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Roma: La ciudad que conquistó el mundo

Enviado por joseadrian16


    1. Origen de Roma
    2. Nombre de Roma
    3. Leyenda
    4. Roma y la loba
    5. Localización
    6. Organización política
    7. La monarquía
    8. Instituciones
    9. Cambios
    10. El imperio
    11. La religión
    12. El culto privado
    13. El culto público
    14. Formas de culto
    15. Sacerdotes
    16. Culto imperial
    17. Mitología romana
    18. Organización económica y social
    19. Creaciones artísticas
    20. La familia romana
    21. Causas del ascenso de Roma
    22. Economía
    23. Segunda guerra civil
    24. Guerra social
    25. Arte romano
    26. El anfiteatro
    27. El calendario
    28. Escritura
    29. Fiestas romanas
    30. Estándares y signos de Roma
    31. Primera guerra púnica
    32. Segunda guerra púnica
    33. Conquista del mediterráneo
    34. Guerras pírricas
    35. Roma y Cartago
    36. Conflictos internos
    37. La caída de Roma
    38. Invasiones
    39. Primera oleada (376 visigodos)
    40. Bárbaros
    41. Últimos esfuerzos
    42. Caída final
    43. Resumen general
    44. Conclusiones
    45. Bibliografía

     

    INTRODUCCIÓN

    En este trabajo se presentará la una reseña completa acerca de lo que fue una de las etapas más importantes que marcó la línea del tiempo del ser humano.

    ROMA… LA CIUDAD QUE CONQUISTÓ EL MUNDO, en este proyecto se hace referencia a una de las civilizaciones más poderosas de la edad antigua., sin duda Roma fue una ciudad muy fuerte desde su origen, así como hay dudas en como surgió, también existe la siguiente incógnita: ¿Cómo es que un imperio tan poderoso cayó de repente?

    Esta y más dudas han surgido a través de la historia de Roma, en el presente trabajo se señalan algunas cosas, de las cuales se consideraron las más importante para poder hacer un estudio de lo que fue esta maravillosa civilización.

    ORIGEN DE ROMA

    Según la tradición, Roma se fundó el día 11 antes de las calendas de mayo, seria el 21 de abril de 753 a. C. Fundada Roma, ya comenzó a guerrear contra sus vecinos, esta vez por conseguir mujeres, a las que raptaron durante unos juegos en los que invitaron a todos los pueblos Vecinos. Vencieron a todos menos a los sabinos por que la lucha termino en un tratado de paz conseguido por las mujeres, que no querían perder ni a sus padres ni sus esposos. De este tratado surgiría la unión de los dos pueblos. Rómulo luego de guerrear contra varios vecinos, desapareció en medio de una tempestad. Según algunos se lo llevaron los dioses, y según dice Tito Livio algunos pensaron que los cenadores, únicos testigos de la desaparición, descontentos con el gobierno de Rómulo lo asesinaron. Así sube al trono luego de un interregno de un año Numa Pompilio hombre insigne que habitaba entre los sabinos.

    Los pueblos que habitaban en la península itálica son los siguientes: los latinos ocupaban la llanura entre el río Tíber y los montes Albanos. Al norte del Tíber se encontraban los etruscos, mas arriba del Tíber, este separaba a los umbros al sur y los etruscos al norte. Al este y sureste del Lacio se encontraba la cadena Apenina que seria el dominio de pastores nómadas emparentados entre S, los sabinos, samnitas, marsos, volscos, cámpanos en Nápoles, ausones y oscos. Todavía mas al sur los lucanos y bruttios.

    El origen de los pueblos que a su vez originaron a Roma, se puede rastrear mediante la lingüística. La cual divide a las lenguas indoeuropeas y las de otro origen.

