Indice1. Introducción 2. El pan de la proposición y su aplicación hoy dia 3. Comentarios adicionales sobre Despertad
La siguiente información se basa en una extensa investigación realizada por algunos testigos de Jehová en la república mexicana, pero en especial, en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Los testigos involucrados no pertenecen a ningún grupo o asociación en especial (como es el caso de la Asociación de testigos de Jehová para la Reforma en el asunto de la Sangre), tampoco se trata de una investigación llevada a cabo por algún ex-miembro de la organización de los testigos de Jehová, al contrario, como se indica en esta información, se trata de testigos activos, y algunos, con varios privilegios de servicio (precursores, ancianos, siervos ministeriales, superintendentes viajantes, betelitas,etc), y cada uno de ellos con diferentes niveles de educación seglar ó académica (desde los que solo cuentan con la educación primaria hasta post-grado, pasando por médicos, ingenieros, licenciados, etc).
A las personas que les hicimos llegar este análisis exhaustivo, les pedimos y concedimos la facultad de distribuir libremente por cualquier medio estos resultados presentados en este informe. Además, una de nuestras condiciones es no dar nuestros nombres a nadie, por ello, tampoco, aparecen en este enviado a ustedes. ¿Por qué ocultamos nuestra identidad? Por razón de que se vaya a tomar algunas medidas contra nosotros (entre ellas la censura, la expulsión, la remoción de nuestros privilegios, el que se nos califique de apostatas, de insurrectos, etc). Así que rogamos nos dispensen este gran detalle y agradecemos profundamente su comprensión. De todos modos, sentimos que lo más importante no es quiénes somos, sino la información que estamos presentando que será de mucha ayuda, no solo a nuestros hermanos en la fe (otros testigos de Jehová), sino también a los nuevos y a otras personas que necesiten la información.
Por ello, les enviamos dicho trabajo informativo, para su revisión, y posterior publicación en monografías.com. Esperamos que pronto esté disponible entre sus valiosas fuentes de información, ya que de ello depende que muchos testigos de Jehová que desconocen estos detalles mencionados en este extenso informe, tengan un fundamento bíblico de qué hacer en caso de una emergencia (pues ya se sabe que, nosotros, nos negamos rotundamente a transfundirnos sangre, algo que en esta investigación que les enviamos demostramos que SI PODEMOS TRANSFUNDIRNOS ANTE EL RIESGO DE MUERTE SOLAMENTE) Ante todo, gracias.
2. El pan de la proposición y su aplicación hoy dia
Como testigos de Jehová siempre nos hemos y debemos caracterizarnos por ser cristianos imparciales, razonables, de mente abierta, equilibrados, de buen juicio y sin caer en el fanatismo (Fil.4:5; Snt.3:17;Tit.3:2); nuestra organización desde sus inicios ha considerado asuntos espirituales y doctrinales (la trinidad, el alma inmortal, etc.), que incluso, el nombre que tenía "Estudiantes de la Biblia" estaba bien aplicado y gracias a esos estudios de la Biblia – la palabra sagrada de Jehová Dios para todos -, doctrinas y creencias falsas han sido derribadas, al grado que hoy adoramos a nuestro Padre Celestial "con espíritu y verdad" (Jn. 4:24). Tomando en cuenta lo anterior y poniendo un buen y firme fundamento analicemos el tema citado anteriormente: "El Pan de la Proposición y su aplicación hoy día" y leamos todos los textos citados.:Rogamos tenga la paciencia de leer esta valiosa información algo extensa que pudiera cambiar su vida y tenga otro enfoque sobre un asunto concerniente a todo aquel que desea agradar a Jehová Dios..
La obra Perspicacia para comprender las Escrituras (it-2-S) en la pág. 592, tomo 2, nos menciona lo siguiente en la sección PAN DE LA PROPOSICIÓN:
Doce hogazas de pan que se colocaban sobre una mesa en el compartimiento Santo del tabernáculo (y luego del templo) y que se reemplazaban todos los sábados por otros recientes. (Ex. 35:13; 39:36; 1 Re. 7:48; 2 Cr. 13:11; Ne. 10:32, 33). La traducción literal del nombre hebreo para el pan de la proposición es "pan del rostro". La palabra para "rostro" a veces significa "presencia" (2 Re 13:23), de modo que el pan de la proposición estaba enfrente del rostro de Jehová como una ofrenda constante delante de él. (Ex. 25:30, nota). Al pan de la proposición también se le llama "pan en capas" (2 Cr. 2:4), "panes de la presentación" (Mr. 2:26) y simplemente "los panes". (Heb. 9:2).
