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Virgilio Piñera: ¿un «poeta ocasional»?. Acercamiento a su poética mediante el análisis estilístico (página 2)


Partes: 1, 2

Las cabezas sembradas de senos acribillados a lanzadas

Diosa perpetua con el ojo colmado de avispas

Los falos cabalgan los enormes globos de carne

(de El oro de los días)

Metáforas afectivas que han sido construidas con recursos coloquiales y que se erigen asombrosas y turbadoras imágenes. ¿Cómo ha podido el poeta, con tan comunes materiales desarrollar este peculiar estilo?

Según Van Dijk a verdadera tarea de la estilística consiste en describir las relaciones sistemáticas entre el mencionado contexto (estilístico) y las variantes estructurales pragmáticas, semánticas, sintácticas y morfológico-fonológico/léxicas del enunciado. (Van Dijk, 1978:123)

Así, nos daremos a la tarea de generalizar en estos poemas sus estructuras sintácticas y léxicas además de determinar su contexto estilístico para percibir de modo óptimo sus innegables relaciones.

Según Van Dijk la primera aproximación al concepto de estilo puede efectuarse en relación a la estructura gramatical de oraciones y textos. Tiene aquí un papel importante el concepto de elección u opción; por ejemplo: la elección de unidades, categorías o reglas que, desde un punto de vista determinado, son equivalentes. (1978:111)

De este modo y yendo a los poemas en particular4 podemos ver que ellos prima un estilo cortado que es determinado por el uso de la yuxtaposición y el asíndeton, ej. Mucha alegría en la espina de pescado, mucha alegría en la hernia estrangulada.Todos morderemos el polvo.

También es característico el uso de oraciones unimembres de tipo nominal, ej. Un dolor de estómago […]Una patada.; Una desaprobada emoción en la noche, una lluvia de orine cayendo del tejado. Este recurso puede verse como una enumeración de elementos.

En el modo de concebir sus obras percibimos una característica sintáctica relevante, y es que gusta de utilizar construcciones repetitivas que a su vez se hacen eco en cada poema y dentro de ellos mismos, o sea, la anáfora. En La isla en peso repite una estructura frecuente: Hay que+ infinitivo, Hay que saltar del lecho y buscar la vena mayor del mar para desangrarlo. Hay que saltar del lecho con la firme convicción de que tus dientes han crecido.Hay que morder, hay que gritar, hay que arañar. Ha y que tapar.

Lo mismo sucede en Muchas alabanzas: varios versos se estructuran en su inicio, Muchas alabanzas + para: Muchas alabanzas para el canceroso, los usos de la música en la boca del cáncer; y otro verso, Muchas alabanzas para la gran ciudad, sus hombres ríen ante el cadáver.

Otro uso recurrente es el de las expresio nes interjectivas y exclamativas como ¡Al quinto piso, al quinto piso!, ¡Una gran lengua que sale del sol!, ¡Salve!, ¡Oh, mar, que estás enfrente!

En cuanto al uso del verbo hay casi que predominio absoluto del presente de indicativo y del imperativo. En el poema Carga los verbos sólo se han conjugado en presente (de indicativo e imperativo) e incluso en los casos de implicación semántica futura se han usado las formas no personales del verbo en frases verbales, ej. Voy a recoger las lágrimas. El uso del gerundio también es de destacar, pues es recurrente; en el poema El oro de los días podemos percibirlo, ej. : Las negras acostadas esperando por el olor de las bestias mirando por las ventanas sin arcos los riñones azulados esperando la poderosa luz que defina sus contornos.

Este recurso aporta cierto matiz de atemporalidad al poema.

Así pues, en conclusión, tenemos que el autor echa mano a determinados recursos léxicos y sintácticos que constituyen elecciones específicas dentro de la lengua y que se repiten para conformar su estilo. Estas elecciones son: la predominancia del asíndeton y la yuxtaposición, la preferencia por las oraciones unimembres nominales y de algunas impersonales, las expresiones interjectivas y exclamativas, el uso aplastante del presente de indicativo y el imperativo ,y la anáfora. Todos ellos recursos coloquiales.

¿Pero es este estilo «piñeriano» 5meramente gramatical?