    Entre las primeras se encuentra el latín, el veneto, etc. Se comprobó que las lenguas europeas y asiáticas tenían un cierto parentesco, y sé tubo la convicción durante mucho tiempo, de que el parentesco delataba un origen étnico común, la existencia de un pueblo indoeuropeo y de una cuna común de su civilización. Se creía que la unidad original de este pueblo experimento una dislocación y que los grupos integrantes se fueron separando del conjunto, llevando en su emigración el dialecto hablado en su patria. Pero ya esta teoría esta desechada. Las divergencias e interferencias que se descubren en Italia parecen haberse dado siempre, por muy remota que sea la génesis de los pueblos portadores del indoeuropeo; es decir, a través de una lenta elaboración étnica y cultural, durante la edad neolítica (4800-1800). Al parecer según P. Bosch, los movimientos convergieron a partir, al menos, de dos centros: la región del río Danubio en el centro de Europa y la región del norte de Asia menor y parte del Cáucaso. Aproximadamente por entonces, según los lingüistas y los arqueólogos, el latín (introducido también por pueblos provenientes de la región danubiana) haría su aparición en Italia. Cada vez es mayor la resistencia frente a la hipótesis de una Italia pre y protohistórica que acogería en su territorio a masivos grupos étnicos con su original unidad, mantenida a lo largo de la emigración. Más bien se insiste sobre las condiciones de infiltración, dispersión y cruzamiento en que se realizaría la intervención de elementos extranjeros. (http://webs.sinectis.com)

    El Nombre De Roma

    El nombre del pueblo generalmente se considera referirse a Rómulo, pero hay otras hipótesis. Una de ellas se refiere a Roma, cual sería la hija de Aeneas o Evandrus. Estudios recientes parecen darle preferencia a una proveniente raíz indo-europea con significado de "río"; Roma en ese caso significaría "el pueblo sobre el río".

    Roma es también llamada las urbes, y este nombre (que después en latín significaría genéricamente cualquier otro pueblo) viene de "urvus", la ranura cortada por un arado, aquí, por la de Rómulo. (http://es.wikipedia.org)

    La Leyenda Del Origen De Roma

    Los orígenes remotos de la ciudad de Roma, se pierden en la leyenda; siendo seguramente anteriores al año 754 a.C. en que ulteriormente las autoridades romanas fecharon su fundación.

    Del mismo modo, siendo improbable que su fundación haya surgido de una acción explícita y deliberada, las tradiciones romanas posteriores adornaron su surgimiento con diversas leyendas, recogidas especialmente por el historiador romano Tito Livio, que vinculan el origen de Roma a un linaje de dioses y héroes.

    Finalmente, Rómulo construyó refugios en el monte Capitolino para esclavos y criminales fugados y llevó a cabo el rapto de las "Sabinas", mujeres de otra tribu del Tíber, para que los hombres que se le habían unido tuvieran sus esposas. Después de algunas guerras entre ellos, las Sabinas le declararon su rey. Rómulo fue el primer Rey de Roma y dice la leyenda que fue llevado a los cielos por su padre Marte, y que fue venerado como el dios Quirino.

    (http://www.geocities.com)

    Roma Y La Loba Del Capitolio

    Según la leyenda de los orígenes de Roma, un hijo del héroe troyano Eneas, (hijo de Marte, el dios de la guerra y de una princesa latina), Ascanio, había fundado sobre la orilla derecha del río Tíber la ciudad de Alba Longa; ciudad latina sobre la cual reinaron numerosos de sus descendientes, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Este último destronó a Numitor; y para evitar que tuviera descendencia que pudiera disputarle el trono, condenó a su hija Rea Silvia a permanecer virgen como vestal, sacerdotisa de la diosa Vesta.

    Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, engendró en Rea Silvia a los mellizos Remo y Rómulo. Por ese motivo, al nacer los mellizos fueron arrojados al Tíber dentro de una canasta, la cual encalló en la zona de las siete colinas situadas cerca de la desembocadura del Tíber en el mar; siendo recogidos por una loba que se acercó a beber, y que los amamantó en su guarida del Monte Palatino, hasta que fueron hallados y rescatados por un pastor cuya mujer los crió.

    Cuando fueron mayores, los mellizos restituyeron a Numitor en el trono de Alba Longa, y decidieron fundar, como colonia de Alba Longa, una ciudad en la ribera derecha del Tíber, en donde habían sido amamantados por la loba; y ser sus Reyes.

