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El desarrollo a través de los indicadores


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Bibliografía

Introducción

La desigualdad en el desarrollo de los países capitalistas, cuya tendencia se puso en evidencia en la fase imperialista de ese modo de producción, ha sido objeto de reflexiones por los teóricos de la Economía Política. Por supuesto, las ideas en cuanto a su causa, manifestaciones y posibles soluciones; divergen.

El aspecto más visible de la desigualdad del desarrollo, aparece en la polarización manifiesta a nivel del sistema, con la presencia de un grupo de países en los cuales se concentra la miseria generada globalmente. De ahí que el asunto del subdesarrollo, propiamente dicho, haya sido objeto de estudio por los teóricos de ambos grupos de países.

El interés en la medición del desarrollo y de su contraparte el subdesarrollo, ha sido una constante en el pensamiento burgués. La propuesta de indicadores macros para conocer el nivel operado en los diferentes países, marca la evolución de los estudios, desde la perspectiva del estructuralismo.

La complejidad del fenómeno del subdesarrollo, especialmente con la emergencia de manifestaciones novedosas de la desigualdad y la explotación generada por el capitalismo, con particular crudeza en el polo dominado; adquiere relevancia en los estudios a los cuales se le adiciona, siguiendo la tradición del pensamiento estructuralista, nuevos y más complejos indicadores.

La utilidad de losindicadores no es discutida absolutamente, pero la incorporación de una perspectiva integradora, en la que las relaciones impuestas por el capitalismo a escala internacional estén contempladas; es imperativo para la comprensión del fenómeno del subdesarrollo.

Desarrollo.

A pesar de que el subdesarrollo se incorporó al objeto de estudio de las ciencias sociales, particularmente de la económica, éste no sólo se mantiene, sino que su evolución ha observado una tendencia a la profundización y al distanciamiento de los países desarrollados.

No se trata de un fenómeno despreciable en el sentido de su estudio teórico, pues los países subdesarrollados representan una parte considerable de la población mundial, sobre quienes el peso de las contradicciones del sistema capitalista recae con particular fuerza.

El acceso de ese grupo de países a los servicios de educación es escaso, en algunos de ellos la escolaridad promedio no sobrepasa los tres años. La transferencia inversa de tecnología influye negativamente sobre ellos, con la emigración de personas capacitadas hacia los países desarrollados, en la búsqueda me mejores opciones de empleo y de condiciones de trabajo, alentados por la propaganda intencionalmente dirigida a fomentar esaexpectativa. Por eso, uno de cada cinco de los trabajadores que han alcanzado más de trece grados, no se haya empleado en su propio país, sino en uno desarrollado.

Entre 1990 y 2003, el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante –uno de los indicadores ampliamente empleado en la medición del desarrollo- observó un crecimiento medio de 0,72%, sólo seis países rebasaron el 7% anual. Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para poder alcanzar el objetivos de reducir la pobreza[1]La participación en el comercio mundial representa, en términos de exportaciones, sólo el 2,4% de las cuales, las dos terceras partes corresponden a productos primarios.

De especial interés para la evaluación del fenómeno del subdesarrollo, resultan las apreciaciones de los exponentes del Pensamiento Económico Cubano, en las que la dominación extranjera es presentada como un elemento básico en la conformación de las relaciones de dependencia, especialmente de las que han distinguido los vínculos entre los polos dominante y dominado del sistema capitalista de economía mundial, en su fase imperialista. El reconocimiento de que la dependencia no es precisamente un fenómeno formal, sino derivado de las relaciones entre los dos polos del sistema capitalista, otorga mayor relevancia a las reflexiones de los teóricos cubanos. Por eso la necesidad de hacer referencia a la perspectiva con que ha sido evaluado ese fenómeno en Cuba.

La visión estructuralista, por otra parte, también intenta explicar el subdesarrollo, toda vez que éste se ha convertido en un fenómeno típico del capitalismo monopolista. Dado el carácter mundial del capitalismo, el grupo de países subdesarrollados no puede ser excluido absolutamente. La dinámica de la reproducción a nivel global, demuestra la inclusión de ese grupo. De ahí el interés que adquiere para la teoría económica, si bien sus exponentes lo han centrado en las manifestaciones externas así como en la desarticulación con el sistema, de tal forma que niegan la responsabilidad de los países desarrollados.

El predominio de la ideología neoliberal en el pensamiento burgués, tiene su reflejo también en el análisis del subdesarrollo. Por eso, priorizan la actuación sobre las manifestaciones externas del fenómeno. En ese sentido, la medición del desarrollo adquiere una importancia vital, en la mesura que permite conocer donde incidir para aumentar o disminuir los indicadores. Ello se extiende, intencionalmente, al efecto sobre la opinión pública.

