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Aristoteles – Obra Biológica (página 5)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

El diazoma es hacia los costados más carnoso y más fuerte, mientras que en el centro es más membranoso. De este modo, es más útil para la fuerza y la elasticidad. El porqué de que sea una especie de parte adjunta contra el calor de la parte inferior, se demuestra por las circunstancias: cuando, por su vecindad, absorbe un humor caliente y excremental, en seguida perturba, de forma evidente, el pensamiento y la sensibilidad, por lo cual, también lo llaman diafragma, como si participase, en cierta medida, de la acción de pensar[429]Sin embargo, no participa en absoluto, sino que como está próxima a los órganos que toman parte, hace reconocible el cambio de pensamiento. Por eso es fino por el medio, no sólo por necesidad, porque al ser carnoso las partes cercanas a los costados son necesariamente más carnosas, sino para que reciba la menor cantidad posible de humedad. En efecto, si fuese carnoso [673a] contendría y atraería mucha más humedad. El hecho de que cuando se calienta provoca rápida y claramente una sensación, lo demuestra lo que ocurre con las risas. Cuando nos hacen cosquillas en seguida nos reímos, porque el movimiento llega rápidamente a esta región, pero si ésta se calienta ligeramente, está claro que la provoca igualmente y que altera el pensamiento contra la voluntad. La razón de que sólo el hombre tenga cosquillas es la finura de su piel y que el hombre es el único animal que ríe. Las cosquillas producen risa debido a cierto movimiento de la parte cercana a la axila[430]Dicen que también provocan risa las heridas de guerra en la región cercana al diafragma, debido al calor que resulta de ellas. Esto es más creíble que las afirmaciones que se escuchan acerca de la cabeza humana, de que habla después de haber sido cortada. Algunos afirman, citando a Homero[431]que él hace alusión a esto cuando dice[432]"Mientras hablaba su cabeza, fue mezclada con el polvo", pero no "mientras él hablaba". En Arcadia[433]este tipo de cosas tuvo tanta credibilidad que incluso hicieron un juicio a uno de los habitantes. En efecto, cuando el sacerdote de Zeus Armado[434]fue asesinado, no se sabe claramente por quién, algunos dijeron haber oído repetir a la cabeza cortada: "Cercidas mató hombre por hombre". Por eso, después de buscar en la región un hombre que tuviese el nombre de Cercidas, lo juzgaron. Pero es imposible que la tráquea hable después de cortada y sin el movimiento del pulmón. Entre los bárbaros, que cortan las cabezas con rapidez, jamás ha sucedido nada semejante. Además, ¿por qué causa no se produce en los demás animales? La afirmación de la risa cuando ha sido herido el diafragma es verosímil, ya que ningún otro animal se ríe. Y la de que el cuerpo avanza un poco después de cortada la cabeza, no es nada ilógico, puesto que, al menos, los animales no sanguíneos siguen viviendo así durante largo rato. La causa de esto se ha demostrado en otros tratados[435]

Hemos dicho que cada una de las vísceras existe para algo. Se han formado por necesidad en los extremos interiores de las venas, ya que es necesario que salga humedad, y que ésta sea sanguínea, [673b] por cuya concentración y solidificación se forma el cuerpo de las vísceras. Por eso, precisamente, son sanguíneas, y la naturaleza de su masa es idéntica, aunque diferente a la de otras partes.

Capítulo 11

Todas las vísceras se hallan dentro de una membrana[436]pues necesitan una protección para no ser dañadas, y que ésta sea ligera, y la membrana es así por naturaleza: es densa para protegerlas, carece de carne, de modo que ni atrae ni contiene humedad, y es fina para que sea ligera y no produzca ninguna pesadez. Las membranas más grandes y más fuertes son las que rodean el corazón y el cerebro, y es razonable porque éstos necesitan una mayor protección. La protección se da a las partes primordiales y éstas, más que otras, son primordiales para la vida.

Capítulo 12

Unos animales tienen todo el conjunto de las vísceras mientras que otros, no. De qué clase son éstas y por qué causa existen, ya lo hemos explicado anteriormente. Sin embargo, difieren en los animales que las poseen. Todos los que poseen corazón no lo tienen igual ni, por así decir, ninguna de las demás vísceras.

El hígado, en unos animales, está muy partido, pero en otros, es de una sola pieza; esto se ve en primer lugar, en los propios sanguíneos vivíparos. La diferencia es aún mayor no sólo entre éstos sino también entre los peces y los cuadrúpedos ovíparos entre sí. Por el contrario, el de las aves es muy parecido al hígado de los vivíparos: su color es claro y sanguíneo como el de aquellos. La razón es que sus masas son muy transpirables y no contienen gran cantidad de excreción mala. Por eso, precisamente, algunos vivíparos tampoco tienen bilis. El hígado contribuye, en gran medida, a la templanza y salud del cuerpo. El fin de las vísceras reside, sobre todo, en la sangre, y el hígado es la víscera más sanguínea junto con el corazón. En la mayoría de los cuadrúpedos ovíparos y en los peces, el hígado es amarillento, y en algunos tiene un aspecto absolutamente pésimo, tal como también su masa tiene una mala constitución, por ejemplo: el del sapo, la tortuga y otros animales semejantes.

Los que poseen cuernos y el pie partido en dos tienen el bazo redondeado, igual que la cabra, la oveja y todas las demás especies, a no ser que por su tamaño tenga que crecer más en largura, como le sucede al del buey [674a]. Todos los fisípedos lo tienen grande, como el cerdo[437]el hombre y el perro; en los solípedos, sin embargo, es una mezcla de estos dos: es ancho por un lado y estrecho por otro, como el del caballo, mulo y asno.

Capítulo 13

Las vísceras no sólo difieren de la carne por el volumen de su masa, sino también, por el hecho de que ésta se sitúa en el exterior del cuerpo mientras que aquéllas en el interior. La razón es que su naturaleza es común a la de las venas y además, unas existen en favor de las venas y otras no pueden existir sin ellas.

Capítulo 14

Bajo el diafragma se encuentra el estómago en los animales; en los que poseen esófago está donde termina dicha parte, y en los que no lo tienen, inmediatamente después de la boca. A continuación del estómago se halla el llamado intestino. La causa de que cada animal posea estas partes es evidente para todos. En efecto, es necesario recibir el alimento ingerido y expulsarlo una vez que se ha extraído el jugo, además, el alimento sin cocer y el excremento no deben estar en el mismo lugar y hace falta un sitio en el que se produzca la transformación. Una parte recibirá la alimentación que entra y otra, el excremento inútil. Como el tiempo para cada una de estas operaciones es distinto, es necesario que se efectúen también en lugares separados. Su explicación, sin embargo, es más apropiada en los tratados Sobre la generación y Sobre la nutrición[438]Ahora tenemos que investigar las diferencias del estómago y las partes anejas.

Los animales no tienen los estómagos parecidos entre sí ni en tamaño ni en forma. Sin embargo, todos los vivíparos sanguíneos que tienen dos filas de dientes tienen un solo estómago, como el hombre, el perro, el león y todos los demás polidáctilos[439]además de todos los solípedos, como el caballo, el mulo, el asno y todos los bisulcos con dos filas de dientes[440]como el cerdo, a excepción de alguno que por la grandeza de su cuerpo y la influencia de su alimentación, que no es fácil de digerir porque es espinosa y leñosa, tiene varios estómagos, como el camello[441]e igualmente los que poseen cuernos. Los animales astados no tienen dos filas de dientes. Por eso, el camello no se clasifica entre los que poseen dos filas de dientes, aunque carezca de cuernos, porque a él le es más necesario tener un estómago de tal clase que tener los dientes delanteros[442]Por tanto, como lo tiene parecido [674b] a los que no poseen dos filas de dientes, también tiene los dientes similares a los de éstos, porque si no, no le serían útiles en absoluto. Al mismo tiempo, como su alimentación es espinosa y necesitan que su lengua sea carnosa, la naturaleza ha aprovechado la parte terrosa de los dientes para la dureza del velo del paladar. Pero el camello también rumia como los animales con cuernos, porque tiene el estómago parecido al suyo. Cada uno de éstos tiene varios estómagos como la oveja, el buey, la cabra, el ciervo y el resto de animales semejantes, de modo que, como el servicio de la boca no realiza el trabajo de la alimentación por la deficiencia de sus dientes, los estómagos reciben el alimento uno detrás de otro: uno la recibe sin elaborar, otro, más elaborada, otro, totalmente elaborada y otro, triturada. Por eso, dichos animales tienen diversos lugares o partes, que son denominados estómago[443]redecilla, libro y cuajar. La manera en que unos se relacionan con otros, en cuanto a la posición y la forma, hay que estudiarla en la Historia de los animales y en las anatomías[444]

Por la misma causa también, el género de las aves difiere en la parte que recibe la alimentación. Como no realizan, en absoluto, el trabajo de la boca (porque carecen de dientes) ni tienen nada con lo que dividir y triturar el alimento, unas tienen, delante del estómago, el llamado buche[445]que realiza la función de la boca; otras poseen un ancho esófago o una porción hinchada de él delante del estómago en la que acumula el alimento sin elaborar o bien, una parte elevada del mismo estómago, y otros tienen el propio estómago fuerte y carnoso para poder guardar y digerir el alimento sin triturar durante mucho tiempo. La naturaleza compensa la carencia de boca con la fuerza y calor del estómago. Hay algunas, todas las que tienen patas largas y viven en pantanos, que no tienen nada de esto sino solamente un gran buche por la humedad del alimento. La razón es que la alimentación de todas estas aves es fácil de triturar, de modo que resulta que los estómagos de tales aves son húmedos por la falta de digestión y el tipo de alimentación.

