Ciencia, tecnología e innovación como alternativa de desarrollo
En el siglo XXI, la sociedad de hoy se encuentra en una nueva etapa como consecución del desarrollo industrial del siglo pasado, las exigencias que demanda este nuevo orden mundial, donde el conocimiento y la información son el motor de los avances científicos y tecnológicos, requiere de una base fundamental para la adopción global de dicho orden, (citado en Royero, J., 2003).
Infinitas definiciones de ciencia han sido dadas por estudiosos del tema. La ciencia es vista por Del Grosso, J. (2000, citado en Royero, J., 2003) como una actividad particular del hombre orientada hacia el estudio de la realidad a partir de un cuerpo de conocimientos próximos a la verdad; para otros autores es más que eso, constituye el pilar fundamental del entendimiento del mundo donde vivimos, ya que ayuda a estudiarlo, explicarlo y transformarlo.
Son la ciencia y la tecnología una de las principales limitantes que se presentan en los países subdesarrollados. El conocimiento y la información están concentrados en el Primer Mundo haciendo que la realidad de los países del Tercer Mundo sea diferente.
Según Benítez, C. (1999, citado en Grupo de Estudios Sociales de la Tecnología), el discurso imperante en el Primer Mundo proclama una sociedad futura del conocimiento y la información, donde los factores claves son el capital humano y, por tanto, su formación continua, la capacidad de producir, además de adaptar tecnologías para la obtención de productos competitivos y novedosos, la organización flexible y plana en las instituciones, así como la habilidad de trabajar en equipo, por supuesto, todo sobre la base de una elevada informatización, el atesoramiento de conocimientos e información suficientes para adelantarse a los peligros de un mercado exigente.
En la actualidad la privatización de la información, el conocimiento, la ciencia y la tecnología, al alcance de unos pocos, en detrimento del discurso expuesto, es la realidad imperante. Son las grandes transnacionales las dueñas del conocimiento, siendo estas condiciones económicas y sociales las determinantes principales de la necesidad de reorganizar las ciencias en medio de la desigualdad y el cambio que rigen el mundo actual.
Como expresa Benítez, C. (1999, citado en Grupo de Estudios Sociales de la Tecnología), sólo la firme voluntad política basada en el convencimiento de que la ciencia, la innovación y la asimilación de tecnologías son elementos esenciales en la elevación de eficiencia económica y condición primordial para el desarrollo, puede conducirnos a vencer estas amenazas.
El presente artículo está dedicado a demostrar el importante papel que juegan las universidades para propiciar el desarrollo de la investigación, la ciencia y la tecnología en los países del Tercer Mundo, como alternativa ante los problemas relacionados con la desigualdad entre el Norte y el Sur y el logro de un desarrollo sustentable en los países en vía al desarrollo. Además, se precisa la alternativa implementada en algunos países para lograr la transferencia de conocimiento de las universidades a la sociedad en general, haciendo énfasis en la realidad específica de Cuba y la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.
Para lograr que sea el desarrollo científico-técnico la vía de desarrollo de los países del Tercer Mundo, es importante destacar la necesidad de concebir la ciencia desde su paradigma interdisciplinario, necesario debido a la complejidad de las contradicciones sociales del mundo de hoy. Puesto que, según Martínez (1997), este paradigma "se refiere a la búsqueda de la unión del conocimiento en un todo unificado, la interdisciplinariedad es consecuencia de la propia evolución y acumulación del conocimiento como la fusión de perspectivas separadas comunes y, lo interdisciplinario es entender el rol de la ciencia y el conocimiento en la solución de los problemas básicos del hombre y la sociedad", (citado en Royero, J., 2003, p. 164).
Es en las universidades donde se encuentra la alternativa para lograr que la ciencia haga frente a las problemáticas globales que se presentan, siendo estas donde se concentran los hombres de ciencia, con capacidades para crear nuevos conocimientos, además de comprender los desarrollos tecnológicos que tienen lugar y, unido a esto, dar cumplimiento a la razón de ser de estas instituciones, la cual consiste en la socialización de los conocimientos a toda la sociedad. Constituyendo estas fortalezas las que deben ser utilizadas por los países del Tercer Mundo, para el logro de su desarrollo, en todas las esferas.