Ahora pues hemos reducido el concepto de estilo a lo que podemos llamar «forma característica de la utilización de la lengua» tanto en el nivel oracional como en el textual […]¿Se podría, por ejemplo, hablar de un estilo semántico ? […] las posibles diferencias estilísticas entre textos vienen dadas por una selección de temas u objetos de conversación, es decir: de macroestructuras semánticas. Por eso, lo característico de un hablante puede indicarse a través del ámbito y de la frecuencia de un campo temático y de sus objetos, determinados a su vez por los intereses, deseos conscientes o inconscientes. (Van Dijk 1978:116,120)

Este estilo semántico dado por la frecuencia de determinado(s) campo(s) temático(s) y de sus objetos, salta a la vista, más que en los poemas seleccionados, en toda la obra poética y no sólo poética sino dramatúrgica y narrativa del autor. Campos temáticos como el hambre, el sexo y el absurdo irremediable de la existencia se evidencian en cada línea implícita y explícitamente. Dura tarea es la de ejemplificar esta aseveración. Válgannos algunos versos ineludibles: (campo temático, el sexo)

No hay que ganar el cielo para gozarlo,

dos cuerpos en el platanal valen tanto como la primera pareja,(…)

que la tierra nos ampare, que nos ampare el deseo(…)

La isla en peso

Mucha alegría, muchas alabanzas.

Todos nos quedaremos aquí sin mirar hacia arriba,

muchas alabanzas, copulaciones múltiples (…)

Muchas alabanzas

Los falos cabalgan los enormes globos de la carne, y la geometría del deseo, divinamente,

dispara sus flechas,

sin una mitología, sin un tribunal

El oro de los días

También sugiere Van Dijk buscar las funciones del estilo no solo en los efectos o las consecuencias, o sea, en la obra ya terminada, sino también en las razones o los motivos de una determinada variación estilística como expresión de determinadas características del hablante.(1978:122).

¿Por qué el sexo, por qué el hambre, por qué el absurdo, por qué la muerte, por qué la soledad en la obra de Virgilio Piñera?

En su libro Virgilio Piñera en persona, Carlos Espinosa (2003) recoge los testimonios de muchas personas sobre la vida del poeta6, desde sus hermanos, hasta Abilio Estévez y el propio Virgilio de sí mismo. En estos testimonios conocemos al niño soñador; al adolescente pobre y desengañado de sí por su condición sexual, por su figura poco agraciada; al joven solo y desencantado del fraude universitario, al hombre temeroso del cambio que trajo la Revolución y sin duda amante de Cuba al extremo de residir extranjero en reiteradas ocasiones y siempre volver a cargar el peso de su isla. Al incomprendido, al contrapunto de Lezama, al flaco que estaba bregaba solo dentro de todo el movimiento origenista.

Para finalizar, creemos que otro intento de acercamiento a la esencia de su poesía, de su discurso, de su estilo, sería válido desde la perspectiva de la semántica. Por lo que intentaremos un análisis de algunos versos de La isla en peso, no para diseccionar las metáforas sino con la intención de descubrirlas en su contexto. El discurso de Piñera es para nada sencillo, y se revela como un mundo de imágenes, lo que dificulta separar las construcciones, y más aún los sememas; así pues intentaremos este análisis sin hacer morir el poema sino posibilitando y potenciando disímiles significados.

En el poema objeto, el autor nos lanza una lluvia de imágenes, una lluvia de significados de los que logramos atrapar algunos y otros simplemente los percibimos, salta a primera vista y prima, la unión indisoluble de lo odioso e inherente, semas que están presentes en varios sememas.

Es, esta isla, la cercada de agua, que produce insomnio a sus cautivos y calenturientos habitantes; la del mediodía convertido en insufrible bestia de luz; la de los mulatos fálicos y las vírgenes bárbaras que beben ron; el insoportable y dulce, inherente, peso de «una isla en el amor de su pueblo».

Importantes elementos de cohesión del texto pueden encontrarse entre las relaciones paradigmáticas del léxico: la hiponimia, la sinonimia, la antonimia. Es significativa la importancia que tiene para la cohesión del texto la observancia de la asociatividad semántica del léxico. (Curbeira, 2001:71).A diferencia de las relaciones sintagmáticas que están dadas por su actualización, las paradigmáticas existen como relaciones potenciales y no caracterizan directamente la interacción de las unidades léxicas en el discurso. La paradigmática léxica está presente en el texto, en el discurso de manera implícita, para explicarla y describirla hace falta realizar un análisis lingüístico en dirección texto – sistema. (Curbeira, 2001: 22).

