Introducción
La exégesis es la herramienta necesaria para el análisis de un texto bíblico. Para extraer el verdadero sentido de un texto bíblico según la intención del escritor y comprender las cosas que Dios quiso decirnos por sus servidores, para entender el sentido lingüístico de cada palabra de la Biblia según el contexto del tiempo en el cual vivían los destinatarios y el autor de las Escritura, para entregar la palabra al pueblo de Dios hoy día, vale la pena hacer una exegesis del ´´así dice Jehová´´. Así en este trabajo, nos proponemos hacer un estudio exegético del texto de Romanos 6: 6.
Tal trabajo será esbozado en tres capítulos. El el primer capítulo, nos dedicamos en presentar el marco histórico que es una consideración general del libro de Romanos donde sacamos el texto a estudiar. En el segundo capítulo, analizaremos las palabras importantes de este versículo bíblico. En el tercer capítulo, pasaremos a la praxis que es una aplicación del texto en su enfoque hacia Dios y nuestra relación con él y a la vida contemporánea.
Capitulo I
La epístola a los Romanos
1- Su autor
Nunca se ha puesto seriamente en duda que el apóstol Pablo sea el autor de esta epístola según las notas de la Biblioteca electrónica.[1]
´´Respecto a la cuestión de la autoría de Romanos, prácticamente todos los comentaristas antiguos y modernos están de acuerdo en que Pablo la escribió.´´[2]…
Es tan exclusivo el razonamiento de que Pablo es el autor de la epístola que ningún erudito serio duda de que proceda de la pluma del reconocido Apóstol de lo gentiles[3]
Nacido en Tarso, capital de Silicia (Asia Menor), una ciudad universitaria de más de 300.000 habitantes, Pablo se mueve en la encrucijada de dos civilizaciones. Judío, fariseo, estudia en Jerusalén con uno de los más ilustres rabinos del momento, Gamaliel (Hch 22: 3, 5 y 37). Había vuelto a Tarso durante los años de predicación de Jesús, al que no parece haber conocido. Sin duda era rabino y, por tanto casado.
Pero al mismo tiempo recibió de sus padres el titulo de ciudadano romano, que ostentará con orgullo (Hch 17: 28) nos dice Etienne Charpentier. Asistió sin duda a la universidad, cuyos procedimientos literarios emplea en ocasiones con la cita de sus poetas (Hch 17: 28). Su doble nombre, Saulo (judío) y Pablo (griego), indica su perteneciencia a dos civilizaciones.
Como fariseo sincero, Pablo no tiene entonces más que una pasión: servir a Dios practicando minuciosamente la ley. ´´Mi vida es la ley´´podia decir. Cuando vuelve a Jerusalén hacia el año 36, se encuentra con la predicación de Pedro y de los otros discípulos de Jesús. Nos dice el mismo Etienne Charpentier: ´´Como es teólogo, percibe sin duda mejor que Pedro que los discursos de los apóstoles corren el peligro de derrumbar el judaísmo: ponen a Jesús, justamente condenado por los autoridades como blasfemo, en el mismo plano que a Dios. Fariseo intransigente cuando se trata de la pureza de la fe, está decidido a combatir a la nueva secta. Aprueba la muerte de Esteban y parte para Damasco para perseguir allí a los discípulos de Esteban que se había en dicha ciudad.´´
No sólo está en el gran tema de la gracia de Dios, sino también en la evidencia de que la persona que escribió fue sin duda bien familiarizado con el judaísmo farisaico (Hechos 23: 36) como también la gran carga que sentía de evangelizar a los gentiles (Hch 13: 47; Ga 2: 2, 8; Ro 11: 13). De manera que no se necesita abundar más en el razonamiento de la paternidad de Pablo[4]
1- Sus destinatarios
¿Para que clase de cristianos fue destinada principalmente? ¿Judaicos o gentiles?
Que residía en Roma a esta sazón gran numero de judíos y de prosélitos judaicos, es bien sabido por todos los conocedores de los escritores clásicos y judíos de aquello tiempo y de periodos subsecuentes inmediatos ; y que los que de ellos estuvieron a Jerusalén el día del Pentecostés(Hechos 2:10), probablemente formaron parte de los tres mil en aquel día convertidos, llevarían consigo a su regreso a Roma las buenas nuevas , no puede haber duda ni faltan indicaciones de que algunos de los incluidos en las salutaciones de esta epístola ya eran cristianos de larga actuación, si bien no eran de los primeros convertidos de la fe cristiana[5]
2- Contexto cultural y social del autor y sus lectores
Roma estaba organizando su inmenso imperio, rico y sin rival alguno, nos dice Etienne Charpentier. Después de tres siglos de conquista, intentaba unificar a los pueblos conquistados. Varios elementos
contribuyeron a ello tales la lengua, la administración, las vías de comunicación, la justicia, los impuestos y el trasiego de la población.
El judaísmo era también la diáspora o dispersión. Y hace siglos que los judíos se instalaron fuera de Judea. Por todas las ciudades por donde pasa Pablo hubieron florecientes comunidades judías. Se calcula que el 8% de la población del imperio era judía. Era activo el proselitismo o deseo de lograr conversiones.
