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Prevención al consumo de SPAs: en defensa de la juventud moderna (III)


  1. Depresión
  2. Aceptación, aprobación, presión
  3. Tiempo vacío
  4. Novedades emocionales

Depresión

La depresión se convierte muchas veces en un dolor innecesario. Por ejemplo, al extender el fracaso desde una parte que verdaderamente va mal a todas las demás cosas que van bien o, podrían ir bien si no se molestase. Otro ejemplo es cuando se agranda la magnitud del fracaso reprochando injustamente una falta de méritos y competencias, echándose tierra encima, hiriéndose a sí mismos en una escalada de ira. Lo primero para superar la depresión es aceptar que es una enfermedad, que cualquiera la puede tener y que la mejor manera de salir es atravesarla. La ira está basada en la idea de que hemos sido indignamente ofendidos, lo que produce una sensación de dolor y un deseo de venganza. Las funciones de la ira están relacionadas con la protección y defensa de la integridad propia; con la descendencia y con los bienes y posesiones. Defensa de las creencias, juicio y valores.

Pero este mal no es solo el resultado del ambiente en que vivimos. Un reciente estudio de científicos australianos demuestra que la depresión es genética. Se transmite de padres a hijos. Así lo demuestra el seguimiento a más de 1.200 personas encabezado por el médico Nick Martin. Su conclusión, presentada en Shanghái (China), en un congreso sobre Genoma Humano, es una sola: La depresión se hereda" Esta búsqueda de los investigadores partió de la observación de que las personas con este problema tenían antecedentes de un familiar cercano (padre, madre o hermano) con depresión u otros trastornos emocionales. Hoy se sabe que es un hecho. El desarrollo de la enfermedad, sin embargo, tiene que ver con el entorno del niño o el adulto, con falta de refuerzos positivos ante sus actividades, escasas competencias sociales, sensación de impotencia aprendida, problemas de autocontrol y estrés de la vida diaria. Si no se deja influenciar por todo eso, si arregla todo eso en su cabeza, encontrará el alivio para sus males.

El autocontrol es la habilidad que nos permite controlar nuestras emociones e impulsos conflictivos. No debemos confundir el autocontrol emocional con la represión o negación de nuestras emociones. La competencia emocional "autocontrol" significa que somos capaces de poder elegir el momento y las formas más adecuadas de expresar nuestros sentimientos.

Estrés significa "tensión nerviosa". La palabra nació en los años 30, acuñada por el investigador Hans Selye, reconocido en el momento de su muerte como la máxima autoridad en el tema. A los agentes que pueden producir estrés, los llamó alergógenos, para diferenciarlos del resultado de su accionar: es decir, el propio estrés" (XIX). El proceso del estrés pasa por tres fases: 1. Hay una reacción de alarma frente al estímulo, si se supera esta fase, (cuando el estímulo nocivo no es altamente dañoso), 2. Se desarrolla un estado de resistencia; y si existe una prolongada exposición al estímulo, 3. Se concluye en un estado de agotamiento. Según José Posada Villa, médico psiquiatra, en países como Colombia la consulta en salud mental se ha disparado, la situación en que se vive genera angustia y ansiedad; produce estrés agudo y estrés postraumático (después de vivenciar algún suceso negativo) y si estos no se tratan a tiempo se vuelven crónicos y llevan a cuadros depresivos y ansiosos muy marcados.

Las personas ansiosas tienen un tiempo de reacción más lento (especialmente si está asociado al factor ansiógeno). El procesamiento de la información es más superficial. Hay disminución en la capacidad de memoria y dificultad para controlar la atención Hay dos tipos de depresión: endógena y exógena, esta última motivada por problemas externos como el divorcio, la muerte de un ser querido, la pérdida del empleo, la pérdida del año escolar. En su mayoría, estos problemas cotidianos llevan años preparándose y se toleran o se tratan con aislamiento, licor, cigarrillo o SPAs, pero cuando estallan, invalidan e incapacitan.

