Dieta suplementaria para la producción de Tilapia Roja en etapa de engorde (página 2)
Enviado por Simon Gamboa
El objetivo de este trabajo es evaluar un alimento seco a partir del aprovechamiento de plantas promisorias como lo es el chachafruto como sustituto de la harina de pescado en la alimentación de alevines de tilapia roja. La inclusión de harina de chachafruto en las dietas para esta especie representa una alternativa para reducir los costos de alimentación, siempre y cuando se utilice en combinación con otros ingredientes de alto contenido proteico.
UTILIDAD DEL CHACHAFRUTO
La hoja
El contenido de proteína es del 24.3%, lo cual lo hace más rica que las hojas de canavalia, yuca, pasto King-grass y guinea. El forraje de ésta especie es buen alimento para el ganado.
La vaina o cáscara
El contenido de proteína en la cáscara o vaina es del 20.9%, lo cual unido a la alta productividad del árbol la proyectan como una importante fuente en la alimentación animal. La producción de vaina, como la del fruto es constante a través del año (con excepción de los meses de julio y diciembre); la vaina contiene de 8 a 12 semillas que representan 62.4% del total del fruto.
La semilla
Es rica en proteína (18- 21%), valor que se reduce a 14-15% al descontar la fracción correspondiente al Nitrógeno no protéico; carbohidratos (51.1%), y almidones (totales 39.1%). El análisis de aminoácidos indicó que contiene cantidades similares o superiores a otras leguminosas, siendo la metionina la primera limitante y el triptofano el segundo. Esta semilla como otras leguminosas como arveja, soya, y fríjol debe consumirse después de cocinada, con el fin de eliminar algunos componentes tóxicos.
Para quitar la cutícula o cascarilla colorada de la semilla, ésta se pone en agua hervida durante 5 minutos y luego se descascara manualmente.
Sus frutos han sido empleados para el engorde de cerdos.
La Tabla muestra los resultados de los análisis de la semilla y sus componentes tomados de diferentes muestras.
Tabla Composición porcentual de la semilla de Erythrina edulis y de sus componentes | |||||||
Balú | Total | Humedad | Grasa | Fibra cruda | Cenizas | Proteína cruda | ELN |
Completo | 100 | 6.9 | 0.6 | 7.5 | 5.7 | 18.0 | 62.3 |
Cotiledón | 90.5 | 6.0 | 0.6 | 4.1 | 5.7 | 17.2 | 76.4 |
Cáscara | 9.4 | 9.9 | 0.6 | 39.4 | 1.5 | 11.7 | 36.9 |
Germen | 0.1 | – | – | – | – | 25.1 | – |
Completo* | 100 | 0 | 0.5 | 5.1 | 5.6 | 20.5 | 68.2 |
*Datos calculados a partir de Góngora y Young |
La determinación de la composición de aminoácidos se hizo usando harinas crudas o sometidas a tratamientos en el autoclave durante 30 y 60 minutos, los valores obtenidos se muestran en la siguiente Tabla, en la que se muestran además, los análisis realizados en variedades colombianas de fríjol (Phaseolus vulgaris) y los notificados por la FAO para la soya (Glicine max).