[675a] El género de los peces posee dientes y se puede decir que casi todos ellos son de sierra. Hay un pequeño género que no los tiene así, como el llamado escaro[446]que, por esta razón, es el único que parece rumiar. Los animales que no poseen dos filas de dientes y tienen cuernos también rumian. Los peces tienen todos los dientes afilados, por consiguiente, pueden dividir el alimento pero de forma imperfecta, ya que no pueden perder mucho tiempo. Es por eso por lo que no tienen los dientes anchos ni pueden triturar: los tendrían en vano. Además, unos carecen totalmente de garganta mientras que otros la tienen corta. Ahora bien, para ayudar a la digestión, unos tienen el estómago parecido al de las aves y carnoso, como el mújol, mientras que la mayor parte tiene unos apéndices unidos al lado del estómago para que cuando el alimento se acumule en éstos, como en las cisternas que preceden a un aljibe, lo pudran y lo digieran. Pero los apéndices de los peces son opuestos a los de las aves. Los peces los tienen en la parte superior, cerca del estómago, mientras que las aves que poseen apéndices los tienen en la parte inferior, al final del intestino. Algunos vivíparos también tienen apéndices intestinales en la parte inferior por la misma causa.

Todo el género de los peces, debido a que la elaboración del alimento es imperfecta y a que pasa sin estar cocido, es glotón en la alimentación, igual que todos los demás que tienen el intestino recto. En efecto, como el paso del alimento se produce rápidamente y, por ello, su disfrute es breve, es necesario que el apetito vuelva de nuevo con rapidez. Anteriormente, hemos dicho que los animales con dos filas de dientes tienen un estómago pequeño. Casi todos se clasifican en dos categorías: unos tienen el estómago parecido al del perro y otros, al del cerdo[447]El del cerdo es muy grande y tiene unos pliegues de tamaño medio para que la digestión dure más tiempo, mientras que el del perro es de pequeño tamaño, no sobrepasa mucho la medida del intestino y su interior es liso.

A continuación del estómago se encuentra el conjunto de los intestinos en todos los animales[448]Esta parte también presenta, como el estómago, muchas diferencias. En unos es simple y similar cuando se analiza, mientras que en otros es irregular. En algunos es más ancho en la zona próxima al estómago y más estrecho al final (por eso, los perros expulsan con dolor tal excremento), pero en la [675b] mayor parte es más estrecho en la zona superior y más ancho al final.

Como en los animales astados son más grandes y tienen muchos pliegues, el volumen de su estómago e intestinos es, también, mayor, debido a su tamaño. Todos los animales con cuernos tienen los intestinos, por así decir, grandes, a causa de la elaboración del alimento. En los que no tienen recto el intestino, esta parte se va ensanchando conforme avanza, es decir, tienen el llamado colon y una parte ciega y gruesa del intestino, después de la cual vuelve de nuevo a ser más estrecho y enroscado. Inmediatamente después de éste avanza[449]hacia el orificio anal y en unos, esta parte es grasa y en otros, no. Todas estas partes han sido ideadas por la naturaleza para que se produzcan convenientemente las operaciones de la nutrición y de la producción de excremento. A medida que el excremento avanza y desciende encuentra una parte más ancha y allí permanece para sufrir la transformación en los animales mejor alimentados y en los que necesitan más alimento por su tamaño o por el calor de esta región. Luego, desde allí, del mismo modo que después del alto vientre viene una parte más estrecha del intestino, así también, el excremento, una vez extraído todo el jugo, avanza de nuevo desde el colon y la parte ancha del bajo vientre hacia una parte más estrecha y con curvas, para que la naturaleza lo regule y la salida del excremento no se produzca de una sola vez.

Todos los animales que deben ser muy sobrios en la acción de alimentarse no tienen grandes espacios en el bajo vientre sino que tienen muchas curvas y su intestino no es recto. En efecto, la anchura de espacio provoca un deseo de alimentación abundante y la rectitud, la rápida vuelta del apetito. Por eso, precisamente, todos los animales que poseen receptáculos simples o anchos son glotones, unos por la cantidad, otros por la frecuencia. Pero, como el alimento que acaba de entrar en el alto vientre es necesariamente fresco y, cuando avanza hacia abajo es excremental y carente de jugo, debe haber una parte intermedia en la que se produzca la transformación, es decir, donde ya no esté fresco ni sea, aún, un excremento. Por eso, todos los animales de tal clase tienen, también, el llamado yeyuno en el intestino delgado, después del estómago. Este se halla en medio del alto vientre, donde el alimento no está digerido, y el bajo vientre, donde es ya un residuo inútil. Se forma en todos, pero es visible [676a] en los más grandes y cuando están en ayunas, no cuando han comido. En ese caso, se produce un espacio entre ambas regiones y, después de comer, el tiempo para la transformación es breve. En las hembras, el yeyuno se forma en cualquier lugar de la parte superior del intestino, los machos, sin embargo, lo tienen delante del ciego y del bajo vientre.

Capítulo 15

Tienen el llamado cuajo[450]todos los animales que poseen varios estómagos y la liebre entre los que tienen un solo estómago. Los que poseen diversos estómagos no tienen el cuajo ni en la panza ni en la redecilla ni en el último, el cuajar, sino entre el último y los primeros, en el llamado libro. Todos estos animales tienen cuajo debido al espesor de la leche. Los que tienen un único estómago no lo poseen, ya que su leche es clara. Por eso, la leche de los astados se cuaja mientras que la de los no astados, no. En la liebre se forma el cuajo porque come una hierba que tiene el jugo parecido al de la higuera. Tal jugo hace cuajar la leche en el estómago de los embriones. El porqué de que el cuajo se produzca en el libro de los animales con diversos estómagos, se ha explicado en los Problemas[451]

Libro IV

Capítulo 1

Las vísceras, el estómago y cada una de las partes mencionadas se hallan del mismo modo en los animales cuadrúpedos ovíparos que en los que carecen de pies, como las serpientes. Pues también la naturaleza de las serpientes es congénere a la de aquellos: es parecida a la de un lagarto grande y sin pies[452]Todas sus partes son también similares a las de los peces, pero aquellos[453]tienen pulmón porque viven en la tierra, mientras que éstos no, sino que, en su lugar, poseen branquias. Ni los peces, ni ninguno de aquellos a excepción de la tortuga, tienen vejiga. Como beben poco porque su pulmón no es sanguíneo, el líquido se transforma en escamas, tal como en las aves se convierte en plumas. En todos estos animales, como también en las aves, el excremento es blanco en la superficie. Por eso, en los que poseen vejiga, queda un depósito salado y terroso en los vasos después de expulsar el excremento: lo dulce y potable se emplea, por su ligereza, para las carnes.

Las víboras presentan, frente al resto de las serpientes, la misma diferencia [676b] que la que tienen los selácios con el resto de los peces. Pues los selacios y las víboras son exteriormente vivíparos, aunque en su interior hayan engendrado, en primer lugar, huevos. Toda esta clase de animales tienen un sólo estómago, igual que el resto de los que tienen dos filas de dientes. También tienen las vísceras muy pequeñas, como otros que no tienen vejiga. Las serpientes, por la forma de su cuerpo, que es larga y estrecha, tienen la configuración de sus entrañas distinta a la del resto de los animales porque ha sido formada, debido al espacio, como en un molde.

Todos los animales sanguíneos tienen un epiplón, un mesenterio y las partes del conjunto de los intestinos, además del diazoma[454]y el corazón, así como un pulmón y una tráquea, a excepción de los peces. En todos los que poseen tráquea y esófago, su posición es la misma por las causas referidas anteriormente.

Capítulo 2

La mayoría de los animales sanguíneos tienen también la bilis, unos sobre el hígado y otros enlazada con los intestinos, porque su naturaleza no es inferior a la del bajo vientre. Queda muy claro en los peces. Todos éstos la poseen y la mayoría junto a los intestinos, y algunos la tienen extendida a lo largo de todo él, como el bonito. La mayoría de las serpientes también la tienen así. Por eso, precisamente, los que afirman que la naturaleza de la bilis existe para una determinada sensación, no están en lo cierto. Dicen que es por lo siguiente: para que se irrite cuando molesta la parte del alma que rodea el hígado, y provoque alegría cuando es liberada. Unos carecen totalmente de bilis, como el caballo, el mulo, el asno, el ciervo y el gamo. El camello no tiene una bilis diferenciada, sino más bien, pequeños vasos biliares. Entre los animales marinos, la foca no tiene bilis, ni tampoco el delfín. Dentro del mismo género, unos individuos parecen tenerla y otros no, como ocurre con el género de los ratones. El hombre pertenece a estos grupos ya que algunos parecen tener bilis en el hígado y otros, no. Por eso se produce una disensión en torno al género entero. Los que por casualidad observan que está en la mayoría, suponen que la tienen todos[455]Así ocurre respecto a las ovejas y las cabras. La mayor parte [677a] de éstos tiene bilis, pero en ocasiones tienen tanta que el exceso parece ser monstruoso, como en Naxos[456]aunque a veces, no tienen, como en cierto lugar de la zona de Calcis[457]en Eubea[458]Además, como hemos dicho, la de los peces está muy unida al hígado. El círculo de Anaxágoras[459]no está en lo cierto al suponer que es la causa de las enfermedades agudas, porque cuando es muy abundante, se esparce hacia el pulmón, las venas y los costados. Pero casi todos los animales que padecen enfermedades, carecen de bilis, y esto podría verse claramente en las anatomías[460]Es más, la cantidad que hay durante las enfermedades y la que se esparce es incomparable. Sin embargo, parece que igual que la bilis que se produce en el resto del cuerpo es una excreción o una escoria, así también, la bilis que hay sobre el hígado es una excreción y no tiene ninguna finalidad, como el residuo que se produce en el estómago y los intestinos. A veces, la naturaleza también se sirve de las excreciones para una utilidad, pero no por esto es preciso buscar una finalidad para todo[461]Sin embargo, aunque en algunas cosas sea así, otras muchas existen por necesidad.

