Del ingenio y la pluma de Cirilo Villaverde brotó "Cecilia Valdés", la novela costumbrista más importante y reconocida de la literatura cubana. De Cuba es orgullo Emilia Casanova, su esposa, figura de la que poco se habla y para muchos es hasta una desconocida, pero que merece un mayor reconocimiento y recordación. Heroína de la patria, mujer adelantada a su tiempo, que puso la vida en función de la independencia.
Emilia Casanova de Villaverde
No son pocas las veces que surge la interrogante, lógica, sobre por qué la bandera que nació bajo un enfoqué anexionista de época, muy diferente a la significación del término en la actualidad, es hoy la bandera que representa a la nación cubana, por la que miles de cubanos han ofrendado sus vidas en el transcurso de nuestra historia y no es la bandera que enarboló Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868. Emilia Casanova de Villaverde está muy vinculada a esta historia y es por eso que pretendemos rendirle tributo con este trabajo.
La bandera cubana que nos representa como nación y la bandera de la primera república en armas.
Hija de canario pudiente y cubana acaudalada. Nació el 18 de enero de 1832 en la finca Caimito, próxima a Guamuta, en la zona de Cárdenas. De ella dijo Villaverde: «puede decirse que la suma de su erudición se le debe en parte al trato de la gente culta, en parte al esfuerzo de su vigoroso entendimiento». Debió tener mucha razón el autor – también – de "Dos amores", "La peineta calada" y "La joven de la flecha de oro", porque al decir de Rafael Esténger[1]Emilia era una excelente oradora.
Cuando Narciso López iza la bandera de la estrella solitaria en suelo patrio, tenía 18 años, pero este hecho marcó para siempre la vida de la joven, tanto que le dijo a Carlos Manuel de Céspedes en una carta: «Era yo niña todavía, cuando en una mañana de mayo, el bravo Narciso López plantó delante de la ventana de mi casa en Cárdenas la bandera que había ideado para simbolizar la libertad é independencia de Cuba. Me pareció tan bella y grande el hombre que la enarbolaba, que desde ese momento juré en mi interior consagrar mi vida á ese fin sagrado y noble»[2]. En un banquete en Cárdenas propuso un brindis: «por la libertad del mundo, y lo que es más, por la independencia de Cuba»[3], este fue su empeño de por vida. Recaudó fondos para los criollos deportados a Fernando Poo y Ceuta. En 1852, producto de la persecución a sus hermanos y padre, los que conspiraban a pesar de su estatus social, llega por vez primera a los Estados Unidos.
De regreso, trasladó documentos conspirativos por encargo de un amigo de la familia que era el tesorero de la "Junta cubana de Nueva York" y se inmiscuye en intentos sediciosos junto a su hermano mayor, gracias a ella este pudo escapar con vida. Sale otra vez para Nueva York donde participa en acciones a favor de la guerra en Cuba. Ante el levantamiento de 1868 expresó: «He aquí la revolución, bienvenida sea»[4] y colabora en actividades en favor de la contienda. Hizo y envió en la primera expedición una bandera igual a la de Cárdenas, que propuso como pabellón insignia de la nación en armas y se convirtiera, posteriormente, en nuestra enseña nación.
En enero de 1869 funda la "Liga de las Hijas de Cuba" y teniendo al General Manuel Quesada como «un buen patriota», a pesar de haber sido destituido por la "Cámara de diputados", recaudó fondos y en la noche del 29 de junio de 1870, «en nombre de sus conciudadanas», se le entregó una espada, como reconocimiento a su patriotismo, no sin antes pronunciar un gran discurso, que también fue compilado por el esposo en su epistolario.
Emilia fue muy criticada por la prensa de la época en Cuba, sobre todo por los periódicos "El Moro Muza", "Juan Palomo" y "Don Junípero", medios opuestos a la causa cubana y partidarios del gobierno español. Eran frecuentes las columnas donde se le calumniaba y fue muy caricaturizada, en uno de esos trabajos se decía:
«Pero donde Emilia se muestra en toda su magnificencia suripantesca, donde se la ve ya á manera de Bacante desenfrenada, remangándose, según se puede ver en la caricatura sacada de su fotografía que damos en otro lugar, es el día en que la compañía de los Bandoleros de la libertad juró la bandera, pero ¡qué bandera! La que Emilia bordó, la que Emilia regaló, la que Emilia presentó y juró, y según ella misma cuenta «al grito de ¡viva Cuba libre! ¡Viva Carlos Manuel de Céspedes» muchas veces repetido y con verdadero entusiasmo [ ] Doña Emilia Casanova de Villaverde, que no diga de usted la posteridad: «! Murió por la independencia de Cuba, y murió opilada y sin el consuelo de poder agarrarse á su bandera!»[5]
Caricatura de Emilia Casanova aparecida en el periódico "El Moro Muza"
La prensa no dejaba de ridiculizarla, era raro el número de los tres medios citados donde no apareciera algo sobre ella, según Rafael Esténger en su trabajo "La musa de Cirilo Villaverde":
«Cuando le presentan las caricaturas enemigas, o le chismean los agravios, solo dice con lástima y orgullo:
?¡Los pobres! ¡Eso no es más que el desfogue de su impotencia!»[6]
Otras caricaturas donde se pretendía ridiculizar a Emilia Casanova.
Pero en la obra de Villaverde "Apuntes biográficos de Emilia Casanova", se puede encontrar una carta de la propia Emilia al Capitán General de la Isla de Cuba, donde expresa con tono y verbo contundente:
«Excelentísimo señor Capitán General del departamento Occidental de la isla de Cuba.
Habana.
