Los Artistas de la revolución mexicana (página 2)
Enviado por Florencia Cittadini
Dos de las principales cualidades de Goitia eran su clarividencia y su capacidad de plasmar su entorno con realismo. La mayor parte de sus lienzos fueron producto de la contemplación y el análisis profundo de su vida y su entorno, y son un testimonio de varias etapas de la historia de México: la subsistencia de las personas en las haciendas durante el régimen de Porfirio Díaz, la Revolución de 1910, la Posrevolución, la Guerra Cristera y el ambiente cultural de la primera mitad del siglo XX.
Su pintura es puramente social y desde ella se realiza un crítica sobre la opresión sufrida por el pueblo por parte del poder gobernante.
El desesperado
Esta obra claramente refleja el color local propio de la época. Los colores oscuros y la caracterización de un hombre que lucha para subsistir de la marginalidad. La botella en una mano que representa el deseo de borrar el sufrimiento y un palo en otra mano que refiere a una lucha que sigue en pie. Sus ropas roídas por el olvido al que está sometido y la marginalidad que lo hunde en la desesperación.
José Clemente Orozco
1883 – 1949 (Jalisco, México)
Pintor mexicano, nacido en Zapotlán el Grande, Jalisco, en 1883. Aún siendo un niño, conoció a José Guadalupe Posada[1]el ejemplo de cuyos grabados lo indujo a interesarse por la pintura.
Es un pintor, no un ideólogo, por tanto su obra no tiene intención propagandística. En los murales del Paraninfo[2]la crítica a los errores del marxismo es patente en las figuras famélicas y hambrientas. Añade a su habitual paleta colores verdes, amarillos y rojos que acrecientan la expresividad de estas obras. En el año 1922 se unió a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en el sindicato de pintores y escultores, intentando recuperar el arte de la pintura mural bajo el patrocinio del gobierno. A diferencia de Rivera y Siqueiros, Orozco retrata la condición humana de forma apolítica; se interesa por valores universales y no insiste tanto en valores nacionales, de ahí que sus imágenes más características comuniquen la capacidad del hombre de controlar su destino y su libertad ante los efectos determinantes de la historia, la religión y la tecnología.
La Trinchera
En el mural titulado La Trinchera, Orozco muestra ya su estilo más característico: el dibujo neto, preciso, enérgico, expresivo y dinámico, líneas diagonales, ángulos oblicuos. Todo es movimiento, no sólo de cuerpos, sino inclusive de los objetos y de la misma atmósfera. Este dinamismo lo logra por medio de las líneas, enfatizando al máximo el color en una paleta reducida al blanco, el gris y el marrón; usa los colores para reforzar el dibujo, para complementarlo, o bien para sustituir las líneas negras por líneas coloreadas. Utiliza la luz y el claroscuro, para enfatizar la fuerza del trazo. La composición es dinámica, por oposición o contraste de masas y de líneas. Los soldados están dibujados de forma naturalista. Su mundo palpita vida; una vida tan intensa y dramáticamente vivida y expresada por sus pinceladas que parecen latigazos cortantes e incisivos, rabiosos y violentos.
David Alfaro Siqueiros
1896 – 1974 (Chihuahua, México)
Pintó entre rejas y exilios, su vida política fue intensa y corrió paralela a su producción pictórica orientada básicamente al muralismo, su vida y su obra reflejan el espíritu de la revolución social y cultural que sacudió al México del siglo XX. Pintor mexicano, nacido en Ciudad Camargo, Chihuahua en 1896.
Tomó parte en el renacimiento de la pintura al fresco efectuada bajo el patrocinio gubernamental de las decoraciones murales en edificios públicos.
