Marco teórico
Willian Herbert Heinrich fue un pionero en temas de seguridad industrial en la década de 1930 en EEUU. Después de realizar diversos estudios y trabajos publicó un libro sobre prevención de accidentes industriales ofreciendo unas conclusiones muy reveladoras y recogidas como la LEY DE HEINRICH, la cual establecía que por cada accidente que causa una lesión grave, se producen 29 accidentes más leves y 300 accidentes sin lesiones (incidentes).
Heinrich en sus estudios y análisis de la siniestralidad estableció las causas principales de los accidentes laborales y en este sentido propuso lo siguiente:
88% de los accidentes de trabajo investigados fueron causados ??por actos inseguros (generalmente por la persona lesionada)
10% de los accidentes de trabajo fueron el resultado de un equipo inseguro o condiciones inseguras.
El 2% restante eran inevitables.
Según su planteamiento las lesiones y accidentes podían prevenirse con mayor eficacia si se intervenía sobre la causa inmediata de los accidentes, eso representaba actuar directamente ante los actos inseguros.
Aunque existen dudas razonables respecto a si las cifras que proponía Heinrich eran más un producto de su intuición que una demostración empírica, en lo fundamental sus ideas siguen siendo válidas hoy: "si queremos reducir el número de lesiones graves tenemos que ocuparnos también de la prevención de los incidentes y de los accidentes con daños personales menores, pues el número de estos últimos es proporcional al de los primeros" (ERGO on line 121 INSHT).
Los trabajos de Heinrich son la base para la teoría de la seguridad basada en los comportamientos que sostiene, que la gran mayoría de los accidentes son causados por actos inseguros que realizan los trabajadores.
Otros estudios posteriores revelan conclusiones similares, en 1969 Frank E. Bird, Jr., (Modelo de causalidad de accidentes y pérdidas), interesado por los estudios de Heinrich analizó 1.753.498 accidentes de 297 compañías de 21 grupos industriales diferentes, y llegó a la conclusión que por cada accidente grave se producían 9,8 accidentes menos graves, 30 accidentes leves y 600 incidentes y en la mayoría de éstos, las conductas, así mismo, representaban un factor relevante.
La Compañía Conoco Phillips (exploración, desarrollo, producción de petróleo y gas natural) en 2003, realizó un estudio en la misma línea y concluyó que por cada fatalidad se producían cuando menos 300.000 conductas de riesgo.
Actualmente si revisamos la bibliografía sobre el tema podemos concluir que existen tres grandes causas que actúan como factores relevantes en los accidentes laborales,
Condiciones inseguras
Comportamientos inseguros
Organizaciones inseguras
Una clasificación más pormenorizada y concreta sobre las causas de los accidentes la encontramos en la NTP 924 (Alejandro Fraile Cantalejo) donde establece que de forma general, es de esperar que en un accidente de trabajo hayan estado presentes aspectos relacionados con:
Personas
Lugares de trabajo
Materiales y agentes
Medios técnicos
Medios organizativos (incluidos los relativos a la gestión preventiva)
Otros estudios sobre la siniestrabilidad: Análisis de mortalidad por accidente de trabajo en España, años 2008-2011(INSHT), también ponen su énfasis en la realización de actos inseguros, como una causa importante y relevante en los accidentes laborales.
No existen conclusiones definitivas respecto a que factor predomina sobre el resto, no obstante lo que sí sabemos es que los factores humanos y los comportamientos inseguros están entre las principales causas y son condición casi necesaria, sin la cual el accidente no se hubiera materializado en ningún caso.
Marco de intervención
La SBC (seguridad basada en el comportamiento) es una metodología proactiva de mejora continua de la seguridad, cuyo objetivo es la reducción de los accidentes como resultado de la transformación de los comportamientos inseguros en hábitos seguros.
Las teorías de la SBC establecen una línea base de trabajo a partir de dos principios de acción muy interesantes:
1.- Si dirigimos nuestra acción a reducir los accidentes menores e incidentes siempre estaremos actuando indirectamente sobre la pirámide de la accidentabilidad (Willian Herbert Heinrich).
2.- En la medida que seamos capaces de eliminar los comportamientos inseguros conseguiremos ser más eficaces a la hora de eliminar los accidentes laborales.
Siguiendo esta línea de trabajo sobre la prevención de accidentes, encontramos el estudio desarrollado por José l. Meliá, Seguridad Basada en el Comportamiento, Unitat d"Investigació de Psicometría (2007), donde plantea la Teoría Tricondicional del comportamiento seguro y en este sentido establece que para que una persona trabaje segura deben darse tres condiciones:
1. Debe poder trabajar seguro: métodos de trabajo seguros, disponibilidad de los EPC y EPI, que las instalaciones, máquinas, herramientas sean razonablemente seguras y que el medio ambiente de trabajo presente unas condiciones higiénicas, físicas, químicas y biológicas también seguras.