Las diversas formas de deprimirse la persona sin necesidad, son las que se corresponden con las formas de fracasar por considerar una situación imposible sin serlo en el contexto. Finalmente, sin haber puesto antes sus esperanzas en el modernismo, nuestra gente está tan desencantada de las instituciones tradicionales como el posmoderno más brillante. Ya no quiere ser manipulada por políticos oportunistas o religiosos desacreditados; sabe que por muchas sotanas y muchas hostias, la religión organizada solo es otro de los medios para obtener poder y manipulación. El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va y, así la influencia de la religión entró en un proceso de desgaste, aún como Mediadores de paz, como instrumentos de relevancia y de contención social. La posición de la gente que viene de grupos religiosos fuertemente tradicionales, fundamentalistas, son anti SPAs. No solo los fundamentalistas cristianos, todo el mundo musulmán también está en contra. Todos los Países que han tenido gobiernos autoritarios, La China y otros del lejano y Medio Oriente, son naciones donde el derecho del individuo a usar SPAs está subordinado al derecho de la sociedad. Lo que se ve es un peso muy fuerte de convicciones ideológicas. No se puede negar que la posmodernidad ya llegó en la práctica a América, pero no entró por la mente, sino por el estómago. El hambre y el desempleo son los mayores movimientos culturales del mundo, ellos unen, forman y hacen que todos parezcan ser iguales pero, hay otros como la manipulación de los hoy jóvenes, mañana adultos y después Adultos Mayores. "¡Si no me dejas ir a la fiesta, no vuelvo a la Universidad!".

"¡Me tienes que comprar estos zapatos, porque para eso ganas bastante!"¿Qué le parece la táctica, "de hacer sentir culpables a los padres? Y si le añaden un par de lágrimas, unos cuantos insultos con gritos incorporados, le podrán convencer que usted es una madre malvada, ladrona, inhumana e irresponsable. Sin embargo, si usted no quiere o no puede darle lo que le pide, no ceda. Él o ella sólo están tratando de comunicarle algo sobre sí mismos. Especialmente necesitan que les aseguren que les aprecian, no sólo usted, sino el grupo de sus iguales. Según ellos, no lograrán la aceptación que necesitan de sus compañeros si no van a la fiesta o, lucen ese par de zapatos de marca.

Aceptación, aprobación, presión

La aceptación, la aprobación y la presión de los compañeros, son fuerzas poderosas y probablemente significan más de lo que están dispuestos a reconocer. Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad, decía Albert Einstein. Cuando los muchachos hacen parte de un grupo social, empiezan a descubrir una nueva vida y una nueva identidad. El ser aceptado por sus semejantes es un factor importante de su sentido de orgullo personal. Ser aprobados por sus iguales es parte normal y sano del proceso de desarrollo. No importa qué opinión se tenga de los hijos de los amigos, se tiene que reconocer su necesidad de sentirse apreciados por gentes de su propia edad. No sé si será una opinión particular, pero nada me parece grande si me hace sentirme pequeño, decía Laurent Angliviel de la Beaumelle.

Por otro lado, la presión que ejercen los compañeros puede tener su lado negativo. Algunos posibles peligros son: 1. Los compañeros son inconstantes. Cambian de parecer, pasan de un extremo a otro sus reglas, sus expectativas y algunas veces varían de amigos tan a menudo como cambia su estado de ánimo. A pesar de que las amistades aparentan ser fuertes y que el muchacho o muchacha parecen estar bien establecidos en un grupo, las amistades entre jóvenes adolescentes pueden ser tan inestables como la arena de un desierto azotado por el viento. Esto puede ser especialmente difícil para el tipo de persona que prefiere tener una amistad íntima y constante. 2. Los compañeros pueden ser crueles. A menudo parece que tienen la necesidad de desacreditar a otros para sentirse aceptados. No es raro que un grupo completo ataque a un muchacho o muchacha y lo haga blanco de todas sus burlas y bromas. Con el tiempo, el decirle o hacerle algo desagradable a cierta persona, se convierte en requisito para ser miembro del grupo. Se queda fuera si se le demuestra bondad, o simpatía a la víctima. Toda esa brutalidad puede parecer, en la superficie un extraño juego de adolescentes, pero la verdad es que duele, amarga y daña la vida. Es parte de lo que hoy llamamos bullying. Los años jóvenes son difíciles para quienes dependen sólo de la aceptación de sus compañeros para sentirse apreciados. 3. Los compañeros exigen mucho. Probablemente lo más difícil al buscar la aceptación de los amigos es tratar de averiguar qué es lo que quieren. Lo que el grupo espera de otros no está escrito en ningún código, la mayoría de los muchachos y muchachas sencillamente tratan de adivinar qué es lo que se espera de ellos. Esto puede ser peligroso. Por ejemplo, si su hija está tratando que los muchachos de su grupo la acepten y la aprecien, puede que acceda a ciertas prácticas porque cree que eso es lo que se espera de ella.

Algunos jóvenes abusan del consumo de SPAs y del alcohol porque consideran que eso los hace líderes. Otros roban en los almacenes y en diferentes sitios porque opinan que sus amigos los van a admirar y que valen más por haberlo hecho.

