El arte instalación en el currículo de la licenciatura en artes: sus valores educativos (página 2)
Enviado por Roberto Rosique ROSIQUE
Si los cambios fundamentales que viven las sociedades y el arte en particular, durante el Renacimiento marcan y reconfiguran el pensamiento de la humanidad, los paradigmas de las vanguardias artísticas reorientan las miradas y las ideologías. Los nuevos retos asumidos ante los condicionantes históricos, sociales y económicos ocurridos a lo largo del siglo XX, dieron pie a un cambio de pensamiento que afectó directamente al tipo de arte desarrollado en ese período, particularmente al producido en la década de los setenta, momentos en el que, junto a otras manifestaciones artísticas semejantes, hace su aparición el arte de la instalación. Las transformaciones sociales e ideológicas repercutieron directamente en la realidad artística y cultural, es decir, todas estas nuevas expresiones se vieron influenciadas por el paso de la modernidad a la postmodernidad. "La cultura, influenciada por estos cambios amplía su significado, se funde con los conceptos de tiempo histórico y geográfico y crea una expresión basada en la mezcla y diversidad cambiante" (Díaz-Obregón Cruzado,2003, p.109). Esa expresión producto de influencias múltiples, de componentes diversos, el progreso tecnológico que acorta distancias, creando otras necesidades y obligaciones, el impacto de los nuevos medios de comunicación que originan nuevas realidades, van a encontrar en el arte de la instalación un medio de expresión ideal.
La pluralidad del discurso postmoderno se opone al criterio de representación moderno, al que se le imputaba la cualidad de transmitir la verdad. La aparición de la abstracción marca un cambio radical en el arte, supuso una nueva forma de enfocar la creación independientemente de toda realidad visual, prefiriendo el análisis y la intuición a la imitación. Para la modernidad, el arte abstracto era el prototipo del arte universal por que no habla de fronteras y le permite integrar la mayor cantidad de estilos, transcendiendo lo racial y lo popular (Díaz-Obregón Cruzado, 2003). Estas características, la ausencia de narrativas, aunado a la falta de contenido político, nos dice Guilbaut (2007), contribuyeron a su rápida aceptabilidad. Todo lo contrario a las proposiciones de la postmodernidad en la que "los estilos son plurales, eclécticos y tienen muchas y diferentes interpretaciones". (Díaz-Obregón Cruzado, 2003, p.110). De esta crisis representacional surgen la ironía, la contradicción y la ambigüedad que serán elementos constantes en el arte moderno. Es claro, que cada momento impone un sentido histórico distinto, no es lo mismo, dice Ana María Guash (2003), abordar los últimos episodios del arte de la modernidad que penetrar en los intersticios de la modernidad recorrida por cambiantes discursos teóricos y si a ello sumamos la revalorización del objeto en la que todo se convierte en obra de arte, este campo fértil de múltiples posibilidades será determinante para los cambios substanciales que se comienzan a gestar en el arte.
Las culturas se entrecruzan, se mezclan y comienza un proceso de homogenización. Nuevas manifestaciones se suman a aquellas que persiguen además de alejarse de la pintura, desmaterializar el arte. Por un lado, la búsqueda de un arte reduccionista (minimalista), que sería suplantado por el carácter procesual de nuevas manifestaciones (la Abstracción excéntrica y el Process art). Todas estas propuestas de duración breve nos inducen a modificar la forma de percibir y aceptar el arte; la obra o el nuevo objeto artístico había que entenderlo como una presencia en relación al espacio (ambiente) que la circundaba, además, con una gran dependencia de la reacción e interacción del espectador. Veremos en consecuencia, pocos tiempo después, ante estas nuevas perspectivas la necesidad del artista en convertir el paisaje natural en el medio y al mismo tiempo en la obra de arte (Land art). Las intervenciones en la naturaleza, en la atmósfera, resultan obras que adquieren valor y significado en el espacio y en el momento especifico en que tienen lugar (site especific o espacio específico) y resultan, además, obras que buscan escapar de la comercialización, abandonan el estudio, se alejan de las galerías y museos y se identifica con movimientos, ecologistas y anticapitalistas; criterios análogos a la entonces naciente instalación.
