El Éxodo es el relato de la Misión del Moisés, aunque siempre existió la tentación de alegorizar esta gesta; por ejemplo, el salir de Egipto es vencer la materia y acceder al Universo del Alma, operar el paso misterioso del estado somático al esta pneumático, y así otros asuntos, como el cruce del Mar Rojo, etc.
Levítico es el cuerpo de la Ley (revelada en el Monte Sinaí); los Números con las peripecias del pueblo conducido por Moisés, y para finalizar, el Deuteronomio que traduce el último discurso de Moisés y el relato de su muerte.
Para terminar esta parte, vamos a resumir la intención para con la humanidad de la Misión Crística de Moisés; para ello mencionaremos un párrafo de un libro del doctor Serge Raynaud de la Ferriére:
"Más lejos, el autor de "Moisés y la vocación judía" (página 105)[1] escribe aún: "Que Dios ame a los hombres, que él sea su padre, su protector, su patrón, es aquello que otros genios antiguos habían presentido si no claramente expresado. Pero que los hombres sean invitados a amar a Dios, he ahí algo que transforma la estructura religiosa del mundo. Todo pasa como si Dios revelara en la Thorá, la exigencia del amor, porque Él tenía necesidad de ser amado. Es esa búsqueda de amor la que informa de la alianza y la que, desde el Sinaí le confiere su tonalidad a la vez ansiosa y exultante. De Adam a Noé, de Noé a los Patriarcas, de los Patriarcas al Sinaí, Dios ha permanecido incansablemente en busca de los hombres. Ahora en el Sinaí, él los ha encontrado definitivamente. La nostalgia de Dios es satisfecha. Dios tiene un proyecto que Él quiere realizar con la participación de los hombres. Él llama a los hombres para cooperar con él. La Thorá no es otra cosa que el enunciado de los esfuerzos necesarios a una aventura común, sobre la tierra, entre Dios y los hombres. Ella es la carta del Reino de Dios sobre la tierra" (Vosotros Me perteneceréis, un Reino de sacerdotes y un pueblo santo, ya que la tierra entera Me pertenece, Éxodo XIX, 5 y 6)" ("Propósitos Psicológicos", Volumen III, página 87).
Aries es una Era Positiva, y los Colegios Iniciáticos se abren para el público, y lo más que se puede esperar un gobierno de sacerdotes y un Reino de Dios; esa es la palabra clave de la Thorá, el establecimiento de: ¡Un Reino de Sacerdotes!
LOS JUECES
La Era de Aries tiene como corregente a su constelación opuesta (180º), es decir Libra, que significa Balanza. Como toda Era Precesional, Aries se manifestará en combinación de su signo opuesto, la Balanza; Aries, cuya palabra clave es el "yo soy", de gran capacidad de liderazgo, de una fuerte personalidad, se dio con las características de Balanza, es decir, haciendo justicia.
El Salvador de esta Era fue un líder, que conduce a su pueblo, como lo fue Moisés con el pueblo de Israel, pero esa actitud implica protección, paternalismo y administrar justicia, por la influencia del descendente de la Era Aries. Fue así que Moisés pasaba mucho tiempo haciendo justicia personalmente, hasta que su suegro le sugirió que delegue esa función de la Era en personas virtuosas y capaces de conducir al pueblo, como está escrito en Éxodo XVIII, versículos de 13 a 27. Igual disposición se puede encontrar en Deuteronomio I, versículos 9 a 18. Trascribamos un versículo de la disposición de Moisés dando el establecimiento de los Jueces de la Era:
"Constituirás jueces y magistrados en todas las ciudades que el Señor Dios tuyo te diera en cada una de tus tribus, para que juzguen al pueblo con juicio recto" (Deuteronomio XVI, 18).
De este modo queda establecida la función de Jueces en la Era de Aries que fundó Moisés, y los primeros tres siglos que siguió a la muerte del mismo se tiene registrado en el libro "Jueces" de la Biblia, dando testimonio de la influencia de Libra en la Era de Aries, como estaba previsto en la Gran Tradición Esotérica del mundo.
Pero, Aries es una Era Positiva, en donde el sacerdocio asume el poder temporal como reyes-sacerdote, cosa que se va a dar en la Era, previa transición de reyes simplemente. Después del último Juez, que fue Sansón, se ve surgir algunos reyes, hasta el rey Saúl, antes a un gran rey-iniciado que fue David. De él es que vamos hablar seguidamente por su importancia en nuestro objetivo didáctico.