¿Qué le ocurre a la juventud que protesta, a quienes se les llama rebeldes y agresivos, a quienes se les reprende con dureza y sin orientación, a quienes se les compara injustamente con tiempos idos?, injuriándoseles con fanatismo como si éstos hubiesen inventado el pecado que sólo heredaron de sus mayores. Con la chifladura que conlleva toda la juventud que vive en una explosión de envidiable sinceridad y franqueza, la que ha hecho entrar en crisis a la hipocresía, descubriendo que el diablo no huele a azufre sino a colonia; con fortuna, aparecen organizaciones como Ocasa que compromete a los jóvenes con la defensa de lo público, incide en las políticas públicas, promueve el cambio social, y es una institución de referencia a nivel nacional e internacional.

Tiempo vacío

De lo que si son actores los jóvenes es que acepten, por la confusión y la angustia en que viven, un papel de victimarios cuando no son más que víctimas de todo un sistema desleal y corrupto. Los muchachos han de preguntarse:

¿Quién soy yo?, ¿hacia dónde me dirijo? y ¿qué es lo que quiero?, ¿cuál es el siguiente paso que debo dar ahora? Es toda la problemática del tiempo vacío.

El modo más usual, es plantearse estas preguntas con consideraciones de la vida desde una perspectiva interna —cómo conseguir unas condiciones más agradables o, de qué modo podría convertirse en un mejor ciudadano— y pensar en términos de variables tales como el salario, la posición, la ciudad en que debe desempeñar su actividad o, cuál es su rendimiento, comparado con el de sus compañeros. Pero se recomienda adaptarnos precisamente a mirar desde dentro, la fluctuante sensación del yo y de lo que constituye una Prevención de vida. Veamos cómo hacerlo:

La primera semana del Programa, que podría llamarse Programa de Aprendizaje Social y Emocional, ayuda a la gente a prestar atención a su mundo interno y, cuando sienten que están haciendo o les gustaría hacer. A continuación, disponen de tres semanas de asimilación y de reflexión y, una última en la que acuden con sus parejas para elaborar una Prevención de vida futura. Los consumidores de SPAs dejan de percibir sus sentimientos, como algo confuso e irrelevante y, llegan a comprender que constituyen pautas de reacción muy sutil y diferenciada que pueden proporcionar una valiosa fuente de información. Sólo sabremos lo que tenemos que hacer cuando comprendamos lo que es correcto en nuestro caso. En este sentido, la atención constituye nuestro bien más preciado. Los sentimientos son la versión corporal de la situación que estarnos viviendo y nos revelan todo lo que necesitamos saber sobre ella. Cuando los consumidores que trabajan en el mundo de la Promoción en Prevención hacia el fortalecimiento de los factores protectores con miras a lograr la reversión de los elementos de riesgo, se dan cuenta de que lo que creían era fácil, en realidad difícil, y que lo que creían difícil, en realidad suele ser arbitrario, experimentando un gran paso hacia adelante. En este sentido, los sentimientos constituyen guías fiables capaces de ayudarles a responder a cuestiones tan fundamentales como ¿hacia dónde me dirijo?, a manejar el tiempo vacío. Los adolescentes necesitan sentirse apreciados por sus compañeros. Esto es normal y apropiado. Sin embargo, si dependen demasiado de la aceptación de sus compañeros perderán su autoestima y su personalidad se profanará. Los padres tienen que tener cuidado, cuando discutan o critiquen a los compañeros de sus hijos. La mejor política es conocer a los miembros del grupo y mantenerse alejado hasta que crea que es necesario intervenir para liderarlos y guiarlos con sabiduría y firmeza.

El liderazgo consiste en inspirar y guiar a los individuos o a los grupos. Las personas dotadas de esta competencia:

1. Articulan y estimulan el entusiasmo por las perspectivas y los objetivos compartidos.

2. Cuando resulta necesario, saben tomar decisiones independientemente de su posición.

3. Son capaces de guiar el desempeño de los demás.

4. Lideran con el ejemplo.

Esta situación genera toda infinidad de lecturas y reflexiones. No obstante, es necesario evitar los juicios apresurados encauzados a pervertir las conductas juveniles, los cuales pesan a la hora de tomar medidas extremas.  Si bien es cierto, que de alguna manera los jóvenes son responsables de sus actos, también hay que aceptar que las tradiciones no se pueden cambiar de la noche a la mañana.