Los qohatitas tenían la responsabilidad de cocer el pan de la proposición "sábado a sábado", así como de transportarlo cuando se trasladaba el tabernáculo (Nú. 4:7; 1 Cr. 9:32). Cada una de las doce hogazas anulares estaba hecha de dos omeres (2/10 de efá; equivalente a 4,4 l.) de flor de harina, y, según Josefo, eran ácimas (Antigüedades Judías, libro III, Cap. VI, sec. 6). El sábado se quitaban los panes de la mesa del pan de la proposición, que estaba en el lado N. del Santo (Ex. 26:35), y se sustituían con otros doce panes recientes. Se colocaban en dos montones de seis panes o capas cada uno, y sobre cada montón se ponía olíbano puro. La tradición judía dice que el olíbano se ponía en vasijas de oro, no directamente sobre las tortas. Se dice que cuando el sábado se retiraba el pan de la proposición, el olíbano se quemaba sobre el altar (Le. 24:5-8).
Debido a que los panes habían estado durante una semana delante de Jehová, eran algo santísimo y tenían que comerlo los sacerdotes aarónicos en un lugar santo, seguramente en alguna parte de los recintos del santuario (Le. 24:9). La Biblia solo registra una ocasión en lo que comieran los panes ya reemplazados personas que no fuesen del linaje de Aarón. Cuando David huía de Saúl, pidió al sumo sacerdote Ahimélec pan para él y sus hombres. Como Ahimélec no tenía "pan común", le dio a David panes de la proposición que habían sido reemplazados. Ahora bien, el sumo sacerdote, que creía que David estaba en una misión del rey, hizo esto solo después que David le aseguró que tanto él como sus hombres estaban ceremonialmente limpios (1 Sa. 21:1-6): Jesucristo se refirió a este incidente cuando los fariseos se quejaron de que sus discípulos habían arrancado unas espigas en sábado (Mt. 12:3-7;Lu. 6:1-4).
¿Qué importancia y significado tiene este suceso acaecido hace aproximadamente 3000 años atrás? (1 Sa. 21:1-6). En él hallamos varios puntos que podrían ser claves al tomar decisiones que tienen que ver con nuestra propia vida; siendo de tal importancia analicemos detalladamente este suceso que para nosotros puede significar la vida o la muerte.
El relato recogido en el primer libro de Samuel cap. 21 vers. 1-6, nos dice que, huyendo David de Saúl el rey, llegó a Nob, a Ahimélec el sacerdote, quien tembloroso le pregunta a David: "¿Porqué estás solo, y nadie está contigo?", a lo cual David se ve obligado a mentirle para salvaguardar su integridad a causa de Saúl (Mt. 10:16) contestando que el rey lo mandó a x misión diciéndole que no dijera sobre este a nadie. El sacerdote Ahimélec le cree esta respuesta; a continuación David le pide cinco panes o lo que fuera para comer, entonces, Ahimélec le contesta que no hay "pan común", sólo "pan santo" y que lo daba siempre y cuando David y sus hombres se hubieran guardado de mujeres, como David le aseguró que se habían abstenido de ellas el sacerdote Ahimélec le dio lo que era santo, – el pan de la proposición -. Y debido que ayudó a David, más tarde tanto Ahimélec, junto con 84 sacerdotes y otras personas (hombres, mujeres y niños) de Nob, fueron masacrados por Doeg el edomita, un siervo del rey Saúl (it-1-S).
Por otro lado la Ley prescribía acerca de la limpieza ceremonial que incluía la lepra, la regulación del contacto a cadáveres, y flujos sexuales. Cuando Ahimélec le condicionaba a David y sus hombres el comer "pan santo" (de la proposición), hacía referencia sobre este último caso. Pues, cuando un hombre tenía relaciones con su esposa, al eyacular el esperma tanto él como ella eran considerados inmundos hasta el atardecer y debían bañarse (Le. 15:16-18). Es por esto que los hombres se abstenían de tener coito con sus esposas cuando se requería limpieza ceremonial, como, ejemplo, al santificarlos para una campaña ó misión militar (it-2-S pág. 240).
