Siglo XIX
Pensadores de la sospecha: Marx, Nietzsche y Freud
sospechaban de la modernidad y de su centro, pero fundamentalmente de la razón.
Están en contra de la religión y la cuestionan.
Critican la noción de sujeto moderno: "cosa que piensa": sujeto universal que se entiende de modo abstracto, se entiende por la racionalidad, el cuerpo es una maquina. Sujeto moderno: es un sujeto reducido a la conciencia (el cuerpo no tiene lugar, tampoco los instintos, ni la historia)
Desenmascaran al sujeto de la modernidad. Nietzsche decía que se piensa con las tripas, a través de lo que sentimos en nuestro cuerpo.
Friedrich Nietzsche: Nació en 1844-1900, a sus 5 años muere su padre y su hermano. A los 44 años se volvió loco, cuando murió tenía 55 años. Fue filósofo, poeta y músico
Influyente pensador contemporáneo del siglo XIX, critico la cultura, la religión y la filosofía occidental, furioso antiplatonisa. Fue profesor de la universidad de Basilea y leyó a Schopenhauer, pesimista por necesidad (ateo alemán)
Verdad: es una conquista de la voluntad de poder, depende de la perspectiva escogida. No hay realidad en sí, ni verdad absoluta
Nihilismo: (del latín nihil, "nada") es la corriente filosófica que toma como base la negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida
Nietzsche basa su filosofía en la materialidad de la vida (ligado a Marx)
Hace una transvaloración (invertir) de los valores: dice NO y elimina el mundo suprasensible.
Vida: concepto esencial, que tiene sus características:
La vida es devenir
Deviene porque la voluntad de poder es el eje dinámico
El devenir de la vida es el devenir de la voluntad de poder: ¿A dónde apunta la libertad de poder? A encarnarse en un tipo especial de hombre, que va a describir y obsesivamente: superhombre, es donde él quiere llegar, lo define como una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, y bajo esa cuerda hay un abismo
Sobre la verdad y mentira
SOBRE LA VERDAD Y MENTIRA EN SENTIDO EXTRAMORAL
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Fabula: en un rincón del universo, una vez hubo un astro en el cual animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fie el minuto más soberbio y falaz de la historia universal, pero solo un minuto, poco después ese astro se heló y los animales inteligentes murieron…
Una fabula así, no hubiera ilustrado el estado del Intelecto humano lamentable, sombrío, fugaz, sin sentido y caprichoso. Este no tiene otra función más que la vida humana, solo su poseedor lo toma tan patéticamente como si el mundo girara en torno a él.
Intelecto: es la ayuda de la criatura más desfavorecida, delicada y esfimera para sostenerse en la existencia, sin esta ayuda desaparecería por varios motivos. El orgullo ligado al conocimiento y la sensación de niebla cegadora en los ojos y los sentidos se engaña sobre el valor de la existencia, porque lleva la valoración más aduladora del conocimiento, su efecto es el engaño
El intelecto, usa su mayor fuerza para fingir:
Recurso con el cual se mantienen los más débiles, porque les está negado luchar por la existencia.
Llega a lo máximo en el hombre: en el engaño, la adulación, mentira, representar, vivir de brillos prestados, la máscara la convención encubridora, la actuación, la vanidad. Son regla y ley
Es inconcebible en el hombre un impulso honesto y puro hacia la verdad.
¿Qué sabe el hombre de sí mismo? ¿Podría percibirse expuesto como en una vitrina? ¿La naturaleza no le oculta las cosas, incluso de su cuerpo para cautivarlo y encerrarlo en una conciencia soberbia y engañadora?
La naturaleza arrijo la llave, que tenga cuidado quien pueda mirar hacia fuera y hacia debajo de esa conciencia y ver que el hombre descansa sobre lo despiadado, codicioso, insaciable y asesino que en su inconsciencia vive en sueños.
¿De dónde podría salir el impulso a la verdad?