EL REY DAVID
El rey David nació diez siglos antes de Jesucristo, a la mitad de la Era de Aries. Es con él que se consolida la Era, organiza un Reino de Dios, funda el Centro Espiritual Secundario (subsidiario del Centro Espiritual del Mundo de su época que se encontraba en Salem), que denomina Jerusalén. Se debe entender que David tuvo relación directa con el Centro Espiritual del Mundo, los Colegios Iniciáticos que se fundaron en su época estaban regidos por dicho centro, que presumiblemente se encontraba en Salem.
La historia de David es harto conocida, por lo que no lo haremos aquí, solamente diremos que su famosa pelea con el gigante Goliat, sea una alegoría de su lucha con su Ego personal, del cual salió victorioso, como todo iniciado.
Él funda Jerusalén pero fue su hijo Salomón quien construye el famoso templo de este Centro Espiritual público. Este templo fue construido en piedra, y su cimentación arquitectónica se hizo con enormes rocas de un peso promedio de 280 toneladas. En excavaciones realizadas en el año 1992, se encontró una roca de 600 toneladas, que era parte de la base del templo construido por el rey Salomón.
¿Cómo se realizó esta construcción con pesos que humanamente no es posible manipular? ¿Considerando que no se disponía de maquinaria ni medios tecnológicos para hacerlo?
El doctor Serge Raynaud de la Ferriére dijo que en la Era del Aquarius se descubriría el método del traslado de las piedras que hoy no tenemos explicación razonable en las distintas obras de la antigüedad.
David fue un Rey-Sacerdote, y sirvió de modelo para los profetas que previeron la venida de la siguiente Era Positiva, que es Aquarius.
Tanto David, como el Colegio Iniciático conocido como la "Casa de David" son citados por dichos profetas judíos.
DAVID Y EL AVATAR DE AQUARIUS
La relación que existe entre el rey David y el Avatar de Aquarius es que ambos son reyes-sacerdotes de una Era Positiva continuada; es decir la Era de Aquarius es la siguiente Era positiva después de la Era de Aries (David fue un Rey-Iniciado de la Era de Aries).
Así como el rey David esta relacionado con el Avatar de Aquarius, Jerusalén también esta relacionado de la misma manera con la "Nueva Jerusalén", según los profetas bíblicos.
Entonces, el rey David es el símbolo del Rey-Sacerdote de la antigüedad, que es utilizado para profetizar al Cristo Rey, al Príncipe de la Paz, al Hijo del Hombre, al Avatar de la Era del Aquarius.
Todo empieza cuando el profeta Samuel se le ocurrió que Dios hace un pacto con David para que su linaje sigua existiendo en un futuro (en Aquarius), en donde gobernaría por muchos años (ya que Aquarius es el inicio de una Edad de Oros, que dura varias Eras Precesionales). Dice el profeta Samuel:
"Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino" (II Samuel VII, 12 y 13).
Todo esto del "pacto" y el "linaje" es figurado y alegórico, cosa que no fue comprendido en la época de Jesús, donde, por confusión, se le relacionó con el Cristo-Rey y pronto le hallaron al padre de Jesús una relación genealógico con el rey David, cosa que es harto dudosa se halla realizado dicho estudio genético de parentesco (ver Mateo I, versículo 1).
El error fue causado, probablemente, por la mala interpretación de las profecías de Isaías, que dice así:
"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto" (Isaías IX, versículos 6 y 7).
Aquí Isaías nos habla del Avatar de Aquarius, del Cristo de la Era del Saber, del Imperio de Paz que existirá en la Edad de Oro. Este asunto del imperio de paz y justicia lo ha tratado detalladamente Dante Alighiere, en su obrita "Monarquía". En esta cita Isaías no habla del Cristo de Piscis, a quién denomina "Señor de dolores, experimentado en sufrimientos", él no se equivoca cuando trata de los Avatares de Piscis y de Aquarius; la hace, obviamente, sin mencionar la terminología zodiacal que nosotros empleamos, ahora que tenemos la luz de Aquarius.
Entonces, eso del "pacto" con David es sólo para figurar que vendría una Era Positiva en donde también habría un reinado similar al de David, y que se cumpliría ineluctablemente, ya que son de razones astronómicas; lo mismo lo que respecta al "linaje" de David, se refiere a la misma Tradición Esotérica, única en el mundo, que se encuentra en el fondo de todas las religiones y creencias; tan así que Isaías dice que "procederá de tus entrañas", del mismo fondo común de conocimientos sagrados de todas partes.
