Tres décadas después, en 1780, Luis Galvani, profesor de anatomía de la Universidad de Bolonia, Italia, realizó un experimento donde observó que las patas de una rana recién muerta se crispaban y pataleaban al tocárselas con 2 barras de metales diferentes. Galvani atribuyó esto a una electricidad propia de los seres vivos. Sin embargo la explicación del fenómeno la dio poco tiempo después Alejandro Volta, profesor de Física de la Universidad de Pavía, Italia, quien en 1793, descubrió que la causa de tales movimientos se hallaba en el paso de una corriente eléctrica producida por los dos metales diferentes. Después de dicho descubrimiento Volta investigó como producir electricidad por reacciones químicas y en el año 1800 inventó un dispositivo conocido como la "Pila de Volta", que producía cargas eléctricas por una reacción química originada en dos placas de zinc y cobre sumergidas en ácido sulfúrico. En honor a Volta se denominó a la diferencia de potencial suficiente para producir una corriente eléctrica como el "voltio".
Los avances más importantes se han verificado a partir de esta invención, ya que el hombre pudo disponer por primera vez de una fuente continua de electricidad. Cualquier pila de las numerosísimas que hoy en día son de uso tan corriente, está basada en el mismo funcionamiento ideado por Alejandro Volta.
Por otro lado, en 1820 el físico danés profesor Hans Christian Oersted, mientras explicaba algunos experimentos a sus alumnos, descubrió un hecho de fundamental importancia: que toda corriente que fluye a través de un alambre produce una desviación de la posición ordinaria de las agujas magnéticas próximas. Este hecho reveló a los científicos que el paso de la corriente eléctrica por un alambre producía un campo magnético a su alrededor. Con ello quedaba demostrado para la ciencia moderna la interactividad entre la electricidad y el magnetismo.
El alemán Georg Ohm formuló en 1827 la famosa Ley que lleva su nombre, según la cual, dentro de un circuito, la corriente es directamente proporcional a la presión eléctrica o tensión, e inversamente proporcional a la resistencia de los conductores.
Pocos años después (1831) Miguel Faraday descubrió el Dinamo, es decir el generador eléctrico, cuando se dio cuenta de que un imán en movimiento, dentro de un disco de cobre, era capaz de producir electricidad. Hasta ese momento la controversia entorno a la fuente de electricidad voltaica estaba íntimamente ligada a la electrólisis. Fue Faraday quien desentrañó los problemas y creó la terminología fundamental: electrólito, electrólisis, ánodo, cátodo, ion, que todavía se emplean hoy.
En 1879 Thomas Alva Edison, inventó la lampara incandescente, empleando filamentos de platino alimentados a sólo 10 voltios. Esto fue un gran avance para la masificación del uso de la energía eléctrica. Posteriormente George Westinghouse en 1886 montó una instalación de ensayo de alumbrado de corriente alterna.
Los primeros sistemas utilizaban el circuito único de dos hilos. Nicolás Tesla, fue el primero en preconizar un ingenioso sistema "polifásico" gracias al cual el generador de corriente alterna produce varias corrientes simultáneas idénticas pero desfasadas unas de otras, el sistema Tesla ha sido la clave de la explotación industrial de la corriente alterna. Tesla lo dio a conocer por primera vez en 1888 y el grupo Westinghouse no tardó en utilizarlo.
Hacia 1889 tanto en América como en Europa se instalaron muchas fábricas y se comenzó a desarrollar y optimizar el consumo de la energía eléctrica, tendiéndose mejores líneas, construyéndose centrales de generación y perfeccionándose mejores lámparas. Casi todas las grandes ciudades y capitales contaban con alumbrado eléctrico, dejando de lado el alumbrado a gas.
Merece la pena destacar un aspecto particular de la energía eléctrica: la "interconexión", que permite enlazar varias centrales de fuerza para alimentar colectivamente de energía, los puntos de mayor consumo. La primera línea eléctrica fue tendida por Siemens en Lichterfelde, cerca de Berlín, en 1881, pronto siguieron otras en Francia, en Inglaterra y en los Estados Unidos.
Es conveniente también destacar que los descubrimientos físicos de los últimos tiempos han convencido a los hombres de ciencia de que nuestras fuentes de energía calorífica son limitadas y habrán de llegar a agotarse. El hombre busca ahora nuevas fuentes de energía que nos permitan seguir generando electricidad, factor importantísimo para el desarrollo de la humanidad.
La electricidad llegaría a nuestro país en la penúltima década del siglo pasado luego de una historia de iluminación en base a hachones de madera untados con grasa, lámparas de aceite, mecheros de kerosene y, a partir de 1857, iluminación a gas. De esto ya hace mas de 110 años.
Por concesión municipal, el 15 de mayo de 1886 se inauguró el alumbrado público eléctrico que iluminó la Plaza de Armas, los jirones Unión y Carabaya, el puente, la bajada del puente y la Plaza de la Recoleta. La corriente procedía de una planta a vapor de 500 h.p. instalada frente al Parque Neptuno, hoy Paseo de la República.