En correspondencia con lo anteriormente expuesto, la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción, realizada por la UNESCO, en el año 1998, expresa la necesidad de:
preservar, reforzar y fomentar aún más las misiones y valores fundamentales de la educación superior, en particular la misión de contribuir al desarrollo sostenible y el mejoramiento de conjunto de la sociedad,
formar diplomados altamente cualificados y ciudadanos responsables, capaces de atender a las necesidades de todos los aspectos de la actividad humana, ofreciéndoles cualificaciones que estén a la altura de los tiempos modernos, comprendida la capacitación profesional, en las que se combinen los conocimientos teóricos y prácticos de alto nivel mediante cursos y programas que estén constantemente adaptados a las necesidades presentes y futuras de la sociedad;
constituir un espacio abierto para la formación superior que propicie el aprendizaje permanente, brindando una óptima gama de opciones y la posibilidad de entrar y salir fácilmente del sistema, así como oportunidades de realización individual y movilidad social con el fin de formar ciudadanos que participen activamente en la sociedad y estén abiertos al mundo, y para promover el fortalecimiento de las capacidades endógenas y la consolidación en un marco de justicia de los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la democracia y la paz;
promover, generar y difundir conocimientos por medio de la investigación y, como parte de los servicios que ha de prestar a la comunidad, proporcionar las competencias técnicas adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de las sociedades, fomentando y desarrollando la investigación científica y tecnológica a la par que la investigación en el campo de las ciencias sociales, las humanidades y las artes creativas;
contribuir a comprender, interpretar, preservar, reforzar, fomentar y difundir las culturas nacionales y regionales, internacionales e históricas, en un contexto de pluralismo y diversidad cultural;
contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía democrática y proporcionando perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas;
y contribuir al desarrollo y la mejora de la educación en todos los niveles, en particular mediante la capacitación del personal docente.
Para lograr lo expuesto anteriormente es necesario que los estudios científicos que se llevan a cabo en las universidades, respondan a las necesidades de la práctica de cada lugar en que estas se encuentran, de cada territorio en particular. Exaltando los valores, las raíces y el sentido de pertenencia en los profesionales en formación para lograr un mayor compromiso de los hombres de ciencia con la sociedad, para de esta forma, lograr solucionar los problemas de cada región y aumentar el prestigio de cada universidad, como centro de investigación y luego lograr que los científicos de los países subdesarrollados se incorporen a la comunidad internacional, para la solución de problemas globales, de interés para en el ámbito mundial.
La propuesta de la UNESCO, citado en Royero, J., (2003), incluye la creación de la sociedad del conocimiento, para la solución de problemas tales como la brecha digital que acentúa las disparidades del desarrollo, excluyendo a grupos y países enteros de las ventajas derivadas de la información y el conocimiento; la restringida circulación de los datos, la información, las prácticas ejemplares y el conocimiento, y el desigual acceso a ellos, que caracteriza a la sociedad de la información.
Para lograr el desarrollo de la sociedad del conocimiento debe lograrse la diversidad cultural, la igualdad de acceso a la educación, el acceso universal a la información y la libertad de expresión. Por lo que puede concluirse que es necesario el intercambio y el consenso entre las naciones; además de esfuerzos que vayan mucho más allá del diálogo y se materialicen en acciones concretas que no excluyan a ningún sector o clase social, a ningún país por su condición de subdesarrollado, para de esta forma lograr un desarrollo sostenible.
Según expresa Halimi, S., en su relatoría general de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, efectuada en París en octubre de 1998, «es preciso tener conciencia de que la educación superior ya no se puede concebir solamente a partir de situaciones y criterios nacionales. Ya no existe investigación o formación dignas de ese nombre en términos puramente locales», (citado en Burbano, G., 1999).
Debido a la globalización presente, la universidad debe tornar su mirada hacia los temas de carácter mundial, logrando insertar a sus profesionales en revistas de renombre, concursos y eventos internacionales, para de esta forma, lograr que se conozcan los resultados obtenidos en las investigaciones científicas, en los países del Tercer Mundo. Destacando que, como expresa Castro Díaz-Balart, F. (2006), en la calidad de la investigación científica "(…) También hay que considerar otros indicadores: las patentes obtenidas, (…)la sustitución de importaciones y la elevación de la eficiencia económica, como consecuencia no solo de la aplicación de los resultados obtenidos, sino también en lo posible de su generalización en el marco de sistemas nacionales de innovación, que las universidades deben contribuir a crear y a desarrollar", (p. 56).