Los judíos gozaban en el imperio de un estatuto especial: excension de servicio militar, respeto del sábado, posibilidad de pagar un impuesto anual al templo, así, pues, dependen oficialmente de dos jurisdicciones: la del emperador y la del sanedrín de Jerusalén.
El cristianismo no era, al principio, más que una secta dentro del judaísmo y goza de sus mismos privilegios. Cuando se separa del judaísmo, se convertirá en una religión ilícita, en una superstición, y podrá entonces ser perseguida[6]
3- Evento histórico a base de la epístola
Parece evidente que la Epístola a los Romanos fue escrita desde Corinto, en su tercer viaje misionero, durante la permanencia de Pablo de tres meses en esta ciudad (Hech. 20: 1-3). Muchos eruditos ubican esta visita a fines del año 57 y comienzos del 58; pero algunos prefieren una fecha más antigua.
Que la epístola fue escrita desde Corinto es claro por sus referencias a Gayo (Rom. 16: 23; cf. 1 Cor. 1:14) y a Erasto (Rom. 16: 23; cf. 2 Tim. 4: 20), y por su encomio a Febe, a quien Pablo describe como una creyente que había prestado servicios especiales a la iglesia de Cencrea, el puerto marítimo oriental de Corinto (Rom. 16: 1). Cuando Pablo escribió la epístola estaba por regresar a Palestina, pues llevaba una contribución de las iglesias de Macedonia y Acaya para los pobres que había entre los cristianos de Jerusalén (Rom. 15: 25-26; cf. Hech. 19: 21; 20: 3; 24: 17; 1 Cor. 16: 1-5; 2 Cor. 8: 1-4; 9: 1-2). Después de terminar esa misión, se proponía visitar a Roma, y desde allí continuar con su viaje a España (Hech. 19: 21; Rom. 15: 24, 28). Hasta ese momento no había podido visitar a la iglesia cristiana de la ciudad capital del Imperio Romano, aunque con frecuencia había deseado hacerlo (Rom. 1: 13; 15: 22). Pero ahora creía que había completado sus labores misioneras en Asia y Grecia (cap. 15: 19, 23), y anhelaba proseguir rumbo al oeste para fortalecer la obra en Italia e introducir el cristianismo en España. Para poder llevar a cabo este último propósito, Pablo deseaba estar seguro del apoyo y la cooperación de los creyentes de Roma; por lo tanto, antes de su visita les escribió esta epístola en la que bosqueja con términos vigorosos y claros los grandes principios de su Evangelio (cap. 1: 15; 2: 16)[7].
Aunque Pablo sin duda podía identificarse con la cultura greco-romana en la que había crecido en Tarso (Hch 22: 3) y cumplir con las responsabilidades de la ciudadanía romana (Hch 22: 25), la más profunda influencia de su vida fue su trasfondo judío, farisaico y rabínico (Ro. 11: 1; Gá. 1: 13, 14; Fil. 3: 5). Los eruditos están hoy cada vez mas convencidos de que el trasfondo judío de Pablo le llevó a la corriente principal del judaísmo de su dia. El no fue un judío de segunda clase.
Otra influencia importante en la vida de Pablo fue su aceptación de Jesús como Mesías y Señor (Gál. 1: 15, 16), su contacto con la enseñanza cristiana que tenia a su disposición (Gal. 1: 18; Ro. 1: 3, 4 ) y su llamamiento misionero y su apostolado(Gál. 1: 16).
La Carta a los Romanos fue escrita muy probablemente durante la última visita de Pablo a Corinto, que le ocupó como tres meses, en la primavera del 57 o 58 d. de Cristo (Hch. 20: 1-3). Esta fecha depende de referencias del apóstol en su relación con la información que aparece en el libro de Hechos. Un factor clave para determinación de la fecha real tiene que ver con el procónsul Galión, que escuchó las acusaciones que le hicieron a Pablo Corinto durante su segundo viaje misionero(Hch.18: 12-18). Según una inscripción encontrada en Delfos,
Galión comenzó su tarea de procónsul en Corinto en el año 52 d. de Cristo.
Pablo había terminado su tarea en el Oriente, después de entregar la ofrenda para los santos en necesidad de Jerusalén, hace planes para visitar Roma en su camino hacia España (15: 22-28). El apóstol, esperando que la importante congregación romana pudiera serle de ayuda en sus esfuerzos misioneros en el Oeste del imperio, quiso que los santos de Roma supieran de él antes de llegar allí, y a este fin se presenta a sí mismo mediante la carta y les ofrecer una muestra de su predicación.
Una explicación que justificará una carta larga y bien pensada es que el espera dificultades en Jerusalén que pudieran evitar que él llegara a Roma.
Otro punto evidencia de vista atractivo involucra el intento de la reconstrucción de la iglesia de Roma en el año 57 a. de C. Sabemos como por otra evidencia externa, que el emperador Claudio promulgó un edicto expulsando a los judíos de Roma en el año 49 d. de C., debido a los disturbios sobre Cristo. Las aproximadamente trece sinagogas que había en Roma en aquellos días carecían de una dirección centralizada, y los miembros tenían trasfondos culturales diversos. Cuando el testimonio cristiano llegó a Roma, algunas sinagogas se mostraron receptivas mientras que otras reaccionaron de forma negativa. Como consecuencia del afrontamiento de las sinagogas sobre la cuestión de Cristo, se ordenó a toda la población judía de Roma que saliera de la ciudad. Esto fue el final temporal de la de la presencia judía-cristina en Roma. En este tiempo (49 d. de C.) se formaron iglesias en las casas de manera que los cristianos se podían reunir aparte de las sinagogas.
