- Resumen
- Introducción
- Orientación educacional para padres
- Necesidades de los padres y madres desde el papel educativo
- Orientación educacional para grupo o colectivo
- Técnicas grupales
- Conclusión
- Apéndice
- Referencias. Bibliografía
Orientar es brindar ayuda en la formación de los estudiantes donde se debe orientar a los padres para que el nivel educativo de sus hijos sea exitoso.
Los padres no reciben instrucciones para educar a sus hijos ya que al transcurrir el tiempo van aprendiendo de la vida pues el docente juega un papel importante ya que se tiene que dar soportes a los padres ya sean a través de charlas de diversas formas ya que en la actualidad la tecnología es un medio para transmitir dicha ayuda.
Para los docentes es una tarea de gran reto ya que tiene que transmitir a los padres la importancia del aprendizaje de sus hijos además tiene que planificar, organizar y evaluar la enseñanza a los padres e hijos.
La actuación de los orientadores y orientadoras debe respetar dos principios básicos de la orientación educativa. En primer lugar, el principio de prevención. La intervención con las familias debe ser sobre todo preventiva, encaminada a mejorar sus competencias educativas, a ser posible, antes de que surjan problemas de conducta o similares. En segundo lugar, las actuaciones atenderán al principio de intervención precoz. Cuanto antes se actúe, más eficaz resultarán las acciones. Los primeros años de la Educación Infantil son el momento privilegiado para ayudar a las familias a mejorar las pautas educativas y es el período en el que la influencia de los padres en los hijos es más efectiva.
En este trabajo se pretende hablar de la importancia que representa la llegada al mundo de un niño, es un acontecimiento de gran importancia si se tiene en cuenta las inmensas responsabilidades que contrae las familias al cuidarlos y educarlo.
A partir de ese momento, un nuevo ser irá aprendiendo, con la influencia del adulto, los modos humanos elaborados formas socialmente, las de comunicación, de interacción tanto con los objetos como con las personas del medio que lo rodea, conformándose así los sentimientos, capacidades, habilidades, valores y normas de conducta social. En esta primera etapa, el medio social desempeña un papel fundamental en el desarrollo y evolución del individuo, y la familia, primer medio en que se desenvuelve el niño, debe estar preparada para ofrecer una formación integral a sus hijos.
Los padres al no estar al pendiente de sus hijos se enfrentan a la difícil realidad de que educar y formar a los hijos, puede convertirse en una frustración de la que emergen interrogantes como: "dónde estuvo el error?", "en qué nos equivocamos?", "qué hicimos mal?". Por tanto, los padres y las madres, responsables del proceso de crianza efectivo que comienza desde el nacimiento de los hijos, muchas veces necesitan de una ayuda orientadora que propicie en ellos la adquisición de nuevos aprendizajes para enfrentar su función educativa; en tanto si bien es verdad que el hombre aprende y se desarrolla durante toda su vida, lo cierto es que el período de la infancia es decisivo, constituye la etapa de la vida del ser humano en que se definen las principales características de su desarrollo, tanto físico como psíquico y se producen los principales aprendizajes básicos para su futuro desempeño personal y social. De ahí que una infancia psicológica y físicamente bien atendida favorece el desarrollo de una personalidad más plena y segura. Surge, entonces, la necesidad de brindar a padres y madres orientación educativa, asesorías, consejos que contribuyan a perfeccionar sus conocimientos, modelos y concepciones con respecto al cuidado y crianza de los hijos, posibilitándoles mayor preparación y por tanto un mejor desempeño de su papel educativo.
Orientación educacional para padres
Convertirse en padres y madres significa, más que ser llamado papá o mamá, colaborar en la formación de una persona durante muchos años, tarea que tiende a crear en ambos temores y ansiedades, Educar, Tal como lo dice (Labrada, 2010)
Y va cambiando a medida que los niños crecen, la interacción padre-hijo no tiene las mismas características en un niño, un adolescente o un joven. Los padres y las madres deben preocuparse por el desarrollo de sus hijos en todos los aspectos, deben procurarle una alimentación adecuada, vivienda, abrigo, ejercitación física y cuidado frente a peligros y enfermedades, para lograr en ellos un desarrollo físico pleno; así como también deben hacer de él un niño seguro, confiado, que se sienta querido, con un buen concepto de sí mismo y una adecuada autoestima para que desarrolle sus potencialidades. Para lograr esto se les debe proporcionar un mundo relativamente estable y la delimitación de normas claras y estilos adecuados de crianza, que muchas veces no son correctamente desempeñados. (Labrada, 2010)
El ejercicio de la autoridad es indispensable en toda familia, debe existir en ambos padres y en los restantes adultos que conviven con el menor. Es el rol que cumple la función de propiciar desarrollo y crecimiento en el sujeto, se refiere fundamentalmente a la responsabilidad para las decisiones internas trascendentes de la familia y en la disposición de pautas formales de conducta para esta; tiene que ver además con las normas familiares que se implanten, con el control de las mismas y la responsabilidad de casi todas las funciones. En otras palabras autoridad es la mano que guía en todo momento por igual, es el afecto sincero que se siente y expresa de muchas formas.