Aquellos en que la constitución del hígado goza de buena salud y la naturaleza de la sangre segregada en éste es dulce, o bien no tienen en absoluto bilis en el hígado, o bien la tienen en unos pequeños vasos, o unos la tienen y otros no. Por eso, los hígados de los que no tienen bilis tienen buen color y son, en general, dulces, y en los que tienen bilis, la parte más dulce del hígado es la que hay bajo la bilis. La bilis es el excremento que produce el hígado en los animales compuestos de sangre menos pura. En efecto, excremento significa lo contrario que alimento, y amargo lo contrario que dulce, y la sangre dulce significa que está sana. Así pues, es evidente que la bilis no tiene una finalidad, sino que es una impureza. Por eso, es muy satisfactoria la afirmación de los antiguos de que la causa de vivir más tiempo es carecer de bilis, y hacían referencia a los solípedos y a los ciervos: en efecto, éstos no tienen bilis y viven durante mucho tiempo. Pero además, hay animales no observados por aquellos que carecen de bilis, como el delfín y el camello, y resulta que éstos también tienen una larga vida. Es razonable que la naturaleza del hígado, que es conveniente y necesaria para todos los animales sanguíneos, sea la causa, si es que hay alguna [677b] de vivir más o menos tiempo. También es razonable que tal excreción sea propia de esta víscera y no de ninguna otra. En efecto, ningún tipo de humor puede acercarse al corazón (pues no soporta ninguna afección violenta) y ninguna de las otras vísceras es necesaria para los animales, a excepción, únicamente, del hígado. Por eso, es la única que se halla cerca de él. Es absurdo no pensar que en cualquier parte donde se puede ver una mucosidad o un residuo del estómago, hay una excreción, y es evidente que con la bilis ocurre lo mismo, es decir, que no se diferencia por la localización.

Acerca de la bilis, también ha quedado explicado por qué unos animales la tienen y otros, no.

Capítulo 3

Queda hablar sobre el mesenterio y el epiplón, ya que están en ésta región y junto a esas partes.

El epiplón es una membrana sebosa en los animales que tienen sebo, y grasa en los que tienen grasa. De qué clase es cada uno de éstos, ya lo hemos dicho anteriormente[462]El epiplón, tanto en los animales que tienen un solo estómago como en los que tienen varios, parte[463]de la mitad del estómago, en la parte marcada como una costura. Se extiende de la misma manera sobre el resto del estómago y la masa de los intestinos en los animales sanguíneos, tanto terrestres como acuáticos.

La formación de esta parte ocurre necesariamente de la siguiente manera: cuando una mezcla de sólido y líquido se calienta, la superficie siempre resulta similar a la piel y la membrana, y esta región está llena de una alimentación de tal clase. Además, debido al espesor de la membrana, la nutrición sanguinolenta que se filtra es, necesariamente, grasa, porque ésta es muy fina, y como debido al calor que hay en esta región sufre una cocción, en lugar de una composición carnosa y sanguinolenta se produce sebo y grasa. Así pues, la formación del epiplón ocurre según este razonamiento y la naturaleza lo utiliza para la perfecta cocción del alimento, a fin de que los animales lo digieran más fácil y rápidamente. En efecto, el calor puede cocer, y lo graso es caliente, entonces el epiplón es graso. Por eso también, parte de la mitad del estómago, porque el órgano vecino, el hígado, cuece la parte que hay a su lado[464]Queda explicado también el epiplón.

Capítulo 4

El llamado mesenterio es una membrana que se extiende de una forma continua por la prolongación de los intestinos hasta la vena [678a] grande y la aorta, y que está lleno de numerosas y abundantes venas que van desde los intestinos hasta la vena grande y la aorta. Encontraremos que su formación existe por necesidad, igual que otras partes. Por qué causa se encuentra en los animales sanguíneos, queda claro cuando se examina. Como los animales necesitan tomar la alimentación del exterior y a su vez, producir a partir de ésta la nutrición última, desde la cual es ya distribuida a las partes (esto, en los animales no sanguíneos, carece de nombre, pero en los sanguíneos es llamado sangre)[465], es preciso que haya una parte por donde la alimentación pase, como a través de unas raíces, del estómago a las venas. Las plantas tienen raíces en la tierra (pues de allí toman el alimento), pero en los animales, el estómago y la potencia de los intestinos son la tierra de la que tienen que recibir la nutrición. Por eso existe la naturaleza del mesenterio, para contener las venas que lo atraviesan. Queda explicado para qué existe el mesenterio. De qué manera recibe el alimento y cómo, desde la nutrición última, penetra y se distribuye a través de las venas en todas las partes, se dirá en los tratados sobre la generación de los animales y la nutrición[466]

En cuanto a los animales sanguíneos, hemos explicado cómo son respecto a las partes definidas, y por qué causas. Queda por hablar a continuación, sobre las partes que contribuyen a la generación, en las que la hembra parece diferir del macho. Pero como hay que explicar la generación, conviene tratar sobre estas partes en el estudio sobre aquella[467]

Capítulo 5

Los llamados cefalópodos[468]y los crustáceos presentan muchas diferencias con éstos[469]Para empezar, no poseen el conjunto total de las vísceras, como tampoco, ninguno de los restantes animales no sanguíneos. Hay otros dos géneros no sanguíneos, los testáceos y el grupo de los insectos[470]Todos estos carecen de sangre con la que formar las vísceras porque tal fenómeno es parte de su propia sustancia. Que unos tengan sangre y otros no, se incluirá en el razonamiento que define su sustancia. Además, la finalidad que tienen las vísceras en los animales sanguíneos, en absoluto se encontrará en tales animales, pues no [678b] tienen venas ni vejiga, ni respiran, sino que solamente necesitan el análogo al corazón. En efecto, la facultad sensitiva del alma y causante de la vida se halla, para todos los animales, en algún principio de las partes y del cuerpo. Y todos estos tienen las partes relacionadas con la alimentación por necesidad, aunque los tipos difieren según los lugares por donde reciben el alimento.

Los cefalópodos tienen dos dientes en la llamada boca, y dentro de ella, algo carnoso en lugar de lengua, con lo que aprecian el sabor de las comidas. Los crustáceos también tienen, igual que éstos, los primeros dientes y la parte carnosa análoga a la lengua. Es más, todos los testáceos tienen dicha parte por la misma causa que los sanguíneos, para percibir el alimento. Igualmente, unos insectos tienen una trompa que les sale de la boca, por ejemplo: el género de las abejas y el de las moscas, como hemos dicho anteriormente. Aquellos que no tienen un aguijón delantero poseen en la boca dicha parte, como el género de las hormigas y cualquier otro semejante. Algunos de éstos tienen dientes, aunque muy diferentes, como el género de las moscas y el de las abejas, pero otros, aquellos que necesitan alimento líquido, no. Pues muchos insectos no tienen los dientes para la alimentación sino para la lucha.

Unos testáceos, como se ha explicado en los primeros tratados[471]tienen un órgano robusto llamado lengua, mientras que los bígaros poseen, además, dos dientes, igual que los crustáceos.

Después de la boca viene, en los cefalópodos una larga garganta y a continuación un buche, precisamente como el de las aves, después un estómago continuo y tras éste un intestino simple hasta el orificio anal. Las sepias y los pulpos tienen las partes en torno al estómago, semejantes en configuración y tacto. En los llamados calamares, los receptáculos que sirven de estómago son igualmente dos, pero el otro es menos parecido a un buche, y difieren en sus formas porque todo su cuerpo está compuesto de carne muy blanda. Estos tienen las partes de esta manera por la misma causa que las aves, pues ninguno de ellos puede triturar el alimento, por lo cual tienen el buche delante del estómago.

Para defenderse y protegerse, estos poseen la llamada tinta, producida en un manto membranoso [679a], que tiene su salida y su fin precisamente por donde expulsan el excremento del estómago, en el llamado ojal. Este se halla en la parte de debajo.

Por consiguiente, todos los cefalópodos tienen esta peculiar parte, pero la sepia la tiene especialmente grande. Cuando son atemorizados y sienten miedo, producen delante del cuerpo, como una barrera, la negrura del agua, es decir, la enturbian. Los calamares y pulpos tienen la tinta en la parte superior, más bien sobre el mytis[472]la sepia, sin embargo, en la parte inferior, cerca del estómago. Es mayor porque la utiliza más. Esto le sucede porque su vida transcurre cerca de la tierra, y carece de otro medio de defensa, tal como el pulpo puede utilizar los tentáculos y el cambio de color que le sobreviene a causa del miedo[473]así como también la expulsión de la tinta. El calamar es el único de estos animales que vive en alta mar. Así pues, la sepia tiene, por eso, una mayor cantidad de tinta, y se halla en la parte inferior por que, por ser más grande, puede arrojarla con mayor facilidad y desde lejos. La tinta se produce en éstos, igual que en las aves el depósito blanco y terroso en la superficie del excremento, porque estos tampoco tienen vejiga. La parte más terrosa pasa a ella, y en la sepia es más abundante porque tiene más elemento terroso. La prueba es que el sepión[474]es de tal manera. Este no lo posee el pulpo, los calamares, sin embargo, lo tienen cartilaginoso y fino. Ha quedado explicado por qué causa unos no lo poseen y otros sí, y de qué clase es cada uno de éstos.