El individuo quiere conservarse y usa el intelecto para engañar. Pero como el hombre quiere vivir en sociedad necesita un tratado de paz, por eso intenta que desaparezca de su mundo la guerra de todos contra todos. . El tratado de paz es el primer paso para el impulso a la verdad. En ese momento se fija qué será "verdad"
Surge el contraste verdad y mentira
Mentiroso: usa las palabras para que parezca real lo que no es, dice "soy rico" cuando en realidad es pobre
Los hombres tratan de evitar ser perjudicados por el engaño, odian sus consecuencias malas y hostiles. Pero tampoco quieren la verdad, solo desea las consecuencias apropiadas y conservadoras de la verdad.
Permanece enemigo de las verdades perjudiciales y destructivas.
Solo mediante el olvido, puede suponer que posee la verdad. A menos que se contente con la verdad a modo de tautología (repetición innecesaria de algo usando las mismas o similares palabras) tomara siempre ilusiones como verdades
¿Qué es una palabra? copia en sonidos de un estimulo nervioso, deducir que un estimulo nervioso tiene causa fuera de nosotros es un uso falso de la razón.
Si en la formación del lenguaje la verdad y la certeza fueran los únicos factores que lo determinan ¿Cómo podríamos decir "la piedra es dura", como si "lo duro" fuera conocido y no solo un estimulo subjetivo? Dividimos las cosas en género, que asignación tan arbitraria! Hablamos de "serpiente" cuando también podría aplicarse al "gusano". Son delimitaciones caprichosas, preferencias parciales por una propiedad de una cosa.
Los diferentes idiomas muestran que en la palabra nunca importara la verdad. La "cosa en si" (verdad pura y sin consecuencias) es inconcebible y no digna de búsqueda. Su creador se limita a designar relaciones de las cosas con los hombres y para expresarlas recurre a las metáforas
Primera metáfora: un estimulo nervioso transpuesto en imagen
Segunda metáfora: imagen transformada en sonido
Siempre se salta de una esfera a otra diferente y nueva.
El lenguaje, creemos saber algo de las cosas, cuando hablamos de arboles, colores, nieve, flores y sin embargo solo tenemos metáforas de las cosas, que no corresponden a su carácter natural.
El surgimiento del lenguaje no procede de un modo lógico, y el material en donde y con el que trabaja el hombre de la verdad (investigador, filósofo) sale del Cucopolis de las nubes (el país de la mentira)
Pensemos en los conceptos, toda palabra se convierte en concepto cuando dejan de servir para recordar una única experiencia, y debe ajustarse a casos parecidos, nunca iguales. Todo concepto surge de la igualación de lo no igual, mediante el olvido de las diferencias.
Decimos que un hombre es honrado ¿Por qué actuó hoy, honradamente? Suele ser por su "honradez", no sabemos nada de una cualidad sustancial llamada "honestidad", pero sí de muchas acciones individuales, y desiguales que igualamos, dejando de lado lo desigual formulamos una cualidad (oculta). Pasar por alto lo real e individual nos da el concepto.
La naturaleza nada sabe de conceptos, formas o especies, en ella solo hay una X inaccesible para nosotros.
¿Qué es la verdad?
Metáforas, metonimias, antropomorfismos
Relaciones humas reforzadas, transmitidas y adornadas poética y retóricamente, y que después de un uso prolongado le parecen al pueblo firmes, canonícas y obligatorias.
ilusiones de las cuales se ha olvidado que son tales
Seguimos sin saber de dónde viene el impulso a la verdad, hasta ahora hablamos de la obligación que establece la sociedad de ser veraz para poder existir o sea utilizar metáforas, por lo tanto mentir según una firme convicción
El hombre olvida esto, miente de forma inconsciente y por su inconsciencia, ese olvido llega al sentimiento de la verdad.
A diferencia del mentiroso en quien nadie confía y todos excluyen, el hombre comprueba lo respetable, confiable y provechoso de la verdad.
El concepto octogonal como un dado y como tal, cambiable, es un residuo de la metáfora y la ilusión de la traslación de una excitación nerviosa a una imagen
Pero dentro de los conceptos, se llama verdad a utilizar cada concepto como esta señalado, hacer clasificaciones correctas. Así el pueblo tiene sobre si, un cielo de conceptos bajo la exigencia de la verdad cada dios concepto debe ser buscado solo en su esfera.