Ahora bien, ¿Porqué David pidió pan para él y sus hombres? Obviamente porque tenían hambre, pues imaginémoslos huir de Saúl por algún tiempo. Y ¿Porqué accedió darles Ahimélec el "pan de la proposición" a David y sus hombres –algo que a él no le era lícito comer, ni a los que iban con él, sino solo a los sacerdotes- (Mt. 12:4;Le.24:5-9;Ex.29:33)? Aparte del factor hambre de David y sus hombres, tomó en cuenta efectuar justicia y hacer el bien (Prov. 21:3) que mostrarse reacio, rígido y estricto en este asunto, fue flexible, pero, se aseguró de que los hombres y David atendieran y cumplieran la Ley en todos los demás aspectos, en este caso que fueran limpios ceremonialmente, cosa que la Ley pedía, como hemos visto en este estudio, aunque desatendieran, por así decirlo esta cuestión: Comer el Pan Santo que sólo los sacerdotes podían tomar parte de él. De hecho, la Biblia menciona una sola vez una excepción así, excepción que Jesús utilizó para responder a los fanáticos, duros y rígidos fariseos de su época (Mt. 12:1-8). De hecho, Jesús hizo aplicativas sus palabras y principios en esa misma ocasión (Mt. 12:9-13). En efecto, la Ley mandaba guardar el sábado, lo cual no incluía abstenerse de hacer obras de justicia y de misericordia; los fariseos y guías religiosos habían caído en el fanatismo extremo, por ello condenaban las acciones de Jesús, quién expresó y mostró una disposición y mentalidad totalmente distinta y les hizo ver sus anomalías vez tras vez a sus enemigos, en su mayoría religiosos de se época (Mt. 11:28-30), pues ellos habían hecho de las simples y sencillas leyes mosaicas un pesado yugo y una carga sobre el pueblo (Mt. Cap. 23; poner atención especial al vers. 28). Por ejemplo, la revista La Atalaya del 1/Julio/2001 pág. 8, párrafo 7 menciona lo siguiente: "En el siglo primero, los grupos religiosos judíos habían incorporado tradiciones humanas a la Ley. Esta se aplicaba mal, y a causa de dichas tradiciones se convirtió en una carga gravosa para el pueblo, en lugar de ser una fuente de instrucción (Mt. 23:2-4)". Por ejemplo la Ley decía: "honra a tu padre y a tu madre", pero ellos decían: "Si un hombre le dice a sus padres que todo lo que tiene es corbán (una dádiva dedicada a Dios) se exime de honrar a sus padres, pues ya no puede dar este hombre de lo que tiene a sus padres"(Ex. 20:12; Mr. 7:9-13). Lo mismo es en el caso de guardar sábado, la Ley mandaba observar este mandato (Ex. 20:8-11), y aunque en ese día no habían de realizarse trabajos, las personas podían aún realizar tareas u obras de manera excepcional como hacer un duro trabajo esforzándose para sacar en día de sábado una oveja caída en un hoyo o curar enfermos (Mt. 12: 9-13). Lo mismo es en el caso de la sangre, aunque se nos dice que no debemos comer sangre, debemos entender en que circunstancias pudiéramos usarla para salvarnos y encontrar el punto y la pauta a seguir, cómo lo hizo Jesús (Mt.12:1-8) en el caso del pan de la proposición, que comieron David y sus hombres aunque no eran sacerdotes aarónicos, a quienes la Ley les confería comerlos únicamente y a nadie más (Lev. 24:5-9); puesto que no queremos ser como los fariseos y los guías religiosos del tiempo de Jesús, no debemos incorporar creencias nuestras con respecto a la sangre y otras leyes ó mandatos de Jehová, convirtiéndolas de unas observancias sencillas en unas cargas gravosas.
Ahora veamos la aplicación práctica para nuestros días de este incidente que citó también nuestro Señor Jesucristo. Como organización, en general, se ha debatido nuestra firme postura acerca del uso de la sangre (Hech. 15:28,29). Como cristianos verdaderos valoramos la Biblia y la consideramos la palabra de Jehová (2 Tim. 3:16,17), así que hemos aprendido de este asunto a lo largo de nuestro estudio de ella lo siguiente:
- Como descendientes de Noé = Gén. 9:3,4
- A los israelitas adoradores de Jehová = Lev. 17:10-12
- Como cristianos = Hech. 15:28,29.