Aunque la Educación Superior debe extender su mirada hacia las investigaciones sobre temas de interés global, es indispensable la concepción de la universidad como institución de preservación, desarrollo y defensa de la cultura y la identidad pues esto constituye la oportunidad de los países de enfrentar las consecuencias negativas de la globalización, dentro de las que se encuentra la agresión cultural hacia los países del Tercer Mundo.
A decir de Trelles, I. (s/f), como parte integrante de la lucha por el fortalecimiento de la identidad y la cultura latinoamericana, se impone como objetivo el conocimiento y reconocimiento social de nuestros resultados en la ciencia y la tecnología, resultados que en la mayor parte de los casos no forman parte del conocimiento público y no contribuyen a una representación social de las instituciones universitarias como centros orientados a la búsqueda de respuestas a las necesidades más urgentes de la realidad.
La propuesta de esta autora consiste en la comunicación de los avances de la ciencia en las universidades, pero esta comunicación debe ser participativa y sobre la base del consenso, abierta e interrelacionada con la sociedad. La universidad es la encargada de exaltar los valores identitarios y culturales, logrando un diálogo entre la universidad y la sociedad, en la que ambas son partícipes de la construcción de significados.
La comunicación de la ciencia es un espacio privilegiado para la integración de procesos sustantivos, donde convergen la extensión, la formación profesional, la investigación, el postgrado, en nuestras manos, en nuestras voluntades están las posibilidades de materializarlo en beneficio de nuestra cultura, nuestra identidad, nuestros países y nuestro desarrollo, Trelles, I., (s/f).
Es importante mencionar que en la actualidad en determinados países han surgido nuevas alternativas que posibilitan el aumento del desarrollo de las regiones, en estas se promueve la innovación y la competitividad de las empresas e instituciones universitarias y que, según expresa Castro Díaz-Balart, F. (2006), la estructura y organización de las universidades debe responder mejor a la dinámica interdisciplinaria y a una proyección investigativa más pertinente (…) involucradas en estructuras dinamizadoras de la innovación como parques científicos y tecnológicos (…).
Según Bellavista, J. y Adán, C. (2009), los parques tecnológicos son un instrumento del sistema de ciencia, tecnología, empresa y mercado, que ubica en un mismo espacio, productores con usuarios del conocimiento, proyectos de investigación con procesos de innovación, empresas innovadoras de diferentes dimensiones y sectores, universidades emprendedoras, e incluso hospitales de referencia relacionados. Dispone de espacios adaptados a las necesidades de las empresas e instituciones, y de servicios generales y especializados ofrecidos por los centros tecnológicos y por la agrupación de tecnologías en plataformas tecnológicas organizadas.
Las universidades están desarrollando una nueva forma para transferir tecnología a la sociedad. El desarrollo de empresas al interior de las universidades posibilita que la universidad contribuya al desarrollo de la economía local, además del incremento de sus propios ingresos.
"Tradicionalmente, las patentes han sido la vía más empleada para transferir el conocimiento generado en la universidad a la sociedad (Siegel et al., 1999). Sin embargo, si la naturaleza de la nueva tecnología no puede ser fácilmente patentable y trasladable a la sociedad mediante un acuerdo de licencia, o bien si la universidad no puede capturar todo el valor de su tecnología mediante dichos acuerdos, se puede optar por una vía más directa de comercializar la tecnología mediante la creación de una nueva empresa (Franklin et al., 2001)", (citado en Rodeiro, D.; Fernández, S.; Otero, L.; Rodríguez, A., 2007).
En muchos países ante la imposibilidad de realizar patentes o contratos de investigación, o como un instrumento alternativo, se ha optado por la creación de los llamados "spin-offs", los cuales posibilitan el desarrollo económico de la región en que se encuentra la universidad, pues se transfiere el conocimiento creado en estos Centros de Educación Superior.