Se puede admirar al hombre como un genio de la construcción, que sobre fundamentos movedizos pudo construir una catedral de conceptos. Un edificio como una tela de araña, flexible y fuerte. Es admirable pero no por su impulso a la verdad o conocimiento puro
Si alguien esconde algo y luego lo busca y lo encuentra, no hay mucho que alabar. Eso sucede con buscar y encontrar la verdad en la razón.
El que busca estas verdades busca la metamorfosis del mundo en el hombre, lucha por entender el mundo como una cosa humana y consigue el sentimiento de una asimilación
El investigador considera al mundo como algo ligado al hombre, sostener que el hombre es la medida de las cosas, proviene del error de creer que tiene ante si esas cosas como puros objetos. Olvida que las metáforas, son metáforas y las toma como si fueran las cosas mismas
Solo mediante el olvido de las metáforas, solo gracias a que el hombre se olvida de sí como sujeto y como sujeto crea artísticamente vive en tranquilidad, seguridad y coherencia. Si pudiera dejar de estar preso de esto, desaparecería su autoconciencia.
Ya le cuesta reconocer que el pájaro percibe un mundo diferente y se pregunta cuál será la percepción correcta. Para responder esto habría que medir las percepciones con una "vara de la percepción correcta" que no existe.
Pero la percepción correcta (expresión adecuada de un objeto en un sujeto) me parece un absurdo, con contradicciones, entre 2 esferas diferentes (Como sujeto y objeto) no hay causalidad, rectitud, expresión, sino una conducta estética, una traslación alusiva, una traducción balbuciente a una lengua extraña
Un pintor sin manos que quiere expresar cantando la imagen que le viene, podría revelar más con esta sustitución de esferas (pintar por cantar) que lo que revela el mundo empírico del ser de las cosas.
La relación entre un estimulo nervioso y la imagen que produce no es necesaria, pero cuando la misma imagen es producida muchas veces y heredada por muchas generaciones, aparece para toda la humanidad. Entonces, adquiere para el hombre la misma significación que si fuera la única y necesaria imagen y como si esa excitación nerviosa con la imagen producida fuera una causalidad.
Pero que una metáfora se haga dura y rígida no garantiza la necesidad y justificación de la misma.
Todo hombre familiarizado con esto ha sentido una gran desconfianza contra este tipo de idealismo. Se ha persuadido de la coherencia, actualidad e infalibilidad de las leyes de la naturaleza y ha llegado a la conclusión: tanto como podamos penetrar las alturas y profundidades del mundo, todo será seguro, desarrollado, infinito, legal y sin huecos, la ciencia podrá excavar y todo lo que se encuentre concordara y no entrara en contradicción, esto no parece un producto de la fantasía. Si cada uno tuviera una percepción sensorial diferente, nadie hablaría de tal regularidad de la naturaleza, la concebiríamos como un producto subjetivo
¿Qué es una ley de la naturaleza? Es algo conocido en sus efectos, en sus relaciones con otras leyes de la naturaleza. Por lo tanto estas relaciones vuelven a remitir siempre unas a otras y son inteligibles para nosotros según su ser. Solo son conocidas por nosotros las cosas que aportamos, el tiempo, el espacio, relaciones de sucesión y números. Lo maravilloso, lo que nos asombra, lo que reclama nuestra explicación en la naturaleza y nos podría inducir a la desconfianza hacia el idealismo reside en el rigor matemático y el carácter inviolable del espacio y tiempo.
Nociones que producimos en y a partir de nosotros con la misma necesidad que la araña teje su tela
La regularidad que admiramos, coincide con propiedades que nosotros mismos aportamos a las cosas, de modo que nos admiramos a nosotros mismos. De allí resulta la formación artística de metaforitas que comienza en nosotros esa "sensación". Por la perseverancia de estas formas se explica la posibilidad de que después se construya desde las metáforas un edificio de conceptos (igual que las relaciones de tiempo, espacio y número).