La autoridad es una de las necesidades psicológicas fundamentales, que posibilita en el niño un desarrollo adecuado saludable; por tanto la tarea educativa de los padres no se puede realizar si éstos carecen de autoridad sobre los hijos. Según Makarenko el educador debe ganársela de forma correcta evitando así prácticas falsas de la misma, como son:
a través de la represión (golpes y castigos), del razonamiento (estableciendo profundos razonamientos teóricos que no concuerdan con el grado de madurez del niño), del distanciamiento (el padre es el que manda y las órdenes se transmiten a través de la madre), del soborno (la obediencia se compra con atenciones y regalos), del amor (pedir todo en base al amor procesado), de la bondad (indulgencia excesiva, exenta de prohibiciones, se interpreta como ruego lo que es necesario), de la amistad (aspiración a ser amigo de los hijos, la amistad implica una interrelación de problemas y orientaciones y los hijos no pueden resolver nuestros problemas).
Patricia Ares expone la existencia de padres y madres en correspondencia con la forma en que se ejerce la autoridad:
Autoritarios: exigen obediencia a su autoridad y son partidarios del uso del castigo, no practican el diálogo familiar siendo poco comunicativos y afectuosos. Permisivos: no exigen responsabilidades ni orden, permiten que el niño se auto organice sin normas que estructuren la vida cotidiana.
Democráticos: padres afectuosos que refuerzan el comportamiento positivo del niño e intentan evitar castigo, están atentos a sus necesidades, lo cual no implica indulgencia sino control y dirección a partir de sentimientos, puntos de vista y capacidades evolutivas. Prevalece el diálogo y los "por qué" de controles con castigos, así como la escucha de los argumentos del niño y las disculpas ante errores cometidos.
El ejercicio de autoridad está muy relacionado también con la delimitación de espacios e implantación de límites.
El espacio es el lugar físico y psicológico que ocupen los sistemas o subsistemas en el mismo o diferente nivel. Es muy importante, hay que defenderlo y darnos determinados permisos. Puede haber mucho espacio físico y ninguno psicológico. Tiene que ver con la involucración emocional que se refiere al grado o intensidad del vínculo afectivo, cuando hay mucha fusión emocional e involucración simbiótica, no hay espacios.
El niño debe estar claro de su espacio diferente de los padres y es responsabilidad de éstos transmitírselos, siempre en correspondencia con las características de la etapa de desarrollo del niño y de acuerdo a sus necesidades y posibilidades.
El límite es la frontera psicológica necesaria, natural convenida entre sistemas y subsistemas en el mismo o diferentes niveles, que define el tipo del vínculo con sus correspondientes consecuencias psicológicas. Es preciso que el niño aprenda a dominar sus impulsos y a posponer sus deseos, a tener control de las emociones y a desarrollar la voluntad sin la cual no hay éxito posible. Los límites bien establecidos no dañan las relaciones entre padres e hijos, por el contrario las favorecen, ya que contribuyen a la madurez y a la creación de buenos patrones de conducta. El límite debe establecerse de forma conversacional con argumentos claros y precisos, siendo flexible hasta el punto que sea respetado. No es rígido e inapelable, ante un imprevisto se puede posponer lo acordado.
Cuando los métodos de obtener autoridad fallan aparece entonces la desobediencia y con ella el castigo. Su primera forma es el golpe, lo cual lejos de ser un arma educativa enseña el abuso de la fuerza física y engendra hostilidad hacia el que golpea. Existen otros como prohibirles que jueguen, vean televisión, pero el mejor de ellos según el Dr. Vega Vega consiste en reflexionar sentados qué no debieron haber hecho y por qué.