Entre los animales no sanguíneos y que, por ello, son fríos y temerosos, tal como a algunos se les revuelve el estómago cuando sienten miedo y a otros se les escapa orina de la vejiga, también éstos, por necesidad, expulsan tinta a causa del miedo, como ocurre con la expulsión de la vejiga, y la naturaleza aprovecha tal excreción al mismo tiempo para su defensa y protección.

También tienen los crustáceos, los semejantes a la langosta y los cangrejos, los dos primeros dientes, y en medio la carne que parece la lengua, como también hemos explicado anteriormente, e inmediatamente después de la boca una garganta pequeña en relación con el tamaño del cuerpo; las cosas más grandes se relacionan con las más pequeñas. A continuación de la garganta, está el estómago en el cual las langostas y algunos cangrejos tienen otros dientes, porque los superiores no mastican lo suficiente, y desde el estómago sale un intestino simple que va derecho hasta [679b] el orificio de salida del excremento.

Cada uno de los testáceos tiene estas partes, unos las tienen más configuradas y otros menos. En los más grandes, cada una de estas partes es mucho más visible. Los bígaros tienen dientes duros y afilados, como hemos dicho anteriormente, y la parte carnosa del medio, igual que los cefalópodos y los crustáceos, y la trompa, como se ha dicho, intermedia entre un aguijón y una lengua, y después de ésta, una garganta. Sigue a ésta el estómago, dentro del cual está el llamado mecon[475]de donde parte un intestino continuo con un principio simple desde el mecon. En todos los testáceos este excremento parece ser muy comestible. Los gasterópodos como la púrpura y los buccinos son iguales a los bígaros.

Hay muchos géneros y especies de testáceos. Unos son gasterópodos, como acabamos de decir, otros son bivalvos y otros univalvos. En cierto modo los gasterópodos también se parecen a los bivalvos, ya que todos ellos poseen, desde su nacimiento, unos opérculos sobre la parte visible de la carne para defenderse, como las púrpuras, las caracolas, las neritas y todo género semejante. En efecto, la parte por donde no protege la concha, es más fácilmente dañada por los agentes externos. Por consiguiente, los univalvos, como están adheridos a una roca son protegidos por la concha que tienen en la espalda y, en cierto modo, llegan a ser bivalvos por la barrera exterior, como las llamadas lapas. Los bivalvos, como las pechinas y mejillones, se protegen cuando se cierran, y los gasterópodos lo hacen con esa cobertura, como si de univalvos pasasen a bivalvos. El erizo de mar es el que mejor medio de defensa tiene de todos ya que su concha le cubre por todo alrededor y forma una empalizada de púas. Pero ésta es una particularidad entre los testáceos, como hemos dicho anteriormente. La naturaleza de los crustáceos y de los testáceos se estructura de forma opuesta a la de los cefalópodos. Unos tienen la parte carnosa en el exterior, mientras que los otros en el interior, y la parte terrosa en el exterior. El erizo, sin embargo, no tiene nada carnoso.

Así pues, todos, como hemos dicho, incluso los otros testáceos, poseen una boca, la parte semejante a la lengua, el estómago y el orificio de salida del excremento, pero difieren por la posición y el tamaño. El modo en que [680a] cada uno de éstos las tienen hay que estudiarlo en la Historia de los Animales[476]y en las Planchas Anatómicas, pues unas cosas es mejor demostrarlas por la razón y otras, por la observación.

Los erizos y el género de las ascidias son una particularidad entre los testáceos. Los erizos tienen cinco dientes y la parte carnosa en el medio, como está en todos los animales mencionados, a continuación una garganta y después de ésta el estómago, que está dividido en diversas partes, como si este animal tuviese varios estómagos. Pues esas partes están separadas y llenas de excremento, pero suelen depender de una sóla garganta y terminan en un único orificio de salida del excremento. Aparte del estómago, no tienen ninguna parte carnosa, como se ha dicho[477]pero tienen los llamados huevos en gran número, separados cada uno por una membrana, y desde la boca en círculo se esparcen sin orden alguno unas cosas negras que carecen de nombre. Como hay muchos géneros (pues no es única la especie de todos los erizos) todos tienen esas partes, pero no todos tienen comestibles los llamados huevos, y son muy pequeños salvo en los géneros predominantes. Esto también ocurre, en general, en los otros testáceos, ya que la carne no es igualmente comestible en todos, y la excreción, el llamado mecon, es en unos comestible, y en otros, no. Los gasterópodos la tienen en espiral, los univalvos, como las lapas, al fondo, y los bivalvos junto a la bisagra. En estos últimos, el llamado huevo está a la derecha y en el otro lado se halla el orificio de salida del excremento. No es correcto llamarlo huevo, porque es como la grasa de los animales sanguíneos cuando gozan de buena salud. Por eso también se forma en esos momentos del año en que están en buenas condiciones, esto es, en primavera y en otoño. Durante el frío y los calores todos los testáceos sufren y no pueden soportar temperaturas extremas. Una prueba es lo que ocurre en los erizos: los tienen nada más nacer y, más aún, durante los plenilunios, no porque coman más, como algunos creen, sino porque las noches son más calientes debido a la luz de la luna. Como son frioleros porque carecen de sangre, necesitan calor. Por eso, durante el verano, están en mejores condiciones en todas partes salvo los del estrecho de Pirra[478]Estos no son más pequeños [680b] en el invierno. La razón es que entonces, tienen una mayor abundancia de comida porque los peces abandonan el lugar en esa estación.

Todos los erizos tienen el mismo número de huevos y es impar: tienen cinco, tantos como dientes y estómagos. La razón es que el huevo no es, como hemos dicho anteriormente, un huevo sino un estado de buena nutrición del animal. El llamado huevo se forma en las ostras solamente en un lado. Eso mismo ocurre también en los erizos. Como el erizo tiene forma esférica y su cuerpo no es un simple círculo, como en las distintas ostras, y no es, por un lado de una manera, y por otro de otra, sino que es igual por todos los lados (ya que es esférico) es necesario que también el huevo sea de la misma manera. En efecto, no es, como en otros, diferente de un círculo. Todos ellos tienen la cabeza en medio, y en algunos dicha parte está arriba. Pero, con todo, el huevo no puede ser continuo, ni siquiera en los otros, sino que solamente se halla en un lado del círculo. Por tanto, como esto es común a todos, es necesario que la forma esférica del cuerpo sea una particularidad de aquellos, para que los huevos no sean pares. En efecto, estarían en organización simétrica porque necesitarían ser iguales a ambos lados, si el número de huevos fuese par y simétrico. Si fuese así tendrían huevos a ambos lados del círculo. Y esto no es posible ni siquiera en las distintas ostras. Las ostras y las pechinas tienen dicha parte en un lado de la circunferencia. Es necesario que sean tres, cinco o algún otro número impar. Si fuesen tres, estarían muy separados y si fuesen más de cinco, serían continuos. Lo primero no es lo mejor y lo segundo no es posible. Entonces, es necesario que tengan cinco huevos.

Por la misma causa también el estómago está dividido de tal manera y tiene tal cantidad de dientes. Cada uno de los huevos, que son como el cuerpo de un animal, debe corresponderse con el tipo de estómago, ya que de allí proviene el crecimiento. Si hubiera un solo estómago, o estarían muy separados o éste ocuparía toda la cavidad, de tal modo que el erizo no se podría mover ni llenar el recipiente de la alimentación. Pero como hay cinco intervalos[479]es necesario que el estómago, para corresponder a cada uno de ellos, esté dividido en cinco partes. Por la misma razón, también hay la misma cantidad de dientes. De esta manera, la naturaleza habría asignado una organización idéntica a las citadas [681a] partes.

Así pues, queda dicho por qué el erizo tiene un número impar de huevos y por qué son cinco. Por qué unos los tienen muy pequeños y otros, grandes, la razón es que éstos últimos son, por naturaleza, más calientes. El calor puede cocer mejor el alimento, por lo cual los que no son comestibles están más llenos de excremento. El calor de su naturaleza les procura más movimiento, así que comen y no permanecen quietos. Prueba de esto es que tales animales siempre tienen algo sobre las púas porque se mueven sin parar, pues utilizan las púas como pies.

Las ascidias difieren poco, en su naturaleza, de las plantas, pero, al mismo tiempo, están más próximos a los animales que las esponjas. Estas tienen todas las propiedades de una planta. En efecto, la naturaleza pasa progresivamente de inanimados a animados, a través de seres vivos que no son animales, de tal modo que parecen diferir muy poco unos de otros por su proximidad[480]La esponja, como hemos dicho, por el hecho de que sólo vive si crece sobre algo, y, cuando se suelta, muere, es absolutamente igual a las plantas. Las llamadas holoturias, las medusas e incluso otros animales semejantes que viven en el mar difieren poco de éstos a no ser porque viven sueltos, ya que carecen de sensación alguna y viven como si fuesen plantas sueltas. Pero entre las plantas terrestres también hay algunas así, que viven y crecen unas sobre otras, y otras, sueltas, como la del Parnaso[481]que algunos llaman "epipetron"[482]. Ésta vive durante mucho tiempo colgada de lo alto de un clavo. En algunas ocasiones, las ascidias se parecen a las plantas solamente por el hecho de que viven adheridas a algo, pero podría parecer que tienen una parte carnosa; pero no queda claro en cual de los dos grupos hay que situarlas.