Según expresa Rodeiro, D. y otros, (2007), en primer lugar, las spin-offs universitarias son una fuente de transferencia de tecnología. Mediante la creación de empresas gestadas sobre la base del conocimiento universitario se demuestra de forma palpable el importante papel de las universidades en la economía del conocimiento. En segundo lugar, se sitúan cerca de donde se crean y, por tanto, facilitan el crecimiento de la economía local. En tercer lugar, impulsan cambios en la universidad. Por un lado, facilitan la incorporación de titulados y doctores en estas empresas, creando un mercado de conocimiento mediante los recursos humanos, y, por otro, en materia de investigación se produce una mejor valorización de los resultados obtenidos.
En Cuba, las Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica (ECIT), son espacios de producción científico-técnica de las Universidades, contribuyendo con importantes resultados investigativos y de esta forma favoreciendo el desarrollo de la región en que se encuentra. Además, la universalización que se lleva a cabo, posibilita un mayor acceso de todos los jóvenes a la universidad. Mediante la cual, "se multiplica por 4 la matrícula precedente, hasta llegar a 500 000 estudiantes, con una tasa de escolarización del 50% de su grupo de edades para ese nivel (18-24). Las demandas a la investigación universitaria se amplían desde resultados estratégicos nacionales hasta aportes al desarrollo local", (tomado de Castro Díaz-Balart, F., 2006, p. 59).
Las Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica dotan los Centros de Educación Superior de resultados económicos relevantes, una imagen favorable tanto dentro del país como a nivel internacional y prestigio para sus profesionales y, como expresa Castro Díaz-Balart, F. (2006), la "Nueva Universidad" ofrece nuevas oportunidades de poner los conocimientos al servicio de la solución de los problemas territoriales, utilizando el aprendizaje para la innovación tecnológica y de esta forma crear competencias para la asimilación/creación de tecnologías y saberes de significación social.
Un ejemplo de implementación de las ECIT con resultados satisfactorios es la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas (UCLV). Esta se ha caracterizado por una fuerte y sistemática actividad científico-técnica, cuyos resultados la han ubicado entre los primeros Centros de Educación Superior del país. Además de la labor científica que sistemáticamente se realiza en los departamentos docentes de las Facultades y las Centros Universitarios Municipales (CUM), la UCLV cuenta con una red de Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica (ECIT) que han contribuido en alto grado a su posicionamiento. Esta red consta de 16 ECIT subordinadas a nueve Facultades, dos de ellas independientes adscritas a la Rectoría, y dos Centros de Investigación, el resto, Centros de Estudios. Estos Centros ejecutaron buena parte de los 159 proyectos realizados, con un Índice de Estructura de Proyectos por tipo (IEP) de 3.63, considerado alto, (Saborido, 2010, citado en Seijo, A., 2011).
La actividad científico-tecnológica en este centro se caracteriza por una detallada planificación que rige las líneas principales que deben priorizarse en las investigaciones, tanto para beneficio de la universidad como del país en general.
Según expresa Rubio, (2010), algunos elementos importantes y tareas que caracterizaron el año 2010 en la actividad científico-tecnológica de la UCLV fueron:
– Priorizar la actividad de innovación tecnológica como vía para la introducción de resultados y el cumplimiento de compromisos con el país. Prioridades en: alimentos, vivienda, energía y agua. El trabajo de un autor solo termina con la introducción de su resultado científico en la práctica social y productiva.
– El impulso a la actividad de innovación tecnológica a través de los Centros Universitarios Municipales (CUM`s) y el apoyo al desarrollo local de los municipios.
– El reinicio de procesos organizativos para incrementar la captación de divisas a través de la ciencia y la técnica, (citado en Seijo, A. ,2011).
Estas tareas caracterizan el quehacer de las universidades cubanas para el logro del desarrollo tanto local como nacional. Estas, como ejemplo de compromiso con el contexto en que se desarrollan y con la situación económica, política y social imperante, se caracterizaron, en el período 2010-2011, "por la adopción de la gestión de una estrategia económica" (Nicado, 2010, citado en Seijo, 2011). En el plano investigativo se trabaja en base a aumentar los índices de rentabilidad, impactos y producción científica de las ECIT, generados por captación de financiamiento exterior. También se persigue aumentar el protagonismo de las CUM´s en proyectos municipales a través de propuestas rentables y alineadas a las proyecciones estratégicas locales, (Seijo, A., 2011).
Después de lo anteriormente expuesto, puede concluirse que:
Son la ciencia y la tecnología una de las principales limitantes que se presentan en los países subdesarrollados. El conocimiento y la información están concentrados en el Primer Mundo haciendo que la realidad de los países del Tercer Mundo sea diferente.