El arte instalación se caracterizó por la experimentación y la utilización de categorías estéticas diferentes, de ahí que éste nuevo lenguaje artístico resulta una forma de expresión, de arte público urbano, que persigue evitar los museos y galerías para crearse en espacios no legitimados, aprovechando materiales y condiciones del lugar, y exige, por lo tanto, nuevas formas de percepción. Un arte que se rige por la libertad de incorporar elementos, interrelacionando las disciplinas artísticas e invirtiendo, si es preciso, el contexto de los objetos, creándoles una nueva significación, mostrando las cosas comunes intrascendentes en un ámbito de relevancia y agregando características excepcionales a lo frívolo. Es, por lo tanto, un arte dinámico que demanda reflexiones al espectador, que lo asombra, lo incomoda, que incluso lo invita a sumarse a la propuesta o lo orilla a la hilaridad. La instalación es, pues, un arte que aprovecha al máximo su entorno, que además, se integra a él, que requiere de una buena cargaconceptual y la brevedad de su existencia lo particulariza.
Todos estos rasgos o actitudes del arte instalación, su carácter hibrido, lo permisible de su pluralidad, su correspondencia con una gran diversidad de expresiones artísticas de la época, como señala Díaz-Obregón (2003), la hacen una disciplina incluyente y única:
La instalación artística comprende una cantidad ingente de influencias, desde las expresiones tradicionales de la pintura, escultura, arquitectura, teatro, literatura y música, hasta nuevos movimientos y tendencias artísticas coetáneas que manejaban conceptos muy similares. Se sitúa en esa corriente de expresiones artísticas antiobjeto que aparecieron a partir de los años 60. Tiene influencias directas del arte de acción, el performace, happening y body art. Contiene aspectos del arte povera, el arte conceptual, y con más evidencia elementos del land art, hasta el punto de ser realmente difícil diferenciar dónde empiezan unos y dónde terminan los demás. (p.124).
Este carácter plural, abierto, del arte instalación, que promueve la colaboración entre diferentes formas artísticas y procesos mediáticos (video, cine, música, etc.), que incorpora nuevas y cambiantes estrategias de montaje, incluso de apropiación de objetos, sumados a su versatilidad y capacidad de adaptación, le ha permitido, a diferencia que la gran mayoría de las corrientes que le precedieron y posteriores, su vigencia y actualidad. Es por todo esto que la convierte en una disciplina necesaria en los programas formativos del arte,
Desde el punto de vista pedagógico encontramos que el arte instalación favorece el trabajo colectivo o colaborativo, promueve el aspecto multidisciplinar, abandona la especialización y fomenta, a través de la creación de lazos entre diversas disciplinas, la interdisciplinaridad, El artista se compromete, estableciendo una relación con el entorno físico e histórico social, por medio de propuestas, ecológicas, políticas y científicas. No obstante, en el entendido de la dificultad que implica la lectura o la comprensión de éste género artístico para el espectador común, al ser la instalaciónun arte participativo, se puede prever que igualmente contribuya al restablecimiento del diálogo de los protagonistas del proceso creativo con la comunidad. Son éstas características, entre otras más, que hacen de la instalación, como se ha venido insistiendo, una materia indispensable en los currículos de toda escuela que presuma ofrecer una educación actual, constructiva y efectiva. La lista de instituciones que la contemplan en sus programas de estudios, es en la actualidad extensa y por razones comprensibles reconocemos que pertenecen, en su mayoría, a países desarrollados que asumen retos en la búsqueda constante y en la experimentación, lo que permite intuir también, el porqué se convierten en influyentes proveedores de nuevas propuestas estéticas, al igual que deducir su hegemonía en los mercados internacionales del arte.
Desde el punto de vista de Díaz-Obregón (2003), el aspecto educativo del arte instalación puede ser aplicado en todos los niveles de la enseñanza, porque favorece el desarrollo y estimula los aspectos sensoriales y perceptivos, actividades importantes en el incremento de las capacidades intelectuales. Sobre este aspecto existe numerosa información que avala este testimonio. Por lo tanto, aceptándolo como cierto, será otro motivo a considerar para la inserción de esta actividad artística en la carrera; sobre todo, si tomamos en cuenta que muchos de los egresados recurrirán, para su manutención, además de la venta del producto de su práctica artistica, al ejercicio de la enseñanza del arte en niveles básicos y medios del sistema educativo, por tanto, el conocimiento preciso y la correcta aplicación de ésta disciplina, conseguirá fortalecer la enseñanza y probablemente contribuir al desarrollo intelectual del alumno.