Esta criatura tiene dos conductos y una sola hendidura por la cual toma el líquido para la alimentación, y por donde, a su vez, expulsa el humor restante, pues no está claro que tenga ningún excremento como los demás testáceos. Por eso especialmente, es correcto llamarla vegetal, así como a cualquier otro animal semejante, ya que ninguna planta tiene excremento. Por el medio pasa una fina separación[483]en la que, probablemente, se sitúa lo más importante para la vida. En cuanto a los que reciben el nombre de ortigas o anémonas de mar[484]no son [681b] testáceos, sino que se salen fuera de la clasificación de los géneros y su naturaleza vacila entre planta y animal. Por el hecho de que, algunas de ellas viven sueltas[485]y corren hacia la comida y son sensibles a los agentes externos, son parecidas a los animales. Además utilizan la dureza de su cuerpo para protegerse. Pero como son imperfectas y se adhieren rápidamente a las rocas, y además carecen en absoluto de un residuo evidente, aunque posean boca, están muy próximas al género de las plantas. El género de las estrellas de mar es parecido a éste, pues se lanzan a chupar muchas ostras, y al de los citados animales que viven sueltos, como los cefalópodos y los crustáceos. El mismo razonamiento se sigue respecto a los testáceos.

Las partes de la alimentación, que todos los animales necesitan, son del modo descrito anteriormente, pero es preciso, evidentemente, que tengan una parte análoga a las que en los animales sanguíneos se hallan en relación con la parte que rige las sensaciones[486]ya que todos los animales deben tenerla. Esta parte, en los cefalópodos, es un humor encerrado dentro de una membrana a través de la cual la garganta se prolonga hasta el estómago, y crece, más bien, hacia la parte superior, y algunos lo llaman mytis. Los crustáceos tienen otra parte así, que también es llamada mytis. Esta parte es líquida y corpórea al mismo tiempo, y por el centro de ella pasa, como hemos dicho, la garganta. Si estuviese entre ésta y la parte posterior, no podría abrirse de la misma manera cuando entra el alimento debido a la dureza del dorso. El intestino está en la parte externa del mytis, y la tinta junto al intestino, para que esté lo más lejos posible de la entrada y lo desagradable se aleje de lo mejor y del principio. Que esta parte es la análoga al corazón, lo demuestra su situación (pues es la misma) y la dulzura del líquido, que está cocido y es parecido a la sangre.

En los testáceos la parte que rige la sensibilidad ocupa el mismo lugar, pero es menos aparente. Sin embargo, es preciso buscar siempre este principio en torno al medio : en todos los animales inmóviles, entre la parte que recibe la alimentación y aquella mediante la que se produce la secreción espermática y excremental, y en todos los animales que se mueven [682a] siempre en el medio, entre la derecha y la izquierda. En los insectos la parte de tal principio, como se ha dicho en los primeros tratados[487]está entre la cabeza y la cavidad del estómago. Este, en la mayoría, es uno solo, pero en otros hay más, como en los ciempiés y en insectos largos. Por eso, aunque se partan, siguen vivos. La naturaleza intenta crear en todos los animales un solo órgano de tal clase, y cuando puede, lo hace, pero cuando no, crea más de uno. Y está más claro en unos casos que en otros.

Las partes para la alimentación no son iguales en todos insectos, sino que presentan muchas diferencias. En algunos, el llamado aguijón está dentro de la boca, como si fuese una composición y tuviese el carácter de lengua y labios. En los que no poseen el aguijón delante, el órgano sensorial semejante está detrás de los dientes. Después de éste, todos tienen un intestino recto y simple hasta el orificio de salida del excremento. Algunos lo tienen en espiral. Otros tienen el estómago después de la boca, y desde el estómago sale un intestino retorcido, a fin de que los que por naturaleza son más voraces y más grandes puedan recibir una mayor cantidad de alimento. El género de las cigarras tiene la naturaleza más particular de todos. En la misma parte tienen fundidas la boca y la lengua, a través de la cual toman, como a través de raices, la alimentación de entre los líquidos. Entre los animales, todos los insectos son poco comedores, no tanto por su pequeñez como por su frialdad (el calor también necesita nutrición y la cuece rápidamente; el frío, sin embargo, no necesita alimentación), y, en especial, el género de las cigarras. Para su cuerpo, es alimento suficiente la humedad que deja el aire, como ocurre con los animales efímeros (éstos nacen en los alrededores del Ponto[488]con la diferencia de que éstos viven un sólo día, mientras que aquellos varios días, aunque sean pocos.

Como se ha hablado de las partes que hay en el interior de los animales, hay que volver a tratar sobre las que faltan del exterior. Hay que empezar por los animales que acabamos de mencionar y no por donde lo hemos dejado, para que su discusión nos ocupe menos tiempo y podamos dedicarnos más a los animales perfectos y sanguíneos.

Capítulo 6

Los insectos no tienen un gran número de partes pero, igualmente, poseen diferencias entre sí. Todos son polípodos porque en vista de la lentitud [682b] y frialdad de su naturaleza, el hecho de tener muchos pies hace eficaz su movimiento. Los más fríos son también los que más patas tienen, debido a su largura, como el género de los ciempiés. Pero además, son insectos porque tienen muchos principios y, por eso mismo, poseen muchas patas.

Aquellos que tienen menos pies, son alados para compensar la carencia de pies. Entre los propios animales alados, aquellos cuya vida es nómada y necesitan cambiarse de lugar para alimentarse, tienen cuatro alas y el peso de su cuerpo es ligero, como las abejas y animales de raza semejante a éstas: tienen dos alas a cada lado del cuerpo[489]Dentro de éstos, los que son pequeños tienen dos alas, como el género de las moscas. Sin embargo, los que son pesados y su vida es sedentaria tienen varias alas igual que las abejas, pero con élitros en ellas, como los abejorros e insectos semejantes, para proteger la potencia de las alas. Como son sedentarios, sus alas son más fáciles de destruir que las de los que se mueven, por eso precisamente, tienen una protección encima de ellas. Además el ala de éstos no está dividida ni tiene cañón, ya que no es una pluma, sino una membrana de piel, que por su sequedad, necesariamente se separa de su cuerpo porque la parte carnosa es fría.

Son insectos[490]por las causas mencionadas, y para protegerse, como no sufren, se enroscan. En efecto, los que son largos se enrollan sobre sí mismos, pero esto no podría ocurrirles a los que no son insectos. Los que no se pueden enroscar en sí mismos se endurecen con el encadenamiento de los segmentos. Esto queda claro cuando los tocan, como ocurre en los llamados escarabajos, pues cuando se asustan se quedan inmóviles y su cuerpo se vuelve duro. Pero necesitan estar divididos en partes, ya que en su sustancia está el poseer muchos principios, y en este aspecto se parecen a las plantas[491]En efecto, como las plantas, éstos también pueden vivir si se les parte, a excepción de que éstos viven hasta cierto punto, mientras que en aquellas su naturaleza vuelve a estar completa y nacen dos o un número mayor de una sola.

Algunos insectos tienen también un aguijón para defenderse de los ataques. Unos tienen el aguijón delante y otros detrás; en los primeros está en la lengua y en los segundos en la cola. Tal como a los elefantes el órgano sensorial del olfato les sirve para la [683a] lucha y el ejercicio de la alimentación, así también, a algunos insectos les sirve el órgano fijado en la lengua, ya que con éste perciben el alimento, lo toman y se lo acercan. Aquellos que no tienen el aguijón delante, unos poseen dientes para comer y otros para tomar e introducir el alimento, por ejemplo: las hormigas y el género entero de las abejas. Sin embargo, aquellos que lo tienen detrás, por su temperamento, utilizan el aguijón como arma. Unos tienen el aguijón en su interior, como las abejas y las avispas, porque son alados. Si fuese frío y estuviese en el exterior sería fácilmente destruible. Si fuese fuerte, como el de los escorpiones, le produciría peso. Los escorpiones terrestres que tienen cola necesitan tener el aguijón sobre ésta, de otro modo no les serviría para luchar. Ningún insecto díptero tiene el aguijón detrás, pues son dípteros porque son frágiles y pequeños. A los seres pequeños les basta para elevarse un pequeño número de alas. Por eso mismo tienen el aguijón delante, porque como son frágiles, difícilmente pueden golpear con la parte posterior. Sin embargo, los que tienen muchas alas, puesto que su naturaleza es mayor, han recibido más alas y tienen fuerza en la parte posterior. Pero es mejor, cuando es posible, que el mismo órgano no se dedique a usos distintos, sino que el órgano defensivo sea muy agudo, y el que sirve de lengua, esponjoso y capaz de sorber el alimento. Cuando puede utilizar dos órganos para dos funciones sin que se estorben mutuamente, la naturaleza no tiene, en absoluto, la costumbre de obrar como el forjador que para economizar fabrica un asador-candelabro. Sin embargo, cuando no es posible, emplea el mismo órgano para diversas funciones.