Los psicotrópicos vienen siendo satanizados creyendo que de esta manera el consumo se acabará; no obstante, el incremento es significativo con el transcurrir del tiempo. No debemos olvidar que, no todo consumidor utiliza drogas ilícitas; una gran cantidad de ellos son víctimas de SPAs lícitas, que en diferentes ocasiones son recetadas por profesionales dedicados al bienestar de la salud física y mental. La gran mayoría de los consumidores buscan con la droga estados emocionales, que de otra manera, parece, no los encuentran; ¿es la droga capaz de contrarrestar estados displacenteros? Es bien sabido que algunas personas empiezan a consumir ansiógenos ante la falta de sueño, estados de preocupación, estados de depresión y tristeza, estados de angustia. Otros, consumen psicoactivos para contrarrestar el hambre, el frío y el cansancio. El consumidor bien sabe, que así como la droga le otorga etapas placenteras, también le ocasiona estados no agradables; muchos de ellos no encuentran satisfacción en la alteración de su fase cognitiva, en la distorsión de la percepción, cambios repentinos de la memoria, aumento o disminución de la atención, y otras alteraciones más. En la búsqueda por encontrar la sustancia que se ajuste más a sus necesidades, prueban diferentes tipos hasta que encuentran el atractivo en aquellas que se acercan a sus expectativas. Aunque existen algunas personas que consumen dos o más sustancias con efecto similares; la gran mayoría de los consumidores se queda en el consumo de una en especial, esa que les permite satisfacer sus gustos particulares.   Otros, muy pocos, son los que desean alterar estados cognitivos; generalmente son personas que buscan nuevas experiencias creativas y de exploración de sus capacidades emocionales para su desempeño diario. En particular en los años sesenta, cuando las sustancias psicodélicas tuvieron tanto auge en la población, dejaron gran número de consumidores experimentales, ocasionales, habituales y/o dependientes. Fueron muchas las personas que consumieron amparadas en un discurso de renovación social, con fundamentos en la paz y no en la guerra, el amor y no el odio entre la gente. Sugerimos que la paz va a llegar a este planeta sufrido, por medio de los movimientos sociales de inclusión y los dialógicos participativos. ¡Haciendo la guerra, no va a llegar! De esa camada, la gran mayoría hoy son padres respetuosos, políticos avezados no consumidores, que recuerdan su experiencia con la droga como algo pasajero, producto de un cuento utópico que quisieron ver realizado.

Novedades emocionales

Las novedades emocionales que comúnmente se llaman equilibrio de trabajo familiar, son las principales organizaciones, que reconocen que el compromiso, la familia y la revitalización tanto en el trabajo como fuera de él, no son fenómenos separados, están interconectados íntimamente; por lo que es indispensable que personas y familias encuentren nuevas maneras de descansar en la faena y saborear aun cuando sean unos pocos minutos del alivio de las presiones de la rutina diaria.

Es válido recordar que muchas culturas, indígenas sobretodo, consumen grandes cantidades de psicoactivos sin que se pueda hablar de culturas drogadictas sino de culturas consumidoras. Estas gentes consumen SPAs con un fin culturizante y adaptativo, fundamentado en las costumbres milenarias que les permite seguir siendo una comunidad.

A veces se tiene la suerte que los sean personas que van de un extremo a otro. La suerte no es más que la habilidad de aprovechar las ocasiones favorables, decía Orison Swett Marden. Sería terrible si se quedaran mucho tiempo con esa furia agrandada que suelen expresar. Parece extraño que en un momento puedan estar clamando por su independencia y reaccionando contra cualquier observación, que quizá no tengan la suficiente madurez para luchar con toda la responsabilidad del mundo y, en el próximo instante le recuerden que son niños y que pretenden que los traten como tales.

¿Tienen que pasar por esto? Es parte del proceso de la madurez que empieza a manifestarse cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos. Tienen que probar sus alas. Tienen que descubrir si pueden volar solos y quieren hacerlo sin ninguna ofuscación suya. Lo irónico del caso es que todavía quieren que los padres estén allí para levantarlos si se caen.

Este es el dilema, su conducta es comprensible. Puede que se diga a sí mismo, "Estoy madurando ¿no? Estoy empezando a parecer un adulto y puedo tomar las responsabilidades de un adulto". De hecho, hace 70 años o más, cuando cada familia tenía que ordeñar una vaca, había que cortar leña y cultivar la huerta, los hijos de siete a trece años contribuían con sus tareas al bienestar de sus familias. Ahora que no se tiene tantas tareas, la carga económica de los niños casi ha desaparecido. Si se tiene bastante creatividad, se puede encontrarles tareas que los hagan sentir responsables e independientes. Sinembargo, en algunas de las familias no hay bastante trabajo como para satisfacer las necesidades que tienen los adolescentes de sentir que aportan como adultos.