Tabla Composición en aminoácidos de algunas leguminosas (g de AA/16 gN) | |||||
Harina de balú | |||||
Aminoácido | Cruda | Autoclave | |||
30 min. | 60 min. | Fríjol | Soya | ||
Lisina | 6.91 | 5.04 | 5.04 | 6.24 | 6.38 |
Histidina | 5.84 | 4.26 | 4.32 | 2.50 | 2.53 |
Treonina | 5.84 | 4.77 | 4.53 | 3.87 | 3.86 |
Valina | 5.57 | 5.22 | 4.74 | 4.62 | 4.80 |
Metionina | 1.31 | 1.18 | 1.17 | 1.17 | 1.26 |
Isoleucina | 5.20 | 3.92 | 3.90 | 3.73 | 4.54 |
Leucina | 8.24 | 7.58 | 7.22 | 6.51 | 7.78 |
Tirosina | 5.50 | 4.62 | 4.45 | 2.70 | 3.14 |
Fenilalanina | 4.99 | 6.13 | 6.24 | 4.72 | 4.94 |
Triptofano | 0.66 | 0.61 | 0.61 | 0.56 | 1.28 |
Arginina | 5.63 | 6.08 | 5.63 | 5.87 | 7.23 |
Acido aspártico | 19.47 | 15.97 | 15.18 | 11.10 | 11.70 |
Serina | 5.71 | 5.36 | 4.54 | 5.57 | 5.12 |
Acido glutánico | 17.42 | 13.89 | 12.94 | 16.27 | 18.70 |
Prolina | 5.25 | 5.26 | 5.02 | 3.97 | 5.45 |
Glicina | 5.44 | 4.37 | 3.94 | 3.31 | 4.18 |
Alanina | 7.73 | 5.50 | 5.25 | 3.74 | 4.26 |
Cisteína | Trazas | Trazas | Trazas | N.D | 1.33 |
N.D.= No determinado |
Bromatología de semilla, vaina y hoja de Erythrina edulis
Bromatología de semilla, vaina y hoja de Erythrina edulis | |||
Determinación | Semilla | Vaina | Hoja |
Humedad | 84 | 91 | 83 |
Fibra cruda (%b.s.) | 8 | 23 | 29 |
Cenizas (%b.s.) | 5 | 10 | 9 |
Proteína (%b.s.) | 21 | 21 | 24 |
Grasa(%b.s.) | 1 | 1 | 3 |
Carbohidratos totales (%b.s.) | 51 | 24 | 21 |
Almidón % | 39 | 13 | 14 |
Metodología ADAC (1984) Association of Official Agricultural Chemist. Feb. 1989 |
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DE LA TILAPIA
Proteína alevinos 0.5g – 50%
0.5-10g 40%
10-30g 30-33%
>35g 25%
Lípidos alevinos 10%
Engorde 6%
Reproductores 8%
Carbohidratos digeribles 25% durante todo el ciclo
Fibra 8%
Fosforo 0.9%
Calcio 3.0g/kg. De peso
Magnesio 0.5g/kg. De peso
Hierro 0.15g/kg. De peso
Zinc 0.02g-0.3 g/kg de peso
Yodo 0.001g/kg. De peso
La digestibilidad se utiliza en la nutrición animal para evaluar la utilización de nutrientes, ésta es muy variable, es decir, que el mismo alimento que se le da al animal no siempre se digiere en la misma cantidad. Esta variabilidad puede ser debida a varios factores: el nivel de consumo de alimentos, los trastornos digestivos, la frecuencia de la alimentación, las deficiencias de nutrientes, el procesamiento del alimento o por procesamientos no aditivos de la combinación de diferentes alimentos y otros a la especie animal (edad, estado sanitario, etc) (Church, 1990).
Mc Donald et al 1981, define la digestibilidad como la proporción de alimento que no es excretada en las heces y por lo tanto ha sido absorbido. La digestibilidad incompleta, frecuentemente representa la mayor pérdida encontrada entre la cantidad de nutrientes inicialmente presente y la cantidad finalmente utilizada por el animal.
La digestibilidad no es un término descriptivo igualmente útil para todos los nutrientes. De hecho, ordinariamente, no se determina digestibilidad de elementos minerales ni de vitaminas. Es decir, que los coeficientes de digestibilidad sólo se tienen en cuenta comúnmente para materia seca, energía, proteína, grasa y fracciones de carbohidratos formados por celulosa, hemicelulosa y fibra bruta (Harris, 1979)
TÉCNICAS UTILIZADAS PARA DETERMINAR DIGESTIBILIDAD
Técnica in vitro
Se han hecho numerosos intentos al nivel de laboratorio para reproducir las reacciones que tienen lugar en el tracto digestivo del animal, para poder determinar la digestibilidad de los alimentos "in vitro" normalmente para monogástricos. El coeficiente de digestibilidad determinado "in vitro" es una o dos unidades más bajo que "in vivo".