Algunos de éstos tienen las patas delanteras más grandes para que, como no tienen buena vista porque sus ojos son duros, puedan limpiar lo que les entre con las patas delanteras, que es precisamente lo que parecen hacer las moscas y los animales semejantes a las abejas: cruzan sin cesar las patas delanteras. Las patas traseras son más grandes que las del medio para caminar y para elevarse con más facilidad de la tierra cuando se disponen a volar. Esto es aún más evidente en todos los que saltan, como los saltamontes y el género de las pulgas. Cuando, después de haberlas flexionado, las extienden de nuevo, necesariamente se elevan de la tierra. Los saltamontes no tienen delante las patas que parecen timones, sino solamente detrás, [683b] pues necesitan que la flexión se produzca hacia dentro, y ninguno de los miembros anteriores es de esa manera. Todos los animales de tal clase tienen, contando con las partes que utilizan para el salto, seis patas.

Capítulo 7

El cuerpo de los testáceos no consta de muchas partes. La razón de esto es que por naturaleza son sedentarios. Los animales que se mueven necesitan tener más patas porque su actividad es mayor: los que participan en más movimientos necesitan más órganos. Algunos testáceos son totalmente inmóviles, otros, sin embargo, participan en un pequeño movimiento. Pero la naturaleza les ha otorgado la dureza de las conchas para protegerse. Unos son univalvos, otros bivalvos y otros gasterópodos, como hemos dicho anteriormente. Y entre éstos unos tienen la concha en espiral, como los buccinos y otros, simplemente, esférica, como el género de los erizos. también entre los bivalvos, unos se abren, como las pechinas y los mejillones (pues las conchas están unidas entre sí, de tal modo que se abren y se cierran la una contra la otra) y otros, están unidos por ambos lados, como el género de las navajas. Todos los testáceos, igual que las plantas, tienen la cabeza debajo. El motivo de esto es que toman la alimentación por debajo, como ocurre con las raíces de las plantas. Así pues, tienen lo de abajo, arriba, y lo de arriba, abajo[492]Están dentro de una membrana a través de la cual se filtra el líquido potable y reciben la nutrición. Todos tienen cabeza, pero a excepción de la parte que recibe alimento, el resto de las partes carece de nombre.

Capítulo 8

Todos los crustáceos pueden caminar, por lo cual poseen numerosas patas. Hay cuatro grandes géneros: las llamados langostas, los bogavantes, los camarones, y los cangrejos de mar. Dentro de cada uno de éstos hay diversas especies que difieren no sólo por su forma sino ante todo, por su tamaño. Unas son grandes y otras, muy pequeñas. Las especies de los cangrejos de mar y las de las langostas son muy parecidas porque ambas tienen pinzas. Sin embargo, no las tienen para caminar sino para coger y retener a modo de manos. Por eso las dobla en sentido contrario a las patas. En efecto, doblan las patas y las repliegan hacia el interior, mientras que las pinzas hacia el exterior. De este modo, les resultan útiles para coger y llevarse la [684a] comida a la boca.

Difieren en que las langostas tienen cola, mientras que los cangrejos de mar, no. A las primeras les es útil la cola porque pueden nadar (pues nadan apoyándose en ellas como si se tratara de remos), pero a los cangrejos no les es útil en absoluto porque pasan la vida cerca de la tierra y viven en agujeros. Por eso, los que viven en alta mar, tienen los pies mucho menos aptos para caminar, como las arañas de mar y los cangrejos llamados heracleotas, porque necesitan moverse poco, pero su protección reside en que su caparazón es parecido a una concha. Por eso, las arañas de mar tienen las patas finas y los heracleotas cortas.

Los cangrejos muy pequeños que se cogen entre los peces pequeños, tienen las patas de atrás anchas, para que les sirvan a la hora de nadar, como si fuesen aletas o remos.

Los camarones difieren de las especies de los cangrejos en que tienen cola, y de las especies de las langostas en que no tienen pinzas. Carecen de ellas porque tienen más pies, pues el crecimiento de una parte se pierde con el crecimiento de otra, porque están más capacitadas para nadar que para caminar.

Las partes de debajo y de alrededor de la cabeza, unos las tienen parecidas a las branquias para tomar y expulsar el agua. Las langostas hembras, sin embargo, tienen las partes de debajo más planas que las de los machos, y los cangrejos hembras tienen el apéndice que hay bajo el caparazón más velludo que los machos, porque en él depositan sus huevos y no se separan como hacen los peces y otros animales que dan a luz[493]Como esta parte es más ancha y más grande tienen más espacio para los huevos. Todas las langostas y cangrejos tienen la pinza derecha más grande y más fuerte, pues todos los animales tienen la tendencia natural a obrar, más bien, con la derecha, pero la naturaleza otorga cada órgano a los que pueden utilizarlo, ya sea de forma única o mejor, como los colmillos, dientes, cuernos, espolones y toda parte semejante que exista para la defensa y el ataque.

Solamente los bogavantes, tanto las hembras como los machos, tienen una de las pinzas, sea cual sea, más grande que la otra. La causa de que tengan pinzas es que pertenecen a un género que posee pinzas. Pero, las tienen irregulares[494]porque se han degenerado y no [684b] las utilizan para su función natural sino para caminar.

Cada una de las partes, cuál es su posición y qué diferencias hay entre ellas y entre otras, y en qué se diferencian los machos de las hembras, estúdiese en las Planchas Anatómicas y en la Historia de los animales[495]

Capítulo 9

Sobre las partes internas de los cefalópodos, así como sobre las de otros animales, hemos hablado anteriormente[496]En el exterior tienen el manto del cuerpo, que no presenta divisiones, y delante de éste, las patas, alrededor de la cabeza, entre los ojos y alrededor de la boca y los dientes. Los otros animales con patas las tienen tanto delante como detrás, y algunos en el costado, como los animales no sanguíneos con muchos pies. Una particularidad de este género es que tiene todas sus patas en la llamada parte delantera. La razón de esto es que su parte posterior está unida a la anterior, como ocurre con los gasterópodos entre los testáceos. Generalmente, los testáceos se parecen, por un lado a los crustáceos, y por otro, a los cefalópodos. Se parecen a los crustáceos en que tienen la parte terrosa en el exterior, mientras que la carnosa en el interior, sin embargo, la manera en que está compuesta la configuración de su cuerpo es parecida a la de los cefalópodos, en cierto modo en todos, pero especialmente en los gasterópodos que tienen la concha en espiral. Pues en ambos grupos la naturaleza es de la manera siguiente[497]es como si uno los representase sobre una línea recta, igual que ocurre con los animales cuadrúpedos y los hombres. En lo alto de la línea recta, en el punto A, hay una boca, después, en el B está la garganta, en el C, el estómago. Desde el intestino hasta el orificio de salida del excremento, se engloba en el punto D. Así es en los animales sanguíneos. Y en torno a esta línea se halla la cabeza y el llamado tronco[498]Las restantes partes las ha añadido la naturaleza para ayudar a éstas y para el movimiento, por ejemplo: los miembros anteriores y posteriores. Tanto en los crustáceos como en los insectos, la disposición en línea recta de las partes internas tiende a mantenerse de la misma manera, sin embargo, las partes externas que sirven para el movimiento difieren en sus funciones de las de los sanguíneos. Los cefalópodos y testáceos gasterópodos son parecidos entre sí pero opuestos a los anteriores. [685a] En efecto, el final se dobla hacia el principio, como si uno doblase la línea recta y llevase el punto D hasta el A. Al estar dispuestos así, el manto, que únicamente en los pulpos recibe el nombre de cabeza, rodea las partes internas de los cefalópodos. En los testáceos dicha parte es la concha en espiral. No difieren en ninguna otra cosa salvo en que en los primeros, el contorno es blando, mientras que en los segundos, la naturaleza ha rodeado la parte carnosa con algo duro, para protegerlos, a causa de su dificultad de movimiento. Por eso, en los cefalópodos y gasterópodos, el excremento sale cerca de la boca, pero en los cefalópodos se efectúa por debajo y en los gasterópodos por un lado.

Por esta causa, en los cefalópodos las patas están de esa manera, es decir, de forma opuesta a los demás animales. Las sepias y los calamares son distintos a los pulpos, porque aquellos sólo pueden nadar, mientras que éstos también pueden caminar. Unos tienen las patas de arriba pequeñas y las dos extremas más grandes, en cuanto a las que quedan de las ocho, las dos de abajo son más grandes que todas. Tal como en los cuadrúpedos los miembros traseros son más fuertes, también en éstos los de abajo son más grandes, pues son los que llevan el peso y efectúan mejor el movimiento. También las dos patas de los extremos son más grandes que las del medio, porque les sirven de ayuda a éstas. En el pulpo, sin embargo, las cuatro patas del medio son las más grandes.

Todos éstos tienen ocho patas, pero las sepias y los calamares las tienen cortas, mientras que las especies del pulpo largas. Los primeros tienen el manto del cuerpo grande y los segundos pequeño, de tal modo que en los pulpos, la naturaleza ha quitado del cuerpo lo que ha concedido a la largura de las patas, mientras que en las sepias y calamares el cuerpo ha crecido de lo que se ha quitado a las patas[499]Por eso, a los primeros, las patas no sólo le sirven para nadar sino también para andar, mientras que a los segundos les son inútiles porque son pequeñas en comparación con el manto, que es grande. Como tienen las patas cortas y no les sirven para agarrarse ni para soltarse de las rocas, cuando hay oleaje y tempestad, ni para acercarse objetos lejanos, tienen dos largos tentáculos con los que se apoyan y fondean, como un barco, cuando hay tempestad, es decir, las sepias y los calamares cazan a distancia [685b] y se acercan las cosas a la boca con éstos. Los pulpos, sin embargo, carecen de tentáculos porque utilizan sus pies para eso.