La hiponimia es una relación esencial de la lengua, presenta significados extensionales que contienen significados intensionales, es una sinonimia asimétrica, donde el significado más general es el hiperónimo y los que se incluyen son cohipónimos. En el poema se nos ha hecho muy difícil apreciar esta relación en sememas fundamentales, es decir, salta a la vista la hiponimia entre fruto (hiperónimo) y piña, mango, plátano (cohipónimos), pero estos sememas no son esenciales y determinantes en el poema, así que hemos intentado establecer una relación de hiponimia, que realmente existe en el texto, más que con lexemas, con versos, que en el poema se establecen como unidades de sentido y significado.

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El poeta establece una relación de hiponimia entre los versos inferiores y el superior; el tenebroso paseo de los pies sobre la arena circular; los siniestros manglares como un cinturón canceroso; y los manglares y la fétida arena son sinónimos de horroroso paseo circular, pero este no lo es de ellos. Pero a la vez son hipónimos, cada uno, de la idea de encierro, presente implícitamente, y también explícita.

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En cuanto a la sinonimia, es una relación no esencial dada por semejanza de significados que tiene gran importancia para la expresividad del discurso por lo que en poema se establecen un sinfín de relaciones sinónimas. Por ejemplo, en el verso

Un pueblo se hace y deshace dejando sus testimonios: Un velorio, un guateque, una mano, un crimen.

Entre estos sememas velorio= guateque=mano=crimen establece una identidad, una semejanza de significados, que a su vez funcionan en el texto como expresiones de cubanía. También el semema agua, en todo el poema es sinónimo de encierro cuando se identifica agua-lágrima-dolor- castigo –cárcel. Estas semejanzas no son las únicas, en versos como

Hay que saltar del lecho y buscar la vena mayor del mar para desangrarlo.

Indiscutiblemente se ha identificado mar con agua, que es lo que lo conforma, y esta agua, con lo negativo, con lo enemigo, pues se expresa la necesidad de «desangrarlo», sinónimo también de acabarlo, asesinarlo, agotarlo.

La antonimia se ubica dentro de relaciones lexicales por diferenciación (u oposición) La oposición tiene gran importancia para la expresividad de la lengua, además es una relación esencial. La antonimia es una oposición graduable, con una norma inestable históricamente en la que no hay negación absoluta. En el texto se establece esta relación en los sememas día-noche, el día desde el amanecer hasta el mediodía es, por obra del sol; una bestia de luz, un parto horrible de claridad, una bestia; la noche es la calma, la quietud el oloroso placer

La claridad empieza el alumbramiento más horroroso. Son las doce del día.

La piel se extiende como un arrecife y muerde su propia limitación. […] se pone a gritar como una loca, como una puerca cebada.

Todo un pueblo puede morir de luz como morir de peste

La noche es un insulto perfumado en la mejilla de la bestia

En esta oposición media el crepúsculo

Pero el mediodía se resuelve en crepúsculo y el mundo se perfila

Así mismo el sol como bestia y sus efectos de tristeza es opuesto a la poesía

Para ponerme triste me huelo debajo de los brazos sol.

Nada podría detener este cuerpo turbadoramente cogido entre la poesía y el

También se establecen vínculos de complementariedad entre acciones como dormir a pierna suelta-saltar del lecho; o se hace o no se hace.

Si no pensara que el agua me rodea como un cáncer

Hubiera podido dormir a pierna suelta.

Hay que saltar del lecho con la firme convicción de que tus dientes han crecido.

Hay que saltar del lecho y buscar la vena mayor del mar para desangrarlo.

Otra relación paradigmática de gran importancia es la polisemia. Pierre Guiraud mostraba que la creación léxica se efectúa frecuentemente a favor de la sinonimia y de la polisemia, propiedades éstas originales de las lenguas humanas. (Curbeira, 2001:119). Polisemia, no es una relación entre palabras sino palabras con un sistema de significados vinculados por algún rasgo.

Al poema, a la poesía en general, le es inherente la polisemia , que no deja de estar relacionada con la connotación. La connotación es definida por la semántica como la clasificación de todos los casos pensables a los que la unidad léxica se aplicaría correctamente . Cualquier cosa puede ser pensable de una manera coherente, si la aserción de su existencia no conlleva implícita o explícitamente alguna contradicción. (Curbeira, 2001: 22)

En el poema objeto, nos encontramos ante versos en los que los sememas que los componen son infinitamente polisémicos y abiertos

Si hundieras los dedos en su pulpa [la de los caimitos] creerías en la música.

Mi madre fue picada por un alacrán cuando estaba embarazada.

