La figura del tutor como eje central para elevar la calidad de la educación superior (página 2)
Enviado por Maritza C�ceres Mesa
Independientemente del rol que asuma el tutor, existen aspectos que son básicos en su desempeño profesional. Los tutores deben promover una comunicación educativa dialógica, mediante la cual los tutorados puedan ser escuchados, atendidos y orientados, en tal sentido deben promover espacios de interacción social y de comunicación personalizada. Sobre este aspecto afirma Bernal Guerrero A: "La relación personal del tutor con cada educando ha de descansar en la confianza mutua (que implica asimismo confidencialidad), único modo de ayudar al proceso de desarrollo personal del alumno en que su educación consiste".
Lázaro, A (2004) definen al tutor como "un asesor"; Torres José A (2002), plantea que el tutor es "un profesor previamente preparado en tutoría, dedicado a un grupo reducido de alumnos". Alpízar C, Añorga Morales (2006) expresan que el tutor es "aquel profesional en el cual se negocia la formación y el mejoramiento profesional y humano de acuerdo con los intereses sociales e individuales".
En el informe presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular: "Universalización de la Universidad", el 1ro. de Julio de 2004, se analizan los nuevos retos que impone esta gigantesca tarea de la educación superior cubana y entre ellos está brindar una atención personalizada a cada uno de los estudiantes, lograr el conocimiento profundo de sus características individuales y a partir de esto, desarrollar el sistema de influencias educativas necesarias para su transformación. Esta labor debe ser enfrentada por el docente en su condición de tutor, del cual se afirma que: "Particular importancia adquiere en estas condiciones la existencia del tutor. Esta modalidad augura resultados positivos, porque se trata de la figura que acompaña al estudiante durante toda su carrera, lo asesora, lo guía, e impide que se sienta abandonado, solo, desalentado".
La Educación Superior cubana concibe a los tutores como "líderes educativos, con una alta profesionalidad, cuya labor educativa se realiza a través del asesoramiento a cada estudiante, de modo que éste pueda cumplir todas sus actividades docentes y laborales con calidad". A través de su ejemplo personal, su perseverancia, las relaciones que establece con sus discípulos, contribuye a la formación de su personalidad como futuro profesional. Se trata de que cada estudiante en el Modelo de Continuidad de Estudios cuente con un tutor, "quien de manera individualizada lo asesora, guía y ayuda en el empeño de vencer los estudios universitarios" (Documento sobre el Claustro Universitario del 13 de octubre de 2004).
Desde esta perspectiva, "la relación ayuda, no implica sustituir, sobre proteger, sino crear las condiciones, propiciar una relación interpersonal, movilizando los recursos del sujeto en el contexto educativo que lo facilita", (Rojas Valladares L: 2003).
El tutor evaluará continuamente el aprendizaje del tutorado, lo que permitirá a éste ubicar sus avances en tal sentido. Esta reevaluación formativa constituye un elemento central de la actividad tutoral, lo que supone el análisis entre ambos sobre los estilos de aprendizaje, métodos y acciones encaminadas al respecto.
Es preciso apuntar que el tutor debe tener habilidad para orientar al tutorado, en el sentido de llevarlo a la reflexión, a un mayor conocimiento, pero al mismo tiempo deberá identificar desórdenes de conducta asociados a su desempeño individual, derivados de problemas de carácter personal, psicológico, físico, socioeconómico, etcétera.
Todo lo anterior requiere contar con un personal académico que posea un conjunto de actitudes y habilidades adecuado para ofrecer los servicios de tutoría. En tal sentido deberá poseer un amplio conocimiento de la filosofía educativa subyacente al ciclo y a la modalidad educativa y curricular del área disciplinar en la que se efectúe la práctica tutoral. Asimismo, conviene que sea investigador dotado de una amplia experiencia académica, que le permitan desarrollar eficiente y eficazmente la docencia o la investigación y que además estas actividades estén vinculadas con el área en la que se encuentran inscritos sus tutorados.
En relación al análisis anterior nos adscribimos a los criterios de la doctora Nogueiras M (2003) la cual considera que el tutor debe poseer las siguientes Competencias Docentes:
Competencia académica. Dominio de los contenidos propios de su asignatura.
Competencia didáctica: Manejo de los componentes personales y no personales del proceso enseñanza-aprendizaje. Tratamiento sistémico de las categorías; objetivo, contenido, método, medios, formas de enseñanza y la evaluación como importante control de este sistema. Comprensión del proceso en su dimensión humana, y su valoración como un proceso bidireccional (relación alumno-profesor).
Competencia organizativa. Dominio de todo lo relacionado con la planificación, organización, ejecución y control de las acciones pedagógicas y didácticas involucradas en la formación del que aprende.