    Cerca de la desembocadura del Tíber existían las siete colinas: los montes Capitolio, Quirinal, Viminal, Aventino, Palatino, Esquilino y Celio. Rómulo y Remo discutieron acerca del lugar donde fundar la ciudad; y resolvieron la cuestión consultando el vuelo de las aves, a la usanza etrusca. Mientras sobre el Palatino Rómulo divisó doce buitres volando, su hermano en otra de las colinas sólo vio seis. Entonces, Rómulo, con un arado trazó un recuadro en lo alto del monte Palatino, delimitando la nueva ciudad, y juró que mataría a quien lo traspasara. Despechado, su hermano Remo cruzó despectivamente la línea, ante lo cual su hermano le dio muerte, quedando entonces como el único y primer Rey de Roma. Según la versión de la historia oficial de Roma antigua, eso había ocurrido en el año 754 a.C. (http://www.liceodigital.com)

    Roma comenzó su historia como una aldea más entre las otras muchas de pastores y campesinos que se repartían las colinas y minúsculos valles de la zona.

    Si hemos de creer a Livio, ya entonces era muy especial, pues sus míticos fundadores tenían algo de divino; pero el propio escritor también confiesa que le parece lógico que los pueblos rodeen sus orígenes con leyendas y patrañas.

    Los primeros habitantes fueron posiblemente un conglomerado de gentes de distinta procedencia que vivían al margen del desarrollo económico y cultural de sus prósperos vecinos, es decir, los etruscos al Norte y los campanios y los griegos al Sur.

    Los arqueólogos han descubierto los restos de un primitivo poblado del s. VIII a.C. en el Palatino y enterramientos a sus pies.

    A partir del núcleo original, el poblamiento debió irse extendiendo por las laderas de las colinas próximas y, un siglo después, por el valle que había entre ellas. (http://www.step.es)

    Localización De Roma

    En el plano anterior, se muestra claramente, la localización de Roma, antes de su gran auge sobre todas las naciones existentes en esa región, en especial, Grecia.

    Esta pequeña ciudad floreció y se desarrolló hasta llegar a ser considerada durante la época previa a la República, superior a sus vecinos, haciéndose cada vez más fuerte a medida que se apoderaba de más territorios. Ya en la República, alrededor del año 270 a.C. Roma dominaba toda la península Itálica y seguía su expansión. Este imperio que a partir del s. I a.C. sería gobernado por emperadores, creció y absorbió ciudades y territorios que hoy en día comprenden mas de 40 países con 5.000 Km., de un extremo a otro. (http://www.fortunecity.es)

    ORGANIZACIÓN POLÍTICA

    A partir de este momento, la constitución romana quedó fijada en sus elementos esenciales.

    Había tres órganos principales:

    -En la base, coexistían las Asambleas del pueblo, al que se le reunía por centurias para elegir cónsules y decidía sobre cuestiones de guerra y paz; y por tribus, para elegir a los tribunos plebeyos.

    -En estas asambleas se elegían anualmente colegios de magistrados a los que, desde fines del siglo IV a.C., los plebeyos habían conseguido acceder.

    Dependiendo del cargo que desempeñaran, se clasifican en:

    a) Los cónsules, máximas autoridades civiles y militares.

    b) Los censores, que establecían el censo de ciudadanos.

    c) Los praetores (pretores), que administraban justicia.

    d) Los quaestores (cuestores), que supervisaban las cuentas.

    e) Los aediles (ediles), encargados de los asuntos municipales.

    f) El Senado, constituido por miembros vitalicios elegidos entre los ex-magistrados.

    (http://www.step.es)

    Roma tuvo tres formas de gobierno:

    1. La monarquía.
    2. La república.
    3. El imperio.

    Las cuales se explicarán a continuación.

    La Monarquía

    Rómulo, según las antiguas leyendas romanas, gobernó hasta el 716 a. C.

    Luego desapareció en una tormenta, y se suponía que había sido llevado al cielo para convertirse en el dios de la guerra Quirino.

    Por la época de su muerte, la ciudad de Roma se había expandido desde el Palatino hasta el Monte Capitolino y el Monte Quirinal, al norte (Con el tiempo, Roma llegó a ocupar siete colinas, «La Ciudad de las Siete Colinas).