2. Debe saber trabajar seguro: Conocer los métodos de trabajo seguros, disponer de formación e información sobre los riesgos a los que puede estar expuesto el trabajador.
3. Debe querer trabajar seguro: desarrollar motivos externos e internos para trabajar seguro.
El Doctor Jaume Llacuna Morera (INSHT) en las NTP 569 Y 570, realiza una reflexión sobre la potencia del modelo que conjuga la prevención de riesgos laborales (formación) y la regulación efectiva de las conductas emocionales para la mejora de la seguridad laboral.
Todas estas aproximaciones citadas nos aportan una base teórica muy interesante que nos ha impulsado a dirigir nuestra atención e intervención a las motivaciones intrínsecas de los trabajadores para querer trabajar seguros y más concretamente a las conductas y hábitos que los trabajadores deben desarrollar en su puesto de trabajo.
En este sentido para diseñar una intervención eficaz que cumpla nuestro objetivo, hemos considerado trabajar a partir de un programa de acción fundamentado en el trabajo de las competencias emocionales que definen la inteligencia emocional. Rafael Bisquerra Alzina, catedràtic d'Orientació Psicopedagògica a la Universitat de Barcelona (UB) y fundador del GROP y de FEM (Grup de Recerca en Orientació Psicopedagògica, Fundació per a l'Educació Emocional), plantea que una competencia es la capacidad de movilizar adecuadamente un conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con un cierto nivel de calidad y eficacia. (Bisquerra i Pérez, 2007).
El modelo de intervención de GROP (Rafael Bisquerra et al.), se fundamenta en cinco grandes competencias: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, competencias sociales y competencias para la vida y el bienestar.
El trabajo sobre éstas competencias ha sido nuestra línea base de referencia para plantear nuestra intervención.
Los trabajadores, en ocasiones, toman decisiones en el ámbito laboral referidas a su seguridad y las persones de su entorno sin hacer una valoración de las consecuencias que se pueden derivar. No siempre somos conscientes que nuestras decisiones afectan a nuestro sistema y a otros sistemas cercanos.
Muchas variables intervienen en la toma de decisiones y muchas son las alternativas o formas para resolver las diferentes situaciones que se producen en nuestra vida y en sus diferentes ámbitos, el personal, el familiar, laboral, etc…
Podríamos afirmar que la toma de decisiones es un proceso tan natural y necesario para las personas como el hecho de respirar, y de forma más o menos intuitiva todo el mundo sabe cómo tomar decisiones, no obstante, cuando hablamos de seguridad laboral no está demasiado claro que las personas, aun teniendo mucha información y cualificación técnica, hayan aprendido a tomar las mejores decisiones y a controlar los procesos para evaluar los riesgos de su entorno de forma efectiva, incluso a pesar de ser en muchos casos trabajadores con una larga y dilatada experiencia profesional.
Son muchas las investigaciones que nos aportan evidencias científicas que correlacionan un buen nivel de desarrollo en competencias emocionales y su repercusión en el ámbito profesional. A partir del análisis de algunos de estos estudios refutados por reconocidos especialistas, nos surgió la hipótesis sobre si la mejora en las competencias emocionales básicas podría tener una incidencia significativa en el ámbito de la seguridad laboral.
En este sentido consideramos la posibilidad de desarrollar un programa de intervención que pudiese incidir en los comportamientos y las actitudes de los trabajadores para conseguir grupos humanos más conscientes y comprometidos con la seguridad en el entorno laboral, porque más allá de los conocimientos técnicos y normativos, siempre necesarios, proponemos estimular un cambio de actitudes como paso previo al desarrollo de comportamientos más seguros que permitan impulsar una mejora de la cultura preventiva.
Siguiendo estos principios el equipo de trabajo de CONTINGUTS ha diseñado un modelo de intervención centrado en las competencias emocionales como factor de cambio.
Modelo de intervención, programa de competencias emocionales y seguridad laboral (CESeL)
OBJETIVOS DEL PROGRAMA
Mejorar la eficacia de la formación preventiva dentro del Plan de Prevención de la empresa.
Integrar aspectos técnicos, organizativos y comportamentales que ayuden a los trabajadores a actuar correctamente ante las situaciones de riesgo en el trabajo: conocimiento de los riesgos, entender correctamente las relaciones entre acción, riesgo y daño,
Mejorar la comprensión sobre la gestión de los riesgos, requerimientos de seguridad y conductas sobre prácticas seguras.
Conocer los mecanismos que rigen la toma de decisiones en el proceso de evaluar los riesgos del puesto de trabajo
Mejorar el clima psicosocial en la empresa.
Integrar la actividad preventiva en la organización y fijar conductas seguras en la organización.
Disminuir los índices de siniestralidad.