Más adelante Isaías especifica el carácter del Cristo Aquariano, que se caracterizará por su sabiduría, su gran intelecto y su gran evolución espiritual:
"Saldrá una vara del tronco de Isaí[2]y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová" (Isaías XI, 1 y 2).
Sabiduría, inteligencia y conocimiento, son, pues, características de la Era de Aquarius, que está regido por los planetas Saturno, Urano y Mercurio.
Para terminar esta parte, haremos una trascripción de otro profeta bíblico sobre el mismo asunto:
"En aquellos días, y en aquel tiempo, yo haré brotar de la estirpe de David un pimpollo de justicia en la tierra" (Jeremías XXXIII, 15).
Es, pues, la misma figura retórica que inauguró el profeta Samuel; ya que el Cristo Rey (de Aquarius) inicia una Era de un gobierno mundial fuerte y centralizado, que es la definición misma de imperio espiritual.
Cristo Rey
JESÚS Y JERUSALÉN
Cuando Jesús nació en Belén ya habían transcurrido diez siglos de existencia de Jerusalén y la Era de Aries estaba concluida. En la Era de Piscis no habría un Centro Espiritual Secundario público, ni habría apertura de los Colegios de Iniciación, la vida del Templo de Jerusalén estaba condenada a la desaparición, ya que había terminado su ciclo. Eso lo sabía Jesús, tan bien como dos más dos es cuatro, ya que no se trataba de gustos o preferencias personales sino de un hecho cósmico inevitable.
Desde la venida de Moisés y sus Leyes habían pasado casi 2,000 años, y la vida espiritual verdadera en Jerusalén se había extinguido, y solo había un clero cuyo único mérito era su organización y fuerte sujeción a la letra de las Sagradas Escrituras. Cuando llega Jesús la fiesta más concurrida era el recuerdo de la noche de la salida de Egipto con Moisés a la cabeza, que se describe en el Éxodo y es conocida como "la Pascua".
En esta concurrida fiesta religiosa, todo era alboroto y comercio con los animalitos que servían de ofrenda, y hacía tiempo que de la Jerusalén de Salomón quedaba poco. Por eso Jesús se queja delante de ella:
"! Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Mateo XXIII, 37-39).
Aquí Jesús profetiza que Jerusalén quedaría desierta, como todos los Centros Espirituales Secundarios que concluyen con su misión. Más adelante lo dice directamente:
"¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada" (Mateo XXIV, versículo 2).
Entonces, esto es más que una profecía de Jesús, es una conclusión científica.
Pero lo interesante de este encuentro con el Centro Espiritual de una Era concluida, es que Jesús le promete reencontrarse con ella, cuando venga al que se le recibe como: "Bendito el que viene en el nombre del Señor"; o sea, al Cristo Rey, al Príncipe de la Paz, al Avatar de Aquarius, que se le recibe de esa forma, según la tradición judeo-cristiana. Ese encuentro se daría en la Nueva Jerusalén, y en el tiempo en que "el signo del Hijo del Hombre se encuentra en el cielo" (Mateo XXIV, 30), es decir, en la Era del Aquarius.
LA NUEVA JERUSALEN Y EL AVATAR DE AQUARIUS
Jesús, durante su magisterio habla sobre su Segunda Venida al mundo, y se llamaba a sí mismo "Hijo del Hombre", que sería el símbolo de la constelación de Aquarius y la señal esperada en el cielo, como ya dijimos líneas arriba.
Los cuatro evangelistas de la Biblia son representantes de los cuatro signos fijos del Zodíaco. Juan, corresponde a Escorpión, Lucas, a Taurus, Marcos, al León, y, Mateo, a Aquarius. Los animales correspondientes son: Águila, Toro, León, y Mateo, a un Hombre joven, que la Biblia denomina "Hijo del Hombre". Estos animales son dibujados junto a dichos Evangelistas en la cúpula de diversas iglesias, antiguas y contemporáneas.
Y, curiosamente, es el evangelista Mateo que habla profusamente del Regreso de Jesús como "Hijo del Hombre".
Es en capítulo XXIII de Mateo, que encontramos su ofrecimiento de volverse a ver, pero con motivo de su ingreso, en su Segunda Venida, a la "Nueva Jerusalén": "Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor".
