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Maestros y médicos: profesiones similares


    Maestros y médicos: profesiones que se funden entre sus similitudes y diferencias – Monografias.com

    Maestros y médicos: profesiones que se funden entre sus similitudes y diferencias

    En una ocasión me encontraba en un curso de formación pedagógica. Ese día tuve un compañero en el equipo, cuya profesión es Médico.

    Empezamos a intercambiar algunas vivencias sobre su profesión, su experiencia con los pacientes y sus alumnos.

    Una vez que nos despedimos, me fui a mi casa, donde empecé a analizar las similitudes que existen entre ambas profesiones.

    Y haciendo un poco de historia, me ubicaré en el último semestre de bachillerato. En el examen de Orientación Vocacional, salí con vocación hacia la Medicina, algo que ya sabia, sin embargo, con ese examen constataba la vocación que tanto deseaba: ser Médico. Al llegar a mi casa le platiqué a mi papá sobre la orientación que había obtenido, porque descubierta ya estaba desde hacia mucho tiempo. Sin embargo, la respuesta fue poco alentadora: -estudia otra cosa- dijo mi papá.

    La carrera de Medicina no está al alcance de mis manos; tendrías que irte fuera de aquí y la verdad, no tengo dinero para sostener ésta carrera. Mejor estudia una carrera que te guste, que esté cerca de nuestra casa, que te permita ir y venir en camión en el mismo día.

    Está bien, -contesté-. Las nubes del tiempo caminaron.

    Hoy soy Maestro del nivel básico y de nivel superior.

    No hace mucho tiempo me dijo mi papá. –ya vez, no pudiste ser Médico, pero eres Doctor en Educación. Gracias a Dios, -dije- he descubierto la profesión que más me apasiona.

    He encontrado en ambas profesiones similitudes más que diferencias. Ambas trabajan con capital humano. La medicina previene enfermedades y malos hábitos.

    La educación previene malos hábitos que los orille a perder el estado de salud. La medicina intenta crear una cultura de la prevención para evitar problemas futuros. La educación tiene su potencial en esa cultura de la prevención. Ambas desean llegar a la cultura de la Autorregulación. ¿Qué es eso? El fin mismo de la educación.

    Aprender a regularte en todas tus acciones: al comer, al beber, al momento de estudiar, así evitaríamos todos los excesos que nos llevan a perder lo ganado; así como los excesos, la autorregulación controla las limitaciones o lo que dejo de hacer, precisamente por los excesos cometidos en otras áreas. Lo explicaré de otra manera.

    El exceso de beber (falta de regulación en la ingesta de bebidas alcohólicas) provoca en muchos casos dejar de hacer otras obligaciones como trabajar, asistir a compromisos laborales, familiares o proyectos que deseamos emprender, por mencionar algunos; lo cual provoca que un exceso provoca limitaciones en otras acciones. La autorregulación lo podemos definir como las acciones que toma el individuo conscientemente al momento de poner límites a todas actividades de su vida. La autorregulación se refiere a la capacidad de una entidad para regularse a si misma, en base al control y monitoreo voluntario. O sea, se regula el propio funcionamiento como un todo o en sus partes.

    Un individuo autorregulado no tendrá problemas de salud y ni en su etapa de aprendizaje.

    Los estudiantes que se autorregulan saben lo que quieren aprender, cumplen con sus obligaciones escolares (tareas, trabajos en equipo, investigaciones, etc.), y son emprendedores con actitudes positivas tendientes a colaborar en las clases y con sus maestros. Zimmerman (1998) considera que los estudiantes acaban convirtiéndose en los directores de su proceso de aprendizaje.

    El humor o buen estado de ánimo, practicado o promovido por los docentes, generan ambientes favorecedores para el aprendizaje, se establecen puentes empáticos, el maestro transmite a través del curriculum oculto, estados de ánimos asertivos y positivos al alumno.

    Se despierta la admiración del alumno al maestro, el alumno quiere y aprecia a su maestro. Los vacíos de amor de parte del alumno son llenados por el maestro.

    Un estado de ánimo adverso o negativo por parte del maestro, genera repulsión de parte del alumno hacia el docente y hacia la clase del mismo.

    De igual manera, el Médico tiende a mejorar el estado de salud y de sanación del paciente; cuando el Médico genera el buen humor del paciente. Después de largo tiempo de espera del paciente, lo pone de mal humor; al entrar al consultorio y ser recibido con una sonrisa por parte del Médico, desaparace en automático el enojo del paciente y le cambia su estado de ánimo con un saludo afectuoso y por la atencion humana del galeno.

    Patch Adams revolucionó a la comunidad médica al utilizar recursos humorísticos para hacer reir a sus enfermos. Fue contra los cánones de la medicina. Aplicó  de manera singular terapias consistentes en hacer reír y proporcionar afecto a los pacientes enfermos de cáncer.