Si tenemos en cuenta que el arte instalación propicia el trabajo colectivo, promueve las relaciones entre alumnos, como explica Borras (2002), son vitales porque que través de ellas se desarrollan los conceptos de igualdad, justicia y democracia y progresa el aprendizaje académico; si facilita la interacción social, el carácter interdisciplinar de la instalación es una vía también para solucionar el aislamiento social del arte; si favorece la investigación e incide en la responsabilidad del alumno sobre su propio proceso de aprendizaje, basado, naturalmente, en sus conocimientos previos; si propone el ejercicio del descubrimiento de los conceptos y sus relaciones y los reordena para adaptarlos a su esquema cognitivo; si la instalación interviene el espacio para demostrar que es el individuo y el ambiente los que se modifican mutuamente en una interacción dinámica; si la educación artística postmoderna se caracteriza por disolver las barreras entre las disciplinas, el arte instalación se adapta perfectamente a la visión multidireccional y a su lectura no lineal de los contenidos, aceptando múltiples interpretaciones y en definitiva, si lo que se pretendees enseñar a pensar y actuar sobre contenidos significativosy contextuados (Coll, 1991,citado por Díaz y Hernández, 2002, p. 30 ),probablemente una de las mejores alternativas de modelo educativo para aplicarse a la enseñanza de esta disciplina sea el constructivista.
Se concluye por tanto, que la inclusión del arte instalación en los nuevos planes de estudio de la Licenciatura en Artes de la UABC, es necesario por las aportaciones que esta disciplina ofrece a la formación del alumno, contribuciones avaladas por las características plurales de esta práctica artística, por su sentido incluyente, inter y multidisciplinar, por servir también de reforzador del aprendizaje de actividades previas (dibujo, pintura, grabado, escultura, fotografía, video, etc.), por favorecer las actividades co-participativas, por propiciar el acercamiento social y contribuir al diálogo autor-espectador, por su capacidad transformadora en la percepción de la realidad, convirtiéndola en un espacio más atractivo y sugerente para el ser humano. Particularidades que hacen del arte instalación, una materia básica y obligatoria en toda institución de enseñanza artistica que persiga ofrecer una educación congruente con las necesidades de su tiempo. Su inserción, que junto con otras materias afines dentro del contexto del arte contemporáneo, seguramente facilitará la participación del graduado en los ámbitos culturales de mayor prestigio. Se puede asumir también, que su conocimiento aplicado en los niveles básicos de la educación podrá contribuir en el desarrollo intelectual del individuo. La correlación entre la manera en que se aborda el proceso creativo del arte instalación y la educación constructivista, sugiere que la enseñanza de la primera se de, bajo las premisas de éste método educativo. Podría considerarse que aún con el abordaje superficial que se hace sobre la importancia de esta disciplina dentro la etapa formativa de la licenciatura universitaria, se puede comprender la relevancia, lo que compromete, a la vez, a una revisión más exhaustiva en torno al tema y principalmente, a una justificación y propuesta más concreta sobre el abordaje de la instrucción desde la óptica constructivista.
Referencias
Coll, Cesar. (1991). "Psicología y currículum" Ed. Paidos. Barcelona.
Díaz Barriga, Frida y Hernández Rojas Gerardo. (2002). Estrategias docentes para un Aprendizaje Significativo. Una interpretación constructivista. Segunda Ed. México: Mc. Graw Hill.
Díaz-Obregón Cruzado, Raúl. (2003). Arte Contemporáneo y Educación Artistica: Los valores potenciales educativos de la Instalación. Universidad Complutense de Madrid. 109, 110, 124.
Guilbaut, Serge. (2007). De Cómo Nueva York Robó La Idea De Arte Moderno. Ed. Tirant Lo Blanch. Madrid. 43.
Guash, Ana María. (2003). El arte último del siglo XX. Del posminimalismo a lo Multicultural. Ed. Alianza. Madrid, 19.
Borrás, Isabel. (2002). Enseñanza y aprendizaje con la Internet: una aproximación crítica. Extraído el 4 de octubre de 2008 desde:
Autor:
J. Roberto Jiménez Rosique
Universidad Autónoma de Baja California
Pedagogía y Docencia
9 de octubre de 2008
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