Tal como lo menciona también Juan, el autor del Apocalipsis:
"Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestido de ropas blancas, y con palmas en la manos" (Apocalipsis VII, 9).
Esta escena es el ingreso del "Hijo del Hombre" a la Nueva Jerusalén, en donde hay una multitud de gente vestida de ropas blancas, que son el color de ropa de la Fraternidad tradicional, y que están con palmas en las manos, que es la forma tradicional de recibir al Mensajero Divino, que ha logrado su resurrección, es decir un gran Iniciado Tradicional, y es recibido con estas palabras: "Bendito el que viene en el nombre del Señor".
Igualmente, Jesucristo fue recibido en Jerusalén como júbilo y alegría de esta misma manera, con palmas en la mano, ya que se trata del Mesías de la Era de Piscis.
Pero, lo que se tiene que tener en cuenta es que Jerusalén y la Nueva Jerusalén corresponden a Eras Positivas, y bien distintas, ya que cada Era tiene su Centro Espiritual Mundial en lugares diferentes. Este Centro Supremo estaba, en la Era de Aries, en Salem, y en la Era de Aquarius, en Manu, en Sudamérica.
Como hemos explicado en otro sitio, cada Era tiene su respectivo Centro Espiritual Mundial, y si se trata de una Era Positiva, tiene también su respectivo Centro Secundario Público.
En la Era de Aquarius, el Centro Espiritual del Mundo está ubicado en una meseta de la Cordillera Oriental, en la zona del Parque Nacional de Manu, en el Perú. Pero, como hemos dicho también, este lugar sagrado donde se encuentra el Consejo Supremo de los Ancianos del Planeta, no es público, sino que se establece el Centro Espiritual Secundario para dicho efecto, en donde se llevará a cabo todas las festividades de una Era Positiva; y en particular, en forma internacional y fraterna, ya que estamos hablando de la Era de Aquarius, donde la Fraternidad, la Amistad y la espiritualidad es fecunda.
Es por esta razón que los profetas bíblicos hablan de una manera muy positiva de la Nueva Jerusalén, dándole características y bondades que según la astrología sólo puede corresponder a Aquarius.
LA NUEVA JERUSALEN
En las escrituras bíblicas la Jerusalén nueva es descrita como una ciudad ideal donde reinará la justicia, la fraternidad y el altruismo; y, el mundo andará a la luz de su sabiduría.
La Nueva Jerusalén sería la capital de un imperio sagrado, cuyos límites abarcaran el mundo entero.
Este reino ideal será conducido por una Orden Sacerdotal, que en la Biblia se describe como la Orden de Melquisedeq, que es mencionado en el Génesis, y que, según el esoterismo, es el Presidente del Consejo Supremo de los Ancianos, del Centro Espiritual del Mundo actual.
Esta proyección de los profetas bíblicos no se debe exclusivamente a su capacidad de prever el futuro, sino, fundamentalmente, al conocimiento del "misterio de los tiempos", es decir, de la Eras Precesionales, que durante la Era anterior (Piscis) quedó dentro de la llamada Ciencias Ocultas.
Tempranamente, a setecientos años antes de esta era cristiana, Tobías, previa la reconstrucción de Jerusalén y su características aquarianas, en las que se reunirían gentes de todas las naciones, y ante cuyo rey doblarían la rodilla los reyes de la tierra; viendo la gloría que tendrá en este mundo la Nueva Sión. Dice Tobías:
"Dichoso seré yo si alguna reliquia de mi descendencia logre ver el resplandor y la gloria venidera de Jerusalén" (Tobías XIII, 20).
El profeta Isaías hace recalcar el carácter internacional de la Nueva Jerusalén:
"Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerá; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Median y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas a Jehová" (Isaías LX, 4-6).
Claro que se trata de la Capital de un Imperio Sagrado, en una Edad de Oro:
"Y tú Jerusalén, torre y fortaleza de Sión, tu volverás a ser la Capital del Reino, la gran señora que antes fuiste" (Miqueas IV, 8).
Todas las características aquarianas que nosotros podemos imaginar ahora, son aplicables a la Nueva Jerusalén, ya que será el Centro Espiritual Secundario del Centros Espiritual Mundial de la Era de Aquarius; por ejemplo, la tolerancia, para que se produzca la Unión de todas las religiones, todas la sectas; el altruismo, para aplicar un poco de intuición y filosofía a las ciencias, para lograr la unión de todas ellas. La ciudad santa presidirá las uniones en masa, la fraternidad universal, la sabiduría, y el espíritu de síntesis, y la paz alrededor del mundo.