Durante los cinco años en los que el edicto estuvo en vigor (hasta el comienzo del reinado de Nerón), las iglesias en las casas no tuvieron creyentes judíos. Sin embargo, cuando los judíos regresaron a Roma, encontraron una iglesia diferente de la que conocieron en el contexto de la sinagoga. Había ahora una mayoría gentil y ejercían el liderazgo. Entonces, según esta interpretación, el libro de Romanos fue dirigido a esta mayoría gentil a fin de exhortarlos a que recibieran a la minoría de cristianos judíos y vivieran juntos en una sola congregación.
4- Datación de la epístola
Como lo escribe Archibald Thomas, Pablo ´´escribió su carta dese Corinto porque la envió por mano de Febe de Cencrea (Ro. 16: 2). Según Everett F. Harrison[8]una de las fechas a la luz de la labor de Pablo es el verano 51 d. C. cuando Galio llego a Corinto como procónsul de Arcaya. Posiblemente en la primavera del 52, se fue para Cesárea y Jerusalén, parándose en Antioquía y probablemente paso allí invierno 52.
Capitulo II
Análisis del texto
En esta investigación, analizaremos el texto de Romanos 6: 6, que aunque tiene una perícopa que abarca desde el verso 1 hasta el 14, delimitaremos nuestra estudio al verso 6.
Romanos 6:6 ´´tou/to ginw,skontej o[ti o` palaio.j h`mw/n a;nqrwpoj sunestaurw,qh( i[na katarghqh/| to. sw/ma th/j a`marti,aj( tou/ mhke,ti douleu,ein h`ma/j th/| a`marti,a|´´
Romanos 6:6: ´´Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado. A continuación analizaremos las palabras: viejo hombre, crucificar, cuerpo del pecado.´´
Viejo: palaio.j adjetivo, singular masculino.
Pa,lai
Esta palabra viene del griego y tiene sentidos tales como ´´anteriormente´´, ´´antes´´, ´´otrora´´, ´´una vez´´, ´´hace tiempo´´ y ´´por mucho tiempo´´. Aparece siete veces en el NT, para ´´inmediatamente antes´´ en Marcos 15: 44; 2 Corintios 12: 19, ´´mucho antes´´ en 2 Pedro 1: 9, ´´hace tiempo´´ en Mateo 11: 21; Lucas 10: 13; hebreos 1: 1; Judas 4.
Esta palabra significa ´´viejo´´, con matices tales como ´´caduco´´, ´´antiguo´´, ´´anticuado´´ y ´´venerable´´. Habitualmente arkaion, en griego secular; kainoj y nveoj son sus antónimos. En Pablo, palioj tiene mayor fuerza teológica.
La LXX usa para diversos términos hebreos, pero a diferencia del verbo palaiw , que denota la inutilidad de las cosas desgatadas, y figurativamente la transitoriedad de la vida de las criaturas (Sal- 32: 3; Job 21: 13; Is. 65: 22), el adjetivo no tiene significación teológica.
En la tradición sinóptica, figura en Marcos 2: 21-22 y paralelos; Lucas 3: 36ss; 5: 39; Mateo 13: 52 en la total antítesis de lo viejo y lo nuevo. En Marcos 2: 21-22, Jesús destaca la incompatibilidad de lo viejo y lo nuevo en dichos proverbiales. El significado depende de si los dichos se refieren más estrictamente a la pregunta en cuestión, o más generalmente a la misión total de Jesús. Esto ultimo es más probable; su mensaje es algo completamente nuevo, aunque lo nuevo es también un cumplimiento de lo antiguo (Mateo 5: 17). Lucas 5: 39 parece contradecir lo que precede, pero en su contexto es una advertencia contra la sobre valoración de lo antiguo. Mateo 13: 52 probablemente haya de interpretar en las líneas de 5: 17, puesto que las parábolas de Mateo 13 versan todas sobre lo nuevo que representa Jesús.
También Pablo afirma lo viejo en contraposición con lo nuevo. En efecto, en 1Corintios 5: 6ss la levadura vieja es mala, y su referencia es la antigua vida de pecado. La antítesis del hombre viejo y el nuevo en Romanos 6: 6; Colosenses 3: 9; Efesios 4: 22 sigue líneas parecidas. El viejo, crucificado con Cristo, (Ro.6), es incompatible con el nuevo, y por lo tanto hay que despojarse de él y dar lugar al nuevo (Col. 3: 9; Ef. 4: 22). El hombre viejo se caracteriza por los vicios, mientras que el nuevo es renovado a imagen de Dios (Col. 3: 5ss). Se podría ver aquí una alusión al bautismo (Gál. 3: 27-28). La ley no aporta renovación alguna, y su alianza es por lo tanto la antigua (2Co. 3: 14) que es la letra que mata. Cristo ha traído la nueva alianza de rectitud que la reemplaza. La antigua alianza, sin embargo, sigue siendo una alianza de Dios.
