Los Trabajadores Sociales en la Revolución Energética
Enviado por María del Carmen Morejón Hernández
La Revolución Energética constituye un cambio radical de todo el proceso de producción, distribución, y consumo de la energía, dirigido a propiciar el ahorro de la energía que se produce, la conservación de las fuentes de energía no renovable y el desarrollo sostenible de nuestra patria.
Introducción
Hasta nuestros días el consumo de energía ha sido valorado como un índice del progreso económico y social de los países, por eso durante mucho tiempo las consecuencias ambientales de los patrones de consumo de energía fueron dejadas a un lado, sin embargo en los albores del Siglo XXI, el problema energético adquiere una importancia crucial, no sólo desde el punto de vista de la satisfacción de la creciente demanda social de energía, sino además en lo que se refiere al impacto ambiental del sistema energético contemporáneo, basado fundamentalmente en el uso de los combustibles fósiles y en menor medida la energía nuclear.
En el siglo pasado debido al aumento de la población y a la implantación de una cultura basada en el consumismo, se fueron introduciendo nuevos procesos tecnológicos y energéticos que cambiaron la naturaleza a nivel de todo nuestro planeta. Algunos de estos cambios son notables y representan un peligro para la subsistencia de toda la humanidad.
Una parte de los fenómenos negativos asociados a las consecuencias del insostenible modelo energético implantado en el mundo, en la esfera social, son la desigualdad, la pobreza extrema, la carencia de acceso a servicios esenciales de salud y educación, etc. y en el ámbito ambiental las lluvias ácidas, la contaminación del aire, de las aguas y la tierra, el calentamiento global y el cambio climático y a su vez el desgaste de todos esos recursos energéticos no renovables, los cuales, según estudios realizados, cuentan con una durabilidad no mayor de 50 años; de allí la necesidad de disminuir los índices de consumo y lograr el desarrollo sostenible que incluya la satisfacción de las necesidades de todos los seres humanos, sin distinción de clases, razas u otras diferencias heredadas del orden económico imperante.
Con la sustitución de los bombillos incandescentes por ahorradores, el consumo de electricidad se reduce considerablemente, se ahorra una gran cantidad de combustible y se reduce la necesidad de generación con el consiguiente ahorro económico. El fin es poder, en el futuro, tomar decisiones que permitan mejoras medioambientales, la preservación de los hidrocarburos y la elevación del nivel de vida de la población; derivando del ahorro un elevado saldo que puede utilizarse para la realización de programas sociales.
Marco teórico
Energía es una palabra que resulta muy familiar para la mayoría de las personas. El concepto de energía es un término cuya presencia es continua en los medios de difusión masiva, y está relacionado con aspectos que abarcan también las esferas política, militar y ambiental. Quizás ningún otro concepto científico tenga tantas implicaciones en la vida cotidiana como el concepto de energía, de ahí que su estudio sea vital para el desenvolvimiento y la toma de decisiones en la sociedad de hoy.
Educación energética es el proceso continuo de acciones pedagógicas dirigidas al desarrollo de un sistema de conocimientos, procedimientos, habilidades, comportamientos, actitudes y valores en relación con el uso racional de la energía.
Conciencia energética es el sistema de valores éticos y morales que el individuo desarrolla en su quehacer cotidiano, y que tiene relación con el empleo racional de los recursos y tecnologías energéticas disponibles, en armonía con el medio ambiente.
La contaminación ambiental, es el cambio indeseable de las propiedades físicas, químicas y biológicas que puede provocar efectos negativos en los diferentes componentes del medio ambiente.
La revolución energética constituye un cambio radical de todo el proceso de producción, distribución, y consumo de la energía dirigido a propiciar el ahorro de la energía que se produce, la conservación de las fuentes de energías no renovables y el desarrollo sostenible de nuestra patria.
Desarrollo
Antes de 1959 Cuba estaba sometida a la extracción indiscriminada de sus riquezas por parte de las empresas mercantilistas cubanas y extranjeras. Este saqueo se realizaba sin tener la preocupación por renovar esos recursos, comprometiendo la posibilidad de contar con una base para el desarrollo nacional en el futuro. Por tanto poner en manos del Estado revolucionario la propiedad y administración de los recursos del país significó la primera medida de protección para esto. El país, amante de la paz y ejemplo del desarrollo sostenible, se levanta orgulloso ante el mundo con una estrategia de uso racional de la energía y de los recursos energéticos que no sólo constituye una revolución en la Revolución, sino también, una propuesta para salvar a la humanidad. Las realidades del mundo actual, demuestran la irracionalidad del uso de los combustibles fósiles, y en especial del petróleo en la actualidad.Los factores que ocasionaron la radical Revolución Energética iniciada en Cuba fueron:
1. Las constantes averías de las termoeléctricas del sistema electroenergético nacional que como promedio garantizaba solo una disponibilidad de 60 %.
2. La búsqueda de motores de emergencia para garantizar los servicios vitales en Pinar del Río, incentivó la idea de los grupos electrógenos coordinados.
3. La carestía de la producción de electricidad en el mundo ante el sobreconsumo irracional de los países ricos, con el encarecimiento del petróleo, llama a la búsqueda de modos de generación menos costosas y más eficientes, como el ciclo combinado.
4. La necesidad del mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo y el desarrollo y consolidación de los programas de la Batalla de Ideas, para el logro de la invulnerabilidad económica, demandan de la nueva estrategia electro energética.
El paradigma de uso irracional de las fuentes no renovables impuesto por los países desarrollados a los subdesarrollados, – carentes de medios y conocimientos para transformar ese modelo caótico de utilización de la energía – debe ser cambiado .A tenor con esta situación mundial, en el discurso de clausura del primer Forum de Energía celebrado en 1984, nuestro Comandante en Jefe, expresó:
(…) ¿Debemos o no debemos nosotros preocuparnos por los problemas energéticos? ¿Debemos o no debemos preocuparnos nosotros por ahorrar, que no tenemos esos recursos hidráulicos, ni de gas, ni de carbón, ni de petróleo? (…) ¿Debemos o no debemos preocuparnos por ahorrar energía en este mundo de hoy, donde el petróleo ha subido tan fabulosamente de precio? No solo es una cuestión de gran importancia económica, sino también de elemental sentido común, de elemental conciencia del valor de las cosas, de elemental disciplina en el uso de los recursos a disposición del hombre (…) ¿Cómo debemos nosotros enfrentar el problema energético en el futuro? Esa es una pregunta que tenemos que hacernos todos, todo nuestro pueblo, todos los trabajadores, todos nuestros jóvenes, nuestros estudiantes. (6)
Note que ya desde 1984, Fidel alertaba a nuestro pueblo de las consecuencias que se avecinaban por el despilfarro colosal de los recursos energéticos y preguntaba ¿cómo debemos enfrentar el problema energético en el futuro?, ¿cuál es el nuevo paradigma energético por el que tenemos que luchar?
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