Hacia 1895 se instaló la Empresa Transmisora de Fuerza Eléctrica, con planta en Santa Rosa de la Pampa, en la margen izquierda del Río Rímac. La primera transmisión se efectuó el 6 de agosto a las once de la mañana. Posteriormente, la Sociedad Inductrial Santa Catalina absorbió los capitales constitutivos de la Empresa Transmisora y la compañía asumió el nombre de Empresa Eléctrica Santa Rosa bajo la dirección de Mariano Ignacio Prado.
En 1899 había formado la Sociedad de Alumbrado Eléctrico y Fuerza Motriz, con la planta y Piedra Lisa a la margen derecha del río Rímac.
En abril de 1900, Santa Rosa se comprometió a la instalación de 4,500 lámparas. Para 1901, el alumbrado comprendía 1800 postes y el servicio particular, 8500 luces.
En 1902 su número llegó a 10 mil lámparas destinándose gran parte de la producción hacia Miraflores, Barranco y Chorrillos. En ese mismo año se instaló la Planta Térmica en Limatambo para el primer ferrocarril eléctrico del Perú, el de Chorrillos inaugurado en 1904.
El primero de enero de 1902 se inauguró oficialmente el servicio público general que cubría la demanda de 115 mil habitantes de la ciudad de Lima.
En 1903 se inauguró la Central Hidroeléctrica de Chosica, con una potencia de 4 mil h.p. siendo la primera en aprovechar un salto considerable en el sistema fluvial Rímac – Santa Eulalia.
El 1 de agosto de 1906 se realizó la fusión de todas las empresas relacionadas con la industria eléctrica: La Empresa Eléctrica Santa Rosa, que incluía a Piedra Lisa y la del Callao; La Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima, el Ferrocarril Eléctrico del Callao y el Tranvía Eléctrico a Chorrillos, formando las Empresas Eléctricas Asociadas. Durante este lapso de tiempo, el primero de diciembre de 1907, se inauguró la Central Hidroeléctrica de Yanacoto.
Entre 1914 y 1920 la empresa elevó su capacidad a 18.400 kW, de los cuales 10 mil eran de origen hidrálico.
Desde 1922 Juan Carosio se encargó de la dirección y reorganización de la Empresa en estrecha colaboración con la Motor Columbus S.A., Baden, la Brown Boveri Company, Baden Suiza y a partir de 1926 con la Compañía Sudamericana de Electricidad – Sudelectra – en Zurich, formada con la finalidad de manejar directamente el aporte suizo.
Al amparo de la ley 4510 del 15 de mayo de 1922, celebró el contrato de alumbrado y tranvías con la municipalidad de Lima. Bajo este marco se inició la gran expansión de las Empresas Eléctricas Asociadas.
En 1927, la Central Térmica de Santa Rosa fue ampliada con dos turbo grupos a vapor, cada uno de 5000 kW.
En 1928 es contratado el ingeniero Pablo Boner y en 1933 su proyecto es acogido. El proyecto Boner estuvo formulado en tres etapas para el aprovechamiento del potencial hídrico de la cuenca Rímac – Santa Eulalia a través de la construcción de las centrales escalonadas.
El 7 de mayo de 1938 se inauguró la central de Callahuanca con tres generadores de 12250 kW cada uno, con una potencia total de 36,750 kW. En 1943 en tra en funcionamiento el reservorio de regulación diaria de Autisha. El 21 de junio de 1951 fue puesto en marcha el primer grupo de 21 mil kW de la central hidroeléctrica de Moyopampa y al siguiente año le siguió el segundo grupo con igual potencia. En 1955 fue posible ampliar la central de Callahuanca con un cuarto grupo de 31000 kW y la central de Moyopampa con un tercer grupo también de 21000 kW. En 1957 se dio inicio a los trabajos de Huinco: el 15 de diciembre se comienza la perforación del túnel transandino. En abril de 1965 se ianuguró la central de Huinco.
El 30 de marzo de 1960 se inauguró la Central de Huampaní Gino Bianchini con 31 mil kW de potencia instalada. En este año salieron del servicio las centrales de Yanacoto y Chosica.
En 1964 se creó la Escuela de Formación Electrotécnica, la Escuela de Capacitación para obreros y empleados.
En el año 1972, durante el gobierno militar del General Juan Velazco Alvarado, por el Decreto Ley 19521 las Empresas Electricas Asociadas se constituyeron en ELECTROLIMA S.A. Finalmente, en 1994, Electrolima se divide en tres nuevas empresas con el objetivo de su posterior privatización.
Racionalizar el uso de la electricidad.
Interpretar que la electricidad es muy peligrosa y que no hay que jugar con ella.
Gracias a grandes personajes que descubrieron la electricidad podemos facilitarnos muchas trabajos.
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Autor:
Luis Jhoseph Verástegui Basurto
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