En este asunto las Escrituras y sus contextos sólo hacen mención de esta prohibición en el comerla solamente, por ello, se nos pregunta siempre: "¿Porqué no aceptamos transfusiones de sangre?" Sin dudarlo respondemos con convicción que no las aceptamos, explicando el porqué de nuestra negativa a aceptar sangre transfundida, y que optamos por otras alternativas. Pero, ¿no es cierto que para tomar una buena decisión es necesario estar bien informado, usar la lógica, la razón y otros elementos que nos guíen (Prov. 14:15; Hech. 17:2,3)? Claro que sí, y qué mejor que la propia Palabra de Dios – la Biblia -. Veamos estos puntos que nos podrían ayudar a tomar una buena y sabia decisión usando a ejemplo paralelo el relato de David y el pan de la proposición (1 Sam. 21:1-6). Aunque David y sus hombres no eran sacerdotes (los únicos que podían comer el pan de la proposición eran estos últimos, pues descendían de Aarón), tomaron parte de él, lo que a él ni a sus hombres no les era lícito ni permitido comer (Mt. 12:4), siempre y cuando hubieran cumplido otros requisitos de la Ley, en este caso, ser limpios ceremonialmente al haberse abstenido de mujeres, por ello Ahimélec el sacerdote les concedió lo que era santo (1 Sam. 21:6), ejerció bondad, fue flexible, ejerciendo justicia y misericordia (Prov. 21:3; Mt. 12:7), cosas que eran más importantes en ese preciso momento en que David y sus hombres sufrían de hambre y podían morir, que cumplir rígidamente y de manera inflexible una disposición de la Ley (Mt.23:23). ¿Qué hay de la sangre y el uso que le demos? Cuando David pidió pan común se le dio pan santo (de la proposición) porque él y sus hombres tenían hambre, era un asunto de vida o muerte, si no comían lo que no les estaba permitido morirían de hambre, por tanto es obvio que nosotros, aunque la Biblia prohíbe comer sangre, podemos usarla a fin de salvar nuestra vida y la de cualquiera de nuestros seres queridos, y en general la de todos; David y sus hombres para no cumplir la prohibición de comer pan santo tuvieron que haber cumplido los demás requisitos, nosotros si usamos la sangre para salvarnos debemos haber cumplido los otros requisitos que Jehová nos pide: Amar a Jehová, al prójimo, predicar y hacer discípulos, etc. (Mt. 22:37-39;24:14;28:19,20) y otros más. Recordemos, además que David y sus hombres, para comer el pan de la proposición se tuvieron que abstener de mujeres primeramente, en nuestro caso, según la Biblia y su contexto abstenernos de mujeres es evitar el contacto con cualquier religión falsa. No debemos ser estrictos en cuanto a esto, Jesús les hizo ver esto a los fariseos, que aunque la Ley incluía prohibiciones había excepciones (Mt. 12:1-13). En este caso aunque se prohíbe comer sangre, sí la podemos usar para salvarnos, como en una transfusión. La Biblia muestra que Jehová, misericordioso, benévolo, tardo para la cólera, y abundante en bondad amorosa ó amor leal (Ex. 34:6 nota), no quiere que el inicuo muera, sino que se vuelva a él (Eze. 33:11), y nos manda a llamarlos (Eze.3:17-21), ¿Cómo lo hacemos? A través de la predicación (Mat. 24:14), pues ¡Con mucha más razón no quiere que nosotros – sus leales – muramos! (Sal. 16:10;55:22). Veamos lo que escribe sobre este asunto David – un leal de Jehová – en Salmo 30:9: "¿Qué provecho hay en mí sangre cuando yo baje al hoyo? ¿Te elogiará el polvo? ¿Informará de tu apego a la verdad?". A primera vista comprobamos que Jehová desea que vivamos no que muramos – ó no que nuestra sangre baje al hoyo con nosotros en una tumba -, además notamos que Jehová quiere que vivamos para que le sirvamos al predicar – de elogiarlo, de informar de su apego a la verdad – pues ya muertos no le podemos servir , – el polvo no lo puede elogiar – , la Biblia dice que él es un Dios de vivos no de muertos (Mat.22:32;Sal. 115:17), y nosotros debemos seguir hablando de él (Sal. 115:18).