Aspectos tales como el crecimiento del Producto Interno Bruto, el ingreso por habitante, el nivel de desempleo y la inflación entre otros, adquieren para la teoría neoliberal, una importancia decisiva.

Estos análisis, centrados en las manifestaciones externas del fenómeno, no son compartidos por los exponentes del pensamiento cubano, si bien no desestiman la validez de los indicadores, especialmente de aquellos que ilustran el empeoramiento de la situación de la clase trabajadora. Es por ello que en Jacinto Torras, Ernesto Guevara, Carlos Rafael Rodríguez y Fidel Castro; se hallan reservas respecto del concepto subdesarrollo acuñado por los teóricos burgueses.

Para Torras, existe una identidad entre países subdesarrollados económicamente y dependientes políticamente. Su consideración de que "Dentro de esa categoría, y coincidiendo casi totalmente con ella, pueden calificarse a todos los países coloniales, y semicoloniales o dependientes"[2] lo confirma. Las relaciones de dependencia generadas a partir de los nexos con el sistema capitalista mundial, particularmente en su fase imperialista, diseñados por las metrópolis con criterio de complementariedad a sus industrias respectivas, así como de consolidación de sus posiciones de dominación; constituyen para este autor, la causa de la situación socio económica en la cual se hayan los países considerados subdesarrollados.

En el Ché se aprecia una valoración similar a la de Torras, pues este autor prefería llamarles "en verdad países coloniales, semicoloniales y dependientes"[3]. En su opinión, esa condición era debida a "la acción imperial que ha desarrollado anormalmente las ramas industriales o agrícolas necesarias para complementar su compleja economía"[4]. Con esas acotaciones, el autor establece un nexo entre la situación económica y la dominación política, así como también hacía notar el rol de los países imperialistas en la conformación del subdesarrollo.

Fidel Castro considera que el subdesarrollo constituye "un fenómeno económico y social único y global, un hecho político… En su base no se encuentra más que un orden económico internacional injusto y una manifiesta desigualdad en la distribución de las riquezas, tanto entre las diversas naciones como dentro de muchas de ellas"[5], con lo cual sitúa el fenómeno en el entramado de las relaciones económicas internacionales, diseñadas por los países hegemónicos.

De ahí que el subdesarrollo, desde la perspectiva del Pensamiento Económico Cubano, más que un fenómeno, constituye un proceso. Sus características, en ese sentido, no son sino las manifestaciones externas en las cuales las relaciones entre países desarrollados ysubdesarrollados cobran forma. De ahí los momentos fundamentales en el análisis del asunto, derivados de esta perspectiva.

  • Es un tipo peculiar de capitalismo, surgido en países económicamente atrasados, asociado al colonialismo primero, y al neocolonialismo después.

  • Como rasgos peculiares, se destacan la dependencia estructural que influye en toda la estructura socioeconómica y condiciona los atributos principales del sistema y del proceso de desarrollo.

  • La dependencia impuesta, en la cual intervienen también las burguesías nacionales dominantes, que disfrutan las ventajas de la deformación estructural, toda vez que sus intereses se encuentran vinculados a los del capital trasnacional.

  • Es parte consustancial del proceso histórico global del desarrollo capitalista, acaecida como resultado de la actuación de sus leyes y contradicciones que, a nivel internacional, se revela en la conformación de dos polos diferenciados: desarrollados y subdesarrollados.

Siguiendo la perspectiva teórica e ideológica característica del pensamiento en el polo dominante, éstos han intentado explicar el subdesarrollo como un fenómeno natural, necesario, resultado de la incapacidad para conducir la economía; en cuya evolución las economías desarrolladas no son responsables. Paralelamente, su interés ha estado dirigido a introducir métodos cuantitativos en los que sea reflejada la situación económica, así como aconsejar procedimientos para contrarrestar las manifestaciones visibles concretas del fenómeno.

De ahí la utilidad de los indicadores, que si bien no se hayan asociados al subdesarrollo, si han devenido instrumentos de registro del comportamiento de las economías de los diversos países, entre ellos los subdesarrollados.

Como el subdesarrollo, no ha permanecido estático, sino que ha observado una evolución, en la medida en que las relaciones sociales se han complejizado, especialmente las de dominación. Por esa razón, los indicadores no sólo contemplan los tradicionales, relativos a la producción y el ingreso, sino también otros de carácter social como es el índice "calidad de vida". Los más utilizados son:

  • Ingreso por habitante, el cual es sintetizado por grupos de países.

  • Relación del producto nacional bruto por habitante. Este indicador permite comparar al grupo de países subdesarrollados respecto a los desarrollados.

  • Ritmo medio de crecimiento económico.