La ciudad santa será construida siguiendo prácticas esotéricas, como se construyen los talismanes, teniendo en consideración las energías sagradas que deben circular en su sede.
LA JERUSALÉN CELESTE
Las civilizaciones antiguas siempre han procedido de acuerdo al cosmos para construir monumentos, templos y ciudades; el "plano" de estas obras se hallaban en el cielo, del cual resultaban, al terminar de construir, ser un "doble" exacto. A esto se llama construir de acuerdo a un arquetipo.
Al proceder de esta forma, en la Tierra se tiene una réplica de un sector de la esfera celeste, que funcionará como un verdadero talismán, en donde circula determinadas energías que son beneficiosas al hombre y necesarias para el trabajo que llevarán a cabo los Iniciados que lo habitarán.
En la Era del Aquarius se construirá el Centro Espiritual de la Era de esta forma, por lo que se llamará la Jerusalén Celeste, ya se le construirá de acuerdo a una constelación que se encuentra el polo norte, tal como se ha hecho en el pasado con las pirámides de Egipto, los templos del Tiahuanaco, templos en la India y Mesopotania.
Es por esta razón que el autor del Apocalipsis dice que la Nueva Jerusalén "descenderá del cielo":
"Y yo, Juan, vi la ciudad santa, la Jerusalén nueva, que de parte de Dios descendía del cielo, y estaba aderezada como una novia ataviada para su esposo" (Apocalipsis XXI, 2 y s.s.).
Es, pues, una alegoría decir que "desciende del cielo", por dar a entender que será construida de acuerdo a consideraciones estelares, en la nueva ubicación que se encontrará Sistema Planetario Solar en la Era de Aquarius; esto lo sabía el autor del Apocalipsis y no halló forma más bella de describirla como "descendiendo del cielo, cual esposa ataviada para su marido".
La alegoría de Juan con respecto a la Jerusalén Celeste ("BAJANDO DEL CIELO")
LA NUEVA JERUSALÉN, CENTRO ESPIRITUAL SECUNDARIO DE AQUARIUS
La Nueva Jerusalén será el Centro Espiritual visible durante los 2,000 años que dura la Era de Aquarius, cumpliéndose así las antiguas profecías bíblicas. A su vez, el Centro Espiritual Supremo (Manu) permanecerá siempre oculto para el público durante ese tiempo, pero sirviendo de lugar de retiro para los altos iniciados y Misioneros de la Orden del Aquarius.
Esta claro que el Centro Espiritual del Mundo siempre permanecerá oculto en cualquier circunstancia. Este Centro Supremo ejercerá su gobierno mundial espiritual a través de su Centro Espiritual Secundario, que para la Era de Aquarius es la Nueva Jerusalén.
Durante los dos mil años que durará la Era de Aquarius, todos los Centros Esotéricos del planeta establecerán contacto con este Centro Espiritual Secundario del Centro Supremo, para beber de su sabiduría y recibir su asistencia espiritual.
Las actividades de la Nueva Jerusalén serán públicas, recibiendo a todas las delegaciones de las diferentes naciones, atendiendo sus necesidades y resolviendo sus preocupaciones. Todos las aspectos de la vida serán tratadas, tanto de la parte administrativas como de las espirituales-iniciática. La paz, la justicia y el establecimiento de una Gran Fraternidad Universal implica dar cara a los problemas y resolverlos eficientemente, y es eso lo que precisamente hará las autoridades administrativas-espirituales de la Jerusalén Celeste. Al respecto dice lo siguiente el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére:
"Toda transmisión Iniciática procede más o menos directamente de los centros espirituales, unidos ellos mismo al centro supremo, el cual conserva el depósito de la Tradición primordial"
"Una organización Iniciática puede proceder no directamente del centro supremo, sino de los centros secundarios, pues en toda organización existe una jerarquía que permite contar con elementos mucho más evolucionados, que el estado evolutivo representado por la organización a que ella pertenece. Estos elementos sirven en cierto modo, de bases verdaderas para la Transmisión Iniciática, la cual no puede hacerse en ese caso sino muy lentamente" ("El libro negro de la Francmasonería", página 120).