El castigo debe ser coherente con lo que el niño ha transgredido y el medio en que se dio la falta, no puede ser mayor que esta ni generar vergüenza, temor o miedo. Deben explicarse las cuestiones que generaron el castigo, transmitiendo el mensaje que ante un mal comportamiento hay determinadas consecuencias, sin que por esto se vivencie pérdida de afecto por parte del padre o la madre. Una vez castigado no puede ser violado el castigo por el otro padre, conllevando a la pérdida de autoridad del padre que determinó la sanción.
El ejercicio adecuado del rol de padres y madres lleva implícito además el cumplimiento de las funciones familiares, tanto el padre como la madre deben contribuir económicamente a la existencia física de toda la familia, participar en las tareas domésticas, ejercer la autoridad en el hogar sobre la base del ejemplo y el respeto a los diferentes límites y espacios de cada cual, mantener una comunicación franca y estable con los hijos, brindándole el afecto para formarle una personalidad armónicamente desarrollada.
Al desarrollar las responsabilidades asignadas a dichos roles, se pueden asumir conductas favorables o no al desempeño de estos, las cuales pueden facilitar la reproducción de pautas saludables o distorsionaditas de los procesos de aprendizaje de vida. Siendo estos roles de gran complejidad, debido a la responsabilidad que asumen en la formación de los hijos, los temores a cometer errores en la crianza, más la sobrecarga que los cuidados de los hijos requieren, promueven un gasto vital por parte de los progenitores. Esto implica también un cambio en la interacción de papá y mamá, la diferenciación tradicional en las tareas domésticas en el interior y exterior de la familia se hace más evidente, percibiendo la madre un mayor peso en la responsabilidad, signos de cansancio y agotamiento ante las múltiples tareas, situación que se acentúa cuando la madre es trabajadora. El padre que también disfruta su rol, vivencia sin embargo inicialmente una sensación de abandono, responsabilizarían de tareas y presiones que no tenía totalmente asumidas en sus deberes tradicionales.
Necesidades de los padres y madres desde el papel educativo
Todos los padres y madres desean lo mejor para sus hijos, pero ¿estarán realmente preparados para contribuir como corresponde al desarrollo de este rol tan complejo?, por supuesto que no, y aunque se hacen todos los esfuerzos posibles, faltan una serie de conocimientos que aunque se conocen de forma empírica, no se practican en la cotidianidad de nuestras familias. La responsabilidad que a la familia le corresponde, dentro del sistema de influencias que existe en la sociedad, exige de ella un conocimiento cada vez mayor acerca de cómo deben atender y orientar a los hijos durante el transcurso de sus vidas, para que se desarrollen óptima y plenamente. El hogar es la primera escuela del niño y los padres son sus primeros maestros, por lo que es necesario aprender a educar a los hijos. El hogar es una escuela sin aulas, sin pizarrón, pero en la cual todos los que conviven, a través de lo que hacen, dicen o manifiestan con sus gestos, educan a los hijos, aún sin proponérselo.
Por tanto es necesario prepararse para cumplir las funciones que como institución social corresponden a la familia, y para ello es imprescindible que esta tome conciencia de que es insustituible, y de que para obtener buenos resultados en la educación de los hijos, no es suficiente desearlo, sino que también es imprescindible prepararse. Es por esto que muchos padres y madres se muestran interesados en asistir a diferentes reuniones, charlas y encuentros grupales, en los que se brinden orientaciones o informaciones que contribuyan a optimizar su función educativa, ayudándoles a identificar las disímiles problemáticas que se dan en este complejo proceso y a buscar la solución correcta de las mismas, de modo que se propicie en ambos (padres e hijos) crecimientos positivos.
Orientación educacional para grupo o colectivo
Se centra más que todo que el docente sea capaz de manejar un grupo grande para orientar en un tema especificó, entre todos puedan discutirlo de manera que se puede aplicar a la vida de los miembros del grupo, tal como lo dijo (Vargas, 1997)
Se puede hacer un diagnóstico de las diversas situaciones que presenta el grupo, el líder o el encargado de este grupo debe de saber que todos representan diferentes necesidades en las cuales él o ella deben saber orientar, escuchar y tratar de hallarle una solución a ello. Esto sirve para prevenir algo o para reforzar sus diferentes destrezas, ya que la persona que tiene que ver las soluciones para este grupo debe ser una persona normal, sin ningún problema psicológico, que les ayude hallar soluciones rápidas y eficaces; la orientación personal es un poco distinta a la grupal, porque la personal te enfocas en solo esa persona, pero la grupal te enfocas en varias personas. En la orientación grupal debe de haber diferentes roles que puedan cumplir dentro del grupo y ponerlo en práctica en su vida. No se debe de olvidar que también se debe poner diferentes técnicas para que sea favorable la manera de orientar.