  • Participación en la economía mundial, fundamentalmente a través del comercio y de la inversión de capitales.

  • Calidad de vida.

  • Índice de capacidades básicas.

  • Concentración del personal técnico.

A partir de los indicadores, es posible clasificar a los países en atención a su nivel de desarrollo, lo cual posibilita establecer distinciones entre ellos. Igualmente, permite proyectar acciones en pro del desarrollo.

Aún con la incorporación de nuevos indicadores, el Banco Mundial, institución financiera internacional, al distinguir tres grupos de países, lo hace utilizando como criterio el nivel de ingreso:

  • Ingreso bajo, para aquellos países con menos de $755 por habitante.

  • Ingreso medio, para los que poseen un rango entre $756 y $9 265. Aquí introduce una nueva diferenciación, al clasificar a los países con ingreso entre $756 y $2 995 como medio bajo, mientras los que superan ese nivel los considera de medio alto.

  • Ingreso alto, en los que ubica el grupo de países con un rango por encima de $9 266.

Si bien el ingreso por habitante constituye un indicador que oculta las diferencias al interior delas clases sociales, los grupos étnicos, las razas y el género; ofrece una idea del nivel económico del país, así como también permite establecer una comparación con el resto. Esa comparación arroja una diferencia que sitúa a los países más pobres en un punto muy distante de los países desarrollados[6]

El reconocimiento de la diversidad al interior de los países clasificados como subdesarrollados, tiene en su base los diferentes niveles económicos presentes en cada uno de ellos. Tal vez por esa razón, ni el término subdesarrollo acuñado por los teóricos de la burguesía monopolista trasnacional, ni su medición a través de los indicadores; sean suficientes para expresar el estado de los países del polo dependiente.

La presencia de países cuya situación no sólo económica, sino también social, resulta alarmante, se revela ante los estudiosos como un problema: algunos fenómenos presentes en esos países, no encajan conlos indicadores tradicionales, pues resultan insuficientes para medir, tal como es su propósito. Esa situación, tanto los estudiosos como las instituciones internacionales; tratan de resolverla mediante la adición de nuevos indicadores.

Como el producto interno bruto y el ingreso por habitante, entre otros; resultan insuficientes para medir la realidad de los países subdesarrollados, el término pobrezaha aflorado de tal forma, que ocupa un lugar particularmente relevante, tanto en el discurso teórico como en el político. Para ese fin, es utilizado el Coeficiente de Identificación de países en condiciones críticas (ICB). Este indicador comprende:

  • Porcentaje de niños inscriptos en el primer grado escolar que llegan a alcanzar el quinto (I-1)

  • Mortalidad de niños menores de cinco años (I-2)

  • Porcentaje de partos atendidos por personal especializado (I-3)

Las cifras obtenidas son sumadas y promediadas posteriormente, con el empleo de la fórmula siguiente, cuyos componentes fueron presentados anteriormente:

edu.red

A partir del resultado obtenido, son definidos cinco niveles, tal como aparecen presentados en la tabla siguiente:

Coeficiente de identificación de países

En condiciones críticas

edu.red

Al comparar las diferencias en el desarrollo económico, siempre a través de los indicadores, la Organización de Naciones Unidas emplea el término "países de menor desarrollo" para designar al subconjunto de países subdesarrollados. En el incluye los cincuenta más pobres del mundo.

Las diferencias entre los dos grupos de países, derivados de las relaciones de poder desplegadas en el plano internacional -subdesarrollados y desarrollados – también se ponen de manifiesto en la estructura productiva, comercial, así como de su fuerza productiva respectiva. Ello se expresa en la llamada "brecha entre los países más atrasados y los más desarrollados", determinada por los componentes siguientes:

  • Productividad

  • Estructura productiva

  • Formación de capital humano

  • Participación en el comercio mundial

  • Infraestructura (electrificación)

Uno de los indicadores que ha cobrado importancia, a tenor del agotamiento de los tradicionales, es el Índice de Bienestar Humano, en tanto criterio de medición del desarrollo, el cual comprende tres indicadores:

  • Ingreso por habitante. La renta es considerada parte del bienestar, permite hacer comparaciones entre países, pero escapa a juicios de valor, toda vez que no ofrece información acerca de la distribución al interior de los miembros de la sociedad, cuestión esta que, como es conocido, se halla concentrada en segmentos reducidos de la población.