    La leyenda más conocida sobre el reinado de Rómulo se refiere al problema de los primeros colonos, quienes se hallaron ante el hecho de que los hombres afluían a la nueva ciudad, pero no las mujeres.

    Por ello, los hombres decidieron apoderarse de las mujeres de los sabinos, grupo de pueblos

    La condición de Tarpeya aludía a los brazaletes de oro que ellos usaban.

    Una noche ella abrió secretamente las puertas, y los primeros sabinos que entraron arrojaron sobre ella sus escudos, pues también los llevaban en el brazo izquierdo.

    De este modo, los sabinos, quienes (como la mayoría de la gente) estaban dispuestos a utilizar traidores, pero les desagradaban, mantuvieron su compromiso matando a Tarpeya.

    En lo sucesivo se llamó Roca Tarpeya a un peñasco que formaba parte del Monte Capitolino.

    En memoria de la traición de Tarpeya se lo usó como lugar de ejecución, desde donde se arrojaba a los criminales hasta que morían. (http://www.step.es)

    Tras Rómulo, otros reyes se sucedieron en el trono de Roma. Comparando a Roma con otras ciudades italianas, era una ciudad rural, habitada por campesinos-soldados que se pasaban la vida entre el arado y la lanza, sin arte propio ni cultura reconocible, muy influenciada por su entorno etrusco, mucho más rico y culto. El sucesor de Rómulo fue Numa Pompilio. No era romano, pero como en Roma no había nadie capacitado para gobernar fueron a buscarlo en las ciudades vecinas. Según la tradición Pompilio gobernó más de cuarenta años dedicándose a legislar y dar forma a las instituciones y a la religión, instituyendo los colegios de pontífices, calendario, etc. Otro rey famoso fue Tulo Hostilio, que dio su propio nombre a eso que llamamos "hostilidad", y con razón, porque fue un monarca guerrero que se dedicó a expandir Roma a base de anexiones. La primera anexionada fue la cercana Alba Longa, la ciudad fundada por Ascanio y que fue "asimilada": sus habitantes fueron llevados a Roma y convertidos en romanos, los plebeyos se mezclaron con los plebeyos y los nobles con los nobles, fusionándose ambas poblaciones completamente, con lo que Roma dobló su población… y su ejército (que seguro que era lo que más le importaba a nuestro amigo Tulo). Los romanos y los albanos se consideraban hijos de la misma sangre, ya que ambas ciudades tenían a Enéas como antepasado común y ambas habían salido de un mismo tronco, por lo que la historiografía romana habla de una fusión entre familias separadas. Puesto que el mismo Rómulo era natural de Alba Longa, todos eran familia De aquella gens muchos siglos después saldría Cayo Julio César. Es importante recordar que César siempre alardeó de su noble linaje, sin duda el más noble de toda Roma, ya que entroncaba directamente con Enéas, cosa que a plebeyos como Catón y Cicerón les producía envidia y odio. Sobre todo odio. Los sucesores de Hostilio continuaron esta política de "asimilación forzosa" de las aldeas vecinas expandiendo Roma en una campaña de "reunificación sanguínea". Este sistema dio tan buenos resultados que el Imperio Romano se fundamentó en la asimilación de las poblaciones conquistadas.

    En algún momento los etruscos tomaron el control de Roma poniendo a uno de los suyos, Tarquinio Prisco, en el trono. Roma no era más que una pequeña población sin importancia que se extendía por algunas colinas vecinas. Con la monarquía etrusca tomó sus primeros contactos con el comercio exterior modernizándose su ejército y organización administrativa hasta que en 510 a.C. el último rey, también de nombre Tarquino, fue depuesto y se instauró una república aristocrática gobernada por las familias más poderosas de la ciudad agrupadas en un Senado o cámara de gobierno. La nueva forma de gobierno fue denominada Senatus Populus Que Romanus, cuya abreviatura S.P.Q.R. se convirtió en el símbolo eterno de la ciudad. (http://www.historialago.com)

    La República

    Las Instituciones Republicanas

    Los romanos gustaban de atribuir una parte del éxito internacional a la bondad de su forma de gobierno.

