Autor: Teun A. Van Dijk
Ciudad de edición: Barcelona
Editorial: Gedisa
Ficha: ISBN 847432713X
Año de Edición: 2000
Número de páginas: Capitulo I – 65 páginas
Resumen
El objeto de estudio de este capítulo es el análisis del discurso como interacción en la sociedad desde las perspectivas de poder, acción, ideología y contexto. Se analizan cada uno de estos elementos en un discurso pronunciado por el Diputado Rohrabacher en la Cámara de Representantes además de otras formas de habla y texto que caracterizan la variedad de situaciones informales e institucionales que conforman nuestras sociedades. Se estudia lo que deviene en los textos o el habla a fin de realizar actos sociales, políticos o culturales en diversos contextos y momentos; y para diversos fines.
Van Dijk enfatiza en la trascendencia de la estructura y el proceso de la acción social en el contexto y la sociedad. Estudia el discurso en términos de los procesos cognitivos de su producción y comprensión por los usuarios del lenguaje. Por tanto, se examina el conocimiento, las actitudes y otras representaciones mentales que intervienen en la producción y comprensión del discurso.
El autor plantea que el discurso además de consistir en una serie ordenada de palabras, clausulas, oraciones y proposiciones, es un fenómeno práctico, social y cultural, es decir una (inter)acción. Dicho de otro modo, el orden de las palabras, el estilo, la coherencia, entre otros, no sólo representan estructuras abstractas, sino realizaciones estratégicas de los usuarios del lenguaje en acción. De tal suerte que la cognición tiene una dimensión social que se adquiere, utiliza y modifica en la interacción. El contexto se convierte, entonces en un elemento crucial en el discurso y en la construcción de roles e identidades sociales y culturales de los usuarios del lenguaje.
El autor hace la distinción entre habla y texto escrito y plantea que ambas son formas de acción social, pero es el discurso escrito el que ofrece mayores ventajas, puesto que puede combinar una escritura lineal y en línea con otras formas de composición, de retroceder y de reescribir.
Por otra parte, Van Dijk plantea que el discurso está constituido por una compleja jerarquía de actos en distintos niveles de abstracción y generalidad y presenta un modelo cartesiano para representarlas y explicitar que en el discurso hacemos X, mediante o mientras hacemos Y.
Ahora bien, las interacciones sociales poseen funciones que contribuyen a la reproducción de sistemas sociales y culturales como el racismo, el sexismo, el chauvinismo, entre otros; y el discurso las pone en evidencia.
Cuando se analiza el discurso desde la interacción social se le puede hacer en cualquier punto desde un nivel de descripción micro hasta uno más macro. Van Dijk sugiere que debería estudiarse no sólo como forma, significado y proceso mental, sino también como complejas estructuras, funciones y jerarquías de interacción sociocultural en contextos.
Finalmente, el autor presenta cuatro vínculos teóricos entre el discurso y la sociedad desde una perspectiva meramente social, tal y como se enuncian a continuación:
La acción
Plantea que la mayoría de acciones en el discurso son ejecutadas intencionalmente para conseguir metas y propósitos, los cuales no sólo son representaciones mentales, sino también actos sociales. La acción depende de la perspectiva que el hablante o receptor adopte al emitir o recibir el discurso. Van Dijk dice que la actividad discursiva se vuelve socialmente real si tiene consecuencias sociales reales.
Se plantea que las intencionalidades del discurso en ocasiones tienen un propósito bajo el control del hablante y en otras el control es menor; y se habla de las implicaciones, consecuencias y componentes del discurso intencional para los receptores y la sociedad.
Adicionalmente, se habla acerca del fenómeno de la interacción y se hace evidente su complejidad a causa de la dificultad para determinar cómo y cuándo se lleva a cabo en el discurso social. Sin embargo, se vislumbra que el discurso, de hecho, representa una forma de acción social.
El contexto
En este vínculo se hace visible la brecha entre el análisis abstracto y social del discurso, pues contrario al abstracto, este último toma en cuenta el contexto, a saber, los participantes, roles, propósitos, tiempo, lugar, genero, edad y poder. Van Dijk propone que el discurso se produce, comprende y analiza en relación con las características del contexto.