Y en los que la connotación también es infinita. ¿Deberíamos, en el verso anterior, identificar el placer de los dedos en la pulpa de la fruta con el de las muelas del alacrán en la creed e la embarazada? ¿Es acaso siniestro el placer de la música?

Además, en el resto del poema se relacionan sememas mediante la polisemia, que enriquecen las posibilidades connotativas:

Una poesía microscópica: Lágrimas de Job, lágrimas de Júpiter, lágrimas de amor.

Ciertamente una palabra polisémica es aquella que reúne varios sentidos entre los cuales los usuarios aprecian un determinado vínculo. (Curbeira, 2001: 186) y estas palabras pueden establecer infinitos vínculos en el poema: poesía microscópica-pequeña, invisible, dolorosa, inapreciada, impotente, encarceladora.

Hjelmslev considera que la organización de la forma del contenido es análoga a la organización de la forma de la expresión: de la misma manera que el significante puede ser descompuesto en fonemas, o unidades más pequeñas, los "femes", el significado puede ser descompuesto en "semas", siguiendo el mismo procedimiento (Curbeira, 2001:31) hemos intentado llegar a la comprensión y el análisis de algunos versos mediante estas descomposiciones.

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Noche = olor dulce +suave +libre +crecida +sexo

La noche es un mango, una piña, un jazmín.

La noche es un árbol frente a otro árbol sin mover sus ramas. La noche invade con su olor y todos quieren copular .

Finalmente sería conveniente referirnos brevemente al contexto del poema, pues el contexto determina los significados. Aunque explícitamente no se ha presentado, ha quedado patente que el poema es la expresión del conflicto entre el encierro y la libertad, lo odioso e inherente que a la vez componen nuestra idiosincrasia, el peso avasallador y delicioso de nuestra isla. Algunas tendenciosas interpretaciones han visto el encierro y la agonía del autor, motivados por una asfixia política y social desde el triunfo de la revolución, interpretación errónea, pues si bien es cierto el temor que manifestó Virgilio ante las palabras a los intelectuales de Fidel Castro en La Habana, en 1961, también es cierto que este poema fue escrito en 1943.

Sí, es innegable que el autor sentía el peso de su isla, el peso de una isla social, política y económicamente devastada, el peso de una isla chota; húmeda; asfixiante; fúlgida de luz, de olores, de sabores; una isla sudada, salada, cercada, agónica; isla que muchas veces lo hundió «siempre más abajo, hasta saber el peso de su isla el peso de una isla en el amor de un pueblo.»

Bibliografía

1. ARISTÓTELES: El arte poética, trad. de J. Goya y Muniain (texto de 1798), reimpreso en Madrid, 1979.

2. CURBEIRA, ANA (2001): Lecturas de semántica, Universidad de la Habana, Facultad de artes y letras.

3. ESPINOSA, CARLOS (2003): Virgilio Piñera en persona, Ediciones Unión, La Habana.

4. MATAIX, REMEDIOS (1999-2001): «De la revolución vanguardista al estallido de la Revolución. Notas sobre poesía y política entre 1930 y 1959.» Universidad de Alicante, Banco Santander Central Hispano. Página mantenida por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes Saavedra.

5. PIÑERA, VIRGILIO (1998): La isla en peso, prólogo de Antón Arrufat, Ediciones Unión, La Habana.

6. RODRÍGUEZ RIVERA, GUILLERMO (1999): La otra imagen, Ediciones Unión, La Habana.

7. VAN DIJK, TEUN. A (1978): La ciencia del texto, Ediciones Paidós Ibérica S.A, Barcelona.

8. WOLFANG, KAYSER (1972): Interpretación y análisis de la obra literaria, Editorial Gredos S.A, Madrid

NOTAS:

1 Véase ARISTÓTELES: El arte poética, trad. de J. Goya y Muniain (texto de 1798), reimpreso en Madrid, 1979

2 Véase ANTÓN ARRUFAT: "La isla en peso", Ediciones Unión, La Habana, 1998.

3 Véase VIRGILIO PIÑERA: [Carta a Lezama Lima] en Fascinación de la memoria. Textos inéditos de Lezama Lima .Selección y prólogo de Juan González Cruz, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1993, pp.271-273.

4 Aclaramos que se han escogido versos al azar de cualquier poema perteneciente a la muestra.

5 El entrecomillado es mío.

6 El propio Virgilio se confiesa en las palabras a su libro La vida entera un «poeta ocasional»

 

 

Autor:

Yisel Sequeda Florín

2008

UCLV Facultad de Ciencias Sociales

Partes: 1, 2
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