1 Juan menciona el mandamiento antiguo y el nuevo, pero de un modo diferente, ya que aquí el mandamiento antiguo es el que los cristianos han oído ya (Jn. 13: 34-35), y por lo tanto no hay antítesis entre los dos (1Jn. 2: 7).
palaioth.j
Esta palabra poco común significa ´´caduco´´ o ´´lo que es antiguo´´. En el NT solamente figura en Romanos 7: 6, donde el servicio que sólo consiste en la observancia del código escrito ha quedado superado, y debe dar paso al servicio en el poder del Espíritu.
Esta palabra significa "hacer antiguo´´, ´´declarar obsoleto´´. Es importante en la LXX; en el NT, figura en Hebreos 1: 11(citando Sal. 102: 25) y en Lucas 12: 33, pero sólo es teológicamente significativa en Hebreos 8: 13, pasaje que argumenta que Dios, al establecer la nueva alianza, ha declarado caduca la antigua, de modo que esta está es a punto de desaparecer. De modo que tenemos aquí una antítesis similar de Jesús y Pablo.
Anqrwpoj
El hombre como especie en cuanto diferente de los animales (Mt. 12: 12), de los ángeles (1Co. 4: 9), de Cristo (Gal. 1: 12), y de Dios (Mr.11: 30). Expresa también la idea del hombre sujeto a la flaqueza (St. 5: 17), la muerte (Heb.9: 27, el pecado (Ro. 3: 4), el mal (Mt. 10: 17), la adulación (Lc. 6: 26). El giro sugiere no sólo la analogía con la esfera humana y la lógica humana (Gal. 3:15; 1Co. 15: 32) sino también la naturaleza limitada del pensamiento y el comportamiento con los de Dios (Ro. 3: 15; 1Co. 9: 8, Gál. 1: 11), a veces con énfasis en su naturaleza pecadora (1 Co. 3: 3; 1 P. 4: 6 ).
La palabra se usa al estilo semítico con un genitivo para sugerir una relación (Lc. 2: 14; 2Ts. 2: 3: hombre de pecado; 1 Ti.6: 11: hombre de Dios).
Pablo usa la palabra en algunos conjuntos de antítesis:
El hombre exterior (la dimensión física) y el interior (la dimensión que se dirige a Dios) 2 Co. 4: 16; Ef. 3: 16.
El hombre viejo (inconverso y pecador) y el nuevo (renovado en Cristo) Ro. 6: 6; Ef. 4: 22; Col. 3: 9-10.
El hombre físico y el espiritual (1 Co. 2: 14-15).
El hombre es un termino mesiánico para referirse a Jesús en Romanos 5: 15; 1 Corintios 15: 21, 47, Efesios 5: 32; 1 Timoteo 2: 5; Hebreos 2: 6 ——– uioj tou anqrwpou
Viejo hombre ———– o` palaio.j h`mw/n a;nqrwpoj
Es la vida antigua de pecado dejado atrás después del bautismo.
El viejo hombre se refiere a todo el hombre no regenerado como lo vemos en Adán: el estilo de vida del hombre bajo el dominio del pecado y de la muerte, juicio y condenación (Ro. 5:12-14). Con esta figura se hace resaltar la naturaleza radical y completa del cambio de la situación de la vida del cristiano (Gál. 2: 20; 2 Co. 5: 17). Tal crucifixión tuvo lugar con el propósito que ´´el cuerpo del pecado sea destruido´´.
Wwma
De derivación debatida, ´´soma´´ figura principalmente en Homero para un cuerpo muerto, sea humano o animal.
El uso para un cuerpo vivo esta atestiguado con claridad solo a partir de Hesiodo. Hacia el siglo V a. C. el término denota el tronco o el cuerpo entero. El cuerpo a veces se puede considerar de manera impersonal, pero también puede denotar la persona. En su límite, el cuerpo es la existencia física que termina la muerte.[9]
Platón refiere ´´soma´´ al cuerpo humano, pero también (en plural) a los materiales que usan los artistas y a los elementos. Como totalidad integrada, ´´soma´´ puede ser la persona. Como parte invisible, es el objeto del deseo, distinto del alma, que lo controla y lo guía, y que por sí sola, junto con el cuerpo, constituye el ser. El cuerpo necesita del cuidado de los instructores gimnásticos y de los médicos. A diferencia del alma es mortal[10]
Hay 51 casos, en comparación con 91 en Pablo, en quien la palabra adquiere su verdadero contenido. Un primer significado es el tradicional de cadáver (por ej. El cuerpo de Jesús en Mr. 15: 43, etc., de un animal en Lc. 17: 37, de Moisés en Judas 9). Un ´´swma´´ muerto puede ser devuelto (Mt. 27: 52). Juan 2: 21 relaciona el templo con el cuerpo muerto y resucitado de Jesús.
Pablo no usa ´´soma´´ para cadáver ni para esclavo, ni como termino complementario para ´´psukh´´ en que esta ultima sea el verdadero yo. Incluso cuando se refiere a estar fuera del cuerpo (2 Co. 12: 1ss), lo hace sólo por obligación y sin interés intrínseco.
