajo de reconstrucción de ese objeto (una semiosis inferencial) que no tiene por qué llegar necesariamente a reencontrar el mensaje original. En efecto, las relaciones singulares que productor e intérprete mantienen con las instituciones de la significación son las que regulan su comunicación. Hay, entonces, una disimetría a priori, puesto que el primero pone en marcha algo ya presente en él, mientras que el segundo debe descubrir precisamente lo que el primero actualizó.

Lo que hay que remarcar antes que nada es que toda producción es, en alguna medida, una interpretación a priori. Dicho en otras palabras, la producción es un proceso de incorporación de un pensamiento en una configuración que se ubica bajo la dependencia de una interpretación anticipada, respecto de la que el productor se vuelve un intérprete más. En este sentido participa en este proceso colectivo de interpretación que describimos como una institución social. Por parte del intérprete hay un proceso que va de lo particular a lo universal, de lo individual a lo colectivo, mientras que, de parte del productor, se va de lo universal a lo particular y de lo colectivo a lo individual. Más que de reversibilidad, que no diferencia los dos procesos, debemos hablar de dualidad.

Algo pasa de la mente del productor a la del intérprete. Más formalmente, puede considerarse que en todo fenómeno semiótico hay un traspaso, a través de un signo, de una cierta forma de relaciones que está en la mente de un productor hacia la mente de un intérprete. El signo se transforma en un medio para la comunicación de una figura.

Hay que destacar que en el acto de comunicación, definido como un par (signo producido / signo interpretado), tanto el productor como el intérprete hacen referencia a la misma relación de naturaleza institucional que liga al signo con su objeto. El productor lo utiliza como algo ya institucionalizado que le permite elegir una cosa (el signo) y presentarla como el sustituto de otra cosa ausente (el objeto), con la garantía (en el interior de su comunidad) de que un intérprete eventual que comparta su cultura tendrá la posibilidad de poner en funcionamiento la relación empleada en el otro sentido. La comunicación sólo se logra cuando el objeto del que habla el productor es el mismo que imagina el intérprete.

Es precisamente en este sentido donde la concepción peirceana del signo se muestra más potente que sus rivales binarias. La noción de interpretante nos remite a las normas sociales compartidas que hacen posible la simetría en el proceso de producción y en el de interpretación; mientras que, en las concepciones binarias, nada nos remite a una intersubjetividad indispensable para cerrar felizmente el proceso comunicativo.

 Resumen

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  • La semiótica estudia directamente todo los códigos de comunicación.

  • Semiótica es sinónimo de semiología .o ciencia general de los signos de la vida social (ferdinand de Saussure y otros).

  • En la semiótica de la comunicación destacan E.Buyssens, L.JPrieto, GMounin.etec.

  • Filosóficamente se investiga la semiótica en reacción al lenguaje en su doble aspecto: como sistema de signos y como medio de expresión con valor social.

  • La semiología de la significación busca un modelo en la semiología de la comunicación más adecuada que el modelo que obtiene de la lingüística.

  • La semiótica discursivaEs aquella que estudia a los mensajes y discursos como realidades significantes que están constituidas por una serie de niveles y planos organizativos sucesivos y solidarios y que van de lo superficial a lo latente.

Conclusión

La semiótica puede ser entendida como la teoría general de los signos, o de los lenguajes en cuantos sistemas de signos. El dominio de la semiótica la conforman los lenguajes, sean estos naturales o artificiales. En este sentido es el estudio que se encarga de dar los fundamentos de cualquier ciencia particular que trate de signos, como la lógica, la lingüística o la matemática

Consideramos interesante una postura inclusiva en la que el signo es el centro de los procesos semióticos, si pudiésemos graficarlo en una estructura de radiación concéntrica. A partir de él se pueden configurar los textos, entendidos no sólo como construcciones lingüísticas a partir de sintagmas sino como Cadenas de significación que pueden moverse en el ámbito verbal o no verbal, y que pueden ser representadas por signos lingüísticos, icónicos, fonéticos, gustativos, expresivos, estéticos, etc.  Y finalmente, los textos a su vez permiten configurar el discurso. Que en este caso funcionan como una totalidad significativa, llena de sentido que se construye a partir de la propuesta Hjemsleviana de plano de la expresión y plano del contenido. sin que estos dos puedan separarse en la acción semiótica.

También creemos que hay que considerar la teoría general del signo como una ciencia fecunda que se desarrolla sobre todo en el seno de la lógica, la psicología y la lingüística.

Todos los signos de los que se sirve el arte teatral pertenecen a la categoría de signos artificiales, resultan de un proceso voluntario, se crean con frecuencia con premeditación, y tienen como fin la comunicación inmediata. Creemos que cada uno de éstos signos adquieren un valor significativo mucho más acusado que en su uso primitivo. Por último concluimos que debería existir un código especial (o varios especiales y específicos) para el teatro, para que la percepción e interpretación de ellos por parte del público y del intérprete sea clara e individual. Debe crearse, transmitirse e inculcarse en la formación de los actores, para así construir un cuerpo común de conocimientos que favorezca la eficacia y profundidad de los espectáculos que llevemos a cabo.

Bibliografía

  • Semiótica : (Marcela Villasante Montalbán, Pablo Alcocer Hinostroza)

  • Semiótica diccionario razonado de la teoría del lenguaje (A.J GREIMAS, J COURTÉS)

  • Diccionario de retorica, critica y terminología literaria (ANGELO MARCHESE, JOAQUIN FORRADELLAS)

  • Monografias_com.htm

 

 

 

 

 

 

 

Autor:

Marilu Díaz Cabanillas

Curso: semiótica

Tema: Tipos de semiótica

Partes: 1, 2
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