FASES DEL PROGRAMA (CESeL)
Fase 1 ANALISIS FUNCIONAL DEL COMPORTAMIENTO
La primera intervención del programa consiste en la IDENTFICACIÓN DE LA CONDUCTAS DE RIESGO, para ello podemos contar con el análisis de siniestrabilidad, la investigación de accidentes, entrevistas con mandos intermedios, trabajadores, delegados de prevención representantes de los trabajadores.
Fase 2 REGISTRO DE CONDUCTAS DE RIESGO
Esta línea base permite conocer la frecuencia, la media y la variabilidad en la aparición de esta o estas conductas de las conductas descritas.
Fase 3 PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
El esquema clásico de norma-punición, plantea muchas dudas respecto a su eficàcia ya que el incumplimiento no vigilado no sufre castigo, lo que incrementa continuamente la probabilidad de manifestar un comportamiento inseguro o indeseado y la seguridad se convierte en un objetivo externo.
Sirviéndonos de las bases de la inteligencia emocional y concretamente de las competencias analizadas por Rafel Bisquerra en su modelo de intervención, el programa que proponemos se centrará en las conductas de riesgo trabajando éstas a partir de diferentes módulos de intervención:
Fase 4 DOMINIO DIRIGIDO CON RETROALIMENTACIÓN CONTINUA DEL DESEMPEÑO SEGURO
El objetivo de esta fase de intervención es alinear a los trabajadores con los valores de seguridad de la empresa.
Fase 5 REGISTRO DE CONDUCTAS PROBLEMA
Después de desarrollar el programa y potenciar el desempeño seguro, registrar de nuevo la frecuencia de la aparición de conductas inseguras. Este registro ya puede facilitarnos una primera evaluación de la incidencia del programa en nuestra organización.
Fase 6 EVALUACIÓN del impacto del programa en los trabajadores y en la organización.
Conclusión
Teniendo en cuenta que la formación preventiva representa un valor fundamental en los procesos de mejora de la seguridad de las empresas, consideramos que si podemos incorporar acciones adicionales que estén directamente enfocadas al ámbito del comportamiento y la automotivación de los trabajadores, estaremos en condiciones de conseguir que los trabajadores:
Aumenten su nivel de seguridad en el trabajo.
Mejoren el rendimiento,
Presenten menor incidencia en los valores de accidentabilidad.
Se conviertan en trabajadores capaces de resolver situaciones delicadas con su equipo de trabajo.
Mejoren la autonomía en la toma de decisiones.
Se expongan menos a situaciones de riesgo y en consecuencia mejoren con sus acciones la imagen corporativa.
Bibliografía
Jorma Saari Prevención de accidentes, ACCIDENTES Y GESTIÓN DE LA SEGURIDAD, ENCICLOPEDIA DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
ERGO on line 121 (INSHT).
Análisis de mortalidad por accidente de trabajo en España (INSHT)
Meliá JL (2007) Seguridad basada en el comportamiento. En Nogareda, C., Gracia, D.A., Martínez-Losa, J.F., Peiró, J.M., Duró, A., Salanova, M., Martínez, I.M., Merino, J., Lahera, M., Meliá, J.L.,: Perspectivas de Intervención en Riesgos Psicosociales. Medidas Preventivas. Págs 157-180
Ryan Chinchilla Sibaja, Salut y seguridad en el trabajo, EUNED 2014
Bestraten Bellobí Manuel et al., Seguridad en el trabajo 2011 INSHT
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Rafael Bisquerra, Educació emocional i benestar 2001
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Guía Técnica para la integración de prevención de riesgos laborales en el sistema general de gestión de la empresa INSHT.
Cobos Sánchiz D. "Evidencias científicas bibliográficas sobre formación de trabajadores en prevención de riesgos laborales"
Llacuna J:"Prevención e inteligencia emocional(I): enseñanza de la prevención y recuerdo emocional". Nota Técnica de Prevención 569. Barcelona INSH
Llacuna J:"Prevención e inteligencia emocional (II): capacidad de inferencia y recursos lingüísticos". Nota Técnica de Prevención 570. Barcelona INSHT
Llacuna J:"Prosodia: modificación de la conducta a partir de las bases emocionales orales de la comunicación". Nota Técnica de Prevención 845. Barcelona INSHT
Boix P i Rodriguez A."Criterios de buena práctica profesional en actividades preventivas" INSHT
Goleman D. i Cherniss C.: "Inteligencia emocional en el trabajo" ed. Kaidos
Goleman D. "La práctica de la inteligencia emocional"
Bimbela Pedrola JL: Gimnasia Emocional. Pasamos a la acción. Escuela Andaluza de Salud Pública, Conserjería de Salud, serie monografías EASP Nº46
Autor:
Manel Fernández Jaria
Licenciado, Profesor especialista en Formación de Adultos
Técnico Sup. en prevención de riesgos laborales
Experto Universitario en Inteligencia Emocional en las Organizaciones
Experto en Coaching, Programación Neurolingüística y Neurociencias