La vida es corporal en 1co. 5: 1ss, pero con una nueva corporeidad y no solamente una nueva forma. Teológicamente, en 1 Co. 15: 35ss, la vida después de la muerte depende de la resurrección pero como acto de Dios, no como una continuación de una parte del yo. Lo mismo vale en 2 Co. 5: 1ss y Ro. 6: 12.
El termino ´´ swma ´´ figura 56 veces en 1 y 2 Co., en oposición a un grupo que enfatiza el espíritu. El ´´ swma´´ es el cuerpo actual y (1Co. 5: 3), que puede ser herido o lesionado (Gál. 6: 17), que debe guardarse incontaminado (1Co. 7: 34), y que debe manifestar el vivir y el morir de Jesús (2 Co. 4: 10). El apóstol lo abofetea a fi de ponerlo al servicio de Cristo (1Co 9: 27).
En Romanos 12: 1 ´´ swma ´´ aparece donde los imperativos reemplazan a los indicativos. Lo mismo vale en Ro. 6: 12ss. En Fil.1: 20, Cristo es magnificado en el cuerpo de Pablo. Alabamos a Dios en el cuerpo, templo del Espíritu(1 Co. 6: 12), que pertenece a Dios o al pecado. En 1 Co. 6: 19 el cuerpo es de Dios porque él lo ha comprado además de haberlo hecho. Se había convertido en el cuerpo de pecado o de de la muerte (Ro. 6: 6; 7: 24), y podría incluso equiparse con el pecado (8: 13), pero en los creyentes es ahora un miembro de Cristo y está puesto a su servicio.
Denotando la persona entera, ´´ swma ´´ puede ser traducido por ´´personalidad´´ o ´´individualidad´´, pero esos
términos pasan por alto la relación con Dios, con el pecado y con los demás, que Pablo está implícita. Los imperativos mantienen la totalidad en la cual el pensamiento, el sentimiento, la experiencia y la acción ya no pueden ser separados.
Resucitar ————- sunestaurw,qh(
Esta palabra es una gama de significado de sun y meta
Sun
A partir del significado básico de ´´con´´ en sentido personal, ´´sun´´ llega a expresar el estar o actuar juntos y el compartir una tarea o destino común. Este estar o actuar juntos lleva el sentido de apoyarse mutuamente, es decir ponerse al lado el uno del otro.
Meta en genitivo
Básicamente, ´´ meta ´´ con genitivo significa ´´entre´´, ´´en medio de´´. Cuando se trata de estar en compañía de otras personas, por lo general va seguido del plural, ya que uno está ´´en medio de ´´muchas personas. También se puede expresar el estar entre animales (Gn. 6: 18ss), y la LXX usa el termino para estar en una misma tumba(47: 30) o para la unión con los muertos(Ex. 13:19).
Meta también puede denotar el estar junto con alguien, el ayudar a alguien.
Compuestos que desarrollan el significado de ´´sun Xristo´.
El termino ´´sunapoqeskw´´se usa para ´´morir junto con Cristo´´ (Mr. 14: 31, 2 Co. 7: 31).
´´Sustron´´ tiene el sentido de ´´crucificar con´´(Mt. 27:44; Ro. 6: 6; Gál. 2: 19).
´´Sumqapw´´ significa ´´sepultar con´´(Ro. 6: 4)
´´Sumfoj ´´tiene el sentido de ´´ser sembrado con (Ro. 6: 5).
´´Suzaw´´ denota el ´´vivir con´´ (Ro. 6: 8)
El término ´´prototokoj´´ asegura la singularidad de Cristo. Cristo es la imagen de Dios, y por la nueva creación
los creyentes son conformados a él. El propósito de Dios en la creación alcanza así su meta en la glorificación. Filipenses 3: 21 muestra que esto implica una transformación. Sujetos ahora a la muerte, los creyentes adquieren en su corporeidad la forma del cuerpo glorioso de Cristo. En virtud de su unión con él, esto es efectuado por su poder (Fil. 3: 10) por vía de una existencia terrenal que manifiesta la muerte y pasión de Cristo y que por tanto, implica una continuidad de destino.
Esclavo-´´douloj´´
El NT ofrece el cuadro típico del ´´doulos´´ con insinuación de algún menosprecio. En este sentido, difiere no solo del mundo griego sino también del judaísmo, que tiende a aceptar la condición inferior de los esclavos en lo social, lo cultural y lo ético, a colocar a los esclavos totalmente bajo el dominio de sus amos, y a considerar el termino esclavo como un insulto fatal.
La formula ´´ douloj qeou´´ es poco común en el NT; a los cristianos se los llama principalmente ´´ douloi´´ de Cristo. Cuando se usa, como en Lucas 1: 38(doulh); Hechos 2: 18; Apocalipsis (10: 7; 15: 3), generalmente tiene una base en el NT. Esto vale en Hechos 16: 17 y probablemente también en 1 Pedro 2: 16, puesto que aquí los cristianos se conciben como el Israel de Dios. ´´Douloj qeou´´ se vuelve mas popular en la iglesia antigua con el desarrollo de la idea que la iglesia es el verdadero Israel, y de un deseo de distinguir entre Cristo como Hijo y los creyentes como siervos, pero tienden a surgir ideas de merito a medida que la frase llega a denotar a personas especialmente dedicadas.