Fue el muralista más activo, en cuanto a la política se refiere. Siqueiros fue encarcelado unas siete veces y otras exiliado, a causa de sus creencias Marxista-Stalinistas. En 1962, fue encarcelado por el gobierno mexicano durante ocho años por organizar disturbios estudiantiles de extrema izquierda dos años antes; el artista fue indultado en 1964. Sus pinturas representan una síntesis muy particular de los estilos futurista, expresionista y abstracto, con colores fuertes e intensos. En 1925 realiza los murales en la Universidad de Guadalajara y en 1930 es encarcelado en Taxco por sus actividades en las manifestaciones del primero de mayo.
Entre los elementos que más lo caracterizaron en sus mejores trabajos, están las perspectivas exageradamente dramáticas, las figuras robustas, el uso audaz de color y frecuente surrealismo, ejemplificados en Death to the Invader (Escuela Normal de Chillán, Bolivia) From Porfirio's Dictatorship to Revolution (Museo Nacional de Historia, Ciudad de México) y The March of Humanity (Palacio de Congresos, Ciudad de México.
Participó en la Revolución Mexicana y viajó a Europa donde tomó contactos con los movimientos de vanguardia y en Barcelona, en 1921, publicó los "Tres llamamientos de orientación actual a los pintores y escultores de la nueva generación americana" para la creación de un arte heroico y público, a partir de los movimientos europeos modernos, fincándose en la tradición precolombina y vernácula. Entre 1937 y 1939 lucha en la Guerra Civil Española contra los fascistas.
Para Siqueiros socialismo revolucionario y modernidad tecnológica eran conceptos íntimamente relacionados. Estaba convencido de que la naturaleza revolucionaria del arte no dependía tan sólo del contenido de sus imágenes sino de la creación de un equivalente estético y tecnológico en consonancia con los contenidos. Toda su vida artística estuvo presidida por la voluntad de crear una pintura mural experimental e innovadora.
Siqueiros adaptaba sus composiciones a lo que él llamó la "arquitectura dinámica", basada en la construcción de composiciones en perspectiva poliangular. Para ello estudiaba cuidadosamente los posibles recorridos de los futuros espectadores en los lugares que albergarían sus murales y definía así los puntos focales de la composición. Siqueiros llegó a utilizar una cámara de cine para reproducir la visión de un espectador en movimiento y ajustar más eficazmente la composición a esa mirada dinámica.
Su anhelo por lograr la adecuación entre las técnicas pictóricas y la contemporaneidad tecnológica le llevó a crear en 1936 un Taller Experimental en Nueva York. Las prácticas del taller buscaban integrar la arquitectura, la pintura y la escultura con los métodos y materiales ofrecidos por la industria. Allí se experimentaba a partir de lo que Siqueiros denominaba "el accidente pictórico", esto es, la práctica de la improvisación mediante técnicas como el goteo de pintura y las texturas con arena. Los chorreones y salpicaduras dejadas caer sobre el lienzo, que luego pasarían a ser emblemáticas del expresionismo abstracto americano, fueron una práctica gestada en el taller de Siqueiros, al que asistieron Jackson Pollock y otros jóvenes que llegarían a formar la primera generación de artistas estadounidenses con un lenguaje propio.
La nueva democracia
En Nueva Democracia (1944, Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México) Siqueiros construye un emblema intemporal del triunfo de la libertad. Aunque la pintura tenía 16 metros de longitud, para Siqueiros no era más
que "un cuadro grande"; las únicas obras que, según él, merecían el nombre de murales eran las que se articulaban con la arquitectura.
Diego Rivera
Guanajuato, 1886 – ciudad de México, 1957) Pintor mexicano, considerado uno de los principales muralistas de su país. Estudió por espacio de quince años (1907-1922) en varios países de Europa (en especial, España, Francia e Italia), donde se interesó por el arte de vanguardia y abandonó el academicismo.