    Como, efectivamente, una de sus más notables creaciones fue el sistema político, merece la pena explicar cuáles fueron sus bases.

    Aunque la tradición achaca al advenimiento de la República la gran transformación del régimen político, el cambio debió de ser menos repentino y en absoluto total.

    Cambios Respecto A La Monarquía

    En la práctica, lo único que desapareció fue la figura del rey.

    Para detentar su poder -lo que los romanos llamaban imperium-, aparecieron dos magistrados, los cónsules, que se elegían anualmente y que tenían poder de veto mutuo.

    No cambió el Senado, formado por miembros vitalicios y que, en la época anterior, se encargaban de aconsejar a los reyes.

    El tercer gran elemento constitucional, la Asamblea centuriada, surgida de la milicia romana y donde los ciudadanos ricos tenían voz y voto en los asuntos de estado, pudo haber existido ya en época real.

    En definitiva, la República sólo reforzó y acrecentó el carácter aristocrático del régimen, que era el reflejo de una organización social muy peculiar.

    En la base del sistema estaban las gentes, que eran grupos formados por el recuerdo de un antepasado común y de lazos de sangre.

    Las gentes eran más antiguas que la misma ciudad y cada uno de ellas tenía sus propios ritos religiosos y jurisdicción sobre sus miembros, que incluían a los descendientes del ancestro mítico y a sus clientes y dependientes.

    Al organizar la ciudad, los etruscos impusieron nuevas instituciones sobre el sustrato gentilicio, pero el liderazgo natural siguió recayendo en los cabezas de cada gens, que formaron el Senado y acapararon los cargos públicos y religiosos. (http://www.step.es)

    Sin embargo, Roma era demasiado débil para poder resistir las presiones etruscas y hubo de doblegarse a su poder. Los primeros tiempos de la República son muy difíciles, pero la ciudad sigue creciendo a gran ritmo y consigue agrandar su territorio a expensas de las aldeas vecinas hasta que años después, a mediados del siglo IV a. C. consigue su primer trofeo importante: la conquista de Veyes por Camilo. La cercana ciudad etrusca se convertiría así en la primera presa "extranjera" de Roma, aunque la alegría durará poco, ya que Camilo cayó en desgracia y fue desterrado (no sabemos bien por qué) y pocos años después, a finales del siglo IV a.C. los galos que habían invadido Italia saquean Roma, defendida por terraplenes y muros de juguete. En ese momento aparece Camilo, que viendo Roma ocupada alista en las poblaciones vecinas un ejército de rescate con el que consigue derrotar a los galos y hacerles huir. Tras la marcha de los galos, los romanos se pusieron manos a la obra, reconstruyeron su destruida ciudad y contrataron a ingenieros griegos que les construyeron las famosas murallas que la tradición atribuye erróneamente al rey Servio Tulio. Éstas serán las murallas que muchos años después impedirán que Aníbal gane la II Guerra Púnica. Mientras tanto, Camilo, de nuevo héroe nacional,  reformará radicalmente el ejército romano encuadrándolo en unidades llamadas "legiones".