Técnica " in situ"
Sauer desarrollo la técnica denominada como "Técnica de la bolsa de dacrón móvil" (TBDM) llamada anteriormente "Técnica de Dacrón Modificada", la cual permite una rápida medida de digestibilidad. Fue creada para diferenciarla de los estudios de la bolsa de dacrón de bovinos donde la bolsa de alimento permanece suspendida en el rúmen mientras que la bolsa de dacrón móvil viaja a través del intestino delgado y grueso del cerdo para luego recobrarla en las heces.
CANULACIÓN
Técnica para canular descrita por Sauer et al 1984
Se realiza una incisión en la parte ventral del abdomen derecho dirigida más hacia el lado que hacia la mitad. Se divulsiona la capa adiposa y muscular y se abarca la cavidad abdominal a través del peritoneo y se ubica el píloro. Posteriormente a 10 cm. De éste se realiza la coprostasia y se procede a realizar la incisión de aproximadamente 3 cms en el borde menos irrigado del intestino delgado por donde se colocan las alas de la cánula y se procede a fijar el cuerpo de la cánula con una bolsa de tabaco alrededor del sitio de la primera incisión. La cánula debe poseer un tapón de gasa para evitar la salida del contenido intestinal hacia la cavidad abdominal y se extrae la punta del cuerpo de la cánula por el último espacio intercostal, teniendo en cuenta la revisión de la sutura que une la cánula al intestino, (preferiblemente no colocar material reabsorvible).
Posterior a la cirugía de la implantación de la cánula duodenal, el porcino debe tener un periodo de recuperación de 2 semanas.
Voight et al 1985 cuantificó la variabilidad causada por la influencia del número de animales en la medición de la digestibilidad por medio de la Técnica de la Bolsa de Dacrón Móvil y determinó que los coeficientes de ésta pueden ser medidos con suficiente exactitud usando sólo un animal, encontrando que la probabilidad de error en éste caso era del 1.5%
ALIMENTACIÓN
El cerdo canulado se alimentó con una dieta base APRA su mantenimiento, la cual fue suministrada a las 8:00am y 2:00pm. El agua fue proporcionada a voluntad. (Tésis de Castañeda y Cardenas).
ENSILAJES
FERMENTACIÓN
La fermentación ocurre rápidamente, la cual previene la oxidación de proteínas, carbohidratos y grasas, además destruye bacterias patógenas como Echericha coli, Salmonellas, Clostridium y Virus. Para inducir una buena fermentación es preciso aumentar el contenido de azúcares, ya sea agregándolos directamente (p. ej. usando melaza) o introduciendo enzimas que puedan liberar otro tipo de azúcares presentes en el forraje.
El proceso del ensilaje tiene dos fases principales.
La primera es la fase aeróbica que ocurre en presencia de residuos de oxígeno. Este oxígeno es consumido por el material vivo durante el proceso de la respiración.
La segunda fase es la anaeróbica empieza cuando el oxigeno disponible es usado por las bacterias anaeróbicas las cuales empiezan a multiplicarse rápidamente en el inicio del proceso de fermentación.
FACTORES QUE AFECTAN LA FERMENTACIÓN
Carbohidratos Solubles. Los microorganismos usan carbohidratos solubles donde obtienen la energía para su crecimiento. Los principales azúcares presentes son: fructosa, glucosa, sacarosa. Un mínimo de 6 a 12% de los carbohidratos solubles son requeridos para la propia fermentación del ensilaje.
Contenido de Humedad. Teniendo concentraciones bajas de humedad, las bacterias ácido lácticas se tornan más tolerantes, bajo estas condiciones no crecen microorganismos como los Clostridium.
Tipo de Bacteria que Predomina. La fermentación ocurre cuando hay producción de ácido láctico por las bacterias predominantes (Lactobacillus acidophillus, L. casei, L. plantarum, L. fermentum, L. brevis). Los ensilajes inoculados en el mercado son formulados para incrementar el número de estas bacterias.
CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN ENSILADO
Exclusión del Aire. Es extremadamente importante la exclusión del aire ya que este procedimiento optimiza la fermentación. Este procedimiento se lleva a cabo por las siguientes razones: la temperatura del ensilaje aumenta en presencia de oxigeno conllevando a una "mala fermentación". Todos estos factores tienden a demorar el desarrollo de las bacterias productoras de ácido láctico, proliferando bacterias como las clostridiales que promueven a la descomposición de la proteína.
Baja Temperatura. Las temperaturas altas fomentan el crecimiento de bacterias clostridiales resultando en un aumento de ácido butírico y formación de amonio. Temperaturas entre 15 y 25 ºC han demostrado ser ideales para el desarrollo de bacterias productoras de ácido láctico. Una excesiva calefacción puede reducir la digestibilidad en un 30%.
CONSIDERACIONES GENERALES DEL MANEJO DE LOS ENSILAJES
Madurez y Humedad. Es la medida más importante de control. Estas varían con los diferentes ensilajes, la madurez asegura la fermentación adecuada de azúcares por las bacterias del ensilaje y el valor máximo nutricional para los animales. El nivel de humedad óptimo es del 35%.
Empaque y sellado. El empaque utilizado para almacenar el ensilaje son bolsas de polietileno de 30 Kg calibre 2.5 mm. El sellado debe ser hermético para prevenir el daño del ensilaje por la penetración del aire. La exposición excesiva de oxígeno durante el empaque y sellado fomentara el crecimiento de hongos que causan gran inestabilidad y susceptibilidad a la deterioración del ensilaje. Todos estos factores tienden a demorar el desarrollo de la bacteria productora del ácido láctico.
LA MICROFLORA DEL ENSILAJE
La microflora del ensilaje juega un papel clave para el éxito del proceso de conservación. Puede ser dividida en dos grupos principales: los microorganismos benéficos y los microorganismos indeseables. Los microorganismos benéficos son los microorganismos BAC. Los indeseables son aquellos organismos que causan el deterioro anaeróbico (p. ej. clostridios y enterobacterias) o deterioro aeróbico (ej. levaduras, bacilos, Listeria sp. y mohos). Muchos de estos organismos indeseables no sólo reducen el valor nutritivo del ensilaje sino que pueden además afectar la salud de los animales o alterar la calidad de la leche, o ambas (p. ej.: Listeria sp., clostridios, hongos y bacilos).
Microorganismos benéficos – Bacterias que producen ácido láctico (BAC)
Las bacterias BAC pertenecen a la microflora epifítica de los vegetales. Su población natural crece significativamente entre la cosecha y el ensilaje. Esto se explica por la reactivación de células latentes y otras no cultivadas, y no por la inoculación de las máquinas cosechadoras o por el simple crecimiento de la población original. Las características del cultivo como, contenido de azúcares, contenido de materia seca y composición de los azúcares, combinados con las propiedades del grupo BAC así como su tolerancia a condiciones ácidas o de presión osmótica, y el uso del substrato, influirán en forma decisiva sobre la capacidad de competencia de la flora BAC durante la fermentación del ensilaje (Woolford, 1984; McDonald et al., 1991).
Los componentes BAC que se asocian con el proceso de ensilaje pertenecen a los géneros: Lactobacillus, Pediococcus, Leuconostoc, Enterococcus, Lactococcus y Streptococcus. La mayoría de ellos son mesófilos, o sea que pueden crecer en un rango de temperaturas que oscila entre 5° y 50°C, con un óptimo entre 25° y 40°C. Son capaces de bajar el pH del ensilaje a valores entre 4 y 5, dependiendo de las especies y del tipo de forraje. Todos los miembros del BAC son aeróbicos facultativos, pero muestran cierta preferencia por la condición anaeróbica (Holzapfel y Schillinger 1992; Hammes et al., 1992; Devriese et al., 1992; Weiss, 1992; Teuber et al., 1992).