Aunque no es usual en las cubanas dirigirse de este modo á los capitanes generales, como hace tiempo me emancipé de la tutela colonial, creo ejercer el derecho de toda persona libre, con mayoría de razón que tengo que quejarme de vasallos inmediatos de V. E. [ ] A riesgo de distraerle de asuntos más graves y acaso de que mire mis quejas con la indiferencia que se acostumbra ahí, debo hacer presente á V. E., por si no ha parado en ello la atención, que ya pasa de escandalosa y toca en procaz la conducta de la prensa de la Habana con las señoras cubanas, especialmente con la que ahora dirige á V. E. estas líneas [ ] ¿ Cómo sucede que en un país donde no hay libertad de imprenta la prensa ultraje el pudor de la mujer con las chocarrerías groseras y las alusiones indecentes, de que están llenos, según me dicen, un día con otro, vuestros " Juan Palomo " y "Moros Muza? [ ] Tal vez parezca duro este lenguaje en boca de una mujer; pero es el que le dicta la indignación que experimenta al ver que se proclama que es moral y justo en Cuba el gobierno español, cuando las autoridades que son para todo omnipotentes, no lo sean ni poco ni mucho para reprimir los abusos de la prensa.
Nueva York, diciembre 28 de 1869».
Otra de las caricaturas alusivas a Emilia Casanova de Villaverde.
El 13 mayo de 1871 le comunica en una carta a Carlos Manuel de Céspedes: «Me prometo que antes que vea estas líneas, ha recibido Vd., la pistola que tengo el gusto de dedicarle. Acéptela como la mejor expresión del afecto y consideración de su atenta servidora». Pide en 1871 a las autoridades norteamericanas interceder a favor de los estudiantes de medicina condenados injustamente en La Habana. Se opuso a cualquier intento anexionista. Era contraria a la esclavitud y a la política estadunidense en cuanto a Cuba, solicitando al congreso: « La " Liga de las Hijas de Cuba " pide al Congreso de los Estados Unidos que reconozca la beligerancia de los cubanos sublevados contra la dominación de España; y espera que su petición tenga éxito porque se apoya en razones de justicia, de decoro y de conveniencia». Fue aguda crítica de la junta de Nueva York, a la que consideró: «floja» y a la que denunció públicamente por actos de traición a la patria, donde se vieron involucradas conocidas personalidades como Juan Clemente Zenea y Miguel Aldama. Del suceso expresó Villaverde: «De todos los actos de la vida pública de Emilia, como es de imaginarse, éste fue el que le valió más aplausos, al mismo tiempo que le concitó el odio de sus enemigos políticos». Recaudó fondos, armas, medicinas y pertrechos a favor de la contienda libertaria. Quiso involucrar en la lucha a figuras como Garibaldi y a Víctor Hugo. Apoyó la Guerra Chiquita y a Calixto García en tal empeño.
Junto a Gómez, Martí y Maceo participó en el mitin del 10 de octubre de 1884 destacándose con otro fabuloso discurso. En 1890 visitó a Antonio Maceo en el hotel Inglaterra de La Habana, pidiéndole que no permitiera en ningún proyecto de lucha a los que habían aceptado el "Pacto del Zanjón", lamentablemente esto le sería imposible al "Titán de bronce".
Martí funda el Partido Revolucionario Cubano en 1892 y ella crea el "Club José María Aguirre", que respondía a la misma línea de acción. Al desembarcar Gómez, Maceo y Martí por "Playitas de Cajobabo" declaró: «Seremos libres y tenemos que serlo para ejemplo del mundo».
Cuando estalla la guerra de 1895 envía seis fusiles, dos mil balas, dos hamacas y una bandera para la causa de "Cuba Libre". Emilia muere el 4 de marzo de 1897 en New York, no alcanzó a ver el fin de la guerra, ni el proyecto frustrado de nación producto de la intervención norteamericana. En 1944 su hijo Narciso trasladó los restos mortales de la ejemplar cubana a La Habana.
Plasmar en unas pocas cuartillas toda la vida de la singular patriota sería una tarea imposible, solo he pretendido rememorarla partiendo de algunos hechos importantes en los que tuvo participación y de esta manera ayudar a que no caiga en el olvido. Sin duda alguna, no debió ser Cecilia Valdés el mayor orgullo de Cirilo Villaverde, aunque esta obra lo inmortalizó, su muza y heroína real fue Emilia Casanova, la dama de la bandera cubana.
Autor:
Lázaro Numa Aguila.
[1] Est?nger, Rafael. (1950). ?Amores de cubanos famosos: miniaturas biogr?ficas?. Madrid: Madrid Aguado, Colecci?n ?Ma?s alla?".
[2] Casanova de Villaverde, Emilia. (1871) ?Carta a Carlos Manuel de C?spedes, presidente de la Rep?blica de Cuba?. New York: mayo 13.
[3] Villaverde, Cirilo. (1874). ?Apuntes biogr?ficos de Emilia Casanova de Villaverde escritos por un contempor?neo?. Nueva York.
[4] Hern?ndez Gonz?lez, Manuel. (2011). ?Emilia Casanova, hero?na de la independencia de Cuba?. Laguna: Universidad de La Laguna, Mujeres en la historia. Hero?nas, damas y escritoras (siglos XVI-XIX) 2011, n. 15,(http://www.e-revistes.uji.es/index.php/dossiers/issue/view/90)
[5] El Moro Muza. (1869). ?La gran arcabuza de las suripantas: Emilia Casanova de Villaverde?. La Habana: peri?dico sat?rico y literario, domingo 30 de mayo, a?o. VI, n?mero 33, p.6.
[6] Est?nger, Rafael. (2012). ?La musa de Cirilo Villaverde?. La Habana: La jiribilla, A?o XI, 20 al 26 de octubre, (http://epoca2.lajiribilla.cu/2012/n598_10/598_02.html)