Los que poseen ventosas en los pies y tentáculos, tienen una función y una composición semejante a la de los tejidos en los que los antiguos médicos introducían los dedos[500]Están compuestas, igualmente, de fibras, y arrastran pequeños trozos de carne y lo que pase a su alcance. Los rodean cuando están relajados, pero cuando se contraen, los comprimen y retienen todo lo que toca su interior.

Por eso, como no tienen otra cosa con la que acercarse la comida a la boca si no es con los pies o con los tentáculos, poseen otros órganos, en lugar de manos, para luchar y protegerse de distintas maneras.

Tienen dos filas de ventosas, pero hay un género de pulpos que sólo tiene una. La razón es la largura y delgadez de su naturaleza, pues lo estrecho sólo puede tener una fila de ventosas. Así pues, no tienen lo mejor posible, sino lo más necesario por el peculiar carácter de su sustancia[501]

Todos éstos tienen una aleta en círculo, alrededor del manto. Esta está unida y es continua en las distintas especies y en los calamares grandes. Los más pequeños, también llamados calamares, la tienen muy ancha, no estrecha como las sepias y los pulpos; comienza en el medio y no forma un círculo completo. La tienen para nadar y guiarse, como las aves la rabadilla y los peces la cola. Esta es muy pequeña y muy poco visible en los pulpos, porque tienen el manto pequeño y sus pies son suficientes para dirigir su paso.

Sobre los insectos, crustáceos, testáceos y cefalópodos, se ha hablado, así como de las partes internas y externas.

Capítulo 10

Hay que volver a estudiar desde el principio los animales sanguíneos vivíparos, comenzando por lo que queda y por las partes mencionadas anteriormente. Cuando éstas sean definidas, hablaremos de la misma manera sobre los sanguíneos ovíparos[502]

Las partes que los animales tienen en torno a la cabeza, las hemos explicado anteriormente[503]así como las del llamado cuello y nuca. Todos los animales sanguíneos tienen cabeza, pero en algunos no sanguíneos [686a] no se puede distinguir esta parte, por ejemplo: en los cangrejos de mar. Todos los vivíparos tienen cuello, mientras que unos ovíparos lo poseen y otros, no. Todos los que tienen pulmones también tienen cuello, pero los que no toman el aire del exterior carecen de esta parte.

La cabeza existe, principalmente, para el cerebro, ya que los animales sanguíneos necesitan tener esta parte y que, además, se halle en una región opuesta al corazón por las causas citadas anteriormente[504]La naturaleza ha situado en ella algunas sensaciones porque la mezcla de sangre está proporcionada y es conveniente para el calor del cerebro y para la calma y exactitud de las sensaciones. Pero, además, ha colocado debajo una tercera parte que efectúa la ingestión del alimento, pues en ese lugar era más apropiada. En efecto, el estómago no podía estar por encima del corazón y del principio ni, aunque estuviera debajo, como está ahora, la entrada del alimento podría estar debajo del corazón: la largura del cuerpo sería excesiva y estaría muy lejos del principio del movimiento y de la cocción. Así pues, la cabeza existe para esto, mientras que el cuello existe para la tráquea. Es una barrera que protege a ésta y al esófago porque los envuelve en un círculo. Todos los animales lo tienen flexible y con vértebras, excepto los lobos y los leones que poseen en el cuello un único hueso[505]La naturaleza ha procurado que sea más útil para la fuerza que para otros propósitos.

En los animales, los miembros anteriores y el tronco están a continuación del cuello y la cabeza. El hombre, en lugar de patas y pies delanteros, tiene brazos y las llamadas manos, pues es el único animal que se mantiene derecho porque su naturaleza y su sustancia son divinas. Una función propia de ser divino es la de pensar y sentir[506]Pero esto no resulta fácil si la parte superior del cuerpo ejerce mucha presión. El peso vuelve lento el pensamiento y el sentido común. Por eso, cuando el peso y la parte corporal aumenta, los cuerpos necesariamente se inclinan hacia la tierra, por consiguiente, la naturaleza ha otorgado a los cuadrúpedos unas patas delanteras en lugar de brazos y manos para su estabilidad. Todos los que pueden andar necesitan tener dos patas traseras, y [686b] se han vuelto cuadrúpedos porque su alma no pudo soportar el peso. En comparación con el hombre, todos los demás animales son como enanos. Enano es aquel cuya parte superior es grande mientras que la que soporta el peso y camina es pequeña. La parte superior es la que llamamos tronco, que va desde la cabeza hasta el orificio de salida del excremento. En los humanos esta parte es proporcional a la inferior y en los adultos es mucho más pequeña. Por el contrario, cuando son niños, la superior es grande y la inferior, pequeña (por eso gatean y no pueden andar, aunque al principio, ni siquiera gatean sino que permanecen inmóviles). Así pues, todos los niños son enanos. Conforme van haciéndose mayores los humanos, crece la parte inferior. Por el contrario, en los cuadrúpedos, al principio, la parte inferior es más grande y a medida que avanza su edad crece la superior, esto es la cavidad que va desde el ano hasta la cabeza. Por eso, también, los potros no son nada o poco más pequeños en altura que los caballos, y cuando son más jóvenes pueden tocarse la cabeza con la pata trasera, mientras que cuando son más viejos, no. Por consiguiente, los solípedos y los bisulcos son de esta manera, pero los fisípedos y los que carecen de cuernos son como enanos, aunque en menor medida. Por eso, las partes inferiores procuran el crecimiento a las superiores en proporción a su deficiencia.

El género de las aves y de los peces así como todo animal sanguíneo es, como hemos dicho, parecido a los enanos. Por ello, todos los animales son menos inteligentes que los hombres. También ocurre entre los humanos, por ejemplo: los niños en comparación con los hombres y entre los propios hombres maduros, los parecidos a los enanos tienen una naturaleza inferior, al menos en el hecho de tener inteligencia, a no ser que posea alguna otra capacidad extraordinaria.

La razón es, como hemos dicho anteriormente, que el principio del alma para la mayoría es inmóvil y corporal. Además, cuando queda menos calor porque se eleva y la parte terrosa es más abundante, los cuerpos de los animales son más pequeños y con muchos pies, pero al final pierden los pies y quedan tendidos en el suelo. De este modo, conforme se van volviendo pequeños, no sólo poseen el principio en lo inferior sino que, además, la parte donde se encuentra la cabeza es, finalmente, inmóvil e insensible, y se vuelve una planta, con la parte superior debajo y la inferior arriba. En efecto, las raíces de las plantas tienen la función de boca y [687a] cabeza, mientras que la semilla, lo contrario: se forma en lo alto, en las puntas de las ramas.

Hemos explicado por qué causa unos seres vivos poseen dos pies, otros muchos y otros, ninguno, y por qué razón unos son plantas y otros animales, así como por qué el hombre es el único de los animales que se mantiene derecho. Como está derecho por naturaleza no hace uso alguno de las patas delanteras sino que, en su lugar, la naturaleza le ha concedido brazos y manos. Anaxágoras dice que el hombre es el más inteligente de los animales por el hecho de tener manos. Pero es más razonable decir que posee manos porque es el más inteligente. Las manos son un órgano y la naturaleza siempre atribuye, igual que un hombre inteligente, cada órgano al animal que puede utilizarlo (pues es más apropiado dar flautas al flautista que enseñar a tocar a quien las tiene). Ha colocado lo inferior en lo más grande y poderoso, pero no lo más preciado y superior en lo más pequeño. Si es mejor así, la naturaleza hace a partir de lo posible lo mejor; el hombre no es más inteligente gracias a las manos sino que tiene manos porque es el más inteligente de los animales. En efecto, el ser más inteligente podría utilizar correctamente un gran número de órganos, y la mano no parece ser un solo órgano sino varios[507]Es como un órgano de órganos. Así pues, la naturaleza ha concedido el más útil de los órganos, la mano, al ser que es capaz de adquirir muchas habilidades. Los que afirman, sin embargo, que el hombre no está bien constituido y que es el peor de los animales (pues dicen que está descalzo, desnudo y sin ningún arma para luchar) no están en lo cierto. Los demás animales tienen un único medio de defensa y no pueden cambiarlo por otro sino que deben dormir y hacer todo siempre como si lo tuviesen atado, y jamás pueden quitarse la protección del cuerpo ni cambiar el arma que les ha correspondido. El hombre, sin embargo, puede tener muchos medios de defensa [687b] y cambiarlos constantemente, e incluso puede tener el arma que quiera y cuando quiera. Pues la mano se vuelve uña, garra, cuerno, lanza, espada o cualquier otra arma o instrumento. Puede ser todo esto porque puede coger y sostener todo. La forma de la mano ha sido bien ideada por la naturaleza, pues también está dividida en muchas partes: dentro de su capacidad de separarse se incluye la de unirse, pero lo contrario es imposible. Además, se puede utilizar de una forma simple, doble o de varias maneras. Las articulaciones de los dedos son buenas para coger y apretar. Del lado también sale un dedo, que es corto y gordo, no largo. Tal como si una mano no estuviese completa, no podría coger, así también ocurriría si no existiera este dedo del lado. Este presiona de abajo a arriba, lo mismo que los otros de arriba a abajo. Esto debe suceder si ha de asir fuertemente, como un nudo firme, para que uno sólo iguale a varios. Además, es corto por la fuerza y porque no serviría de nada si fuese largo. El último dedo también es pequeño, y está bien así, y el del medio es largo como el remo del medio de un navío. Es necesario, principalmente, que el objeto tomado sea rodeado por el medio para utilizarlo. Por eso, se le llama grande[508]aunque sea pequeño, porque sin éste los demás dedos serían, por así decir, inútiles. La forma de las uñas también está bien ideada. Los demás animales las tienen para utilizarlas, mientras que en los hombres sirven de protección, pues son una cubierta para las puntas de los dedos.