Tomando en cuenta su metabolismo de los azúcares, los miembros BAC pueden ser clasificados como homofermentadores obligatorios, heterofermentadores facultativos o heterofermentadores obligatorios. Los homofermentadores obligatorios producen más de 85 por ciento de ácido láctico a partir de hexosas (azúcares C6) como la glucosa, pero no pueden degradar las pentosas (azúcares C5) como la xilosa. Los heterofermentadores facultativos también producen principalmente ácido láctico a partir de hexosas, pero además pueden degradar algunas pentosas produciendo ácido láctico, ácido acético y/o etanol. Los heterofermentadores obligatorios degradan las hexosas y las pentosas, pero se distinguen de los homofermentadores en que degradan las hexosas en proporciones equimolares de ácido láctico, CO2, ácido acético y/o etanol (Hammes et al., 1992; Schleifer y Ludwig 1995). Los homofermentadores obligatorios reúnen especies como Pediococcus damnosus y Lactobacillus ruminis. Los heterofermentadores facultativos incluyen a Lactobacillus plantarum, L. pentosus, Pediococcus acidilactici, P. pentosaceus y Enterococcus faecium. Los heterofermentadores obligatorios incluyen miembros del género Leuconostoc y algunos Lactobacillus como L. brevis y L. buchneri (Devriese et al., 1992; Weiss, 1992; Holzapfel y Schillinger, 1992; Hammes et al., 1992).
MICROORGANISMOS INDESEABLES
Levaduras
Las levaduras son microorganismos eucarióticos, anaeróbicos facultativos y heterotróficos. En todo ensilaje, tanto la actividad de levaduras anaeróbicas como aeróbicas son indeseables. Bajo condiciones anaeróbicas las levaduras fermentan azúcares produciendo etanol y CO2 (Schlegel, 1987; McDonald et al., 1991). La producción de etanol no sólo disminuye el azúcar disponible para producir ácido láctico, sino que también produce un mal gusto en la leche (Randby et al., 1999). Bajo condiciones aeróbicas, muchas especies de levaduras degradan el ácido láctico en CO2 y H2O. La degradación del ácido láctico eleva el valor del pH del ensilaje, lo cual a su vez permite el desarrollo de otros organismos indeseables (McDonald et al., 1991).
Las poblaciones de levaduras pueden alcanzar hasta 107 unidades formadoras de colonias (UFC) por gramo durante las primeras semanas del proceso de ensilaje; un período prolongado de almacenaje reduce gradualmente la presencia de levaduras (Jonsson y Pahlow, 1984; Middelhoven y van Baalen, 1988; Driehuis y van Wikselaar, 1996). La supervivencia de las levaduras durante el almacenaje depende de la severidad de la anaerobiosis y la concentración de ácidos orgánicos. La presencia de oxígeno facilita la supervivencia y el desarrollo de las levaduras durante el almacenaje (Jonsson y Pahlow, 1984; Donald et al., 1995), mientras que un contenido elevado de ácido fórmico o ácido acético reducen su supervivencia (Driehuis y van Wikselaar, 1996; Oude Elferink et al., 1999). La actividad inicial de las levaduras parece ser incrementada en forrajes que generan niveles bajos de pH (<5), por ejemplo, cuando se trata de materiales con un alto contenido de azúcares como papas, cáscaras de naranja o remolacha azucarera, o cuando se emplean aditivos ácidos. Bajo estas condiciones el ensilaje resultante tiene concentraciones altas de etanol y bajas en ácido láctico (Henderson et al., 1972; Ashbell et al., 1987; Weinberg et al., 1988; Driehuis y van Wikselaar, 1996). Más adelante se describen los aditivos desarrollados para reducir la actividad de las levaduras en el ensilaje.