Más común es la creencia que los cristianos son los douloi de Cristo; Pablo, en particular, representa esta convicción. Ya son douloi en cierto sentido antes de su conversión, es decir del pecado, etc. (Ro. 6: 6ss; Gál.4: 3, 8,9), e incluso de la ley (Ro. 7: 1ss). El significado es que ellos han perdido totalmente su libertad y están dominados por esas fuerzas. Jesús, mediante su obra salvadora, los rescata de esta douleia en una obra de liberación (Gál. 3: 13; 4: 4,5). Es así como alcanzan la libertada de la filiación. Pero la filiación no implica autonomía; lo que implica es una nueva relación con Dios.
El resultado es un nuevo servicio. Con su obra de redención, Cristo ha hecho de los creyentes posesión suya, y ahora les da las matas que configuran sus vidas. Este nuevo compromiso, que es un compromiso con la rectitud, la santidad, la novedad de vida, halla su expresión en la descripción de los cristianos como ´´douloi´´ de Cristo. Esto entraña la confesión de lo que Cristo ha hecho y la aceptación de sus consecuencias practicas. Es también un reconocimiento de la libertad que sólo puede venir con el compromiso con Cristo, de modo que no hay contradicción alguna cuando Juan habla de la libertad que el Hijo trae (8: 34) o cuando pone Jesús a decir que a sus discípulos él no los llama ´´ doulos´´ sino amigos que hacen lo que él manda (Jn. 15: 14-15).
Pecado——- a`marti,a
El concepto designa el múltiple fenómeno de los humanos, que llegan desde la más insignificante transgresión de un mando hasta la ruina de toda la existencia. Esta situación la expresa la manera más profunda y amplia el grupo de palabras a`marti,a que designa el obrar contra costumbres, leyes, hombres o dioses. Un campo especial abarca el grupo de palabras adikia que entroca con la vida judicial y que, como concepto contrario a dikh (castigo) o dikaiosunh (justicia), carga el acento en lo que va contra el derecho y en las acciones que se oponen al mismo.
Empalmando con el uso tan relevante de los LXX, el grupo de palabras sirve en el NT para expresar de una manera particular todo lo que va en contra de Dios. La concepción cristiana del pecado, la desarrollaron de manera más amplia y en el aspecto teológico más profundo Pablo y Juan. Como muestra la estadística frente a ellos, los restantes escritos del NT van muy por detrás en el uso de esas palabras. Todos los demás términos afines y los sinónimos utilizados se colocan a la sombra de amartanw y hay que entenderlos a partir de ahí.
Amarti,a se utiliza siempre en el NT para designar el pecado del hombre que en última instancia se dirige contra Dios; a`martia es más raro, designa la acción aislada(2 Co. 6: 18), se utiliza en conexión con el perdón (Mc 3: 28; Rom 3. 25) y aparece en Mc 3: 29 para designar el pecado eterno e imperdonable. El adjetivo a`marthtoj aparece únicamente en Jn 8:7 y designa: sin pecado concreto. A`marthtoj es el adjetivo corriente, en ocasiones sinónimo de porhtoj , malvado, perdido(Mt. 12: 39, 45). Como substantivo, tiene los matices de a`marti,a , desde el sentido que poseía entre los judíos hasta la concepción plenamente cristiana.
Jesús utiliza el concepto del pecado del antiguo judaísmo tal como era conocido que en el ambiente que le rodeaba. Se ve claro que en los sinópticos los sustantivos a`marti,a y amarthmh aparecen casi exclusivamente en conexión con el perdón de los pecados. El verbo se usa por lo general absolutamente, es decir en el sentido ya conocido (Mt. 18: 15; Lc.17: 3ss). El uso de los sustantivos, la mayor parte de las veces en plural, muestra que preferentemente se piensa en faltas particulares que se han cometido contra la ley o contra los hermanos. Asimismo, según la concepción tradicional judía, el pecador, amartolos, es aquel que se atiene a la ley y a la interpretación que de ella dan los fariseos. Por eso se le coloca junto al odiado recaudador de impuestos (Mc.2: 15) y al gentil, eqvnikoj o impío, asebhj (Mt. 26: 45; Mc. 14: 4ss; Lc. 6: 32; Mt. 5: 46). La expresión ´´gente idólatra y pecadora´´ de Mc. 8: 38 viene a decir que el pecado aparta de Dios.
La predicación de Jesús salta por encima del concepto judío del pecado, cuando él, por ejemplo en el sermón del montaña, radicaliza la ley, establece su persona y su venida como medida nueva y con ello introduce una nueva realidad (Mt. 7: 11; 12: 31).