Poseen las articulaciones de los brazos para la introducción del alimento y para otros usos contrarios a los de los cuadrúpedos. En éstos es necesario que los miembros delanteros se flexionen hacia dentro (les sirven de pies) para que les sean útiles para andar, mientras que, por otro lado, al menos en los cuadrúpedos fisípedos, las patas delanteras tienden no sólo a ser útiles para caminar sino también para cumplir el papel de las manos, como parece ser, pues también [688a] cogen y se defienden con las patas delanteras. Los solípedos, sin embargo, lo hacen con las traseras, ya que sus patas delanteras no poseen nada parecido a los codos y manos. Por eso, también, algunos fisípedos tienen cinco dedos en los pies de delante aunque cuatro en los de detrás, como los leones y los lobos, además de los perros y panteras. El quinto, como el quinto de la mano, es uno grande. Los pequeños fisípedos poseen cinco dedos en las patas traseras porque son trepadores, a fin de que se agarren con el mayor número de uñas y trepen más fácilmente hacia lugares más altos por encima de su cabeza.

Entre los brazos de los hombres está el llamado pecho y el de los demás animales entre las patas delanteras; en los hombres éste es razonablemente ancho (los brazos, al salir del costado, no impiden que éste ocupe un ancho espacio), en los cuadrúpedos, sin embargo, como los miembros se extienden hacia delante cuando caminan y cambian de posición, esta parte es estrecha. Por eso, los animales cuadrúpedos carecen de mamas en este lugar. Por el contrario, en los hombres, como el espacio es ancho y la región del corazón debe estar protegida, como ese lugar es carnoso, se sitúan las mamas, que en los machos son como la carne por la causa mencionada, mientras que en las hembras la naturaleza las ha empleado para otra función que aseguramos que realiza frecuentemente: guardar allí el alimento para los recién nacidos. Las mamas son dos porque dos son las partes del cuerpo, la izquierda y la derecha. Además, son bastante duras y están separadas porque en ese lugar se unen los costados y para que su naturaleza no resulte molesta. Es imposible o difícil que los demás animales tengan en el pecho, entre las patas, las mamas (pues les dificultarían el paso), al contrario, las poseen de diversas formas. Los solípedos con cuernos que paren pocas crías tienen las mamas entre los muslos y son dos; sin embargo, los que tienen muchas crías o son fisípedos, unos poseen muchas a los lados del vientre, como el cerdo y el perro, mientras que otros sólo dos, próximas a la mitad [688b] del vientre, como el león. La causa de esto no es que tengan pocas crías, puesto que en ocasiones paren más de dos, sino que no contienen gran cantidad de leche, pues gasta en el cuerpo la alimentación digerida y, como es carnívoro, come pocas veces.

El elefante sólo tiene dos y están bajo las axilas de las patas delanteras. La razón de que tenga dos es que sólo pare una cría y la de que no las tenga entre los muslos es que es fisípedo (ningún fisípedo las tiene allí); las tiene arriba, junto a las axilas, porque allí se sitúan las primeras mamas en los animales que poseen varias y, además, segregan más cantidad de leche. Una prueba es lo que les sucede a los cerdos: a los primeros cochinillos que nacen ofrecen las primeras mamas. Aquel animal cuya primera cría es única debe tener necesariamente las primeras mamas: las primeras son las que están bajo las axilas. Así pues, el elefante tiene dos por esta causa y están en este lugar, mientras que los que paren varias crías las tienen en torno al vientre. La razón es que las hembras que más crías tienen que alimentar necesitan más mamas. Como a lo ancho no pueden tener mas que dos porque hay dos partes, la izquierda y la derecha, deben tenerlas a lo largo. La región entre las patas delanteras y las traseras es la única que tiene largura.

Los animales no fisípedos pero que paren pocas crías o tienen cuernos, tienen las mamas entre los muslos, por ejemplo: el caballo, el asno, el camello (pues éstos sólo tienen una cría, aunque los primeros son solípedos y el último bisulco) además del ciervo, el buey, la cabra y todos los demás animales semejantes. La causa es que el crecimiento de su cuerpo se efectúa hacia arriba. Por consiguiente, en el lugar donde se produce una concentración y abundancia de excreción y sangre (este lugar es la parte inferior, cerca de los orificios de salida), allí ha creado la naturaleza las mamas: donde se produce el movimiento de la alimentación, allí también pueden recibirla. Así pues, un humano, tanto hembra como macho, tiene mamas, mientras que en otros géneros algunos machos no las poseen, como es el caso de los caballos, que unos no las poseen y otros, aquellos que se parecen a la madre, sí.

También quedan explicadas las mamas; después del pecho está la región del vientre, que por la causa citada anteriormente no está encerrada por los costados, a fin de que no molesten [689a] ni a la hinchazón de la alimentación que por necesidad se produce cuando se calienta, ni a la matriz durante el embarazo.

Al final del llamado tronco están las partes relacionadas con la salida del excremento, tanto sólido como líquido. La naturaleza utiliza la misma parte para la salida del excremento líquido y para la cópula, tanto en las hembras como en los machos, en todos los sanguíneos excepto en unos pocos, y en todos los vivíparos. La razón es que el semen es un líquido y una excreción. (Esto debe quedar a un lado ahora pero se expondrá más tarde). La menstruación de las hembras es del mismo tipo que la expulsión de semen. Esto será explicado más tarde, pero de momento que sirva de base que la menstruación de las hembras es una excreción. La menstruación y el semen son por naturaleza líquidos, por tanto, es razonable que la secreción de líquidos similares se produzca en partes iguales. Cómo son en su interior y en qué se diferencian las partes relacionadas con el semen y las relacionadas con la gestación, queda claro en la Historia de los animales y en las Planchas Anatómicas, y más tarde se mencionarán en los tratados sobre la reproducción[509]

No está claro que las formas de estas partes sean necesarias para su función. El órgano de los machos presenta diferencias de acuerdo a las diferencias de su cuerpo. No todos son de naturaleza igualmente tendinosa. Además, es la única parte que aumenta y disminuye sin la alteración que ocasiona una enfermedad. En el primer caso, es útil para el coito y en el segundo, para el uso del resto del cuerpo, pues si estuviese siempre de aquella manera estorbaría a las demás partes. Sin embargo, esta parte está compuesta, por naturaleza, de tal manera que puede encontrarse en cualquiera de los dos estados. Tiene materia tendinosa y cartilaginosa, por lo cual puede contraerse y extenderse e incluso puede introducirse aire. Todas las hembras de los cuadrúpedos orinan por detrás, porque esa situación les es útil para la cópula, pero hay pocos machos que orinen por detrás, por ejemplo: el lince, el león, el camello y la liebre, sin embargo, ningún solípedo lo hace así.

[689b] Las partes posteriores y las relacionadas con las piernas de los hombres presentan particularidades en comparación con las de los cuadrúpedos. Casi todos los animales tienen cola, no sólo los vivíparos sino también los ovíparos. Incluso en el caso de que esta parte no posea cierta largura, presentan un apéndice como señal. El hombre carece de cola pero tiene nalgas, mientras que los cuadrúpedos, no. El hombre tiene las piernas carnosas, tanto en los muslos como en las pantorrillas, mientras que el resto de los animales, no , no sólo los vivíparos sino, en general, todos los que tienen patas, porque las tienen formadas de tendones, huesos o espinas. La única causa, por así decir, de todo esto es que el hombre es el único animal que se mantiene de pie. Así pues, la naturaleza ha llevado el peso a la parte inferior quitando de la superior la parte carnosa para que ésta sea ligera y pueda soportarla con facilidad. Por eso, precisamente, ha hecho carnosas las nalgas, los muslos y las pantorrillas. Pero, al mismo tiempo, ha permitido que la naturaleza de las nalgas sea útil también, para el reposo. A los cuadrúpedos no les fatiga estar de pie, es decir, no se cansan de estar así constantemente (pues, al tener cuatro puntos de apoyo es como si pasasen la vida recostados), sin embargo, para los hombres no es fácil mantenerse continuamente erguidos sino que su cuerpo necesita reposo y asiento. Por lo tanto, el hombre posee nalgas y piernas carnosas por la causa mencionada y, por eso, carece de cola (la nutrición destinada a aquel lugar se emplea en éstas y, como poseen nalgas, queda anulado el uso necesario de la cola), aunque en los cuadrúpedos y otros animales ocurre lo contrario: al ser como los enanos, todo el peso y todo el elemento corporal están situados en la parte superior, porque se ha quitado de la inferior. Por eso, precisamente, carecen de nalgas y tienen las patas duras. La naturaleza les ha concedido la llamada cola o rabo para que la parte que sirve a la salida del excremento tenga protección y cubierta, y ha suprimido la nutrición destinada a las patas.

El mono, sin embargo, como tiene una forma ambigua, es decir, que no pertenece a ninguno de los dos grupos pero participa de ambos, no tiene ni cola ni nalgas: no tiene cola porque es bípedo, ni nalgas porque es cuadrúpedo[510]

Entre las llamadas colas [690a] hay numerosas diferencias y la naturaleza las utiliza no sólo para guardar y cubrir el ano sino también para ayudar y servir a los que la tienen.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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