En materia de educación, ciencia y cultura no se están aprovechando las posibilidades de intercambio que nos ofrece un mundo globalizado, en cambio se cree que manteniendo la ciencia solo al alcance de una pequeña élite se logrará el desarrollo deseado.
Es en las universidades donde se encuentra la alternativa para lograr que la ciencia haga frente a las problemáticas globales que se presentan, siendo estas donde se concentran los hombres de ciencia, con capacidades para crear nuevos conocimientos, además de comprender los desarrollos tecnológicos que tienen lugar y, unido a esto, da cumplimiento a su razón de ser que es la socialización de esos conocimientos a toda la sociedad.
Solo mediante la asimilación de los avances tecnológicos, la ciencia y la innovación, se puede elevar la eficiencia económica y de esta forma alcanzar el desarrollo del país.
"Como parte integrante de la lucha por el fortalecimiento de la identidad y la cultura latinoamericana, se impone como objetivo el conocimiento y reconocimiento social de nuestros resultados en la ciencia y la tecnología, (Trelles, I., s/f).
En la actualidad en determinados países han surgido nuevas alternativas que posibilitan el aumento del desarrollo de las regiones, en las que se promueve la innovación y la competitividad de las empresas e instituciones universitarias, dentro de estas alternativas se encuentran los parques tecnológicos y los spin-offs.
En Cuba, las Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica (ECIT), son espacios de producción científico-técnica de las Universidades, contribuyendo con importantes resultados investigativos y de esta forma favoreciendo el desarrollo de la región en que se encuentra.
La actividad científico tecnológica en la UCLV se caracteriza por una detallada planificación que rige las líneas principales que deben priorizarse en las investigaciones, tanto para beneficio de la universidad como del país en general.
REFERENCIAS
1. Bellavista, J.; Adán, C., (2009.) Los parques científicos y tecnológicos en el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la empresa. Tomado de la red.
2. Burbano, G., (1999). La educación superior en la segunda mitad del siglo XX. Los alcances del cambio en América Latina y el Caribe. Universidad
siglo XXI. (21). Recuperado el 20 de octubre de 2011, de http://universidad-XXI/html.
3. Castro Díaz-Balart, F., (2006). Ciencia, Tecnologia e Innovación: desafíos e incertidumbres para el Sur. La Habana: Plaza.
4. Grupo de Estudios Sociales de la Tecnología, (1999). Tecnología y Sociedad. La Habana: Félix Varela.
5. Martínez, M., (1997). El Paradigma Emergente (Hacia una nueva teoría de la racionalidad humana). México: Editorial Trillas. Recuperado el 20 de
octubre de 2011, de http://ciencia-actual.htm
6. Rodeiro, D.; Fernández, S.; Otero, L.; Rodríguez, A., (2007). Factores determinantes de la creación de spin-offs universitarias. Universidade de
Santiago de Compostela. Tomado de la Red.
7. Royero, J., (2003). La ciencia y la tecnología en el contexto del siglo XXI.
Recuperado el 20 de octubre de 2011, de http://ciencia-actual.htm
8. Sánchez, M.A., (s/f). La Educación Superior y la investigación científica: el reto del constitucionalismo del siglo XXI. Recuperado el 20 de octubre
de 2011, de http://www.monografias.com.html
9. Seijo, A., (2011). Gestión estratégica de la comunicación en el Centro de Investigación y Desarrollo de las Estructuras y los Materiales (CIDEM) de
la Universidad Central de Las Villas (UCLV). Tesis presentada en opción al Título de Máster en Administración de Negocios (5ta Ed.). Santa Clara,
Universidad Central de Las Villas.
10. Trelles, I., (s/f). La Comunicación Universitaria de la Ciencia y Tecnología:
espacio natural para la socialización del conocimiento en aras del desarrollo sustentable. Universidad de La Habana. Tomado de la red.
11. UNESCO, (1998, 5-9 de octubre). Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. La educación superior en el siglo XXI Visión y acción. La
educación superior y la investigación: Desafíos y oportunidades. Recuperado el 20 de octubre de 2011, de http://declaration_spa.htm
Autor:
Mailen León Hernández.
Fecha: 6 de diciembre de 2011.