Enterobacterias
Las enterobacterias son organismos anaeróbicos facultativos. Se considera que la mayoría de las enterobacterias presentes en el ensilaje no son patógenas. Pese a ello su desarrollo en el ensilaje es perjudicial porque compiten con los integrantes del BAC por los azúcares disponibles, y porque además pueden degradar las proteínas. La degradación proteica no sólo causa una reducción del valor nutritivo del ensilaje, sino que también permite la producción de compuestos tóxicos tales como aminas biogénicas y ácidos grasos de cadena múltiple. Se sabe que las aminas biogénicas tienen un efecto negativo sobre la palatabilidad del ensilaje (Woolford, 1984; McDonald et al., 1991; van Os y Dulphy, 1996), especialmente en animales todavía no acostumbrados a su sabor (van Os et al., 1997). Más aún, el amoníaco generado por la proteolisis aumenta el poder tampón del forraje ensilado, lo cual se opone a toda tendencia para un descenso rápido del pH del ensilaje. Un atributo particular de las enterobacterias es su habilidad, en el proceso de ensilaje, para reducir el nitrato (NO3) a nitrito (NO2). Las enterobacterias en el ensilaje pueden luego degradar el nitrito en amoníaco y óxido de nitrógeno (N2O), pero este también puede ser transformado en monóxido de nitrógeno (NO) y nitrato (Spoelstra, 1985, 1987). En presencia de aire, el NO es oxidado produciendo una mezcla de gases, óxidos amarillo-marrones de nitrógeno (NO2, N2O3, N2O4). Se considera útil que ocurra una leve reducción de nitritos, ya que los nitritos y el NO que se generan son inhibidores muy potentes de los clostridios y mejoran la calidad del ensilaje (Woods et al., 1981; Spoelstra, 1985).
Las enterobacterias no proliferan en ambientes con valores bajos de pH. Las técnicas de ensilaje que aseguren un rápido y significativo descenso del pH en el ensilaje, provocarán una inhibición del desarrollo de las enterobacterias (McDonald et al., 1991).
Clostridios
Los clostridios son bacterias anaeróbicas que forman endosporas. Muchas de ellas pueden fermentar tanto carbohidratos como proteínas, por lo cual disminuyen el valor nutritivo del ensilaje y al igual que las endobacterias crean problemas al producir aminas biogénicas.
Un "ensilaje clostridial" típico muestra un alto contenido de ácido butírico (más de 5 g/kg de MS), un pH alto (>5 en ensilajes con bajo contenido de MS), y alto contenido tanto de amoníaco como de aminas (Voss, 1966; McPherson y Violante, 1966). Las técnicas de ensilaje que permiten una caída rápida y significativa del pH evitarán el problema, puesto que tanto el desarrollo de enterobacterias como de clostridios se inhibe con valores bajos de pH. Por otro lado, los clostridios muestran mayor susceptibilidad a la falta de humedad (o sea, bajo valor aw, baja actividad acuosa) que los integrantes del BAC (Kleter et al., 1982, 1984; Huchet et al., 1995). Por ello, toda medida tomada para disminuir el valor aw de un forraje, como inducir su marchitez y por ende aumentar el valor del contenido de MS, permite la inhibición selectiva de clostridios (Wieringa, 1958). Por último, los nitritos y el NO u otros compuestos que puedan ser degradados en el ensilaje para producirlos, también inhibirán el desarrollo de los clostridios (Spoelstra, 1983, 1985).
Bacterias productoras de ácido acético
Estas bacterias son ácido tolerantes y aeróbicas obligatorias. Hasta la fecha, todas estas bacterias aisladas de muestras de ensilaje pertenecen al género Acetobacter (Spoelstra et al., 1988). La actividad de Acetobacter spp. en el ensilaje es perniciosa porque puede iniciar una deterioración aeróbica, ya que puede oxidar el lactato y el acetato produciendo CO2 y agua. Generalmente, las responsables principales del inicio del deterioro aeróbico son levaduras; las bacterias acéticas se encuentran ausentes o juegan un papel poco importante en este problema. No obstante, existe evidencia que estas bacterias pueden iniciar un deterioro aeróbico en el ensilaje de maíz cuando incluye toda la planta, grano y forraje (Spoelstra et al., 1988). Por otro lado, la inhibición selectiva de las levaduras también puede aumentar la proliferación de bacterias que producen ácido acético en el ensilaje (Driehuis y van Wikselaar, 1996).