Identificado con los ideales revolucionarios de su patria, Rivera volvió desde tierras italianas a México (1922), en un momento en que la revolución parecía consolidada. Junto con David Alfaro Siqueiros se dedicó a estudiar en profundidad el arte maya y azteca, que influirían de forma significativa en su obra posterior. En colaboración con otros destacados artistas mexicanos del momento (como el propio Siqueiros y Orozco), fundó el sindicato de pintores, del que surgiría el movimiento muralista mexicano, de profunda raíz indigenista.
Durante la década de los años 20 recibió numerosos encargos del gobierno de su país para realizar grandes composiciones murales (Palacio de Cortés en Cuernavaca, Palacio Nacional y Palacio de las Bellas Artes de Ciudad de México, Escuela Nacional de Agricultura en Chapingo) en las que Rivera abandonó las corrientes artísticas del momento para crear un estilo nacional que reflejara la historia del pueblo mexicano, desde la época precolombina hasta la Revolución, con escenas de un realismo vigoroso y popular, y de colores vivos.
En este sentido, son famosas, por ejemplo, las escenas que evocan la presencia de Hernán Cortés en tierras mexicanas (por ejemplo, la llegada del conquistador a las costas de Veracruz, o su encuentro en Tenochtitlán con el soberano azteca Moctezuma II).
Artista comprometido políticamente, Rivera reflejó su adhesión a la causa socialista en sus propias realizaciones murales y fue uno de los fundadores del Partido Comunista Mexicano. Visitó la Unión Soviética en 1927-28, y, de nuevo en México, se casó con la pintora Frida Kahlo, que había sido su modelo.
En la década de 1930 marchó a Estados Unidos, donde puso su arte al servicio de la exaltación del maquinismo; realizó diversas exposiciones y pintó grandes murales en las ciudades de San Francisco, Detroit -decoración del Instituto de Arte de Detroit (1932)- y Nueva York -Rockefeller Center (1933), que fue rechazada por sus contenidos socialistas.
El hombre en una encrucijada
En este mural se mezclan progreso e ideología. Por un lado las ideas de movimiento que surgen de una paleta de colores brillantes y de las maquinas que juntos forman un futurismo maravilloso; y por el otro lado nos encontramos con los colores opacos y rojos, que representan el ahora, el comunismo y la guerra. Sentado en el medio de la escena está Lenin, representando la revolución que acompaña.
Los cuatro artistas que hemos mencionado en este trabajo, sin duda han determinado una parte muy importante de la historia del arte Latinoamericano. Cada uno a su modo ha creado una pintura llena de vida y acción.
Si algo tienen en común es la intención de sacar el arte a las calles y hacer partícipes al pueblo. Sus intenciones puramente sociales atraviesan las esferas sociales para reclamar igualdad social.
México creo una revolución en el campo del arte latinoamericano, marcando el comienzo de una nueva mirada dirigida a la esencia Latinoamérica y esto no lo aíslo del resto del mundo, y no estuvo ajeno a las demás revoluciones en el campo artístico.
Autor:
Florencia Cittadini Acosta
flor.cittadini[arroba]gmail.com
Trabajo Final de: Seminario de Historia del Arte
Profesor: Juan Pérez
IES N°2 "Mariano Acosta"
Profesorado de Letras
[1] Grabador mexicano, quien naci? el 2 de febrero de 1852. En aquellos a?os, el pa?s sufr?a las convulsiones de las luchas por el poder, producto de la guerra de Reforma, Jos? Guadalupe se revel? pronto como un extraordinario dibujante, muchas veces contrario a las reglas de la pintura acad?mica mexicana, vigente hasta los primeros a?os del siglo XX. Sin embargo, sus mejores habilidades estaban en el grabado y sobre todo, en una nueva t?cnica m?s burda y vigorosa: la litograf?a.
[2] La palabra?paraninfo?se utiliza para designar el sal?n de actos de la?universidad?donde tienen lugar los acontecimientos importantes, especialmente las ceremonias de investidura, aunque tambi?n otros como el acto de apertura del curso, conferencias, lecciones magistrales, etc.
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