Del mismo modo, los participantes tienen gran relevancia en el contexto, éste varía de acuerdo al género, la edad, la clase social, la educación, la posición social, la filiación étnica y la profesión del usuario del lenguaje. Las estructuras del discurso difieren en función de las estructuras del contexto. Así las cosas, no estudiamos el contexto por sí mismo, sino también para comprender mejor el discurso.
Van Dijk habla sobre el marco del discurso -tiempo, lugar o espacio-, el cual puede ser de carácter privado o público, informal o institucional de acuerdo a la situación social o discurso. Además del marco, la utilería también es importante para los textos o el habla formal en el contexto.
Los actos no verbales que se realizan en la situación como gesticulaciones, expresiones faciales y movimientos del cuerpo, también definen el contexto del discurso.
El conocimiento e intencionalidad, asimismo, juegan papeles nodales en el discurso; es decir, las explicaciones acerca de los significados implícitos, las presuposiciones y las interpretaciones del discurso de los usuarios del lenguaje. En suma, el análisis del contexto puede ser tan complejo como el propio análisis del discurso.
Acto seguido, el autor propone que los contextos pueden ser de orden local y global o interactivo y social respectivamente; y que el discurso y contexto local se produce e interpreta como una parte funcional de un contexto global.
El contexto tiene una dimensión social y cognitiva que da cuenta de la variación personal y la subjetividad, además que explica el modo en que las estructuras sociales influyen sobre las estructuras discursivas por medio de la mente de los miembros sociales. En breve, la cognición y el contexto se unen y se vuelven mutuamente relevantes.
El poder
El discurso es también un recurso de poder, puesto que éste organiza muchas de las relaciones entre el discurso y la sociedad. Van Dijk caracteriza diversas clases de poder pero estudia especialmente el social, que se revela entre grupos e instituciones. Según Van Dijk los modos de poder social del discurso son: el control de la acción y la mente, el poder persuasivo y el poder por hegemonía y consenso.
El acceso al poder depende de factores como el conocimiento, la educación, la fama, el respeto o el discurso público del usuario del lenguaje. Del poder también depende el control del contexto; si controlamos el contexto también controlamos gran parte de las estructuras del discurso. El poder no se impone, sino que se comparte, se negocia y se distribuye entre varios grupos poderosos para lograr la convivencia.
De modo similar se puede llegar al abuso del poder por medio, por ejemplo, de la violación de los derechos humanos y sociales de los individuos y grupos y de la violación de leyes, reglas y acuerdos nacionales, locales o comunitarios. La dominación discursiva (control del texto y el habla) se realiza en función de intereses individuales de los poderosos, lo que genera desigualdad social.
La ideología
La ideología, según este autor, genera un puente entre los estudios del discurso, la cognición y la sociedad. De manera que el discurso es un medio por el cual las ideologías se comunican de modo persuasivo en la sociedad. Éstas coordinan, de cierto modo, las prácticas de los miembros sociales individuales de un grupo, debido a que son inherentemente sociales, compartidas y no personales o individuales. Su función social es principalmente servir de interfaz entre los intereses colectivos del grupo y las prácticas sociales individuales.
Van Dijk explica que éstas son tanto sistemas sociales como representaciones del conocimiento; son conocidas y utilizadas por los miembros del grupo en sus prácticas cotidianas. Además, las ideologías de los grupos organizan creencias grupales relacionadas con dominios, las que a su vez influencian las creencias específicas de sus miembros y forman finalmente la base del discurso. Por consiguiente, la meta implícita del discurso es expresar y transmitir de modo persuasivo las impresiones del grupo, a saber, las ideologías.
En resumidas cuentas, este capítulo de Van Dijk presentó las relaciones entre el discurso (habla y texto) y la sociedad, su carácter interactivo, social y cultural, su orden contextual, las implicaciones de las estructuras del contexto y su efecto en él; también se estudió el papel del discurso en la reproducción de la desigualdad social, su poder, las ideologías como base de las representaciones sociales compartidas de los grupos y su carácter individual y colectivo.
Comentario crítico
En este volumen, Van Dijk presenta elementos sumamente relevantes en lo que respecta a la interacción social del discurso oral y textual, la cultura, las ideologías, el dominio, entre otros elementos que definen el contexto del discurso, los cuales han sido de gran soporte a los estudios del análisis del discurso desde una perspectiva diferente.