Por otro lado, no debemos confundir el comer sangre con usar una transfusión, lo primero es inadmisible, ¡No es posible degustar un platillo que la contenga!, es deleitarnos saboreando y comiendo algo sagrado que Jehová nos dio a nosotros y a los demás seres vivos para efectuar diversas funciones vitales (Lev. 17:11,12). A manera de ejemplo, la obra Razonamiento a partir de las Escrituras (rs-S) asemeja una transfusión con comer sangre – algo totalmente distinto (y veremos porqué)- ; además nos confunde al poner dos ilustraciones que desenfocan la atención en este asunto, además de ser inapropiadas (Pág. 347, sección ¿Es en realidad lo mismo que comer sangre una transfusión?). Decimos esto no por nuestro punto de vista, sino a raíz de la respuesta que nos dan las personas en el ministerio del campo y otras ocasiones al explicar con ellas nuestra postura acerca de la sangre – de hecho personas de diferentes estratos sociales y de educación -. De hecho en la primera ilustración de las dos que se dan se trata de igualar el poner un suero (quizás vitaminado) a alimentarse comúnmente – por la boca -, algo que es totalmente distinto, pues, al investigar este asunto con profesionales de la medicina y otros especialistas nos comentan que, aunque una persona puede recibir sueros inyectables, no es lo mismo que comer los alimentos, a manera de ejemplo, nos comentan que una persona en estado de coma podría estar por un tiempo con suero, pero, después, es necesario intubarle los alimentos, en este caso papillas, líquidos, etc., ya que no es posible en su estado la masticación; en caso contrario, sí se le mantuviera con sueros, poco a poco se desnutriría y moriría. El alimento – concluyen – es insustituible, pues este proporciona vitaminas, grasas, minerales, proteínas, azúcares, fibras y nutrientes que necesitamos, algo que los sueros ni otro sustituto puede darnos; no podemos comparar un platillo variado (carne, verduras, frutas, etc.) con un compuesto químico como el suero. Por otro lado, la segunda ilustración nos habla acerca de alguien a quien el doctor le prescribe abstenerse de beber alcohol, pero por otra parte desobedece inyectándoselo en las venas. En este caso, aunque los médicos en algunos casos utilizan el alcohol diluido inyectado, sería irrazonable que alguien se inyectara alcohol en las venas, ni mucho menos vino, cerveza, bebidas alcohólicas, u otra forma de alcohol que comúnmente se ingiere por la boca. De hecho, las personas al ponerles esta última ilustración, nos han dicho que caemos en infantilismos con esos ejemplos y que nuestra organización siendo seria debería utilizar ejemplos más serios, lógicos, verídicos y creíbles, y tratar con más seriedad y realismo estas cuestiones, pues estas ilustraciones lejos de aclarar, apoyar, demostrar y favorecer nuestra postura, la nubla, dándole un giro a las objeciones que se nos colocan.
En las págs. 347 y 348 del libro Razonamiento se nos dan algunas alternativas que debemos considerar con cautela. Primero, se nos menciona que la solución salina, el lactato de Ringer y el dextrán pueden expandir el volumen de plasma, que – según es lo principal en una hemorragia -, pues el cuerpo produce por sí solo glóbulos rojos que serán vertidos en el plasma expandido que compensa al que se vacía. Pero autoridades médicas nos dan un detalle: El cuerpo requiere tiempo para llevar a cabo todos sus procesos, como ejemplo, el digerir alimentos por el estomago y los intestinos, "fabricar" calcio, y producir glóbulos rojos; así que, en casos de hemorragias en donde la pérdida de sangre sea elevada, no sirve de nada introducir alguna de las sustancias citadas (salina, Ringer, dextrán, etc ni ningún otro expansor.), para aumentar el volumen de plasma, pues esto quizás compense la pérdida de plasma, pero, la producción de glóbulos rojos lleva su tiempo, por ello es necesario optar por una transfusión sanguínea; y nos dicen – a manera de conclusión – que la solución salina, el lactato y otras no sirven en casos donde hay mucha pérdida de sangre, pues en efecto, poco a poco, el cuerpo produce sus glóbulos rojos y otros componentes de la sangre (glóbulos blancos, plaquetas, etc.), y con el tiempo el cuerpo alcanza su ritmo normal. Segundo, en las mismas páginas citadas, se mencionan alternativas a la sangre basados en publicaciones que van desde 1968 a 1984 y de comentarios de médicos de esos mismos años, a pesar que estamos ya bien entrados en el año 2001; esos comentarios de especialistas de esa época se basan en terapias