    Tiempos de alianzas con otros vecinos y de guerras sin fin que ven como la pequeña ciudad crece a un ritmo imparable que asusta a sus vecinos y que forjan el carácter romano: reservado, desconfiado, austero, despiadado, una raza de hombres que dejan el arado para empuñar la lanza y volver nuevamente al arado sin descanso. Ellos no lo saben, pero aquellos hombres que combaten contra todos sus vecinos año tras año son la simiente de una raza de titanes que conquistará el mundo conocido paseando sus estandartes por tres continentes desde Escocia a Arabia, desde Gibraltar hasta Crimea. Son los tiempos en los que los plebeyos luchan por adquirir derechos políticos que los patricios no están dispuestos a otorgarles, pero que poco a poco, el pueblo consigue a base de tesón. Cuando Pirro, rey del Épiro y uno de los herederos de Alejandro Magno invade Italia nada parece poder frenar su formidable poder, pero una pequeña ciudad completamente desconocida llamada Roma le planta cara y envía a sus ejércitos, agrupados en unidades llamadas "legiones" a enfrentarse al coloso. Tras dos sangrientas batallas, Roma es vencida pero no derrotada y el rey Pirro, asombrado ante aquellos romanos que se lanzan contra él masacrando a parte de su ejército, tiene que retirarse de Italia: a pesar de haber ganado todas las batallas ha perdido la guerra. Es lo que hoy llamamos "victorias pírricas". Y Roma, que aunque pierde las batallas gana las guerras, como años después comprobará Aníbal, queda así como dueña de la parte sur de Italia. En un siglo será ya la dueña de toda Italia, venciendo a todos los pueblos italianos, convertida de la noche a la mañana en una superpotencia mundial y quedando así frente a frente a Cartago, a la que tras 120 años de terribles guerras conseguirá destruir y borrar de la Historia. De la africana Cartago Roma pasó a España, luego a Grecia y nuestro Julio César, que conquistará para ella la Galia, será el hombre que acabe con la República, ya un cadáver corrompido, para que su heredero Augusto siga su legado construyendo el Imperio. (http://www.historialago.com)

    El Imperio

    El Imperio Romano fue la genial idea de Julio César que su sobrino y heredero Augusto convirtió en realidad tras la guerra civil contra los asesinos de César. El Imperio, mucho menos agresivo militarmente que la República, se conformó con asegurar las conquistas republicanas. Los emperadores españoles Trajano y Adriano, a principios del siglo II d.C., consiguen las más altas cotas de esplendor de Roma con la máxima expansión territorial y el mayor apogeo cultural. Pero tras ellos se produce la lenta y agónica decadencia romana que traerá un sin fin de guerras civiles que acabarán por destruir todo su poder militar para acabar dividido en dos partes con la occidental finiquitada en 476 d.C.1.229 años habían pasado desde que Rómulo fundara la ciudad. Y 1.000 años más pasarían hasta que los turcos acabasen con los restos del Imperio Romano de Oriente cerrando la más gloriosa página jamás escrita por pueblo alguno. Una página de la Historia que permanece en la memoria de la Humanidad gracias al soberbio legado cultural que Roma nos dejó. (http://www.historialago.com)

    La sucesión de acontecimientos y transformaciones, de origen tanto interno como externo, que se aprecia en el seno de la sociedad romana durante los siglos III, IV y V después de Cristo, producirá desde el primer momento una crisis generalizada, que se manifiesta en todos los aspectos de la vida política, económica y social.

    Durante este periodo que conocemos como el Bajo Imperio, Hispanía se ve afectada exteriormente por las diversas invasiones de los pueblos bárbaros, ocasionando situaciones de inseguridad, agravadas internamente por las revueltas de carácter social, que protagonizarían las bandas armadas de los bagaudas.

    La situación descrita justificaría fuera de Hispanía la continuidad de líneas defensivas o limes; pero también en el interior, a lo largo del río Duero se creó, al parecer, otro núcleo protegido por tropas de frontera olimitanei. A esta población pertenecen las denominadas Necrópolis del Duero, que se ubican principalmente en los pasos naturales de los ríos o junto a las vías, como sucede en la provincia de Soria con las necrópolis de Suella cabras (junto aun castro fortificado de la misma época), próxima a la vía de Astúrica a Caesaraugusta, la de Aldea de San Esteban, cerca del cruce de la calzada que comunicaba con Tiermes, etc.

    Los tipos de enterramientos que se registran en estas necrópolis son variados, ya que a veces se excavan fosas en la tierra, otras se delimitan con lajas de piedras, ordenadas de forma rectangular, se utilizaban también ataúd, es de madera y, en fin, cualquier otra base o soporte funerario. Los ajuares que se inventarían en estas tumbas consisten en elementos de uso personal (caso de los cuchillos y broches de cinturón o piezas que pertenecían al atalaje del caballo, como frenos, pasadores, anillas, petrales, botones, faleras, etc.). En estas ocasiones, el mobiliario corresponde a los utensilios empleados en una profesión determinada, caso de los enterramientos en que se registran hoces, azadillas, azuelas, formones, garlopas y otros. Por último, se anotan en este tipo de tumbas piezas cerámicas, correspondientes a las producciones de cerámica pintada y de sigillata hispánica tardía.