Justo cuando quieren y necesitan tener responsabilidades, la falta de verdaderos compromisos les perjudica su orgullo-personal. Afortunadamente los padres pueden reunir otros alicientes. He aquí algunas sugerencias específicas. Aunque es posible que no las pueda usar todas, quizá le ayuden a encontrar sus propios planes e ideas. 1. Encuentre modos de hacer que su hijo (a) sean responsables. Enséñeles a lavar su ropa o a cocinar. Si pierden algo, haga que lo busquen o que lo reemplacen. 2. Asígneles algunas tareas e insista en que las hagan. Al principio seguramente se resistirán y discutirán la validez del trabajo. La mayoría de los muchachos y muchachas protestan contra las labores, aunque éstas son una parte importantísima en la formación de la personalidad. No permita que declinen hacer los quehaceres. 3. Usted es todavía quien ordena en su casa y está haciéndolo tanto por su bien como por el de la familia. Insista también en que las ocupaciones estén bien hechas. Si no lo están, no se moleste en gritar o amenazar. Establezca una serie de consecuencias razonables y lógicas. Con el tiempo, comprenderán que las tareas hay que hacerlas correctamente. Es importante asegurarse que lo que les pidió que hicieran quede hecho y ser consecuente en lo que espera de ellos. 4. Discuta las reglas de la familia con sus muchachos y muchachas. Ponga en claro cuáles pautas son negociables y cuáles no. Si le parece apropiado, negocie. 5. Si puede darle a su hijo una mensualidad, désela. Calcule cuánto dinero le daría normalmente por semana o por mes. Entonces hágalo responsable por todos sus gastos en ese período, por ejemplo, los gastos en la tienda escolar, los pasajes y gastos adicionales. No ofrezca dinero suplementario a menos que haya una buena razón. Si lo gasta todo, va a tener que quedarse sin capital hasta el fin del mes, como todos nosotros. 6. Ayúdele a encontrar un trabajo que encaje en el itinerario escolar y familiar. El distribuir periódicos a las cinco de la mañana puede que no le traiga una pequeña fortuna, pero muchos adultos notables pasaron su adolescencia haciéndolo; limpiar los zapatos de todos, barrer la casa… 7. Hágale sentir que confía en él o ella. Si no cumple con su palabra, discuta el incidente y luego olvídelo. No mantenga una lista mental de sus faltas. Todos cometen errores en el proceso de madurar y todos necesitan oportunidades para comenzar de nuevo. No le repita ¡pícaro!, ¡mentiroso! Como reflexión de todo lo anterior es que si se les da responsabilidades a los hijos, es porque se confía en que van a poder ejercerla, así se les está ayudando a desarrollar un sentido sano de independencia y confianza en sí mismos. Esto obliga, algunas veces, a observar sin intervenir mientras se les ve tropezar y caer, pero es la única manera de advertir que empiecen a desarrollar sentido de competencia y dominio de las situaciones que se les presenten.

Los hechos pueden ser o no lamentables, pero ante ello la represión o el aislamiento no siempre aparecen como las alternativas más apropiadas para remediarlos. En ese sentido, es imperioso encontrar soluciones concertadas entre jóvenes, padres de familia, instituciones, gobierno y establecimientos públicos para promover espacios y propuestas de esparcimiento, así como asumir los errores en caso que las cosas se salgan de las manos. Algo ocurre. La juventud está decepcionada con el falso esplendor frívolo que se puso a sus pies. Y, ¿ésa ingrata decepción puede ser justa? Tal vez sí.

Con la angustia que impregna la época actual se descuidaron el hogar por los negocios y, el amor por el egoísmo que arrebató a padres, trabajadores incansables, al hijo rodeado y repleto de comodidades o, de hambre quedando huérfano de ternura, cobrándole con agresividad insaciable a esa sociedad lo que le robó. Agresividad que trata de ser reprimida por los adultos, con remedos de poder y autoridad, de los cuales se burla el joven en forma ingeniosa. Remedos de autoridad que no permiten gobernar y pretenden pontificar. Se sienten desautorizados con su proceder, siendo autores de querellas hogareñas, que trascienden al temido campo social creando una confusa situación caracterizada por la impotencia y la inactividad, círculo vicioso que culpabiliza a los padres y al adolescente, pero que ambos, son incapaces de superar; comportamientos que traumatizan y lesionan dejando tremendos complejos en el niño hacia su actividad comportamental.

(xix) http://www.linguee.es/espanol-ingles/traduccion/enrojecimiento+del+rostro.html Programa de Promoción en Prevención hacia el fortalecimiento de los factores protectores con miras a lograr la reversión de los elementos de riesgo.

EN DEFENSA DE LA JUVENTUD MODERNA. Doc- III.

 

 

Autor:

Francisco Castro Amórtegui. Ps. Ped.