experimentales que arrojaron éxitos muy efímeros (temporales, breves), pues al correr el tiempo, esos "éxitos" fracasaron, o no dieron los resultados totalmente esperados, quedaron en la experimentación, como muchos tratamientos médicos sin sangre que hoy están en etapa todavía experimental, pues, hasta hoy – comentan los especialistas – no hay sustituto de la sangre, (creer que los hay de manera total y eficiente es como creer que hay computadoras con la capacidad del cerebro humano, pues ningún compuesto químico por muy complejo que sea, no se puede igualar a la maravillosidad de la sangre) pues ninguno puede llevar a cabo las tareas complejas que realiza la sangre y las que hace cada componente de ella (pues es un equipo): transportar nutrientes, oxígeno, bióxido de carbono, anticuerpos, etc. Muchos de estos tratamientos en fase experimental se les ha tomado como una solución consumada al problema de las transfusiones y una alternativa para ellas, y, se nos ha olvidado que son sólo experimentos meramente, y se nos ha tratado de hacernos creer que son una verdadera alternativa comprobada al presentárnoslos vez tras vez (algunas veces en publicaciones de la Sociedad Watchtower, ó a fin de que tengan publicidad en la televisión u otro medio de comunicación), al presentarlos a nosotros como testigos de Jehová – y en general a toda persona -, como si esos experimentos fueran las opciones que tenemos, dando por hecho que pueden servir como sustitutos a las transfusiones sanguíneas, cuando aun no es así (Por ejemplo, Despertad 8/Enero/2000,- y otros números de la misma revista – , La Atalaya, y entre otras publicaciones, que de vez en cuando muestran casos en que se ha tratado pacientes sin sangre de manera exitosa (pero no ha habido un seguimiento de dichos casos que muestre si en verdad se lograron los resultados esperados, y que dichos tratamientos hayan funcionado totalmente, pues no se ha publicado ni difundido la continuación de la recuperación en dichos casos), pero recalcamos, al investigar no con uno, sino con varios especialistas en el área (algunas veces personalmente y otras en publicaciones ó en Internet y otros medios), nos han comentado y hemos comprobado, que todos esos tratamientos atractivos que nos hacen brillar los ojos, de los cuales se ha hablado y recomendado de ellos, siguen siendo experimentos, y hay que ver si realmente funcionarán en general y de manera eficaz y eficiente). Además, en algunas ocasiones, se ha mencionado de facultativos que han tratado casos sin sangre, pero, un detalle, han sido casos aislados, y hay que agregar que no todos respondemos por igual a un mismo tratamiento, y hay que tomar en cuenta también el tipo de intervención y el caso (quizás no había considerable pérdida de sangre), y no olvidemos el país, en nuestro caso, vivimos en un país subdesarrollado. En la Despertad citada antes, se habla de un don José, sin más datos de su identidad, y no se menciona el nombre de los médicos que lo intervinieron ni el tratamiento usado. En la pág. 7 el doctor Johannes Scheele menciona: "No considero el uso de una transfusión en pacientes normales sometidos a intervenciones de abdomen". Con ese comentario de él están de acuerdo los médicos que encuestamos, veamos porque, por ejemplo, la revista La Atalaya 1/Junio/2001 pág. 21 pár. 11, menciona que en un congreso, personalidades médicas analizaron información preparada (¿Por quién?) para "ayudarlos" a tratar sin sangre a sus pacientes. La pregunta es ¿Cómo ese alguien puede "enseñar" a un facultativo con cierta información (Y si ese alguien está capacitado para hacerlo ¿Porqué no se dice quién es)? ¡Es como decir que el alumno le enseña a resolver ecuaciones a un catedrático de álgebra!. En ese mismo número de La Atalaya se menciona que, los que reciben sangre tienen mayor índice de mortalidad que los que no la reciben, y que estos últimos salen antes del hospital que los transfundidos. Debemos recordar de nuevo que cada caso médico es distinto y en cada persona existen factores diferentes (hay personas diabéticas, hipertensas, cardíacas, con problemas renales, etc.) que influyen en la recuperación del paciente, no tanto el que reciba sangre o no, algo que, repetimos, está en conformidad con lo que comenta el Dr. Johannes Scheele en la pág. 7 del recuadro de Despertad 8/Enero/2000. El comentario en la misma sección del Dr. Alex Zapolanski es acertado, pero, hay que analizar los casos para determinar el uso o no de una transfusión.
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