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En la construcción de los conceptos trabaja el lenguaje y después la ciencia. La ciencia construye pisos nuevos y más amplios, apuntala, se ocupa de llenar este entramado y ordenar el mundo empírico, esto es el mundo antropomórfico. Si el hombre ata su vida y razón a sus conceptos para no ser arrastrado y perderse; el investigador hace su choza junto a la torre de la ciencia para encontrar ayuda y protección a su lado. Necesita protección porque hay fuerzas que lo amenazan y oponen a la verdad científica, "verdades distintas"
Este impulso fundamental del hombre a crear metáforas (del cual no podría prescindir, porque prescindiría del hombre mismo):
no está forzado por el hecho de que se haya construido un mundo regular y nuevo a partir de los conceptos
busca un nuevo ámbito para su acción y lo encuentra en el mito y en el arte.
confunde las clasificaciones de los conceptos, poniendo nuevas transferencias, metáforas y melominias.
quiere recomponer el mundo del hombre despierto haciéndolo colorido, irregular, inconexo y siempre nuevo como el mundo del sueño
El hombre despierto, sabe que está despierto por el rígido y regular tejido de conceptos, y por ello llega a creer que sueña cuando este tejido es destrozado. Si tuviéramos todas las noches el mismo sueño estaríamos igual de ocupados con él como con las cosas que vemos a diario. La vigilia (estar despierto) de un pueblo estimulado por el mito es (por la maravilla) más parecida al sueño que el día de un pensador desilusionado por la ciencia.
El hombre tiene una tendencia a dejarse engañar, esta como encantado ante la felicidad, cuando el rapsoda (Recitador) le cuenta leyendas como verdaderas, o cuando el actor actúa como rey.
El intelecto, maestro en el arte de fingir es libre y esta eximido de su esclavitud cuando puede engañar sin hacer daño y entonces festeja, nunca es más exuberante, rico, orgulloso diestro. Todo lo que hace lleva consigo el fingir.
Copia la vida del hombre, pero la toma como cosa buena y parece darse por satisfecho con ella. Las vigas y andamios de los conceptos son para el intelecto piezas de arte y cuando los desordena y los vuelve a ordenar equiparando lo extraño y separando lo cercano, manifiesta que no necesita los recursos de la indigencia, ahora se guía por intuiciones
Ningún camino normal conduce desde las intuiciones al país de los esquemas, las abstracciones. La palabra no está hecha para las intuiciones, el hombre se queda mudo cuando las ve o habla en metáforas prohibidas, y en inauditas composiciones de conceptos, para corresponder por lo menos en forma creadora a la intuición actual, mediante la destrucción o burla de los antiguos limites conceptuales
Hay épocas en las que el hombre racional y el hombre intuitivo andan juntos:
hombre racional: angustiado ante la intuición, poco artístico
hombre intuitivo: burlándose de la abstracción, irracional
Los dos quieren dominar la vida:
Hombre racional: sabiendo tratar las principales necesidades con previsión, prudencia y regularidad
Hombre intuitivo: como héroe pletórico de alegría, no ve necesidades, toma como real la vida que se ajusta a la apariencia y la belleza. Donde este maneja sus armas con más fuerza y victoriosamente, se puede (En casos favorables) formar una cultura y el dominio del arte sobre la vida. Ese fingir, la negación de la necesidad, el esplendor de las intuiciones metafóricas y el engaño inmediato acompañan a las manifestaciones semejante de vida. Ni la casa, vestido, jarrón dejan ver que fueron inventados por necesidad, parece que en ellos debiera expresarse una felicidad sublime y una serenidad olímpica
Mientras que el Hombre racional: guiado por conceptos y abstracciones, evita la infelicidad con ellos, sin ganarse la felicidad, mientras trata de evitar los dolores.
El hombre intuitivo: en una cultura, además de vitar los males, cosecha claridad de animación y una liberación que fluyen. Cuando sufre, sufre más fuertemente, sufre más seguido porque nos abe aprende de la experiencia y vuelve a caer. Es tan irracional, en el dolor como en la dicha
Hombre racional: que siempre busca la sinceridad, la verdad, la falta de engaños, cuidarse de los ataques cautivantes, ofrece en la desgracia como el hombre intuitivo en la felicidad, la obra maestra del fingimiento. No lleva el rostro contraído y viviente, con una máscara con digna proporción en los rasgos no grita ni cambia su voz, cuando una nueve tormentosa se descarga sobre el camina bajo ella con paso lento
Autor:
Belu Calvo