Las afirmaciones más importantes de Pablo acerca del pecado, las encontramos en Ro.1-8. Es extraño que en Ro.1: 18-3:20, apenas se utilicen los términos de, etc. Pablo habla aquí de los gentiles y de los judíos, todos los cuales fracasan por igual en la justicia de Dios. Ellos incurren en la ira de Dios adikia tou qeou , debido a su incredulidad y a las acciones injustas que de ella derivan. Pablo a asebeia, la llama impiedad y a la adikia, injusticia (Ro. 1: 18). Sólo para la fe el pecado se convierte en amartia. La ley nomos, hace que el hombre tome conciencia del pecado (Ro. 3: 20; 5: 20, 7: 7ss; Gál. 3: 22). Con ello no queda invalida (Ro. 3: 31), sino que, como un rayo, está más bien al servicio de la fe en Cristo (Gál. 3: 23ss). Esto es, la ley señala el objetivo y apunta hacia él, pero ella misma no es el camino de la salvación ni nos conduce a ella. La justicia de dios no se ha de conseguir por el camino de la ley. Ley-pecado-muerte, tal es el derrotero fatal en el que se halla embarcado el hombre sin Cristo, sin la fe. En el texto de Ro. 5: 12-21 esto se muestra de una manera ejemplar en Adán. Adán por el pecado ha puesto en marcha a la muerte; a partir de entonces esa línea alcanza a todos los hombres (Ro. 1: 32; 6: 16; 7: 5-22; 8: 13; 1 Co.15: 56).
El poder total del pecado se hace patente sólo en el conocimiento de Cristo. El hombre que se opone al espíritu es aprisionado en la carne, que, como enemiga de Dios, produce el pecado y cuyo fin es la muerte. Espíritu y carne luchan en el hombre que está bajo la ley uno contra otro (Ro. 7: 13-25; Gál. 5: 16-26). El termino amartia en Pablo se encuentra casi siempre en singular. El pecado es casi una potencia personal, que actúa en y a través de los hombres (Ro. 5: 12,21; 6: 6,17; 7: 9ss). Lo mismo se puede decir de la sarx, carne (Gál. 5: 19, 24) y de qanatos muerte (Ro. 6: 9b).
Con todo, Pablo no nos ofrece ninguna doctrina sistemática sobre el pecado, sino que establece la victoria de Jesucristo sobre el imperio de la ley, del pecado y de la muerte, en cuyo lugar se levantan la injusticia y la vida. El camino de la ley, que el Pablo recorrió antaño, no lleva a la vida, sino a la muerte. Pablo ve en su persecución contra Cristo y los cristianos el pecado de su vida (1 Co. 15. 9; 1 Tim. 5; 15). La gracia de dios es la que abre el nuevo camino (Ro. 5: 15; 1 Co. 15: 10).es el camino de la fe. Como prototipo del creyente se yergue Abrahán, el cual fue justificado por fe (Ro. 4).
La muerte reconciliadora de cristo por nosotros ocurrió una vez para siempre (Ro. 5: 1ss). En el bautismo el creyente es introducido en la vida de Cristo. Por su con-morir y co-resucitar con él es arrebatado del imperio de la muerte
y se hace participe de la nueva vida de Cristo(Ro. 6: 1-11). A ese indicativo sigue inmediatamente un imperativo: el cristiano debe liberarse de la esclavitud del pecado para ponerse al servicio del espíritu, se opera en el amor (Gál. 5: 13ss).
Así pues, en las afirmaciones paulinas acerca del pecado nos encontramos con dos líneas:
1- El hecho de que todos los hombres están bajo el poder del pecado, del cual sólo cabe la liberación por la acción reparadora única de Dios en Jesucristo.
2- La llamada a los cristianos a consagrarse a esa nueva justificación en la fe, a ser siervos de cerito en vez del pecado y luego a caminar en el espíritu, en Cristo.
En los escritos joaneos, el concepto de entra en el marco de la existencia de Cristo que une el cielo y la tierra. Jesús viene al mundo (Jn 1: 1-14) y lleva sus pecados como el cordero de Dios (Jn. 1: 29; 1Jn 3: 5). Pero él
carece de pecado; sin embargo, derrama su sangre por los pecados del mundo, esto es, por los hombres que se han alejado Dios(Jn. 1: 7; 2:2; 4. 10; ap. 1: 5). Pecado es la voluntad y el poder que están contra Jesús. Esto se ve claro en Judas Iscariote (Jn. 6: 70ss; 19: 11), pero también en la conducta delos judíos respecto a Jesús (Jn. 44ss). Ellos consideran a Jesús como un hombre pecador, pero lo son ellos mismos, ya que no lo reconocen como salvador (Jn. 9: 16-41). Pecado es aquí la incredulidad. Jesús pone a los hombres ante la decisión a favor de él o contra él (Jn. 15: 22-24). En la fe o en la incredulidad se decide el hombre a favor de de la vida o de la muerte.
En la primera carta de Juan, el pecador se entiende como lo contrario al amor (3: 1-10). Realmente la purificación del pecado se operó por Cristo (1: 7) y para el que nace de Dios el pecado es una imposibilidad (3:8ss), pero ningún hombre debe considerarse libre de pecado y privado del perdón (1: 8). Así en 1Jn.se conserva también la tensión entre la acción salvadora de Cristo y la ética, es decir, la acción del hombre. La piedra que toque es el amor a los hermanos (3: 10; 1: 9; 2. 7). Los pecados son perdonados (2: 12), pero el cristiano puede acudir a Cristo siempre nuevamente cuando comete un pecado (1: 9).