Bacilos
Los bacilos se asemejan a los clostridios: son bacterias de forma cilíndrica que forman esporas. Sin embargo, se los puede distinguir fácilmente ya que son aeróbicos facultativos, mientras que los clostridios son todos anaeróbicos obligatorios (Claus y Berkeley, 1986; Cato et al., 1986). Los bacilos aeróbicos facultativos fermentan un amplio rango de carbohidratos generando compuestos tales como ácidos orgánicos (p. ej.: acetatos, lactatos y butiratos) o etanol, 2,3-butanodiol y glicerol (Claus y Berkely, 1986). Algunos Bacillus spp. son capaces de producir substancias fungicidas, y se los ha usado para inhibir el proceso de deterioro aeróbico en ensilajes (Phillip y Fellner, 1992; Moran et al., 1993). Con la excepción de estas estirpes, el desarrollo de los bacilos en el ensilaje es en general considerado como indeseable. Esto se debe a que los bacilos no sólo son menos eficaces como productores de ácido láctico y acético comparado con el grupo BAC (McDonald et al., 1991), si no que en las etapas finales, incrementan la deterioración aeróbica (Lindgren et al. 1985; Vreman et al.,en imprenta). Altas concentraciones de esporas psicrotróficas de B. cereus han sido detectadas en ensilajes (Labots et al., 1965; te Giffel et al., 1995).
Para disminuir el desarrollo de Bacillus en el ensilaje, la temperatura de almacenaje no debería ser muy alta (Gibson et al. 1958) y se deberá minimizar el ingreso de aire (Vreman et al., en imprenta). Además se debe reducir toda contaminación inicial del ensilaje con tierra o estiércol (McDonald et al., 1991; Rammer et al. 1994).
Mohos
Los mohos son organismos eucarióticos. Es fácil identificar un ensilaje infestado por mohos debido a los filamentos de diversos colores y de gran tamaño que producen muchas especies. Los mohos se desarrollan en cualquier sitio del ensilaje donde encuentren oxígeno, inclusive solo trazas. En un buen ensilaje eso ocurre sólo al inicio del almacenamiento y se restringe a la capa exterior de la masa ensilada, pero durante el deterioro aeróbico (Fase 4) todo el ensilaje puede ser invadido por mohos. Las especies que se han identificado más frecuentemente en el ensilaje pertenecen a los géneros Penicillium, Fusarium, Aspergillus, Mucor, Byssochlamys, Absidia, Arthrinium, Geotrichum, Monascus, Scopulariopsis y Trichoderma (Pelhate, 1977; Woolford, 1984; Frevel et al., 1985; Jonsson et al., 1990; Nout et al., 1993). Los mohos no sólo disminuyen el valor nutritivo y la palatabilidad del ensilaje sino que también son un riesgo para la salud de los animales y las personas. Las esporas de mohos pueden asociarse a ciertas afecciones pulmonares y reacciones alérgicas (May, 1993). Otros problemas de salud asociados con los mohos se relacionan con las micotoxinas (Oldenburg, 1991; Auerbach, 1996). Dependiendo del tipo y la cantidad de toxina presente en el ensilaje, los problemas de salud pueden variar desde ligeras molestias digestivas, pequeños problemas de fertilidad y una disminución de las defensas naturales, hasta daños serios al hígado o a los riñones y abortos (Scudamore y Livesey, 1998). Algunas especies de hongos que producen micotoxinas son: Aspergillus fumigatus, Penicillium roqueforti, y Byssochlamys nivea. P. roqueforti es una especie ácido tolerante que puede desarrollarse aún en ambientes con muy poco oxígeno y alta concentración de CO2 y ha sido detectada como una especie predominante en diversos tipos de ensilajes (Lacey, 1989; Nout et al., 1993; Auerbach et al., 1998; Auerbach, 1996). Todavía existen muchas dudas sobre cuales son las condiciones bajo las que se producen las micotoxinas en el ensilaje. No todos los ensilajes fuertemente infestados por mohos tienen forzosamente una gran cantidad de micotoxinas, y no todos los tipos de micotoxinas que pueden producir los mohos se encuentran necesariamente en un ensilaje infestado (Nout et al., 1993; Auerbach, 1996).