Van Dijk presenta un estudio transversal del discurso desde la lingüística, las ciencias cognitivas y de manera más profunda, desde la sociología, estableciendo una clara relación entre discurso, cognición y sociedad.
El discurso en la sociedad esta mediado por la intención, el contexto, el poder y la ideología. Lo anterior implica que éste es estudiado no solo desde la clásica perspectiva mental, sino que ahora se le da un nuevo enfoque situacional. Estos cuatro elementos cumplen a cabalidad con criterios de análisis del discurso que llevan a conclusiones muy pertinentes pero que a su vez, profundizan algunas inquietudes existentes, como el caso de la interacción.
Ya otros autores han profundizado en estudios cognitivos del discurso, pero es Van Dijk quien en el 2000 le da una nueva mirada al análisis del discurso desde la interacción social. Esta perspectiva garantiza una posibilidad de ver el discurso en las interacciones cotidianas culturales, no sólo como proceso y producto cognitivo, sino también desde lo humano, desde lo sociológico.
El autor plantea la importancia de cada uno de los elementos estudiados en el discurso y la interdependencia entre ellos, por lo que si intentásemos hacer un ejercicio de jerarquización del discurso y cualquiera de los elementos planteados, no lograríamos precisar cuál interviene el en otro; tan solo se podría afirmar que cualquiera de ellos es susceptible de modificación por el otro, lo que convierte el discurso en una disciplina multitransversal.
Igualmente, Van Dijk presenta una diferenciación entre el discurso oral y escrito, y manifiesta que el oral se ha desdeñado un poco de la investigación. Análogamente, reitera el carácter interactivo-social del discurso pero no logra marcar las incompatibilidades entre una interacción oral y una interacción con el texto escrito, que a mi parecer toman rumbos diferentes.
Desde la psicología social, la interacción social es el fenómeno básico mediante el cual se establece la posterior influencia social que recibe todo individuo. En relaciones de persona-persona existe una mutua influencia, pero en las de persona-grupo existe una influencia más fuerte por parte de un sólo miembro o un grupo pequeño de personas sobre el resto del grupo.
Hasta aquí se evidencia el carácter interactivo social del discurso en su enfoque oral pero entonces ¿Cómo se lleva a cabo la interacción entre un discurso escrito y sus lectores?, ¿Es similar con respecto a los vínculos de poder, ideologías, roles y contextos?. A mi modo de ver, la interacción discursiva texto-persona tiene variantes abismales en comparación con la de los discursos orales, por lo que propongo una reflexión a esta vertiente del discurso.
Planteo que el análisis y la interacción texto escrito-persona es mucho más amplia y subjetiva y está mediada en menor medida por el poder, el contexto y las ideologías. El discurso escrito es interpretado individualmente por los interlocutores, bajo contextos diferentes y en diferentes momentos de la historia; por esta razón, me atrevo a dudar que este tipo de discurso genere pensamientos o ideologías colectivas preestablecidas, considero que las ideologías que pretenden desplegarse desde los textos serán percibidas de manera muy personal y acomodadas a la conveniencia de cada cual.
En conclusión, el aporte de Van Dijk a la sociología con su estudio del análisis del discurso como interacción social es bastante significativo. El autor quiso darle un mayor énfasis a la oralidad en diferentes situaciones socioculturales y presento tesis muy profundas en lo que se refiere a las ideologías, el poder, el contexto y los roles de los usuarios del lenguaje en el discurso. Considero que en posteriores publicaciones del autor se debe evidenciar el estudio de la interacción texto-persona/grupo a fin de ampliar las memorias existentes.
Referencias
VAN DIJK, Teun A. (2000). El discurso como interacción social. Editorial Gedisa. Barcelona. ISBN 847432713X
HOLLANDER, Edwin (1982). Principios y métodos de psicología social. Definición y clasificación de interacción social. ISBN 9500180340. http://es.wikipedia.org/wiki/Interacci%C3%B3n_social
Caratula y datos bibliográficos del libro: El discurso como interacción social- Van Dijk. http://www.agapea.com/libros/El-discurso-como-interaccion-social-isbn-847432713X-i.htm
Enviado por:
Beatriz Lorena Pérez Arango