Nos dice (Herrera, 1995) que hay diferentes técnicas que podemos aplicar en la orientación grupal; Tales como:
1. El foro: Es una exposición de un tema determinado que realizan generalmente cuatro estudiantes: un mantenedor y tres ponentes. Se trata de un tema dividido, por lo general en tres subtemas, pero esto no quiere decir que él número de ponentes no pueda aumentar, ni que haya más subtemas. El foro es una exposición de grupo.
2. Controversia: El debate es una actividad oral que consiste en la discusión de un tema por parte de dos grupos: Defensores y atacantes. El grupo de personas que defiendan un tema deben estar convencidas del lado positivo, y los atacantes deben estar convencidos del lado negativo. Toma la palabra el primer representante del grupo defensor, enseguida le discute sus puntos de vista el primer representante del grupo atacante, luego el segundo integrante del grupo defensor.
3. Entrevista Generalidades: La vida social y la vida profesional exigen a todo individuo culto habilidades para entrevistar a los demás, y a su vez, para ser entrevistados ellos mismos.
4. El Simposio: Se denomina simposio a un grupo de charlas, discursos o exposiciones verbales presentados por varios individuos sobre las diversas fases de un solo tema. El tiempo y el tema los controla a menudo un moderador.
5. El Panel: Un grupo de personas expone en forma de dialogo un tema frente a un auditorio; su duración es de sesenta minutos. Esta técnica se emplea cuando las personas son versadas en el tema y están dispuestas a informar al auditorio. Cuando el auditorio tiene iguales experiencias a las de los expertos. Cuando en un grupo surge la necesidad de escuchar a otras personas con experiencia sobre el mismo tema.
6. Seminario: Estudio sistemático de un tema planteado por un grupo. Es la reunión de un número pequeño de miembros que se unen para efectuar la investigación de un tema elegido. Se trata de lograr el conocimiento completo y especifico de una materia.
7. Conferencias: La conferencia es una disertación hecha ante un público. Tiene como fin informar, explicar, persuadir, incitar a la hacino, etc. Toda conferencia exige un tratamiento detenido y más o menos profundo. La vida actual y futura de todo estudiante le exige a cada paso la necesidad de dar conferencias.
8. Redonda: La mesa redonda está constituida por un grupo de personas que se reúnen para estudiar un asunto o problema determinado. El estudio de ese asunto se realiza exclusivamente mediante la discusión. Esta actividad está basada integralmente en la discusión. No se trata entonces de que cada uno de los integrantes del grupo pronuncie un discurso, sino de que escuche los puntos de vista de los demás y los discuta hasta ponerse de acuerdo en algo positivo, para deducir unas recomendaciones o acuerdos.
Como equipo podemos concluir que:
1. La orientación educativa, a través de talleres de intervención con padres y madres, constituyó una vía de gran valor para potenciar el desarrollo familiar comunitario, al promover cambios y aprendizajes en los participantes, brindar espacios psicológicos que posibilitan analizar situaciones de la vida cotidiana que se asumen acríticamente, de manera que propicia el vínculo de lo afectivo con lo cognitivo como una vía para aprehender el conocimiento; utilizar recursos como el juego dramático que posibilita tratar el indicador estudiado a partir de vivencias, percepciones e identificaciones, a la vez que conlleva a reflexiones más profundas.
2. El orientar a los padres de familia en la educación de sus hijos, es de suma importancia, porque el niño es el beneficiado al ver el interés de sus padres hacia él.
3. Nosotros como futuros docentes debemos trabajar en equipo con los padres de familia y el estudiante, jamás dejar solo al niño en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
4. brindar normas de trabajo grupal que posibilitaron a los participantes adquirir habilidades sociales para emplearlas en su grupo familiar, laboral y comunitario
Herrera, J. A. (1995). Tecnicas Grupañes . Bogota .
Labrada, A. R. (2010). Orientacion Educativa . Mexico .
Vargas, Z. R. (1997). Orientacion grupal o colectiva . Revista educacional .
Autor:
Gabriela Guadalupe Barra Moran
Fátima Calorina Hernández Fuentes
Universidad Panamericana
Catedra: Orientación educativa
Catedrática: Lic. Vanessa Carolina Rico
Fecha de Entrega:
Domingo 12 de Febrero del 2017