Las técnicas de ensilaje que minimizan el ingreso de aire (p. ej. buena compactación y cierre hermético del ensilaje), y la inclusión de aditivos que inhiben el deterioro aeróbico, podrán prevenir o limitar el desarrollo de mohos.
Listeria
Los integrantes del género Listeria son organismos aeróbicos o anaeróbicos. Con relación a los efectos negativos sobre la calidad del ensilaje, la más importante especie es el L. monocytogenes, anaeróbico facultativo, que es una especie patogénica para varios animales y para el hombre. Los animales que tienen su sistema inmune temporalmente inhibido (p. ej. hembras preñadas y neonatos) son muy susceptibles a infecciones de L. monocytogenes (Jones y Seeliger, 1992). El desarrollo y supervivencia de Listeria spp. en el ensilaje están determinados por fallas en asegurar un ambiente anaeróbico, y por el valor pH del ensilaje. L. monocytogenes puede tolerar bajos niveles de pH entre 3,8 a 4,2 por largos períodos siempre que exista oxigeno, aún a exiguas concentraciones. Sin embargo, en un ámbito estrictamente anaeróbico, perece rápidamente al existir un valor de pH bajo (Donald et al., 1995). Los ensilajes con mayor susceptibilidad al deterioro aeróbico superficial, como es el caso de ensilajes en grandes pacas, parecen estar particularmente propensos a la contaminación con Listeria (Fenlon et al., 1989). Generalmente L. monocytogenes no se desarrolla en ensilajes bien fermentados que tienen un nivel bajo de pH. Hasta el momento, el mejor método para prevenir el desarrollo de L. monocytogenes es mantener un ámbito anaeróbico (McDonald et al., 1991).
DISEÑO METODOLÓGICO
Localización.
El presente estudio se realizara en el laboratorio de nutrición, los laboratorios de química analítica y los establos de la Universidad del Tolima, ubicada en el municipio de Ibagué, departamento del Tolima, cuya latitud es de 4º27" y longitud oeste de 75º15", a una altura de 1250msnm, las condiciones ambientales características de la zona son: temperatura promedio 24º C, humedad relativa del 74%, régimen de lluvias bimodal y precipitación anual de 1470snm.
Fabricación de los ensilajes.
Para la fabricación de los ensilajes se utilizarán chachafruto comprado en los centros de abasto de la ciudad de Ibagué, el cual se sometió a un proceso térmico con el fin de eliminar el impacto de los factores antinutricionales propios de este grano. Las otras materias primas que conformarán el ensilaje son: Harina de arroz, Torta de soya y Melaza.
Luego de homogenizar las materias primas de acuerdo a las proporciones establecidas se ensilaran en bolsas de polietileno calibre 2.5 mm con capacidad para 2 Kg. en cada bolsa, este empaque se realizara al vacío.
CARACTERIZACION QUIMICA DE LOS ENSILAJES
Caracterización química
Estas pruebas se realizaran en los laboratorios de la universidad del Tolima. Para tal fin se utilizarán las mismas mezclas para la caracterización organolépica. Estas pruebas se llevaran al laboratorio, se pesarán y se secarán a 65° C en una estufa de laboratorio, para determinar su materia seca, luego se moleran con el fin de conservarla para utilizarlos en los demas análisis.
Para la realización de análisis proximal se tendrán en cuenta las técnicas reportadas por Harris (1970), en los cuales se determina materia seca, proteína cruda, grasa, fibra ácida, cenizas, fibra detergente ácida y pH.
El análisis del calcio se realizará por medio de absorción atómica y el fósforo por colorimetría Harris (1979)
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Autor:
Simon Gamboa
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