    Durante el Bajo Imperio, la sociedad sufre un proceso de ruralización en detrimento de las ciudades, consolidándose los dominios y propiedades de los honestiores o grandes propietarios, frente a los humiliores, personas libres pero económicamente humildes. Esta polarización se debe, en parte, al debilitamiento de las oligarquías que formaban parte de la curia o senado municipal.

    La esclavitud va desapareciendo como fuerza de trabajo esencial y es reemplazada por gentes libres, que pasan a ser asalariados, realizando trabajos temporales, o colonos, que quedan adscritos a la tierra explotando parcelas, pero a cambio de ciertas prestaciones al dueño, como entregar parte de su producción o trabajar en las tierras de éste varias jornadas al año. En contrapartida, el propietario debe protección económica y jurídica. Los aspectos señalados están indicando características que fraguarán en la Edad Media consolidarán unas nuevas formas de sociedad.

    Los grandes propietarios abandonaban los centros urbanos dejando de contribuir al sostenimiento de los mismos, y se trasladaban a las mansiones rurales o villas, que existían desde finales del siglo II después de Cristo y que alcanzaban su máximo desarrollo en las centurias siguientes (III, IV, V).

    Buena muestra de estos conjuntos que, a veces son auténticas mansiones residenciales, son las excavadas en el territorio soriano, como Los Quintanares (Rioseco de Soria), la de Santervás de El Burgo, la de Cuevas de Soria, etc. Todas ellas se encontraban próximas a corrientes fluviales y a las calzadas. Su diseño arquitectónico responde al modelo de establecer diversas dependencias en torno a uno o varios patios, en cuyo centro suele existir una fuente y una superficie ajardinada (tal como puede comprobarse en la planta de Las Cuevas de Soria). La zona más noble, habitada por el dueño, disponía de lujosos mosaicos en el suelo, así como paredes ornadas con pinturas; similar tratamiento recibían la zona de los baños. El resto de las estancias, diferenciadas de las del dominio, albergarían a los colonos, siervos, así como talleres, almacenes, etc.

    En las excavaciones de estos conjuntos arquitectónicos se han inventariado, junto a los elementos constructivos, piezas de gran valor estético y económico, lo que demuestra el fuerte nivel adquisitivo que gozaban los propietarios de las villas bajo imperiales. Una muestra de esto son los diversos objetos hallados en la villa de Los Quintanares, de los que se ofrece una muestra selectiva en las vitrinas; destaca, entre otras piezas, la escultura del dios Saturno. ( http://www.dipsoria.com).

    A partir del siglo III después de Cristo, comienzan a establecerse unas nuevas formas de vida, tanto sociales como económicas, que influyen de manera importante en el desarrollo de toda la actividad del Imperio. Si, por un lado, la crisis imperial (en la que se suceden emperadores de manera continúa, elegidos por las legiones) es una buena muestra de la situación que se vive en las ciudades experimentan un cambio radical, de lugares abiertos pasan a amurallarse, perdiendo parte de su propio perímetro; a la vez, dejan de ser centros seguros, convirtiéndose el campo en el lugar en el que se buscar refugio. La vida ciudadana se va perdiendo, los oficios (sobre todo los de cargos públicos) desaparecen, no queriendo nadie acceder a ellos de manera voluntaria.

    Todo esto hace que el centro de la vida se traslade al campo, y en esas villas adquieren una importancia extraordinaria, convirtiéndose en verdaderos focos económicos y humanos. Las villas poseen un sistema económico autárquico, que les permite autoabastecerse, lo que no impide que existan importaciones de lujo para los grandes señores. Estos llegan a controlar no sólo un territorio importante, sino también contingentes humanos considerables; a la vez, se proveen, sobre todo en la zona del Valle del Duero, de sus propias tropas de protección y, también, dan cobijo a aquellos que lo solicitan, creándose unos lazos de dependencia que permitirán crear las bases que, posteriormente, desarrollarán el sistema feudal que imperará en la Alta Edad media europea. (http://www.dipsoria.com)