  • Índice de desarrollo humano (IHD). Aunque es una medida más completa , ya que está centrado en el ser humano y ofrece un mejor balance entre las dimensiones económica y social; resulta aún insuficiente, por cuanto oculta la desigualdad social, no registra el desempleo ni la degradación ambiental, así como tampoco revela la ocurrencia de cambios estructurales. El 85% de los cambios en este indicador, pueden ser explicados por las variaciones del Producto Interno Bruto per cápita, por lo que es ese el que continúa siendo la base de la medición del desarrollo. De esa forma, los países capitalistas desarrollados, eternizan el paradigma a alcanzar por los subdesarrollados donde, la irracionalidad tanto en el consumo como en la relación con el ambiente; son referentes.

  • Estatura media. Indicador de carácter fisiológico, asentado en los parámetros de los países desarrollados.

Con estos indicadores, se trata de medir la pobreza, el desempleo y la desigualdad, aun cuando en la base de su formulación se halla la desigualdad.

Como la noción de que el desarrollo no es únicamente económico, los indicadores de carácter social son incorporados, en los intentos de medirlo. Así han aparecido:

  • Esperanza de vida al nacer

  • Tasa de mortalidad en menores de cinco años

  • Tasa de alfabetización en adultos

  • Población con acceso a agua potable

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) emplea un sistema de índices, en el que dominan los de carácter social, ellos son:

  • Desarrollo de la mujer

  • Desarrollo humano

  • Potenciación de género

  • Pobreza humana (países desarrollados). Pobreza humana (países en desarrollo)

  • Adelanto tecnológico.

A pesar de la inclusión de nuevos indicadores, en los intentos por dimensionar el subdesarrollo; los tradicionales persisten como referentes relevantes. Igualmente, la desarticulación del subdesarrollo de la dinámica del desarrollo en los países hegemónicos, continúa al margen de ese proceso. Más aún, las fórmulas propuestas como solución por los países desarrollados, para su implementación en los países del Sur, se hallan inspiradas en los patrones del modelo capitalista.

Conclusiones.

El subdesarrollo, como forma del desarrollo capitalista, cuya aparición se produjo al internacionalizarse las relaciones de producción capitalistas y con ello las contradicciones de ese sistema; es un fenómeno que continúa siendo de actualidad. Por eso forma parte del debate en el que las diversas perspectivas de análisis se involucran.

Al ser un fenómeno –resultado de un proceso- persistente en la realidad actual, su estudio no ha sido aún agotado. En menor medida lo está, si se considera la emergencia de novedosas manifestaciones, ausentes en los albores de los estudios sobre el tema. De ahí que los análisis en torno al subdesarrollo, a su comprensión, y muy especialmente a la solución de ese problema de la práctica de esos países; continúe atrayendo a los especialistas.

El hecho de que al interior de las sociedades subdesarrolladas, se operen procesos que complejizan el fenómeno, plantea a los estudiosos del asunto, la necesidad de incorporar nuevas dimensiones en sus intentos por explicarlo.

Mientras desde la perspectiva del pensamiento cubano, ese fenómeno constituye el resultado de un complejo proceso, cuya comprensión sólo es posible hallarla en la dinámica del desarrollo capitalista; la incorporación de indicadores para medirlo, continúa siendo el centro de los estudios para las escuelas de pensamiento asentadas en el funcionalismo.

Conocer los niveles de los países subdesarrollados, a que distancia se hallan de los desarrollados, al tiempo que el orden internacional se mantiene y se profundizan los niveles de dependencia; dirigen los estudios del fenómeno.

La utilidad de los indicadores no es desestimada, pero limitarse a ellos no conduce a una evaluación integral de un fenómeno que está radicalmente ligado al proceso de desarrollo e internacionalización de las relaciones capitalistas.

Bibliografía

  • Castro, Fidel; La crisis económica y social del mundo.

  • Guevara, Ernesto; Cuba: excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista, Obras Escogidas, Tomo II, pág. 409, Ciencias Sociales, La Habana, 2001.

  • Rodríguez, Carlos Rafael: La división internacional del trabajo y los países subdesarrollados, en Letra con filo, Tomo I, 1960

  • Torras de la Luz, Jacinto; Obras Escogidas, Tomo III.

  • CEPAL; Estudio económico de América Latina y el Caribe, 2006-2007.

  • Informe del Banco Mundial, perspectivas 2007-2008.

 

 

Autor:

MSc. María del Carmen Pérez González

MSc. William Batista Martìnez

[1] Münster, B; ALCA y la marginación social en América Latina en: ALCA proyecto neoliberal de anexión, Editora Política, pág. 165, La Habana, 2005.

[2] Torras, J; Obras Escogidas; Tomo III, pág.

[3] Guevara, E; Cuba: excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista, Obras Escogidas, Tomo II, pág. 409, Ciencias Sociales, La Habana, 2001.

[4] Ídem. Pág. 409.

[5] Castro, F; La crisis económica y social del mundo,

[6] Ver Anexo I: Relación de países según el ingreso