Ese es el papel del Centro Espiritual Secundario, atender al público, y a la humanidad entera.
La Jerusalén del rey David también era una sede espiritual en una Era positiva (Aries), por lo que sus actividades eran públicas, y sus centros de reclutamiento se encontraban en las principales ciudades de su tiempo. Dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére al respecto:
"De este modo tenían numerosas reglas para evitar el fanatismo oriental, teniendo su sede en Jerusalén[3]Sin embargo tenían también institutos en Alejandría y Heliópolis, pero con un fin de reclutamiento, ya que no eran sino Escuelas para grados menores." ("El libro negro de la Francmasonería", página 28).
Sin embargo, Jerusalén cumpliría su Misión y tendría que desaparecer como desaparecen todos los Centros Espirituales que cumplen su ciclo; pero la sabiduría hebrea sabía que surgiría otro centro espiritual en otro lugar en la siguiente Era Positiva, de acuerdo al devenir ciclo de las Eras Precesionales, que sería similar a lo que había sido Jerusalén, por lo que le llamaron: la "Nueva Jerusalén"
LA UBICACIÓN DE LA NUEVA JERUSALÉN
En estos dos mil años de cristianismo se ha creído reconocer algunas ciudades como la Jerusalén esperada. Por ejemplo, ese fue el caso de la ciudad de Córdova, en España, en los siglos XII-XV, en donde los árabes habían creado un ambiente de alta intelectualidad y otros rasgos acuarianos (fraternidad, altruismo, coordinación, trabajo en equipo, unión, tolerancia), se pensó que allí estaba la Nueva Jerusalén.
Algo parecido sucedió en Ámsterdam, Holanda, en el siglo XVII, en donde los judíos y cristianos reformados Vivian en armonía y prosperidad. En fin, los puritanos de Nueva Inglaterra que participaron en la fundación de los EE.UU. estaban, ellos también, buscando una tierra que les permitiera la construcción de la nueva Jerusalén.
Pero lo que no sabían estos señores es que la Nueva Jerusalén se ubicará en un Centro Telúrico del planeta, requisito indispensable para que este futuro Centro Espiritual tenga lugar. Y, estas consideraciones energéticas, es lo novedoso de nuestro aporte a la antropología, una ley de formación de las grandes civilizaciones espirituales que se han sucedido en toda la historia de la humanidad.
En este sentido, la Nueva Jerusalén se debe ubicar al final de la actual "columna vertebral" del globo, es decir, en la Cordillera de los Andes, en un lugar cuya características de emanación telúricas corresponda al sétimo chakra, en forma similar a la correspondiente en el cuerpo humano, a la glándula pineal.
Desde el inicio de la Nueva Era (Aquarius) la Cordillera de los Andes ha sido sede del epicentro energético-espiritual, que hace de dicha cadena de montañas, una verdadera columna vertebral del planeta, por donde circula las energías geognósticas que han hecho las grandes civilizaciones espirituales de la historia. De tal modo que surgirá, a continuación de los toltecas, mayas, incas, los "aquarianos".
En consecuencia, la luz se ha hecho, y vemos todo claro y con gran esperanza esperemos la formación de este gran centro espiritual formarse al final de la cordillera de los Andes, recorriendo unos 7,000 kilómetros desde la Patagonia, a orillas del Mar Caribe, en la ciudad de Caracas, Venezuela. En conclusión, la Nueva Jerusalén será fundada en Caracas, Venezuela, Sudamérica.
El cuerpo humano y los 7 chakras.
Bibliografía:
-"Los Grandes Mensajes" de Serge Raynaud de la Ferriére, Editorial Diana, México, 1987.
-"Yug Yoga Yoghismo", de Serge Raynaud de la Ferriére, Editorial Diana, México-1970.
-"Propósitos Psicológicos", Volumen II, Serge Raynaud de la Ferriére,Editorial Leoncio Prado,Perú-1966.
J.M. C.
www.granfraternidaduniversalperu.com
Lima, mayo 2009.
Autor:
José Mendoza Castillo
www.granfraternidaduniversalperu.com
Mayo-2009
Lima-Perú
[1] Serge Raynaud de la Ferriére se refiere al libro de ese nombre escrito por Andrés Neher, que menciona líneas antes del párrafo que estamos transcribiendo.
[2] Isaí fue el padre biológico de David.
[3] Se sabe que esta última pertenecía a los Colegios del Norte de enseñanza iniciática Occidental.
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