Teniendo en cuenta la importancia que tiene la comunicación dialógica en la actividad de tutoría, para llevar a cabo el intercambio de conocimientos, vivencias, experiencias, motivos y valores entre profesores y estudiantes, resulta oportuno señalar otras competencias que el tutor para una adecuada conducción del proceso formativo del tutorado, en tal sentido se apunta:
Saber escuchar: Es brindarle oportunidad al tutorado de expresarse, es darle protagonismo y muestra de que se le valora y se le presta atención a lo que el piensa o expresa. En tal sentido Freire (Citado por González M: 2006) expresa: "Escuchar es algo que va más allá de la posibilidad auditiva de cada uno. Escuchar, significa la disponibilidad permanente por parte del sujeto que escucha para la apertura al habla del otro, a las diferencias del otro".
Saber responder: Es saber estar a la altura de las expectativas de los tutorados, dar respuesta a sus demandas e inquietudes, es dar respuesta a sus sentimientos y necesidades. Es dar calma a quien viene alterado; clarificación a quien tiene dudas; empatía a quien presenta angustia, apoyo a quien se siente inseguro.
Saber preguntar: Supone ser discretos y oportunos no violando la intimidad con preguntas curiosas o comprometidas que colocan al otro en una situación de disgusto o insatisfacción.
Saber interpretar: Teniendo en cuenta que las cosas y los hechos pueden ser interpretados desde múltiples maneras y puntos de vista. Se ha de ser acertado, correcto y objetivo en las interpretaciones no dando lugar a situaciones de simpleza, precipitación o superficialidad.
Saber comprender críticamente: Comprender críticamente significa no sólo conocer y aceptar la posición del otro, sino además asumir ante ella una postura personal
Las reflexiones anteriores permiten caracterizar el papel y lugar que corresponde al tutor en el proceso de tutoría; en tal sentido hay cualidades deseables que a esta figura deben caracterizar, tales como:
Poseer un equilibrio entre la relación afectiva y cognoscitiva, que le permita llevar a cabo un plan de acción tutoral con el fin de promover la formación integral del estudiante.
Brindar especial atención a las técnicas de estudio y ofrecer estrategias de aprendizaje que permitan al tutorado desarrollar un pensamiento creador e independiente.
Conocer las expectativas, intereses, potencialidades y limitaciones de sus tutorados.
Ser capaz de diagnosticar las competencias y capacidades de independencia cognoscitiva en el tutorado para promover y desarrollar su autonomía en el estudio.
Impulsar la formación reflexiva, fomentando en el tutorado una actitud crítica, como una forma de evidenciar sus capacidades.
Contar con capacidad para propiciar un ambiente de trabajo que favorezca la empatía tutor-tutorado.
Poseer habilidades para la comunicación, ya que intervendrá en una relación humana.
Poseer dominio del proceso de tutoría y mantenerse actualizado en el campo donde ejerce la misma.
Contar con experiencia docente e investigativa, así como poseer conocimiento del proceso de aprendizaje.
Ser creativo para aumentar el interés del tutorado en todas sus esferas de actuación y tener capacidad tanto para la planeación y el seguimiento del profesional, como para el proceso de tutoría.
Conclusiones
La actividad del tutor, constituye un elemento clave para el logro del proceso de enseñanza aprendizaje y su función estará dirigida al logro de una formación integral del estudiante, el cual ha de ejercer de manera competente, responsable, ética y comprometida su profesión.
Bibliografía
ALPÍZAR CABALLERO, L. Y AÑORGA MORALES, J. (2006.) Caracterización del modo de actuación del tutor de especialidades médicas del Instituto Superior de Medicina Militar. Rev Cub Educ Med Superior. La Habana, Vol.20, No 1.
GONZÁLEZ M. (2006). La de competencias profesionales en la universidad". Reflexiones y experiencias desde una perspectiva educativa. Revista XXI Educación. Universidad de Huelva. Vol. 8.
INFORME A LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR. (2004) Universalización de la Universidad. La Habana, Cuba.
LÁZARO, A (2004). Características y expectativas de la Tutoría Universitaria, en La tutoría: elemento clave en el modelo europeo de Educación Superior, Universidad de Salamanca.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR (2005). El tutor en las sedes universitarias municipales. Documento oficial. Ciudad de La Habana, Cuba.
NOGUEIRA MINERA. (2003).Competencias del médico tutor. Cuba. Marzo.2003, Rev. Educación Medica Superior; 17(3).
OJALVO MITRANY V. (2005). Orientación y tutoría como estrategia para elevar la calidad de la educación. Rev Cub de Educ Sup. N0 2.
ROJAS VALLADARES L. (2003). La formación vocacional hacia la carrera licenciatura en educación preescolar: Una propuesta pedagógica. Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. Instituto Superior Pedagógico "Conrado Benítez García" Cienfuegos.
TORRES JOSÉ A. (2002). La formación del profesor tutor como orientador. Universidad Nacional de Educación a distancia, España.
Autor:
Maritza Cáceres Mesa
DrC Pedagógicas. Profesor Titular.
Bárbara L. Cabezas Poblet.
DrC Pedagógicas, Profesor Auxiliar.
DrC.Margarita Valdesprieto Rocha.
DrC Pedagógicas. Profesor Titular.
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