    Patch empezó a soñar con un lugar donde los pacientes pudiesen ir a curarse sin tener que pagar, un lugar amistoso, alegre, donde nadie temiese estar, no como en los hospitales, que asustan a muchas personas. Patch estudió Medicina para usarla como herramienta de cambio social.

    La escuela debiera ser como el hospital que Patch Adams ilusionó tener, un lugar donde todo fuera amistoso (alumnos, maestros, director,) donde no se castigara a nadie, donde no existiera la violencia física y psicológica (bulling), un medio que generara el cambio social que la humanidad necesita. Adams sabia que nuestro cuerpo produce de manera natural una hormona responsable de aumentar la alegría y de eliminar el dolor, esta hormona recibe el nombre de Endorfina.

    Creo que la actitud humanista de Patch Adams es un referente que debemos tener todo maestro.

    Debemos interesarnos por el alumno, ya que debe ser el centro de atención, soportar el enojo de los pacientes (alumnos), responder con una sonrisa a cualquier acto hostil del alumno, innovar en las acciones, a tal grado que Patch se opuso a los cánones de la medicina (lo mismo debe hacer el maestro cuando el director -una autoridad superior- atente contra su libertad de cátedra).

    La medicina la acepta el paciente (alumno) dependiendo de la forma en que se le de, nadie se puede resistir a la sonrisa de otra persona.

    Si la risa genera tantos beneficios, no veo por qué se le quiere excluir de las clases. Aun recuerdo la clase de un profe que decía: la risa es síntoma de idiotez, hoy veo cuán equivocado estaba. La risa es un acto humano que me comunica con mi interlocutor de una manera afectiva y amable.

    Alexander Sutherland Neill en la escuela de Summerhill tenía principios pedagógicos como la firme convicción en la bondad natural de los seres humanos, la felicidad como máxima aspiración de la educación y, el amor y el respeto como bases de la convivencia.

    Todos estos ideales los tiene el Médico al igual que el Maestro. Una visión eminentemente humana hacia la persona. El entorno sano que representa la escuela fundada por Neill es la mejor terapia para curar los problemas de los niños y, tal vez, de toda la sociedad.

    Hoy vemos que un Médico que cura a un paciente de una enfermedad grave tiene mayor mérito, que aquel Médico que alivia a una persona de una simple gripa.

    De igual manera, un Maestro que saca de la ignorancia a aquel niño, con severos problemas de reprobación y con condiciones adversas en su entorno familiar, tiene mayor mérito que aquel Maestro que ayuda a sacar un diez (10) de calificación a un alumno que constantemente obtiene esa calificación.

    En ambos casos se reconoce el esfuerzo, sin embargo, la pasión de la profesión se refleja en los casos donde la vox pópuli dice: solo un milagro lo salva.

    Ambas profesiones se ejercen dentro del hospital y la escuela, como fuera de ella. En la calle o cualquier otro lugar donde ocurra un accidente, el Médico ayuda para salvar a la persona. El Maestro también es factor de ayuda ante el consejo y orientación del necesitado.

    Tanto el Médico como el Maestro son profesiones que se funden en la distancia como la hacen el mar y el cielo. Solo basta recordar que la materia prima de ambos es el ser humano.

    Para su atención se preparan durante muchos años, ya que al igual que las enfermedades que van saliendo, el Médico estudia, se actualiza para enfrentarla, y vemos que el niño de hoy no es el mismo de ayer, ni será el mismo del mañana.

    Por tal motivo, el Maestro se prepara para enfrentar los retos que surgen con las Reformas educativas y en los cambios de teorías pedagógicas que sustentan dichos cambios.

    En la forma en que se dé el medicamento, el enfermo lo recibe o lo rechaza. De igual manera, en la forma que se dé el conocimiento, el alumno lo aprende o lo rechaza.

    Aun en las diferencias los Médicos y los Maestros tiene similitudes: los errores de los Médicos están en el panteón y los errores de los Maestros andan dando lástima en la vida. En ambos casos encuentro similitudes.

    Errores de los cuales hemos aprendido para no cometerlos en lo futuro.

    Hoy veo que entre ambos profesionistas se encuentra gran parte del futuro de la humanidad. Con educación y salud el ser humano puede trasformar positivamente su forma de vivir y de ver la vida.

     

    Datos generales

    Nombre: Elías González Espinoza

    Domicilio: Zaire 1482, fracc. La Memoria. Los Mochis, Sin.

    Tel.: 66 81 723512

    Pseudónimo: "El Rey León"

    Relato Testimonial: "MAESTROS Y MÉDICOS: PROFESIONES QUE SE FUNDEN EN SUS SIMILITUDES Y DIFERENCIAS"

    Profesor con 23 años de servicio.

    Trabajo: Secundaria Estatal "Humberto López Pineda"

    Localidad: San José de Ahome.

     

     

    Autor:

    Elías González Espinoza.