La carta de Santiago pone en guardia contra la concupiscencia que engendra el pecado y la muerte (1.5) y
contra el peligro de no sacar consecuencias del conocimiento que proporciona la fe(4: 17). Asimismo exhorta a reconocer el pecado y promete el perdón divino (5: 15).
La primera carta de Pedro entronca con Isaías 53. El seguimiento consiste en ir tras las huellas de aquí que
padeció una vez por nosotros y con ello nos libró de nuestros pecados (1 Pe. 2: 21-25; 3: 18).
El cuerpo del pecado – to. sw/ma th/j a`marti,aj(
El ´´cuerpo del pecado´´ no se refiere al cuerpo humano individual como tal. Tampoco se refiere al cuerpo
humano individual en su vieja condición como un esclavo del pecado, ni, más ampliamente, significa solidaridad en el pecado y la muerte que como raza humana compartimos en Adán. En cualquier caso, el énfasis está en la distintivamente nueva vida en la que hemos entrado por medio de Cristo Jesús[11]
Punto de vista de Elena G. de White
´´Cuando se pone levadura en la masa, penetra por todas partes hasta que se produce un cambio total. Lo mismo ocurre con la acción del Espíritu Santo sobre el corazón. La verdad recibida y creída introduce en la vida nuevas pautas y nuevos principios de acción. Se establece una nueva norma de carácter : la vida de Cristo. Los que reciben la verdad de ese modo dependen de Cristo, y reciben más y más fortaleza, y cada vez más luz. Cada día expulsan del corazón la vanidad, el egoísmo y la justicia propia.
Al recibir el Espíritu de Cristo, la luz resplandece sobre ellos con fulgores claros y definidos. Tienen un solemne sentido de las realidades eternas. La mente y el corazón se renuevan por completo. Tal como la levadura introducida en la masa.
La transformación del corazón implica un cambio completo de la totalidad del ser. "El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" declaró Cristo (Juan 3: 3). Esta transformación del corazón es invisible; porque es una obra interior; no obstante, se puede ver, porque actúa desde el interior.
¿Ha estado obrando la levadura de la verdad en su corazón? ¿Ha impregnado todo el corazón y todos los afectos mediante su poder santificador?. . .
Nuestra primera tarea tiene que ver con nuestro propio corazón. Debemos practicar los principios verdaderos que conducen a la reforma. El corazón se debe convertir y santificar; en caso contrario, no tendremos relación con Cristo. Mientras nuestro corazón esté dividido, jamás estaremos preparados para servir en esta vida o en la futura. Como seres inteligentes, necesitamos sentarnos a pensar si realmente estamos buscando el reino de Dios y su justicia. Lo mejor que podemos hacer es meditar seria y sinceramente en si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo necesario para obtener la esperanza y lograr el cielo que aguarda al cristiano. Si por la gracia de Cristo llegamos a la conclusión de que realmente lo queremos, la siguiente pregunta será: ¿Qué debo abandonar en mi vida para que no me sea una piedra de tropiezo? ´´[12]
Ellena G. de White dice en su libro El camino a Cristo:
´´Es imposible que escapemos por nosotros mismos del abismo del pecado en que estamos sumidos. Nuestro corazón es malo y no lo podemos cambiar. "¿Quién podrá sacar cosa limpia de inmunda? Ninguno" (Job 14: 4 )"Por cuanto el ánimo carnal es enemistad contra Dios; pues no está sujeto a la ley de Dios, ni a la verdad lo puede estar" (Romanos 8: 7). La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el esfuerzo humano todos tienen su propia esfera, pero para esto no tienen ningún poder. Pueden producir una corrección externa de la conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las fuentes de la vida. Debe haber un poder que obre en el interior, una vida nueva de lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la santidad. Ese poder es Cristo. Solamente su gracia puede vivificar las facultades muertas del alma y atraerlas a Dios, a la santidad. El Salvador dijo: "A menos que el hombre naciere de nuevo", a menos que reciba un corazón nuevo, nuevos deseos, designios y móviles que lo guíen a una nueva vida, "no puede ver el reino de Dios" (S. Juan 3: 3). La idea de que solamente es necesario desarrollar lo bueno que existe en el hombre por naturaleza, es un engaño fatal. "El hombre natural no recibe las cosas del Espíritu de Dios; porque le son insensatez; ni las puede conocer, por cuanto se disciernen espiritualmente" (1 Corintios 2: 14). "No te maravilles de que te dije: os es necesario nacer de nuevo" (S. Juan 3: 7.) De Cristo está escrito: "En él estaba la vida; y la vida era la luz de los hombres" (S. Juan 1: 4), el único "nombre debajo del cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos" (Hechos 4: 12).´´[13]
Hay un remedio para el alma enferma de pecado. Ese remedio está en Jesús. ¡Precioso Salvador! Su gracia basta para los más débiles; y los más fuertes deben recibir también su gracia o perecer.
Vi cómo se puede obtener esta gracia. Id a vuestra cámara, y allí a solas, suplicad a Dios: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí" (Sal. 51: 10). Tened fervor y sinceridad. . . Como Jacob luchad en oración. Agonizad. En el huerto Jesús sudó grandes gotas de sangre; pero habéis de hacer un esfuerzo. . .
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